tag:blogger.com,1999:blog-34674994312078540352024-03-13T07:35:00.001+01:00DROGOLÍTICASChico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.comBlogger78125tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-56715057618817139692011-11-08T03:40:00.005+01:002015-12-16T17:39:55.259+01:00Un domingo lluvioso<br />
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6U5ZENqD4EPFHU1wTuOA5HH_UZ3WUZMUKWzJ0n4O5snAGmanYV7sidPhnpdbBQHbf830dE-8Y7cE_vjx1WfKQWrPXBOKkM6GBf_4CHT1-Y8U9WYB5YP6dW-ykR_lFIuqiF66waW_eWqgc/s1600/hombre+en+la+lluvia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6U5ZENqD4EPFHU1wTuOA5HH_UZ3WUZMUKWzJ0n4O5snAGmanYV7sidPhnpdbBQHbf830dE-8Y7cE_vjx1WfKQWrPXBOKkM6GBf_4CHT1-Y8U9WYB5YP6dW-ykR_lFIuqiF66waW_eWqgc/s1600/hombre+en+la+lluvia.jpg" /></a></span></div>
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<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><br /></span>
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}">Tarde de domingo, llueve a cántaros. En la parada del bus leo distraídamente al franchute Houellebecq. Me topo con este párrafo:</span></div>
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<div class="text_exposed_root text_exposed">
<blockquote class="tr_bq">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}">"Minados con la obsesión cobarde lo "politically correct", pasmados con una marea de seudoinformación que les proporciona la ilusión de una modificación permanente de las categorías de la existencia ("ya no se puede" pensar lo que se pensaba hace diez, cien o mil años), los occidentales contemporáneos ya no consiguen ser lectores, ya no logran satisfacer la humilde petición de un libro abierto: que sean simplemente seres humanos, que piensen y sientan por sí mismos".</span></blockquote>
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><span class="text_exposed_show">Lo que aparentaba ser una inocua expresión de la vigencia de la literatura frente a otras expresiones artísticas en estos tiempos mudables, se ve de repente elevada por los aires, de un golpe certero, con el siguiente martillazo:</span></span></div>
<div class="text_exposed_root text_exposed">
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<blockquote class="tr_bq">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}">"Con mayor motivo no puede desempeñar ese papel frente a otro ser. No obstante, tendrían que hacerlo: porque esa disolución del ser es trágica; y cada cual, movido por una dolorosa nostalgia, continúa pidiéndole al otro lo que él ya no puede ser; cada cual sigue buscando, como un fantasma ciego, ese peso del ser que ya no encuentra en sí mismo. Esa resistencia, esa permanencia; esa profundidad. Todo el mundo fracasa, por supuesto, y la soledad es espantosa".</span></blockquote>
</blockquote>
<div class="text_exposed_root text_exposed">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}">Y pienso para mis adentros en la asombrosa capacidad de este tipo para hurgar en las heridas del hombrecillo moderno (<a href="http://drogoliticas.blogspot.com/2011/02/glosario-tiqqun.html">"el bloom"</a>), para, acto seguido, lamer las heridas de esa infelicidad. Y sigue lloviendo. Y llega el L96 para sacarme de mi desolada estupefacción de lector ausente...</span></div>
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<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><span style="font-size: x-small;"><em><br /></em></span></span>
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><span style="font-size: x-small;"><em>La Soledad</em> - Bersuit Vergarabat</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/l3cyQsVwvzE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" data-ft="{"type":3}"><br /></span></div>
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</div>
<br />
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</div>
Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-12716192409293060202011-10-05T16:04:00.000+02:002011-10-05T16:15:27.719+02:00García Calvo en Puerta del Sol el 28 de septiembre de 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR2_npUGLwkSatSC4HDzfncsKnKBiF86nTH9UkIX-JBd-1R3L97r3wA6EZ7P6sO_G6Ron8YBdiKwqi7TEXM8mwUKQZ_flexa-WHRK5t8qiwXPOltTJ-4lJ9b_nuAkVGgwMY6enU5TthTAB/s1600/AGC1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR2_npUGLwkSatSC4HDzfncsKnKBiF86nTH9UkIX-JBd-1R3L97r3wA6EZ7P6sO_G6Ron8YBdiKwqi7TEXM8mwUKQZ_flexa-WHRK5t8qiwXPOltTJ-4lJ9b_nuAkVGgwMY6enU5TthTAB/s1600/AGC1.jpg" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">AGUSTÍN GARCÍA CALVO </span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Madrid, Puerta del Sol </span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Jueves 29 de setiembre de 2011</span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Video subido por </span><a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">acampanilla</span></a><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">30/09/2011</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="watch-video-date" style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Primera parte</span></div>
<span class="watch-video-date"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="158" src="http://www.youtube.com/embed/_Q5H9Bm216o" width="280"></iframe></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><br />
</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Segunda parte</span></div>
<div align="center">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="158" src="http://www.youtube.com/embed/Vz3lrTcjx4g" width="280"></iframe></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Transcripción de la alocución de Agustín García Calvo y posterior asamblea en Puerta del Sol del jueves 29 de septiembre, que parece que será la última en que parti</span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">cipe, ya que Agustín ha decidido retirarse a descansar, a pesar de lo cual se intentará que continúe, de alguna u otra forma, la asamblea de cada jueves:</span><br />
<br />
Pues vamos por nuestra parte a seguir intentando hacer algo de lo más urgente, como lo hemos venido haciendo desde mayo para acá, no sé ya cuántos jueves. Todo esto que nos ha rodeado, esta esplendorosa manifestación es una muestra de, como ellos dicen, de verdad, lucha en la calle, no en los comités, no en la organización. Pero esto también lo malo es que tiene un fin, en la Huelga General. Que la Huelga General tiene un fin, que es asustar a la gente del Poder, hacerles ceder en esto o en lo otro, eso es lo que tiene de malo. Lo que tiene de lucha en la calle está bien; los fines, como siempre, son lo que lo pierde, los fines, los futuros. <br />
Aquí estamos a lo más urgente y recordábamos que para que se pueda hacer algo, algo que no sea hacer lo que ya está hecho, la primera condición es que esto no tenga futuro, como lo tienen las empresas, como lo tienen todos los organismos del Estado o del Capital confundidos en el actual Régimen que padecemos, en el Régimen del Bienestar. <br />
Nos parecía que había que estar recordando aquí una y otra vez que el hilo, el sentido, de este levantamiento de gente, inesperado, de gente menos formada sobre todo, tenía el sentido de decir ¡No! al Régimen, así, sin más. ¡No al Régimen! ¡No! al Régimen donde Estado y Capital están juntos. Y, como derrumbar al Régimen así por las buenas, ni por la fuerza ni por la persuasión, tiene ningún sentido, hay que prepararse precisamente a dedicarse cada día a esto de lo más urgente que es desengañarnos de la fe, de todas las creencias que nos están imbuidas y sobre las cuales el Capital y el Estado se asientan; no pueden hacer nada sin eso. Si no quedara en vosotros, en la mayoría de la gente y en la mayoría de vuestras almas algo de creencia en la necesidad del Dinero, la necesidad de una organización estatal o semejante, la necesidad de la familia, mientras quede algo de esto, no se podrá hacer de verdad nada en contra. <br />
Lo más urgente es, por tanto, poco a poco, cada día, como se nos dé, sin prisas, sin futuro, intentar acabar con algunas de las creencias, con algunos de los artículos de la fe, que nos quedan todavía en las mayorías de las poblaciones, en las mayorías de las almas y sobre las cuales el Estado se sigue sustentando. <br />
No venía este levantamiento inoportuno, inesperado, de la gente a intentar, por presión desde abajo, mejorar el Régimen, mejorar los organismos del Capital y del Estado, conseguir reivindicaciones de una clase o de la otra. Este cuento ya nos lo sabemos muy bien: al Estado y al Capital les gusta recoger reivindicaciones y, por tanto, de alguna manera en efecto mejorar, mejorarse, es decir, seguir siendo cada vez peor para la gente. ‘Mejorar’, en el sentido de ellos, quiere decir naturalmente esto: cada vez peor para la gente. <br />
Es por tanto lo más urgente que aquí, en la calle, en la Puerta del Sol, los amigos que han llegao y se han plantao aquí, los transeúntes que se queden más o menos rato entre nosotros, se dediquen a esta tarea de romper con la fe, de romper con las creencias que nos están impuestas. <br />
Así, a lo largo de estos jueves, hemos venido, sacando aquí algunos de los elementos de esa fe que nos queda siempre más o menos y en la que el Régimen se sostiene, preguntándonos qué nos queda de creencia en la necesidad del Dinero, por ejemplo; cuánto de verdad estamos dispuestos a renunciar a cualquier forma de Dinero sin que nos parezca que eso va a impedir alguna forma de convivencia u otra de las que se vayan inventando. La declaración de lo que nos queda todavía de fe en el Dinero era por tanto necesaria para que aquí, en discusión, en plena calle, se tratara de derribarla, de derruirla. <br />
Lo hemos venido haciendo también con el Estado, con las fronteras y centros de los Estados más o menos grandes o pequeños, palpándonos también las almas a ver cuánto nos queda de fe en que eso es necesario, como ellos nos hacen creer que lo es, porque nos dicen “¡sin Estado: el caos, la anarquía!”, cualquiera de las cosas que se les ocurra decir. ¿Cuánto nos queda aquí en las almas de fe todavía en que es necesaria una organización de tipo estatal? Hay que sacarlo aquí a la luz y, naturalmente, dejar que el sentimiento y la razón demuestren la mentira de esa fe, la destituyan, la echen abajo de alguna manera. <br />
Hemos sacado a la Familia preguntándonos también igualmente ¿cuánto nos queda de fe todavía en que la Familia, un tipo de familia más o menos semejante al del Régimen del Bienestar, es necesaria para la convivencia? ¿Cuánto contra ello se rebela y declara que por el contrario la familia no es más que el sostén del Capital y del Estado en el nivel más íntimo, y que lo único que puede hacerle a la gente, al común, es daño; daño, estorbo perpetuo, desviación, equivocación? <br />
Cuando sacamos estas cosas aquí, en la plaza pública, y nos preguntamos “¿Qué nos queda?”, y tratamos de destruirlo, no es que al decir ¡No! al Régimen nos haga falta pensar en una utopía de sustitución. Estamos contra las utopías, también hemos visto los servicios que han prestado para el engaño y por tanto para el sostén de Estado y Capital. <br />
Esclavos como somos, clientes más o menos del Capital, súbditos más o menos de un Estado, no podemos tener una imaginación libre que invente una utopía y por tanto que nos presente esa utopía como un futuro que nos guíe en la labor y en la marcha de destrucción del Régimen. No podemos. No podemos confiar en eso, sería otra vez caer (por esa imaginación) en un futuro, que es lo que no tenemos, que es lo que tienen ellos, que no viven de otra cosa que de futuro, es decir de muerte. Sería otra vez ponernos también esa utopía por un futuro que, en fin… No, no se trata de eso, aquí de lo que se trata es de lo negativo, es decir de ver hasta qué punto somos capaces de quitar lo que tenemos realmente encima: Estado, Dinero, Familia y demás, quitar todo eso y quedarnos tan tranquilos pensando en alguna forma de convivencia sin nada de eso, sin Dinero, sin Estado, sin Familia, y el modo de convivencia que entonces tendría que irse <br />
inventando a cada paso, cada día -puesto que no tenemos futuro, no nos queda más que inventar cada día qué es lo que se puede hacer, qué es lo que se va haciendo para conseguir una convivencia sin nada de eso que se nos impone desde Arriba. <br />
Esto es lo que hemos venido haciendo. Hoy pensaba también terminar preguntándoos <br />
por la Administración misma del Estado y el Capital, y cómo cada uno de vosotros la sufre y de qué manera la acata, se somete a ella, más o menos a regañadientes, o de qué manera algo en él se rebela contra esa Administración, que, como hemos descubierto, no es más que Administración de Muerte, puesto que pretende ser Administración del Futuro. <br />
Eso es lo que quería preguntaros también. A este respecto me adelantaría a sugeriros esta visión de la Administración de Estado y Capital como una locura, como una locura en el sentido corriente de la palabra. Si no sois capaces de reconocer esta condición de locura en la Administración, entonces naturalmente poco podremos hacer aquí en contra de esa creencia y en contra de la Administración misma a continuación. <br />
Una locura. Por mi parte no tengo más que recordaros, no sólo la burocracia, el papeleo, los ordenadores, las redes de lo uno y lo otro; recordaros cómo os llenan la vida, cómo se os meten hasta dentro de casa, cómo os invaden las calles, simplemente eso, los Órganos de la Administración y los Medios de la Administración, y cómo os hacen colaborar a vosotros mismos con ese papeleo, esas declaraciones al fisco, ese acatamiento de todo lo que es lo que tenéis que hacer, colaborar con vuestros ordenadores también recogiendo mayormente lo que os viene de Arriba y que, como todo lo que viene de Arriba, nunca puede ser nada bueno. De Arriba no puede caer nada bueno. Ésa es la condición. <br />
No sólo haceros notar esta locura de la burocracia de por sí, sino el aumento progresivo, cada vez más, cada vez más papeleo, organización, oficinas diversas, que, literalmente, como os decía, os llenan la vida y se os meten por las calles y hasta en las casas. Notad conmigo esta velocidad, esta aceleración en el aumento del aparato administrativo, esta necesidad en el progreso de los órganos, de las leyes, de los reglamentos, que no puede parar, ellos no pueden. No se les ha ocurrido ni se les puede ocurrir al Estado, al Poder, otra manera de avanzar, de seguirse desarrollando más que aumentando así sin tino, al infinito, todo lo que haga falta el número de oficinas, el número de papeles, el número de autorizaciones, de declaraciones de todo lo que sea, de impuestos, de tasas, de planificación y todo lo demás. Lo estáis padeciendo conmigo, no digáis que no, y por tanto permitidme que os pregunte cómo cada cual se toma esto. <br />
Yo lo he llamado ‘locura’ porque todo empeño que ellos emplean para definir a los locos de diferentes clases, lo llamen los científicos a su servicio esquizofrenia o paranoia u obsesión o idea fija o lo que sea, emplean el término para encerrar a los locos, declaradamente locos, con los resultados que sabéis: que el resto, que es siempre la mayoría, tenga con eso motivo para creerse cuerdos. Porque si no tuvieran a los locos encerrados y en esa clasificación, ¿cómo nadie podría creerse cuerdo en este mundo de verdad?<br />
Pues aprovechando la manera en que ellos usan el término ‘loco’, ‘locura’, para encerrar a los que estorban de una manera o de otra, junto a las cárceles, los psiquiátricos, los manicomios, da igual, todo sirve, aprovechando eso, os propongo volverlo contra el Régimen y descubrir ahí los síntomas de la locura, no sólo en la burocracia que siempre ha pesado sobre nosotros sino en la necesidad de aumento progresivo y acelerado que os acabo de recordar y que todos padecéis. Notad ahí los síntomas de la locura, todos los síntomas de la paranoia, de la idea fija, de la esquizofrenia o de cualquier otro título que se os ocurra aplicarle. <br />
Pero lo importante sería esto: que aquí aprendiéramos a declarar que nos hemos tragado todo ese papeleo, que seguimos obedeciendo, que nos seguimos metiendo en él, colaborando con él, como si fuera normal, como si fuera normal que las vidas tuvieran que estar así sometidas a esas montañas, a esos aludes de Administración desde Arriba. Pues os lo habéis, nos lo hemos, tragado hasta aquí más o menos así. Es preciso reconocerlo para justamente romper, y cuando desde abajo, como pueblo-que-no-existe, declaramos que el Régimen es simplemente intolerable —in-to-le-ra-ble—, en la intolerabilidad del Régimen incluíamos también esta visión como locura de lo que están haciendo con nosotros, de lo que nos hacen cada día. <br />
Es sobre esto de lo que os paso ya la voz, os dejo correr la palabra para que cada uno responda lo que se le ocurra a esto: ¿cómo os lo tomáis?, ¿cómo os lo habéis tomado?¸ ¿cómo os lo estáis tomando en este momento, sea confesión del acatamiento, sea sugerencias de otra cosa, pero cómo os lo habéis tomado, cómo cada uno de vosotros lo habéis percibido en primer lugar, os habéis dado cuenta de lo que están haciendo con vosotros por el procedimiento de las burocracias?, ¿cómo os lo habéis tomado una vez que os habéis dado cuenta?, ¿qué reacciones habéis tenido?, ¿hasta qué punto habéis obedecido?, ¿seguís considerándolo normal?, ¿estáis dispuestos a descubrir de ahí la locura? <br />
De eso es lo que quiero que habléis cualesquiera de entre vosotros, conmigo, porque todos sin duda tienen mucho que decir a este respecto. ¡Venga! <br />
-Hola, yo, fundamentalmente, hablando de lo que siento respecto a esto, es como una especie de vértigo, que creo que viene dado por esto que es la locura, la locura a la que ha llegado este tema de la Administración, porque vamos viendo que es cada día nuevas cosas que se nos exigen, que, como bien decía Agustín, nos sometemos a ellas, porque nos sale la falsa frase esta de “¡qué le vamos a hacer!, no tenemos más remedio”, entonces vamos viendo, no sé, yo tengo la sensación de que toda esta locura de la Administración es una obsesión por tener controlado todo, intentar tener controlado todo, y lo malo es que nos hacen creer que tienen controlado todo, y no sólo nos ponen el número del DNI sino que nos ponen las referencias catastrales de lo que dicen que son las propiedades nuestras, porque dicen que es bueno para nosotros, que esté registrado, que tenga referencia catastral, etcétera etcétera. Entonces yo creo que esta locura de la Administración es fácil de ver que es una cosa tras otra, y nos van volviendo locos a nosotros también, pero lo malo que veo de estoe s que quizá haya <br />
mucha creencia en que es algo bueno, que sea para controlar algo, algo que debe estar controlado, entonces parece que es lo que nos podamos creer en un momento dado. Es verdad que parece que no nos lo creemos porque cada vez que tenemos que ir a registrar algo o dar nuestros datos o llamar a la telefónica o llamar a no sé qué, nos vemos jodidos ¿no?, nos vemos que estamos haciendo algo que no queremos, pero la locura nos la están transmitiendo, yo creo, ¿no?, nos estamos creyendo de alguna forma que es que hace falta controlar todo esto. <br />
-Recordad los síntomas que se atribuyan a los locos de ordinario, a aquel tipo de loco, por ejemplo, que se ve, que se ve a sí mismo en la televisión, … cara de personaje y que ve allí en la televisión que le están amenazando con fusilarlo. Es un tipo de loco corriente. Considerad cómo eso se puede aplicar a lo alto, desde arriba. Os estoy pidiendo en primer lugar, primero, lo primero, que cada uno diga cómo lo sufre, qué es lo que sufre con la Administración, con el papeleo, la burocracia, los ordenadores y demás, y luego hasta qué punto lo acata o no, pero lo que más nos importa aquí, para romper con esta fe en plena calle, es declarar cada uno su sufrimiento, que puede ser particular, pero que, evidentemente, tiene mucho de contra común, común quiere decir del pueblo-que-no-existe, de manera que por el hecho mismo de ser particular puede resultar interesante por contra. A ver quién, por favor, quién más. <br />
-Hola, pues me parece muy interesante todo este tema de la locura porque, bueno, yo pienso que desde pequeño me han impuesto un sistema racional desequilibrado y esclavizante, y que me han reprimido mi parte creativa desde que era niño, primero porque era zurdo y me decían que tenía que ser diestro, eso para empezar, cuando estaba en la guardería -¿no?-, luego porque me empezaron a enseñar una serie de cosas que eran de memoria, de memoria, de memoria y, bueno, pues hay personas que son buenas con la memoria, hay personas que son buenas con la intuición, hay personas que son buenas con… -cada persona es un mundo, cada persona se complementa con las demás. Si intentan que todos seamos iguales, están tirando a la basura un potencial impresionante que no nos podemos permitir tirar a la basura. No podemos tirar a la basura el talento de la gente, y, a día de hoy, habría muchísima mayor productividad si hubiera mucha más gente realizada, si hubiera mucha más gente que siguiera sus sueños, porque el sueño de cada uno, la vocación de cada uno es el verdadero INEM, porque te dice dónde tienes trabajo. Te dice: “Mira, tú tienes trabajo aquí porque es lo que te gusta, y ahí vas a encontrar trabajo porque será lo que mejor se te dé, ahí”. Y en el INEM ayer hablaba un parado que decía que son los cuarenta porque rechazas un trabajo y hay otros cuarenta que lo van a aceptar, así que… Y bueno, entonces, en toda esta locura de la razón hemos estado desechando nuestra parte creativa, nuestra parte intuitiva, nuestra parte emocional, hemos estado castrando toda esta serie de cosas que nos hacen muchísimo mejores que un ordenador, y que nos hace irreductibles como seres humanos. Y ahora a día de hoy, pues, he montado una cooperativa autogestionada, que es una editorial, y fuera del sistema, porque no tengo, o sea, lo intenté, hasta que me di cuenta de que era un despropósito, intentar crear algo nuevo, algo diferente, algo horizontal, algo asambleario; es imposible, porque en el Sistema necesitas tener un tesorero, un presidente, necesitas estar auditado, tienes que tenerlo todo en copyright. Vamos, hombre, si quieres un sistema alternativo, tienes que irte fuera del sistema, y, además, que no nos digan que no colaboramos con el Estado, porque, aunque no queramos, pagamos un 18% de impuestos, aunque no creamos en los ejércitos, aunque no creamos en la policía, aunque no creamos en esa transición, que todavía estamos en ella, etcétera, etcétera. Y bueno, muchas gracias. ¡Que hable más gente! (Aplausos) <br />
-Gracias a ti. Has expuesto unas cuantas formas del sufrimiento que te han tocado, y ese último intento de hacer algo libre, asambleario, dentro de este mundo que te va a taponar enseguida con ordenaciones, con exigencias de cargos, con burocracias etcétera… Puedes saltarte aquello que en contra te ha salido de “cada uno realizar sus sueños”, porque eso no va por ahí. Nosotros, de hecho, lo que nos pasa es que estamos metidos en el Realidad, como tú mismo has dicho, pagando impuestos –bueno, alguno hemos intentado a veces no pagarlos, ha salido un poco caro, pero bueno- y, de una manera o de otra, de hecho, reconociendo la fe, aunque no la profesemos de boca, de hecho, entiendo que eso es en lo que estamos. La salida de eso no es ningún sueño, ninguna utopía, es simplemente seguir diciendo ¡no!, como aquí lo intentamos, para lo cual os pido que de la manera más completa posible cualquiera se decida a esto de contar sus sufrimientos con la Administración, que, sin duda, lo que nos cuente de la manera más completa, eso es lo importante para que… ¡Habla! <br />
-Bueno, voy a intentar contar el mío. Bueno, creo que el sufrimiento de la Administración puede llegar hasta el extremo de -no sé si puedo-, hasta el extremo de…, pido ayuda. Es que es un poco bruto, a ver, lo intento más tarde, perdonad, <br />
-No, no, pero que no te preocupes porque pueda llegar hasta tal extremo, no es que pueda llegar hasta tal extremo, es que de hecho ha llegado ya a todos los extremos, es intolerable… <br />
-…llegan al extremo de entrar en tu casa, llevarse a una criatura de siete años “por su propio bien”, por ejemplo. O sea, el Estado no puede tolerar que un niño, por ejemplo, viva sin padre, entonces un montón de papelotes, y papelotes, y llegan veinte personas a una casa, y al niño de siete años le dicen “Ven, que ahora viene mamá” y se lo llevan. Entonces lo aíslan once meses de todo su entorno. Esto ¿os lo creéis? Porque yo no me lo creo y me ha pasado a mí. ¿Sabéis? O sea, todavía no… Y eso está escrito, es por el bien del menor. Por el bien del menor. Y me parece que es una locura, y está pasándome, me ha tocado a mí, me ha tocado la china, y nos ha tocado a unos cuantos más en España… Pero ahora yo puedo ver a esta criatura una vez al mes dos horas, en una especie de cárcel, y no os podéis imaginar cómo están estos pequeños. Es que no tenéis ni idea. ¿Familia en conflicto? Cogen al niño y se lo llevan a un Centro de no sé qué. Si estás separado, tienes que seguir… Yo tengo la sensación ahora de que hay como una especie de troquel en el Juzgado de Familia, o sea, que si no cabes ahí en la foto de la Sagrada Familia, te vas a la mierda, y es que yo no soy la Sagrada Familia. Y bueno, una anécdota, hace poco tiempo, ordenando papelotes y papelotes –perdona, Agustín-, pues de repente leo que el día este que llevaron a este pequeñajo de su casa, yo tuve un ataque de ansiedad, y pone ahí escrito “no sé qué, no sé cuántos”, entraron en mi casa preguntando a mis compañeros de piso: ¿Se autolesiona? Me autolesiono. Y algo más: que qué me tomo, directamente. Ya no cuento más. Ah bueno, lo más divertido era una jeringuilla de este calibre… para cincuenta centímetros de… ¿Oye, me puedes decir lo que es? Oye, por favor. Yo notaba que me tenía que callar. Es muy interesante, otro día os lo cuento con detalle si queréis. Ya está. Está pasando, me ha pasado. <br />
-Tened en cuenta antes de seguir que -muchas gracias por la exposición de tus sufrimientos, es notable-, pero tened en cuenta que a lo mejor pensáis que vuestro caso es más o menos excepcional, que habrá habido otras más listas, lo cual quiere decir, más sumisas y entendidas en papeleos que justamente hayan conseguido mejores resultados. No me extrañaría nada. Por eso quiero deciros que no importa que, peor todavía, cuantos más éxitos en la Administración se consigan a fuerza de listezas de abogados y de trampas, peor todavía. Recordad lo general: no estamos aquí a mejorar el Régimen, aun no con todo lo bueno que pueda llegar a suceder, nunca podría eliminar estos casos que vienen justamente del propio Régimen de la Administración. Venimos a decirle ¡no! Hemos estado aquí describiendo, aunque no sean sacrificios tan notables, pero en fin, pidiéndoos a cada cual que contéis vuestras maneras de sufrir, cómo habéis sufrido, cómo estáis sufriendo la Administración de Estado y Capital. <br />
-Yo quiero contar una historia que me ha pasao a mí personalmente, que es llamativa, porque el Ayuntamiento del sitio donde yo vivo hace treinta y tantos años, en la misma casa, que tiene todas las necesidades para una familia, me ha negao el empadronarme. Yo soy soltero y vivo solo toda mi vida. Entonces me niegan empadronarme. Me he quedao sin la pensión, me he quedao sin poder utilizar el hospital de zona, y he tenido que coger un amigo mío que me ha acogido como en su piso-patera, y me ha escrito en el Registro como… ¿Por qué me han negao empadronarme? Parece que es un derecho costitucional vivir en el sitio que quieras del país. Pues no es así, porque allí había un plan urbanístico a base de ladrillo, donde pensaban hacer, en un arroyo que es un prodigio de vida natural, pensaban hacer dos mil viviendas adosadas de estas que darían mucho dinero a los costructores, todos del Opus Dei, gente discreta, y, en fin, pensaban que iba a ir bien. Y claro, lógicamente, yo ahí sobraba, sobraba yo, los gatos monteses, sobrábamos todos los que pensábamos desarrollar nuestra vida allí. Y entonces lo mejor que podíamos hacer era morirnos o que, desde luego, no nos reconocían como seres vivos y con derechos costitucionales. Estoy seguro que a cualquier persona, sea de la nacionalidad que sea y haya nacido donde sea, porque yo nací en Madrid, de la vieja escuela y con comadrona, cualquier otra persona que hubiera nacido no importa dónde, hubiera llegao y se hubiera iscrito en cualquier pueblo lo habrían admitido, pero si se cruzan por medio los intereses inmobiliarios entonces se aplican los reglamentos, los papeles, los artículos, y se jodió, así de sencillo. Entonces, eso es la burocracia. La burocracia es una criba para dejar pasar a quienes les interesa y a quienes no. Y ¿quiénes no les interesa? Los que no les traen dinero. Y dejan pasar a los que les dé dinero, y nada más. Nada más… Dios está por encima de la costitución. <br />
-No os desanime de ayudarnos en esto el que no tengáis sufrimientos así tan palpables y notables. A mí me jode mucho simplemente recibir un papelito o enterarme de que tengo que hacer un trámite. Es que me parte la vida y cuando me encuentro a mi alrededor a alguien que vive conmigo o cerca que está también sometido a los reglamentos y a la Administración, eso, aun sin más daño, ya me parte la vida, de manera que no os creáis obligados a contar grandes sufrimientos; contad cualesquiera sufrimientos. Todos sirven para que nos enteremos de lo que es esta locura de la Administración.<br />
-Pues a mí me parece que el tema administrativo de papeleos y todo esto es mucho una excusa para recortar derechos. Hay que hacer esto y lo otro y lo otro. Y simplemente es la excusa para recortar derechos de sanidad, de educación y de todo. Y luego también, en estos tiempos en los que nos tienen muy oprimidos y muy recortándonos tantos derechos, a mí me da por pensar en los emigrantes que vienen aquí, que lo pasan bastante peor que nosotros, y que sus derechos ya están por los suelos ya. Si los de la gente que ha nacido aquí nos están recortando derechos, pues la gente emigrante, pues muchísimo más. <br />
-Bueno, gracias, en una cosa yo creo que no te acompaño y muchos no te acompañan, es en la cuestión de los derechos. Con sólo emplear el lenguaje de ellos y decir que nos recortan los derechos y que los emigrantes tienen menos derechos que tú, ya te estás engañando, te estás sometiendo. Derechos y todo eso pertenece al lenguaje de la Administración. Es de ese y de su locura de lo que estamos hablando. No podemos emplear los términos de ellos como si fueran inocentes. No son inocentes. Las posibilidades de vivir dentro de una convivencia siempre posible que buscamos aquí sin Dinero, sin Estado, esas son sin fin, no son derechos en mayor o menor número, son sin fin. Se trata de irlas descubriendo y haciendo lo posible… Más. <br />
-Fijaos en que la mayor desgracia que le puede ocurrir a uno es ser un “sin papeles”. Se le llama un “sin-papeles”. Es decir que esto del Régimen es que cada uno tenga sus papeles. Es decir que ahí nace, en la escritura, que es propio de los sacerdotes, y de las castas y de la cultura, es donde nace la primera opresión. Luego las pantallas no son na más que una continuidad, los ordenadores, de la escritura. Es evidentemente lo peor que le pueda pasar hoy a uno es ser un sin papeles, no tiene papeles. Y eso es lo primero que tenemos que hacer, pues romper los papeles, y a ver si hablando se entiende la gente ¿no? y ya está. <br />
-Sí, un “sin ordenador” también está en una situación ya un poco dudosa ¿no?, casi como ese “sin papeles”, pero en fin. Todo eso forma parte de… Bueno, más de ración de sufrimientos. Vamos a quedarnos un poco más porque me temo que… <br />
-¡No he terminado! <br />
-¡Estoy hablando yo! Iba a seguir un poco más porque me temo que este va a ser el último jueves en que se produzca esta cosa realmente graciosa de juntarnos un corrillo de amigos y transeúntes…, porque bueno para mí me resulta un poco demasiao cargao y bueno, sobre todo, antes de que cambie el tiempo y nos eche el jueves que viene, prefiero que cortemos hoy, vamos a quedar mejor. De manera que por eso es por lo que nos vamos a quedar un rato más antes de despedirnos, hasta… <br />
-…hasta que el Señor nos deje. <br />
-…hasta la primavera, si vuelve o una cosa así. <br />
-Lo que iba a decir es lo de los locos que antes Agustín ha dicho. El último tour de force del Régimen es que a los locos no los encierran, a los locos los tienen por las calles pa que veamos que hay una variedad, y que en eso de la variedad está el gusto, y que si tú ves a un loco por la calle que está tirao, desasistido, desamparao, porque evidentemente, no es que uno esté buscando que los encierren, que aquello era horrible, pero ver ahora tiraos por el mundo a una gran cantidad de jóvenes que no tienen ni dónde comer, ni donde nada, que están precisamente volaos porque la vida, porque el Régimen les ha desposeído de todo, y ¿qué puede salir de ahí? Son como ejemplos vivientes, estatuas vivientes que están por la calle para que uno: “Mira tú a ese, a ti no te pasa lo que le está pasando a ese. Tú eres uno que eres un funcionario, tú eres uno que tienes un puesto, tú tienes una familia ordenada, tú incluso puedes ir al psiquiatra o al psicoanalista, pero ahí tienes al loco que está a tu lao, en el parque tirao, a la puerta tu casa, es decir, es mucho más perverso, eso todavía, ¿eh?, la exhibición de la locura, como está haciendo el Régimen. Si era malo aquello del encerramiento, es peor esto todavía. <br />
-Bueno, no olvidéis ninguno que esto de la locura aquí se sacaba para aplicársela al Poder, no hace falta mucha imaginación para aplicarlo a las cosas que en los locos personalmente se encuentran y reconocerlas en las esferas del Poder, en la Banca, los Ministerios, los Medios de Formación de Masas de Individuos y todo lo demás; la locura, por ejemplo, de la información, que es la manera de predicar la fe que tiene el Régimen, la información; la información a través de todos los chismes y de todos los medios de formación de que dispone y que tiene que llegar a las casas y a todas partes. Si no sentís conmigo nada de locura en esta avalancha de información que padecéis todos los días, si os seguís creyendo que de verdad os están informando, y que este es un trámite normal, que están cuerdos ellos y cuerdos vosotros, entonces poco tenemos que hacer. Aquí estoy tratando de que reconozcáis, palpéis, la condición de locura en el Poder. Pero, más sufrimientos, más sufrimientos de la Administración. <br />
-Sí, que la información es impedir el aburrimiento a palo seco, que sería muy bueno. Nos hacen, nos entretienen la vida, nos llenan la vida. La información es el entretenimiento. Vivimos bajo el Régimen del Entretenimiento. Mientras que haya esa información, ya el horror al vacío se ha terminado. <br />
-Estamos pidiendo entretanto declaración de sufrimiento, por favor, que es lo que nos puede servir. Cómo cada uno se las ha, cómo acata, cómo se rebela contra esta invasión de la Administración en las vidas. <br />
-Además la Administración tiene otra manera de volvernos locos, que es a través de su propia locura, porque nos hacen pensar que lo que es moral es lo que es legal, y realmente ya lo dijo Kant, un gran filósofo, que lo moral es lo que uno hace autónomamente, porque piensa que es justo, no porque tenga una porra detrás que le obligue, porque si tienes una porra detrás, haces las cosas porque no te queda otra opción, porque no eres libre. Y aquí la gente hace las cosas porque son lo legal, y hay un sagrado texto, que se llama la Costitución, y que si te sales un ápice de ahí pues no sales en la foto, no perteneces a los dos partidos que tienen posibilidad de gobernar este país, y no existes. Y entonces yo otra cosa que diría, es que además de tener una moral autónoma, que me parece necesario, y hacer lo que uno crea que es justo, un segundo, aplicar la desobediencia civil ante lo que cree que es injusto, y otro segundo más la Corporación se podría analizar como psicópata, porque no tiene moral más allá de la ley de la oferta y la demanda, y hay un documental muy interesante, que se llama The Corporation (La Corporación), que podéis ver en el Youtube, que habla de cómo una <br />
empresa actúa como un psicópata, como el señor de Wall Street el otro día que decía que a él no le importaba cómo salir de la crisis en absoluto, que en las crisis se puede hacer mucho dinero. Y, bueno, muchísimas gracias. <br />
-Gracias a ti, pero otra vez me veo obligado a discutir contigo para que no se crean por lo bajo cosas aquí. Seguramente, no has sufrido muchos jueves con nosotros, sigues creyendo en cosas como –antes te hablé de eso de realizarse los sueños. Ahora te hablo de una especie de ordenación autónoma, una moral autónoma. No puede ser, eso estorba darse cuenta de algo que aquí se nos ha hecho muy fundamental: que el individuo, el individuo ES en realidad, de por sí, un esclavo del Poder, un cliente del Capital, un Ejecutivo, en mayor o menor grado, y su moral, su moral personal, no consiste más que en eso. Contra el Individuo estamos porque estamos contra el Estado, Estado e Individuo son lo mismo. El Individuo personal es igual que el Estado. Aquello que decía el Rey: “El Estado soy yo”, se puede decir del derechas o del revés, y tiene su razón cuando Yo quiere decir “el individuo personal”, por eso la lucha está también contra. Y una lucha que no reconozca que se está dando también dentro de uno mismo, en contra de uno mismo y de lo que tiene de personal, poco puede hacer. Eso … está equivocao y bien está decirlo de paso. “Libre” no quiere decir más que esto negativo: “Librarse de” quiere decir también librarse de uno mismo, librarse uno de uno mismo en la medida que pueda, no puede tener otro sentido. No puede uno volverse de repente libre dentro de la Realidad, autónomo y dictar su ley, no tiene sentido. Pero, aparte de eso, sigamos sacando lo que nos importa aquí, que son testimonios de sufrimiento que nos cae desde Arriba. <br />
-Yo, al preguntarme ahora que cómo lo sufro, lo que me encuentro es como con bastante dificultad para describirlo claramente. Entonces, se me ocurre que lo sufro como una cosa muy confusa, como confusión. No sé si eso tiene que ver con lo de la locura, en el sentido de tomarse la locura como una imposibilidad de razonar claramente. O sea que podría contar muchos ejemplos de cosas y eso, pero… <br />
-Habla, habla… <br />
-…pero ahora no se me viene ningún ejemplo lo suficientemente representativo, que signifique algo así de cómo yo lo sufro, entonces lo sufro como un no entender, como una confusión. <br />
-Cualesquiera pueden servir, cualesquiera. La confusión, por supuesto, la tenemos todos. Le arman a uno un lío. Eso forma parte de la actuación desde Arriba del Estado y del Capital. Le arman a uno un lío, y uno está hecho un lío, es normal. Si uno recibe información de la televisión, y si uno rellena todos los papeles que tiene que rellenar y <br />
si va a todas las cosas que tiene que ir, uno, por supuesto, que puede acabar no sabiendo siquiera lo que está haciendo. Es un lío, un embrollo. De eso justamente se trata. Pero como nunca estamos hechos del todo ni del todo bien hechos ni del todo mal hechos, siempre puedes desembrollar un poco dentro de ese lío en sufrimientos concretos que te ocurren, tú o cualquiera. <br />
-Por continuar, sufrimientos concretos, tienes la locura diaria del tráfico por todas partes, y lo que llaman obras públicas, todas las obras públicas destinadas a mantener el absurdo negocio del automóvil, por ejemplo. Eso es una cosa que se siente como una locura, y también se siente como un horror, que no haya una protesta clara, el que no está claro todavía entre la gente que eso del automóvil es un timo y un engaño. Cada vez que tienes que hacer un viaje y ves que no hay trenes, que está ahí la vía, muerta de risa pero que no hay trenes, y que tienes que sufrir esos autobuses que hay, y que dan vueltas y que entran y salen por los pueblos con una torpeza que es de risa, y tienes que ir de esa manera andando todos los días entre automóviles, y viendo el desastre de esas obras, que al lado de una carretera están haciendo otra carretera. Y dices: Pero esto ¿cómo puede ser? Y ¿cómo puede ser que esté la gente sometida a un Régimen que manda esas cosas y que no pueda levantar la cabeza? Pues es terrible y que se vea que atienden de esa manera a la información y que les parezca normal que les estén diciendo que lo que importa es la economía del tal Estado o de tal otro, una cosa tan abstracta y que no tiene nada que ver con las cosas, yo como lo sufro es con una desesperación terrible de ver que no se pueden hacer las cosas peor, no se puede tratar peor a la gente, ni a las cosas, ni a los pueblos, ni a las cosas que estaban más o menos bien hechas y que tenían su gracia y su sentido, pues las están eliminando a ojos vista, delante de nosotros, como si nosotros estuviéramos muertos, porque al Poder la gente cada vez está más claro que le importa un bledo, que es imposible que hagan cosas por la gente, lo que estabas diciendo: De Arriba no puede venir nada bueno. Lo que es terrible es cómo la gente se lo toma como que lo que tiene que protestar es cuatro cosas de actualidad que les sacan o recortes de derechos o mandangas de actualidad y no puede hablar sencillamente contra lo que le están haciendo a las cosas y eso es una cosa terrible. Yo no sé qué hacer porque no soy capaz de incorporarme a esas legiones de trabajadores y productores de basura, y de basura en todos los campos, especialmente si te vas a lo que se hace en las Universidades y eso, pues es un error tan grande encaminar a tantísima gente por esa vía de la producción de resultados de exámenes y de trabajos personales que no tienen ningún interés, que no sé cómo se aguanta. (Aplausos). <br />
-Pero para que eso funcione es porque desde niño a un niño se le va haciendo un coche, es decir, el ciudadano democrático no es ningún hombre ni ninguna mujer es un coche, está claro que es un coche. Los que van a votar son los coches, los que van a misa –yo lo sé por la iglesia esa que está en el pueblo donde vamos-, son todos los coches los que van a misa. Los que van a votar son los coches. Los que van al supermercao son los coches. Eso que va ahí adentro, un adminículo que le da al volante, eso es un adorno. El que está adentro es un adorno. El coche es el que manda y el que vota. Y por lo tanto la gente, luego después los que están Arriba dicen: “Ah, es que lo quiere la gente, los ciudadanos quieren el coche”. Pero es que primeramente hay una labor de zapa, desde que un niño abre los ojos al mundo, a identificarlo con el coche; el logro de su vida es el coche, por lo tanto, el niño ya sabe que él es el coche, y no pide na más que el coche, el mayor coche posible, y él es un adminículo dentro del coche. Por lo tanto no hay ni siquiera violencia en la imposición, el Régimen Democrático precisamente es el más sibilino y el más tremendo porque nos la cuelan toda desde abajo, no solamente desde arriba, también desde abajo (Aplausos). <br />
-El ejemplo del auto; desde luego Isabel ha hecho bien en recordar lo que hemos descubierto más de una vez, el primer artículo de fe de la Democracia es, naturalmente, la fe en el Individuo, que cada uno sabe quién es, qué quiere, qué vota, a dónde va… Pero ese uno es el auto personal, ese es el verdadero individuo, os vuelvo a recordar, el verdadero individuo sobre el que recae ese artículo de fe… Esta es la locura por lo que lo ha sacado a relucir. Quien puesto como peatón en una acera y viendo pasar el tráfico normal seguido, y viendo cómo todos van al mismo sitio, pero cada uno tiene que ir a donde él quiere que va, quien esté un rato viendo eso y no reconozca ahí un síntoma de locura, es que no ha entrado de verdad por lo que hoy estamos exponiendo. No digamos cuando se para en un atasco, cuando considera la proliferación y el aumento costante de autos; pararse delante del tráfico automovilístico es el ejemplo para pararse delante de todos los tráficos del Capital y del Estado. Todos los tráficos se ejemplifican ahí. Había más sufrimientos. <br />
-En una sociedad esquizofrénica como esta, supongo que todos suframos el conflicto entre la realidad y el deseo, y pienso que lo más revolucionario es el poder precisamente darte cuenta de la realidad, el saber que somos moscas a las que el Sistema en cualquier momento puede utilizar el DDT y exterminarnos, que nos queda un pequeño picotazo y tenemos que saber muy bien dónde vamos a darlo. <br />
-Bueno, no nos metas miedo, porque lo que nos vayan a hacer cualquier día y el DDT que nos echen, no tiene comparación con lo que nos están haciendo ahora y que tú mismo estás sufriendo. No nos hacen falta miedos de ningún futuro. AHORA, estamos ahora mismo contra el Régimen tal como es ahora y naturalmente con eso estamos contra todos sus futuros. Y que no haya esa confianza en uno, en que uno se dé cuenta. He vuelto a recordar que el Individuo personal es un siervo, está sometido, y que una liberación no puede venir de ahí, sino justamente de lo que no es individual, de lo que no es personal, de lo que es pueblo incontable, incontable, como son incontables las asambleas sin número, pueblo-que-no-existe. Sólo de ahí, y contra el Individuo entre otras cosas. Más sufrimientos. <br />
-Bueno, lo que parece también un poco absurdo es que nos acostumbremos a pensar que para aprender y para hacer cosas se tenga uno que matricular y todo ese proceso administrativo que uno conoce tan bien, en vez de lo que parece más sensato, que es sencillamente juntarse con gente a la que le pueda apetecer hacer cosas, sean cuales sean. Y eso me viene un poco motivado también o me lo recuerda el hecho de que una amiga me ha estado pidiendo ayuda por un papeleo también suyo, y que por conseguir unos míseros duros para poder pues eso estudiar, bueno, con una relativa y bastante más bien escasa tranquilidad, pues eso, ha tenido que solicitar una beca con las consiguientes preocupaciones, malestares y miedos y esperanzas que a uno lo dejan totalmente inutilizado para hacer otra cosa hasta que se resuelva el dichoso procedimiento. Entonces, bueno, pues ahí se ve, son dos caras un poco de los procesos administrativos, y sobre todo relacionados con una cuestión tan sencilla como debería ser aprender haciendo cosas. <br />
-Sí, has hecho bien, hacía falta sacar la cuestión de la burocracia pedagógica de escuelas, universidades y demás. Como alguno de vosotros saben, yo he pasado un buen número de años de mi vida sometido a la máquina de la Universidad y también al mismo tiempo de Istitutos, y he palpado allí, lo palpé, de eso por lo menos me di cuenta cuando estaba metido allí como funcionario, cómo la burocracia que ahí es la examinación y la repartición de notas o de puntos o de créditos, eso es la burocracia, eso se come todo lo que podía quedar de curiosidad, de interés, de algo que se pudiera llamar de alguna manera descubrir, deshacer, criticar las ideas recibidas. ¿Cómo se va a hacer eso? Hay que examinarse, y tenéis la muestra ahí…, lo único que de verdad cuenta en cualquier <br />
que examinarse, y tenéis la muestra ahí…, lo único que de verdad cuenta en cualquier facultad, en cualquier escuela y cualquier istituto, es justamente, los sitios, las grandes aulas de examen, las fechas de examen, y el resto del tiempo en las clases es como entretenerse un poco mientras llega el Futuro, que es justamente el del Examen, y que es lo único que vale. He visto morir, he visto morir lo que podía quedar de curiosidad debajo de este tipo de burocracia. Había que sacarlo también aquí. <br />
-Lo que estás diciendo en el caso de la Universidad, también fuera se padece. Se puede resumir lo que estamos sufriendo, la Administración que nos viene de arriba, está hecha en la semana, lo que es una semana, según está organizada, según está mandado que en unos días se trabaje y en otros días se dedique la gente a la diversión esta que nos organizan pues es el arrase que sufrimos a diario de las posibilidades de hacer otras cosas, las posibilidades de sentir un poco lo que nos está pasando o sentir, yo qué sé, que viene el cambio, que acaba el verano y que empiezan a ser los días más cortos, que se podían hacer cosas. Pero no. Estando la semana, estando el calendario organizado como está, es la ruina de las posibilidades de hacer cualquier cosa que se podía hacer. <br />
-La semana es desde luego sagrada. Aparte de trimestres… ya la semana de por sí se las trae. No olvidéis que la teología da con frecuencia ejemplo a la Administración política. Dios mismo, Dios trabajó creando el mundo en seis días, descansando al séptimo. Eso es la semana. Hasta tal punto es el tiempo de los siete días, que no tiene nada que ver ni con los astros, ni con el clima ni con nada palpable, que es puramente abstracto, ese espacio de los siete días, es sin embargo el fundamental para la organización de la Sociedad. Sobre esa mentira, sobre un trampantojo, está organizado todo: la educación, el trabajo, y todo lo demás. <br />
Tenéis que preguntaros también qué estamos haciendo aquí, diciendo ¡no! al Capital y al Estado, ¿es que se puede convivir sin semana? ¿es que podemos convivir sin semana de una manera o de otra? Es la pregunta que también tenemos que seguirnos haciendo aquí. <br />
-Sí, eso de la semana casi merece un monográfico como dicen para el próximo día, pero bueno respecto a lo de la burocracia yo voy a decir lo que siento como más hiriente y más nocivo dentro de la enseñanza. Veis la cantidad de cientos y cientos de leyes con que se descuelgan desde Arriba los ministerios de turno y nos caen encima del profesorado. No, eso no es nada inocente, porque nos hacen reunirnos costantemente. Estamos reunidos, y mientras que estamos reunidos en unas interminables sesiones que aburren a Dios y su madre, al final no nos queda ni una gotita de energía para enseñar algo y ocuparnos de los alumnos o realmente tener curiosidad por algún descubrimiento de algo. Toda esa burocracia está hecha precisamente para desactivar la enseñanza en el lao que pudiera tener de viveza o de descubrimiento de las cosas. Por lo tanto no es na más que la imposición del aburrimiento sistemático a base de miles y miles de papeles para que nos quede como un toro cuando sale a la plaza, las banderillas primero, y el pobre ya al final está deseando que lo maten cuanto antes. Y eso es lo que cae encima de los pobres alumnos, eso es lo que estamos enseñando: burocracia, papeles, reuniones, y sobre todo en una Universidad como la mía, que es esta de las pantallitas y las distancias, ahí ya todo se reduce a la gestión burocrática y las reuniones. Nada más. <br />
-Sí, ya había salido directamente esta forma de sufrimiento que Isabel ha sacado, el aburrimiento, que es muy importante. No olvidéis que lo hemos descubierto más de una vez: sin el aburrimiento ni Estado ni Capital podrían sostenerse, es fundamental. El aburrimiento en forma directa y sentida como aburrimiento o el aburrimiento recubierto de diversión; las diversiones que tanto mueven de capital y de los demás intereses. El sufrimiento del aburrimiento es también fundamental en todo esto. Es sobre todo el sufrimiento del tiempo vacío, del tiempo de la semana, del reloj, del calendario, el tiempo vacío es el que se manifiesta como aburrimiento o como diversión. <br />
Bueno, se nos ha ido el rato. Como os anuncié, este era el último jueves en que vamos a seguir tratando de reunir asamblea, porque conviene buscar a alguien que cargara con lo que yo. Eso es una razón, la otra razón es que probablemente, después del mucho favor que nos han hecho los dioses con el tiempo, a partir del jueves que viene ya se pondría esto dificultoso por razones de frío. Si esto no hubiera que inventarlo cada jueves, esto ha tenido gracia, sigue teniendo, yo la aprecio, porque efectivamente esto de que un corrillo más o menos de conocidos, con transeúntes de todas clases, que podían quedarse prendidos un rato, o marcharse o quedarse y volver al otro jueves, todo esto era un invento bastante gracioso, y me alegro de que lo hayamos tenido y de que haya funcionado así. Desde luego, si alguien dice: “Yo me encargo de hacer lo mismo que haces y no hace falta que vengas y puedes descansar…” <br />
-Agustín, a mí me parece que la asamblea debiera continuar aunque no hubiera alguien que pudiera hacer exactamente lo que hace Agustín. Sí, hay bastante gente aquí, como la había también en la asamblea de Pontejos, que se dejan hablar, y hablan y es jugosa la asamblea. Por tanto, a mí me parece que, aunque Agustín no venga, podíamos seguir manteniendo el jueves la asamblea aquí, y el día que a él le apetezca venir o pueda y el tiempo, como dicen, nos lo permita, pues que venga él también, y seguimos en la línea más o menos que aquí se fue hablando. <br />
-No quería entrar en esta discusión. Hay que disculpar el optimismo de Galín cuando habla de mantener la asamblea. Es que la gracia de esto, y el trabajo, es que no hay tal cosa como una asamblea que mantener, es que hay que fabricarla cada jueves, es decir, con la asistencia del corrillo de amigos, y luego con los transeúntes que se queden más o menos prendidos, hasta conseguir que haya asambleílla, sí, porque ya sabéis que la condición de la asamblea libre es que empiece a no saberse cuántos son. Esa es la condición. Eso distingue a una asamblea de cualquier organismo estatal: cuando <br />
empieza a no saberse cuántos somos, porque de esa manera no cabe ya ningún engaño ni de votación ni de nada por el estilo. <br />
-Bueno, hay gente que quiere seguir, entonces con venir aquí a las ocho y media los jueves veremos a ver cuántos vamos siendo, y no es que yo sea muy optimista en eso, pero el movimiento está ahí, la gente está más o menos en guerra, y esto es una… <br />
-Si os seguís animando, esté yo o no esté, a fabricar cada jueves una asamblea con corrillo y transeúntes, bueno, me alegraría mucho de que esto pueda marchar. <br />
-¡Vamos a intentarlo, vamos a intentarlo! Por lo tanto, ya lo vamos a anunciar: seguimos el jueves, corred la voz, y a las ocho y media, a ver si logramos fabricar una asamblea, y ahora como todos los jueves, después de la asamblea, cantamos el Himno de la Comunidad, y os voy a repartir unas chuletas que traje para cantarlo. ¿Quién no lo tiene?...<br />
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Más información sobre las tertulias y las charlas <a href="http://agustingarciacalvo.blogspot.com/">en el blog de Agustín García Calvo</a>, en <a href="http://www.editoriallucina.es/">Editorial Lucina</a> y en <a href="http://bauldetrompetillas.creacicle.com/">Baul de Trompetillas</a>.Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-25173826516106931652011-10-01T01:54:00.002+02:002011-10-01T12:47:06.114+02:00KAFKA por Crumb -1-<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC1FsNLDho28zFgltI0MDYbUTtVM21JW8uIkyd_nVbPQrQZwwstl3bpavvKFl8SmDpE48YymWxQzxDFdElQvLH95I8oY_8JB30ahPIwVLaCC9HdAgqweYE7o0EmuwZqYx_eMy-9KqnFwDz/s1600/escanear0001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC1FsNLDho28zFgltI0MDYbUTtVM21JW8uIkyd_nVbPQrQZwwstl3bpavvKFl8SmDpE48YymWxQzxDFdElQvLH95I8oY_8JB30ahPIwVLaCC9HdAgqweYE7o0EmuwZqYx_eMy-9KqnFwDz/s320/escanear0001.jpg" width="231" /></a></div><br />
<div style="text-align: center;"><em>Kafka for Beginners - </em>Robert Crumb y David Zane Mairowitz</div><div style="text-align: center;">Traducción- Leandro Wolfson</div><div style="text-align: center;">Rotulación- Iris Bernárdez</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwzf63yRXe6Ni3PHUN9U1lM5xrOkblWsMUArDmQBAGklNPHcUBjVYxTXukyIJg8fMfpQYEJUpvJkF8-j0kCBsheRtUw3l_swxVnfbw7DgepXA0uo2cyRb20FGLnnRNYOgFngzkElLx2-Sz/s1600/escanear0004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwzf63yRXe6Ni3PHUN9U1lM5xrOkblWsMUArDmQBAGklNPHcUBjVYxTXukyIJg8fMfpQYEJUpvJkF8-j0kCBsheRtUw3l_swxVnfbw7DgepXA0uo2cyRb20FGLnnRNYOgFngzkElLx2-Sz/s640/escanear0004.jpg" width="490" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJdgE7qfcqHt4cJrHLcd_1OkjLR1dFJZBvxooXMyk-k5pktR_Gipk6ApW5_jEUbocvheTiGQLOmYIuPuRQi_m3xyE-zR7Ss-funmnK5ay6eRevQVvcwCSiP1st-V2mPuKWcdvjRIaQKTiq/s1600/escanear0006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJdgE7qfcqHt4cJrHLcd_1OkjLR1dFJZBvxooXMyk-k5pktR_Gipk6ApW5_jEUbocvheTiGQLOmYIuPuRQi_m3xyE-zR7Ss-funmnK5ay6eRevQVvcwCSiP1st-V2mPuKWcdvjRIaQKTiq/s640/escanear0006.jpg" width="472" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijyhbd050jAbBAKL__d2NkKe-dWQkiZqxGvdNTTURVWvhCkiqFoDgLkbxXNeX9sk-qjV-jSwctT2BePgHchAXWdxGgDRBP2ORUKM5Uhy7ApWyNrXPzOr39UlvgJF3ULwEq6XK21pTHeh2-/s1600/escanear0007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijyhbd050jAbBAKL__d2NkKe-dWQkiZqxGvdNTTURVWvhCkiqFoDgLkbxXNeX9sk-qjV-jSwctT2BePgHchAXWdxGgDRBP2ORUKM5Uhy7ApWyNrXPzOr39UlvgJF3ULwEq6XK21pTHeh2-/s640/escanear0007.jpg" width="440" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL9tanN67hMt3x_mHCIdWHgqeqiLEjmiRdR5kw78TmsXrNHYQhivDuuPPHwEjJin6BPbVoEbCMH1pAZMCgsDNmEQtHYk7Cabp6q4MfhuxEnqJEYnEZ8p6nFfAlJiZH0_meWpy9AZkuQ0nt/s1600/escanear0008.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL9tanN67hMt3x_mHCIdWHgqeqiLEjmiRdR5kw78TmsXrNHYQhivDuuPPHwEjJin6BPbVoEbCMH1pAZMCgsDNmEQtHYk7Cabp6q4MfhuxEnqJEYnEZ8p6nFfAlJiZH0_meWpy9AZkuQ0nt/s400/escanear0008.jpg" width="400" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7RBw7pqAGPnul8V0SloWrlNne8nHG7myIH4w4FAPt8groVhSUAbTOA7RGYY1p2amUmDs6N5nehyISKqNolyE3WsHukXJj3r6c9D2UErYLw5oYzLjGeE8UnrGJ_iqq0O9_wWM2RQpcH3wY/s1600/escanear0009.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7RBw7pqAGPnul8V0SloWrlNne8nHG7myIH4w4FAPt8groVhSUAbTOA7RGYY1p2amUmDs6N5nehyISKqNolyE3WsHukXJj3r6c9D2UErYLw5oYzLjGeE8UnrGJ_iqq0O9_wWM2RQpcH3wY/s640/escanear0009.jpg" width="452" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvz6GpANvKJJuwEYe0hcI1PoNusR1lLzPOHfGQ3FbYhSWj9TN1qzcf53Hxa9BROjFtXmQf4T2MBxPD_1GLge8QPhWG6n0DlOIuYpyhY7ynsCLqyMU9z88e8VwCY0h3QPYYJStlx9348QR5/s1600/escanear0016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvz6GpANvKJJuwEYe0hcI1PoNusR1lLzPOHfGQ3FbYhSWj9TN1qzcf53Hxa9BROjFtXmQf4T2MBxPD_1GLge8QPhWG6n0DlOIuYpyhY7ynsCLqyMU9z88e8VwCY0h3QPYYJStlx9348QR5/s640/escanear0016.jpg" width="452" /></a></div><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-1P8q3ovhP5nUPMO9BYzpvpSFRFittZCGHGeCVgy-e2quGdTpk6R0Uzu_IHONUkAop1mcSH9Ci6vdKTA5onnWj-MczFXz4DKMK6zJlk0YFz3IknvnLOvKUlHMerDqGXiwF0p-HDW8dYQT/s1600/escanear0018.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-1P8q3ovhP5nUPMO9BYzpvpSFRFittZCGHGeCVgy-e2quGdTpk6R0Uzu_IHONUkAop1mcSH9Ci6vdKTA5onnWj-MczFXz4DKMK6zJlk0YFz3IknvnLOvKUlHMerDqGXiwF0p-HDW8dYQT/s640/escanear0018.jpg" width="432" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgerW3u7imLYnP-w7ebW_YC-5cP3UyHTfc9M5PkeYOotZEtLvAYkRxGTalmzDjWufLV-Nw-f1Ad9aQ6Hq4xxo880yolIjpL-lms0GWgu7Ntc3o1gWS049EapGzva0OoZsRuBDnN30xq4pVD/s1600/escanear0021.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgerW3u7imLYnP-w7ebW_YC-5cP3UyHTfc9M5PkeYOotZEtLvAYkRxGTalmzDjWufLV-Nw-f1Ad9aQ6Hq4xxo880yolIjpL-lms0GWgu7Ntc3o1gWS049EapGzva0OoZsRuBDnN30xq4pVD/s640/escanear0021.jpg" width="430" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJln0A5Fbq5a9w88gHX-2H_JL5ItlO57NW9n5HTi7IrcOeWmIyM4NWWg-t2f366JL-77OePNuCQN0WjiWh2tP7xJHif0un0LFeFiNIo1G1CLKjoVBqiBEF6NNrgKf8XAy46ZI3ZCJr_J0P/s1600/escanear0022.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJln0A5Fbq5a9w88gHX-2H_JL5ItlO57NW9n5HTi7IrcOeWmIyM4NWWg-t2f366JL-77OePNuCQN0WjiWh2tP7xJHif0un0LFeFiNIo1G1CLKjoVBqiBEF6NNrgKf8XAy46ZI3ZCJr_J0P/s640/escanear0022.jpg" width="446" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1W5GAjM2gZXRtQAKgGyYcuVBs9VcSkCFAb2xMQIegH3iUm5eUwq5s5jG1PMam8Wzr38RBC_0mzv2092yBlv5fi6-YVq7eahgvA4RNIbS7xho4DfMWxG_sDRyfCrOtxepLmHHAcyL5kRlO/s1600/escanear0023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1W5GAjM2gZXRtQAKgGyYcuVBs9VcSkCFAb2xMQIegH3iUm5eUwq5s5jG1PMam8Wzr38RBC_0mzv2092yBlv5fi6-YVq7eahgvA4RNIbS7xho4DfMWxG_sDRyfCrOtxepLmHHAcyL5kRlO/s640/escanear0023.jpg" width="408" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNNyecNphQl9KbTBiqjyJdWFJVS0P1lrPB3bj_j1U8jyioSCZ4T2I2IqLR-lkp2AKheQAwvwyJwSx20Pj1f3_n0oOtPXT24m-KSXCeV7MwlHaSM3erd0rXhngcHV5ONP-v9frZbRGatY4/s1600/escanear0024.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNNyecNphQl9KbTBiqjyJdWFJVS0P1lrPB3bj_j1U8jyioSCZ4T2I2IqLR-lkp2AKheQAwvwyJwSx20Pj1f3_n0oOtPXT24m-KSXCeV7MwlHaSM3erd0rXhngcHV5ONP-v9frZbRGatY4/s640/escanear0024.jpg" width="458" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcunmI2tVIgX1_U9uHxQfe_LyL9-PAtf1EDw74DUi0H4xYhZewky4kVHfKoFmPRf1mEPvkiY1AX45PrLKhdyUFnxpMeT4W8-40couSoWX8sL8uM91HSh0NyjmSlRPZE42PG1SZQuXmdpIH/s1600/escanear0025.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcunmI2tVIgX1_U9uHxQfe_LyL9-PAtf1EDw74DUi0H4xYhZewky4kVHfKoFmPRf1mEPvkiY1AX45PrLKhdyUFnxpMeT4W8-40couSoWX8sL8uM91HSh0NyjmSlRPZE42PG1SZQuXmdpIH/s640/escanear0025.jpg" width="432" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNfYHrLDe54fjdOeRvnJ2xKGYWK1bIrbp52HFd1Ki7fxnQCS4qhIi-d8bD99GrApNAjNHAG3IBDd16O62x-clNqoHF8dpxpKvuXglswRTz-r-BVx7sqUktLvfjAg3TvExFtPOBg84VOBAq/s1600/escanear0026.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNfYHrLDe54fjdOeRvnJ2xKGYWK1bIrbp52HFd1Ki7fxnQCS4qhIi-d8bD99GrApNAjNHAG3IBDd16O62x-clNqoHF8dpxpKvuXglswRTz-r-BVx7sqUktLvfjAg3TvExFtPOBg84VOBAq/s640/escanear0026.jpg" width="408" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJZUBc7iALXT0eRO778cIamAzpX_VZezqDfgvScw0mBKPF-Af9bPknz13rLuH-FNzd_Ggj9XHCltTedMGUJuOuhJh0iliaDgQru4GKV0Yr1knZ9F1kQE2QPTjhaiHxc3WVoJclllF86JIg/s1600/escanear0027.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJZUBc7iALXT0eRO778cIamAzpX_VZezqDfgvScw0mBKPF-Af9bPknz13rLuH-FNzd_Ggj9XHCltTedMGUJuOuhJh0iliaDgQru4GKV0Yr1knZ9F1kQE2QPTjhaiHxc3WVoJclllF86JIg/s640/escanear0027.jpg" width="434" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcfWrGHYldhcnj67QwNzlyWeHbBtByrCrhMrA0sTkH_0LJYRh74QeFE6de0eMvSeIPo0q0ainOyO8iQDiV08qYHRmffqcventxt0j2VQhOx6WOmOzo4jADhZ9LMsmTgLS7KXXIh0tEikoV/s1600/escanear0028.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcfWrGHYldhcnj67QwNzlyWeHbBtByrCrhMrA0sTkH_0LJYRh74QeFE6de0eMvSeIPo0q0ainOyO8iQDiV08qYHRmffqcventxt0j2VQhOx6WOmOzo4jADhZ9LMsmTgLS7KXXIh0tEikoV/s640/escanear0028.jpg" width="438" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQfnJDkP_FjH-hVez7zPNx_OwQeosVUpq2F8u1c_8aPJN_iVNY4AyYkxGAnujclKg0SAgTg375K4pzxg4LT6b-qTx5DvoSBRigKW5mfYW2_qkYC2a0On4FFgBLqtxQaFAkTZcSx3s08qKu/s1600/escanear0029.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQfnJDkP_FjH-hVez7zPNx_OwQeosVUpq2F8u1c_8aPJN_iVNY4AyYkxGAnujclKg0SAgTg375K4pzxg4LT6b-qTx5DvoSBRigKW5mfYW2_qkYC2a0On4FFgBLqtxQaFAkTZcSx3s08qKu/s640/escanear0029.jpg" width="440" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMxJYFYnsZFSy24wA8XChWnaC-POPfLcstDo3xa84Xqk-pfo2exG9B5Voquw4fNZUJQVGNadsCoA1hun3FxRb3xwuQ0PhXV_XevePDWJhiNJtHzKGLa6MJ7zKXudL5bkPVT8T-gqcvcMjT/s1600/escanear0030.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMxJYFYnsZFSy24wA8XChWnaC-POPfLcstDo3xa84Xqk-pfo2exG9B5Voquw4fNZUJQVGNadsCoA1hun3FxRb3xwuQ0PhXV_XevePDWJhiNJtHzKGLa6MJ7zKXudL5bkPVT8T-gqcvcMjT/s640/escanear0030.jpg" width="424" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3185l5iCcU631miRzB7MllkWrOA-FO25hK4990IMLIDjbREoYkA_kZ7xKxXzCd03LOGkSSNinocz4ReY7mXtemSYwGHzYsts7PP9SLhVgNyuEnabRUEP3c5MMBK6CWdXIs-1pFH8qMHQ/s1600/escanear0031.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd3185l5iCcU631miRzB7MllkWrOA-FO25hK4990IMLIDjbREoYkA_kZ7xKxXzCd03LOGkSSNinocz4ReY7mXtemSYwGHzYsts7PP9SLhVgNyuEnabRUEP3c5MMBK6CWdXIs-1pFH8qMHQ/s640/escanear0031.jpg" width="452" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGY-XXSUQBzQy-18lQrCTIldr8ZVami4aPagv05LKsyh6NPai1xk6I_LGdnrjFpzIYdvaVjU3TSxpgJrBesYCgvwdxXuSI2TwMrfaSrLYUzEVTjmFsqmSFWfq-2CMFCXymxxLb4gVpz4XH/s1600/escanear0036.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGY-XXSUQBzQy-18lQrCTIldr8ZVami4aPagv05LKsyh6NPai1xk6I_LGdnrjFpzIYdvaVjU3TSxpgJrBesYCgvwdxXuSI2TwMrfaSrLYUzEVTjmFsqmSFWfq-2CMFCXymxxLb4gVpz4XH/s640/escanear0036.jpg" width="458" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3pp26FYrmOVIjN9uBxjhQKuuq0Ve6dRyDZ2ajFkWUZy6FdxBHch_FJCubFgKMaCJa0aDdGQ0M04hth6Zf4TCvaMmapb3RgKO4XLOZt0QZTwOw8158PE82Ozlzkaq_XISJhvOqLL10XOtI/s1600/escanear0037.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3pp26FYrmOVIjN9uBxjhQKuuq0Ve6dRyDZ2ajFkWUZy6FdxBHch_FJCubFgKMaCJa0aDdGQ0M04hth6Zf4TCvaMmapb3RgKO4XLOZt0QZTwOw8158PE82Ozlzkaq_XISJhvOqLL10XOtI/s640/escanear0037.jpg" width="440" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiV_n5_nWkA22ZwhXaBCHhzP7BCLpGPT95JBv4kXYp_2g7u4rTvAkya0AGa03FoWJwPlOyTIOko3IrYM0GVl1eU_JLphZvUr0xaHhyphenhyphenHSgF8e5V9XbAWEQuHPpBzB4w48T8jS8lLfLW98rhd/s1600/escanear0038.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiV_n5_nWkA22ZwhXaBCHhzP7BCLpGPT95JBv4kXYp_2g7u4rTvAkya0AGa03FoWJwPlOyTIOko3IrYM0GVl1eU_JLphZvUr0xaHhyphenhyphenHSgF8e5V9XbAWEQuHPpBzB4w48T8jS8lLfLW98rhd/s640/escanear0038.jpg" width="410" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhDwlPqu_4o4zQ0ut7w0J-HwbS-ChhWeC6m3rRX4yTAL7mwrqyF190oAPA28Q0vglTFxk0ZJnHmoCM1LSut_pQmp4QELKzM0lP4-C2_-qx-Rm4Ph68cBeJPTsMlRuN3IBfYxcFxrrQIQcf/s1600/escanear0039.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhDwlPqu_4o4zQ0ut7w0J-HwbS-ChhWeC6m3rRX4yTAL7mwrqyF190oAPA28Q0vglTFxk0ZJnHmoCM1LSut_pQmp4QELKzM0lP4-C2_-qx-Rm4Ph68cBeJPTsMlRuN3IBfYxcFxrrQIQcf/s640/escanear0039.jpg" width="424" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDgZTBwzEycOMwIDz_At8zdCWQiZZSZmZ3iZajs5TCzDntI2VcG7J5hiTXOVtCQZ1DB8XP3qkpMXAU8U3qKlaimV-Hf5lVNjgW6YnYGmktrpbgalYdn6daxMbq-0Z_tRNmveiFhFUxIxhB/s1600/escanear0040.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDgZTBwzEycOMwIDz_At8zdCWQiZZSZmZ3iZajs5TCzDntI2VcG7J5hiTXOVtCQZ1DB8XP3qkpMXAU8U3qKlaimV-Hf5lVNjgW6YnYGmktrpbgalYdn6daxMbq-0Z_tRNmveiFhFUxIxhB/s640/escanear0040.jpg" width="420" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Continuará...</div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-70577099477491827892011-09-26T17:25:00.004+02:002011-11-09T01:51:33.010+01:00El mapa y el territorio - Michel Houllebecq<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgulSt06yP7T9jwRDJGgvDfFykBn7g9g1n4GCNqTTRfnDxW01g1UUQBm-OEaNeJiNB3xoChUkgnYEwpmaAWa4dcqAPFqUnFzqag7TkBOoyG80UcCYqjIcEsmjmSrMPm7ERHTgoGyMnPdXOa/s1600/el+mapa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgulSt06yP7T9jwRDJGgvDfFykBn7g9g1n4GCNqTTRfnDxW01g1UUQBm-OEaNeJiNB3xoChUkgnYEwpmaAWa4dcqAPFqUnFzqag7TkBOoyG80UcCYqjIcEsmjmSrMPm7ERHTgoGyMnPdXOa/s320/el+mapa.jpg" width="203" /></a></div><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Algunos fragmentos de la última novela del infame franchute, que para más inri, se le ha ocurrido ahora ganar ese Premio Goncourt.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">A los incondicionales del gabacho, seguirá sin defraudarlos; a sus detractores, tampoco defraudará, aunque haya limado asperezas (su incontenible incorreción política); hasta es posible que siendo esta novela más "amable", otros dicen más madura ( fuera sexo explícito y nada de fantasías científicas), consiga atrapar a nuevos lectores, cosa que le debe importar un carajo, pues, pese a todo el circo que arrastra, o más bien por eso mismo, todos sus libros son siempre éxitos de ventas, lo cual no le perdonan algunos espíritus elitistas ni los más esnobs. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Personalmente, puedo afirmar sin rubor que me cuento entre los lectores enganchados, aunque en proceso de deshabituación, a las píldoras dialécticas del genuino Julebé. Aunque no he disfrutado de su lectura tanto como en sus obras anteriores, cosa que no le achaco del todo al autor, debo decir que algunos ya han calificado a ésta como su gran obra maestra de madurez. ¡Menuda gilipollez!</span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Aquí traigo los momentos en que se reflexiona en torno al arte y la vida (la diatriba contra el funcionalismo imperante en la arquitectura, p.e.), y sobre el trabajo y la condición del artista, un tema inédito hasta ahora en las obras de MH (con la excepción quizá de algún apunte en <em>"Plataforma"</em>), obras en las que suele despacharse a gusto acerca de todo lo divino y lo humano. Esa conversación entre el protagonista y su padre, así como su continuación, más tarde, con el personaje del escritor Houllebecq, contiene, a mi entender, gran parte de la clave interpretativa del libro.</span><br />
<br />
<span style="font-size: small;">(...) Lo que estaba destruyendo eran meses, más bien años de trabajo; sin embargo no tuvo un segundo de vacilación. Muchos años después, cuando llegó a ser célebre -y hasta, a decir verdad, celebérrimo-, a Jed le interrogarían en numerosas ocasiones sobre lo que, en su opinión, significaba ser <i>artista. </i><span style="font-size: small;">No habría</span><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"> </span></span><span style="font-size: small;">de encontrar nada interesante ni muy original que decir, exceptuando una sola cosa que en consecuencia repetiría casi en cada entrevista: ser artista, en su opinión, era</span><span style="font-family: Arial; font-size: small;"><span style="font-family: Arial; font-size: small;"> </span></span><span style="font-size: small;">ante todo ser alguien </span><i>sometido. </i><span style="font-size: small;">Sometido a mensajes misteriosos, imprevisibles, que a falta de algo mejor y en ausencia de toda creencia religiosa había que calificar </span><span style="font-size: small;">el <i>intui</i></span><i>ciones; </i><span style="font-size: small;">mensajes que no por ello ordenaban de manera menos imperiosa, categórica, sin dejarte la menor posibilidad de escabullirte, a no ser que perdieras toda noción integridad y de respeto por ti mismo. Esos mensajes podían</span><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"> </span></span><span style="font-size: small;">entrañar la destrucción de una obra, y hasta un conjunto entero de obras, para emprender una nueva dirección o incluso a veces sin un rumbo en absoluto, sin disponer de ningún proyecto, de la menor esperanza de continuación. En este sentido, y sólo en este sentido, la condición de artista podía calificarse de </span><i>dificil </i><span style="font-size: small;">En este sentido, también, y sólo en él, se diferenciaba de esas profesiones u </span><i>oficios </i><span style="font-size: small;">a los que rendiría homenaje en la segunda parte de su carrera, la que le granjearía un renombre mundial.</span></span><br />
<br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"><div><span style="font-size: small;">(...)</span></div><div><br />
<span style="font-size: small;">Jed sólo había visto a su padre ocuparse de los problemas técnicos, y hacia el final, cada vez más a menudo, de problemas financieros; la idea de que también hubiera cursado Bellas Artes, de que la arquitectura perteneciese a las disciplinas artísticas, le resultaba sorprendente, incómoda. </span></div><span style="font-size: small;"><div>-Sí, yo también quería ser artista... -dijo su padre con acritud, casi con maldad-. Pero no lo conseguí. Cuando yo era joven, la corriente dominante era el funcionalismo, la verdad es que ya dominaba desde hacía varios decenios, en arquitectura no había sucedido nada desde Le Corbusier y Van der Rohe. Todos los pueblos nuevos, todas las urbanizaciones <span style="font-size: small;">que se construyeron en el extrarradio en los años cincuenta y sesenta han estado marcadas por su influencia. Yo y algunos otros de Bellas Artes teníamos la aspiración de hacer algo distinto. No rechazábamos realmente la primacía de la función ni el concepto de «máquina de vivir«; lo que cuestionábamos era lo que ocultaba el hecho de vivir en alguna parte. Como los marxistas, como los liberales, Le Corbusier era un productivista. Imaginaba para el hombre edificios de oficinas, cuadrados, utilitarios, sin ningún tipo de decoración, y edificios de viviendas casi idénticos, con algunas funciones adicionales: guardería, gimnasio, piscina; entre los dos, vías rápidas. En su unidad de vivienda, el hombre debía disfrutar de aire puro y de luz, en su opinión esto era muy importante; y entre las estructuras de trabajo y las de vivienda, el espacio libre quedaba reservado para la naturaleza salvaje: bosques, ríos ... ; me imagino que a su modo de ver, las familias humanas tenían que poder pasearse por ella los domingos, de todas maneras él quería preservar este espacio, era una especie de </span><i><span style="font-size: small;">ecologista adelanta</span>do, </i><span style="font-size: small;">para él la humanidad debía reducirse a módulos habitables circunscritos en medio de la naturaleza, pero de ningún modo debían modificarla. Es espantosamente primitivo, si lo pensamos, una regresión aterradora con respecto a cualquier paisaje rural: mezcla sutil, compleja, evolutiva, de prados, campos, bosques, pueblos. Es la visión de un espíritu brutal, autoritario. Le Corbusier nos parecía un espíritu totalitario y brutal, movido por un gusto intenso por la fealdad, pero fue su visión la que ha prevalecido a lo largo de todo el siglo XX</span><span style="font-family: Arial;">. </span><span style="font-size: small;">A nosotros nos influyó más bien Charles Fourier... -Sonrió al ver la expresión de sorpresa de su hijo. Han sobrevivido sobre todo las teorías sexuales de Fourier, y es verdad que son bastante burlescas. Es difícil leer a Fourier literalmente, con sus historias de torbellinos, de mujeres faquires y de hadas del ejército del Rin, nos sorprende incluso que tuviera discípulos, que hubiera gente que se tomase en serio, que realmente se propusiera construir un modelo nuevo de sociedad basada en sus libros. Es incomprensible si intentas ver en él a un </span><i><span style="font-size: small;">pensador, </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">porque de su pensamiento no se entiende absolutamente nada, pero en el fondo Fourier no es un pensador sino un <i>gurú</i></span><i><span style="font-size: medium;">, </span></i><span style="font-size: medium;"></span><span style="font-size: small;">el primero de su especie, y, como a todos los gurús, el éxito le llegó no por la adhesión intelectual a una teoría, sino, al contrario, gracias a la incomprensión general, asociada con un optimismo inalterable, especialmente en lel aspecto sexual, la gente tiene una necesidad increíble de optimismo sexual. Sin embargo, el verdadero tema de Fourier, lo que le interesa en primer lugar no es el sexo, sino la organización de la producción. La gran pregunta que se hace es: ¿por qué trabaja el hombre? ¿Qué hace que ocupe un lugar determinado en la organización social, que acepte atenerse a ella y</span><i><span style="font-size: x-small;"> </span></i><span style="font-size: x-small;"></span><span style="font-size: small;">cumplir su tarea? A esta pregunta los liberales respondían que era pura y simplemente el afán de lucro; nosotros pensábamos que era una respuesta insuficiente. Los marxistas, por su parte, no respondían nada, ni siquiera se interesaban por el tema, y por eso precisamente el comunismo ha fracasado: en cuanto suprimieron el acicate económico la gente dejó de trabajar, saboteaban el trabajo, el absentismo aumentó en proporciones enormes; el comunismo nunca ha sido capaz de garantizar la producción y la distribución de <span style="font-size: small;">los bienes más elementales. Fourier había conocido el Antiguo Régimen y era consciente de que mucho antes de que apareciese el capitalismo había habido investigaciones científicas, progresos técnicos, y que la gente trabajaba con ahínco, <span style="font-size: small;">sin que la empujara el afán de lucro, sino algo que a los ojos de un hombre moderno es mucho más vago: el amor a Dios, en el caso de los monjes, o más sencillamente el honor de la función. </span><span style="font-size: small;">El padre de Jed enmudeció, advirtió que su hijo le escuchaba ahora con mucha atención. </span></span></span></div></span><div><span style="font-size: small;">-Sí... -comentó-, sin duda existe una relación con lo que tú has intentado hacer en tus cuadros. Hay mucho galimatías en Fourier, en su totalidad es casi ilegible; hay quizá, no obstante, algo provechoso que extraer de sus textos. En fin, era lo que pensábamos en nuestra época ... </span></div><div><span style="font-size: small;"> Se calló, pareció que se volvía a sumir en sus recuerdos. Las borrascas habían amainado y cedido el paso a una noche estrellada, silenciosa; una espesa capa de nieve recubría los tejados. </span></div><span style="font-size: small;"><div>-Yo era joven ... -dijo al fin, con una especie de incredulidad dulcificada-. Quizá tú no puedas darte cuenta del todo, porque naciste en una familia ya rica. Pero yo era joven, me preparaba para ser arquitecto y estaba en París; todo me parecía posible. Y no era el único, París era alegría entonces, tenías la sensación de que podías reconstruir el mundo. Fue allí donde conocí a tu madre, ella estudiaba en el conservatorio, tocaba el violín. Éramos realmente como un grupo de artistas. Bueno, lo único que hicimos fue escribir cuatro o cinco artículos en una revista de arquitectura, que firmamos entre varios. Eran textos políticos, en gran parte. En ellos defendíamos la idea de que una sociedad compleja, ramificada, con múltiples niveles de organización, como la que proponía Fourier, iba de la mano con una arquitectura compleja, ramificada, múltiple, que dejaba un lugar a la creatividad individual. Atacábamos violentamente a Van der Rohe, que proporcionaba estructuras vacías, modulables, las mismas que servirían de modelo a los <em>open space </em>de las empresas, y sobre todo a Le Corbusier, que construía incansablemente espacios concentracionarios, divididos en unidades idénticas, solamente adecuadas, escribíamos, para una cárcel modelo. Aquellos artículos tuvieron cierta repercusión, creo que Deleuze habló de ellos; pero tuvimos que empezar a trabajar, los demás también, y la vida se volvió enseguida muchos menos divertida. Mi situación económica mejoró bastante rápido. había mucho ttabajo en aquella época. Francia se reconstruía a gran velocidad. Compré la casa de Raincy...</div></span><div>(...)</div><div><span style="font-size: small;">Se interrumpió observando un cambio de expresión en el rostro de Jed. </span></div><span style="font-size: small;"><div>-¿Conoces a William Morris? </div><div>-No, papá. Pero yo también viví en esa casa y me acuerdo de la biblioteca ... -Suspiró, titubeó-. No comprendo por qué has esperado tantos años para hablarme de todo esto -dijo. </div><div>-Porque voy morir pronto, creo -dijo simplemente su padre-. Bueno, no inmediatamente, no pasado mañana, pero no me queda mucho, es evidente ... -Miró a su alrededor, sonrió casi alegremente-. ¿Puedo tomar más coñac? </div><div>Jed se lo sirvió en el acto. El padre encendió un cigarrillo, aspiró el humo con delectación.</div><div>-Y luego tu madre se quedó embarazada de ti. El final del embarazo fue problemático, hubo que practicarle una cesárea. El médico le comunicó que no podría tener más hijos, y además le quedaron unas cicatrices bastante feas. Fue duro para ella; era una mujer hermosa, ya sabes ... </div></span><div><span style="font-size: small;">No éramos desgraciados juntos, no hubo nunca una disputa seria entre nosotros, pero es verdad que yo no hablaba </span>lo <span style="font-size: small;">suficiente con ella. Está también lo del violín, creo que no debería haber dejado de tocar. Me acuerdo de una noche en la Porre de Bagnolet, en que yo volvía del</span><i><span style="font-size: small;"> </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">trabajo en mi Mercedes, eran ya las nueve pero todavía había embotellamientos, no sé lo que provocó aquello, quizá los edificios de los Mercuriales, porque yo trabajaba muy cerca en un proyecto que me parecía sin interés y feo, pero al verme dentro del coche en medio de los carriles de acceso rápido, delante de aquellos edificios inmundos, de repente me dije que no podía continuar. Tenía casi cuarenta años, había triunfado en mi vida profesional, pero no podía continuar. En cuestión de unos minutos decidí crear mi propia empresa para tratar de hacer arquitectura como yo la entendía. Sabía que sería difícil, pero no quería morirme sin al menos haberlo intentado. Contacté con mis condiscípulos más cercanos de Bellas Artes, pero todos estaban instalados en la vida; también ellos habían triunfado y ya no tenían demasiadas ganas de correr riesgos. Entonces me lancé yo solo.<i> </i>Restablecí el contacto con Bernard Lamarche- Vadel, nos habíamos conocido unos años antes, habíamos simpatizado bastante, me presentó a la gente de la figuración libre: Combas, Di Rosa ... ¿Te he hablado ya de William Morris? </span></div><div><span style="font-size: small;"> </span><span style="font-size: small;">-Sí, papá, acabas de hablarme de él hace cinco minutos. </span></div><div><span style="font-size: small;"> -¿Ah? -Se interrumpió, una expresión desorientada atravesó su rosrro-. Voy probar un Dunhill... -Dio varias caladas-. También está bueno. No comprendo por qué de pronto todo el mundo ha renunciado a fumar. </span><span style="font-size: small;">Se calló, saboreó el cigarrillo hasta el final. Jed aguardaba. Muy lejos, en el exterior, un claxon solitario trataba de </span><span style="font-size: small;">interpretar: «Ha nacido, el divino niño», equivocaba las notas, reanudaba el intento; después volvió el silencio, no hubo ya más concierto de cláxones. La capa de nieve era ahora espesa, se había estabilizado sobre los tejados de París; había algo definitivo en aquel silencio, se dijo Jed. </span></div><div><span style="font-size: small;"> -William Morris era cercano a los prerrafaelitas -continuó su padre-, al principio de Gabriel Dante Rossetti, y hacia el final de Burne-Jones. La idea fundamental de los prerrafaelitas es que el arte había empezado a degenerar justo después de la Edad Media, que desde el comienzo del Renacimiento se había despojado de toda espiritualidad, de toda autenticidad, para convertirse en una actividad meramente industrial y comercial, y que los supuestos </span><i><span style="font-size: small;">grandes maestros </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">del Renacimiento, ya fueran Botticelli, Rembrandt o Leonardo da Vinci, se comportaban en realidad pura y simplemente como jefes de empresas comerciales: exactamente igual que Jeff Koons o Damien Hirst hoy, los supuestos </span><i><span style="font-size: small;">grandes maestros </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">del Renacimiento dirigían con una mano de hierro talleres de cincuenta, hasta cien ayudantes que producían en cadena cuadros, esculturas, frescos. Por su parte se contentaban con fijar la directriz general, firmar la obra acabada, y sobre todo se dedicaban a las relaciones públicas con los mecenas del momento, príncipes o papas. Para los prerrafaelitas, así como para William Monis, había que abolir la distinción entre el arte y el artesanado, entre la concepción y la ejecución: cualquier hombre, a su escala, podía ser un productor de belleza, ya fuera pintando un</span><span style="font-size: xx-small;"> </span><span style="font-size: small;">cuadro, confeccionando un vestido o fabricando un mueble, y cualquier hombre asimismo tenía derecho a rodearse de bellos objetos en su vida cotidiana. Unía esta convicción a un activismo socialista que le condujo a comprometerse cada vez más con los movimientos de emancipación del proletariado; quería simplemente poner fin al sistema de producción industrial. </span></div><div><span style="font-size: small;"> »Lo curioso es que Gropius, cuando fundó la Bauhaus, seguía exactamente esta misma línea, quizá un poco menos política, con más inquietudes espirituales, aunque él también haya sido socialista, en realidad. En la </span><i><span style="font-size: small;">procla</span><span style="font-size: small;">mación de la Bauhaus </span></i><span style="font-size: small;">de 1919, declara que quiere superar la oposición entre el arte y el artesanado, proclama el derecho a la belleza para todos: el mismo programa que William Morris. Pero poco a poco, a medida que la Bauhaus se aproxima a la industria, se vuelve cada vez más funcionalista y productivista; Kandinsky y Klee han sido marginados en e! interior del cuerpo docente, y para cuando Goering cerró el instituto, de todos modos ya se había pasado al servicio de la producción capitalista. </span></div><div><span style="font-size: small;"> "Nosotros, por nuestro lado, no estábamos realmente politizados, pero el pensamiento de William Morris nos ayudó a liberamos de la prohibición de toda forma de ornamentación que Le Corbusier había impuesto. Recuerdo que Combas era bastante reservado al principio; los pintores prerrafaelitas no eran verdaderamente su universo; pero tuvo que reconocer que los motivos de papel pintado dibujados por William Monis eran muy hermosos, y cuando comprendió de verdad de qué se trataba se volvió un absoluto entusiasta. Nada le habría producido más placer que dibujar motivos para tejidos de mobiliario, papeles pintados o frisos exteriores, reproducidos en todo un grupo de edificios. La gente de la figuración libre, de todas formas, estaba bastante sola en aquella época, seguía dominando la corriente minimalista y el <i>graf </i></span><span style="font-size: small;">no existía todavía, o al menos no se hablaba de él. Entonces confeccionaba expedientes para todos los proyectos más o menos interesantes que eran objeto de concurso, y esperamos ... </span></div><div><span style="font-size: small;">El padre volvió a callarse, se quedó como suspendido en sus recuerdos, después se replegó sobre sí mismo, pareció empequeñecerse, adelgazar, y Jed tuvo conciencia de la fogosidad, del entusiasmo con que había hablado durante los últimos minutos. Nunca le había oído hablar así desde que era niño, y nunca más, pensó al instante, volvería a arde, acababa de revivir por última vez la esperanza y el fracaso que constituían la historia de su vida. En general, la vida humana es poca cosa, puede resumirse en un número restringido de acontecimientos, y esta vez Jed había comprendido cabalmente la amargura y los años perdidos, el cáncer y el estrés, y también el suicidio de su madre. </span></div><span style="font-size: small;"><div>-Los funcionalistas ocupaban una posición dominante en todos los jurados ... -terminó su padre, suavemente-. Choqué de cabeza contra una pared; todos chocamos contra una pared. Combas y Di Rosa no cejaron enseguida, me telefonearon durante años para saber si algo se desbloqueaba ... Después, viendo que nada ocurría, se concentraron en su obra pictórica, y <span style="font-size: small;">yo tuve que acabar aceptando un encargo normal. El primero fue el de Port-Ambares, y luego se acumularon, sobre todo acondicionamientos de centros balnearios. He ordenado mis proyectos dentro de unas cartulinas, están en Raincy, en un armario de mi despacho, podrás ir a verlas ... </span></div><div><span style="font-size: small;">Se abstuvo de añadir: «cuando haya muerto», pero Jed había comprendido perfectamente. </span></div><div><span style="font-size: small;">-Es tarde -dijo, enderezándose en su asiento. </span></div><span style="font-size: small;"><div>Jed echó un vistazo a su reloj: las cuatro de la mañana. </div></span></span><div><br />
<span style="font-size: small;">(...)</span></div><div><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;">Olvidando a su invitado, Houellebecq siguió leyendo para su coleto, y pasaba las páginas con un regocijo creciente. </span></span></div><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;"><div>Jed aguardó, vaciló, después apuró de un trago su vaso de licor de ciruelas, se aclaró la garganta. Houellebecq levantó la mirada hacia él. </div><div>-He venido -dijo- a darle el cuadro, desde luego, pero también porque espero un mensaje de usted. </div><div>Houellebecq se levantó, buscó en su biblioreca durante al menos cinco minutos y al final sacó un volumen delgado con la cubierta ajada y amarillenta, amada con almocárabes de motivos modernistas. Volvió a sentarse, pasó con precaución las páginas manchadas y rígidas: era evidente que el tomo no se había abierto en años. </div><div>-¿Un mensaje? -La sonrisa del escritor se apagó poco a poco, una tristeza terrosa, mineral, invadió su cara-o La impresión que usted tiene -dijo por fin, con una voz lenta- es de que mi vida se acaba y que estoy decepcionado, ¿no es eso? </div><div>-Eh ... , sí, más o menos. </div><div>-Pues tiene razón: mi vida se acaba y estoy decepcionado. No ha sucedido nada de lo que esperaba en mi juventud. Ha habido momentos interesantes, pero siempre difíciles, siempre arrancados al límite de mis fuerzas, nunca he recibido algo como un don y ahora estoy harto, sólo quisiera que todo termine sin sufrimientos excesivos, sin una enfermedad anuladora, sin dolencias. </div><div>-Habla usted como mi padre ... -dijo suavemente Jed. </div><div>Houellebecq se sobresaltó al oír la palabra </div></span><div><i>padre, </i><span style="font-size: small;">como si el otro hubiese pronunciado una obscenidad, y luego le iluminó el rostro una sonrisa hastiada, cortés pero sin calor. Antes de continuar, Jed engulló tres macarrones seguidos, ya continuación un vaso grande de licor-. Mi padre ... -repitió finalmente- me ha hablado de William Morris. Yo quería saber si usted le conoce, lo que piensa de él. </span></div><div><span style="font-size: small;"> </span><span style="font-size: small;">-William Morris ... -Su tono era otra vez descomprometido, objetivo-. Es curioso que su padre le haya hablado de él, casi nadie conoce a William Morris.</span></div><div><span style="font-size: small;"> -Sí, en los medios de arquitectos y artistas que frecuentaba en su juventud. </span><br />
<span style="font-size: small;">(...)</span></div><span style="font-size: small;"><div>-Escuche -dijo al fin-, esto sitúa un poco su punto de vista. Está sacado de una conferencia que pronunció en Edimburgo en 1889:</div><div>"He aquí en síntesis nuestra posición de artistas: somos los últimos tepresentantes del artesanado al que la producción mercantil ha asestado un golpe fatal." </div></span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;">"Hacia el final se adhirió al marxismo, pero al principio era distinto, realmente original. Parte del punto de vista del artista cuando produce una obra, e intenta generalizado en el conjunto del mundo de la producción: industrial y agrícola. Hoy nos cuesta imaginar la riqueza de la reflexión política de aquella época. Chesterton rindió homenaje a William Morris en </span><i><span style="font-size: small;">El regreso de don Quijote. </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">Es una novela curiosa, en la que imagina una revolución basada en el rerorno al artesanado y al cristianismo medieval que se extiende poco a poco por las islas británicas, suplantando a los demás movimientos obreros, socialista y marxista, y que conduce al abandono del sistema de producción industrial en favor de comunidades artesanales y agrarias. Algo absolutamente inverosímil, tratado en una atmósfera de hadas, no muy alejado del </span><i><span style="font-size: small;">Padre Brown. </span></i><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: small;">Creo que Chesterton puso en este libro muchas de sus convicciones personales. Pero hay que decir que William Morris, a juzgar por todo lo que se sabe de él, fue una persona extraordinaria.</span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;">Un leño se derrumbó en la chimenea, proyectando un vuelo de carbonillas. </span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;"><div>-Debería haber comprado una pantalla -masculló Houellebecq, antes de mojarse los labios con su vaso de licor. </div><div>Jed seguía mirándole, inmóvil y atento, se sentía invadido por una tensión nerviosa extraordinaria, incomprensible. Houellebecq le miró con sorpresa y Jed se dio cuenta del hecho embarazoso de que unos temblores convulsivos le agitaban la mano izquierda. </div><div>-Perdone -dijo finalmente, distendiéndose en el acto-. Atravieso un período ... especial-. William Morris no tuvo una vida muy alegre, según los criterios habituales -prosiguió Houellebecq-. Sin embargo, todos los testimonios nos lo muestran contento, optimista y activo. A los veintitrés años conoció a Jane Burden, que tenía dieciocho y trabajaba de modelo para pintores. Se casó con ella dos años más tarde, él también pensó en dedicarse a la pintura pero renunció, no se sentía con suficiente talento; respetaba la pintura por encima de todo. Se hizo construir una casa con arreglo a sus propios planos en Upton, a la orilla del Támesis, y la decoró él mismo para vivir allí con su mujer y sus dos hijas pequeñas. Según todos los que la conocieron, su mujer poseía una gran belleza; pero no era fiel. Tuvo, en particular, una aventura con Dante Gabriel Rossetti, el jefe de fila del movimiento prerrafaelita. William Morris le admiraba mucho como pintor. Al final Rossetti se fue a vivir con ellos y le usurpó por las buenas el lecho conyugal. Entonces Morris emprendió viajes a Islandia, aprendió la lengua del país, empezó a traducir sagas. Regresó al cabo de unos años y se decidió a pedir una explicación; Rossetti se avino a marcharse, pero algo se había roto y ya no hubo nunca una auténtica intimidad carnal en la pareja. Él ya se había comprometido con varios movimientos sociales, pero abandonó la Social Democratic Federation, que le parecía excesivamente moderada, para fundar la Socialist League, que defendía posiciones abiertamente marxistas, y hasta su muerte se dedicó en cuerpo y alma a la causa comunista, multiplicó los artículos de prensa, las conferencias, los mítines ... </div></span><div><span style="font-size: small;">Houellebecq se calló, sacudió la cabeza con resignación, pasó suavemente la mano por el lomo de Platón, que gruñó de satisfacción. </span></div><div><span style="font-size: small;"> -También combatió sin descanso -dijo, con lentitud- la gazmoñería victoriana, militó a favor del amor libre ... </span></div><span style="font-size: small;"><div>»¿Sabe? -añadió todavía-o Siempre he detestado esa idea repugnante, pero, por otra parte, tan creíble, de que la acción militante, generosa, aparentemente desinteresada, sea una compensación a los problemas de carácter privado... </div><div>Jed guardó silencio, esperó al menos un minuto. -¿Cree que era un utopista? -preguntó al cabo-o ¿Un completo irrealista? </div><div>-En cierto sentido sí, sin lugar a dudas. Quería suprimir la escuela, pensando que los niños aprenderían mejor en un ambiente de total libertad; quería suprimir las cárceles, pensando que los remordimientos serían un castigo suficiente para el criminal. Es difícil leer todas estas absurdidades sin una mezcla de compasión y de desaliento. Y, sin embargo, sin embargo ... -Houellebecq vaciló, buscó palabras-. Sin embargo, paradójicamente, tuvo cierto éxito en el aspecto práctico. Para poner en práctica sus ideas sobre el retorno a la producción artesanal, creó muy pronto una empresa de decoración y mobiliario: los obreros trabajaban en ella mucho menos que en las fábricas de aquel tiempo, que es verdad que eran más o menos presidios, pero sobre todo trabajaban libremente, cada uno era responsable de su tarea de cabo a rabo, el principio esencial de Morris era que la concepción y la ejecución nunca debían separarse, no más de lo que lo estaban en la Edad Media. Según todos los testimonios, las condiciones dc trabajo eran idílicas: talleres luminosos, aireados, a la orilla de un río. Todos los beneficios se repartían entre los trabajadores, salvo una pequeña parte que servía para financiar la propaganda socialista. Pues bien, contra todo pronóstico, el éxito fue inmediato, incluido en el sector lomercial. Después de la carpintería se interesaron por la Joyería, la talabartería, luego las vidrieras, los tejidos, las tapicerías de muebles, siempre con el mismo éxito: la sociedad Morris & Co. generó ganancias constantemente, desde el principio hasta el fin<span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"> </span></span><span style="font-size: small;">de su existencia. Lo cual no lo ha conseguido ninguna de las cooperativas obreras que se</span><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"><span style="font-family: Arial; font-size: xx-small;"> </span></span><span style="font-size: small;">multiplicaron a lo largo del siglo </span><span style="font-size: x-small;">XIX; </span><span style="font-size: small;">ya fueran los falansterios de Fourier o la comunidad icariana de Cabet, ninguna consiguió organizar una producción eficaz de bienes y mercancías, exceptuando a la sociedad fundada por William Morris sólo se puede hablar de un sucesión de fracasos. Sin hablar siquiera de las posteriores sociedades comunistas ... </span></div></span><div><span style="font-size: small;">Enmudeció de nuevo. La luz empezaba a menguar en la sala. Houellebecq se levantó, encendió una lámpara de pa malla, echó un leño al fuego antes de volver a sentarse. Jed le seguía mirando con atención, perfectamente silencioso, con las manos posadas en las rodillas. </span></div><div><span style="font-size: small;"> -No lo sé -dijo Houellebecq-, soy demasiado viejo, ya no tengo ganas ni costumbre de sacar conclusiones, o sólo de cosas muy simples. Existen retratos de él, ¿sabe?, dibujados por Burne-Jones: probando una nueva mezcla de tintes vegetales, o leyendo a sus hijas. Un tipo achaparrado, de pelo espeso y revuelto, con la cara colorada y viva, gafitas y una barba enmarañada, en todos los dibujos da una impresión de hiperactividad permanente, de una buena voluntad y un candor inagotables. Lo que sin duda se puede decir es que el modelo de sociedad propuesto por William Morris no tendría nada de utópico en un mundo en el que todos los hombres sa parecieran a William Morris. </span></div></span><div><span style="font-size: small;">(...)</span></div></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj64tDCjKZgUoe0wvlVAY2Oz3d2DJljcQjF5tL0Cgqd6VJlMcyiJ4e2kfKGZ8XMve9MPR89YF6qZ4FWK9WZgFvL946tR3WdMQLiu0cgA9zwqSKVq2m2ZmPG_iuM_UKd3RlHNOBH2-RfmG8i/s1600/MH.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj64tDCjKZgUoe0wvlVAY2Oz3d2DJljcQjF5tL0Cgqd6VJlMcyiJ4e2kfKGZ8XMve9MPR89YF6qZ4FWK9WZgFvL946tR3WdMQLiu0cgA9zwqSKVq2m2ZmPG_iuM_UKd3RlHNOBH2-RfmG8i/s1600/MH.jpg" /></a></div><br />
<strong>ENLACES :</strong><br />
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<ul><li><a href="http://www.elboomeran.com/blog/539/patricio-pron/etiqueta/michel-houellebecq/">Reseña de Patricio Pron en boomeran(g)</a></li>
<li><a href="http://lector-malherido.blogspot.com/2011/09/el-mapa-y-el-territorio-de-michel.html">El comentario de Lector Mal-herido</a></li>
<li><a href="http://www.jotdown.es/2011/07/el-mapa-y-el-territorio/"><em>"El mapa y el territorio"</em>, reseña de Javier Bilbao en Jot Down</a></li>
<li><a href="http://www.revistadeletras.net/la-mejor-novela-del-camaleon-el-mapa-y-el-territorio-de-michel-houellebecq/">La mejor novela del camaleón. Jordi Corominas en Revista de Letras</a></li>
<li><a href="http://www.elpais.com/articulo/portada/mundo/maquillaje/elpepuculbab/20110827elpbabpor_7/Tes">Un mundo sin maquillaje, Santiago Gamboa. Babelia</a></li>
<li><u><span style="color: #0066cc;"><a href="http://www.elpais.com/articulo/portada/Escribiendo/gustos/elpepuculbab/20110827elpbabpor_8/Tes">Alberto Manguel en Babelia: Escribiendo sobre gustos.</a></span></u></li>
<li> <a href="http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/2002/Houllebecq_segun_Houllebecq">El comienzo del libro y comentario por Nuria Azancot </a></li>
<li><a href="http://www.publico.es/391381/houellebecq-contra-houellebecq">Glosa y extractos por temas en "Público". Jesús Rocamora </a></li>
<li><a href="http://www.larazon.es/noticia/8569-houellebecq-arte-o-truco">"Houellebecq: ¿arte o truco?". Toni Montesinos en La Razón</a></li>
<li><a href="http://www.jotdown.es/2011/07/houellebecq-y-la-felicidad/">Jot Down: Houellebecq y la felicidad, Marcos Abal</a></li>
<li><a href="http://www.ivandelanuez.org/?p=2000">Reseña de Iván de la Nuez</a></li>
<li><a href="http://trabalibros.com/libros/i/3921/55/el-mapa-y-el-territorio">Reseña en Trabalibros.com</a></li>
</ul>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-3487663593229126122011-09-24T23:44:00.010+02:002011-10-01T14:30:25.641+02:00"Desbordamiento de Val del Omar" en la Virreina BCN<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieJP8t7a627pNwUsWiV0aBYwg79K5sn4bMKwbMI7bNVyDOCgumkgwDUMI0tvE3G84PtUv91wjNsunlDuiKXwmZWDjnUV80mbNhc_X0088SlsNOdt5RcdLG6Ny96XlnOjAR-5eGPJVCEq_1/s1600/escanear0004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieJP8t7a627pNwUsWiV0aBYwg79K5sn4bMKwbMI7bNVyDOCgumkgwDUMI0tvE3G84PtUv91wjNsunlDuiKXwmZWDjnUV80mbNhc_X0088SlsNOdt5RcdLG6Ny96XlnOjAR-5eGPJVCEq_1/s320/escanear0004.jpg" width="223" /></a></div><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Antes de que concluya, quiero reseñar esta exposición en la Virreina de Barcelona dedicada al cineasta experimental <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Val_del_Omar">José Val del Omar</a>, que visité durante este verano y me pareció muy interesante y entretenida, un intento de reivindicar a un auténtico artista español de vanguardia, absolutamente ignorado por la cultura oficial en estos últimos años.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg6WoPvVzs1grScuyrQ_bbVi40kdFU8lFe6LMmRj8OcU6rKL9p-0jj25vNDNjpLITWre6TyT2vkoxI06uE6FTFrodVUWGycHLBcwldQXoA2eF9X3RkYawTEFpE1na7SrVmxTy7UByVhV7t/s1600/escanear0003.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg6WoPvVzs1grScuyrQ_bbVi40kdFU8lFe6LMmRj8OcU6rKL9p-0jj25vNDNjpLITWre6TyT2vkoxI06uE6FTFrodVUWGycHLBcwldQXoA2eF9X3RkYawTEFpE1na7SrVmxTy7UByVhV7t/s640/escanear0003.jpg" width="256" /></a><span style="font-family: Arial;"><strong><span style="font-family: inherit;">"Soy un suceso. No tengo otra silueta que el cambio."</span></strong></span></div><div class="ecxEstilo"><br />
</div><div class="ecxEstilo"><span style="font-family: inherit;">El perfil de José Val del Omar (Granada, 1904 - Madrid, 1982) no puede ser adscrito a una actividad demasiado concreta, si bien perte-neció a una generación que ha creído en el cine como un arte de pleno derecho. Por otra parte, si se le vincula al medio cinematográ-fico es como un creador mal<strong></strong>dito, de obra exigua -al menos en cuanto al metraje que se conserva actualmente-, y como un excéntrico dentro de la cinematografía española. Tras participar en la experiencia de las Misiones Pedagógicas republicanas, Val del Omar se dedicó en gran parte a la exploración tecnoló-gica, tanto en aspectos que conciernen al cine y a los retos planteados en su tiempo (cine sonoro, en relieve, en color, en pantalla ancha ...) como en otros terrenos que incluyen la electroacústica, la radio, la televisión y las aplicaciones educativas de los medios audio-visuales. Algunas de sus intervenciones pretendían soluciones prácticas, especialmente en el marco de la depauperada economía de la España de Franco, pero otras se adentraron en la noción de espectáculo total con un instinto visionario insólito, más aún si se tiene en cuenta que muchas de sus ideas al respecto ya las hizo públicas entre 1928 y 1944. Estas incluyen el desbordamiento de la pantalla y la persecución de un cubismo acústico y visual mediante el sonido dialó-nico, envolvente, y la tactilvisión con sus técnicas basadas en una iluminación pulsatoria, parpadeante. Además, Val del Omar siempre se mantuvo al corriente sobre los últimos medios y tecnologías y llegó a entrever las perspectivas que se abrían con la cibernética, </span><span style="font-family: inherit;">el láser, el video digital y los medios mixtos. </span></div><div class="ecxEstilo"><span style="font-family: inherit;">Esta exposición pretende abordar el sin lin de Val del Omar, en alusión al rótulo característico concluyen algunos de los escasos lilmes que dejó terminados, pero también a la repercusión de su obra fragmentaria e inconclusa. Una obra de intentos, por acudir a un término que empleó abundantemente y con resignación para referirse a su tenaz actividad en torno a la imagen y su rebasamiento. Un quehacer no tan orientado a un fin como a un constante proceso de exploración que discurrió de la lotogralía y el cine a los medios electrónicos, y al presentimiento de una práctica sincrética que designó con la sigla PLAT (Picto Lumínica Audio Táctil). Todo ello sin dejar de remitirse a una cultura de sangre, sobre la que le había iluminado su paisano Federico García Larca, que hizo compatible con la innovación técnica y con la persecución de un lenguaje de temblores. Exponer a Val del Omar, por tanto, supone el reto de recoger su huella, sus ideas, más allá de una obra que escapa del sentido habitual y clausurado del término, porque abarca también sus máquinas, los residuos de sus proyectos cercenados o inconclusos, y los escritos, gráficos <span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: inherit;">y collages que rellejan sus desbordantes ideas.</span> </span></span></div><div class="ecxEstilo"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: inherit;">(Texto del folleto de la exposición)</span></span></div><div class="ecxEstilo"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Times New Roman;">---------------------------------------</span></span></div><div class="ecxEstilo"><br />
</div><div class="ecxEstilo"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Entre la producción de Val del Omar destaca su <em>Tríptico elemental de España</em>, integrado por tres cortometrajes: «Aguaespejo granadino» (1953–1955), «Fuego en Castilla» (1958–1960) y «Acariño galaico» (1961/1981–1982/1995).</span></div><div class="ecxEstilo"><br />
<embed align="middle" allowfullscreen="false" allowscriptaccess="never" height="415" quality="high" src="http://player.youku.com/player.php/sid/XMjE1NTgxNDY4/v.swf" type="application/x-shockwave-flash" width="480" wmode="transparent"></embed> <br />
<div style="font-size: 0.9em;"><em>Aguaespejo Granadino</em> - Val del Omar<br />
<br />
</div></div><div class="ecxEstilo"><strong><span style="font-family: inherit;">ENLACES VAL DEL OMAR:</span></strong></div><ul><li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/dias-cine-jose-val-del-omar/966840/"><span style="font-family: inherit;">Días de cine- José Val del Omar</span></a></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit; font-size: small;"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=zadZRu5kOv4">Desbordamiento de VAL DEL OMAR. Eugeni Bonet y Javier Ortiz-Echagüe</a></span><span style="font-family: inherit;"> </span></span></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit; font-size: small;"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=WN1OKnr-b9k">1999. José Val del Omar- Alhambra TV</a></span><span style="font-family: inherit;"> </span></span></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=F_emTQaMFPY"><span style="font-family: inherit;">José Val del Omar- Canal Sur</span></a><span style="font-family: inherit;"> </span></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.valdelomar.com/home.php"><span style="font-family: inherit;">Web valdelomar.com</span></a></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/genial/naufragio/Val/Omar/elpepucul/20101005elpepucul_12/Tes"><span style="font-family: inherit;">El genial naufragio de Val del Omar</span></a></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.lavanguardia.com/cultura/20100826/53989214297/val-del-omar-el-surrealista-olvidado.html"><span style="font-family: inherit;">Val del Omar, el surrealista olvidado</span></a></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span>
<li><div class="ecxEstilo"><a href="http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/2011/val-del-omar.html"><span style="font-family: inherit;">Desbordamiento de VAL DEL OMAR. Museo Reina Sofía</span></a></div></li>
<span style="font-family: inherit;"> </span></ul><div class="ecxEstilo"><br />
</div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-81294531543681313142011-09-15T21:20:00.005+02:002011-09-15T21:56:33.144+02:00"Las benévolas" de Jonathan Littell<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfFHsnyYePlGAcTMCvFYsCb90VTfn72lXd25hvsMsGHFHV0wN0u8f2R0pLPb94vuMH6AP-Jg65fGwxBXYu42yQsRNNzyf4k3OOfdbZETqs7dIfuCH6AFrqAFz9YgD_DWvVAVSfOdMeVPAd/s1600/benevolas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfFHsnyYePlGAcTMCvFYsCb90VTfn72lXd25hvsMsGHFHV0wN0u8f2R0pLPb94vuMH6AP-Jg65fGwxBXYu42yQsRNNzyf4k3OOfdbZETqs7dIfuCH6AFrqAFz9YgD_DWvVAVSfOdMeVPAd/s1600/benevolas.jpg" /></a></div><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Extractos del primer capítulo de </span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Las_ben%C3%A9volas_(novela)"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><em>"Las Benévolas</em>"</span></a><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">, de </span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jonathan_Littell"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Jonathan Littel</span></a><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">, en el que conocemos al protagonista Max Aue en el presente, en su plácido retiro francés tras la guerra, y nos traslada sus intenciones de recordar y el por qué de su "innecesaria" justificación, aunque, a la postre, es lo que hace continuamente.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Alabada por Jorge Semprún (""acontecimiento del siglo", "uno de los libros más impresionantes que se han escrito nunca") y, más matizadamente, por Vargas Llosa ("Son páginas que quitan el habla, estremecen y desalientan sobre la condición humana"), y denostada por Savater ("monumento de aerofagia"), yo me consideré impactado por su lectura, ardua lectura, pero al leer justo después <em><a href="http://drogoliticas.blogspot.com/2011/09/vida-y-destino-de-vasili-grossman.html">Vida y destino</a></em>, mi estimación por esta obra, no sé por qué, decayó inmediatamente . Digamos que palideció visiblemente ante la excelencia y la humildad de la escritura de Grossman.</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y la obra arranca así:</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: inherit;"></span><br />
<span lang="ES"><div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Hermanos hombres, dejadme que os cuente cómo ocurrió. No somos hermanos tuyos, me replicaréis, y nos importa un bledo. Y es muy cierto que se trata de una tenebrosa historia, aunque también edificante, un auténtico cuento moral, os lo aseguro. Existe el riesgo de que resulte un tanto largo, porque, bien pensado, sucedieron muchas cosas, pero a lo mejor no tenéis mucha prisa; con un poco de suerte, no andáis mal de tiempo. Y además no es algo ajeno a vosotros; ya veréis como no es algo ajeno a vosotros. No creáis que estoy intentando convenceros de nada; bien pensado, allá vosotros con vuestras opiniones. Si he resuelto escribir, después de tantos años, es para poner las cosas en su sitio, y no para vosotros. Nos pasamos tiempo y tiempo en este mundo arrastrándonos como orugas, a la espera de la mariposa espléndida y diáfana que llevamos dentro. Y, luego, el tiempo pasa, la ninfosis no llega, seguimos siendo larvas: comprobación desalentadora; ¿cómo manejarla? Por supuesto que siempre queda la opción del suicidio. Pero, a decir verdad, el suicido no me tienta gran cosa. Es evidente que he pensado mucho en él; y si no me quedase más remedio que recurrir a ello, así es como lo haría: me colocaría una granada pegada al corazón y me iría en una rápida explosión de gozo. Una granada pequeña y redonda a la que quitaría el pasador primorosamente antes de soltar la cuchara, sonriéndole al ruidito metálico del resorte, el último que iba a oír aparte del latido del corazón en los oídos. Y, luego, la dicha por fin, y las paredes de mi despacho adornadas con piltrafas. Que las quiten las mujeres de la limpieza, para eso les pagan, lo siento por ellas. Pero, como he dicho ya, el suicidio no me tienta. No sé a qué se debe, por lo demás; un antiguo resabio de ética filosófica quizá, que me mueve a decir que, bien pensado, no estamos en la tierra para andar jugando. ¿Para qué entonces? No tengo ni idea; para durar, seguramente, para matar el tiempo antes de que nos mate. Y, en tal caso, como forma de emplear los ratos perdidos, escribir es una ocupación tan buena como otra cualquiera. Y no es que tenga yo muchos ratos que perder, soy hombre ocupado; tengo eso que llaman una familia, un trabajo, responsabilidades; así que todo eso lleva tiempo y no deja mucho para contar recuerdos. Tanto más que lo que se dice tener recuerdos, los tengo, e incluso en cantidad considerable. Soy una auténtica fábrica de recuerdos. Creo que me he pasado la vida manufacturándome recuerdos, aunque ahora más bien me pagan por manufacturar encajes. En realidad, también podría no haber escrito. Bien pensado, no es una obligación. Desde que se acabó la guerra, he sido un hombre discreto; gracias a Dios, nunca he necesitado, como mis ex colegas, escribir mis memorias para justificarme, porque no tengo nada que justificar; ni tampoco tengo intenciones lucrativas, porque me gano la vida bastante bien con lo que hago. Una vez, estaba en Alemania en viaje de negocios, charlando con el director de una casa importante de ropa interior a quien quería venderle encajes. Venía recomendado por amigos de antes; así que, sin preguntarnos nada, los dos sabíamos a qué atenernos. Después de la conversación, que, por lo demás, transcurrió de forma muy positiva, se levantó para sacar un libro de sus estanterías y me lo regaló. Se trataba de las memorias póstumas de Hans Frank, el gobernador general de Polonia; se llamaba <i>Ante el cadalso. </i>«Me escribió su viuda -me explicó mi interlocutor-. Ha publicado a costa suya el manuscrito que su marido redactó después del juicio y vende el libro para atender a las necesidades de sus hijos. ¿Se da cuenta? ¿Tener que llegar a eso? La viuda del gobernador general. Le encargué veinte ejemplares, para regalarlos. También les indiqué a todos mis jefes de departamento que comprasen uno. La viuda mandó una carta de agradecimiento enternecedora. ¿Usted lo conoció?» Le aseguré que no, pero que leería el libro con el mayor interés. En realidad sí que coincidí una vez, muy brevemente con él; a lo mejor os lo cuento más adelante, si tengo ánimo o paciencia. Pero ahora, no vendría a cuento hablar de esto. Por lo demás, el libro era malísimo, lioso, quejica, envuelto en una curiosa hipocresía religiosa. Es posible que estas notas mías sean también liosas y malas, pero haré cuanto pueda por ser siempre claro: puedo aseguraros que, por lo menos, no habrá en ellas ni pizca de contrición. No estoy arrepentido de nada; hice el trabajo que tenía que hacer, y ya está; en cuanto a mis asuntos familiares, que a lo mejor cuento también, sólo me importan a mí y, en lo referido a lo demás, hacia el final, es muy posible que me haya excedido, pero es que estaba ya un tanto fuera de mis casillas, flaqueaba y, encima, a mi alrededor el mundo entero se venía abajo; admitid que no fui el único que perdió la cabeza. Además yo no escribo para mantener a mi viuda y a mis hijos; soy totalmente capaz de atender a sus necesidades. No; si me he decidido por fin a escribir no cabe duda de que es para pasar el rato y también, es posible, para aclarar uno o dos puntos confusos, para vosotros, quizá, y para mí mismo. Creo además que me vendrá bien. Cierto es que soy de humor tirando a cetrino. Debe de ser por el estreñimiento. Problema lamentable y doloroso, y reciente, por lo demás; antes me ocurría más bien lo contrario. Durante mucho tiempo, tuve que pasarme la vida en el retrete, tres y cuatro veces al día; ahora, ir una vez por semana me parecería maravilloso. No me queda más remedio que andarme con irrigaciones, sistema de lo más desagradable, pero eficaz. Disculpadme si os hablo de detalles tan escabrosos: uno tiene derecho a quejarse de vez en cuando. Y, además, si os resulta molesto casi mejor que no paséis de aquí. No soy Hans Frank y no me ando con remilgos. Quiero ser muy concreto, dentro de lo que esté en mi mano. Pese a mis fallos, que han sido muchos, no he dejado de ser de esos que opinan que las únicas cosas indispensables para la existencia humana son respirar, comer, beber, defecar y buscar la verdad. El resto es facultativo.</span></div><br />
<span style="font-family: inherit;"> Hace algún tiempo, mi mujer trajo a casa un gato negro, pensando sin duda que me iba a complacer. Por supuesto que no me había pedido opinión. Debía de sospechar que me habría negado en redondo; era más seguro el hecho consumado. Y, con el gato ya instalado en casa, no había vuelta atrás, los nietos llorarían, etcétera. Y eso que el gato era de lo más desagradable. Cuando intentaba acariciarlo, para darle muestras de buena voluntad, se largaba y se sentaba en el alféizar de la ventana, mirándome de hito en hito con los ojos amarillos; si pretendía cogerlo en brazos, me arañaba; en cambio, de noche se me hacía un ovillo encima del pecho, un bulto asfixiante, y, en mis sueños, me parecía que me estaban ahogando bajo un montón de piedras. Con los recuerdos me sucedió algo por el estilo. La primera vez que decidí ponerlos por escrito, pedí un permiso. Seguramente fue una equivocación. Y, sin embargo, el asunto estaba bien encarrilado: había comprado y leído una cantidad considerable de libros sobre el tema para refrescarme la memoria; me había hecho cuadros organizativos y elaborado cronologías detalladas; y así con todo. Pero, al estar de permiso, de repente tuve tiempo y me puse a pensar. Además era otoño, una asquerosa lluvia gris estaba dejando pelados los árboles; me hundí poco a poco en la angustia. Me di cuenta de que pensar no es bueno. <br />
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</span><div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Debería haberlo sospechado. Mis colegas me tienen por hombre tranquilo, ponderado, que piensa las cosas. Tranquilo, desde luego; pero, durante el día, muchas veces, la cabeza me retumba con un ruido sordo, como un horno crematorio. Hablo, debato, tomo decisiones, como todo el mundo; pero en la barra del bar, ante mi copa de coñac, me imagino que un hombre entra con una escopeta de caza y abre fuego; en el cine o en el teatro, pienso en una granada con el pasador quitado que va rodando bajo las filas de butacas; en la plaza, un día de fiesta, veo cómo estalla un vehículo atiborrado de explosivos, la algazara de la tarde convertida en carnicería, la sangre que corre entre los adoquines, los grumos de carne pegados a las paredes o entrando de golpe por la ventana para caer en los platos de la cena del domingo; oigo los gritos, los gemidos de las personas con los miembros arrancados, como las patas que le arranca a un insecto un niño curioso; el alelamiento de los supervivientes, un silencio raro, como pegado a los tímpanos, el comienzo de un miedo largo. ¿Tranquilo? Sí, sigo tranquilo pase lo que pase, no dejo que se me note nada, me quedo tranquilo, impasible, como las fachadas de muchas de las ciudades devastadas; como los viejecitos en los bancos de los parques, con sus bastones y sus medallas; como los rostros a flor de agua de los ahogados a quienes nunca se encuentra. Sería totalmente incapaz de salir de esa tranquilidad terrible, aunque lo quisiera. No soy de los que montan un número a la primera de cambio; sé comportarme. Pero también me pesa. Lo peor no tiene por qué ser las imágenes que acabo de describir; hace mucho que me obsesionan fantasías de ésas, desde la infancia seguramente; en cualquier caso, desde mucho antes de que yo también me encontrase en pleno matadero. En ese sentido, la guerra no fue sino una confirmación y me acostumbré a esos nimios guiones, me los tomo como un comentario pertinente a la vanidad de las cosas. No; lo que resultó penoso, agobiante, fue dedicarme sólo a pensar. Consideradlo: ¿en qué pensáis en el transcurso de un día? En muy pocas cosas, de hecho. Sería facilísimo clasificar de forma razonada vuestros pensamientos habituales: pensamientos prácticos, o automáticos, planificación de gestos y de tiempo (por ejemplo: poner a hervir el agua del café antes de lavarse los dientes, pero meter las tostadas en el tostador después, porque tardan menos en hacerse); preocupaciones del trabajo; incertidumbres financieras; problemas domésticos; ensueños sexuales. Os ahorraré los detalles. Durante la cena, le miras la cara a tu mujer, que va envejeciendo, mucho menos sugestiva que la de tu amante, pero con mucho más estilo en todos los aspectos; qué le vamos a hacer, es la vida; así que habláis de la última crisis ministerial. En realidad, os importa un carajo la última crisis ministerial, pero de algo hay que hablar. Si dejáis de lado ese tipo de pensamientos, estaréis de acuerdo conmigo en que ya no queda mucho que digamos. Por supuesto que hay momentos diferentes. De forma inesperada, entre dos anuncios de detergente, un tango de antes de la guerra, <i>La Violeta </i>pongo por caso; y hete aquí que resucitan el chapoteo nocturno del río, los farolillos del merendero, el leve olor a sudor en la piel de una mujer jubilosa; a la entrada de un parque, el rostro sonriente de un niño nos devuelve el de nuestro hijo un segundo antes de que eche a andar; por la calle, un rayo de sol atraviesa las nubes e ilumina las hojas anchas, el tronco blanquecino de un plátano y, de pronto, nos acordamos de nuestra infancia, del patio de recreo del colegio donde jugábamos a la guerra, vociferando de pavor y de dicha. Acabamos de tener un pensamiento humano. Pero ocurre muy de tarde en tarde.</span></div><span style="font-family: inherit;"> <br />
</span><div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Ahora bien, si interrumpimos el trabajo, las actividades vulgares, el ajetreo diario, para dedicarnos con trascendencia a una empresa, sucede algo muy diferente. Las cosas no tardan en subir a la superficie, en olas densas y negras. Por la noche, los sueños se descoyuntan, se abren, proliferan y, al despertar, dejan en la cabeza una fina capa agria y húmeda, que tarda mucho en disolverse. Que quede claro: no estamos hablando de culpabilidad, ni de remordimientos. Seguro que esas cosas existen también, no pretendo negarlo, pero me parece que las cosas son mucho más complejas. Incluso a un hombre que no haya estado en la guerra, que no haya tenido que matar, le pasarán estas cosas que digo. Vuelven las malevolencias de poca monta, la cobardía, la falsedad, esas mezquindades que no hay hombre que no padezca. No cabe, pues, asombrarse de que los hombres hayan inventado el trabajo, el alcohol, los parloteos estériles. No cabe asombrarse de que tenga tanto éxito la televisión. En pocas palabras, puse fin cuanto antes a mi malhadado permiso. Más valía. Tenía tiempo de sobra para emborronar papel a la hora de comer o a última hora de la tarde, cuando se iban las secretarias.</span></div><span style="font-family: inherit;"> <br />
</span><div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Una breve pausa para ir a vomitar y sigo. Este es otro de los aÜfafes que sufro: de vez en cuando me vuelve a la boca la comida, a veces al acabar, sin motivo, porque sí. Es un problema antiguo, de cuando la guerra; empezó alrededor del otoño de 1941 si he de ser exacto, en Ucrania, creo que en Kiev, o quizá en Jitomir. Seguramente también hablaré de esto. De todas formas, hace tanto que ya me he acostumbrado. Me lavo los dientes, me tomo una copita de algo y sigo con lo que estaba haciendo. Volvamos a mis recuerdos. Me compré varios cuadernos escolares grandes, pero de cuadraditos, y los tengo en un cajón cerrado con llave, en el despacho. Antes garabateaba notas en fichas de cartulina, también de cuadraditos; ahora he decidido repetirlo todo de un tirón. No sé muy bien para qué. Desde luego no para que le resulte edificante a mi descendencia. Si me muriese de repente ahora mismo, de un infarto o de una embolia cerebral, y mis secretarias cogieran la llave y abriesen este cajón, sería un trauma para las pobres, y también para mi mujer: con las fichas de cartulina ya iban servidas. Tendrán que quemarlo todo corriendo para evitar el escándalo. A mí me da lo mismo; estaré muerto. Y, a fin de cuentas, incluso aunque me dirija a vosotros, no es para vosotros para quienes escribo.</span></div><span style="font-family: inherit;"> <br />
(...) <br />
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Es posible que os preguntéis cómo vine a parar a los encajes. Ya que distaba mucho de verme predestinado al comercio. Estudié derecho y economía política, soy doctor en derecho; en Alemania forman parte legalmente de mi apellido las letras <i>Dr. jur. </i>Pero es cierto que, después de 1945, las circunstancias más bien me impidieron alegar ese título. Si de verdad queréis saberlo todo, también distaba mucho de verme predestinado al derecho: de joven, lo que más deseaba era estudiar literatura y filosofía. Pero no me dejaron; otro triste episodio de mi <i>novela familiar, </i>quizá vuelva sobre ello. Debo, no obstante, admitir que para el encaje el derecho es de más utilidad que la literatura. Así fue, más o menos, como sucedieron las cosas. Cuando por fin acabó todo, conseguí venirme a Francia y hacerme pasar por francés; no era demasiado difícil en vista del caos que imperaba a la sazón; regresé con los deportados; no hacían demasiadas preguntas. La verdad es que hablaba un francés impecable, porque soy de madre francesa. Pasé diez años de mi infancia en Francia, hice el bachillerato elemental, y el bachillerato superior en el liceo, y los cursos de ingreso en la universidad, e incluso dos años de estudios superiores en la Escuela Libre de Ciencias Políticas (ELSP) y, como me crié en el sur, hasta tenía mi poquito de acento meridional; de todas formas, nadie se fijaba en nada, era un auténtico follón; al llegar a Orsay, me recibieron con un rancho y también con unos cuantos insultos; debo decir que no intenté hacerme pasar por un deportado sino por un trabajador del Servicio del Trabajo Obligatorio (STO), y eso a los gaullistas no es que les entusiasmara, así que se metieron un poco conmigo, y también con los demás infelices, y luego nos soltaron; para nosotros no hubo Hotel Lutetia, sino la libertad. No me quedé en París porque allí conocía a demasiadas personas, y de esas a las que no había que conocer; me fui a provincias y viví acá y acullá, de chapuzas. Y luego las cosas se fueron calmando. Dejaron enseguida de fusilar a la gente; pronto, no se molestaron ya ni en meterla en la cárcel. Así que anduve haciendo investigaciones y no tardé en dar con un hombre a quien conocía. Se las había apañado bien; había pasado de una administración a otra sin baches; como hombre previsor que era, había tenido buen cuidado de no alardear de los servicios que nos había prestado. Al principio, no quería recibirme; pero cuando, por fin, cayó en la cuenta de quién era yo, se dio cuenta de que no le quedaba más remedio. No puedo decir que fuera una entrevista agradable: había una clara sensación de apuro y de incomodidad. Pero se percataba perfectamente de que teníamos intereses comunes: yo, encontrar trabajo, y él, conservar el suyo. Tenía un primo por el norte, un ex intermediario que intentaba volver a poner en marcha una empresa pequeña con tres Leavers que había conseguido de una viuda en quiebra. Ese hombre me contrató; mi cometido era viajar y hacer de corredor para venderle los encajes. Aquel trabajo me horrorizaba; al fin conseguí convencerlo de que podría resultarle de más utilidad en el capítulo de la organización. Cierto es que tenía considerable experiencia en aquel ámbito, por más que no pudiera alegarla en mayor medida que mi doctorado. La empresa fue a más, sobre todo a partir de los años cincuenta, cuando yo reanudé la relación con algunos contactos en Alemania federal y conseguí que se nos abriera el mercado alemán. Habría podido entonces regresar sin problemas a Alemania; muchos de mis antiguos colegas vivían allí con toda tranquilidad; algunos habían cumplido alguna pena corta y a otros ni siquiera los habían molestado. Con mis estudios, podría haber recuperado mi apellido, mi doctorado y pedir una pensión de ex combatiente y de invalidez parcial; nadie se habría fijado. Habría encontrado trabajo enseguida. Pero me preguntaba qué interés tenía en ello. El derecho, en el fondo, no me motivaba más que el comercio, y, además, había acabado por cogerle el gusto al encaje, esa preciosísima y armoniosa creación del hombre. Cuando compramos bastantes telares, mi jefe decidió abrir otra fábrica más y me puso al frente de ella. Y ése es el puesto en que estoy desde entonces, a la espera de la jubilación. Entre tanto, me casé, con cierta repugnancia, no lo puedo negar, pero aquí, en el norte, no queda más remedio, era una forma de afianzar lo que había conseguido. La escogí de buena familia, relativamente guapa, una mujer como es debido, y la dejé preñada enseguida, por aquello de que tuviera algo en que entretenerse. Por desgracia, tuvo mellizos, debía de ser cosa de familia, de la mía quiero decir; yo con un solo mocoso habría tenido más que de sobra. Mi jefe me dio un adelanto, me compré una casa confortable, no muy lejos del mar. Y así fue como entré en la burguesía. En cualquier caso, era lo mejor que podía hacer. Después de todo lo que había pasado, necesitaba más que ninguna otra cosa tranquilidad y costumbres regulares. Mi trayectoria vital les había quebrado los huesos a mis sueños de juventud; y mis angustias se habían ido consumiendo de una punta a otra de la Europa alemana. Salí de la guerra como un hombre hueco, sólo con amargura y con una larga vergüenza, como arena que chirría entre los dientes. Así que una vida que respetase todas las convenciones sociales me venía estupendamente: una ganga confortable, incluso aunque la mire a veces con ironía y otras veces con odio. A este ritmo, espero llegar algún día al estado de gracia de Jéróme Nadal y <i>no tener inclinación por nada que no sea no tener inclinación por nada. </i>Resulta que me estoy volviendo libresco; es uno de mis defectos. Lo siento por la santidad, pero aún no me he liberado de mis defectos. Con mi mujer cumplo aún de vez en cuando, concienzudamente, con poco placer, pero sin asco excesivo tampoco, para tener en casa la fiesta en paz. Y, de tanto en tanto, cuando me marcho en viaje de negocios, me tomo la molestia de recuperar mis antiguos hábitos, pero ya casi no es más que por higiene. Todas esas cosas han perdido mucho interés para mí. El cuerpo de un chico guapo o una escultura de Miguel Ángel, da igual: ya no me cortan el resuello. Es como después de una enfermedad larga, la comida ya no sabe a nada, así que ¿qué más da comer vaca o pollo? Hay que alimentarse, y ya está. A decir verdad, no queda gran cosa que me interese. La literatura quizá, y ni siquiera estoy seguro de que no sea cuestión de costumbre. Quizá por eso estoy escribiendo estos recuerdos; para activar la sangre, para ver si puedo aún sentir algo, si todavía sé sufrir un poco. Curioso ejercicio. <br />
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</span><div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">No obstante, eso del sufrimiento debería serme familiar. Todos los europeos de mi generación pasaron por algo así, pero puedo decir sin falsa modestia que yo estoy más al tanto que la mayoría. Y, además, la gente olvida enseguida. Lo compruebo a diario. Incluso quienes lo presenciaron no usan casi nunca, para referirse a ello, más que pensamientos y frases que son tópicos. No hay más que ver la lamentable prosa de los autores alemanes que hablan de los combates del Este: un sentimentalismo putrefacto, una lengua muerta repugnante. La prosa de Herr Paul Carrell, por ejemplo, un autor que ha tenido éxito en los últimos años. Resulta que conocí a ese Herr Carrell en Hungría, por la época en que se llamaba todavía Paul Cari Schmidt y escribía, bajo la égida de su ministro Von Ribbentrop, sus opiniones auténticas en una prosa llena de vigor que causaba un efecto espléndido: <i>La cuestión judía no es cuestión de humanidad, no es cuestión de religión; es sólo cuestión de higiene política. </i>Ahora, el honorable Herr Carrell-Schmidt ha logrado la considerable hazaña de publicar cuatro tomos insípidos acerca de la guerra en la Unión Soviética sin poner ni una sola vez la palabra <i>judío. </i>Lo sé porque los he leído; me costó, pero soy tozudo. Nuestros autores franceses, los Mabire y otras hierbas, no valen más. Con los comunistas pasa lo mismo, sólo que en la otra punta. ¿Dónde han ido a parar aquellos que cantaban: <i>Niños, afilad los cuchillos en los filos de las aceras? </i>Están callados o están muertos. Charlamos, hacemos dengues, nos enfangamos en una turba desabrida amasada con las palabras <i>gloria, honor, heroísmo; </i>qué cansancio, nadie habla. Es posible que esté siendo injusto, pero me atrevo a esperar que me entendáis. La televisión nos agobia con cifras, cifras impresionantes, con un cero detrás de otro; pero ¿quién de vosotros se detiene a pensar realmente en esas cantidades? ¿Quién de vosotros ha intentado alguna vez ni tan siquiera contar a cuántas personas conoce o ha conocido en la vida y comparar esa cantidad ridicula con las cantidades que oye por la televisión, esos famosos <i>seis millones </i>o <i>veinte millones! </i>Recurramos a las matemáticas. Las matemáticas son muy útiles, dan perspectivas y refrescan la mente. Son, a veces, un ejercicio muy instructivo. Tened un poco de paciencia y prestadme atención. Sólo tomaré en consideración los dos escenarios en que he podido desempeñar un papel, por mínimo que fuera: la guerra contra la Unión Soviética y el programa de exterminación que, de forma oficial, se llamaba en nuestros documentos: «Solución final de la cuestión judía», <i>Endlósung der Judenfrage, </i>por citar tan hermoso eufemismo. En los frentes del Oeste, de todas formas, las bajas fueron relativamente pequeñas. Las cantidades de las que parto son un poco arbitrarias: no me queda más remedio, nadie se pone de acuerdo. En lo referido al conjunto de las bajas soviéticas, me quedo con la cantidad tradicional, que citó Jruschov en 1956: veinte millones, aunque dejando constancia de que Reitlinger, un famoso autor inglés, sólo computa doce y que Erickson, un autor escocés no menos famoso, por no decir más, llega a una cuenta de veintiséis millones por lo bajo; la cifra soviética oficial está pues, de forma bastante clara, en el término medio, millón más o millón menos. En lo tocante a las bajas alemanas -únicamente en la URSS, se entiende, podemos basarnos en la cantidad, aún más oficial y de germánica exactitud, de 6.172.373 soldados en el Este, entre el 22 de junio de 1941 y el 31 de marzo de 1945, cantidad que se contabiliza en un informe interno del OKH (estado mayor del ejército) hallado después de la guerra, pero que incluye los muertos (más de un millón), los heridos (cuatro millones) y los desaparecidos (es decir, muertos, más prisioneros, más prisioneros muertos, alrededor de 1.288.000). Digamos, pues, para no eternizarnos, dos millones de muertos, pues los heridos no nos interesan aquí, contando de forma muy aproximada los cincuenta mil y pico muertos más que hubo entre el 1 de abril y el 9 de mayo de 1945, sobre todo en Berlín, a lo que hay que sumar además el millón de muertos civiles que se calcula que hubo durante la invasión del este de Alemania y los consiguientes desplazamientos de población; o sea, en total, digamos que tres millones. En cuanto a los judíos, hay donde elegir: la cantidad sancionada, incluso aunque poca gente sepa de dónde sale, es de seis millones (fue Hóttl quien dijo en Núremberg que se lo había dicho Eichmann; pero Wisliceny, por su parte, afirmó que Eichmann les dijo cinco millones a sus colegas; y el propio Eichmann, cuando los judíos pudieron al fin preguntárselo en persona, dijo que entre cinco y seis millones, pero que seguramente cinco). El doctor Korherr, que reunía estadísticas para el Reichsführer-SS Heinrich Himmler, llegó a la cifra de algo menos de dos millones a 31 de diciembre de 1942, pero admitía, cuando pude hablarlo con él en 1943, que sus cantidades de partida no eran demasiado fiables. Y, por fin, el muy respetado profesor Hilberg, especialista en el tema y poco sospechoso de puntos de vista parciales, o al menos pro alemanes, llega, al cabo de una minuciosa demostración de diecinueve páginas, a la cantidad de 5.100.000, lo cual corresponde grosso modo a lo que opinaba el difunto <em>Obersturmbannführer</em> Eichmann. Quedémonos, pues, con la cifra del profesor Hilberg, con lo que, recapitulando, tenemos:</span></div><span style="font-family: inherit;"> <br />
Muertos soviéticos………….20 millones <br />
Muertos alemanes…………..3 millones <br />
Subtotal (guerra del Este)…23 millones <br />
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<em>Endlösung </em><span lang="ES-MODERN">………..</span><span lang="ES">5,1 millones</span></span></span><span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;"> Total………………………..26,6 millones. </span><br />
<span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;"></span></div><span style="font-family: inherit;"> No hay que olvidar que 1,5 millones de judíos se contaron también como muertos soviéticos («Ciudadanos soviéticos muertos por el invasor fascista», como indica de forma tan discreta el extraordinario monumento de Kiev).</span><br />
<span style="font-family: inherit;"> <span lang="ES-MODERN"></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: inherit;">Ahora, las matemáticas. El conflicto con la URSS duró desde el 22 de junio de 1941 a las tres de la mañana hasta, de forma oficial, el 8 de mayo de 1945 a las 23:01, lo que nos da tres años, diez meses, dieciséis días, veinte horas y un minuto; es decir, redondeando, 46,5 meses, 202,42 semanas, 1.417 días, 34.004 horas o 2..040.241 minutos (contando el minuto de propina). En cuanto al programa llamado de «Solución final», nos quedaremos con las mismas fechas; anteriormente no había aún nada decidido ni sistematizado y las bajas judías fueron fortuitas. Relacionemos ahora estas dos series de cifras: los alemanes tuvieron 64.516 muertos mensuales, es decir, 14.821 muertos semanales, es decir, 2.117 muertos diarios, es decir, 88 muertos cada hora, es decir, 1,47 muertos cada minuto; se trata de la media para todos los minutos de todas las horas de todos los días de todas las semanas de todos los meses de todos los años, durante tres años, diez meses, dieciséis días, veinte horas y un minuto. A los judíos les salen, incluyendo los judíos soviéticos, alrededor de 109.677 muertos mensuales, es decir, 2,5.195 muertos semanales, es decir, 3.599 muertos diarios, es decir, 150 muertos cada hora, es decir, 2,5 muertos cada minuto en un período idéntico. Por parte soviética, en fin, tenemos unos 430.108 muertos mensuales, 98.804 muertos semanales, 14.114 muertos diarios, 588 muertos cada hora, o bien, 9,8 muertos cada minuto, en un período idéntico. Es decir, en cuanto al total global en mi campo de actividad, unas medias de 572.000 muertos mensuales, 121.410 muertos semanales, 18.772 muertos diarios, 782 muertos cada hora y 13,04 muertos cada minuto, todos los minutos de todas las horas de todos los días de todas las semanas de todos los meses de todos y cada uno de los años del período contemplado; es decir, recordémoslo, tres años, diez meses, dieciséis días, veinte horas y un minuto. Que quienes se hayan burlado de ese minuto de propina, un tanto pedante cierto es, piensen que no deja de ser una media de 13,04 muertos más, y que se imaginen, si pueden, a 13 personas de su entorno muertas en un minuto. Puede también calcularse el intervalo de tiempo entre cada muerto, lo que nos da una media de un muerto alemán cada 40,8 segundos, un muerto judío cada 124 segundos y un muerto bolchevique (contando a los judíos soviéticos) cada 6,12 segundos, y eso para el período ya citado en conjunto. Estáis ahora en condiciones de realizar, basándoos en esas cantidades, ejercicios de imaginación concretos. Coged un reloj, por ejemplo, y empezad a contar: un muerto, dos muertos, tres muertos, etcétera, cada 4,6 segundos (o cada 6,12 segundos, o cada 24 segundos, o cada 40,8 segundos, si tenéis una preferencia determinada), intentando ver, como si los tuvierais ahí delante, en fila, a esos uno, dos, tres muertos. Ya veréis qué ejercicio tan bueno de meditación es. O tomad otra catástrofe más reciente, que os haya afectado mucho, y comparad. Por ejemplo, si sois franceses, pensad en vuestra aventurilla argelina, que tanto traumatizó a vuestros conciudadanos. Perdisteis en ella a 25.000 hombres en siete años, incluidos los accidentes: el equivalente de algo menos de un día y trece horas de muertos en el frente del Este; o de alrededor de siete días de muertos judíos. Por supuesto que no contabilizo los muertos argelinos: como nunca, como quien dice, los mencionáis ni en vuestros libros ni en vuestros programas, no deben de contar gran cosa para vosotros. Y eso que matasteis a diez por cada uno de vuestros muertos, que es un esfuerzo muy honroso incluso comparado con el nuestro. Aquí me quedo; podríamos seguir mucho rato; os animo a que sigáis solos, hasta que se os abra el suelo bajo los pies. Yo no lo necesito: hace ya mucho que tengo el pensamiento de la muerte <i>más cerca de mí que mi vena yugular, </i>como dice esa hermosa frase del Corán. Si en alguna ocasión consiguierais hacerme llorar, mis lágrimas os quemarían el rostro como el vitriolo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">La conclusión de todo esto, si me permitís otra cita, la última, lo prometo, es, como tan bien decía Sófocles: <i>Lo que debes preferir a todo lo demás es no haber nacido. </i>Por lo demás, Schopenhauer escribía más o menos lo mismo: <i>Más valdría que no hubiera nada. Como hay más dolor que placer en la tierra, cualquier satisfacción no es sino transitoria, y crea nuevos deseos y nuevas desesperaciones, y la agonía del animal devorado es mayor que el placer del que lo devora. </i>Sí, ya sé, son dos citas, pero se trata de la misma idea: en verdad que vivimos en el peor de los mundos posibles. Por supuesto, ya se ha acabado la guerra. Y, además, hemos aprendido la lección; no volverá a suceder. Pero ¿estáis completamente seguros de que hayamos aprendido la lección? ¿Estáis seguros de que no volverá a suceder? ¿Estáis ni tan siquiera seguros de que se haya acabado la guerra? En cierto modo, la guerra nunca se acaba, o, si no, no se habrá acabado hasta que entierren sano y salvo al último niño nacido el último día de lucha, e incluso entonces proseguirá en sus hijos, y en los hijos de sus hijos, hasta que por fin la herencia se diluya un tanto, los recuerdos se deshilachen y el dolor mengüe, incluso si en ese momento ya nadie se acuerda de nadie desde hace muchísimo, y todo se considera ya historias pasadas, que no valen ni para meterles miedo a los niños, y menos aún a los hijos de los muertos y a quienes habrían deseado estarlo, estar muertos, quiero decir.</span></div><span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Adivino qué estáis pensando: pero qué hombre más malo, os decís, un hombre perverso, un sinvergüenza, vamos, se lo mire por donde se lo mire, que debería estar pudriéndose en la cárcel en vez de soltarnos esa filosofía suya tan confusa de ex fascista a medio arrepentir. En lo del fascismo, no hay que confundir las cosas, y en lo de mi responsabilidad penal, no prejuzguéis, que todavía no os he contado mi historia; en cuanto a lo de mi responsabilidad moral, permitidme unas cuantas consideraciones. Con frecuencia han comentado los filósofos políticos que, en tiempos de guerra, el ciudadano, el ciudadano varón al menos, pierde uno de sus derechos más elementales, el de vivir, y eso desde los tiempos de la Revolución Francesa y la invención del reclutamiento, que es ahora un principio universalmente admitido o casi. Pero pocas veces han dejado constancia de que ese ciudadano pierde al mismo tiempo otro derecho, no menos elemental y más vital quizá incluso para él en lo tocante a la idea que se hace de sí mismo en tanto en cuanto hombre civilizado: el derecho a no matar. Nadie nos pide opinión. El hombre que está a pie firme junto a la fosa común no ha pedido, en la mayor parte de los casos, estar en ese sitio, de la misma forma que tampoco lo ha pedido el que se halla tendido, muerto o moribundo, dentro de esa misma fosa. Me diréis que matar a otro militar en combate no es lo mismo que matar a un civil desarmado; las leyes de la guerra permiten aquello, pero no esto; y otro tanto sucede con la ética al uso. Un buen argumento en términos abstractos, desde luego, pero que no tiene en cuenta en absoluto las condiciones del conflicto en cuestión. La distinción totalmente arbitraria que se crea, acabada la guerra, entre, por una parte «las operaciones militares», equiparables a las de cualquier otro conflicto, y, por otra, «las atrocidades» al frente de las cuales se halla una minoría de sádicos y de trastornados, es, como espero demostrar, una ilusión que consuela a los vencedores, si los vencedores son occidentales, debería especificar, pues los soviéticos, pese a la retórica que se gastan, siempre entendieron de qué iba la cosa: a Stalin, después de mayo de 1945 y tras los primeros aspavientos para la galería, le importaba un bledo una ilusoria «justicia»; quería cosas firmes y concretas, esclavos y materiales para volver a levantar y a construir, nada de remordimientos ni de lamentaciones, pues sabía tan bien como nosotros que los muertos no se enteran de los llantos y que los remordimientos nunca le han puesto alubias al potaje. No defiendo la <i>Befeblnotstand, </i>el sometimiento a las órdenes que tanto gusta a nuestros buenos abogados alemanes. Lo que hice, lo hice con pleno conocimiento de causa, convencido de que era mi deber y de que era necesario hacerlo, por desagradable y triste que fuera. También consiste en eso la guerra total: lo civil ya no existe, y entre el niño judío que muere en la cámara de gas o fusilado y el niño alemán a quien matan las bombas incendiarias no hay sino una diferencia de medios: esas dos muertes eran inútiles por igual, ninguna de las dos abrevió la guerra ni un segundo, pero en ambos casos el hombre o los hombres que los mataron creían que era justo y necesario; si se equivocaron ¿a quién hay que condenar? Esto que digo sigue siendo cierto incluso si se hace una distinción artificial entre la guerra y lo que el abogado judío Lempkin bautizó con el nombre de genocidio, e indico que, al menos en nuestro siglo, nunca ha habido aún un genocidio sin guerra y que, al igual que la guerra, se trata de un fenómeno colectivo: el genocidio moderno es un proceso que las masas hacen padecer a las masas y por las masas. Es también, en el caso que nos ocupa, un proceso segmentado por las exigencias de los procedimientos industriales. De la misma forma que, según Marx, el obrero está alienado en lo referido al producto de su trabajo, en el genocidio o en la guerra total en su forma moderna, el ejecutante está alienado respecto al producto de su acción. Esto es válido incluso para el caso de un hombre que apoye el fusil en la cabeza de otro hombre y apriete el gatillo. Pues a la víctima la trajeron otros hombres y su muerte la decidieron otros diferentes y también el que dispara sabe que no es sino el último eslabón de una cadena larguísima y que no tiene que hacerse más preguntas que las que se hace el miembro de un pelotón que, en la vida civil, ejecuta a un hombre que las leyes han condenado como es debido. Quien dispara sabe que es el azar el que determina que dispare él, que un compañero acordone y otro más conduzca el camión. Como mucho, podrá intentar cambiarles el sitio al guardián o al conductor. Otro ejemplo, sacado de la abundante literatura histórica más que de mi experiencia personal: el del programa de exterminación de los inválidos y los enfermos mentales, llamado «Eutanasis» o «T-4», que se creó dos años antes que el programa «Solución final». En ese programa, a los enfermos, seleccionados mediante disposiciones legales, los recibían en un edificio unas enfermeras profesionales que registraban la entrada y los desnudaban; unos médicos los examinaban y los llevaban a un cuarto cerrado; un operario abría el gas; otros, limpiaban; un policía extendía el certificado de defunción. Cuando, después de la guerra, interrogaron a esas personas, todas dijeron: «¿Culpable yo?». La enfermera no mató a nadie, se limitó a desnudar y a tranquilizar a unos enfermos, gestos habituales en su profesión. El médico tampoco mató a nadie; sencillamente confirmó un diagnóstico, ateniéndose a criterios fijados por otras instancias. El peón que abre la llave del gas, esa persona que es, pues, la que se halla más próxima en el tiempo y en el espacio al asesinato, realiza una operación técnica bajo el control de sus superiores y de los médicos. Los obreros que vacían el cuarto realizan una indispensable tarea de saneamiento, y muy repugnante además. El policía sigue el procedimiento reglamentario, que es dejar constancia de un fallecimiento y de que ha sucedido sin vulnerar las leyes vigentes. ¿Quién es culpable, pues? ¿Todos o nadie? ¿Por qué iba a ser más culpable el operario encargado del gas que el operario encargado de las calderas, el jardín o los vehículos? Igual sucede con todas las facetas de esa gigantesca empresa. ¿Es culpable, por ejemplo, el guardagujas del ferrocarril de la muerte de los judíos a quienes encarriló hacia un campo? Ese obrero es un funcionario, lleva veinte años haciendo el mismo trabajo. Desvía los trenes ateniéndose a una disposición, no tiene por qué saber qué hay dentro de esos trenes. No tiene culpa de que transporten a los judíos, mediante el cambio de agujas que él hace, de un punto A a un punto B, en donde los matan. Y, sin embargo, ese guardagujas desempeña un papel crucial en el trabajo de exterminio: sin él, el tren de judíos no puede llegar al punto B. Otro tanto sucede con el funcionario a cuyo cargo está requisar pisos para los damnificados por los bombardeos, con el impresor que prepara los avisos de deportación, con el proveedor que vende hormigón o alambre de espino a las SS, con el suboficial de intendencia que provee de gasolina a un Teilkommando de la SP y con Dios, allá en los cielos, que permite todo lo dicho. Por supuesto que pueden establecerse grados de responsabilidad penal relativamente exactos que permiten condenar a unos y dejar a todos los demás que se las arreglen con sus conciencias, en el supuesto de que las tengan; es tanto más fácil cuanto que se redactan las leyes después de ocurridos los hechos, como en Núremberg. Pero incluso ahí se hicieron las cosas un tanto manga por hombro. ¿Por qué ahorcaron a Streicher, ese paleto impotente, y no al macabro Von dem Bach-Zelewski? ¿Por qué ahorcaron a mi superior, Rudolf Brandt, y no al de él, Wolff? ¿Por qué ahorcaron al ministro Frick y no a su subordinado Stuckart, que le hacía todo el trabajo? Un hombre feliz, ese Stuckart, que nunca se manchó las manos más que de tinta, nunca de sangre. Que quede claro, una vez más: no intento decir que yo no sea culpable de tal o cual hecho. Soy culpable, y vosotros no, estupendo. Pero, pese a todo, deberíais ser capaces de deciros que lo que yo hice vosotros lo habríais hecho también. A lo mejor con menos celo, aunque quizá también con menos desesperación, pero, en cualquier caso, de una forma o de otra. Creo que puedo afirmar como hecho que ha dejado establecido la historia moderna que todo el mundo, o casi, en un conjunto de circunstancias determinado, hace lo que le dicen; y habréis de perdonarme, pero hay pocas probabilidades de que vosotros fuerais la excepción, como tampoco lo fui yo. Si habéis nacido en un país y en una época en que no sólo nadie viene a mataros a la mujer y a los hijos sino que, además, nadie viene a pediros que matéis a la mujer y a los hijos de otros, dadle gracias a Dios e id en paz. Pero no descartéis nunca el pensamiento de que a lo mejor tuvisteis más suerte que yo, pero que no sois mejores. Pues si tenéis la arrogancia de creer que lo sois, ahí empieza el peligro. Nos gusta eso de oponer el Estado, totalitario o no, al hombre vulgar, chinche o junco. Pero nos olvidamos entonces de que el Estado se compone de hombres, más o menos vulgares todos ellos, cada cual con su vida, su historia, la serie de casualidades que hicieron que un día se encontrara del lado bueno del fusil o de la hoja de papel, mientras que otros se encontraban del lado malo. Muy pocas veces ha escogido uno ese itinerario, ni siquiera hay una predisposición a seguirlo. A las víctimas, en la inmensa mayoría de los casos, nunca las torturaron o las mataron porque eran buenas, y sus verdugos no las torturaron porque fuesen malos. Pensar eso sería un tanto ingenuo, y basta con tratarse con cualquier burocracia, incluso la de la Cruz Roja, para convencerse de ello. Por lo demás, Stalin hizo una demostración elocuente de esto que estoy diciendo, al convertir a cada generación de verdugos en víctimas de la generación siguiente, sin que por ello careciera nunca de verdugos. Ahora bien, la maquinaria del Estado está hecha de la misma aglomeración de arena deleznable que aquello que muele, grano a grano. Existe porque todo el mundo está de acuerdo en que exista, y lo están incluso, con gran frecuencia, y hasta el último minuto, sus víctimas. Sin los Hóss, los Eichmann, los Goglidze, los Vychinski, pero también sin los guardagujas, los fabricantes de hormigón y los contables de los ministerios, un Stalin o un Hitler no son sino un odre henchido de odio y de terrores estériles. Ahora es ya un tópico decir que la inmensa mayoría de las personas que organizaron los procesos de exterminio no eran sádicos o seres anormales. Sádicos y trastornados los hubo, por supuesto, como en todas las guerras, y cometieron atrocidades indecibles, es la verdad. Es también verdad que las SS habrían podido intensificar los esfuerzos para controlar a esa gente, aunque hizo más de lo que suele creerse; y no está claro que pudiera, que se lo pregunten a los generales franceses, que estaban bien fastidiados en Argelia con aquellos oficiales suyos, alcohólicos, violadores y asesinos. Pero no es ése el problema. Trastornados los hay en todas partes y en todas las épocas. Nuestros tranquilos barrios periféricos rebosan de pedófilos y de psicópatas; nuestros albergues nocturnos, de megalómanos rabiosos; algunos se convierten en un problema, efectivamente; matan a dos, a tres, a diez, incluso a cincuenta personas, y, a continuación, ese mismo Estado que los utilizaría, sin un parpadeo, en una guerra, los aplasta como a mosquitos atiborrados de sangre. Esos hombres enfermos no tienen importancia. Pero los hombres corrientes que forman el Estado -sobre todo en tiempos de inestabilidad-, ésos son el auténtico peligro. El auténtico peligro para el hombre soy yo, y sois vosotros. Y si no estáis convencidos, para qué seguir leyendo. No entenderéis nada y os irritaréis sin provecho ni para vosotros ni para mí.</span></div><span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Como la mayor parte de la gente, no pedí convertirme en asesino. Si hubiera estado en mi mano, ya lo he dicho, me habría dedicado a la literatura. A escribir, si hubiera tenido talento para ello, y, si no, a la enseñanza quizá; en cualquier caso, a vivir entre cosas hermosas y serenas, las mejores creaciones de la voluntad humana. ¿Quién elige el asesinato por voluntad propia, a menos que esté loco? Y, además, me habría gustado tocar el piano. Un día, en un concierto, una señora de cierta edad se inclinó hacia mí: «¿Es usted pianista, ¿no?».<span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Por desgracia, no, señora», tuve que contestarle con gran sentimiento por mi parte. Incluso ahora, cuando ni toco el piano ni lo tocaré nunca, es algo que me indigna, a veces más incluso que las cosas espantosas, que el río negro de mi pasado que me lleva a través de los años. La verdad es que no me lo puedo ni creer. Cuando aún era pequeño, mi madre me compró un piano. Creo que fue cuando cumplí nueve años. O cuando cumplí ocho. En cualquier caso antes de que nos fuéramos a vivir a Francia con el Moreau aquel. Hacía meses y meses que se lo pedía por favor. Soñaba con ser pianista, un gran concertista; bajo mis dedos, catedrales, livianas como pompas de jabón. Pero no teníamos dinero; mi padre se había ido desde hacía algún tiempo; sus cuentas estaban inmovilizadas (de eso me enteré mucho más adelante) y mi madre se las tenía que apañar. Pero para eso encontró el dinero; no sé cómo; ahorró, o pidió prestado, quizá llegó incluso a prostituirse, no lo sé y no tiene importancia. Seguramente se le ocurrió ambicionar cosas para mí, quería cultivar mis talentos. Así que el día de mi cumpleaños nos trajeron el piano, un piano recto estupendo. Incluso de segunda mano debía de haber costado caro. Yo estaba maravillado al principio. Empecé a dar clases, pero, como no progresaba, me aburrí enseguida y lo fui dejando. Lo que yo me había imaginado no era andar haciendo escalas; era como todos los niños. Mi madre no se atrevió nunca a reprocharme mi ligereza y mi pereza; pero me doy cuenta a la perfección de que debió de reconcomerle todo aquel despilfarro de dinero. Ahí se quedó el piano, cogiendo polvo; a mi hermana le interesaba tan poco como a mí; me olvidé de él y apenas si me enteré cuando mi madre acabó por venderlo, perdiendo dinero seguramente. Nunca quise de verdad a mi madre, e incluso la aborrecí; pero ese incidente me apena por ella. Y también tuvo cierta culpa. Si hubiera insistido, si hubiera sabido ser severa cuando era menester, yo habría podido aprender a tocar el piano y habría sido una gran alegría para mí, un refugio seguro. Tocar sólo para mí, en casa; me habría sentido colmado. Desde luego que oigo música con frecuencia, y me encanta, pero no es lo mismo, es algo que la sustituye. Igual que sucede con mis amores masculinos: la verdad, y no me avergüenza decirlo, es que seguramente habría preferido ser mujer. No forzosamente una mujer viva y activa en este mundo, una esposa, una madre; no, sino una mujer desnuda, echada boca arriba, con las piernas abiertas, aplastada bajo el peso de un hombre, aferrada a él, penetrada por él, ahogada en él, convirtiéndome en ese mar ilimitado donde él también se ahoga, placer sin fin y también sin principio. Pero no fue así. En vez de eso, me vi de jurista, de funcionario de la seguridad, de oficial SS y, luego, de director de una fábrica de encajes. Es triste, pero es así.</span></span></div><span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;">Lo que acabo de escribir es cierto, pero también es cierto que amé a una mujer. Sólo a una, pero más que a nada en el mundo. Y resulta que ésa era precisamente la que tenía prohibida. Podemos pensar, con mucha probabilidad de no equivocarnos, que al soñar en ser mujer, al soñarme un cuerpo de mujer, la seguía buscando a ella, quería acercarme a ella, quería ser como ella, quería ser ella. Es totalmente plausible, aunque eso no cambie nada. A los individuos con los que me acosté no los quise nunca, ni a uno solo, los utilicé, utilicé sus cuerpos, y ya está. Pero el amor de ella le habría bastado a mi vida. No os burléis de mí: ese amor es sin duda lo único bueno que he hecho. Pensaréis que todo eso puede parecer un tanto extraño en un oficial de la <i>Schutzstaffel. </i>Pero ¿por qué un SS-<em>Obersturmbannführer</em> no iba a tener vida interior, deseos, pasiones, como cualquier otro hombre? Hubo cientos de miles de nosotros a quienes aún miráis como a criminales: entre ellos, como entre todos los seres humanos, hubo hombres vulgares, sí, pero también hombres poco corrientes, artistas, hombres del mundo de la cultura, neuróticos, homosexuales, hombres enamorados de su madre. ¿Qué sé yo qué más? ¿Y por qué no? Ninguno era más característico que cualquier otro hombre en cualquier profesión. Hay hombres de negocios a quienes les gustan el vino bueno y los puros, hombres de negocios a quienes les obsesiona el dinero, y también hombres de negocios que se meten un consolador en el culo para ir a la oficina y ocultan, bajo los temos, tatuajes obscenos: son cosas que nos parecen normales; ¿por qué no iba a suceder lo mismo en las SS o en la Wehrmacht? Nuestros médicos militares se encontraban con mucha mayor frecuencia de lo que se supone con ropa interior femenina cuando cortaban los uniformes a los heridos. Afirmar que yo no era un prototipo no quiere decir nada. Vivía, tenía un pasado, un pasado cargado y gravoso, pero son cosas que suceden, y lo llevaba a mi manera. Luego llegó la guerra; yo tenía jefes y me encontré en el núcleo de cosas horribles, de atrocidades. No había cambiado, seguía siendo el mismo hombre, no había resuelto mis problemas, aunque la guerra me creó problemas nuevos, aunque esos espantos me transformaron. Hay hombres para quienes la guerra, o incluso el asesinato, son una solución, pero yo no soy de ésos; para mí, como para la mayoría de las personas, la guerra y el asesinato son una pregunta, una pregunta sin respuesta, porque cuando alguien grita en la oscuridad, nadie contesta. Y una cosa trae la otra: empecé sirviendo; luego, por la presión de los acontecimientos, acabé por salirme de ese marco; pero todo esto va unido, unido de forma estrecha e íntima: es imposible decir que, si no hubiera habido guerra, yo habría llegado de todas formas a extremos así. A lo mejor había sucedido; pero a lo mejor no; a lo mejor había dado con otra solución. No se puede saber. Eckhart escribió: <i>Un ángel en el Infierno vuela en su propia nubecita de Paraíso. </i>Siempre entendí que lo contrario también debía de ser cierto, que un demonio en el Paraíso volaría dentro de su propia nubecita de Infierno. Pero no creo ser un demonio. Para lo que hice, siempre hubo razones, buenas o malas, no lo sé; en cualquier caso, razones humanas. Los que matan son hombres, como también lo son los muertos; eso es lo terrible. Nunca podemos decir: no mataré nunca, es imposible; como mucho, podemos decir: espero no matar. Yo también lo esperaba; yo también quería vivir una vida buena y provechosa; ser un hombre entre los hombres, igual a los demás; yo también quería poner mi piedra en la obra común. Pero no se cumplió esa esperanza, y utilizaron mi sinceridad para realizar una obra que resultó ser mala y malsana, y <i>crucé las sombrías orillas, </i>y toda esa maldad se me metió en la vida y no existe reparación posible, y nunca la habrá. Tampoco las palabras sirven para nada, desaparecen como el agua en la arena, y esa arena me llena la boca. Vivo, hago lo que es factible, eso es lo que hace todo el mundo, soy un hombre como los demás, soy un hombre como vosotros. ¡Venga, si os digo que soy como vosotros!</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Un segundo extracto, la charla del oficial de las SS Max Aue con un prisionero ruso durante el cerco de Stalingrado, en la que el ruso, viejo y duro bolchevique convencido, establece las similitudes entre los regímenes soviético y nacionalsocialista, y que, aunque desde otra perspectiva, tiene el eco de aquel </span><a href="http://drogoliticas.blogspot.com/2011/09/vida-y-destino-de-vasili-grossman.html"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">otro diálogo de <em>Vida y destino</em></span></a><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">.</span><br />
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<span lang="ES" style="font-family: inherit;">(...)</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: inherit;">Tal es ciertamente la inmensa ventaja que tienen sobre los débiles esos a quienes llamamos fuertes: la angustia, el temor, las dudas socavan por igual a unos y a otros, pero aquéllos lo saben y lo padecen, mientras que éstos no lo ven y, para reforzar aún en mayor medida el muro que los ampara de ese vacío insondable, se revuelven contra los primeros, cuya fragilidad demasiado visible es una amenaza para su frágil aplomo. Así es cómo los débiles suponen una amenaza para los fuertes e incitan a esa violencia y ese crimen que se les vienen encima sin compasión. Y hasta que no les toca a ellos que la violencia ciega e irresistible se les venga encima, a los fuertes no se les agrieta el muro de la certidumbre; sólo entonces caen en la cuenta de lo que les espera y ven que están acabados. Y eso era lo que les estaba pasando a todos esos hombres del 6.° Ejército, tan orgullosos, tan arrogantes cuando aplastaban a las divisiones rusas, expoliaban a los civiles, eliminaban a los sospechosos como se aplastan unas moscas: ahora, lo que los estaba matando, no menos que la artillería, que los francotiradores soviéticos, que el frío, las enfermedades y el hambre, era la lenta ascensión de la marea interior. También en mí ascendía, agria y maloliente como la mierda de olor dulzón que me salía a chorros de las tripas. Una curiosa charla que me preparó Thomas me lo demostró de forma flagrante: «Me gustaría que hablaras con alguien», me pidió, asomando la cabeza en el cuchitril que me hacía las veces de despacho. Y eso ocurría, tengo plena seguridad de ello, el último día del año 1942. «¿Con quién?</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: inherit;"></span><br />
<div align="JUSTIFY"><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Con un <i>politruk </i>a quien detuvieron ayer cerca de las fábricas. Ya lo han exprimido todo lo que han podido, el Abwehr también, pero me he dicho que sería interesante que hablaras con él de ideología, para tener una idea de qué les anda rondando por la cabeza, estos días, a los del otro lado. Tú tienes una forma de pensar sutil y lo harás mejor que yo. Habla alemán muy bien.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Si te parece que puede ser útil.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No pierdas tiempo con las cuestiones militares, que de eso se han ocupado ya.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿Y ha dicho algo?» Thomas se encogió de hombros con una sonrisa apacible: «No del todo. Ya no es muy joven que digamos, pero es duro de pelar. A lo mejor seguimos luego con él».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Ah, ya entiendo. Quieres que lo ablande.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Eso mismo. Dale buenas razones. Háblale del porvenir de sus hijos.» Uno de los ucranianos me trajo al hombre con las esposas puestas. Llevaba la chaquetilla corta de las unidades de carros de combate, grasienta y con la manga derecha desgarrada en la sisa; tenía un lado de la cara completamente despellejado, como en carne viva; del otro lado, una contusión morada le cerraba casi el ojo; pero debía de ir recién afeitado cuando lo cogieron. El ucraniano lo tiró de mala manera encima de una sillita escolar, ante mi escritorio. «Quítale las esposas -le ordené-. Y vete a esperar al pasillo.» El ucraniano se encogió de hombros, le quitó las esposas y se fue. «Son simpáticos nuestros traidores nacionales, ¿verdad?», dijo el hombre, en tono de guasa. Pese al acento, hablaba un alemán que se entendía bien. «Pueden llevárselos cuando se vayan.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No nos vamos a ir», contesté, muy seco.</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Ah, pues mejor. Así nos ahorramos tener que perseguirlos para fusilarlos.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Soy el Hauptsturmführer doctor Aue -dije-. ¿Y usted?» Me hizo una leve reverencia, sin levantarse. «Pravdin, Ilia Semionovich, para servirle.» Saqué una de mis últimas cajetillas: «¿Fuma?». Sonrió y vi que le faltaban dos dientes: «¿Por qué los polis siempre le dan a uno cigarrillos? Siempre que me han detenido, me han dado cigarrillos. Dicho lo cual, no se lo voy a despreciar». Le alargué uno y se inclinó hacia delante para que se lo encendiera. «¿Qué graduación tiene?», le pregunté. Soltó una larga bocanada de humo con un suspiro de satisfacción: «Sus soldados se mueren de hambre, pero ya veo que los oficiales todavía tienen cigarrillos buenos. Soy comisario de regimiento. Pero hace poco nos pusieron grados militares y me dieron el de teniente coronel».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Pero usted es miembro del Partido, y no oficial del Ejército Rojo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Exactamente. ¿Y usted? ¿Usted es también de la Gestapo?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Del SD. No es exactamente lo mismo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Estoy al tanto de la diferencia. He interrogado ya a bastantes de los suyos.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿Y cómo es que un comunista como usted se ha dejado capturar?» Se le ensombreció la expresión: «Durante un asalto, explotó un proyectil de obús y me cayeron unos cascotes en la cabeza». Se señaló la parte despellejada de la cara. «Me quedé sin conocimiento. Supongo que mis camaradas me dieron por muerto. Cuando volví en mí, estaba en manos de los suyos. No había nada que hacer», concluyó melancólicamente.</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Un <i>politruk </i>de élite que va a primera línea no suele ser frecuente, ¿no?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Habían matado al comandante y tuve que reunir a los hombres. Pero, en general, estoy de acuerdo con usted: los hombres no ven lo suficiente en la línea de fuego a los responsables del Partido. Algunos abusan de sus privilegios. Pero ya remediaremos esos abusos.» Se tocaba con cuidado, con las yemas de los dedos, la carne amoratada y magullada alrededor del ojo. «¿Eso también es de la explosión?» Tuvo otra sonrisa desdentada: «No, esto han sido sus colegas. Supongo que ya conoce estos sistemas».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Su NKVD tiene los mismos.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Desde luego. No me quejo.» Hice una pausa. «¿Qué edad tiene, si es que me permite preguntárselo?», dije por fin.</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Cuarenta y dos años. Nací con el siglo, como ese Himmler de ustedes.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Así que vivió usted la Revolución.» Se rió: «¡Pues claro! Soy militante bolchevique desde los quince años. Pertenecí a un soviet de obreros en Petrogrado. ¡No puede imaginarse qué época fue aquélla! Qué vendaval de libertad».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Mucho ha cambiado entonces.» Se quedó pensativo: «Sí, es cierto. Seguramente el pueblo ruso no estaba preparado para una libertad tan inmensa y tan inmediata. Pero ya irá llegando el momento poco a poco. Hay que educarlo primero».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿Y dónde aprendió el alemán?» Volvió a sonreír. «Lo aprendí yo solo, a los dieciséis años, con unos prisioneros de guerra. Luego, el propio Lenin me envió con los comunistas alemanes. ¡Fíjese que conocí a Liebknecht, a Luxemburg! Unas personas extraordinarias. Y, después de la guerra civil, volví varias veces a Alemania, de forma clandestina, para mantener contactos con Thálmann y con otros. Usted no sabe qué vida he tenido. En 1929, hice de intérprete de esos oficiales suyos que venían a entrenarse a la Rusia soviética y a probar sus armas nuevas y sus tácticas nuevas. Aprendimos mucho de ustedes.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Sí, pero no le sacaron provecho. Stalin se cargó a todos los oficiales que habían asumido nuestros conceptos, empezando por Tujachevski.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Echo mucho de menos a Tujachevski. Personalmente, quiero decir. Políticamente, no puedo juzgar a Stalin. Quizá fue una equivocación. También los bolcheviques se equivocan. Pero lo importante es que tenemos fuerza suficiente para purgar con regularidad nuestras propias filas, para eliminar a los que se desvían o a los que se corrompen. Y ésa es una fuerza que a ustedes les falta: su Partido se pudre desde dentro.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«También nosotros tenemos problemas. En el SD lo sabemos mejor que nadie, y trabajamos para mejorar el Partido y el <i>Volk.» </i>Sonrió calmosamente: «En el fondo, nuestros dos sistemas no son tan diferentes. Por lo menos en principio».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Curiosas palabras en labios de un comunista.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No tanto, si lo piensa bien. ¿Qué diferencia hay en el fondo entre el nacionalsocialismo y el socialismo en un solo país?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Y en tal caso, ¿por qué estamos metidos en una lucha a muerte como ésta?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Ustedes lo quisieron, no nosotros. Estábamos dispuestos a algunas contemporizaciones. Pero ha pasado como pasó antiguamente con los cristianos y los judíos: en lugar de unirse al Pueblo de Dios, con el que tenían todo en común, para formar un frente único contra los paganos, los cristianos prefirieron, por envidia seguramente, dejar que los paganizaran y revolverse, para mayor desdicha suya, contra los testigos de la verdad. Y fue un estropicio tremendo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Supongo que, en esa comparación, los judíos son ustedes.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Por supuesto. A fin de cuentas, nos lo copiaron ustedes todo, aunque no haya sido más que caricaturizándolo. Y no me refiero sólo a los símbolos, como la bandera roja y el Primero de Mayo. Hablo de los conceptos que más valora su <i>Weltanschauung.»</i></span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿En qué sentido lo dice?» Empezó a contar con los dedos, al estilo ruso, doblándolos uno a uno a partir del meñique: «En donde el comunismo aspira a una sociedad sin clases, ustedes predican la <i>Volksgemeinschaft, </i>que, en el fondo, es exactamente lo mismo, limitado a sus fronteras. En donde Marx veía al proletario como portador de la verdad, ustedes decidieron que la supuesta raza alemana es una raza proletaria en la que se encarnan el Bien y la ética; por lo tanto, en el lugar de la lucha de clases han puesto la guerra proletaria alemana contra los Estados capitalistas. En economía, sus ideas son también únicamente deformaciones de nuestros valores. Estoy bien enterado de su economía política porque antes de la guerra traducía para el Partido artículos de su prensa especializada. En donde Marx estableció una teoría del valor basado en el trabajo, su Hitler dice: <i>Nuestro marco alemán, que no se apoya en el oro, vale más que el oro. </i>Esta frase, un tanto oscura, la comentó el brazo derecho de Goebbels, Dietrich, quien explicaba que el nacionalsocialismo se había percatado de que la mejor base para una divisa es la confianza en las fuerzas productoras de la Nación y en la dirección del Estado. El resultado es que el dinero se ha convertido para ustedes en un fetiche que representa el poder de producción de su país, es decir, en una aberración total. Las relaciones que mantienen ustedes con sus grandes capitalistas son burdamente hipócritas, sobre todo desde las reformas del ministro Speer: los responsables alemanes siguen preconizando la libre empresa, pero todas las industrias alemanas están sometidas a un plan y tienen un límite del seis por ciento en los beneficios, y el Estado se queda con lo que sobrepasa esa cantidad y, además, con la producción». Dejó de hablar. «También en el nacionalsocialismo hay desviaciones», respondí por fin. Y le expliqué brevemente las tesis de Ohlendorf. «Sí -dijo-, conozco bien sus artículos. Pero él también va descaminado. Porque ustedes no imitan el marxismo, sino que lo pervierten. Poner, en lugar de la clase, la raza, hecho que desemboca en su racismo proletario, es un contrasentido absurdo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No más que la noción que tienen ustedes de la guerra de clases perpetua. Las clases son una circunstancia histórica; aparecieron en un momento dado y desaparecerán de la misma forma, confundiéndose armoniosamente dentro de la <i>Volksgemeinschaft, </i>en vez de zurrarse. Mientras que la raza es un hecho biológico, natural y, por lo tanto, ineludible.» Alzó una mano: «Mire, no insistiré en eso porque es una cuestión de fe y, por lo tanto, las demostraciones lógicas, la razón, no valen para nada. Pero al menos puede usted estar de acuerdo conmigo en un punto: incluso si el análisis de las categorías que intervienen es diferente, nuestras ideologías tienen algo fundamental en común, y es que ambas son esencialmente deterministas: lo suyo es un determinismo racial y lo nuestro un determinismo económico, pero no deja de ser determinismo. Ambos creemos que el hombre no escoge libremente su destino, sino que se lo imponen la naturaleza o la historia. Y ambos sacamos de ello la conclusión de que existen <i>enemigos objetivos, </i>que existen categorías de seres humanos que es legítimo eliminar no por lo que hayan hecho, ni siquiera por lo que hayan pensado, sino por lo que son. Y en esto sólo nos diferencia el establecimiento de las categorías: para ustedes, los judíos, los gitanos, los polacos e incluso creo que los enfermos mentales; para nosotros, los kulakes, los burgueses, los desviacionistas del Partido. En el fondo, es lo mismo; los dos recusamos al <i>homo economicus </i>de los capitalistas, el hombre egoísta, individualista, cuya ilusión de libertad es una trampa, en favor de un <i>homo faber. Not a selfmade man but a made man, </i>podría decirse en inglés; o más bien un hombre por hacer, pues el hombre comunista está por construir, por educar, igual que el perfecto nacionalsocialista de ustedes. Y ese hombre por hacer justifica que liquidemos sin misericordia todo cuanto no se pueda educar y, en consecuencia, justifica al NKVD y la Gestapo, jardineros del cuerpo social que arrancan las malas hierbas y obligan a las buenas a seguir la dirección que les marcan sus tutores». Le di otro cigarrillo y encendí uno para mí: «Tiene usted unas ideas muy abiertas para ser un <i>politruk </i>bolchevique». Rió con cierta amargura: «Es que mis antiguas relaciones, alemanas y no alemanas, no me favorecieron gran cosa. Cuando a uno lo apartan, le queda tiempo para pensar y, sobre todo, coge uno perspectiva».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿Eso es lo que explica que un hombre con un pasado como el suyo esté en una posición tan modesta a fin de cuentas?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Seguramente. Hubo un tiempo, sabe, en que era del entorno de Radek, pero no del de Trotsky, lo que también tiene que ver con que esté ahora aquí. Pero le advierto que haber ascendido tan poco no me molesta. No tengo ambición personal alguna. Sirvo a mi Partido y a mi país y me hace feliz morir por ellos. Pero eso no me quita de pensar.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Pero si cree que nuestros dos sistemas son idénticos, ¿por qué lucha contra nosotros?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¡En ningún momento he dicho que fueran idénticos! Y usted es demasiado inteligente para haber entendido eso. He intentado que viera que la forma en que funcionan nuestras ideologías es parecida. Pero el contenido, por supuesto, es diferente: clase y raza. Desde mi punto de vista, su nacionalsocialismo es una herejía del marxismo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿En qué piensa usted que la ideología bolchevique es superior a la del nacionalsocialismo?»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES"> «En que quiere el bien de toda la humanidad, mientras que la suya es egoísta y sólo quiere el bien de los alemanes. Como no soy alemán, me sería imposible profesarla, incluso aunque quisiera.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Sí, pero si hubiera nacido burgués, como yo, le sería imposible hacerse bolchevique: fueren cuales fueren sus convicciones íntimas, seguiría siendo un <i>enemigo objetivo.»</i></span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Es cierto, pero eso se debe a la educación. Un hijo de burgueses, un nieto de burgueses, si lo educan desde que nace en un país socialista será un buen comunista, un comunista de verdad, por encima de toda sospecha. Cuando sea una realidad la sociedad sin clases, todas las clases se habrán disuelto dentro del comunismo. Y eso, en teoría, vale para el mundo entero, cosa que no sucede con el nacionalsocialismo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«En teoría quizá. Pero no puede demostrarlo y, en realidad, cometen ustedes crímenes atroces en nombre de esa utopía.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No le contestaré diciendo que los crímenes de ustedes son peores. Le diré sin más que, aunque no podemos demostrar a alguien que se niega a creer en la verdad del marxismo lo pertinente de nuestras esperanzas, sí podemos demostrarles, y vamos a hacerlo de forma muy concreta, lo inane de las suyas. Su racismo biológico defiende que las razas son desiguales entre sí, que algunas de ellas son más fuertes y más válidas que otras, y que la más fuerte y la más válida de todas es la raza alemana. Pero cuando Berlín esté como esta ciudad -señaló el techo con el dedo y cuando nuestros valientes soldados acampen en su Unter den Linden, no les quedará más remedio, al menos si es que quieren salvar su fe racista, que admitir que la raza eslava es más fuerte que la raza alemana.» No me inmuté: «Cree sinceramente que, si casi no han podido defender Stalingrado, van a tomar Berlín. Está usted de guasa».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No lo creo, lo sé. Basta con fijarse en los respectivos potenciales militares. Eso sin contar con el segundo frente que nuestros aliados van a abrir en Europa dentro de nada. Están ustedes acabados.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Pelearemos hasta el último cartucho.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Desde luego, pero perecerán pese a todo. Y Stalingrado quedará como símbolo de su derrota. Lo cual será un error. Desde mi punto de vista, la guerra la perdieron ya el año pasado, cuando los detuvimos ante Moscú. Perdimos territorio, ciudades, hombres, todo eso puede sustituirse. Pero el Partido no se ha ido al garete y ésa era la única esperanza que ustedes tenían. Sin eso, incluso aunque hubieran tomado Stalingrado, no habría cambiado nada. Y, además, <i>podrían </i>haber tomado Stalingrado si no hubieran cometido tantos errores, si no nos hubieran subestimado tanto. No era algo inevitable que los derrotásemos aquí y que su <i>6.° </i>Ejército quedara completamente destruido. Pero, y si hubieran ganado en Stalingrado, ¿qué? Nosotros habríamos seguido en Ulianovsk, en Kuibyshev, en Moscú, en Sverdlovsk. Y, al final, les habríamos hecho lo mismo algo más allá. Claro que el símbolo no habría sido igual, no habría sido la ciudad de Stalin. Pero, en el fondo, ¿quién es Stalin? ¿Y qué nos importan a nosotros los bolcheviques, su desmesura y su gloria? A nosotros, que estamos aquí y morimos a diario, ¿qué nos importan sus telefonazos cotidianos a Yukov? No es Stalin quien da a nuestros hombres valor para abalanzarse ante las ametralladoras de ustedes. Claro que se necesita un jefe, se necesita a alguien que lo coordine todo, pero podría haber sido cualquier otro hombre que valiera. Stalin no es más insustituible que Lenin o que yo. Nuestra estrategia aquí ha sido una estrategia de sentido común. Y nuestros soldados, nuestros bolcheviques, habrían sido igual de valientes en Kuibyshev. Pese a todas nuestras derrotas militares, nadie ha vencido a nuestro Partido ni a nuestro pueblo. Ahora las cosas van a ir en sentido contrario. Los suyos están ya empezando a evacuar el Cáucaso. No cabe duda alguna de nuestra victoria final.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Es posible -repliqué-. Pero ¿qué precio le va a costar todo esto a ese comunismo suyo? Stalin, desde el principio de la guerra, ha invocado los valores nacionales, los únicos que inspiran realmente a los hombres, y no los valores comunistas. Ha vuelto a recurrir a las órdenes zaristas de Suvorov y de Kutusov, y también a las hombreras con galones dorados para los oficiales, que en 1917 sus camaradas de Petrogrado les clavaban en los hombros. En los bolsillos de sus muertos, incluso de los oficiales superiores, encontramos iconos escondidos. Y diré más, sabemos, por los interrogatorios que hacemos, que los valores raciales están a la orden del día en las esferas más elevadas del Partido y del ejército, que hay una mentalidad panrusa y antisemita que Stalin y los dirigentes del Partido cultivan. También ustedes van a empezar a desconfiar de sus judíos y, sin embargo, no son una clase.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Seguro que es cierto eso que dice -admitió tristemente-. Con la presión de la guerra, los atavismos suben a la superficie. Pero no hay que olvidarse de lo que era el pueblo ruso antes de 1917, ni de su estado de ignorancia y atraso. No hemos tenido ni veinte años para educarlo y enderezarlo. Es muy poco. Después de la guerra, reanudaremos esa tarea y, poco a poco, se irán enmendando todos esos errores.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Creo que está usted en un error. El problema no es el pueblo, son los dirigentes. El comunismo es una máscara que le han puesto en la cara a Rusia, pero es la misma de siempre. Ese Stalin suyo es un zar, ese Politburó suyo lo componen boyardos o nobles codiciosos y egoístas, esos dirigentes suyos del Partido son los mismos <i>chinovniki </i>que los de Pedro o Nicolás. Es la misma autocracia rusa, la misma inseguridad permanente, la misma paranoia ante lo extranjero, la misma incapacidad básica para gobernar como es debido, la misma manera de colocar el terror en el lugar del consenso común y, en consecuencia, del poder auténtico, la misma corrupción desenfrenada bajo formas diferentes, la misma incompetencia, la misma costumbre de emborracharse. Lea la correspondencia de Kurbsky e Ivan, lea a Karamzin, lea a Custine. El hecho central de la historia rusa no ha cambiado nunca: la humillación, de padres a hijos. Desde el principio, pero sobre todo desde los mogoles, todo los humilla a ustedes y toda la política de sus gobernantes consiste no en enmendar esa humillación y sus causas, sino en ocultársela al resto del mundo. El Petersburgo de Pedro no es sino otra aldea Potemkin: no es una ventana abierta a Europa, sino un decorado teatral construido para ocultar a Occidente toda la miseria y la mugre infinitas que se extienden por detrás. Ahora bien, sólo es posible humillar a los humillables y, a su vez, sólo los humillados humillan. Los humillados de 1917, desde Stalin hasta el mujik, cuanto vienen haciendo desde entonces es infligir a otros su miedo y su humillación. Pues, en este país de humillados, el zar, por mucha fuerza que tenga, es impotente, su voluntad se extravía por los pantanos enfangados de su administración y no tarda en verse reducido, como Pedro, a ordenar que se obedezcan sus órdenes; cuando está delante, le hacen reverencias; y, en cuanto vuelve la espalda, le roban o bien organizan conspiraciones en contra suya: todos halagan a sus superiores y oprimen a sus subordinados, todos tienen mentalidad de esclavos, de <i>raby </i>como dicen ustedes, y esa mentalidad de esclavo llega hasta lo más alto; el mayor esclavo de todos es el zar, quien nada puede contra la cobardía y la humillación de su pueblo de esclavos y quien, por lo tanto, en su impotencia, los mata, los aterra y los humilla aún más. Y cada vez que acontece una ruptura de verdad en la historia de Rusia, un oportunidad auténtica de salir de ese ciclo infernal para empezar una <i>historia nueva, </i>la desaprovechan; ante la libertad, esa libertad de 1917 de la que hablaba usted antes, todo el mundo, tanto el pueblo como los dirigentes, retrocede y se refugia en los antiguos reflejos, ya probados. El final de la NEP, la proclamación del socialismo en un único país no es sino eso. Y, además, como las esperanzas no se habían extinguido del todo, hicieron falta las purgas. El panrusismo actual no es sino el desenlace lógico de ese proceso. El ruso, eterno humillado, no tiene sino una forma de salir adelante: identificarse con la gloria abstracta de Rusia. Puede pasarse quince horas diarias trabajando en una fábrica gélida, no comer en toda su vida sino pan negro y berzas, y servir a un patrono regordete que dice que es marxista-leninista, pero va en limusina con sus furcias de lujo y su champaña francés, y le dará lo mismo mientras espere el advenimiento de la Tercera Roma. Y esa Tercera Roma puede llamarse cristiana o comunista, no tiene mayor importancia. En cuanto al director de la fábrica, se pasará la vida temblando por su puesto, halagará a su superior, le hará regalos suntuosos y, si lo destituyen, pondrán en su lugar a otro idéntico, igual de codicioso, igual de inculto y de humillado, e igual de despectivo con sus obreros porque a fin de cuentas está al servicio de un Estado proletario. Día llegará, sin duda, en que desaparezca la fachada comunista, con o sin violencia. Y entonces volverá a aparecer la misma Rusia, intacta. Saldrán ustedes de esta guerra, si es que la ganan, más nacionalsocialistas y más imperialistas que nosotros, pero su socialismo, a diferencia del nuestro, no será sino una palabra vacía y sólo les quedará ya el nacionalismo para agarrarse a algo. En Alemania, y en los países capitalistas, afirman que el comunismo ha arruinado a Rusia, y yo creo lo contrario: que es Rusia la que ha arruinado al comunismo. Podría haber sido una idea hermosa. Y ¿quién puede decir qué habría sucedido si la Revolución hubiera ocurrido en Alemania en vez de en Rusia?, si la hubieran dirigido alemanes seguros de sí mismos, como esos amigos suyos, Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht? En lo que a mí se refiere, creo que habría sido un desastre, porque habría exacerbado nuestros conflictos específicos, que el nacionalsocialismo intenta resolver. Pero ¿quién sabe? Lo que sí es seguro es que, al haberse intentado aquí, el experimento comunista sólo podía ser un fracaso. Es como hacer un experimento médico en un entorno contaminado: los resultados sólo valen para tirarlos.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Es usted un dialéctico excelente, y le doy la enhorabuena; es como si hubiera pasado por una formación comunista. Pero estoy cansado y no pienso pelearme con usted. De todas formas, sólo son palabras. Ni usted ni yo veremos ese futuro que describe.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«¿Quién sabe? Es usted un comisario de élite. A lo mejor lo mandamos a un campo para interrogarlo.»</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«No se burle de mí -replicó con dureza-. Sus aviones tienen demasiado limitadas las plazas como para que evacúen ustedes a un pez chico. Sé perfectamente que me van a fusilar dentro de un rato, o mañana. Y no me molesta.» Siguió diciendo, con tono animado: «¿Conoce al escritor francés Stendhal? Entonces habrá leído seguramente esta frase: <i>Para distinguir a un hombre nada más se me ocurre una condena a muerte. Es lo único que no se compra.» </i>No pude evitar un carcajada sarcástica; él también se reía, pero de forma más mansa. «Pero ¿de dónde demonios ha sacado eso?», pude preguntar por fin. Se encogió de hombros: «Es que no me he limitado a leer a Marx, ¿sabe?».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Lástima que no tenga nada de beber dije-. Me habría gustado invitarlo a algo.» Volví a ponerme serio: «Qué pena que seamos enemigos. En circunstancias diferentes, podríamos habernos llevado bien».</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Es posible -dijo pensativamente-. Pero también es posible que no.» Me levanté, fui hasta la puerta y llamé al ucraniano. Luego volví tras mi escritorio. El comisario se había puesto de pie e intentaba colocar bien la manga rota. Sin sentarme, le di lo que quedaba de la cajetilla. «Ah, gracias -dijo-. ¿Tiene cerillas?» Le di también la caja de cerillas. El ucraniano estaba esperando en el umbral de la puerta. «Me permitirá que no le dé la mano», dijo el comisario con una sonrisita irónica.</span><span lang="ES-MODERN">—</span><span lang="ES">«Faltaría más», contesté. El ucraniano lo cogió del brazo y el comisario salió, metiéndose en el bolsillo de la chaqueta la cajetilla y la caja de cerillas. No debería haberle dado la cajetilla entera, me dije; no le va a dar tiempo a acabársela y lo que quede se lo fumarán los ucranianos.</span></span><br />
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</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzU0bqXrp0gfaxn5AiBpy0n9VX4S94iaI41m3ojOji6Xkz52SNf40IL0tdlsHvHevgkmxmh9o42CAjgUOowMqT3-ZYIq9Tx345_BO2ja7bubgf2S-NtGPEnhUh7BN0jwMY1Kf3u5IDLwb/s1600/littell.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzU0bqXrp0gfaxn5AiBpy0n9VX4S94iaI41m3ojOji6Xkz52SNf40IL0tdlsHvHevgkmxmh9o42CAjgUOowMqT3-ZYIq9Tx345_BO2ja7bubgf2S-NtGPEnhUh7BN0jwMY1Kf3u5IDLwb/s1600/littell.png" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><strong><span style="font-family: inherit;">ENLACES DE INTERÉS:</span></strong></div><ul><li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://shangrilatextosaparte.blogspot.com/2008/12/carpeta-memorias-de-auschwitz.html"><span style="font-family: inherit;">Revista Shangrilá: Memoria/s de Auschwitz</span></a></div></li>
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<li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://www.elpais.com/articulo/semana/cultura/nos/protege/nada/nazis/prueba/elpepuculbab/20071027elpbabese_3/Tes"><span style="font-family: inherit;">Entrevista a Jonathan Littell</span></a></div></li>
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<li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://www.almendron.com/tribuna/13026/los-benevolos/"><span style="font-family: inherit;">Los benévolos, por Mario Vargas Llosa</span></a></div></li>
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<li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://letraslibres.com/revista/libros/las-benevolas-de-jonathan-littell-0"><span style="font-family: inherit;">Las Benévolas de Jonathan Littell, por Ana Nuño.</span></a></div></li>
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<li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://jimarino.com/2008/12/23/la-benevolas-jonathan-littell-auschwitz-y-la-crisis-de-la-humanidad-europea/" rel="bookmark" title="Permanent link to la benévolas (jonathan Littell) – Auschwitz y la crisis de la humanidad europea"><span style="color: #674ea7; font-family: inherit;">Las benévolas (Jonathan Littell) – Auschwitz y la crisis de la humanidad europea</span></a></div></li>
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<li><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="http://revistas.um.es/index.php/cartaphilus/article/viewFile/66/53"><span style="font-family: inherit;"> Reseña de Jaime Céspedes Gallego en <em>Cartaphilus</em></span></a></div></li>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><strong> </strong></div></ul></div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-46465067655443491002011-09-05T02:46:00.015+02:002011-09-05T17:06:44.240+02:00"Vida y destino" de Vasili Grossman<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTph5ZGrzOA6KcKAqprs1YLfHAcUeiddsNYCGM_eynEj9KVnAN8ztlelIsAqN2kqI-Qc6r_EAdNtFLADy0DZpy5SPREPHvXBDURoX96sgqPxLSRZeJHgKcrXgXTDVRBsB7c9ChkLdI56xy/s1600/VyD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTph5ZGrzOA6KcKAqprs1YLfHAcUeiddsNYCGM_eynEj9KVnAN8ztlelIsAqN2kqI-Qc6r_EAdNtFLADy0DZpy5SPREPHvXBDURoX96sgqPxLSRZeJHgKcrXgXTDVRBsB7c9ChkLdI56xy/s200/VyD.jpg" width="125" /></a></div><span style="color: darkred;"><span style="font-family: inherit;"><strong>Sinopsis</strong> en la contraportada de <em>Vida y destino:</em></span></span><br />
<blockquote><span style="color: darkred;"><span style="font-family: inherit;"><em>"Vida y destino</em> consigue emocionar, conmover y perturbar al lector desde la primera línea y resiste- si no supera- la comparación con otras obras maestras como <em>Guerra y paz</em> o <em>Doctor Zhivago</em>. En la batalla de Stalingrado, el ejército nazi y las tropas soviéticas escriben una de las páginas más sangrientas de la historia. Pero la historia también está hecha de pequeños retazos de vida de la gente que lucha para sobrevivir al terror del régimen estalinista y al horror del exterminio en los campos, para que la libertad no sea aplastada por el yugo del totalitarismo, para que el ser humano no pierda su capacidad de sentir y amar. En la literatura hay pocas novelas que hayan logrado transmitir esto con tanta intensidad. <br />
<em>Vida y destino</em> es una novela de guerra, una saga familiar, una novela política, una novela de amor. Es todo eso y mucho más. Vasili Grossman aspiraba quizás a cambiar el mundo con su novela, pero lo que es seguro es que <em>Vida y destino</em> le cambia la vida a quien se adentra en sus páginas."</span></span></blockquote><br />
<span style="font-family: inherit;">Les dejo un fragmento de la obra <em><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vida_y_destino">Vida y destino</a></em> del escritor y periodista ruso </span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vasili_Grossman"><span style="font-family: inherit;">Vasili Grossman</span></a><span style="font-family: inherit;">, del capítulo 15 de la segunda parte, en la que el oficial de las SS al mando del campo de concentración (Treblinka) habla con el viejo bolchevique Mostovskoi, en una conversación desconcertante para el ruso; y el capítulo 16, la carta del <em>yuródivi</em> Ikónnikov, "loco santo" ex-tolstoista, dirigida al viejo Mostovskoi. A pesar de ser una trama y unos personajes secundarios de la obra, creo que expresan algunas de las tesis del propio autor sobre los regímenes totalitarios, y las confusas ideas del bien y el mal que mueven al hombre en sus acciones cotidianas. Como reza el dicho, "el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones", pese a lo cual no debemos de olvidar, incluso en los peores momentos, aquellos gestos insensatos de bondad desinteresada que nos hacen humanos frente a la barbarie.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"> Hay otros momentos quizá más significativos de la obra, cargados de una tensa emotividad, la carta de despedida desde el gueto judío de la madre del físico Shtrum, Krímov detenido en la Lubianka...; o de un dramatismo doloroso, como el relato del convoy al <em>Lager</em> con Sofia Ósipovna y el niño David y su último suspiro en la cámara de gas, clímax emocional de la novela; junto con los épicos relatos de la contraofensiva rusa, y otros pasajes más luminosos, la historia de resistencia y amor en la casa 6/I cercada en un Stalingrado en llamas, las reuniones del círculo de Shtrum en Kazán; y también partes reflexivas o más discursivas, pues por entre todos estos registros se mueve Grossman en la infinidad de relatos y situaciones y personajes que desfilan por el universo de esta grande, enorme obra maestra, un fresco conmovedor de una época terrible.</span><br />
<br />
<div><span style="font-family: inherit;">"(...) </span><span style="font-family: inherit;">Enemigo! Qué palabra tan clara y sencilla. Volvió a pensar en Chernetsov [preso menchevique], en su miserable destino durante esa época de <em>Sturm und Drang</em>. Pero con guantes de hilo... Mostovskói se miró las manos, los dedos.</span></div><span style="font-family: inherit;">Una puerta se abrió al fondo del despacho y a continuación la puerta que daba al pasillo se cerró con un chirrido; el guardia debía de haberla cerrado cuando vio entrar a Liss.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói aguardaba de pie, con el ceño fruncido.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Buenos días —dijo en voz baja un hombre no demasiado alto con el emblema de las SS en la manga de su uniforme gris.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">En el rostro de Liss no había nada repulsivo, y por esa razón a Mijaíl le daba miedo mirarlo: su nariz aguileña, sus ojos vigilantes de un gris oscuro, la frente alta, las mejillas pálidas y demacradas... todo confería a su rostro una expresión ascética.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss esperó a que Mostovskói acabara de toser y luego dijo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Deseo hablar con usted.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Yo, en cambio, no lo deseo —le respondió Mostovskói mientras miraba de reojo al rincón del despacho donde esperaba ver aparecer a los ayudantes de Liss: los torturadores que le molerían a golpes.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Le comprendo perfectamente —dijo Liss—. Siéntese. Ofreció asiento a Mostovskói en un sillón y se sentó a su lado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss hablaba un ruso descarnado, esa lengua con regusto a cenizas frías de la que se nutren los folletos de divulgación científica.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Se encuentra mal?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói se encogió de hombros, sin decir nada.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Sí, sí, lo sé. He enviado a un médico que me ha informado. Le he molestado en mitad de la noche. Pero tenía muchas ganas de hablar con usted.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">«Sí, sí, claro», pensó Mostovskói, y dijo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Me han traído aquí para interrogarme. Usted y yo no tenemos nada de que hablar.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué? —preguntó Liss—. Todo lo que ve es mi uniforme; pero no nací dentro de él. El Führer, el Partido disponen, y nosotros, los soldados del Partido, obedecemos. Yo siempre he sido un teórico, me interesan las cuestiones filosóficas, la historia, pero soy un miembro del Partido. ¿Es que acaso a todos los agentes del NKVD les gusta su trabajo?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói observó el rostro de Liss con detenimiento y pensó que aquella cara pálida de frente alta debería estar dibujada en la raíz del árbol de la evolución, que la evolución partía de él y daba origen al hombre peludo de Neanderthal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Si el Comité Central le hubiera ordenado que apoyara el trabajo de la Cheká, ¿habría podido negarse? No, habría apartado a Hegel a un lado y se habría puesto a trabajar. Es lo que yo he hecho.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich volvió la mirada hacia su interlocutor: el nombre de Hegel, pronunciado por aquellos labios inmundos, sonaba extraño, sacrílego...</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Si en un tranvía abarrotado se le hubiera acercado un ladrón peligroso, experto, y hubiera entablado conversación con él, no le habría escuchado; se habría limitado a seguir con la mirada sus manos, esperando ver de un momento a otro centellear la navaja de afeitar y dispuesto a golpearle en los ojos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss levantó las palmas de sus manos, las miró y dijo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Nuestras manos son como las vuestras: aman el trabajo duro, no tienen miedo de ensuciarse.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">En el rostro de Mijaíl Sídorovich apareció una mueca; le resultaba insoportable reconocer en aquel hombre sus propios gestos, sus palabras.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss comenzó a hablar deprisa, animadamente, como si ya hubiera charlado antes con Mostovskói y ahora se alegrara de tener la oportunidad de concluir la </span><br />
<span style="font-family: inherit;">conversación interrumpida.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Bastan veinte horas de vuelo para que pueda sentarse en el sillón de su despacho en la ciudad soviética de Magadán. Para nosotros usted está en su casa, pero no ha tenido suerte. Me apena cuando su propaganda hace coro a la propaganda de la plutocracia y habla de justicia partidista.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss meneó la cabeza. Y las palabras que siguieron fueron todavía más turbadoras, inesperadas, espantosas y disparatadas:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Cuando nos miramos el uno al otro, no sólo vemos un rostro que odiamos, contemplamos un espejo. Ésa es la tragedia de nuestra época. ¿Acaso no se reconocen a ustedes mismos, su voluntad, en nosotros? ¿Acaso para ustedes el mundo no es su voluntad? ¿Hay algo que pueda hacerles titubear o detenerse? </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss aproximó su rostro al de Mostovskói:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Me comprende? No domino el ruso a la perfección, pero deseo tanto que me comprenda... Ustedes creen que nos odian, pero es sólo una apariencia: se odian a ustedes mismos en nosotros. Terrible, ¿no es cierto? ¿Me comprende?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich decidió guardar silencio; no dejaría que Liss le arrastrara a aquella conversación.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero por un instante le dio la impresión de que el hombre que le miraba a los ojos no trataba de engañarle, que se esforzaba de verdad y escogía con tino las palabras. Parecía lamentarse, pidiéndole ayuda para encontrar el sentido a algo que le atormentaba.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói se sentía mal. Tenía la sensación de que una aguja le estaba atravesando el corazón.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Me comprende? —repitió enseguida Liss, demasiado excitado ya para ver a Mostovskói—.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Cuando damos un golpe a su ejército lo infligimos contra nosotros mismos. Nuestros tanques no sólo han roto sus defensas, han quebrado también las nuestras; las orugas de nuestros tanques aplastan al nacionalsocialismo. Es horrible, es una especie de suicidio cometido en un sueño. Para nosotros puede acabar de manera trágica. ¿Lo comprende? Si ganamos, nosotros, los vencedores, nos quedaremos sin ustedes, solos contra un mundo que nos es extraño, que nos odia.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Habría sido fácil refutar las palabras de aquel hombre. Pero sus ojos se acercaron aún más a Mostovskói. Sin embargo había algo todavía más repugnante y peligroso que las palabras de aquel astuto provocateur de las SS, y es que, a veces, ya fuera con timidez o con malicia, Liss rasguñaba el corazón y el cerebro de Mostovskói. Eran dudas abominables y sucias que Mostovskói no encontraba en las palabras del otro, sino en su propia alma.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Como un hombre que tiene miedo a la enfermedad, que teme sufrir un tumor maligno, pero en lugar de ir al médico, finge no sentir malestar y trata de evitar las conversaciones sobre enfermedades con sus allegados. Y de repente, un día alguien le dice: «Oiga, usted siente estos dolores, ¿verdad? Especialmente por las mañanas, después de... sí, sí...».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Me comprende, maestro? —preguntó Liss—. Un pensador alemán, seguro que usted conoce sus brillantes estudios, dijo que la tragedia de Napoleón consistía en que expresaba el alma de Inglaterra, y precisamente en Inglaterra tenía a su enemigo mortal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">«Ay, sería mejor que me molieran a golpes», pensó Mijaíl Sídorovich. Y luego: «Ah, se refiere a Spengler».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss encendió un cigarrillo y alargó su pitillera a Mostovskói.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—No quiero —dijo Mijaíl Sídorovich con la voz entrecortada.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Se sintió más tranquilo cuando reparó en que todos los policías del mundo, ya fueran los que le habían interrogado cuarenta años atrás, ya fuera este que hablaba de Hegel y Spengler, utilizaban la misma estúpida técnica: ofrecer un cigarrillo al prisionero. Claro, es cierto, la desorientación se produce a causa del agotamiento nervioso, de la sorpresa: él esperaba recibir una paliza, y de repente se enfrentaba a aquella conversación repulsiva y absurda. Pero incluso la policía zarista entendía un poco de cuestiones políticas, y entre sus filas había personas verdaderamente cultas; uno incluso había leído El capital. Sin embargo lo más interesante sería saber si a aquel policía que había estudiado a Marx, de pronto, en lo más íntimo, le habría asaltado la duda de si Marx tenía razón. ¿Qué había sentido entonces aquel policía? ¿Aversión, horror ante sus propias dudas? en cualquier caso un policía no puede convertirse en un revolucionario: aplaca sus dudas y sigue siendo policía... «Pero yo, en el fondo también yo, aplaco mis </span><br />
<span style="font-family: inherit;">dudas. Pero es diferente, yo soy un revolucionario,»</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y Liss, sin darse cuenta de que Mostovskói había rechazado el cigarrillo, masculló: </span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Sí, sí, tenga la bondad, es un tabaco muy bueno.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Cerró la pitillera, totalmente apesadumbrado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué encuentra esta conversación tan sorprendente? ¿Esperaba que le dijera algo diferente? Seguro que ustedes, en la Lubianka, también tienen a hombres instruidos. Gente que pueda hablar con el académico Pávlov o con Oldenburg. Pero ellos persiguen un objetivo, mientras que yo no persigo ningún fin secreto con esta conversación. Le doy mi palabra. Me atormentan las mismas cosas que a usted.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Sonrió y añadió:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Palabra de honor de un oficial de la Gestapo, y no es ninguna broma.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich se repetía a sí mismo: «No digas nada, lo principal es estar callado, no intervenir en la conversación, no objetar».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss siguió hablando, casi como si se hubiera olvidado de la presencia de Mostovskói:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¡Dos polos! ¡Eso es! Si no fuera así, esta terrible guerra no existiría. Nosotros somos sus enemigos mortales, sí. Pero nuestra victoria será su victoria. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Lo comprende? Si ustedes ganan, nosotros moriremos y viviremos en vuestra victoria. Es algo paradójico: si perdemos la guerra, seremos los vencedores, continuaremos desarrollándonos bajo otra forma, pero conservando la misma esencia.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Por qué razón ese omnipotente Liss, en lugar de mirar películas galardonadas, beber vodka, escribir informes a Himmler, leer libros de jardinería, releer las cartas de su hija, entretenerse con las mujeres jóvenes seleccionadas en el último convoy, o bien irse a dormir a su espacioso dormitorio después de tomarse un medicamento para facilitar la digestión, había mandado llamar de noche a un viejo bolchevique ruso impregnado del hedor a Lager?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Qué tenía en mente? ¿Por qué escondía sus fines? ¿Qué trataba de averiguar?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich no tenía miedo a las torturas; lo que le aterrorizaba era pensar que el alemán no mentía, que le estuviera hablando con sinceridad. Que simplemente fuera un hombre con ganas de conversar.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Qué pensamiento tan odioso: eran dos seres enfermos, ambos consumidos por la misma enfermedad, pero uno no se contenía y hablaba, se confiaba al otro, y el segundo callaba, se escondía mientras escuchaba, escuchaba...</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y Liss, como si por fin respondiera a la tácita pregunta de Mostovskói, abrió la carpeta que descansaba sobre la mesa y sacó con aprensión, sirviéndose de dos dedos, unos papeles sucios. Mostovskói los reconoció al instante: eran los garabatos de Ikónnikov.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss, al parecer, creía que cuando el prisionero viera de improviso aquellos folios que Ikónnikov le había dado furtivamente el desaliento se apoderaría de él.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero Mijaíl Sídorovich no perdió la cabeza. Miró las páginas cubiertas de la caligrafía de Ikónnikov casi con alegría: todo se había aclarado de un modo estúpido y sencillo, como siempre ocurre en los interrogatorios de la policía.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss acercó al borde de la mesa los garabatos de Ikónnikov, después colocó de nuevo las hojas manuscritas ante sí. De pronto se puso a hablar en alemán.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Mire, le encontraron estos papeles durante el registro. En cuanto leí las primeras palabras comprendí que semejante basura no podía ser obra suya, a pesar de que no conozco su escritura. Mostovskói permaneció callado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss tamborileó con un dedo sobre los papeles. Le estaba invitando a hablar de modo amistoso, con buena voluntad.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói continuó callado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Me equivoco? —preguntó Liss, sorprendido—. No, no me equivoco. Usted y yo sentimos el mismo asco hacia lo que aquí está escrito. ¡Usted y yo estamos juntos, del mismo lado, y al otro se encuentra esta porquería! —y señaló los papeles de Ikónnikov.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Venga, venga —espetó Mostovskói atropelladamente y con furia—. Vayamos al grano. ¿Estos papeles? Sí, sí, me los han confiscado. ¿Quiere saber quién me los ha dado? No es asunto suyo. Tal vez sea yo quien los ha escrito. O tal vez usted haya ordenado a un agente suyo que me los metiera a escondidas debajo del colchón. ¿Está claro?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Por un instante pensó que Liss aceptaría su desafío, que perdería la calma y le gritaría: «¡Tengo medios para obligarle a hablar!». Mostovskói lo deseaba con todas sus fuerzas, así todo resultaría claro y sencillo. ¡Enemigo! Qué palabra tan clara, tan nítida.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero Liss dijo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿A quién le importan esos papeles deplorables? ¡Qué más da quién los haya escrito! Sólo sé que no hemos sido ni usted ni yo. Cómo lo siento. ¡Piénselo! ¿Quién estaría en nuestros Lager si no hubiera guerra, si no tuviéramos prisioneros de guerra? Los enemigos del Partido, los enemigos del pueblo. Es una especie que usted conoce, ustedes los tienen en sus campos. Sí, y si la Dirección de Seguridad del Reich acoge prisioneros suyos en tiempo de paz, no los dejará marchar: sus prisioneros son nuestros prisioneros.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss esbozó una amplia sonrisa.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Los comunistas alemanes que enviamos a los campos también fueron enviados a sus campos en 1937. Yezhov los encarceló, y el Reichsführer Himmler también. Sea más hegeliano, maestro.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Guiñó el ojo a Mostovskói.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—A menudo pienso que el conocimiento de lenguas en sus campos podría ser tan útil como en los nuestros. Hoy le asusta nuestro odio a los judíos. Mañana puede darse que ustedes sigan nuestro ejemplo. Y pasado mañana nos volveremos más indulgentes. He recorrido un largo camino, guiado por un gran hombre. A usted </span><br />
<span style="font-family: inherit;">también le ha guiado un gran hombre, también ha recorrido un largo camino, difícil. ¿Cree usted que Bujarin era un provocateur? Sólo un gran hombre podía guiar a los demás por un camino como aquél. Yo también conocía a Röhm, confiaba en él, y así debía ser. Pero hay algo que me tortura: el terror de ustedes ha matado a millones de personas, y en todo el mundo, sólo nosotros, los alemanes, hemos comprendido que era algo necesario. Así es, no tiene vuelta de hoja. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Trate de comprenderme, como yo le comprendo a usted. Esta guerra debe de horrorizarle. Napoleón no tenía que haber combatido contra Inglaterra.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Un nuevo pensamiento sacudió a Mostovskói. Incluso cerró los ojos, tal vez por el dolor vivo y repentino que sintió en los ojos, tal vez para escapar a ese pensamiento angustioso. ¿Y si sus dudas no eran signo de debilidad, de impotencia, de cansancio, de desconfianza? ¿Y si aquellas dudas que irrumpían en su ánimo, ahora tímidamente, ahora con ímpetu, constituyeran lo más honesto y limpio que había en su interior, y él las aplastaba, las repelía, las odiaba? ¿Qué pasaría si ellas contuvieran la semilla de la verdad revolucionaria? ¡La dinamita de la libertad!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Para rechazar a Liss, sus dedos pegajosos y resbaladizos, bastaba con dejar de odiar a Chernetsov, dejar de despreciar al yuródivi Ikónnikov. No, no, más aún. Tenía que renunciar a todo lo que daba sentido a su vida, condenar todo lo que había defendido y justificado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero no, no, todavía más. No sólo condenar, sino odiar con toda su alma, con toda su pasión revolucionaria el Lager, la Lubianka, al sangriento Yezhov, a Yagoda, a Beria. No, no bastaba, ¡tenía que odiar a Stalin y su dictadura!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¡No, no, mucho más! Tenía que condenar a Lenin. Estaba al borde del abismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Sí, aquélla era la victoria de Liss, no una victoria ganada en el campo de batalla, sino en la guerra sin disparos, preñada de veneno, que el oficial de las SS estaba librando contra él.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Sentía que estaba al filo de la locura. Después, de repente, lanzó un alegre suspiro de alivio. El pensamiento que por un instante le había aterrorizado y obnubilado la mente se había convertido en polvo, parecía absurdo y patético. La alucinación había durado sólo algunos segundos. Pero ¿cómo había podido, </span><br />
<span style="font-family: inherit;">aunque sólo fuera por algunos segundos o una fracción de segundo, dudar de la justicia de su gran causa?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss le miró fijamente, movió los labios y continuó hablando:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Cree que el mundo nos mira a nosotros con horror y a ustedes con amor y esperanza?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Créame, quien ahora nos mira con horror a nosotros, también les mirará con horror a ustedes.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Ahora nada podía espantar a Mijaíl Sídorovich. Ahora conocía el precio de sus dudas. No conducían a una ciénaga, como había podido pensar antes: conducían al abismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss cogió los papeles de Ikónnikov.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué se implica con gente así? Esta maldita guerra lo ha confundido todo, lo ha puesto del revés. ¡Ay, si tuviera fuerzas para desenredar esta madeja!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">«No, señor Liss, no hay nada que desenmarañar. Todo está claro, todo es sencillo. No es uniéndonos con los Ikónnikov y los Chernetsov como os hemos vencido. Somos lo bastante fuertes para ocuparnos de unos y otros.»</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói se percató de que Liss reunía en sí todo lo que era oscuro. Todos los vertederos huelen del mismo modo, todos los despojos, las astillas, los cascotes de ladrillo son idénticos. Pero no es en las inmundicias, en los escombros donde hay que buscar diferencias y semejanzas, sino en el proyecto del constructor, en la idea original.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y de pronto le invadió una rabia feliz y triunfante, no sólo contra Liss y Hitler, sino también contra el oficial inglés de ojos incoloros que le había preguntado acerca de la crítica del marxismo en Rusia, contra los repugnantes discursos del menchevique tuerto, contra el predicador amargo que se había enmascarado bajo la figura de agente de policía. ¿Dónde, dónde encontrará esta gente a idiotas dispuestos a creer que existe una sombra de semejanza entre un </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Estado socialista y el Reich fascista? Liss, el oficial de la Gestapo, era el único consumidor de aquella mercancía putrefacta. En aquellos momentos Mijaíl Sídorovich comprendió como nunca antes la relación interna entre el fascismo y sus agentes.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">«¿No es ése —pensó— el verdadero rasgo de la genialidad de Stalin? Él odia y extermina a individuos como ésos porque ha sabido ver por sí mismo la secreta hermandad entre el fascismo y los fariseos predicadores de una libertad falsa.» Esta idea le pareció tan evidente que sintió deseos de compartirla con Liss, para explicarle la absurdidad de sus elucubraciones. Pero se limitó a sonreír; él era un viejo zorro, no como el tonto de Goldenberg que se había puesto a hablar de idioteces sobre Naródnaya Volia cuando lo llamó el fiscal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Clavó su mirada en los ojos de Liss y, con una voz tan estentórea que debieron de oírla incluso los guardias al otro lado de la puerta, dijo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Le aconsejo que no pierda el tiempo conmigo. Póngame contra la pared, cuélgueme, vuéleme la tapa de los sesos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Nadie quiere matarle —repuso Liss de inmediato—. Cálmese, por favor.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Estoy tranquilo —replicó alegremente Mostovskói—, no estoy preocupado por nada.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Pues debería estarlo. Tendría que compartir mi insomnio. Pero ¿cuál es la razón de nuestra enemistad?; no puedo entenderlo... ¿Tal vez porque Adolf Hitler no es un Führer, sino el lacayo de los Krupp y los Stinnes? ¿Porque no hay propiedad privada en su país? ¿Porque las fábricas y los bancos pertenecen al pueblo? ¿Porque son internacionalistas mientras nosotros predicarnos el odio racial? ¿Porque hemos provocado el incendio y ustedes se esfuerzan por apagarlo? ¿Por qué somos odiados mientras que la humanidad mira con esperanza hacia su Stalingrado? ¿Es eso lo que ustedes dicen? ¡Tonterías! ¡No existen abismos entre </span><br />
<span style="font-family: inherit;">nosotros! ¡Los han inventado! Somos formas diferentes de una misma esencia: el Estado de Partido. Nuestros capitalistas no son los verdaderos amos, el Estado les asigna un plan y un programa. El Estado torna su producción y sus beneficios. Como salario se quedan con el seis por ciento de los beneficios. Su Estado-Partido, exactamente del mismo modo que el nuestro, establece un plan, un programa, y se apodera de la producción. Y aquellos a los que ustedes llaman amos, los obreros, también reciben un salario de su Estado-Partido.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich observaba a Liss y pensaba: « ¿Es posible que esta vulgar palabrería me haya confundido por un instante? ¿Cómo he podido ahogarme en este torrente de veneno y de lodo pestilente?».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss hizo un gesto de desaliento con la mano.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—También sobre nuestro Estado ondea la bandera roja del proletariado, también nosotros apelamos a la unidad nacional y al esfuerzo de los trabajadores, también nosotros proclamamos que el Partido expresa las aspiraciones del obrero alemán. Y ustedes también apelan al «nacionalismo», al «trabajo». Ustedes saben tan bien como nosotros que el nacionalismo es la fuerza más poderosa del siglo XX. ¡El nacionalismo es el alma de nuestra época! ¡El socialismo en un solo país es la expresión suprema del nacionalismo!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">»No veo razón para nuestra enemistad. Pero el genial maestro y líder del pueblo alemán, nuestro padre, el mejor amigo de las madres alemanas, el estratega más grande de todos los tiempos y todos los pueblos es quien ha empezado esta guerra. ¡Y yo creo en Hitler! Sé que la mente de vuestro Stalin no está nublada </span><br />
<span style="font-family: inherit;">por la cólera y el dolor. A través del fuego y el humo de la guerra puede ver la verdad. Sabe quiénes son sus enemigos. Lo sabe, sí, lo sabe incluso ahora, cuando estudia con ellos la estrategia militar que desplegará contra nosotros, y se bebe una copa a nuestra salud. En el mundo existen dos grandes revolucionarios: Stalin y nuestro Führer. Es la voluntad de ambos la que ha dado origen al socialismo nacional del Estado. Para mí la fraternidad con ustedes es más importante que la guerra que libramos por los territorios del Este. Construimos dos casas que deben estar la una al lado de la otra. Ahora, maestro, quiero que durante un tiempo viva en una soledad tranquila y que reflexione, que reflexione antes de nuestra próxima conversación.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Para qué? ¡Es estúpido! ¡Absurdo! ¡Un disparate! —gritó Mostovskói—. ¿Y a qué viene esa estupidez de llamarme « maestro»?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—No hay nada de estúpido en ello —replicó Liss—. Usted y yo debemos comprender que el futuro no se decide en los campos de batalla. Usted conoció personalmente a Lenin. Él fundó un nuevo tipo de partido. Fue el primero en comprender que sólo el Partido y su líder son los que expresan el impulso de la nación. Por eso puso fin a la Asamblea Constituyente. Pero así como Maxwell destruyó la mecánica newtoniana pensando que estaba confirmándola, Lenin se consideró el fundador de la Internacional cuando en realidad había creado el gran nacionalismo del siglo XX. Después Stalin nos ha enseñado muchas cosas. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Para construir el socialismo en un solo país era necesario privar a los campesinos del derecho a sembrar y vender libremente, y Stalin no vaciló: liquidó a millones de campesinos. Nuestro Hitler advirtió que al movimiento nacionalsocialista alemán le estorbaba un enemigo, el judaísmo, y decidió liquidar a millones de judíos. Pero Hitler no es sólo un discípulo, es también un genio. Fue en la Noche de los cuchillos largos donde Stalin encontró la idea para las grandes purgas del Partido en 1937. Debe creerme. Yo he hablado, usted ha callado, pero sé que para usted soy un espejo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—¿Un espejo? —replicó Mostovskói—. Todo lo que ha dicho es mentira, desde la primera a la última palabra. Sería indigno de mi parte refutar su charlatanería sucia, nauseabunda, provocadora. ¿Un espejo? ¿Qué le sucede? ¿Ha perdido la cabeza? Stalingrado le hará volver en sí.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Liss se puso en pie y Mostovskói, presa de la confusión, lleno de odio y éxtasis al mismo tiempo, pensó: «Ahora va a fusilarme, se acabó».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero Liss parecía no haber oído a Mostovskói. Se inclinó e hizo una profunda y respetuosa reverencia. —Maestro —dijo—, ustedes nos enseñarán siempre y serán nuestros discípulos. Pensaremos juntos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Su semblante estaba serio, triste, pero tenía los ojos risueños.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">De nuevo aquella aguja venenosa pinchó el corazón de Mijaíl Sídorovich. Liss miró el reloj.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—El tiempo no pasa en vano.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Tocó el timbre y le dijo en voz baja:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Coja esto si lo necesita. Pronto volveremos a vernos. Gute Nacht.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mostovskói, sin saber por qué, cogió las hojas de la mesa y se las guardó en el bolsillo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Lo condujeron fuera del edificio de la dirección y aspiró una bocanada de aire frío. ¡Qué agradable era aquella noche húmeda, el aullido de las sirenas en la oscuridad que precede al alba, después del despacho de la Gestapo y la voz suave del teórico del nacionalsocialismo!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mientras era escoltado al Revier, vio pasar sobre el asfalto sucio un coche con los faros violetas. Mostovskói comprendió que Liss se iba a descansar y la angustia volvió a atenazarle con una fuerza renovada.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El guardia le hizo entrar en su celda y cerró la puerta con llave.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mijaíl Sídorovich se sentó sobre el catre. «Si creyera en Dios pensaría que me ha enviado a este extraño interlocutor para castigarme por mis dudas.»</span><br />
<span style="font-family: inherit;">No podía dormir, ya comenzaba un nuevo día. Con la espalda apoyada en la pared, hecha de tablones de pino rugosos, Mijaíl Sídorovich comenzó a leer con atención los garabatos de Ikónnikov.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: inherit;">16</span><br />
<div></div><div></div><span style="font-family: inherit;">La mayoría de los hombres que viven en la Tierra no se proponen como objetivo definir el «bien». ¿En qué consiste el bien? ¿Bien para quién? ¿De quién? ¿Existe un bien común, aplicable a todos los seres, a todas las tribus, a todas las circunstancias? ¿O tal vez mi bien es el mal para ti y el bien de mi pueblo, el mal para el tuyo? ¿Es eterno e inmutable el bien, o quizás el bien de ayer es el vicio de hoy, y el mal de ayer se ha transformado en el bien de hoy? </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Cuando se aproxima el momento del Juicio Final, no sólo los filósofos y los predicadores, también los hombres de toda condición, cultivados y analfabetos, se plantean el problema del bien y el mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Han asistido los hombres durante miles de años a una evolución del concepto del bien? ¿Es un concepto común a todos los pueblos, a griegos y judíos, como decía el apóstol? ¿No deberíamos tener en cuenta las clases, naciones, Estados? ¿O acaso se trata de un concepto más amplio que engloba también a los animales, a los árboles, a los líquenes, como Buda y sus discípulos aseveraron? el mismo Buda tuvo que negar el bien y el amor de la vida antes de abrazarlos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">He constatado que los diferentes sistemas morales y filosóficos de los guías de la humanidad que se han ido sucediendo en el transcurso de los milenios han limitado el concepto del bien.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">La doctrina cristiana, cinco siglos después del budismo, restringió el mundo viviente al cual es aplicable la noción de bien: no contenía a todos los seres vivos, sino sólo a los hombres.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El bien de los primeros cristianos, que abrazaba a toda la humanidad, dio paso al bien exclusivo de los cristianos, mientras que junto a él coexistía el bien de los musulmanes, el bien de los judíos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Con el transcurso de los siglos, el bien de los cristianos se escindió y surgió el bien de los católicos, el de los protestantes y el de los ortodoxos. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Luego, del bien de los ortodoxos nació el bien de los nuevos y los viejos creyentes.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y existían también el bien de los ricos y el bien de los pobres. Y el bien de los amarillos, los negros, los blancos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y esa fragmentación continua dio lugar al bien circunscrito a una secta, una raza, una clase; todos los que se encontraban más allá de tan estrecho círculo quedaban excluidos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y los hombres tomaron conciencia de que se había vertido mucha sangre a causa de ese bien pequeño, malo, en nombre de la lucha que ese bien libraba contra todo lo que consideraba como mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Y a veces el concepto mismo de ese bien se convertía en un látigo, en un mal más grande que el propio mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Un bien así no es más que una cáscara vacía de la que ha caído y se ha perdido la semilla sagrada.¿Quién restituirá a los hombres la semilla perdida? </span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Qué es el bien? A menudo se dice que es un pensamiento y, ligado a este pensamiento, una acción que conduce al triunfo de la humanidad, o de una familia, una nación, un Estado, una clase, una fe. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Aquellos que luchan por su propio bien tratan de presentarlo como el bien general. Por eso proclaman: mi bien coincide con el bien general, mi bien no es sólo imprescindible para mí, es imprescindible para todos. Realizando mi propio bien persigo también el bien general. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Así, tras haber perdido el bien su universalidad, el bien de una secta, de una clase, de una nación, de un Estado asume una universalidad engañosa para justificar su lucha contra todo lo que él conceptúa como mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Ni siquiera Herodes derramó sangre en nombre del mal: la derramó en nombre de su propio bien. Una nueva fuerza había venido al mundo, una fuerza que amenazaba con destruirle a él y a su familia,destrozar a sus amigos y favoritos, su reino, su ejército.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero no era el mal lo que había nacido, era el cristianismo. Nunca antes la humanidad había oído estas palabras: «No juzguéis, y no seréis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis seréis medidos... Amad a vuestros enemigos; bendecid a los que os maldicen,</span><br />
<span style="font-family: inherit;">haced el bien a los que os aborrecen, y rogad por aquellos que os ultrajan y os persiguen…Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es La ley y los profetas».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Qué aportó a los hombres esa doctrina de paz y amor?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">La iconoclasia bizantina, las torturas de la Inquisición, la lucha contra las herejías en Francia, Italia, Flandes, Alemania, la lucha entre protestantismo y catolicismo, las intrigas de las órdenes monásticas, la lucha entre Nikón y Avvakum, el yugo aplastante al que fueron sometidas durante siglos la ciencia y la libertad, las persecuciones cristianas de la población pagana de Tasmania, los malhechores que incendiaron en África pueblos negros. Todo esto provocó sufrimientos mayores que los delitos de los bandidos y criminales que practicaban el mal por el mal...</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Ese es el terrible destino, que hace arder al espíritu, de la más humana de las doctrinas de la humanidad; ésta no ha escapado a la suerte común y también se ha descompuesto en una serie de moléculas de pequeños «bienes» particulares.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">La crueldad de la vida engendra el bien en los grandes corazones, y éstos llevan ese bien a la vida, estimulados por el deseo de cambiar el mundo a imagen del bien que vive en ellos. Pero no son los círculos de la vida los que cambian a imagen y semejanza de la idea del bien, sino la idea del bien la que se hunde en el fango de la vida, se quiebra, pierde su universalidad, se pone al servicio de la cotidianidad y no esculpe la vida a su hermosa pero incorpórea imagen.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El flujo de la vida siempre es percibido en la conciencia del hombre como una lucha entre el bien y el mal, pero no es así. Los hombres que velan por el bien de la humanidad son impotentes para reducir el mal en la Tierra.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Las grandes ideas son necesarias para abrir nuevos cauces, retirar piedras, desplazar rocas, derribar acantilados, desbrozar bosques. Los sueños del bien universal son necesarios para que las grandes aguas corran impetuosas en un único torrente. Si el mar estuviera dotado de pensamiento, en cada tempestad la idea y el sueño de la felicidad nacerían en sus aguas, y cada ola, al romper contra las rocas, pensaría que perece por el bien de las aguas del mar, y no advertiría que es levantada por la fuerza del viento, del mismo modo que levantó a miles antes que ella y que levantará a miles después.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Muchos libros se han escrito sobre cómo combatir el mal, sobre la naturaleza del bien y el mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero lo más triste de todo esto es lo siguiente, y es un hecho indiscutible: cada vez que asistimos al amanecer de un bien eterno que nunca será vencido por el mal, ese mismo mal que es eterno y que nunca será vencido por el bien, cada vez que asistimos a ese amanecer mueren niños y ancianos, corre la sangre.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">No sólo los hombres, también Dios es impotente para reducir el mal sobre la Tierra.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">«Se oye un grito en Ramá, lamentos y un amargo llanto. Es Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!» Y a ella, que ha perdido a sus hijos, poco le importa lo que los sabios consideren qué es el bien y qué el mal.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero ¿acaso la vida es el mal?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Yo vi la fuerza inquebrantable de la idea del bien social que nació en mi país. Vi esa fuerza en el periodo de la colectivización total, la vi en 1937. Vi cómo se aniquilaba a las personas en nombre de un ideal tan hermoso y humano como el ideal del cristianismo. Vi pueblos enteros muriéndose de hambre, vi niños campesinos pereciendo en la nieve siberiana. Vi trenes con destino a Siberia que transportaban a cientos y miles de hombres y mujeres de Moscú, Leningrado, de todas las ciudades de Rusia, acusados de ser enemigos de la grande y luminosa idea del bien social.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esa idea grande y hermosa mataba sin piedad a unos, destrozaba la vida a otros, separaba a los maridos de sus mujeres, a los hijos de sus padres.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Ahora el gran horror del fascismo alemán se ha levantado sobre el mundo. El aire está lleno de los gritos y los gemidos de los torturados. El cielo se ha vuelto negro, el sol se ha apagado en el humo de los hornos crematorios.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero estos crímenes sin precedentes, nunca antes vistos en la Tierra ni en el universo, fueron cometidos en nombre del bien.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Hace tiempo, cuando vivía en los bosques del norte, pensé que el bien no se hallaba en el hombre, ni tampoco en el mundo rapaz de los animales y los insectos, sino en el reino silencioso de los árboles. No era cierto. Vi el movimiento del bosque, la lucha cruenta que entablan los árboles contra las hierbas y matorrales por la conquista de la tierra. Miles de millones de semillas vuelan a través del aire y comienzan a germinar, destruyendo la hierba y los arbustos. Millones de brotes de hierba nueva entran en liza unos contra otros. Y sólo los supervivientes constituyen una alianza de iguales para formar la única fronda del joven bosque fotófilo. Abetos y hayas vegetan en un presidio crepuscular, encerrados en la fronda del bosque. Pero para los vencedores también llega el momento de la decrepitud, y vigorosos abetos se yerguen hacia la luz, matando los alisos y los abedules.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Así es la vida del bosque, una lucha constante de todos contra todos. Sólo los ciegos pueden imaginar el reino de los árboles y la hierba como el mundo del bien.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Acaso la vida es el mal?</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El bien no está en la naturaleza, tampoco en los sermones de los maestros religiosos ni de los profetas, no está en las doctrinas de los grandes sociólogos y líderes populares, no está en la ética de los filósofos. Son las personas corrientes las que llevan en sus corazones el amor por todo cuanto vive; aman y cuidan de la vida de modo natural y espontáneo. Al final del día prefieren el calor del hogar a encender hogueras en las plazas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Así, además de ese bien grande y amenazador, existe también la bondad cotidiana de los hombres. Es la bondad de una viejecita que lleva un mendrugo de pan a un prisionero, la bondad del soldado que da de beber de su cantimplora al enemigo herido, la bondad de los jóvenes que se apiadan de los ancianos, la bondad del campesino que oculta en el pajar a un viejo judío. Es la bondad del guardia de una prisión que, poniendo en peligro su propia libertad, entrega las cartas de prisioneros y reclusos, con cuyas ideas no congenia, a sus madres y mujeres.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Es la bondad particular de un individuo hacia, otro, es una bondad sin testigos, pequeña, sin ideología. Podríamos denominarla bondad sin sentido. La bondad de los nombres al margen del bien religioso y social.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero si nos detenemos a pensarlo, nos damos cuenta de que esa bondad sin sentido, particular, casual, es eterna. Se extiende a todo lo vivo, incluso a un ratón O a una rama quebrada que el transeúnte, parándose un instante, endereza para que cicatrice y se cure rápido.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">En estos tiempos terribles en que la locura reina en nombre de la gloria de los Estados, las naciones y el bien universal, en esta época en que los hombres ya no parecen hombres y sólo se agitan como las ramas en los árboles, como piedras que arrastran a otras piedras en una avalancha que llena los barrancos</span><br />
<span style="font-family: inherit;">y las fosas, en esta época de horror y demencia, la bondad sin sentido, compasiva, esparcida en la vida como una partícula de radio, no ha desaparecido.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Unos alemanes llegaron a un pueblo para vengar el asesinato de dos soldados. Por la noche reunieron a las mujeres del lugar y les ordenaron cavar una fosa en el lindero del bosque. Varios soldados se instalaron en la casa de una anciana. Su marido había sido conducido por un politsai a la comisaría donde ya habían detenido a veinte campesinos. La anciana no pudo conciliar el sueño durante toda la noche. Los alemanes encontraron en el sótano un cesto de huevos y un tarro de miel, encendieron ellos mismos el fogón, se hicieron una tortilla y bebieron vodka. Luego, el mayor de todos se puso a tocar la armónica y los otros, golpeando con los pies, entonaron una canción. A la propietaria de la casa ni siquiera la miraban, como si fuera un gato. Cuando hubo amanecido, empezaron a comprobar sus subfusiles, y el mayor de los soldados, apretando por equivocación el gatillo, se disparó en el estómago. Todos se pusieron a gritar, se armó un gran revuelo. Vendaron de cualquier modo al herido y lo colocaron en la cama. En aquel momento llamaron a los soldados desde fuera. Con gestos ordenaron a la mujer que cuidara del herido. La mujer pensó lo fácil que le resultaría estrangularlo: el hombre musitaba palabras incomprensibles, </span><br />
<span style="font-family: inherit;">cerraba los ojos, lloraba, chasqueaba los labios. De repente el alemán abrió los ojos y dijo con voz clara: «Madre, agua».</span><br />
<span style="font-family: inherit;">—Ay, maldito seas —dijo la mujer—. Lo que tendría que hacer es estrangularte. Y le dio agua. Él le sujetó la mano y le dio a entender que quería sentarse, </span><br />
<span style="font-family: inherit;">que la sangre no le dejaba respirar. La mujer lo levantó, mientras él se sostenía con los brazos alrededor de su cuello. De pronto se oyó un tiroteo fuera y la mujer se estremeció. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Después explicó a la gente lo que había pasado, pero nadie la comprendió; ni ella misma sabía explicárselo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esa especie de bondad es condenada por su sinsentido en la fábula del ermitaño que calentó a una serpiente en su pecho. Es la bondad que tiene piedad de una tarántula que ha mordido a un niño. ¡Bondad ciega, insensata, perjudicial!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">A la gente le gusta buscar en las historias y fábulas ejemplos del peligro de esta bondad sin sentido.¡No hay que tener miedo! Temerla es lo mismo que temer un pez de agua dulce que por casualidad ha caído del río hacia el océano salado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">El daño que esa bondad sin sentido a veces puede ocasionar a la sociedad, a la clase, a la raza, al Estado, palidece ante la luz que irradian los hombres que están dotados de ella.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esa bondad, esa absurda bondad, es lo más humano que hay en el hombre, lo que le define, el logro más alta que puede alcanzar su alma. La vida no es el mal, nos dice. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esta bondad es muda y sin sentido. Es instintiva; ciega. Cuando la cristiandad le dio forma en el seno de las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, comenzó a oscurecerse; su semilla se convirtió en cáscara. Es fuerte mientras es muda, inconsciente y sin sentido, mientras vive en la oscuridad viva del corazón humano, mientras no se convierte en instrumento y mercancía en manos de predicadores, mientras que su oro bruto no se acuña en moneda de santidad. Es sencilla como la vida. Incluso las enseñanzas de Jesús la privaron de su fuerza; su fuerza está en el silencio del corazón humano.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero, perdida la fe en el bien, comencé a dudar también de la bondad. Me da pena su impotencia. ¿Para qué sirve entonces? No es contagiosa. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Me pareció que era tan bella e impotente como el rocío.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Cómo se puede transformar su fuerza sin echarla a perder, sin sofocarla como hizo la Iglesia? ¡La bondad es fuerte mientras es impotente! Si el hombre trata de transformarla en fuerza, languidece, se desvanece, se pierde, desaparece.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Ahora veo la auténtica fuerza del mal. Los cielos están vados. El hombre está solo en la Tierra. ¿Cómo sofocar, pues, el mal? ¿Con gotas de rocío vivo, con bondad humana? No, esa llama no puede apagarse ni con el agua de todos los mares y las nubes, no puede apagarse con un pobre puñado de rocío recogido desde los tiempos evangélicos hasta nuestro presente de hierro...</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Así, habiendo perdido la esperanza de encontrar el bien en Dios, en la naturaleza, comencé a perder la fe en la bondad.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero cuanto más se abren ante mí las tinieblas del fascismo, más claro veo que lo humano es indestructible y que continúa viviendo en el hombre, incluso al borde de la fosa sangrienta, incluso en la puerta de las cámaras de gas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Yo he templado mi fe en el infierno. Mi fe ha emergido de las llamas de los hornos crematorios, ha traspasado el hormigón de las cámaras de gas. He visto que no es el hombre quien es impotente en la lucha contra el mal, he visto que es el mal el que es impotente en su lucha contra el hombre. En laimpotencia de la bondad, en la bondad sin sentido, está el secreto de su inmortalidad. Nunca podrá ser vencida. Cuanto más estúpida, más absurda, más impotente pueda parecer, más grande es. ¡El mal es impotente ante ella! Los profetas, los maestros religiosos, los reformadores, los líderes, los guías son impotentes ante ella. El amor ciego y mudo es el sentido del hombre.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">La historia del hombre no es la batalla del bien que intenta superar al mal. La historia del hombre es la batalla del gran mal que trata de aplastar la semilla de la humanidad. Pero si ni siquiera ahora lo humano ha sido aniquilado en el hombre, entonces el mal nunca vencerá.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Una vez terminada la lectura, Mostovskói permaneció sentado unos minutos, con los ojos entornados.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Sí el hombre que había escrito aquel texto estaba desequilibrado. La crisis de un espíritu débil.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Eso de que los cielos están vacíos... Veía la vida como una guerra de todo contra todo. Y al final entonaba la vieja cantinela de la bondad de las viejecitas y esperaba extinguir el fuego universal con una jeringa de lavativa. ¡Menuda basura!</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Mientras miraba la pared gris de la celda, Mijaíl Sídorovich recordó el sillón azul, el diálogo con Liss, y una sensación de opresión se apoderó de él. No se trataba de una angustia mental, sino del corazón, y apenas podía respirar. Estaba claro que había sospechado injustamente de Ikónnikov. Los escritos del yuródivi habían suscitado su desprecio, pero también el de su repugnante interlocutor de aquella noche. De nuevo pensó en lo que sentía por Chernetsov, y sobre el desprecio y el odio con el que hablaba el oficial de la Gestapo de gente como él.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Se apoderó de él una angustia turbia, más insoportable que los sufrimientos físicos.</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwOz2vryrumOnfk9rmsSDSCP6uWItxAgj05SLKRvLYW2isGoCtOe_YQIX7XgPrGuiC_MmZ6XK-fMLWn_sTn-1citCCW0yBzkDVBeyxZptZcFWxJnDxnsaRE2qFaC_PF6WK-6JSklKHDLAR/s1600/GROSSMAN.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwOz2vryrumOnfk9rmsSDSCP6uWItxAgj05SLKRvLYW2isGoCtOe_YQIX7XgPrGuiC_MmZ6XK-fMLWn_sTn-1citCCW0yBzkDVBeyxZptZcFWxJnDxnsaRE2qFaC_PF6WK-6JSklKHDLAR/s200/GROSSMAN.jpg" width="184" /></a></div><br />
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<strong>ENLACES A COMENTARIOS Y RESEÑAS DE LA OBRA:</strong><br />
<ul><li><a href="http://www.slideshare.net/endefensadeisrael/vida-y-destino-stalingrado-vasili-grossman">Leer/Bajarse <em>Vida y destino</em></a> </li>
<li><a href="http://www.letraslibres.com/index.php?art=12503">Robert Chandler: <em>En nombre de los que yacen en la tierra</em></a></li>
<li><a href="http://www.elortiba.org/grossman.html">Especial de El Ortiba dedicado a <em>Vida y destino</em> y Vasili Grossman</a></li>
<li><a href="http://ellamentodeportnoy.blogspot.com/search/label/grossman">Crítica y fragmentos de la obra en el blog <em>El Lamento de Portnoy</em></a></li>
<li><a href="http://www.letraslibres.com/index.php?art=11832">Reseña de Antonio Muñoz Molina para <em>Letras Libres</em></a></li>
<li><a href="http://libros.libertaddigital.com/una-recuperacion-muy-parcial-de-vasili-grossman-1276232399.html">Una recuperación muy parcial de Vasili Grossman. Libros en LD</a></li>
<li><a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2007/09/28/escorpion/1190974371.html">Crítica de Alejandro Gándara para <em>El Mundo</em></a></li>
<li><a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/Vasili/Grossman/despiadado/tiempo/elpporcul/20060911elpepicul_1/Tes">Reseña de José Andrés Rojo en <em>El País</em></a></li>
<li><a href="http://www.rebelion.org/noticia.php?id=62253"><em>Todo el sufrimiento del pueblo ruso que derrotó al fascismo, </em>Jesús Aller<em> </em>en <em>Rebelión.</em></a></li>
<li><a href="http://www.labitacoradeltigre.com/2007/12/13/vida-y-destino/"><em>Vida y destino</em> en La bitácora del Tigre</a></li>
<li></li>
</ul>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-64149408696020439632011-07-25T02:06:00.003+02:002011-07-25T12:30:05.687+02:00Tu dolor suena tan bien, Amy...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5onswKZLsk7Ae3Asqd-nHfghx67XkErOAnYsvBBbrgTyxtyt6YUNP8yeDJoLWaDag4R4QBQb_91OuTucNVjdpk6HmJuQkphVbjbQhPpZxqc4tiVj1Yev4MT_DAi2MuHidCyx5V2ZENCru/s1600/amy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5onswKZLsk7Ae3Asqd-nHfghx67XkErOAnYsvBBbrgTyxtyt6YUNP8yeDJoLWaDag4R4QBQb_91OuTucNVjdpk6HmJuQkphVbjbQhPpZxqc4tiVj1Yev4MT_DAi2MuHidCyx5V2ZENCru/s1600/amy.jpg" /></a></div><br />
Amy, tu dolor suena tan bien...<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/cjRvTX1y31U" width="280"></iframe><br />
<br />
Meet you downstairs in the bar and heard<br />
Your rolled up sleeves and your skull t-shirt<br />
You say why did you do it with him today?<br />
And sniff me out like I was Tanqueray<br />
<br />
Cause you're my fella, my guy<br />
Hand me your stella and fly<br />
By the time I'm out the door<br />
You tear me down like roger moore<br />
<br />
I cheated myself<br />
Like I knew I would<br />
I told ya, I was troubled<br />
You know that I'm no good<br />
<br />
Upstairs in bed, with my ex boy,<br />
He's in the place, but I cant get joy,<br />
Thinking of you in the final throws, this is when my buzzer goes<br />
<br />
Run out to meet your chicks and bitter<br />
You say when we're married cause youre not bitter<br />
There'll be none of him no more<br />
I cried for you on the kitchen floor<br />
<br />
I cheated myself<br />
Like I knew I would<br />
I told ya, I was troubled<br />
You know that I'm no good<br />
<br />
Sweet reunion, jamaica and spain<br />
Were like how we were again<br />
I'm in the tub youre on the seat<br />
Lick your lips as I soak my feet<br />
<br />
Then you notice lickle carpet burn<br />
My stomach drops and my guts churn<br />
You shrug and it's the worst<br />
To truly stuck the knife in first<br />
<br />
I cheated myself like I knew I would<br />
I told ya I was troubled, you know that I'm no good<br />
I cheated myself, like I knew I would<br />
I told ya I was troubled, yeah ya know that I'm no good<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/h1TQRJWLZ3s" width="280"></iframe><br />
He left no time to regret<br />
Kept his dick wet<br />
With his same old safe bet<br />
Me and my head high<br />
And my tears dry<br />
Get on without my guy<br />
You went back to what you knew<br />
So far removed from all that we went through<br />
And I tread a troubled track<br />
My odds are stacked<br />
I'll go back to black<br />
<br />
We only said good-bye with words<br />
I died a hundred times<br />
You go back to her<br />
And I go back to.....<br />
<br />
I go back to us<br />
<br />
I love you much<br />
It's not enough<br />
You love blow and I love puff<br />
And life is like a pipe<br />
And I'm a tiny penny rolling up the walls inside<br />
<br />
We only said goodbye with words<br />
I died a hundred times<br />
You go back to her<br />
And I go back to<br />
<br />
Black, black, black, black, black, black, black,<br />
I go back to<br />
I go back to<br />
<br />
We only said good-bye with words<br />
I died a hundred times<br />
You go back to her<br />
And I go back to<br />
<br />
We only said good-bye with words<br />
I died a hundred times<br />
You go back to her<br />
And I go back to black<br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/u_Rr5J1bk0I" width="213"></iframe><br />
<br />
For you I was a flame<br />
Love is a losing game<br />
Fire storey fire as you came<br />
Love is a losing game<br />
<br />
Why do I wish I never played<br />
Oh what a mess we made<br />
And now the final frame<br />
Love is a losing game<br />
<br />
Played out by the band<br />
Love is a losing hand<br />
More than I could stand<br />
Love is a losing hand<br />
<br />
Self professed... profound<br />
Till the chips were down<br />
...know you're a gambling man<br />
Love is a losing hand<br />
<br />
Though I'm rather blind<br />
Love is a fate resigned<br />
Memories mar my mind<br />
Love is a fate resigned<br />
<br />
Over futile odds<br />
And laughed at by the gods<br />
And now the final frame<br />
Love is a losing game<br />
<br />
---------------------------<br />
<br />
<a href="http://youtu.be/8kWzZK1bvsI">Your Pain Makes A Beatiful Sound, Boy George.</a>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-19848626955643245992011-07-20T00:04:00.001+02:002011-07-20T00:14:08.063+02:00García Calvo en Puerta del Sol el 14 de julio de 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_E68244DF96J7kzDo6Rw_v7hMP1fmmXc_YWxl_xI13C6Rj_NQsvaX5rfU4fYjp0_S4Gxf3kp21dV0amS1iKJbxRhbLd8X6qTmDlrv54AN1umN1GrKkVPfSTuzvjjjZLvneaW7OVPhJYhK/s1600/agustin+garcia+calvo+sol.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_E68244DF96J7kzDo6Rw_v7hMP1fmmXc_YWxl_xI13C6Rj_NQsvaX5rfU4fYjp0_S4Gxf3kp21dV0amS1iKJbxRhbLd8X6qTmDlrv54AN1umN1GrKkVPfSTuzvjjjZLvneaW7OVPhJYhK/s320/agustin+garcia+calvo+sol.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
Subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db;">acampanilla</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">14/07/2011</span><br />
<div style="text-align: center;"><br />
Parte 1</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/nUrBYvUmNFA" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 2</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/CeVVdYG8VZ4" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 3</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/TCE3ajxBnow" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 4</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/C8ZDOLvcj70" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 5</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/tQwg7uZFTRk" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 6</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/hD6Wab32xsE" width="280"></iframe></div><br />
[Ha canturreado AGC un fragmento de la comedia musical "Bobomundo"]<br />
<br />
...Esto, aparte de que siempre viene a cuento en este trance de descontento o rebelión en el que andamos, acordarse de que el régimen que nos ha tocado padecer es justamente el del dinero, Estado confundido con Capital, aparte de eso venía a cuento de entender mejor el intento de que sigamos unos cuantos juntándonos aquí cada jueves, a las ocho y media, para intentar mantener un hilo después de levantada la acampada de Sol, mantener el sentido que me parece, que nos parece que era originario, no dejar que la rebelión se distraiga, como parece que está mandado y que se suele, con reclamaciones al Poder, con reivindicaciones, con manifestaciones ante un Centro u otro del Poder, que, como se sabe, es lo que a los Medios le gusta y le gusta porque saben que no sirve para nada.<br />
<br />
Contra eso la propuesta que aquí mantenemos es que las asambleas que se pueden ir juntando, como ahora mismo se está intentando, se dediquen no a reclamaciones, no a acordarse del Poder para nada, no a reivindicaciones, no a ningún futuro, porque hay que repetirlo todos los días: la gracia de esta rebelión consiste en que no tiene futuro. El futuro es de ellos, y hay que dejarlo para ellos (para la Empresa, para la Banca, para los Ministerios, para los Estados, para los Capitales) y, en cambio, la rebelión contra ello no puede tener futuro. La condición para que se pueda hacer desde aquí abajo algo bueno es justamente la condición de que no tenga futuro. Sólo así se puede ir inventando, se puede ir intentando hacer algo que no sea lo que ya está hecho.<br />
<br />
Y, por ejemplo, cuando se me pregunta o se nos pregunta ¿qué es lo que entonces en una rebelión hay que hacer?, ¿de qué hay que hablar? (que es la manera de acción inmediata que nos toca, que no sea justamente eso, que se suele, levantar la voz al Poder y pedir o reclamar nada) lo que hay que decir es esto que también hoy tengo que volver a repetir: el sostén del Estado y el Capital es la fe, la creencia impuesta (el futuro entre otras cosas). <br />
<br />
Ése es el fundamento. El Capital sin crédito (es decir, fe) no tiene ni sentido ni puede hacer nada —y naturalmente el Estado que va también con él, si no es con el mismo tipo de engaño o fe, creyendo en un futuro, creyendo que avanzamos por un camino, como el coro cantaba hace un momento, hacia la luna, que es el futuro que ellos nos mandan—, entonces lo que nos cabe hacer es hacer hablar contra esa fe, tratar de destruir, desmoronar por todas las vía posibles esa fe que es el sustento mismo del Poder. <br />
<br />
Y esta fe abarca muchas cosas, no sólo naturalmente que nos hagan creer en cosas domésticas como creer en la pareja, en el amor, en el matrimonio, en lo que sea, como creer en el Registro Civil, como creer en la Sanidad más o menos gratuita, la Seguridad Social..., todas estas cosas inmediatas sino también las de más alto, las de más en el cielo como éstas de que en el cántico que habéis oído tratan, porque la Ciencia, con la Física a la cabeza, está también en principio al servicio del Poder, es decir, está para sostener esa fe directamente y sobre todo por la vulgarización en los Medios de los supuestos descubrimientos y teorías acerca de ese cielo...Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-66092943190132386022011-07-19T15:16:00.002+02:002011-07-19T15:20:26.044+02:00"Embriagaos"<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcwYfgjXwRFG5pY07QiMpMnthBP3ZF7xSWAQpJN_YsUuf39VhTNkRx1g0xoOP6bH7jBA2xibvMl1lRt1uYxjF99-Efsxt_v8KyJf-f250PrbgCFLzMU5WB-3V59f6oErnUk1NZiEzotrzJ/s1600/IDuncan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcwYfgjXwRFG5pY07QiMpMnthBP3ZF7xSWAQpJN_YsUuf39VhTNkRx1g0xoOP6bH7jBA2xibvMl1lRt1uYxjF99-Efsxt_v8KyJf-f250PrbgCFLzMU5WB-3V59f6oErnUk1NZiEzotrzJ/s1600/IDuncan.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Isadora Duncan</td></tr>
</tbody></table><br />
"Hay que estar simpre ebrio. Nada más: esa es toda la cuestión. Para no sentir el peso horrible del tiempo, que os quiebra la espalda y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin parar.<br />
<br />
¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, como queráis. Pero embriagaos.<br />
<br />
Y si alguna vez en las escaleras de palacio, en la verde hierba de u<span class="text_exposed_show">na zanja, en la soledad sombría de vuestro cuarto, os despertáis porque ha disminuido vuestra embriaguez, preguntad al viento, a las olas, a las estrellas, a los pájaros, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que gira, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es; y el viento, las olas, las estrellas, los pájaros, el reloj, os contestarán: "¡Es la hora de embriagarse!" Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos; embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud, como queráis". </span><br />
<br />
<span class="text_exposed_show"><strong>Charles Baudelaire,</strong> <em>Pequeños poemas en prosa (El spleen de París)</em></span>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-54942156619961497152011-07-09T14:54:00.002+02:002011-07-19T22:23:30.514+02:00Agustín García Calvo en Sol el jueves 7 de julio de 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-jrqRf4irz0V01ujN0sYAg21Mt9MPx-Kk0Zyw8lJ2SJ-ov7QT8aJl_Hkbh3OLzWD4gAXprTCVdmdFztFurBaB5-TCZcd5hUvfIhMZCz76JxLdCp2tIg_LRxltuu51dZE2OqlpoIMuzDzU/s1600/AGCsol.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-jrqRf4irz0V01ujN0sYAg21Mt9MPx-Kk0Zyw8lJ2SJ-ov7QT8aJl_Hkbh3OLzWD4gAXprTCVdmdFztFurBaB5-TCZcd5hUvfIhMZCz76JxLdCp2tIg_LRxltuu51dZE2OqlpoIMuzDzU/s200/AGCsol.jpg" width="191" /></a></div><br />
<div class="Title"><strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol, jueves 7 de julio de 2011.</strong></div><div class="Title"></div><div class="Title">Subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db;">acampanilla</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">07/07/2011</span></div><div class="Title"></div><strong></strong>"Cuando de lo que se trata es de que no haya padre allá en lo alto, de que no haya Estado ni Capital ni nada que se le parezca… es un absurdo que al mismo tiempo se le quieran pedir concesiones a eso, y, al pedírselas, reafirmarlo…<br />
<br />
Lo que se haga contra eso tendrá que inventarse entre nosotros, desde abajo. No habrá nadie que nos lo haga…<br />
<br />
Lo que aquí venimos haciendo cada jueves es lo más urgente que se puede hacer: tratar de deshacer, de desvirtuar, de desmentir la fe que el Capital y el Estado necesitan para sostenerse. Ellos no son más que crédito y que futuro y por tanto eso es una fe, es la fe que verdaderamente pesa sobre nosotros: el Estado actual. Y por fortuna a esa fe se la puede derruir h a b l a n d o… no empleando las jergas del Poder…, sino hablando como habla la gente, en la lengua corriente… sin emplear ningunos términos de los que emplean los políticos ni de los que emplean los Medios. <br />
<br />
A la fe establecida que Capital y Estado necesitan se la puede atacar, se la puede derruir hablando así como la gente habla, hablando que es lo mismo que pensando y diciéndoselo los unos a los otros"..<br />
<br />
Parte 1<br />
<div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/P3Tkxbq5pyY" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 2</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/ow8I6nvpWqg" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 3</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/fjYfn2NhOEA" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 4</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/HyfPxQOHjow" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 5</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/0qh9jWsIIb4" width="280"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Parte 6</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="175" src="http://www.youtube.com/embed/KVJbgura2uA" width="280"></iframe></div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-1543472053889862982011-07-07T16:19:00.001+02:002011-07-07T18:25:34.729+02:00El movimiento inmóvil - ensayo de Daniel Zamora sobre el 15M<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFBy79gz9MBn9UUhusMXWBtyApPT2fqCzWysGmZDrpEn-lljriPlcL_XuXshNHmSTmTP3uZ7XWplm2AeuXCO-VqmFEG0NzMY3778kyuo3dnbhoY1zKtlhbk3eAyH3OIdMGdG4Cjo810AGs/s1600/lecoeur.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFBy79gz9MBn9UUhusMXWBtyApPT2fqCzWysGmZDrpEn-lljriPlcL_XuXshNHmSTmTP3uZ7XWplm2AeuXCO-VqmFEG0NzMY3778kyuo3dnbhoY1zKtlhbk3eAyH3OIdMGdG4Cjo810AGs/s200/lecoeur.jpg" width="153" /></a></div><br />
Un extenso artículo de Daniel Zamora para Jot Down sobre el movimiento 15M desde una visión crítica, tan saludable y necesaria como inexistente hasta el momento, del que el periodista <a href="http://www.arcadiespada.es/">Arcadi Espada</a> señala:<br />
<em>"Lo mejor que he leído sobre los indignantes y el PP, quiero decir el partido de los perroflautas, lo ha escrito el filósofo Daniel Zamora </em><a href="http://www.jotdown.es/2011/07/daniel-zamora-el-movimiento-inmovil/"><span style="color: #739be8;"><em>en la misteriosa Jot Down.</em></span></a><br />
<em>Hay, por ejemplo, en su texto una aguda apreciación sobre la forma de las acampadas: «Un foro generalista de Internet trasplantado al aire libre». Exactísimo. Un foro sin moderador, desde luego, y con los patéticos resultados conocidos. El ensayito es breve, pero no a la manera del abuelito Hessel. Este es profundo. Y cada palabra lleva adosada una joroba de muchas ideas. Como tiene que ser. Que la paja va cara..."</em><br />
<br />
<strong><em><span style="font-size: large;">El movimiento inmóvil</span></em></strong> <br />
<span class="author">por <strong><span style="color: #24211f; font-family: Thread-00000d00-Id-00000003;">Daniel Zamora</span></strong></span><br />
<div class="entry"><em><span style="font-family: Thread-00000d00-Id-00000003;"> </span></em><br />
<em><span style="font-family: Thread-00000d00-Id-00000003;"> </span></em><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pocas cosas son tan sencillas como idealizar un vago movimiento romántico, de indefinidos objetivos utópicos, que produce básicamente lemas pseudosituacionistas y una eficaz autogestión de la nada. Esta facilidad edulcorante se manifiesta sobre todo en la rapidez con la que la mayor parte de los intelectuales tendenciosos de izquierdas —periodistas, escritores, académicos, pensadores y todos aquellos comentaristas que se obstinan en verse como irreductibles <em>outsiders</em> aunque se encuentren perfectamente integrados en el sistema— quedan inmediatamente seducidos y desarmados ante la irrupción de unos jóvenes airados en el dogmático y esclerotizado panorama político nacional, rendidos con entusiasmo al hechizo de la buena voluntad insurrecta en lugar de preguntarse fríamente a qué inédito fenómeno se están enfrentando. Con candoroso optimismo e inexplicable precipitación, estos doctos jueces de la actualidad creen hallarse ante un movimiento postmoderno adecuado a estos tiempos ligeros, fragmentarios y flexibles, un nuevo fenómeno político sin los viejos y pesados tics revolucionarios de antaño, un amable e inofensivo pastiche multicolor que puede ser defendido sin peligro, a la vez que el defensor se presenta ante su audiencia como un pensador moderno y enterado que puede dárselas de haber penetrado mejor que sus rancios colegas en la esencia de la cosa y de ser capaz de olfatear con sus finas narices el sutil espíritu del tiempo. Esto es lo que ocurre cuando se confunde alegremente la vacuidad con la flexibilidad, el batiburrillo con la pluralidad, el simplismo populista con la autenticidad multitudinaria, la estéril inmadurez política con el utopismo de nueva generación, pues lo que se pretende tan a la última deviene, en el mejor de los casos y tras una reflexión desprejuiciada, la aplicación glamourosa de las nuevas tecnologías de la comunicación al viejo y sensiblero socialismo utópico y, en el peor de los supuestos, una absurda cooperación por la cooperación de unos anónimos desnortados que se sienten con derecho a todo por su condición doliente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Aunque la aparición de los ridículamente llamados “<em>indignados</em>” choque con el rechazo visceral de los analistas más retrógrados, temerosos de toda alteración incontrolada del orden público, o se tope con la desaprobación y la condena de las plumas separatistas, molestas por la escasa pasión con que se defienden sus momificadas reclamaciones patrióticas, mientras que sólo algunas aisladas voces independientes les critican debidamente desde puntos de vista despojados de lastres mezquinos e intereses sectarios, lo cierto es que hay más racionalidad en estos ataques motivados por aversiones irracionales y rencores ideológicos que en las bochornosas apologías chiripitifláuticas de sus oportunistas apóstoles, las cuales se mueven entre la fe ciega del nostálgico escritor paternalista, que reconoce con orgullo en las quejas de los jóvenes actuales las brisas lejanas de su perdida juventud opositora, y la complicidad pretendidamente reflexiva del acomodado rastreador de tendencias, cuya peor pesadilla consiste en verse desbancado de la vanguardia de las modas dominantes. La que debería ser la preocupación principal de unos y otros, es decir, el honrado esclarecimiento de la verdad y su divulgación sin miedo a las consecuencias, parece haber cedido a las presiones del corazón y a las conveniencias de la fama. Buena parte del periodismo español, especialmente aquel que exhibe subrayados escrúpulos sociales junto a una incurable mala conciencia burguesa, se ha embarcado en una peligrosa legitimación instantánea de estas oscuras sacudidas anónimas de naturaleza ignota y rumbo impredecible, a las que tan sólo aconseja, desde una irrisoria incomprensión benevolente de los procesos masivos, que procuren no derivar en estallidos de violencia incivil ni en programas de destrucción de las instituciones. Por eso ni siquiera sorprende ya, en vista de que los principales poderes informativos han claudicado por lo que se refiere a su deber de transmitir y analizar los hechos desapasionadamente, el enorme abismo que se abre entre la cutrez cotidiana de los campamentos reivindicativos y su embellecimiento sensacionalista por parte de esta prensa condescendiente, transformada en una obscena industria del entretenimiento ávida de impactos y sustentada en la sustitución controlada del mayor espectáculo de la semana por una nueva y emocionante intriga serial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Lo primero que cabe preguntarse cuando se aborda la investigación de este acontecimiento tumultuoso es qué clase de personas componen fundamentalmente el denominado “<em>movimiento del 15-M</em>”, sin dejarse engañar por el hecho deplorable de que el nivel de “perroflautismo” de los últimos irreductibles que vegetan en las plazas alcance un 10 en la escala de Macaco, pues los que se han especializado en vivir a costa de organismos más sanos prosperan en estos medios empantanados, endogámicos y decadentes donde pueden hacer impunemente de las suyas con el consentimiento general. Como se ha podido constatar cada vez que el movimiento ha logrado reunir con éxito las mayores concentraciones de simpatizantes, mediante convocatorias anónimas difundidas a través de Internet, la base del movimiento se compone de un sustrato juvenil inexperto que acoge transversal y ocasionalmente muy distintas edades, clases sociales, idearios políticos y situaciones personales. También es evidente que entre los ingenuos novatos de sentimientos puros y los curtidos militantes de buena fe se disemina la lacra de los charlatanes oportunistas y los diletantes verbosos: los habituales narradores veteranos de mil patéticas batallitas perdidas, reales o imaginarias; jubilados barbudos enemistados con la higiene que se creen de vuelta de todo; viejos revolucionarios caraduras que fuman en pipa, sestean bajo las tiendas y pontifican desde su abisal ignorancia, todos ellos tratando ansiosamente de revalorizarse entre algunos jóvenes incautos, en los que al fin encuentran unos oídos predispuestos que escuchan con respeto y admiración sus trasnochados consejos de farsantes pelmazos. Pero la mayor amenaza para la integridad saludable de esta reunión de jóvenes sublevados no es la legión senil de solitarios impostores sedientos de atención sino las manadas dañinas de golfos y granujas que acuden a pescar en estos ríos revueltos. Al igual que sucede en las casas abandonadas que han sido invadidas por militantes de la ocupación, el movimiento de conquista de las plazas se ha convertido en un foco de atracción de parásitos, sinvergüenzas y aprovechados, de gentuza y morralla de toda índole, de holgazanes, rateros, mendigos, borrachos, ladrones, pícaros y vagabundos malintencionados. El sentido lúdico, el talante desenfadado y la predisposición caritativa de sus componentes más sanos impidió que advirtieran a tiempo que la dura vida callejera y la pernoctación urbana al aire libre están llenas de amenazas y peligros, puesto que un desprotegido asentamiento filantrópico expuesto a todas las miradas, a todas las insolaciones y a todos los acechos constituye un imán irresistible para las voraces hordas marginales de la gran ciudad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Lo que sorprende al observar más detenidamente este chocante fenómeno social es su extraordinaria capacidad para originar una gran y muy diversa actividad sin sentido, un enorme caudal de movimiento inútil y disperso que no va a ninguna parte, un inagotable chorro de energía despilfarrada que retorna a su propio seno sin haber llegado nunca a partir de sí. La única razón de que tantas cosas se muevan tanto al mismo tiempo es conseguir que la actividad de los que se han puesto en marcha no se detenga en ningún momento, aunque no haya un objetivo determinado hacia el que aproximarse o, lo que es lo mismo, aunque todos los objetivos propuestos por ciertas ideologías tácita y mayoritariamente aprobadas posean la misma validez. Es, por tanto, un movimiento abstracto y puro que sólo se mueve con el fin de moverse a sí mismo, una movilización vacua, estéril y ensimismada de fuerzas confusas, como lo demuestra el hecho de que la mayor parte de las proposiciones planteadas en sus asambleas sean absolutamente irrealizables dentro de las actuales condiciones de existencia, o ideas ya recogidas en los programas de algunos partidos políticos, o irrelevantes detalles problemáticos concernientes a la administración interna de los ocupantes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Una vez superada la enorme perplejidad que provoca esta primera y pésima impresión de desperdicio y disparate, se puede aseverar que la esencia del movimiento del 15-M se despliega en varias acepciones compatibles al mismo tiempo: exabruptos y desahogos coordinados que fundan una precaria isla metropolitana de los deseos; una exhibición de malestar básicamente juvenil, a ratos pacífica y a ratos agresiva, que hace suya cualquier otra demostración de disgusto social; una expresión multitudinaria y antijerárquica del descontento popular; una integradora comunión festiva de desafortunados, desesperados y desencantados de toda índole; un foro generalista de Internet trasplantado al aire libre, con reglas internas de funcionamiento, secciones y subsecciones temáticas, debates por el mero gusto de debatir, moderadores que se turnan en el cargo, miembros habituales, participantes ocasionales, visitantes, curiosos y alborotadores, puesto que las relaciones de colaboración anónima y de debate igualitario propias de Internet se han trasladado a las calles, tomando las plazas de las grandes ciudades como si fueran webs de redes sociales; un mini Estado paralelo donde está prohibido el mal rollo y donde la gente en apuros encuentra el afecto y la comprensión de sus semejantes; una estancada y viciada protesta pública por los infortunios personales y mundiales, etc. Todo este torpe barullo se impregna unas veces de un difuso efluvio evocador de la ingenua acracia sentimentalista, mientras que otras veces se atufa con una peste a fritanga que retrotrae a las barras de los bares casposos donde se arreglan los problemas del mundo con cuatro frases demagógicas hechas, pero en ningún momento ha sido capaz de dotarse del limpio y claro soplo de los discursos que son a un tiempo racionales, políticos, articulados y unitarios, aunque este grave defecto aéreo sea, para ciertos analistas new wave, la mayor virtud del fenómeno, pues al parecer el funcionamiento reivindicativo más cool hoy día es la impotencia a la hora de proponer ideas valiosas y emprender acciones con sentido. Estas carencias esenciales radican en la anormal naturaleza de un movimiento que sólo es político en apariencia y que en realidad consiste en una excrecencia protestante de carácter poético, sentimental y espiritual, pero de baja condición poética, de pervertida especie sentimental y de escasa altura espiritual. Por desgracia parece tratarse de un superficial subproducto político, de un sucedáneo naïv de movimiento emancipatorio, que oscila entre la ingeniosa cursilería utópica (“<em>Sol ya lo tenemos. Ahora vamos a por la Luna”</em>) y la metamorfosis retórica de los triviales exabruptos del taxista malhumorado (“<em>No hay pan para tanto chorizo</em>“).</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por todo el territorio español han brotado como setas alucinógenas estos campamentos lúdicos, estos poblados mágicos donde la gente desgraciada acude a pedir sus deseos y a esperar a que se cumplan sus sueños de mejoría. ¿Pero a quién le piden la ejecución de ese alud de anhelos posibles y aspiraciones imposibles? ¿A qué oyente se dirigen con la esperanza de que escuche el relato de todas sus quimeras y de que posea el maravilloso poder de realizar las fantasías ajenas? ¿A ciertos sectores sociales, a la sociedad en su conjunto, a la elite política, al gobierno, a la oposición, a la magistratura, a la burocracia, a los sindicatos, a la patronal, a la banca, a los mercados financieros, a las multinacionales extranjeras, a las instituciones europeas, al mundo entero, a sus dioses particulares? Da la impresión de que ni los propios demandantes tienen claro a quién están interpelando con sus quejas y reclamaciones y a quién suponen competente y capacitado para darles satisfacción. La propia génesis del movimiento y las fases iniciales de su desarrollo ya apuntaban a esta indefinición del lanzamiento de mensajes contradictorios, a la infundada conjetura de un desconocido interlocutor todoterreno semejante al genio de Aladino. Como es sabido, la primera ocupación de una plaza importante se decidió espontáneamente gracias a un rapto reivindicativo surgido del enfado del momento, tras lo cual se fueron agregando al reducido núcleo fundador nuevos apoyos que aumentaban el número de los concentrados capitalinos y que ocupaban otras plazas lejanas por pura imitación del impreciso enojo inicial. Este período germinal se dio por cerrado cuando, una vez conquistado el espacio político y llamada la atención de los sorprendidos paisanos, llegó el momento de sentarse a discutir para acordar entre todos cuáles habían sido las razones y los fines de los actos impulsivos que habían precedido este debate sobre la propia identidad, sin que de ahí saliera ninguna respuesta incontrovertible que iluminara las cuestiones esenciales que requerían aclaración: quiénes somos, qué hacemos, qué decimos, por qué nos hemos reunido, qué pretendemos lograr, con quién, contra quién, para quién, etc. Esta curiosa forma de actuar, que primero emprende a ciegas cualquier acción sonada y luego da sentido a posteriori a los hechos consumados, es sin duda un proceder absurdo, brumoso y antipolítico, puesto que en política primero se consideran con claridad los intereses y objetivos por los que vale la pena ponerse en movimiento y luego se inician las acciones encaminadas a conseguirlos. Asimismo, es políticamente imprescindible dar un contenido exacto a la solidaridad de que se trate, es decir, saber contra quién se junta uno con sus iguales, pues no es lo mismo combatir al Gobierno que al Estado, a los políticos que a los banqueros, al Capitalismo que a las corporaciones multinacionales, a la OTAN que al FMI, el deterioro medioambiental que el patriarcado machista, las guerras en general que la evolución fatal de las cosas, ni es equivalente pedirle cambios al Presidente, al Parlamento, al Rey, a un poder extranjero, a la ciudadanía, a la burguesía, a Dios, a la Humanidad, a la Naturaleza o a la mismísima condición humana.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pese a que los aprendices de insurrecto parezcan andar desorientados, se les acusa injustamente de ignorar por qué razón están luchando y qué es lo que están pidiendo con sus acciones o inacciones, puesto que estos activistas improvisados no tienen la menor duda al respecto: cada uno pide por lo suyo, cada individuo irrepresentable lucha por su causa favorita y todos piden de todo a todos. Pero este vago pastiche de deseos y fantasías, a veces contradictorios y a veces incompatibles, que constituye su indiscriminada relación de objetivos fluctuantes es lo mismo que una declaración de analfabetismo político. La ventaja más obvia de este alegre proceder desordenado es que cualquier ciudadano insatisfecho puede sentirse un integrante de este movimiento, puesto que es muy fácil que cualquiera encuentre en este indigesto guirigay postmoderno algún ingrediente apetecible con el que pueda sentirse identificado y que le impulse a despertar de su letargo acomodaticio: la mejora y saneamiento sin especificar de nuestra democracia, la reforma de lo que a cada cual se le antoje que deba ser reformado, el estallido de una revolución del tipo que cada cual prefiera, la regeneración de la vida pública por parte de quien se encargue de estas cosas, la instauración de una nueva república o de la forma de gobierno favorita de cada demandante, la realización de los cambios que se considere pertinente realizar en la ley electoral, poner fin al bipartidismo, acabar con el sistema de partidos, controlar la financiación de esos mismos partidos políticos que se pretende eliminar, reformar el Senado, suprimir el Senado, permitir las copias gratuitas e ilimitadas de los contenidos audiovisuales protegidos, promover el abstencionismo, regular el libre mercado financiero, acabar con el libre mercado financiero, derogar la reforma universitaria desarrollada en el plan de Bolonia, relajar el control y la persecución de los inmigrantes indocumentados, franquear el paso indiscriminadamente a todo extranjero, evitar los recortes presupuestarios en la sanidad y la educación públicas, detener las privatizaciones del sector público, impedir la bajada de las pensiones, promover el aumento de los salarios, acabar con el paro, terminar con la precariedad laboral, sustituir la democracia representativa por la democracia directa, reemplazar las listas cerradas por las listas abiertas, perdonar las hipotecas de los endeudados más empobrecidos, eliminar la corrupción de los cargos políticos, bajar los impuestos, abolir los impuestos, regular con mayor eficacia el capitalismo, poner fin al capitalismo, poner fin al consumismo, poner fin a la tauromaquia, poner fin a la energía nuclear, hacer efectivo el derecho a la vivienda, hacer efectivos los derechos de los homosexuales, hacer efectivos los derechos humanos, hacer efectivo el amor universal, lograr un cambio general, lograr un despertar mundial de las conciencias, lograr que el pueblo, el país o la Tierra se pongan en movimiento, lograr un futuro mejor para todos los jóvenes, para todos los españoles o para todos los terrícolas, lograr la unidad popular, lograr la solidaridad internacional, lograr la comunión planetaria, obtener la autonomía de los pueblos oprimidos, defender el feminismo, defender el ecologismo, defender el vegetarianismo, defender el animalismo, defender el humanismo, defender el pacifismo, defender el filantropismo, defender el socialismo, defender el espiritualismo, y así ad infinitum.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Aunque numerosos intérpretes del movimiento entiendan que lo que reclaman sus integrantes puede resumirse en el deseo de que la política deje de estar subordinada al poder financiero y de que la vida deje de estar relegada al olvido por la política, ese supuesto extracto teórico no es sino una selección personal de las incontables demandas expresadas, una seductora simplificación que otorga cierta entidad y coherencia a lo que no tiene entidad ni coherencia, una síntesis falsificadora y favorecedora que disimula la verdadera esencia de las peticiones del 15-M, y que lo sería aunque se demostrara que todos los movilizados están de acuerdo con esas dos ideas, pues lo que piden en realidad no es ni esto ni lo otro, ni tampoco una directriz teórica que englobe esto, lo otro y lo de más allá, sino un cambio indeterminado, universal y caprichoso apoyado en una serie de creencias triviales. Entre la selvática proliferación de carteles con ingeniosas ocurrencias críticas y contundentes eslóganes reivindicativos se puede entrever el elemental ideario político en que se sustenta el fenómeno: “<em>Todo lo que actualmente nos domina y condiciona (Políticos corruptos, banqueros rapaces, salarios miserables, contratos esclavistas, democracia amañada, presente repugnante, futuro tenebroso…) es pura y simple basura, material de desecho, un organismo podrido, un edificio en ruinas</em>”. “<em>Estamos indignados con todo lo que ocurre (en nuestras vidas personales, en las esferas públicas de nuestro país, en el mundo entero…) porque todo nos perjudica y nos agrede. Por eso, los perjudicados y agredidos por la marcha de las cosas hemos de unirnos y hacer algo para mejorarla</em>” es la única y abstracta proclama que en el fondo los reúne más allá de sus incontables diferencias. “<em>No nos gusta cómo están las cosas, o cómo van mis cosas, y pedimos a quien se ocupe de realizar nuestros sueños que nuestros deseos se hagan realidad ahora mismo</em>”. Es, por tanto, un “<em>cada loco con su causa/todos con la causa de cada uno</em>”, un <em>“¿y qué hay de lo de cada cual</em>?” apoyado por el grupo momentáneo, una especie de paradójico egoísmo altruista, de individualismo comunista, o, en otras palabras, el triunfo del deseo, la fantasía y los sentimientos particulares sobre la razón política común en su sentido más noble. Por mucho que sus apologistas más prestigiosos quieran persuadirnos de lo contrario, es difícil concluir que se han superado los viejos y sólidos programas políticos cuando lo que se señala como elemento superador es una incontinente lista de los Reyes Magos redactada por niños que ya no creen en los Reyes Magos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El tan coreado y cansino lema antimediaciones del “<em>No nos representan</em>”, que los más exaltados del movimiento arrojan de continuo contra el cuerpo político sin distinción, como una acusación desdeñosa o una desautorización radical, es en realidad un “<em>No nos representa nadie, ni siquiera nosotros mismos</em>”. El 15-M en su conjunto sospecha de todo mediador y de toda delegación de funciones, sin exceptuar siquiera la de los agentes negociadores elegidos por ellos mismos de entre sus filas, de manera que hace imposible toda forma de democracia y de política en sentido genuino. La democracia sin adjetivos, incluso la democracia directa y participativa que tanto reivindican los “<em>indignados</em>” y que adánicamente creen encarnar en sus indómitas asambleas, no es un proceso de discusión que se agota en esa pura discusión interminable, no es una charla sin fin y sin mesura por el simple placer de la charla altisonante y el discurso egocéntrico, no es un parloteo inconsistente que se remata con una acrítica aclamación general de cualquier iniciativa o parecer que remen a favor de la corriente y del credo de los reunidos, sino que constituye una forma <em>de gobierno</em>, una determinada manera de <em>organización del poder</em>, un modo de <em>tomar decisiones</em> y de <em>dirigir</em> una comunidad. Lo único que puede variar de una democracia a otra es la forma de participación en esa forma de gobierno, pero en todo caso ha de haber participación y ha de haber gobierno, han de establecerse maneras organizadas de acceder a las discusiones legislativas y maneras organizadas de mandar, pero no puede hablarse de democracia de ningún tipo si esa supuesta democracia carece, como ocurre en las asambleas antipolíticas de las plazas conquistadas, del segundo término, del momento directivo, del poder organizado, que no puede existir sin alguna especie de legítimo “en nombre de otros”. El gobierno democrático puede ser representativo, entendiendo por tal gobierno aquel en el que al pueblo soberano sólo le es dado elegir a sus parlamentarios, que son los que participan luego en las discusiones de la asamblea y en las decisiones de gobierno, y puede ser directo, lo que significa que el pueblo soberano discute personalmente y elige sin intermediarios a sus gobernantes, sin delegar en otros la discusión más básica pero delegando en un determinado momento en ciertos representantes efímeros y controlados, porque no todos caben a la vez en el mismo espacio, ni todos valen para mandar o para ejecutar ciertos mandatos, ni la ratificación universal simultánea de cada propuesta presentada es sinónimo de gobierno democrático, puesto que tanto la presentación de las propuestas como su aprobación o rechazo pueden ser llevadas a cabo sin voluntad directiva alguna, como puro flujo irracional o anarquía impulsiva, o pueden infiltrarse como voluntad directiva oculta, es decir, como gobierno desapercibido. De tal manera que también la democracia directa requiere algún tipo de representación política, porque no hay gobierno sin representación (todos a la vez no pueden gobernar y la afluencia no guiada de iniciativas arrolladoras no es una forma de gobierno) ni hay democracia sin gobierno. La confusión conceptual más corriente se debe a que en la clase de democracia denominada “<em>directa</em>” no existe una casta profesional gobernante, una elite establecida que controla todos los accesos al poder, una parcelación ideológica sectaria en bandos militantes jerárquicos y disciplinados, por lo que en este caso es más fácil que quede de manifiesto que la democracia es el gobierno de uno mismo: nosotros nos damos las leyes y nosotros las cumplimos; de nosotros y por nosotros salen quienes nos gobiernan y nosotros les obedecemos porque así nos obedecemos a nosotros mismos. Pero este pueril movimiento libertario que ha irrumpido en escena sin las mínimas nociones políticas necesarias siente una repugnancia irremediable y una innata desconfianza hacia toda forma de gobierno y, por tanto, rechaza inconscientemente toda forma de democracia, no sólo la llamada “<em>representativa</em>” sino también su venerada “<em>democracia real</em>” o “<em>directa</em>”, quedando reducido a una mera charla inacabable, redundante y banal y a una toma despótica de decisiones por parte de una abrumadora fuerza invertebrada.</span></div><div style="text-align: justify;"><em><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></em></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El socorrido “<em>Consenso</em>” que tanto idolatran estos demócratas ejemplares, el mito de la unanimidad asamblearia sin fricciones ni disonancias al que permanentemente apelan los reunidos en asamblea, y que se expresa con una ridícula agitación silenciosa de manos alzadas, es un espejismo ideológico que perjudica seriamente el proceso de toma de decisiones al frenarlo y obstaculizarlo, favoreciendo el sabotaje realizado por la minoría disconforme y sólo la aprobación de las propuestas más abstractas, ambiguas, desbravadas y vacías de contenido, por ser éstas las únicas que pueden contar con el asentimiento general de un público cambiante con intereses heterogéneos. Para evitar la tiranía de la mayoría acorde se fomenta la tiranía de la minoría en desacuerdo, se alienta una especie de camuflado derecho a veto que siempre está a disposición de la facción más intransigente, aumentando de este modo el grado de rigidez y severidad de las decisiones tomadas, puesto que la mayoría más flexible tenderá por definición, si desea impedir el colapso asambleario, a ceder ante la enrocada minoría extrema que no da su brazo a torcer. Debido a esta despistada idealización de las asambleas, que constituyen sin duda el sistema más adecuado para participar en libertad junto a nuestros iguales, se defiende un funcionamiento tergiversado que niega los liderazgos naturales y persigue el anonimato aplanador, así como ese imaginario consenso neutral que se supone respetuoso con todas las facciones en disputa pero que en la práctica resulta en todo lo contrario: en el más férreo control ideológico, en la imposición más despótica por parte de los que llevan la voz cantante, en la erección de un clima coactivo subliminal que impide o dificulta la libre expresión de las opiniones que no van a favor de la tendencia dominante establecida por los dirigentes extraoficiales, de tal manera que no es descabellado considerar que hay más diversidad de pareceres políticos en el tan denostado Parlamento oficial que en estas cámaras espontáneas de ideología prácticamente única. Este tipo de asamblea trucada y manipulada decide siempre lo que ya de antemano está decidido que se tiene que decidir. Pueden darse fuertes discusiones entre dos corrientes ideológicas de peso, pero jamás una polémica honrada, sincera y libre de prejuicios con las pocas voces discrepantes que en un primer momento le objetan a estas mareas victoriosas y que pronto callan y desisten de su empeño, al constatar el panorama de cerrazón u hostilidad que se opone a sus propuestas, tan derrotadas de antemano como predeterminadas están las votaciones que salen adelante.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El concepto de democracia directa y participativa, tan querido a este movimiento, también se deforma y mal entiende cuando se censura el reconocimiento espontáneo de los líderes, la distinción natural de los dirigentes más aptos, de los que, terca e insensatamente, se espera que demuestren lo contrario de lo que son y que se condenen a exhibir un perfil reducido e irreconocible, a diluirse a la fuerza en ese anonimato de la masa que contradice su naturaleza señalada y a renunciar, por el bien de la autoestima ajena, a todo brillo personal y a toda conducción resuelta de los asuntos comunes. De este modo se incentiva, por un lado, la mediocridad orgullosa y el odio a la excelencia, porque la grisura propia es vista como una virtud civil encomiable, mientras que todo el que destaca es mirado con suspicacia y resentimiento por poner en entredicho con su mera existencia la vanagloria general, y, por otro lado, se fomenta la irresponsabilidad pueril y la desvinculación oportunista, porque la masa anónima está más cerca de la turba indolente e incontrolable, que no se ata a nada ni acepta encomiendas, que del individuo responsable de sus palabras y sus actos que se echa sobre sus espaldas una serie de cargas y deberes, del agente identificable al que se le puede exigir que rinda cuentas, que cumpla sus compromisos y que mantenga sus promesas. Junto al arrasamiento de estas destacadas voces particulares que voluntariamente se anegan y disuelven en el incógnito océano de la masa, aunque en la práctica sigan ejerciendo un control más determinante y sutil de lo que nadie está dispuesto a admitir, se reclama el correspondiente grado débil de organización, puesto que toda estructura fuerte y consistente es vista como un peligro de oficialismo infecto, como un contagio impuro de un movimiento prístino y angelical que es propiedad de todos y de ninguno. La anulación de las relevancias y la precariedad de las estructuras conllevan necesariamente una ausencia absoluta de criterio y de forma y, por tanto, de acción y pensamiento. Entre la formación de una inamovible casta burocrática y la ausencia total de toda forma de gobierno hay un término medio que aboga por la organización de unas estructuras sólidas y abiertas que puedan albergar la libre toma de decisiones políticas, el verdadero gobierno asambleario y la elección, basada en los méritos demostrados, de unos líderes temporales renovados periódicamente y no encuadrados en asociaciones partidistas. Estos gobernantes que no se imponen desde arriba cual dioses olímpicos inaccesibles, y a los que tampoco se les impone quedarse hundidos y aplastados en el fondo como viles gusanos, han de ir ascendiendo progresivamente a través de asambleas de creciente competencia y mayor importancia, siendo sostenidos y juzgados en todo momento por la base popular. Al verse obligados cada poco tiempo a dejar sus cargos y a ceder su turno a otros nuevos dirigentes, evitan el anquilosamiento profesional y las inercias corruptoras propias del sistema de partidos sin que su fragilidad se extienda al resto del sistema de asambleas. La auténtica asamblea democrática, por tanto, ha de elegir, de entre los oradores que destacan de forma natural en las discusiones parlamentarias y que de este modo se van haciendo un nombre, de entre los más persuasivos líderes innatos que cuentan con la simpatía y el reconocimiento mayoritarios, a sus efímeros y aglutinadores representantes, a los delegados que han de dar forma y contenido a toda esa caótica masa en movimiento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Puesto que sus integrantes sólo hablan en público “<em>a título personal</em>”, todo lo que aseguran ante los micrófonos sus pseudoportavoces, como cuando una pareja de desconocidos declara a los periodistas que <em>ellos</em> rechazan la violencia, carece de todo interés, sentido y valor, puesto que es como si se dirigiera a nosotros un grupo de irresponsables niños mimados que se lavara las manos en el estropicio provocado por su pandilla. Contradictoriamente con este individualismo extremo e inmediato, determinadas personas que aseguran participar en el movimiento no tienen el menor empacho en utilizar desvergonzadamente a la prensa para desmarcarse de las desagradables acciones llevadas a cabo por otros movilizados, como si estos otros no fueran en cierto sentido también ellos mismos, como si no pertenecieran al mismo “Nosotros, los indignados” y como si esos “portavoces que afirman no ser portavoces” no estuvieran reconociendo ya este hecho en el preciso instante en que convocan simulacros de ruedas de prensa para que los periodistas recojan sus declaraciones bajo titulares del tipo “<em>El 15-M dice lo siguiente:</em>…”. Ningún periodista en sus cabales acudiría a sus conferencias propagandísticas si no atribuyera a esas fuentes informativas alguna capacidad de hablar en nombre de todos, ni transmitiría las opiniones de los convocantes si no les considerase símbolos de algo distinto y mayor que ellos. Si nadie puede atribuirse su representación, ni esos insultados políticos ladrones ni sus propios y honrados compañeros de filas, si se trata de un movimiento ilimitado que pertenece enteramente a cada persona a la que se le antoje declararse miembro, entonces todo el mundo les representa y cualquiera puede hablar en su nombre, incluso la purria desatada, el activista sanguinario o el indignado ultramontano. Por eso es tan cómico y desconcertante oír de qué manera esos supuestos portavoces puristas -que subrepticiamente se atribuyen una legitimidad representativa de facto, al mismo tiempo que niegan de forma enfática estar hablando en el lugar de los otros- rechazan las acciones violentas de ciertos sujetos vehementes que actúan bajo la cobertura del movimiento, como si hubiera un auténtico movimiento que sería pacífico por naturaleza y que constituiría un ente substancial y determinado, mientras que ciertos movimientos parciales producidos en su seno resultarían inauténticos y parásitos, como si no fuera cierto que el 15-M es una integración acrítica de numerosos movimientos facciosos igualmente legítimos desde su propio punto de vista, como si existiera un “<em>espíritu original</em>” de este movimiento que fuera otra cosa que esa asimilación indiscriminada de distintas facciones irritadas, como si alguien, basándose en ese supuesto espíritu discerniente, pudiera hacer una criba entre las facciones válidas y los comportamientos que no tienen cabida. Así, pues, se nos pide que aceptemos que habitualmente nadie puede arrogarse su representación, pero sólo hasta que ciertos sujetos que no consideran necesario identificarse se erigen y no se erigen en encarnaciones momentáneos del espíritu del 15-M, espíritu que, paradójicamente, consiste en la oposición radical a toda representación, atribuyéndose la potestad de dar y quitar a su antojo carácter representativo al resto de los grupos. Si realmente existe un espíritu del movimiento, y si ese espíritu no es la pura y simple indiscriminación de las palabras y los actos que se amparan bajo su manto, es decir, la pura y simple ausencia de espíritu, entonces puede distinguirse quién se instala dentro y quién se queda fuera, quién pertenece a los verdaderos “<em>indignados</em>” y quién ha de ser expulsado de sus filas, quién está autorizado a hablar en nombre de todos los movilizados y quién no es representativo de los que se mueven. Un hecho significativo e hilarante, que muestra a qué ridículas situaciones conduce el extremismo anti-mediaciones, se dio en una gran marcha festiva del 15-M en Barcelona, encabezada por una inquietante y siniestra pancarta que coincidía exactamente con el punto de vista intolerante y exclusivista de un arrogante represor dictatorial (“<em>La calle es nuestra</em>”, es decir: “<em>Podemos apropiarnos del espacio que pertenece a todos porque nosotros somos el verdadero poder soberano, porque nuestra pequeña parte representa el todo, aunque luego aseguremos descreer de todo tipo de representantes</em>”). Lo asombroso y grotesco del caso es que, para mantener la coherencia ideológica y no empañar su simbolismo angélico, gente anónima cercana a los primeros puestos de la manifestación se encargaba de sostener por turnos la pancarta, evitando así la tan temida solidificación de los liderazgos y el despreciable reconocimiento de los cabecillas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Esta irreflexiva aversión del movimiento a toda forma representativa se podría volver en su contra cuando pierda apoyo ciudadano, cuando quienes hasta entonces se identificaban con esta confusa protesta de protestas exclamen al unísono con indignación, refiriéndose a los indignados oficiales, <em>“¡No nos representan!”</em>. Pues lo que sirve para deslegitimar a las instituciones democráticas sirve para deslegitimar a cualquier fundación que se pretenda más democrática que ellas, por débil y precaria que sea su estructura. En el momento en que el movimiento del 15-M rechaza que alguien pueda presentarse válidamente en lugar de otro, está afirmando en realidad que su movimiento empieza y termina en la gente que en cada momento se presenta como <em>“indignado</em>”, por lo que, en el hipotético y fantástico caso de tomar el poder, todo aquel que se desvinculara del movimiento, que no comulgara con él, que no se convirtiera a la victoriosa oleada de indignación, que no se entregara acríticamente a la corriente triunfante, tendría que ser expulsado del país o quedar abandonado al margen de la esfera política, puesto que ni el nuevo gobierno podría hacer oír esas voces discrepantes ni esas voces discrepantes tendrían cabida en unas asambleas en las que cada componente habla por sí mismo imbuido de cierto espíritu indefinible. Lo más paradójico y alarmante del asunto es que del orgulloso personalismo egotista de los “<em>indignados</em>”, de esta adhesión exclusiva y fanática a la propia persona de que hacen gala continua y contradictoriamente, así como de su extraña idea de lo que debe ser la democracia verdadera, se desprende que seguir órdenes anónimas, convocatorias sin firma y consignas de las que se ignora la procedencia, es decir, apoyar las opacas propuestas de individuos desconocidos con intereses ocultos e intenciones secretas, que no se atreven a declarar su nombre ni a dar la cara, que carecen del valor necesario para responsabilizarse de sus iniciativas, que arrojan la piedra y esconden la mano, sería una conducta ciudadana más democrática y transparente que obedecer a unos gobernantes visibles y reconocibles, que se presentan ante la opinión pública con nombre y apellidos, que se hacen responsables de todas sus decisiones y que al lanzar la piedra exponen el pecho indefenso a toda clase de críticas. Pese a los numerosos y graves defectos mencionados, relativos a la mala comprensión de la idea democrática y a la deriva poético-sentimental del movimiento, no conviene olvidar que incluso estas burdas asambleas pervertidas hacen posible de algún modo que muchos de sus participantes adquieran cierta experiencia de la libertad y el poder, todavía confusa y subterránea, que no es posible obtener con otras formas de participación civil más superficiales o petrificadas. Es este positivo asomo de una vivencia inusual y radical lo que ha empezado a entrever buena parte de estos jóvenes hasta entonces desinteresados por toda clase de enfrentamiento social: el orgullo de luchar junto con sus iguales por una causa justa, el sentimiento de plenitud del que cree estar tomando decisiones cruciales que afectan al conjunto de la sociedad, la mentalidad fundacional de los que se unen con un propósito constituyente y son tomados en cuenta y apoyados por la ciudadanía en general… Aun siendo en realidad tan impotentes como siempre y tan incapaces como nunca de dar un sentido adecuado a todas esas nociones, han vislumbrado por un instante su extraordinario poder potencial y el resto de inmensas posibilidades políticas que se han entreabierto ante ellos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La insolvencia intelectual o moral que impregna todo el movimiento se descubre fácilmente en el hecho de que sus integrantes hayan reclamado en cierto momento sus derechos de reunión, de expresión y de manifestación, como si hubieran peligrado en alguna etapa del proceso de alteración del orden y no les hubieran sido siempre debidamente garantizados. No es difícil adivinar que lo que en realidad exigen, camuflándolo ignorante o maliciosamente bajo esta rimbombante reclamación jurídica, es un imposible derecho de invasión, conquista, ocupación indefinida y gobierno exclusivo del espacio público, es decir, un derecho de acampada reivindicativa inventado a propósito, que es algo muy distinto de un derecho constitucional y que en realidad sería un permiso privilegiado, una ventaja otorgada o un premio inmerecido que impediría al resto de ciudadanos ejercer sus derechos de reunión y manifestación en aquellas plazas tomadas por los que hubieran recibido tal favor gubernamental, a no ser que se avinieran a compartir o soportar sus dogmas, sus quejas y sus procedimientos. El espacio público es, efectivamente, un bien de todos, pero eso no quiere decir que cualquiera pueda establecerse y eternizarse en él como si fuera su propiedad privada, sino que significa, entre otras muchas cosas, que nadie puede apropiárselo indefinidamente ni acampar en su interior tiránicamente. Como es obvio, cualquier grupo de personas atrevidas puede, a pesar del alto riesgo de que lo desalojen por la fuerza y le impongan el correspondiente castigo, instalarse durante semanas o meses en las plazas más céntricas de las grandes ciudades, pero en tal caso ha de ser consciente de que lo único que podrá alegar en su favor no es un fantástico derecho de acampada sino su propia valentía, su arrojo, su dignidad, sus ansias de justicia o la causa supuestamente justa que desee blandir como su más elevado y noble impulso, arrostrando las consecuencias legales y posiblemente dolorosas que tendrá que sufrir a causa de su osada acción ilegal. Pero es indecente y vergonzoso buscar la protección de un derecho imaginario, blindarse cobardemente tras una pantalla pseudolegal y exigir a los mismos poderes públicos que se atacan y se invalidan que le garanticen a uno el levantamiento y la conservación de un precario campamento allí donde le plazca plantarlo. Resulta de extrema gravedad ocupar un espacio público y erigirse en su gobernante absoluto como ha hecho este movimiento privilegiado que, favorecido por la permisividad de sus enemigos y por la complacencia de la elite intelectual, ha desalojado a todo el que paseaba por las grandes plazas urbanas sin ánimo de protesta, a los humildes comerciantes habituales, a las parejas de enamorados, a las familias, a los niños, a los ancianos, a los turistas y a los vagabundos e inmigrantes que se refugiaban allí para pasar la noche. Muchísimo más grave que invadir y ocupar una propiedad privada manifiestamente abandonada es invadir y ocupar en beneficio propio una propiedad inapropiable manifiestamente utilizada. Las plazas son espacios vacíos que eventualmente se llenan de gente renovada de continuo, no espacios permanentemente llenos a rebosar con usuarios inamovibles que monopolizan sus servicios y los someten a una imparable degradación.</span></div><div style="text-align: justify;"><em><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></em></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En uno de los muchos manifiestos surgidos a propósito del 15-M puede leerse, a imitación de la célebre exigencia hippy pregonada a los cuatro vientos por el cantante de <strong>The Doors</strong>, “<em>Lo queremos todo, lo queremos ahora</em>”. Pero pedir de inmediato la totalidad de las cosas a quien quiera que sea el receptor del mensaje es en verdad mucho pedir, más aún cuando en el fondo los demandantes no pretenden iniciar una auténtica revolución, ni podrían hacerlo en el caso de que quisieran patrocinar y dirigir un estallido revolucionario para el que tendrían que prepararse a conciencia, ni están siquiera por la modesta y factible labor de negociar algunas reformas concretas con los poderes públicos competentes. Al ser una lucha meramente romántica contra los ricos y los poderosos no es una lucha real. Toda auténtica revuelta política requiere una planificación militar o paramilitar que asuma la impureza de la realidad, el barro de los hechos, el posible e indeseado derramamiento de la sangre de soldados y civiles propios y ajenos, puesto que no tiene sentido político fiarse a la esperanza en un combate aséptico e ideal del que resultaría, como por arte de magia, el triunfo inevitable y sin sufrimientos de los rebeldes y un nuevo amanecer regalado por la fatalidad de la historia o, lo que sería una forma menos metafísica de decirlo, por la inexplicable abstención bélica o rendición milagrosa del enemigo. A diferencia del visionario esteta de buenos sentimientos, el revolucionario político genuino, que ha de aunar en su persona la planificación pragmática y la persecución idealista, se dispone a enfrentarse realmente con el enemigo real, se prepara para asaltar los puntos vitales del sistema y aprende la mejor manera de lograr sus objetivos, sin perder nunca de vista que la lucha por la hegemonía puede ser cruenta, sucia y terrible y que debe esperar la resistencia más férrea y cruel por parte de los poderes dominantes a los que planea atacar. En otras palabras: el luchador verdadero nunca olvida que puede perder, que puede perderlo todo y que puede perderlo todo de la manera más dolorosa. Sin estos tres temores siempre presentes en el ánimo y en la mente, como peligros que hay que tratar de limitar mediante el análisis científico del adversario, el cálculo racional de la estrategia y el entrenamiento concienzudo de las capacidades combativas, no puede darse una auténtica conciencia revolucionaria, como no se da, por estas mismas razones, en la mayor parte de quienes se oponen hoy al sistema, a veces como una pacífica comparsa semicircense y a veces como una violenta horda inmoral, pero siempre con la frívola despreocupación del que sabe sin lugar a dudas que no enfrenta peligros reales más allá de una momentánea contusión, una pequeña multa o, en el peor de los casos, un breve período en la cárcel.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No es improbable que muchos de los ahora movilizados denostaran en su momento la última huelga sindical por haber sido convocada por unos defensores de los trabajadores que, al definirse como legítimos representantes de una determinada clase social, no pueden ser reconocidos ni apoyados por los que abominan de toda representación, pero lo cierto es que esa protesta no se contentó con aspirar en vano a ser popular y política, sino que lo fue de veras y en todo momento, mientras que la protesta del 15-M es poética y juvenil y sólo reúne un gentío en apariencia popular cuando refrena su vehemencia intrínseca, cuando invita al prójimo indistinto a sumarse a algún acto pacífico preparado sobre todo por jóvenes y cuando asegura la desunión política de los egocéntricos participantes, es decir, su existencia en tanto derrame de monarcas autosuficientes y no como unidad popular aglutinada por una misma idea solidaria, su irrupción pública como una avalancha de airados clientes insatisfechos que pide a la empresa incompetente una hoja de reclamaciones personalizada y no como una combativa población organizada que busca bienes generales e intereses de clase a través de principios compartidos, su presencia en tanto precaria alianza internacional de soberanos absolutos y no como soberanía nacional unida de suyo. Los objetivos de la huelga general eran claros y concretos y el enemigo y sus políticas hostiles estaban perfectamente identificados, puesto que, aunque los sindicatos actuales hayan renunciado a la esencia socialista y a la conquista proletaria del poder, aunque estén felizmente apoltronados en el sistema y cómodamente subvencionados por sus adversarios, aunque la mayor parte de las críticas que reciben sean justas y merecidas, aún no han olvidado las prácticas de resistencia obrera más elementales, que conocen y conservan gracias al valioso legado de su quebrada tradición revolucionaria. Se esté más o menos de acuerdo con el modo contemporáneo de emplear ese antiguo saber, debe admitirse que no existe todavía una nueva forma de organización de los intereses de los trabajadores, un modelo más convincente y eficaz de autoprotección de los dominados que fuera capaz de sustituir y mejorar a los transigentes y aburguesados sindicatos mayoritarios. Por lo que se refiere a las revueltas árabes, también es indudable la claridad de sus actos y sus pronunciamientos puesto que la insurrección popular pide el fin de la tiranía y se dirige directamente al tirano de turno, aunque cada cual añada luego a estos objetivos nucleares de inspiración revolucionaria burguesa una serie complementaria de quejas y deseos de su propia cosecha. La ocupación de las plazas árabes tenía el carácter de medio para lograr el fin común, mientras que la ocupación de las plazas españolas se ha convertido en un fin en sí mismo o, lo que es lo mismo, en un medio para lograr todas las cosas a la vez, es decir, en algo que sirve para todo y que, por tanto, es un fin absoluto, pues no puede haber un fin mejor que poseer el medio con el que se obtiene como por arte de magia la totalidad de los mejores fines.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Plantarse en las plazas donde todos miran y escuchan es encontrarse en los espacios públicos fundamentales, a saber: en parlamentos callejeros alternativos desde donde se lanzan fantásticas proclamas legislativas. Es ocupar el centro de la política mientras dura el interés y el apoyo de la ciudadanía, que implícitamente considera a los ocupantes como representantes suyos más autorizados y auténticos que la ensimismada casta política, como agentes populares incorruptibles, dispuestos a barrer las cosas sucias de este mundo con una indignada escoba y un afán higiénico prestados por Los Sirex, como vecinos idénticos a uno mismo que se han hartado y explotado y que están listos para solucionar con dos meneos lo que en siglos no han resuelto los que más sabían del asunto. Por supuesto, esta impresión de centralidad determinante se destapa como un triste espejismo desde el momento en que estos para-parlamentarios no están por la labor de erigirse seriamente en portavoces y conductores del ciudadano disgustado, ni tienen la capacidad de dar el más difícil y decisivo de los pasos: el de alzarse de veras frente al poder dominante y pedir para sí mismos el reconocimiento popular declarado, es decir, que se les considere como el único poder legítimo de la nación, pero no como un poder cualquiera entre otros muchos, ni como un poder pasajero suplementario, ni como un poder correctivo desinfectante. Esto supondría un verdadero desafío no sólo para el poder establecido sino también, y sobre todo, para esa mayoría ciudadana que ahora les apoya y que seguirá apoyándoles mientras el apoyo sea fácil, inocuo y de mentirijillas, mientras la defensa liviana de esta protesta multicolor no tenga consecuencias personales para el que la apoya desde una distancia segura, mientras no comprometa a nadie a nada realmente serio, sacrificado y crucial. Se objetará con toda la razón del mundo que es exagerado, o poco realista, pretender que se dé en la España actual un alzamiento de este tipo y que no se les puede pedir tal insensatez a estos comedidos muchachos rebeldes, pero entonces hay que reconocer que toda esta teatralización de una actividad insurrecta multitudinaria no es más que un juego adolescente, que los movilizados por esa infinidad de causas justas y urgentes no están haciendo otra cosa que jugar morosamente a los revolucionarios sin ser conscientes de que son simples jugadores y sin advertir que su ocupación estruendosa del espacio público central es simplemente una broma redundante y cansina, una divertida y frívola algaraza que nunca pretendió llegar a ser un acontecimiento grave y decisivo dirigido con la responsabilidad y el rigor correspondientes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En el caso de las revueltas árabes, tanto por lo que se refiere a las finalmente triunfantes como a las momentáneamente estancadas, el movimiento de insurrección anónima actúa de una forma tan distinta a la de los españoles indignados que no deja lugar a imposturas lúdicas ni a bromas banales. En esos herméticos países tribales, cuyas buenas gentes han sido desde hace largo tiempo reprimidas con crueldad y sometidas a férreas tiranías eternizadas y asfixiantes, lo primero que hicieron los admirables rebeldes indignados que decidieron levantarse contra su infame régimen opresivo, esos auténticos resistentes políticos que no se entretienen jugando a ningún juego pseudopolítico, porque arriesgan realmente su vida y la de los suyos en cada osada acción que emprenden, fue apropiarse de los foros más adecuados para hacer llegar sus valientes mensajes a sus aterrorizados paisanos, como después copiaron los jóvenes españoles, indignados con todo lo que ocurre en el mundo, al trasplantar esas conquistas extranjeras razonables a un país donde los mensajes no son valientes ni los ciudadanos están aterrorizados. Pero mientras el indignado español se detuvo en ese punto o hizo ver que proseguía adelante, el árabe en rebeldía dio de veras un golpe heroico, un paso determinante, al proclamar desde esas peligrosas plazas asediadas, con voz potente y diáfana, “<em>Aquí mandamos nosotros y nadie más que nosotros</em>”. Una vez clarificado el estatuto con el que los sublevados árabes, hambrientos de Estado de derecho y de bienestar democrático, se presentaban a sus conciudadanos para que éstos reconocieran o invalidaran sus pretensiones identitarias, dieron al Gobierno y al Ejército el mandato fundamental que hay que dar cuando no se aprueba a los gobernantes y se aborrece su régimen. Basándose en su convicción de haberse erigido en portavoces legítimos del pueblo y de haber sido reconocidos como tales por la mayor parte de sus paisanos, estos rebeldes que no se consideraban rebeldes, porque no aceptaban que a un tirano despiadado se le deba obediencia alguna, podían y debían considerarse el único poder soberano auténtico de la nación y, por tanto, tuvieron que ordenar al Ejército y a la corte del dictador la inmediata destitución del falso soberano que usurpaba el poder. Pese a las absurdas y obscenas equiparaciones de uno y otro movimiento, que se han venido perpetrando desde algunas tribunas de nuestro país, a tanto no han llegado ni llegarán los grupos juveniles españoles, cada vez más sectarios y radicales, que se contentan con la réplica superficial, desnaturalizada y falsificada del genuino fenómeno árabe. Esto es así porque, al sufrir el traslado del contexto original predemocrático a un ámbito democrático consolidado, el fenómeno político y racional basado en claras reivindicaciones burguesas primarias se ha tornado poético y sentimental, al desplazar su base hacia ambiguas reivindicaciones infrasocialistas, introduciendo en la esfera política formas expresivas, tipos de verdades y clases de pulsiones que son extrañas a ella y que la pervierten con su peligrosa toxicidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por mucho que los propios organizadores secretos del barullo protestante se atribuyeran desde el primer día, con la pretenciosa jactancia que es propia de los años mozos, la hiperbólica e ilusa etiqueta “<em>SpanishRevolution</em>”, lo cierto es que cualquier parecido de ese caos anhelante con una revolución política en sentido estricto es pura casualidad o mera imprecisión. Ni su objetivo es la toma del poder político por parte de la clase dominada, ni los jubilados, los parados, los estudiantes y los trabajadores precarios, que integran el pintoresco grueso de las fuerzas “<em>rebeldes</em>”, forman parte de los engranajes decisivos del sistema sin los que éste correría el peligro de colapsarse, sino que han sido arrojados al margen o prácticamente a las afueras del orden social, unos como sobras costosas y otros como reservas inútiles, estos como inversiones fallidas y aquellos como parches efímeros. Y es que por no ser, el 15-M ni siquiera es una revuelta política o un levantamiento popular porque, pese a toda su fanfarrona palabrería, su intención última no es el ataque directo al poder ni nadie está dispuesto a morir por la causa que se está defendiendo, sea ésta la que sea. De momento, el frívolo maremágnum de protestas no va más allá de la denuncia de ciertas carencias del sistema, de las fantasías reformistas o demoledoras y de la obstaculización de algunas instituciones vitales, es decir, sólo se plantea hacer de peor manera lo que ya están haciendo ciertos personajes principales del orden democrático presente, sin atreverse a proponer en ningún caso un sistema alternativo mejorado, concreto y factible ni una manera sensata y justa de perfeccionar el actual.</span></div><div style="text-align: justify;"><em><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></em></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Inmediatamente después del imprevisto estallido del movimiento del 15-M, cuando las epidémicas conquistas de espacios públicos centraron toda la atención informativa de la semana, era el momento en el que algún portavoz capacitado de los protestantes tendría que haber expresado, sin ambigüedades y ante toda la expectante nación, en qué querían convertirse o en qué se habían convertido ya. Las posibilidades de configurarse como una organización social delimitada y reconocible que entonces tenían a su alcance pasaban por transformarse en una fuerza política convencional, defendiendo ante los electores su larga lista de deseos incoherentes en la forma de un programa político coherente; defender una serie de intereses finitos a la manera de los sindicatos obreros, es decir, como un influyente, asimilado y subvencionado grupo de presión oficial que negocia con el Gobierno y los poderes competentes diversas reformas concretas que afectan a sus representados; o erigirse en vanguardia revolucionaria socialista, preparando sobriamente y alentando propagandísticamente la dirección política rigurosa y científica de las próximas insurrecciones populares. Por desgracia, al final la forma que inconscientemente ha adquirido este movimiento opuesto a toda forma es la peor que podía haber adoptado, pues a ratos se convierte en una circunstancial y vana demostración de fuerza malhumorada, que demuestra asimismo su debilidad, su inmadurez y su confusión, y en otras ocasiones se transforma en un intratable y agresivo grupo de presión sectario, que acosa, intimida y sabotea a sus enemigos declarados y que se queda a medias de todo lo realmente decisivo, emulando en cierto modo a las pandillas de matones callejeros del País Vasco, aunque éstas reciban de forma jerárquica sus instrucciones, estrategias y objetivos. Si no evoluciona hacia formas organizativas más consistentes, los distintos partidos políticos despreciados por este 15-M a la deriva acabarán aprovechándose, cada cual a su astuta y carroñera manera, de todo este clima de indignación popular moribunda, manipulando esa indómita energía sin dueño con el fin de adaptarla a sus depredadores intereses partidistas, unos porque exhiban su firmeza inquebrantable ante los desórdenes públicos, otros porque muestren su sensible comprensión con las reivindicaciones que no se antojen quiméricas. Es cierto que, pese a su informe constitución y sus frágiles expectativas, un movimiento herido, alborotado y crecido como éste puede pasar de inquietar y poner nerviosa a la elite política a atemorizarla y sobresaltarla periódicamente, y de ahí a provocar incluso tambaleos más serios del sistema, pero entonces sería imprescindible, por el bien de todos los que no se adhieran a semejante bullicio nihilista, que de la indefinida voluntad de un cambio general y de la definida voluntad de un negacionismo perfecto se pase a una serie clara, sensata y precisa de determinaciones políticas positivas, para que no se le imponga a los dormidos ciudadanos que no hayan despertado con el alba indignada una terrible y muy concreta pesadilla disfrazada de vagos sueños de felicidad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cuando ya el cansado movimiento se autodisuelve sin remedio, y mientras no se constate lo contrario, hay que concluir que toda la indignación se ha reducido a sacar a la calle las mismas miserias inconfesables que se ocultan pudorosamente en la privacidad de las viviendas que administra el movimiento okupa. El fenómeno onanista del 15-M quedó inmovilizado en su propio fango en el mismo instante en que decidió instalarse sin fecha de partida en las plazas mayores de las grandes ciudades, porque esta parálisis física le obligó a exhibir ante el mundo su acrítica riqueza de ideas, es decir, su indigencia crítica de ideas. Esa detención pública de lo propio bajo la detenida observación ajena condujo a los mismos problemas internos y a la misma decadencia inevitable que sufrieron las estancadas ocupaciones universitarias que protestaban contra el plan de Bolonia. Durante el interminable encierro de estudiantes en las diversas facultades españolas se aceleró e intensificó el proceso de podredumbre y desintegración de esa amorfa energía sin cauces ni destino, puesto que las acciones antes frescas y espontáneas se viciaban por momentos dentro de ese espacio opresivo y desmoralizador, al condenarse voluntariamente a la rutina, la fórmula, el cliché, la endogamia, el aislamiento, la fricción y el relajamiento. No debe olvidarse la verdad más obvia: que lo esencial para todo movimiento político o social es que logre mantenerse en permanente movimiento, tanto en sentido literal como en sentido figurado. La instalación sedentaria en esos espacios públicos, en las universidades y en las plazas, es una manera de encierro morboso en sí mismo a la vez que una durísima exposición a los agresivos focos de la opinión pública, y esta combinación de clausura y apertura, de privacidad y publicidad, de interiorización e invasión, semejante a la exhibición de las ofertas mercantiles que restan atrapadas en un escaparate comercial, provoca que un movimiento fuerte y sano se enferme y debilite al entrar en colisión centrípeta y mostrar sus crecientes debilidades. Una de las soluciones que han sido propuestas y aprobadas para escapar de este penoso conflicto corrosivo consiste en propagar el contagio reivindicativo de estos agentes enfermos por los barrios periféricos y las pequeñas ciudades, pero este aparente remedio socializador de la protesta significa en realidad que se consiente y fomenta la desintegración de lo esparcido, puesto que en los barrios alejados del centro y en los pueblos alejados de la capital necesariamente ha de menguar, hasta reducirse a una ridícula presencia anecdótica, todo movimiento multitudinario cuya fuerza y resonancia dependan de la intensa concentración de las voces, de la extensa suma de simpatizantes y de la radiante visibilidad de los puntos neurálgicos. Dispersarse voluntariamente por la insignificante periferia de las grandes ciudades, en vez de regresar periódica y brevemente a los núcleos cruciales, es lo mismo que darle el trabajo hecho a las fuerzas del orden llevando a cabo un estúpido suicidio colectivo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">De todo este estéril alboroto, de todo este cúmulo de intentos fallidos, de todo este decepcionante despilfarro de energía emancipatoria, quizá tan sólo quede, en el mejor de los supuestos, un conmovedor vislumbre utópico, un fugaz relampagueo promisorio, una señal de esperanza que no indica otro camino que su propio señalar, pues lo cierto es que está por ver si en este lugar vacío, que han dejado abierto el hundimiento práctico de todo edificio humano y la anulación teórica de todo lo que fue un bien supremo, brota algo bueno y saludable, se enraíza una existencia fraudulenta y venenosa o no se cultiva otro fruto que la más ruidosa y atractiva nada.</span></div></div><div class="after-meta"><br />
</div><div class="after-meta">Autor: <a href="http://www.jotdown.es/author/danielzamora/" title="Entradas de Daniel Zamora"><span style="color: #24211f;">Daniel Zamora</span></a></div><div id="comments"><h3> </h3></div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-3605207775711506912011-07-02T12:31:00.003+02:002011-07-09T15:58:26.725+02:00Agustín García Calvo en Sol el jueves 30 de junio de 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPXU77cvtBxBmP-dQI0GrPP8Y2B9dSbx316EjQIKGSxC0EhHATKYd6Qrs36yX_F0fqwJqQj5e8f_WWfbMuj8LEWldotO1xOxIBHg_Un5qnzU0pgU1Bs1_Zs0HZ3nCGZK3coQVLg3BIAGL2/s1600/AGC230611.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPXU77cvtBxBmP-dQI0GrPP8Y2B9dSbx316EjQIKGSxC0EhHATKYd6Qrs36yX_F0fqwJqQj5e8f_WWfbMuj8LEWldotO1xOxIBHg_Un5qnzU0pgU1Bs1_Zs0HZ3nCGZK3coQVLg3BIAGL2/s320/AGC230611.jpg" width="320" /></a></div><br />
<strong>Agustín García Calvo en Sol. Vídeos del jueves, 30 de junio de 2011.</strong> <br />
<br />
Subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db;">acampanilla</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">30/06/2011:</span><br />
"Sobre el miedo que nos está imbuido de lo que pasaría si el Sistema entero se derrumbara".<br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/4Wf0wVV_ZrE" width="380"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/CTrQ0LAG_Y4" width="380"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/m9W4-rcEGXI" width="380"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/PLhtcxWwajA" width="380"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/2MJOtMHvLnw" width="380"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br />
</div>En esta última parte, AGC se dirige a los que estaban celebrando en Sol un "debate sobre el estado de la nación", como alternativa al debate que se estaba celebrando en el Congreso de los Diputados.<br />
<br />
<em>"La mala vía de la rebelión: adoptar los términos que el poder tiene ya establecidos (nación, estado de la nación; ponerse a discutir cuestiones realistas de jurisprudencia, sanidad, de la legislación del empleo, etc.) es meteros dentro del Orden. La rebelión que surgió era contra el Régimen del bienestar, sin más, caiga quien caiga.</em><br />
<em> </em><br />
<em>Os desanimo de esta mala vía: no emplear los términos que el poder tiene establecidos, no os ocupéis de los temas de los que los Medios de Formación de Masas se ocupan, porque sólo con ocuparse de ellos estáis contribuyendo a la asimilación al Orden que este soplo, este aliento de rebelión trataba de derrumbar". </em>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-79220095241427392712011-06-28T20:13:00.087+02:002011-06-29T12:27:40.979+02:00"La sociedad del espectáculo", la película de Guy Debord<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Vf55NbnHxSxIso2o3zizxmXIOlezdCHaGNls8sIBgxO_zFjkz4yPctrAsHYCUb1bZUaJXO74QVO5E09EKBR1mRY3_E6YR225GU0dOznzDfxqfMGYGwgn9nc4hBDmo-TWCQuekOKONgRv/s1600/la+societe+du+spectacle.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Vf55NbnHxSxIso2o3zizxmXIOlezdCHaGNls8sIBgxO_zFjkz4yPctrAsHYCUb1bZUaJXO74QVO5E09EKBR1mRY3_E6YR225GU0dOznzDfxqfMGYGwgn9nc4hBDmo-TWCQuekOKONgRv/s1600/la+societe+du+spectacle.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">“<i>Todo lo que antes se vivía directamente se aleja ahora en una mera representación</i>”. </td></tr>
</tbody></table><br />
<strong><em>La société du spectacle</em> (<em>La sociedad del espectáculo</em>), París, 1973 (Simar Films) Guy Debord</strong><br />
<div></div><div style="text-align: center;">Parte 1</div><div style="text-align: center;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://2.gvt0.com/vi/GBGvowo_tu4/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/GBGvowo_tu4&fs=1&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><embed width="320" height="266" src="http://www.youtube.com/v/GBGvowo_tu4&fs=1&source=uds" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: center;">Parte 2</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/s7jhsXOt9uQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: center;">Parte 3</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/fD42MjgoYxI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Parte 4</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/WOeh1PNSZv4?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: center;">Parte 5</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/4eU5cx5eGOQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Parte 6</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/tX6ytFlKO4M?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Parte 7</div><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/5YRaOnHJ9NA?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Parte 8</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://0.gvt0.com/vi/NJaz9G_0LUQ/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/NJaz9G_0LUQ&fs=1&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><embed width="320" height="266" src="http://www.youtube.com/v/NJaz9G_0LUQ&fs=1&source=uds" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object></div><br />
<br />
<div><strong>ENLACES:</strong> </div><ul><li><a href="http://www.google.es/url?sa=t&source=web&cd=6&ved=0CD8QFjAF&url=http%3A%2F%2Fcampus.usal.es%2F~viriato%2Ffilosofia%2Fwebcongreso%2Fcom%2FJuanCarlosMedina.doc&rct=j&q=la%20sociedad%20del%20espectaculo%20pelicula&ei=mhwKTr7VBdOKhQez-pHgDw&usg=AFQjCNFh0hwzxfHEeUVroAg6uoKwdDUSfw"><em>La sociedad del espectáculo</em> de Guy Debord, una antipelícula - Juan Carlos Medina Murillo </a></li>
<li><a href="http://www.ubu.com/film/debord.html">Films de Debord on line</a></li>
<li><a href="http://www.observacionesfilosoficas.net/download/sociedadDebord.pdf"><em>"La sociedad del espectáculo",</em> el libro de Debord en pdf.</a></li>
<li><a href="http://www.sindominio.net/ash/">Archivo Situacionista Hispano</a> </li>
</ul><br />
<b><span style="font-family: Arial-BoldMT;"></span></b>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-78281591168161721612011-06-25T13:49:00.005+02:002011-10-01T14:32:10.672+02:00Agustín García Calvo en Puerta del Sol el jueves 23 junio de 2011<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVf06vDqJ-xQJg8z80x1oakqmDyzLd_7kGe0WKHFi3AyWBdzvsyj3U6ZtLnJkMuRbL79fG9LvsxVkQVWmm06S3AZ3zur7MQOEBJHXZ0JYA9Je-KvPgikz-G_OXsX-z5ErdPOz8tn_kVGQN/s1600/agustin+garcia+calvo+sol.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVf06vDqJ-xQJg8z80x1oakqmDyzLd_7kGe0WKHFi3AyWBdzvsyj3U6ZtLnJkMuRbL79fG9LvsxVkQVWmm06S3AZ3zur7MQOEBJHXZ0JYA9Je-KvPgikz-G_OXsX-z5ErdPOz8tn_kVGQN/s320/agustin+garcia+calvo+sol.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto del blog <a href="http://caminando-made.blogspot.com/2011/06/blog-post_19.html">"Caminando"</a></td></tr>
</tbody></table><br />
Subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db;">acampanilla</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">23/06/2011:</span><br />
<br />
<div id="eow-description">"Se trata de corroer por lo bajo la fe que el Capital y el Estado necesitan (sin la cual no pueden moverse), corroer las ideas establecidas simplemente dejándose hablar para que la lengua destruya esas mentiras."</div><br />
<div><strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 1 de 6</strong></div><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/62Jf6nSrEEQ" width="380"></iframe><br />
<br />
<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 2 de 6 </strong><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/kEMfl-l_xjY" width="380"></iframe><br />
<br />
<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 3 de 6 </strong><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="246" src="http://www.youtube.com/embed/w6JF1UQ6keY" width="380"></iframe><br />
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<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 4 de 6 </strong><br />
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<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 5 de 6 </strong><br />
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<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 6 de 6 </strong><br />
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[Abundando en el tema, este artículo:]<br />
<br />
<strong>IDEOTAS, IDIOTAS </strong><br />
<br />
_ ¡La manifestación es un símbolo, una acción simbólica que tendrá una gran trascendencia, compañero! Por eso tienes que ir, ¡vamos a hacer historia!<br />
_ No sé tú, pero yo no sé qué hago allí. Historia ya la hago, a mi pesar, de mi vida: ayer mismo sin ir más lejos, cuando te contaba lo de María…<br />
_ Pero yo hablo de otra cosa, ¡es…!<br />
_ Ya sé, tú hablas de la Historia de los libros de historia, la que leerán “las generaciones futuras” y tal. Pero no te equivoques, tan Historia es ésa como la menos contada (“Intrahistoria” la llaman algunos) “de los pueblos”. ¡Si me cuentas para qué quieres eso! ¿Es que no deseas deshacerte de ella? Escrita o no, la Historia mata lo que de vivo haya aquí. Por eso no pienso ir a una manifestación ya prevista por el Régimen, para cumplir con lo ya dicho: con el titular de la Prensa, con las últimas estadísticas de la Comisión de Estrategia de la Organización de la Dinamización de los Objetivos del Movimiento, o con los libros de Historia. ¡Para cumplir con el Futuro!<br />
_ No te pongas estupendo. A lo mejor, a lo mejor eso de la historia no importa tanto. Escúchame bien: lo importante de todo esto, compañero, es que simboliza el sentir de todas las personas que van. Y ellos, la clase política, tendrán que escucharlo, porque ahora nos toca hablar a nosotros, ¡al pueblo!<br />
_ ¿Qué es “clase”? ¿Y qué es “política”? ¿Y qué quieres decir con eso de “simbolizar” y con eso otro de “pueblo”?<br />
_ No finjas que no me entiendes.<br />
_ No finjas que entiendes tú una palabra de lo que estás diciendo, de lo que estás repitiendo. ¡Pero si hablas como los periódicos!<br />
Está muy mal eso de creer que por un lado está la “clase política” y que por otro está el “pueblo”. Parece una clasificación que impide entender, que impide sentir lo que de verdad está pasando: <strong>así parece que se trata de una lucha de unos contra otros: de unos, poderosos, y que no tienen nada en común con los otros, contra otros, indignados porque no tienen ellos el poder,</strong> ¡ellos que son de otra calaña mejor y horizontales y estupendos y que si se “empoderaran”, “obrarían con Justicia”! ¡Con Justicia, Dios mío!<br />
¡Que no es eso, que no! <strong>La guerra ha de ser contra el Poder mismo, contra el Dinero, y esa lucha está dentro de nosotros: en las Ideas, personales, que tenemos, que si te fijas están (¡qué curioso!) al servicio de ese Poder y ese Dinero. ¡Ataquemos a las Ideas, pongamos en duda lo que está ya dicho, en lo que nos han educado y nos educan en este Régimen!</strong><br />
Los políticos, los banqueros… están muy bien educados en esto, nada más. Pero <strong>por debajo de ellos, como de nosotros, también se da esa guerra, por extraño que te parezca. Son muy sumisos, títeres del Régimen, pero sólo es cuestión de más o menos,</strong> lo mismo que en los que andamos por aquí haciendo asambleas y haciendo que sabemos cómo funciona esto y cuál es el Futuro de la protesta. ¡Cuando cualquiera siente, <strong>cualquiera entiende que una protesta no tiene Futuro!, que precisamente se protesta contra el Futuro, contra esto que nos echan encima, contra esto tan dentro de nosotros ya, que se acuerda con el Dinero y con el Poder.</strong><br />
¿Me vas siguiendo?<br />
_ Más o menos. Pero creo que tendríamos que hablarlo más.<br />
_ Y tienes razón: hay mucho que hablar y que discutir. <br />
Pero en fin, volviendo al tema de la manifestación y del “yo me simbolizo”, “tú te simbolizas”, “ello nos simboliza”…¿podrías decirme tú qué es un símbolo?<br />
_ Pues no sé muy bien… parece algo que representa…<br />
_ Que representa… entonces eso es ¿que está en lugar de otra cosa que no está?<br />
_ Parece que sí. ¿Pero en lugar de qué está?<br />
_ De la verdadera protesta. <strong>En lugar de protestar contra el Futuro</strong>, como te decía antes, <strong>lo que hacemos yendo a la manifestación es algo así como clavar una bandera e irnos</strong>, y decir "¡Mirad qué bueno, hemos puesto nuestra bandera!" Y hacer historia, y “simbolizar”(sea lo que sea eso), <strong>y abandonar la guerra contra el Poder, contra el Dinero y contra nuestras Personas, que sólo se hace, que sólo se deshacen, y que sólo tiemblan ante la protesta, diciendo "¡No!".</strong><br />
<br />
<strong>------------------</strong><br />
<br />
<div align="justify"><strong>TRANSCRIPCIÓN de la charla: </strong></div><div align="justify"></div><div><div align="justify">A ver, por favor, mientras esto se va colocando un poco, es decir, haciéndose un poco asamblea o asambleilla libre, tal vez sea lo mejor que empecemos por cantar algo, a ver, sí, de una comedia, la comedia del dinero, que lancé y sigue por ahí, sin haber conseguido subir a las tablas. Es la comedia en que el protagonista es un bailarín mudo, y el que habla y sobre todo canta es la gente corriente, el coro, y es eso, la comedia del dinero, de manera que nada más mejor, nada más propio que esto, para esto en lo que estamos metidos en una rebelión justamente contra el Estado del Bienestar en que el Estado y el Capital han venido a confundirse en uno. Ha sucedido poco después de empezar la comedia que por alguna especie de prodigio en que está mezclado este protagonista mudo empieza a caer de arriba sobre la escena una lluvia de billetes de banco, primero unos pocos, según pasan los del coro, de la gente, después cada vez más, y cuando ya van siendo muchos, grandes, enormes billetes de banco, entonces el coro no puede menos de alzar la voz celebrando esta lluvia de dinero y cantando:</div><br />
<div align="center">¡Oh, oh lluvia, lluvia<br />
de felicidad!<br />
¡Mira, mira, mira cómo cae<br />
nuestro maná!<br />
Cuando los judíos iban por<br />
el desierto de<br />
Sinaí,<br />
el señor<br />
Jehová,<br />
que quería mucho a Moisés,<br />
les echaba sin parar<br />
miguitas de<br />
pan.<br />
<br />
¡Oh, oh lluvia, lluvia<br />
de felicidad!<br />
¡Mira, mira, mira cómo cae<br />
nuestro maná!<br />
Hoy, en pleno desarrollo ya,<br />
la Administración<br />
Celestial<br />
lanza un plan<br />
de emisión<br />
de papel del Sumo Poder,<br />
y del cielo cae sin fin<br />
dinero de<br />
Dios.<br />
<br />
¡Oh, oh lluvia, lluvia<br />
de felicidad!<br />
¡Mira, mira, mira cómo cae<br />
nuestro maná!<br />
<br />
El maná no se podía guardar:<br />
se podría en un<br />
santiamén;<br />
pero yo<br />
meteré<br />
mi dinero en sana inversión<br />
y mañana encontraré<br />
que tengo allí<br />
más.<br />
<br />
¡Oh, oh lluvia, lluvia<br />
de felicidad!<br />
¡Mira, mira, mira cómo cae<br />
nuestro maná!<br />
<br />
(Aplausos)</div><br />
<br />
<div align="justify">Bueno, para que a esto fuera propiamente una asamblea que respondiera al espíritu con que el 19 de mayo vine aquí a saludarlos a los que habían tenido esta ocurrencia de acampar en la Puerta del Sol y en otros sitios, para eso echo de menos algunas caras de los que estaban entonces, entre los organizadores y primeros asamblearios. Me encuentro con que la mayor parte son caras más bien familiares, digamos, y no sería eso lo más deseable, porque habría que intentar hacer que el camino por el que mayoritariamente esta rebelión tiene que ir, que es del que tenéis testimonio por el gran éxito que han tenido las grandes manifestaciones de estos días pasados, los cientos de miles, se volviera del revés, porque ese no es el camino, salvo lo que alguno podáis decirme en contra, si aguardara a más. <br />
<br />
No quiero que la crítica contra ese camino, ese éxito multitudinario, esa reclamación ante los órganos y los edificios de los órganos del Poder, no quiero que esta crítica sea tampoco tan absoluta. Desde luego es el mal camino. En comparación con la alegría con que me encontré el día ese en que vine aquí a saludar a los primeros asambleístas, todo el mundo creo que reconocéis conmigo en cambio que lo que los medios os han ofrecido de éxito multitudinario y de cientos de miles y todo eso, eso no da alegría, eso no da alegría como no puede dar alegría nada de lo que pasa por los medios. No sé si esto, aunque sea sólo entre vosotros, aparece lo bastante claro. Tengo que insistir un poco más. <br />
<br />
Es normal, a lo largo de mi vida una y otra vez he visto que uno de los caminos de reintegración de las rebeliones era justamente ese: por un afán realista venían los rebeldes a usar las armas del enemigo contra el que se levantaban, es decir, armas como la creencia en que el poder está en órganos, que ahí arriba hay gente que sabe y que manda y que rige por tanto los destinos del estado o de lo que sea. El creer que también la rebelión tiene que tener un destino, un futuro, a pesar de haberse visto bien claro que el futuro es un arma de ellos, de los de arriba, es justamente con la que nos tienen principalmente engañados, con la que a la gente menos formada le ofrecen un porvenir, un futuro, hacerse un futuro, con lo cual es como les quitan de la manera más eficaz lo que podía haber de vida, de ir viviendo, ahora. De manera que el creer que la rebelión puede utilizar un arma como esa, que la rebelión puede tener un futuro, es ya un error desde el principio. <br />
<br />
Como aquí se lo dije en varias asambleas, la condición de que esto pueda venir a dar en algo, hacer de verdad algo es que no tenga futuro, que no tenga futuro porque eso justamente, el día de mañana ya calculado y ya previsto, que es de lo que el Capital y el Estado viven, eso de ninguna manera puede servir para derrocarlo, para derrocar al régimen. <br />
<br />
Esta rebelión, querría que se viera en modo especial, no es una rebelión contra la forma que el estado español tenga en este momento ni ninguno de los otros estados, no es una rebelión contra una forma de banca u otra, esta es una rebelión que sólo tiene sentido como rebelión contra el régimen en bloque, contra ese estado del bienestar en que Estado y Capital están confundidos. Esto es una cosa que conviene que quede clara. Si ya tenéis algo que preguntar o que contestar, mientras…<br />
<br />
…Sí, esto es claro, ya el otro día lo estuve recordando. Sólo entendiendo que el espíritu, el aliento que esto tenía era un aliento de protesta y el intento de derrocamiento del poder en general, de cualquier régimen que lo represente, sólo así se podía entender aquella alegría que a mí y a muchos nos daba (…), sólo así se puede entender la repercusión que enseguida tuvo en muchos de los otros países que están bajo el régimen del bienestar, y que, como recordáis, hicieron notar esta repercusión incluso hasta en los medios de los países respectivos. Una rebelión que fuera contra el régimen español, contra ese partido o el otro, contra la tasa de desempleo en España, todas esas menudencias, no podría explicar esa repercusión. Esta repercusión es testimonio de que se trata de otra cosa, se trata de una rebelión, de una negación del poder en bloque. <br />
<br />
Como esto seguramente nada más oírlo, alguno de vosotros todavía, incluso de entre los más amigos, reaccionará un podo grande, un poco duro, un poco excesivo conviene aclararlo. Efectivamente una rebelión contra el orden en general, contra el poder en general, tal como establecido, con su falsa historia, con su falso futuro, eso es una cosa que no se puede hacer de la noche a la mañana ni puede esperarse que semejante rey vaya a caer de un soplo que le venga de abajo, de los gritos de los (…) . No puede ser así y eso es justamente lo que a mí y a muchos de vosotros nos hace sentir que lo principal en esta inesperada forma de rebeldía es que tenga paciencia, que tenga continuidad, que vayan una y otra vez produciéndose asambleas, como esta, más grandes, de otro orden, y eso es justamente lo que hará que se pueda ir haciendo lo que se pueda hacer, lo que el pueblo puede hacer, que es, corroyendo por la base, corroyendo por la base al poder (Aplausos). Por tanto, de ahí la crítica de esa vía que he presentado como tergiversada de dirigirse a lo alto. En lo alto no hay más que cuatro monigotes intercambiables y da lo mismo quiénes sean. (Aplausos) No se les puede conceder nunca importancia. La táctica que os estoy contraponiendo es esa: corroer por la base y eso se puede hacer, más o menos, por lo pronto se puede hacer, y se puede seguir haciendo. La base, lo que he llamado base del régimen y de cualquiera de los regímenes… <br />
<br />
-¿Y cuál es la base, cuál es la base?<br />
<br />
…La base es la fe. La base es la fe. El capital no puede vivir ni moverse un dedo sin fe. Sin crédito no hay ni banca ni capital (Aplausos) Y el crédito es fe. Y ningún estado se puede sostener sin imponer una fe en mentiras, una fe en mentiras porque otra cosa desde arriba no se puede dar. El intento es que a la gente, a la mayoría por lo menos, se le haga creer en esas mentiras, se le haga creer que realidad es lo que sus medios le enseñan todos los días, por ejemplo por la televisión. Y eso, aunque queráis creer que no lo es, eso es fe. Eso no son ojos. Lo que estáis viendo, esa realidad, no la veis con los ojos, sino por el contrario, la veis gracias a la fe, a la credulidad, a que os habéis tragado las mentiras que desde arriban quieren imponeros. Eso es la base, la fe, en cualquiera de sus manifestaciones (Aplausos). Y eso es contra lo que siempre se puede estar haciendo algo, porque contra la fe, contra las mentiras, no hay otra arma más que eso: juntarse en asambleas libres sin número y dejarse hablar, dejarse decir. La lengua misma, la lengua misma que el poder quiere utilizar como un instrumento de su sostenimiento y de su mentira, esa lengua misma por otra parte es la que es capaz, si se la deja hablar, de descubrir las mentiras, y en ese sentido ir derrocando poco a poco la fe. Porque mientras los individuos componentes de lo que ellos llaman masa sigan todavía creyendo, no ya que por sus necesidades prácticas se esté obligado a hacer como si se lo creyera en lo del mañana y en todas las otras mentiras de la fe, sino creyéndolo, creyéndolo precisamente porque sus necesidades le obligan a creerlo, mientras eso siga haciéndose así, no hay nada que hacer, porque quien puede hacer algo contra el poder es lo que nos queda de pueblo que no son personas, que no es la persona, y por tanto las mayorías democráticas se componen de personas, de individuos, pero una rebelión no puede venir de individuos ni de personas ni de conjuntos numerados. Lo más han de ser eso: no conjuntos sino reuniones sin número, como las asambleas, las asambleas libres, sin número, donde no se sabe cuántos son, porque están entrando y saliendo unos y otros, porque no se pueden contar lo mismo que el Estado cuenta los miles o millones de almas de sus súbditos y de sus clientes, no se les puede contar y por tanto no pueden votar, evidentemente, ni hacer esos juegos propios de la democracia. <br />
<br />
Una asamblea se manifiesta pues por abucheos, por aplausos, por risas, por llantos; tiene un lenguaje que cualquiera, si se deja oír, lo entiende bien, y se libra de esa condición imitativa de los órganos del poder que son los conjuntos, los congresos, los demás conjuntos de individuos personales. Eso es una cosa que hay que recordar bien. Sólo así tiene sentido el que cualquiera en quien quede vivo algo de pueblo y no esté demasiado reducido a su persona, cualquiera, yo mismo, pueda venir aquí, pueda sentir la alegría de cualquier rebelión como esta a la que hemos asistido y pueda poner su empeño en seguir manteniendo esa alegría viva, sólo pensándolo así es la manera de evitar –esto habría querido decírselo sobre todo a los muchachos de la organización que no estarán aquí- sólo así se evitaría volver a caer en lo consabido, en la vía de lo de arriba, provocar grandes manifestaciones para que los medios den cuenta de esto, que hasta la televisión procuraba estar lo más ciega posible a lo que estaba ocurriendo aquí en la plaza de España, en cambio en cuanto el movimiento tiró por el camino ortodoxo ya veis con qué amplitud y con qué entusiasmo vino a dar noticias de los grandes éxitos de la manifestación. Sólo eso debía serviros de criterio: cualquier cosa que salga por los medios y por la televisión en especial es mentira y no puede dar ninguna alegría ni ningún gozo. <br />
<br />
Sólo así por tanto, ahora me discutiréis lo que puede referirse este método de corroer por lo bajo y de atacar la fe, sólo así puede tener algún sentido que sigamos haciendo lo que esta tarde estamos haciendo. Os querría preguntar un poco acerca de qué es lo que en vosotros queda de fe, y lo voy a hacer, pero de momento prefiero ahora dejaros correr la palabra respecto a lo que hasta ahora os he soltado, de manera que, adelante, podéis venir cada uno a acercarse al micrófono y soltar lo que se os ocurra.<br />
<br />
<br />
<br />
-Empiezo a entenderlo. Agustín, empiezo a entenderlo.<br />
<br />
-Algo tiene que haber que, pese a que intento hablar en lenguaje vulgar, no en jerga política ni filosófica, a pesar de todo, puede chocar con las ideas que tenéis recibidas. Es útil que las saquéis aquí, que las saquéis a la liza y digáis qué es lo que os resulta duro de entender en algo de lo que os he dicho hasta ahora. <br />
<br />
-Agustín, ya sé que no hay que confundir la revolución con la poesía, y que esto es un brote poético al que le falta el llanto y la rabia que le haga germinar. Eso ya lo sé, pero no me gustaría quedarme en mero apéndice del sistema. Como veis, somos como otro corrillo más. No somos más. Eso no me gustaría. Preferiría ser mosca cojonera que picara un poco de vez en cuando. (Aplausos)<br />
<br />
-Gracias Eso mismo me ha recordado lo que Sócrates dijo de sí mismo según testimonia la Apología de Platón. Él se describía como el tábano que estaba destinado a picarle a Atenas para que despertara. Gracias por el recuerdo, pero al lado está esta corrección del anticristo: no se trata de individuos, tampoco se trata de Sócrates individuo. Si tiene que despertar, quien puede picar, no es una mosca individual, sino todo ese enjambre sin número a lo que llamo pueblo que no existe (Aplausos).<br />
<br />
-Hay una cosa que hay que estar alerta porque también es un modo de corroer que tienen ellos, que es entrar, pretender que pueden cambiar la lengua de la gente, sustituyendo la lengua corriente y común con las jergas, haciéndonos imponer jergas como “prima de riesgo” y no sé cuántas cosas de los economistas, de los especialistas, de los expertos, y nosotros nos tragamos eso como algo natural. Y esa es la primera violencia que se está ejerciendo contra el pueblo. Entonces lo primero que hay que hacer es no dejar colonizarnos por esa especie de cosa que se va insidiosamente dejando caer desde todas partes no sólo desde arriba, desde el vecino, desde el lado, desde el otro, porque parece como que es natural como las lechugas eso de hablar de la prima de riesgo. Hay que desconfiar de eso. La imposición de esas jergas, repetir esas jergas, es el modo de integración y de asimilación del movimiento y de cualquier revuelta. Terminaron con el Cojo Manteca, me acuerdo, enseñándole a hablar de infraestructura y supraestructura, pobrecito. Después acabarán con cualquiera, el más bravo de todos, enseñándole esos terminachos que son infames. Nosotros no podemos. No hay interlocutor para esas palabras. Hay que olvidarse de esa jerga. Cuando la autoridad dice: “No hay interlocutor con los indignados”. Efectivamente, ¿cómo lo va a haber? ¿Cómo va a haber interlocución entre la gente corriente y…? Déjame terminar. Continúo, es que no me deja. <br />
<br />
-¡Viva la lengua de mi madre!<br />
<br />
-Y ya se decía: “Enorgullécete de tu fracaso, / que sugiere lo limpio de la empresa.”<br />
<br />
-Perdona, Isabel. Creo que interesa más, lo que interesa aquí ante todo es recoger dificultades, contras que se producen cuando se dice así. Por lo demás es muy oportuno lo que nos has soltado. Hay que hablar, como yo mismo estoy tratando de hablar, en lengua corriente y desde luego no tragar nada de la jerga ni política, ni filosófica ni científica, porque todas ellas están hechas para mentir. Pero dicho esto y en lengua corriente o en la que salga sigo pidiendo dificultades, contras, contras.<br />
<br />
-Yo quiero decir algo<br />
<br />
-Me agrada de nuevo verte por aquí. Y ha sido una maravillosa coincidencia en este paseo de la tarde. Y me ha encantado un concepto del que has hablado (…) y me gustaría simplemente decirte y que profundizaras un poco más en el concepto de fe. Me ha parecido muy interesante lo que has dicho y querría que pudieras añadir un poco más y hablar de ello. Gracias.<br />
<br />
-Bueno, no lo voy a hacer ahora porque estoy esperando más bien contras y dificultades. Desde luego no hay ningún concepto y supongo que los que me acompañan lo han visto. Concepto no es. Luego volveré a decir en lenguaje vulgar qué es.<br />
<br />
-Yo quiero decir que yo no hablo la lengua corriente ni la lengua vulgar, yo hablo la lengua de mi madre, que es la lengua materna. Y esto es la fe auténtica, la de verdad, la de las mujeres que transmitimos la lengua, que es el ámbito simbólico desde donde ordenamos el mundo, de tal forma que yo no quiero que se diga que es la lengua vulgar o que es la lengua corriente, es la lengua materna, la de nuestras madres.<br />
<br />
-Es la lengua que corre.<br />
<br />
-Equivocada, por supuesto, supongo que muchos lo han notado enseguida. No puedes decir eso de la verdadera fe, porque si estamos destruyendo la fe, estamos destruyendo la fe y no sustituyéndola por ninguna otra, de manera que nunca nada de lo que decimos puede venir a dar en otra fe. En cuanto a la lengua que se llama materna, con buen fundamento, en la medida en que es lengua del pueblo, lengua de nadie, en el pueblo que no existe no hay sexos, no hay diferencia sexual. Justamente esa oposición entre las mujeres y los hombres y además de una manera bien determinada, que es la dominación de las mujeres por el hombre, de la madre por el padre, eso es con lo que empieza la historia. El pueblo está fuera de la historia y no sabe de sexos. No hay por qué intentar, dentro del régimen que padecemos, una igualación entre hombres y mujeres, como si las mujeres pudieran aspirar a repetir las mismas estupideces que los hombres mayoritariamente han hecho a lo largo de la historia. No. (Aplausos) Lo más que se puede hacer es justamente, al derrocar el régimen, que caiga primero lo más alto, es normal. Si en alto están los señores o las mujeres vestidas de señores, pues ellos, pero de lo que se trata es de corroer por lo bajo la fe que el Capital y el Estado necesitan, sin la cual no pueden moverse. (Aplausos)<br />
<br />
-En ningún momento he hablado de igualdad. Esa política de igualdad me parece tóxica, muy tóxica. Cuando se habla de igualdad, se habla de que las mujeres nos igualemos a los hombres. Yo hablo de la diferencia, de la diferencia sexual, porque cuando se dice “no hay hombres ni mujeres”, mal vamos las mujeres porque el patrón modélico se nos va a poner el de los hombres. Y cuando yo digo la lengua de las madres, la lengua materna, la lengua como orden simbólico, la de las madres, no la de las jergas, estoy hablando de la diferencia, y de la diferencia en el sentido de reconocer autoridad, que no poder, autoridad personal, aquella del zapatero con sus zapatos, pues la autoridad femenina y también la autoridad masculina son autoridades distintas. No me parece, en lo de la igualdad, no me siento yo representada.<br />
<br />
-Me temo que esto se va a alargar un poco hoy y tal vez un poco inútilmente. Por supuesto he dicho que con la historia, bajo cualquier régimen, lo que rige no es que sea una diferencia, es una sumisión. La historia empieza con la sumisión de las mujeres, con la venta de las mujeres y la compra, con la guerra por la riqueza de las mujeres. Así es la realidad histórica, la realidad social. Donde he dicho que no hay sexos es en el pueblo que no existe. Por debajo de esa realidad, en la realidad personal está eso. En todo caso guárdate de hablar de autoridad femenina y cosas de esas, porque entonces nos enredaríamos… Estoy esperando más contras, más dificultades.<br />
<br />
-Oye, perdóname, muy rápido, muy rápido. En el Amazonas se roban a las mujeres.<br />
<br />
-Fe como incondicionalidad acrítica, fe como incondicionalidad acrítica, sometimiento, sumisión, ceguera, y por el otro lado lo contrario sería la desilusión, desilusionar, romper esta realidad convertida en fe. (Aplausos)<br />
<br />
-Gracias, muchas gracias. No te he querido pedir que traduzcas “incondicionalidad acrítica” a la lengua vulgar. No te lo he querido pedir porque a lo mejor resultaba un poco difícil. De todas formas, como todos entendemos por fortuna o por lo contrario la jerga, pues habéis… . Más y más dificultades, antes de seguir.<br />
<br />
-Pues yo es una duda, como Agustín decía dudas o discrepancias, y la gran duda que, claro, siempre tengo es esto de la fe, porque lo de la fe es una cosa tan rara que no sabemos en qué tenemos fe. Entonces sólo sabemos en qué tenemos fe, cuando decimos “Ah, yo que me creía esto”. Entonces ya parece que la estamos destrozando esa fe, aunque luego es mentira. Entonces ¿cómo luchar contra la fe que no nos damos cuenta que tenemos? Esa es mi duda.<br />
<br />
-Lo primero para que no parezca que eso de la fe es ni un concepto ni algo que ande por ahí por los aires ni que sea como dices raro ni eso. Tengo ganas de recordar qué es fe. El capital no puede moverse sin fe. Si ellos no pudieran echar cuentas de lo que va a pasar en el 2027 y operar en consecuencia para sus manejos, si no creyeran en el próximo final y en la necesidad de que siga siendo lo que es, y que se siga manteniendo con el cambio, si no creyeran todo eso, los representantes y ejecutivos del capital no podrían mover un paso. Eso es fe. No es nada sublime. En tiempos del viejo Dios, la fe era más bien teológica, del catecismo, pero nos la han cambiado. Ahora la fe es la de la banca, la del capital, y es por supuesto la del Estado, en la que se entretienen todos los días contándoos cuáles son de un partido o de otro, de un gobernante y otro, las medidas que va a tomar para el sostenimiento de esto y de aquello, cuentan con el Estado con España como una permanencia, cuentan con su futuro, hacen presupuestos para el año que sea, y sin esa fe no podrían moverse, se derrumbaría el Estado con el Capital. Eso es fe, ninguna otra cosa sublime, y da lo mismo que sea teológica, científica, política o de cualquier orden, y esa es la que se puede corroer por lo bajo simplemente dejándose hablar para que la lengua destruya justamente esas mentiras que son la ley. No sé si tendré que decirlo en un lenguaje más vulgar dentro de un momento, pero por ahora sigo recogiendo...<br />
<br />
-“Incondicionalidad acrítica” para mí es doctrina o adoctrinamiento. Yo lo identifico con eso, a doctrina con orejeras y desinformación, Lo que él llama incondicionalidad acrítica yo lo identifico con eso. <br />
<br />
-Muy bien, ya decía yo que las jergas también se entendían. Yo os lo he vuelto a decir con ejemplos. Os he contado qué es en el capital y en el estado. Si os queréis otra vez salir por los márgenes, allá vosotros, pero fe es esa, esa es de la que hablo.<br />
<br />
-Yo es que he oído por ahí lo de la autoridad de las mujeres. Y yo es que cada vez que oigo por ahí las palabras autoridad y autor empiezo a temblar. Mirad. ¿Cómo se cobra Dios los derechos de autor?<br />
<br />
-Hola, muy buenas tardes, pues se ha estado hablando esto de la fe, porque en muchos años nos han manipulado y ha sido una fe tóxica para la humanidad principalmente sobre este derecho de igualdad que ahora hablamos y que no hemos comenzado siquiera ni a trabajar. Hemos hablado de esta palabra tan bonita de igualdad, pero el hombre sigue todavía… Bueno, que ya el hombre está despertando, se está dando cuenta de esa fe tóxica que le metieron, de ese ser universal como es la madre, la reina de la creación, pues que el hombre tenía que manipularla y que tratarla como que si fuera un animal doméstico. Entonces los hombres yo creo que ahora están haciendo conciencia de la política engañosa de esa falsa fe, que al hombre lo engañaron, que destruyera a su propia persona, porque es que no se va contra la mujer sólo, sino que se va contra él mismo, contra su propio sentimiento, contra sus propios intereses, contra la familia, que es lo más hermoso que hay en el sistema. Muchísimas gracias. <br />
<br />
-Esa defensa de la familia desde luego me ha echado para atrás. La familia es como todo el mundo sabe el sustento del Estado y del Capital. Que le pregunten a la Banca, que le pregunten a cualquier Ministerio, qué es lo que se funda y te dirá “la familia”, aunque sea, si es preciso, homosexual, aunque sea como sea, pero la familia sobre todo. No, no, no. No sé si te has marchado o no, pero en todo caso no hables nunca de la mujer. El hombre, se puede decir, pero la mujer es convertirla otra vez en un concepto complementario del hombre. Y aquí estamos contra el orden entero fundado en la no diferencia sino sumisión de mujeres al hombre. <br />
<br />
-Yo a propósito del tema de la fe, que resulta un poco confuso porque la fe se identifica con algo religioso, teológico y así, quería traer la idea que tiene Tarkovsky sobre la fe, que es una fe laica y es una fe en uno mismo, creer en uno mismo, en la posibilidad de cambiarse y de cambiar. Es un apunte, nada más.<br />
<br />
-Hay que ver cómo os han educado vuestros abuelos, los curas, que todavía una palabra como fe conserva un prestigio como el que justamente la iglesia quería darle… No hay que guardar esa fe, esa palabra, no nos hace falta ninguna, porque lo del pueblo es descreer, no creer, no creer ni en ningún sistema ni en ningún … ni en nada. Descreer no la mantengáis, queriéndole dar buen uso a la palabra fe. Lo que se siente en cambio, lo que yo he sentido cuando caí aquí y me encontré con este inesperado movimiento de gente, cuando les saludé, era una confianza en lo que no sabían, confiar en lo que no se sabe, pero la fe, la de la iglesia, la de la banca, la del comercio no es confiar en lo que no se sabe, es estar seguro del futuro y de la mentira que nos meten, y a cualquier fe que incluya eso de saber en lo que uno tiene fe hay que quitarla de en medio, aunque se trate de la relación entre dos personas. Si se confía en alguien es justamente porque se lanza a ciegas, confía en lo que no sabe, lo otro. En cambio si está seguro, lo mismo que un agente comercial, ¿qué coños de confianza es eso? Eso será fe y no sirve más que para el poder.<br />
<br />
-El problema es que de la fe pasamos a la pureza, y de tan puros nos vamos alejando que vamos a acabar como Simeón el estilita. A Agustín, que le gusta Buñuel, ya sabe qué era. El sólo de tan puro en la columna esperando cómo le tentaban los distintos diablos del mundo. No sé yo si merece la pena tanta fe.<br />
<br />
-Resulta que no me has oído. Ahora resulta que me atribuyes la fe a mí. Es una cosa, vamos, es el colmo de no oír, y cuando no se oye es porque se tienen muchas ideas. Tú conservas una idea de lo que es fe de lo más amplio. La fe es del capital y el estado, me has estado oyendo hace un rato, nada del estilita, es el capital y el estado el que la necesita, que se sostiene sólo de eso.<br />
<br />
-Es que cuando decimos lo de la fe estamos acostumbrados desde chicos a lo del catecismo y todas esas cosas ¿no? Y se refiere a creer. En mi pueblo todavía, cuando alguien nos caía mal, se decía, “qué creído es ese”, “qué creído”. Es decir, que en realidad, hasta en el flamenco se decían cosas de estas en las letras anónimas populares, como por ejemplo: “Anda y que te den dos tiros, / que te jasen mu persona / y a la cara no te miro” porque todo es que la creencia es que la persona sabe y, desde luego, ya se sabe, que nunca se sabe del todo. Y antes cuando ha intervenido Inma, la chica de rojo, ella a lo que se refería, sin duda, porque conozco la referencia esa que ha hecho del cineasta, es precisamente confianza en lo desconocido. No hay nada más que ver las obras de este hombre, para ver que uno no es uno, que uno siempre es desconocido de sí mismo, y es ese perderse en lo desconocido lo que nos puede salvar y lo que nos puede mantener en la revuelta. (Aplausos)<br />
<br />
-Muy bien, quitando lo de salvar porque otra vez nos lleva a la religión. Uno no se salva, uno normalmente está perdido. Uno es como el Estado. Uno es como el Capital. Uno no se salva ni tiene por qué salvarse. Lo contrario de uno es eso a lo que aludo: pueblo, común, lo que nos queda por debajo de la persona: pueblo, común, lo que no existe pero que lo hay. Estamos, tal vez… Porque yo había pensado ya, esto se ha prolongado un poco demasiado, pero había pensado utilizar hoy lo que pueda haber de pequeña asamblea, utilizarlo para ir haciendo esto que digo, corroyendo la fe, es decir, corroyendo las ideas establecidas, haciéndolo por partes, por ejemplo, hoy creo que lo tenía así, pensaba preguntaros, para que cada uno consultándose consigo mismo y a dónde el corazón lo diga, qué os parece, qué sentís respecto a este artículo de fe que el poder desde niños no ha hecho más que imbuiros como propio, que es la fe en la necesidad de un orden desde arriba, gubernamental, régimen, como queráis decirlo. Os ha convencido directa o indirectamente de que esto es necesario, y os quería preguntar qué sentís, por el procedimiento este indirecto, vamos a ver cómo resulta. ¿Qué es lo que os han contado¿ ¿Qué es lo que os han dicho que pasa? ¿Qué es lo que creéis que pasa si no hay poder, si no hay orden establecido desde arriba? ¿Qué pasa?<br />
<br />
-Caos<br />
<br />
-El caos.<br />
<br />
-Caos, anarquía, desorden.<br />
-¿Qué más desastres¿ ¿Si no hay un orden desde arriba?<br />
<br />
-Que se matan los unos a los otros. <br />
<br />
-Que se acaba el mundo.<br />
<br />
-No digáis que no os han contado cosas de esas desde pequeños. De alguna manera, y aunque sea de soslayo, os han imbuido en la necesidad de este orden, de manera que conviene analizarse dentro de uno mismo.<br />
<br />
…A ese caos, a ese caos que vendría si esto se hundiera, si dejara de haber un gobierno, si dejara de haber un estado nacional o universal o comoquiera que fuera, si dejara de haber una ordenación de la riqueza en forma de dinero por medio de unas finanzas igualmente organizadas desde arriba. Estáis viviendo desde luego en cuanto personas de este orden, no lo neguéis, de este que os acabo de recordar, estáis viviendo…<br />
<br />
-¡Así nos va!<br />
<br />
-…gracias al orden que el Estado os ha imbuido, en el que os ha educado personalmente ¿eh?, no de verdad, no como pueblo, pero personalmente estáis viviendo y existiendo de eso, estáis viviendo y existiendo gracias a la banca, gracias al ministerio de finanzas, gracias a los subsidios y las jubilaciones y lo que sea. Que a esto no merezca la pena llamarlo vivir es otra cuestión, pero desde luego personalmente estáis existiendo gracias a eso, estáis existiendo gracias a que os habéis tragado lo de que tenéis un futuro. No os dicen que el futuro es la muerte; os dicen un futuro, un futuro en que se cumplen los plazos de vuestro capital o hasta que llegue vuestro cumpleaños o lo que sea. Estáis existiendo de eso, de manera que es importante lo que os estoy proponiendo: no dejéis para dentro decir hasta qué punto uno tiene ese miedo imbuido de lo que pasaría si no... Eso es muy importante. De manera que antes de pasar a otra cosa, respecto a esto, quiero que contribuyáis los que podáis con vuestras ocurrencias o sentimientos.<br />
<br />
-En todos los días que ha estado esta asamblea nadie ha recordado que anualmente se pasan diez mil millones de euros a una institución que se dedica a proponeros la fe, la fe auténtica y la verdadera. Es la institución que se dedica a enseñar a vuestros hijos, o a los hijos de todos nosotros, es la institución que lleva toda la beneficencia y toda la caridad, y también maneja todo el dinero de las ONG,s. Es la institución que enmarca todas las diferencias, la institución que está siempre apoyando a los de arriba contra los de abajo. Y es una institución que nadie ha puesto en cuestión aquí. Se han puesto en cuestión los sindicatos, se han puesto en cuestión los partidos políticos, se ha puesto en cuestión todo, pero ellos, que son los que dominan la judicatura, que son los que dominan la información, que son los que dominan el internet, que son los que dominan todo: la fe, y la esperanza y la caridad, la educación y el dinero, sí que se ve claramente que coinciden en una cosa: en que el dinero, la fe, la esperanza, la caridad, todas estas cosas, son una apuesta de fe religiosa y que no tiene salida. (Aplausos) Por lo menos vamos a estar de acuerdo en que hay que hablar de estas cosas, y si tenemos la oportunidad de poder discutirlas en asambleas libres con el próximo visitante, que va a ser el Papa Benedicto XVI, pues entonces lo discutimos con él, pues aquí yo veo mucha gente imbuida por la fe y la convicción religiosa que nos vienen a hacer preguntas y pretenden equipararse con cualquier otra cosa, me parece muy bien, pero ¿ellos nos van a dejar la misma libertad para ir a la catedral y hacer un debate público, abierto, con Rouco Varela? ¡Me parece que no! Entonces eso es lo que quería decir.<br />
<br />
-Bueno, es normal que -hay muy pocos que han sentido esto más que la mayoría de vosotros, no tanto como yo- los restos del viejo régimen de la iglesia, era toda la cultura y todo el centro del poder, sigan sintiéndola como un enemigo. Por supuesto, Jaime, lo que ha hecho la iglesia (…) con el actual es asimilarse, traicionar a sus propios principios de otros tiempos y así venir a hacer las buenas migas que hace con el Capital y con el Estado. No hay ninguna contradicción, sólo así es el poder. Tal vez no merece mucho la pena seguirla tratando por separado. El papa, desde luego, es el capital, qué mas da. Es igual. Y no importa qué papa y lo mismo que no importa qué presidente. (Aplausos) Son representantes del poder de una manera o de otra.<br />
<br />
-Hola, buenas tardes. Yo vengo de Argentina. Vengo con un paracaídas, así que no estoy bien empapado de la situación. Hablo por lo que he oído por los medios y sabemos todo el mundo que los medios de comunicación hoy mienten. No sé, yo lo que veo son los diarios, y la televisión e Internet, que manejan grupos chiquitos, que están aliados también con “Beneficio para 6”, el Papa. Bueno, esta gente controla todo lo que digamos poderes. Nosotros tenemos un proceso desde el 2001 a esta parte donde se fue democratizando la democracia, donde se democratizaron a través de organizaciones barriales cada vez más las herramientas que tenemos como pueblo para organizarnos. Yo estoy de acuerdo con las ideas de la asociación de hombres libres, las ideas digamos sin un orden, digamos, estatuido, pero también tienen que emanar desde abajo propuestas superadoras a las que existen, que vienen de arriba. O sea, eso sería algo así como correlación de fuerzas. Si a vos te vienen a ordenar desde arriba, vos tenés que responder desde abajo con una orden superadora de esa o con ciertas ideas superadoras en lo económico, etc. Por ejemplo, un ejemplo tonto, que a lo mejor sirve o a lo mejor no. Nosotros ya pasamos esa etapa. Economía solidaria. Decíamos: uno sabe cortar el pelo, el otro sabe hacer algún servicio o algún objeto, algo, y lo cambiaba. Se llama en Sudamérica trueque…<br />
<br />
-¡Y aquí!<br />
<br />
…Y era una economía que nos beneficiaba a todos, nos juntaba. La palabra circulaba. No había tampoco monopolio de la palabra, sino que la palabra circulaba entre nosotros, nos sentábamos todos alrededor y cada uno iba compartiendo distintos saberes. Paulo Freire de Brasil dice: “No todo el mundo sabe todo y no todo el mundo ignora todo. Todos sabemos un poquito. Entre todos tenemos un saber colectivo.” También Arturo Jauretche una persona argentina dijo una vez que el arte de nuestros enemigos es desmoralizar al pueblo, entristecernos. Entonces hay que combatir con alegría. Con alegría es la única manera que tiene el pueblo para vencer con alternativas. Saludos desde Argentina para todos. (Aplausos)<br />
<br />
-Bueno, gracias por los aires que nos traes nuevos de Argentina. Esto último que has citado es una cosa que estaría respondiendo a aquello de contra el miedo de si el poder se cayera… Estas experiencias que no son tan menudas como parecen de intentar ver cómo se puede convivir sin necesidad de autoridad ni de reglas ni de poder son siempre útiles. Esta es una de las cosas que se pueden ir haciendo. Te agradezco la noticia. En cuanto a democracia y estructuras… eso ya son palabras que no son del lenguaje vulgar. Este digamos movimiento o lo que sea inesperado está en contra de lo que muchos de ellos creían, contra la democracia. No hay ninguna democracia buena. La democracia es muerte del pueblo, y el pueblo no existe. El pueblo puede írselas arreglando de las maneras que nos has contado. <br />
<br />
-Respecto a lo que antes Poza ha hablado, es un claro ataque, bien claro y bien fundamentado, respecto a la cuestión de la iglesia. Desde luego está claro que si la iglesia siguiera por un solo momento las palabras de Jesús en el sermón de la montana de “a cada día con su mal le basta, no cuidéis del día de mañana, a cada día con su pan o con su mal le basta”, ya con eso nada más se habría acabado el imperio del banco vaticano y de todos los imperios vaticanos. Es decir que es la sustitución más clara. En este momento, las palabras de Jesús han sido sustituidas por el dios Dinero, y desde luego el dios Dinero está en todas partes. Hay un disimulo luego de dioses, que son los árabes, los judíos, los no sé que, pero el verdadero Dios, el dios del régimen, siempre es el mismo, es el Dinero… Por eso…<br />
<br />
-¡Idólatras!<br />
<br />
-… habría que decir: tú dispara que Dios está en todas partes.<br />
<br />
-Oye, muy corto, muy corto: Decía Borges que somos cadáveres en vacaciones. <br />
<br />
-Yo lo que quería hacer era un poco lo que has dicho tú de mosca cojonera y hacer una pregunta incómoda. Y creo que es bueno que nos hagamos estas preguntas: ¿Qué diferencia hay entre la conexión o la manera que tiene todo el mundo aquí de escucharte a ti o a mi, la conexión espiritual que podemos tener o sentimental o intelectual con la que tiene esa gente que está buscando en el sermón que está ahí al lado de ese hombre? ¿Qué diferencia hay entre esta fe en la contrafé y la que hay ahí, y si responden a la misma necesidad o no, porque al fin y al cabo ahí hay igual o más gente que aquí y quiénes somos nosotros para decir que, aunque estén equivocados, que no lo hagan? <br />
<br />
-No me he acercado bastante al corro de al lado, de manera que no puedo juzgar de cómo es lo que están haciendo. Puedo decir que en caso de que se pareciera a lo que los mandamases hacen en un congreso o algún sitio por el estilo donde también se reúne mucha gente y también están haciendo eso, en caso de que se pareciera a eso, sería completamente distinto de lo que pasa aquí. No lo puedo juzgar, a lo mejor no es así. Pero en el caso de que se pareciera a eso, sí, porque la diferencia es que aquí no se aburre nadie, y en un congreso o en un sitio así se aburre todo Dios, y esa es, aunque no lo confiesen, esa es la sola diferencia.<br />
<br />
-Quería agradecer a Agustín el que nos dé la posibilidad de que la filosofía salga a la calle, porque es necesario ampliar yo creo que el lenguaje filosófico. Tú decías que bueno que había que utilizar un lenguaje mundano y tal, pero yo creo que también las fórmulas un poco más marxistas de estructura y superestructura deberían estar en la calle precisamente para eso, para luchar contra ello. Y también que para luchar contra la fe hay que luchar contra lo material. Es un poco eso, la fe en el capital se ve aquí ahora con ese anuncio tan enorme de un pelo precioso, se ve con todos esos escaparates que tenemos aquí alrededor, y hay que luchar contra esa fe pero también hace falta un lenguaje más filosófico. Yo creo que la filosofía debe estar en la calle. Y luego, por otro lado, hablando un poco del engaño de las palabras y de lo que habías dicho acerca de qué es para vosotros derrotar el poder, el sistema, a mí me gustaría incidir en una palabra horrorosa y que tiene dos cualidades que es la palabra “orden”. El orden por un lado es lo que está arriba, lo que puede con nosotros, y por otro lado, cuando uno habla de orden, es como organización. Lo contrario al orden al que queremos derrotar o al que debemos derrotar es el caos ¿no? O sea, es lo que nos hacen creer. Por un lado hay que diferenciar esas dos palabras de orden, y por otro lado incidiendo con el lenguaje me gustaría mucho que toda la gente que hayáis acudido aquí y que hayáis ido a manifestaciones interioricéis el “no nos representan”. Yo creo que eso es fundamental, no nos representa nadie. Y acerca de la fe yo también tengo muchas dudas acerca de la fe, combatir la fe pero hay que volver a lo que sería la fe en uno mismo ¿no?<br />
<br />
-Confianza.<br />
<br />
-Te has equivocado y, en parte, porque no has hablando en lenguaje vulgar. Esto que has dicho de que no nos representa nadie, por ejemplo, normal, se dice y la gente lo ha dicho. Lo que has dicho de caos y orden ha sido confuso porque te has empeñado en hacer un poco de filosofía; y no se puede confiar en ninguna filosofía. Yo procedo de las letras, yo me he pasado la vida estudiando y leyendo y traduciendo, pero cualquier cosa que no puede venir a dar algo en la lengua corriente de cualquier idioma no sirve. Puede haberse formulado primero en lenguaje matemático, puede haberse formulado en jerga platónica o en jerga marxista o lo que sea, pero si eso no viene a poderse decir y a hacerse sentir en lenguaje corriente no vale. La lengua verdadera es la lengua hablada. La escritura y por tanto la filosofía, la ciencia al servicio del poder, la política pertenecen al mundo de las jergas, y hay que mantener esa separación entre las capas de la lengua. A eso también le debo yo muchas cosas, cosas que me han venido de la escritura, pero desde luego las que me han quedado y de las que os hablo son algunas que han venido a dar en el corazón y, por tanto, en la lengua vulgar. <br />
<br />
-Pero capital no es lengua vulgar, Agustín, capital no es lengua vulgar. El capital… Es una duda simplemente. Cuando hablo del capital, el capital, eso no es lenguaje vulgar. Hay que leerse a Marx para saber lo que es el capital. <br />
<br />
-Hay que citar esos términos. Por ejemplo, no está nada mal examinar la fórmula del interés, donde sabéis que es C capital por T por tiempo, y todo eso. De manera que para eso está lo que tiene que aparecer en una charla o en una asamblea, tienen que aparecer los términos que el enemigo usa para proceder a la destrucción cuando merece la pena, para que ellos mismos descubran, como por ejemplo en la fórmula del interés y en el paso del simple al compuesto, cuál es el juego del capital. Para eso sólo, no para decir no, no para decir no, sino de vez en cuando apareciendo en aquello a lo que se dice no.<br />
<br />
-Yo en relación a lo que ha dicho este compañero de antes de la lengua filosófica, quería apoyar más bien la lengua de la tierra ya sea… el vasco, el gallego, el bable, no la lengua vulgar que dice Agustín García Calvo, sino más bien la lengua de ese... La lengua corriente y vulgar está contaminada de miles de años de historia, de dominio y de latín y de mierdas parecidas, y entonces yo abogo por la lengua del pueblo… y de sus estructuras y sus relaciones con la naturaleza, entonces yo abogo por eso.<br />
<br />
-Bueno me parece un poco optimista respecto al bable e incluso el vasco. Hay que desconfiar de ellos porque todos sabemos muy bien el uso que el poder ha hecho en los diferentes nombres del nacionalismo: español, catalán o lo que sea. El poder no puede entender la lengua de abajo. El poder no habla más que en jergas, no puede de verdad entender la lengua porque la lengua es la lengua corriente, a diferencia de las jergas culturales. La lengua corriente es gratuita, no la ha inventado nadie, nadie manda en ella. La gente que habla habla así de bien gracias a que no la sabe, no la sabe a conciencia, gracias a eso y ahí está. Desde luego está muy contaminada, como has dicho, pero frente a diferencias de idiomas como pueden ser incluso nacionales importa mantener la diferencia de capas en cualquier idioma, la jerga que desde arriba, desde la escritura, desde luego, contamina a la lengua de abajo y lo que queda por abajo de lengua no contaminada, de lengua no regida ni inventada por nadie, en cualquier idioma, porque esa diferencia de capas se da en cualquiera. <br />
<br />
-He seguido durante mucho tiempo todo lo que aquí en la manifestación del 15 M, el cómo se ha gestado esto desde sus comienzos. También asimismo he estado participando en varias tertulias con Agustín García Calvo, y en lo que sí puedo ahora mismo dejar caer mi habla es en contra del aburrimiento de las asambleas del movimiento del 15 M y de todas las asambleas de los barrios, de los 114 barrios bien contados por el poder en los que se están reuniendo o se celebran las asambleas, y ello por cuanto que no están en contra realmente del poder. Es decir, la única forma de manifestarnos en contra del poder es en contra del aburrimiento. Ahí es donde debemos nosotros focalizar el trabajo. También quisiera, Agustín perdona, dejar caer… Esto es un cuento, cien palabras, que he escrito. Se llama: ¿Dónde está la franja amarilla? Dijo rojo y lo pintamos todo de rojo. Luego dijo azul y lo pintamos todo de azul. No contaré la historia del rojo y el azul. Ambos perecieron en la lucha, salvo esto que veis y nuestro canto del siglo, ya que el rojo y el azul han dejado de ser camino ¿dónde está la franja amarilla? ¿Veis esta herida? Me la hicieron en el frente. Con la úlcera me gano la vida. Lucho por el pan de cada día delante de vosotros. Dadme fuerza de fuerza. Me siento caer. Señoras, buenas noches; señores, buenos días. Os dejo limpia la calle, os dejo mi habla.<br />
<br />
-Hola, primero voy a decir algo en castellano que me di cuenta hace poco. Los ricos no mandan, los malos no mandan, Dios manda. Ahora quiero leer un poema en inglés. Por favor. </div><br />
<div align="center">You don´t have to play, to play the game of life<br />
You can life with a little or nothing<br />
Cigarettes---Life consists<br />
Friends, happiness isn’t about money<br />
Is about realize in your purpose<br />
Having ago and presuming it <br />
Like Jimmy said: “Happiness is upon you”<br />
Do you have a light?<br />
Do you have a fire?<br />
Are you simple or are you an enigma?<br />
Even to yourself<br />
I am <br />
I am the tiger, tiger, burning bright<br />
In the forests of the night<br />
I am the bear in pain<br />
There is walking through the woods<br />
With a fire gun<br />
Reading almost <br />
Almost stead of life…<br />
In the cold</div><br />
<div align="justify">-Es curioso cómo se parece mucho al anterior. Resulta que la articulación y el tono es bastante parecido. Bueno, no demos más vueltas a eso. A ver si queda alguna cosa más.<br />
<br />
-Bueno aunque ya estoy monopolizando aquí porque hablo un poco, antes por sarcasmo intenté un poco decir lo mismo que ha dicho la chica esta que no sé si de bellas artes … Al fin y al cabo pues eso, somos un grupito más y sería una pena que esto quedara como la famosa esquina esa de los predicadores del parque londinense, que fuera un speakers corner, que bueno que no sea un desfile de estrafalarios, que está bien que podamos escuchar a Agustín, que durante muchos años pues no hemos podido hacerlo sobre todo los que no hemos ido a sus clases, pero también estaría bien no que nos leyera tal vez el Sermón del ser y no ser, ni que alguien le diera el Panfleto contra el Todo, pero la gente quiere quizá… que no se trate sólo de cuestiones filosóficas, que también alguien quiere, pues no sé…<br />
<br />
-Contra el dinero…<br />
<br />
-Bueno o contra todo, contra el poder, lo que tú quieras, y contra Dios y contra el Estado y contra la fe también, pero bueno, lo dicho, que no sea un desfile de excéntricos.<br />
<br />
-Hola, bueno pues yo solamente quería decir, cuando os hablaba antes de atacar a la fe, que habría que empezar atacándose a la fe en uno mismo ¿no? Es una cosa fundamental, que nos creemos, tenemos el rollo este de hombre y de mujer muy asumido, ¿no? Habría que empezar rompiendo eso ¿no? Es una cosa con la que cuentan ellos y bastante ¿no? <br />
<br />
-Filosofía de la empresa de uno mismo.<br />
<br />
-Simplemente pues recordar eso que se canta por ahí: “Yo soy un moro judío / que vive con los cristianos; / no sé qué dios es el mío / ni cuáles son mis hermanos.”<br />
<br />
-Lo que pasa es que efectivamente eso de creer en uno mismo no sólo el Poder lo coge bajo su ala, sino que es el primer artículo de la democracia. Cualquiera que se prepare para manager del capital o para manager de la administración lo primero que tiene que creer es en sí mismo, tener fe en si mismo, con eso ya se dice bastante lo que él ha aportado que tiene eso y que es algo que si no se ataca no se está haciendo de verdad política del pueblo. No puede separarse lo uno de lo otro. El ataque contra la fe en uno mismo es justamente lo que puede corresponder a una lucha del común, del pueblo que no existe contra lo de arriba. Tal vez se nos ha hecho la hora de marcharnos, ¿no? De manera que, bueno, yo os había presentado como tema de registro de uno mismo ese de qué es lo que os queda del miedo, del caos que se produciría si no tuviéramos el orden, reconocimiento de que cada uno existe gracias a esa ordenación, y sobre ello yo creo que si el jueves que viene volvemos a vernos aquí, si el Señor no nos mata o algo por el estilo, pues os lo volveré a preguntar ¿no? Hay que empezar por ahí, por reconocer los fundamentos de esa necesidad del orden impuesto desde arriba, para después seguir con otras muchas dudas.<br />
<br />
-Bueno y nos despedimos hasta el jueves, pero desde luego hay que contraponer el orden que cae de arriba, desde la autoridad, con esa especie de orden como sin querer que nos sale de abajo que se llama ritmo. Si ponemos ritmo a la vida como las aguas de los ríos no hace falta el orden de arriba. </div></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />
</div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-7918241317183731182011-06-24T18:46:00.003+02:002011-10-01T14:32:41.543+02:00King Mob: Fundamentos para una crítica del TAZ de Hakim Bey<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwSxdJNvQK4QwA_d6orKngvEx8zueRUL1LhTAJ4nYs-nEEyN65OgTZ3XOlJ7m3oFB7_HeRgkdFz_YIds9cBYKFOlbXaWIINrOIJ45VCL-b3lA-txLv9fO2cHjKiCnDOE1CkcArD7bB0UUS/s1600/kingMob.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwSxdJNvQK4QwA_d6orKngvEx8zueRUL1LhTAJ4nYs-nEEyN65OgTZ3XOlJ7m3oFB7_HeRgkdFz_YIds9cBYKFOlbXaWIINrOIJ45VCL-b3lA-txLv9fO2cHjKiCnDOE1CkcArD7bB0UUS/s320/kingMob.jpg" width="222" /></a></div><br />
<strong>"Fundamentos para una crítica del TAZ de Hakim Bey"- </strong>King Mob<br />
<br />
<br />
<br />
“Mi filosofía: arrancar el hombre a la apariencia, sea cual fuere el peligro. ¡Y nada de miedo aun a riesgo de perder la vida misma!”.<br />
Nietzsche.<br />
<br />
Acercarse a los textos de Hakim Bey reproduce una primera sonrisa de sarcasmo que se acaba transformando en carcajada; el misticismo de la poesía política que práctica en las Zonas Temporalmente Autónomas; y sus constructos ideales, nos remiten a las quimeras vanguardistas; su obra aparece tanto más lucida cuanto más enajenada es su lectura; ya que en algunos momentos todos querríamos poder hacer caso omiso de la inteligencia y darle la razón. El descubrimiento de la poesía política de vanguardia y la experimentación idealista colman de sensaciones estéticas sus textos; los cuales aparecen así como un ejercicio de literatura ¿experimental?, pero muy alejados de cualquier proyección o potencialidad teórico-crítica. Por ello leer a H. Bey es un más un acto estético, más o menos, excitante (en nuestro caso y como lectores inducidos, defraudante) que político. <br />
<br />
1. De las “Utopías Piratas” y otros géneros épicos. <br />
<br />
Los secretos revelados –como los misteriosos divinos- suelen ser frecuente fuente de errores políticos consecutivos. Los exegetas no son tan diferentes de los thélèmitas. La religiosidad se afana en encontrar constante nuevos actos de fe que provean mártires, y con ello, nuevos modelos. Igualmente los poetas épicos seculares han recurrido desde siempre, a la elucubración de paraísos míticos y primitivos donde instalarse a voluntad. Uno de esos lugares ha sido el (¿recientemente?) territorio de la filosofía política; desde donde se han soñado utopías (piratas, obreras, nacionales, sexuales, raciales) que sirvieron de musa a la lírica. Se puede recordar el Robinson de Stevenson que inauguró el género burgués del escapismo, tan lúcidamente comentado por Marx. O la Alemania de Rilke –aquella que se antesoñó imperio de elfos noldos- que se mecía bajo las miradas románticas. Desde Stevenson a Sterling el genero apenas a sufrido las mutaciones propias del espíritu de su tiempo. Las comunas Ciberpunkies de la ciencia-ficción nos recuerdan sobremanera a aquellas tribus aisladas con sociedades antagónicas a las nuestras, o a los falansterios de Fourier, Owen… Toda la literatura de Julio Verne no desmerecía colocarse a la cabeza del pensamiento de H. Bey, inserto en la abadía de Théleme soñada por Rabelais, donde Gargantúa ordena: “Haz lo que quieras” [Fay ce que vouldras!] <br />
<br />
Entonces ¿en qué consisten las peculiaridades del deseo de utopías de Hakim Bey? Realmente en nada, excepto en el contexto de derrumbe en que se formulan: las metáforas “hakimbeyanas” nos regresan ineludiblemente a los utopistas (franceses y alemanes) más pasionales de finales del XIX y principios del XX, los cuales nos dejaron una herencia de infantilismo modernista que, a la vista está, a sobrevivido hasta el siglo XXI. Nada en Bey es diferenciador de aquellos fabuladores sociales, excepto claro, los elementos elegidos como tramoya; una épica posmodernista y una oda, en forma de poesía política (que ya es un subgénero literario) a la revolución. <br />
<br />
Por ello el canto de sirena de Bey transita por el difuso mundo de vida de la bohemia pequeño-burguesa contemporánea y nuca se deja tocar por las sucias realidades materiales circundantes. La combinación de una apropiación ontológica de ciertas teorías anarquistas y la paráfrasis constante aporta los artificios teóricos para todo un libelo sobre deseo(s), libertad, juego, insurrecciones… Conceptos que se entrecruzan en malabares juegos con la magia, la violencia y las referencias culturales propias de la mal llamada “cultura de club”.<br />
Si a esto le añadimos la utilización de los esquemas clásicos de la cultura protestante (como la dicotomía; perdedores/triunfadores–utilizada repetidamente) obtenemos la serie de imposturas que componen el panfleto del TAZ. <br />
<br />
En un primer acercamiento al pensamiento reformista de este ruidoso y artificial poeta político, observaremos a modo de ejemplificación exponencial la primera tríada de interrogantes lanzadas en TAZ: “¿Es que estamos condenado, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar por un momento una tierra legislada sólo por la libertad? ¿No nos queda otra opción que la nostalgia del pasado o la nostalgia del futuro? ¿Tendremos que esperar a que la totalidad del mundo sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda exigir conocer la libertad? “Deliciosos versos en formato pregunta grandilocuente. Épicos y llenos de vitalidad, pero políticamente propios de un adolescente ebrio de deseos y falto de orientaciones metodológicas. Primero Sería conveniente situar la cuestión de la libertad, en una relación más amplia. ¿Cómo se puede suponer una construcción de libertad (si aceptamos tal cosa) habitable por un momento? Es decir, si se constituye autonomía eso no es un momento de libertad individual, eso en todo caso es libertad vigilada; “tú eres libre” es la afirmación martilleada por los poderes desde diversas estructuras. El poder actual dirige sus órdenes a nuestra libertad, a la ética dominante, la ética protestante de la libertad individual a la cual canta H.Bey. En términos foucaultianos la fórmula es radical: convoca al presente (Haz) y gobierna el futuro (“lo que quieras”). Bajo la apariencia de una libertad personal alcanzable se funda el capitalismo ¿y es el capitalismo la libertad que preexiste en la pregunta? Parece pues que el primer ejercicio de arrogancia es considerar la anarquía como una voluntad personal que libera al portador de ella; cuando se cuestiona mundialmente el yo. H. Bey se arriesga a decir que él (se) crea libertad. No pienso entrar aquí al fondo de las cuestiones del Yo y la libertad que los diferentes sistemas políticos proyectan en sus fines, pero desde luego ni la libertad se constituye aisladamente ni es posible vivirla a voluntad los momentos. Planeados. A no ser que hablemos de la “creación de situaciones” o de “momentos de ampliación de libertades formales”, como la sexual. En cuyo caso el debate es otro y no se corresponde con lo que la pregunta dispone: ya que en esos términos no se habla de libertad sino de acción comunicativa o cooperativa (Habermas) y sus resultados son ya visibles en las centenares de comunas cooperativas existentes. El concepto de libertad es mucho más complejo y al no ser concedido por derecho sino conquistado, sólo es posible colectivamente en un proceso mucho más amplio que la construcción de falansterios. (Resulta humillante el grado de reduccionismo del que se alardea en esas tres preguntas). No es quizá este el lugar más adecuado para una reyerta para el tema, pero al ser este axioma el fundamento de todo el texto (lo siguiente es como se dispone y consigue), deberemos hacer algunas precisiones sobre el recurrente concepto de libertad. <br />
<br />
Un borrador sobre libertad(es) y sujeto(s). <br />
<br />
Situaremos el debate entorno a la libertad en tres referentes metodológicos: 1/ definición del sistema de coordenadas de cada conjunto teórico; 2/ desarticular y territorializar los problemas de referencia y 3/ especificar en extenso las premisas teóricas. <br />
<br />
Teniendo en cuenta este borrador preliminar, formularemos una serie de principios para una aproximación a los axiomas que han informado a los diferentes constructos sobre el fenómeno libertad: <br />
<br />
1. Analizando el concepto-fenómeno en la esfera única de la filosofía política. Es decir, ¿qué sujeto puede considerarse con capacidad de accionar libremente? <br />
<br />
Preguntándonos esto huiremos de los pronunciamientos esencialistas del TAZ, que intenta infructuosamente acometer acciones desde una definición acotada como medida. La tradición poético-política siempre ha puesto el énfasis en el individuo, y desde ahí han estructurado sus definiciones fenoménicas. Pero el individuo no es impermeable a las diferentes tesis epocales, y se inscribe de pleno en un proceso productivo, lugar histórico determinante y clase o subclase, (¿nación?)… Por lo que el interés del individuo en referencia al fenómeno de la libertad es contingente/relativo; ya que toda clase posee conciencia (y autoconciencia) capaz de generar mundos de vida transformadores de la esencia social del individuo. Así pues afirmaremos que sólo una cartografía de la comunidad social (en cuanto al sujeto fenómeno e libertad) revelará la imbricación de la libertad subjetiva como circunstancia social general. Es sintomático el desacuerdo existente en este punto entre las tendencias revolucionarias y las concepciones idealistas, (TAZ) más o menos reaccionarias. <br />
<br />
Por tanto asumiendo la sociedad como objeto de la fenomenología de la libertad, ¿se puede definir genéricamente el concepto de libertad? Lógicamente –la lógica por definición, según Deluze, es reduccionista- no. El fenómeno activo, nomenclado (genéricamente) como libertad, es en esencia complejo y depende por ello de multitud de ángulos y tangentes para su medición; el propio carácter de los elementos que lo conjunta (y su relación entre sí) sólo nos aporta una posible hipótesis de los modos históricos de representación del concepto. Intentar una definición hermética supondría caer en posibles errores de praxis autoritarias ya conocidas, que han carecido (carecen) de una visión totalizante de los elementos operantes y posibilitan el confusionismo ejemplificado en casos como el de H. Bey. <br />
<br />
Si analizamos, en rigor, el término libertad: debemos huir del finalismo definitorio que exige Hegel. Sólo construyendo un parque móvil de posibles definiciones, aproximativas y escalonadas (que incorporen un sistema de crítica-constante) nos acercaremos a la naturaleza de la libertad. <br />
<br />
Ya que nuestra crítica, en esencia, no está dirigía a las formaciones del fenómeno, sino a sus prácticas, evitaremos enumeraciones de situaciones tipo y nos concentraremos en las posibilidades de materialización, su realización existencial y por ende su “autenticidad esencial”. Según lo cual, podríamos definir apriorísticamente la libertad subjetiva(individual como; posibilidad de acción en torno a interese propios, deseos y propósitos. Es decir, realización de la autoconciencia en su materialización. Por ello, matizaremos, que no se trata aquí de presuntas capacidades sino de posibilidades de acción: Dado que la capacidad no incluye en sí un actuar, sino la posibilidad efectiva que junto con las capacidades subjetivas y las circunstancias objetivas posibilitan un medio y un fin sobre el que efectuar praxis diversas. Ahora bien, la necesidad percibida se puede contraponer a los intereses fundamentales del individuo, a sus potencialidades de acción concreta. Y es en ese territorio donde el sujeto atisba su falta de libertad por miedo de la autoconciencia de su potencia, en relación directa con su pertenencia a un determinado corpus social. En esta potencialidad propia el fundamento principal de una práctica emancipatoria; propia y genérica. Ya que la realización efectiva de la libertad (es) corresponde a la posibilidad de materialización de esta en una autoconciencia de clase que engloba diferentes subjetividades. Y en la que se establecen unos objetivos a (superar) cumplir conjuntamente para lograr los deseos individuales, en la comprensión de la necesidad concebida propia como total y el desarrollo social consecuente. <br />
<br />
Por ello ante la vehemencia, con la que Hakim Bey nos muestra un horizonte de libertad individual, cabe preguntarse ¿es la libertad individual un fenómeno innato a la condición humana? <br />
<br />
Según la tradición filosófica occidental burguesa, y los meritorios del “derecho natural” como H. Bey, sí. Es tos doctrinarios, fundamentalistas del democratismo, son completamente demagógicos. Dado que los hombres en esencia no son libres (mas allá de lo que puede ser cualquier otro animal), suponemos que el hombre no lucha por mantener una libertad inherente, sino que ha de luchar por conquistarla.. Ya que si no nacemos en libertad, sino que aspiramos a ser libres, la lucha ha de ser general. Y no como pretende H. Bey y los acólitos de la acción individualista, un derecho o territorio a conquistar o disfrutar en momentos de ensanchamiento formalista de los márgenes. Es muy diferente luchar por la libertad, la emancipación totalizadora que, por habitar espacios “liberados” para el hedonismo intelectual-físico. <br />
<br />
La autovalorizacion de la libertad de clase, ha demostrado que el fenómeno libertad es producto de la lucha de clases. Y que, por consiguiente, no es inmanente sino que surge al tiempo que se desarrolla la autoconciencia. Hoy debemos defender esta tesis (una vez más ) contra la filogénesis burguesa de la libertad individual. Nuestra afirmación es válida tanto en su aspecto ontológico; ya que desarrolla las realidades perfomativas, es decir, el desarrollo de las bases objetivas de la realización de las necesidades genéricas. Y lo es en el sentido gnoseológico, en función del desarrollo de la autoconciencia del sujeto, es decir de su apreciación de la base subjetiva de la libertad, donde se enmarcan deseos e intenciones. En consecuencia la capacidad de tomar conciencia de la libertad en cuanto condición y valor de la existencia propia, del genero humano. No como consumidores de productos exóticos, sino como miembros de una Revolución Total que destruya el mundo capitalista y construya … ¿comunismo?Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-15188207842575970652011-06-21T03:39:00.001+02:002011-06-25T13:56:32.710+02:00Agustín García Calvo en Sol jueves 16 de junio 2011: contra el aburrimiento, contra el Futuro, contra la Fe.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDNgpmo7hlEOGCet3VzpMTqik6WdSPQ0MseScN2gOBNf-xEtKnv4zcqXt6eGNDfb88E2Pum_RjEm-4C44cUrYBvvI7uVQ6JWOfeZjZpsK866NBsVKuQZv3jnY1DiRz4Mcf3c2_POBIQOwR/s1600/imagesCA3NOY4A.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDNgpmo7hlEOGCet3VzpMTqik6WdSPQ0MseScN2gOBNf-xEtKnv4zcqXt6eGNDfb88E2Pum_RjEm-4C44cUrYBvvI7uVQ6JWOfeZjZpsK866NBsVKuQZv3jnY1DiRz4Mcf3c2_POBIQOwR/s1600/imagesCA3NOY4A.jpg" /></a></div><br />
<strong></strong><br />
<strong>Agustín García Calvo en Puerta del Sol el jueves 16 de junio de 2011 en su quinta intervención en esta asamblea libre.</strong><br />
<br />
Videos subidos por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/fmiguelgarcia" rel="author"><span style="color: #4272db;">fmiguelgarcia</span></a> el 17/06/2011<br />
<br />
<em>Primera parte</em>: <br />
"Con las cargas policiales de Barcelona bien recientes, Agustín insiste en lo no debe hacer el movimiento: entretenerse con reivindicaciones y objetvos"<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/7G7y10DwXKo" width="425"></iframe><br />
<br />
<br />
<i>Segunda parte<i></i></i>:<br />
"¿Qué hacer? La primera acción es hablar para desenmascarar el Régimen del Dinero y perder la fe en él, fe que es todo su sostén."<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/pOkVADJ2mfw" width="425"></iframe><br />
<br />
<br />
<i>Tercera parte: Debate</i><br />
"Animado debate centrado en los actos violentos y no violentos."<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/kV2bJ7TZsMA" width="425"></iframe><br />
<br />
<br />
<i>Cuarta parte<i></i></i>: Debate<br />
"Continúa el debate que incluye divertidos rifirafes y disertaciones teológicas sobre la TV."<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/bwFf9-5i76A" width="425"></iframe>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-31191404679679520022011-06-17T22:09:00.005+02:002011-10-01T14:33:16.281+02:00CAOS: Los pasquines del anarquismo ontológico - Hakim Bey y la TAZ<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1kWq3gc53wmoqgwLD9JTQu-CxMa13leoZu65sR7efjXPW8oGojJYLQ2G-Xgke94fH8-jDmF8uAGFtUOaMnWYDXfeSvYBjn-jO4d4-Zc6GAIAVUicibFxeAoqU9_i1yusKNYw2gMwHQcdQ/s1600/TAZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1kWq3gc53wmoqgwLD9JTQu-CxMa13leoZu65sR7efjXPW8oGojJYLQ2G-Xgke94fH8-jDmF8uAGFtUOaMnWYDXfeSvYBjn-jO4d4-Zc6GAIAVUicibFxeAoqU9_i1yusKNYw2gMwHQcdQ/s1600/TAZ.jpg" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-GvtNwmOVKd2c0OXaceZkhGoiEo-eDns3o072SPvz6qs9bZsSTPtCarDrNiBH1SwJZW4LYrYYSWw87dUh0npYe-deor5ICvdbHc8nbhnQ-rL1FzXyoUisdsdBtas6lXXyypna1CbNOsDQ/s1600/Bey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></div><br />
Prefacio paralelo <br />
<strong>CAOS: Los pasquines del anarquismo ontológico</strong> <br />
Caos. Terrorismo poético. Amour Fou. Niños Salvajes. Paganismo. Sabotaje del arte. Los Asesinos. Pirotecnia. Mitos de Caos. Pornografía. Crimen. Brujería. Publicidad <br />
<br />
<strong>Prefacio paralelo</strong> <br />
<br />
Di casualmente con <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Zona_temporalmente_aut%C3%B3noma">TAZ</a> [<em><a href="http://www.merzmail.net/taz.pdf">Zona Temporalmente Autónoma</a></em>, texto más conocido de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hakim_Bey">Hakim Bey</a>] mientras rebuscaba en los contenidos de una caja que mi amiga Victoria me había pedido que le guardara cuando volvió a su casa en Sevilla. Buscando algo que leer lo escogí entre otras cosas porque lo había visto migrar por su estudio, junto al cenicero un día, junto a la ventana otro. El libro deambulaba por el apartamento casi tanto como la guía telefónica, así es que algo debía tener para mantener el interés. <br />
<br />
Así llegó mi primera dosis de TAZ con una mezcla de frases impresas, las anotaciones en español de Victoria y mis propias divagaciones dando forma a un palimpsesto transgénico tan copioso que disparó los vectores de mis sinapsis para hacerlos saltar en todas direcciones a la vez. Me tocó con una disrupción sintética, provocando una ensoñación momentánea que ya lleva durando varios años. <br />
<br />
"Cómo caracterizar un texto que "no es enciclopédico sino de tiro disperso" y que contiene un extenso registro de conocimiento histórico y esotérico que conduce al lector a través de una "psicotopografía" sin límites de utopías piratas, ciberespacio y olvidadas repúblicas habitadas por una igualmente diversa población de herejes y paganos tales como Ranters, Taoístas del Turbante Amarillo, "hackers de realidades" y futurlibertarios? <br />
<br />
Aunque TAZ puede ser "mejor entendido en la acción", lanza destellos exploratorios que iluminan pasajes que nos recuperan del aburrimiento al abrir el mar de posibilidades contenidas en la vida cotidiana. Si uno ha de recoger algo del ensamblaje de "rompenubes estéticos" de Bey, no es tanto una guía a seguir sino aquello que expone las "grietas en el monolito" de las que podemos beber una bocanada de aire fresco y ganar un respiro de la garra con la que el "Estado terminal" nos atenaza. <br />
<br />
Y así, debo ya dejarlo aquí no sea que diluya los alucinogemas que siguen en parafraseo sinóptico. Mi otro recurso sólo puede estar en continuar ensamblando la colección de pasajes que caracterizan el texto de Bey en sus propias palabras. Estos, sin embargo, se han acumulado rápidamente en una colección tan vasta que el prefacio (ya borrado) ha llegado a ser tan grande como el libro mismo. <br />
<br />
Y por tanto, te dejo con el texto que sigue, un mapa sin localizaciones, del que tú, querido lector, eres el autor. <br />
Kiki Braga, 1996 <br />
Prefacio paralelo <br />
En las inmortales palabras del texto más ampliamente copiado del mundo: "Besa a alguien que quieras cuando recibas esto y haz magia. Esto te ha sido enviado para tu buena suerte. No mandes dinero. “;esto funciona de verdad!" <br />
Kirby Gookin, 1996. <br />
<br />
<strong>CAOS <br />
Los pasquines del anarquismo ontológico </strong>(Dedicados a Ustad Mahmud Ali Abd al Khabir) <br />
<br />
<strong>Caos</strong> <br />
<br />
CAOS NUNCA MURIO. Bloque primordial sin esculpir, único excelentísimo monstruo, inerte y espontáneo, más ultravioleta que ninguna ideología (como las sombras antes de Babilonia), la homogénea unidad original del ser todavía irradia serena como los negros pendones de los Asesinos, perpetua y azarosamente ebria. <br />
<br />
Caos precede a todo principio de orden y entropía, no es ni Dios ni gusano, sus deseos insensatos abarcan y definen toda posible coreografía, todo éter y flogisto sin sentido: sus máscaras son cristalizaciones de su propia falta de rostro, como las nubes. <br />
<br />
Todo en la naturaleza es perfectamente real incluyendo la conciencia, no hay absolutamente nada de lo que preocuparse. No sólo se han roto las cadenas de la Ley, es que nunca existieron; los demonios nunca guardaron las estrellas, el Imperio jamás se fundó, a Eros nunca le creció la barba. <br />
<br />
No, escucha, lo que ocurrió fue esto: te mintieron, te vendieron ideas sobre el bien y el mal, te hicieron desconfiar de tu cuerpo y te avergonzaron de tu profesión del caos, se inventaron palabras de asco por tu amor molecular, te mesmerizaron con su indiferencia, te aburrieron con la civilización y con todas sus roñosas emociones. <br />
<br />
No hay devenir, ni revolución, ni lucha, ni sendero; tú ya eres el monarca de tu propia piel; tu inviolable libertad sólo espera completarse en el amor de otros monarcas: una política del sueño, urgente como el azul del cielo. <br />
<br />
Despojarse de todos los derechos y dudas ilusorias de la historia exige la economía de una legendaria edad de piedra; chamanes y no curas, bardos y no señores, cazadores no policías, recolectores de pereza paleolítica, dulces como la sangre, van desnudos como un signo o pintados como pájaros, en equilibrio sobre la ola de la presencia explícita, sobre el ahora y siempre sin relojes. <br />
<br />
Los agentes del caos dirigen candentes miradas a cualquiera que sea capaz de atestiguar su condición, su fiebre de lux et voluptas. Sólo estoy despierto en lo que amo y deseo hasta el punto del terror; todo lo demás no es sino mobiliario amortajado, anestesia cotidiana, cagadas mentales, aburrimiento subreptil de los regímenes totalitarios, censura banal y dolor inútil. <br />
<br />
Los Avatares del caos hacen de espías, saboteadores criminales del amour fou, ni altruistas ni egoístas, accesibles como niños, con los modales de los bárbaros, excoriados de obsesiones, en el paro, sensualmente perturbados, ángeles-lobo, espejos de contemplación, ojos como flores, piratas de todo signo y sentido. <br />
<br />
Y aquí estamos arrastrándonos por las grietas entre las paredes de la iglesia estado escuela y fábrica, todos los monolitos paranoicos. Separados de la tribu por una nostalgia feraz escarbamos túneles tras las palabras perdidas, las bombas imaginarias. <br />
<br />
La última acción posible es la que define la propia percepción, un cordón de oro invisible nos conecta: baile ilegal en los pasillos del juzgado. Si hubiera de besarte aquí lo llamarían un acto de terrorismo; así es que llevémonos las pistolas a la cama y despertemos a la ciudad a medianoche como bandidos borrachos celebrando con andanadas, el mensaje del sabor del caos. <br />
<br />
<strong>Terrorismo poético </strong><br />
<br />
BAILES INVEROSIMILES EN CAJEROS automáticos nocturnos. Despliegues pirotécnicos ilegales. Land art, obras terrestres como extraños artefactos alienígenas desperdigados por los parques naturales. Allana moradas pero en vez de robar, deja objetos poético-terroristas. Secuestra a alguien y hazlos felices. <br />
<br />
Elige a alguien al azar y convéncele de ser el heredero de una inmensa, inútil y asombrosa fortuna -digamos 5000 hectáreas de Antártida, o un viejo elefante de circo, o un orfanato en Bombay, o una colección de manuscritos alquímicos-. Al final terminará por darse cuenta de que por unos momentos ha creído en algo extraordinario, y se verá quizás conducido a buscar como resultado una forma más intensa de existencia. Instala placas conmemorativas de latón en lugares (públicos o privados) en los que has experimentado una revelación o has tenido una experiencia sexual particularmente gratificante, etc. <br />
<br />
Ve desnudo como un signo. <br />
<br />
Convoca una huelga en tu escuela o lugar de trabajo sobre las bases de que no satisfacen tus necesidades de indolencia y belleza espiritual. <br />
<br />
El arte del graffiti prestó cierta gracia a los laidos subterráneos del metro y a los rígidos monumentos públicos; el TP también puede ser creado para lugares públicos: poemas garabateados en los lavabos del juzgado, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte en fotocopias bajo el limpiaparabrisas de los coches aparcados, Consignas en Grandes Caracteres pegadas por las paredes de los patios de recreo, cartas anónimas enviadas a destinatarios conocidos o al azar (fraude postal), retransmisiones piratas de radio, cemento fresco... <br />
<br />
La reacción o el choque estético provocados por el TP en la audiencia han de ser al menos tan intensos como la agitación propia del terror -asco penetrante, excitación sexual, asombro supersticioso, angustia dadaesca, una ruptura intuitiva repentina- no importa si el TP va dirigido a una sola o a muchas personas, no importa si va "firmado" o es anónimo, si no transforma la vida de alguien (aparte de la del artista) es que no funciona. <br />
<br />
El TP es un acto en un Teatro de la Crueldad que no tiene ni escenario, ni filas de asientos, ni localidades, ni paredes. Con objeto de que funcione en absoluto, el TP debe desvincularse categóricamente de toda estructura convencional del consumo de arte (galerías, publicaciones, media). Incluso las tácticas de guerrilla situacionistas de teatro callejero resultan ya demasiado conocidas y previsibles. <br />
<br />
Una seducción exquisita -conducida no sólo por la causa de la mutua satisfacción sino también como acto consciente en una vida deliberadamente bella- puede ser el TP definitivo. El terrorista P se comporta como un estafador cuyo objetivo no es el dinero sino el CAMBIO. <br />
<br />
No hagas TP para otros artistas, hazlo para gente que no repare (al menos por un momento) en que lo que has hecho es arte. Evita las categorías artísticas reconocibles, evita la política, no te quedes a discutir, no seas sentimental; se implacable, arriésgate, practica el vandalismo sólo en lo que ha de ser desfigurado, haz algo que los niños puedan recordar toda la vida -pero no seas espontáneo a menos que la musa del TP te posea-. <br />
<br />
Vístete. Deja un nombre falso. Se legendario. El mejor TP está contra la ley, pero que no te pillen. Arte como crimen; crimen como arte. <br />
<br />
<strong>Amour fou</strong> <br />
<br />
<br />
EL AMOR FOU no es democracia social, no es un parlamento de dos. Las actas de sus reuniones secretas tratan de significados demasiado enormes aunque demasiado precisos para la prosa. Ni esto, ni aquello -su libro de emblemas tiembla en tus manos-. <br />
<br />
Naturalmente se caga en los maestros de escuela y la policía, pero se burla de ideólogos y liberacionistas también -no es una habitación limpia y bien iluminada-. Un charlatán topológico proyectó sus pasillos y parques abandonados, su decoración emboscada de negro luminoso y rojo maníaco membranoso. <br />
<br />
Cada uno de nosotros es dueño de la mitad del mapa; como dos potentados del renacimiento definimos una nueva cultura con nuestra mezcla anatema de cuerpos, con nuestra emulsión de fluidos -las junturas imaginarias de nuestra ciudad estado se desdibujan en nuestro sudor-. <br />
<br />
El anarquismo ontológico nunca volvió de su última excursión de pesca. Mientras nadie se chive al FBI, a CAOS le importa poco el futuro de nuestra civilización. El amour fou sólo se cría por accidente -su objetivo principal es la ingestión de la galaxia. Una conspiración para la transmutación. <br />
Su único interés por la Familia reside en la posibilidad de incesto (";Críatelos tú!" "l;Cada humano un faraón!") -l;Oh mi más sincera lectora, mi semejante, mi hermana!- y en la masturbación de un niño descubre oculta (como en la pelota de una flor de papel japonesa) la imagen del desmoronamiento del Estado. <br />
<br />
Las palabras pertenecen al que las usa sólo hasta que otro las vuelve a robar. Los surrealistas se desgraciaron al vender el amour fou a la máquina fantasma de la abstracción; buscaron en la inconsciencia, y en esto siguieron a de Sade (que sólo quiso "libertad" para que adultos blancos destriparan a mujeres y niños). <br />
<br />
El amour fou está saturado de su propia estética, se colma hasta los propios bordes con las trayectorias de sus gestos, marcha con relojes de ángeles, no es el destino oportuno para comisarios y tenderos. Su ego se evapora en la mutabilidad del deseo, su espíritu comunal se marchita en el egoísmo de la obsesión. <br />
<br />
El amour fou implica una sexualidad no ordinaria en la medida en que la brujería exige una conciencia no ordinaria. El mundo anglosajón post-protestante canaliza toda su sensualidad reprimida hacia la publicidad y se escinde en turbas enfrentadas: mojigatos histéricos contra clones promiscuos y antiguos ex-solteros. El AF no quiere unirse al ejército de nadie, no toma parte en las guerras de género, se aburre con la igualdad de oportunidades en el empleo (de hecho rehusa trabajar para vivir), no se queja, no da explicaciones, nunca vota y nunca paga impuestos. <br />
<br />
Al AF le gustaría ver gestar y nacer a cada bastardo; el AF prospera con ardides antientrópicos; al AF le encanta que lo acosen los niños; el AF es mejor que una oración, mejor que la sinsemilla; el AF lleva la luna y las palmeras allá por donde va. El AF admira el tropicalismo, el sabotaje, el break dance, a Layla y Majnum, el olor de la pólvora y del esperma. <br />
<br />
El AF es siempre ilegal, ya vaya disfrazado de matrimonio o de tropa de boyscouts; siempre borracho, ya en el vino de sus propias secreciones o en el humo de sus propias virtudes polimorfas. No es el trastorno de los sentidos sino más bien su apoteosis -no el resultado de la libertad sino su precondición-. Lux et voluptas. <br />
<br />
<strong>Niños Salvajes</strong> <br />
<br />
EL INSONDABLE SENDERO LUMINOSO de la luna llena; medianoche a mediados de mayo en un estado que empieza por "I", tan bidimensional que apenas puede decirse que posea geografía en absoluto -los rayos tan urgentes y tangibles que tienes que echar las persianas para pensar en palabras-. <br />
<br />
Sin duda escribir a los Niños Salvajes. Piensan en imágenes; la prosa es para ellos un código aún no enteramente digerido y osificado, tal como para nosotros nunca ha sido enteramente de fiar. <br />
<br />
Puedes escribir sobre ellos, para que otros que hayan perdido la cadena de plata puedan reanudarse. O escribir para ellos, haciendo de HISTORIA y EMBLEMA un proceso de seducción hasta tus propios recuerdos paleolíticos, una tentación barbárica de libertad (el caos tal como CAOS lo entiende). <br />
<br />
Para estas especies de otro mundo o "tercer sexo", les enfants sauvages, la fantasía y la imaginación aún no están diferenciadas. JUEGO desbocado: a la una y misma vez la fuente de nuestro arte y del eros más raro de la estirpe. <br />
<br />
Abrazar el desorden tanto como trampolín de estilo y como almacén voluptuoso, un fundamento de nuestra extraña civilización oculta, de nuestra estética conspiradora, de nuestro espionaje lunático -ésta es la acción (encarémoslo) ya de un artista de algún tipo, o de un niño de once o doce años-. <br />
<br />
Esos niños traicionados por sus sentidos clarificados en un hechizo brillante de hermoso placer reflejan algo tiznado y feraz en la naturaleza de la propia realidad: anarquistas ontológicos natos, ángeles del caos; sus gestos y olores corporales retransmiten a su alrededor una jungla de presencia, un bosque de presciencia al completo con serpientes, armamento ninja, tortugas, chamanismo futurista, revoltijo increíble, meadas, fantasmas, sol, corridas, nidos y huevos de pájaro; agresión jubilosa contra los mayores de esos Planos Inferiores tan impotentes para englobar ni epifanías destructivas ni creación en la forma de travesuras tan frágiles pero tan afiladas como para rebanar un rayo de luna. <br />
<br />
Y aún así los habitantes de estas dimensiones inferiores de poca monta creen sinceramente que controlan los destinos de los Niños Salvajes; y aquí abajo, tan crueles creencias de hecho esculpen la mayor parte de la substancia de los acontecimientos. <br />
<br />
Los únicos que efectivamente desean compartir más que dictar el travieso destino de esos fugitivos salvajes o guerrillas menores, los únicos que pueden entender que amarse y desatarse son un mismo acto; ésos son sobre todo artistas, anarquistas, pervertidos, herejes, una banda aparte (tanto entre sí como del mundo) o sólo capaces de encontrarse como podrían hacerlo Niños Salvajes, intercambiando miradas a lo largo de la mesa en la cena mientras los adultos farfullan detrás de sus caretas. <br />
<br />
Demasiado jóvenes para choppers Harley; cateadores, break dancers, poetas apenas adolescentes de llanos pueblos de tranvía perdido; un millón de chispas cayendo de los cohetes de Rimbaud y Mowgli; esbeltos terroristas cuyas estentóreas bombas se compactan con amor polimorfo y preciosos restos de la cultura popular; pistoleros punk soñando con ponerse pendiente, ciclistas animistas planeando en el anochecer de peltre a través de las calles de protección oficial de flores accidentales; bañistas gitanos fuera de temporada, sonrientes ladrones de tótems de poder, de monedas sueltas y cuchillos de hoja de pantera que miran de reojo -los intuimos por todas partes- publicamos esta oferta para cambiar la corrupción de nuestra propia lux et gaudium por su dulce y perfecta porquería. <br />
<br />
Así que atiende: nuestra realización, nuestra liberación depende de la de ellos; no porque remedemos a la Familia, esa "usurera del amor" que nos tiene rehenes de un futuro banal, ni al Estado que nos escolariza para hundirnos bajo el horizonte de eventos de una plúmbea "utilidad" -no- sino porque nosotros y ellos, los salvajes, somos unos imágenes de los otros, estamos atados y delimitados por esa cadena de plata que define el margen de la sensualidad, de la transgresión y la visión. <br />
<br />
Compartimos los mismos enemigos y nuestros medios de escape triunfal son también los mismos: un juego delirante y obsesivo, impulsado por la brillantez espectral de los lobos y los niños. <br />
<br />
<strong>Paganismo</strong> <br />
<br />
CONSTELACIONES BAJO LAS QUE VIRAR EL rumbo de la nave del alma. <br />
"Si el musulmán entendiera el Islam se volvería un idólatra". <br />
Mahmud Shabestari. <br />
Eleggua, el abrepuertas malcarado del garfio en la cabeza y caracolas en los ojos, santería negra habano y vaso de ron; el mismo que Ganesh, muchacho gordo de los Comienzos con cabeza de elefante que viaja montado en un ratón. <br />
<br />
El órgano que siente las atrofias numinosas a través de los sentidos. Aquellos que no saben sentir una baraka no han de conocer la caricia del mundo. <br />
<br />
El Poimandres de Hermes enseñó la animación de los eidolones, la mágica habitación de espíritus en los iconos; pero aquellos que no puedan celebrar este rito en sí mismos y en la totalidad de la fibra palpable del ser material sólo heredarán melancolía, basura, ruina. <br />
<br />
El cuerpo pagano se vuelve una corte de ángeles que entera percibe este lugar -esta misma arboleda- como el paraíso ("&iexcl;si hay un paraíso, sin duda está aquí!" inscripción en las puertas de un jardín de Mughal). <br />
<br />
Pero el anarquismo ontológico resulta demasiado paleolítico para la escatología -las cosas son reales, la brujería funciona, nos hechiza con la imaginación, la muerte y la desagradable vaguedad -el argumento de Las metamorfosis de Ovidio- una épica de la mutabilidad. El paisaje mítico personal. <br />
<br />
El paganismo aún no ha inventado leyes -sólo virtudes-. Ni sacerdocio, ni teología, ni metafísica, ni moralidad; sino un chamanismo universal en el que nadie obtiene verdadera humanidad sin una visión. <br />
<br />
Dinero comida sexo sueño sol arena y sinsemilla; amor verdad paz libertad y justicia. Belleza. Dionisos el muchacho ebrio en una pantera -exuberante sudor adolescente- Pan el cabrero avanza a través de sólida tierra por la cintura como si fuera el mar, su piel encostrada de musgo y liquen; Eros se multiplica en una pastoral docena de jóvenes granjeros desnudos de Iowa con los pies embarrados y zupia de charca por los muslos. <br />
<br />
Cuervo, el estafador del potlach, a veces muchacho, o vieja, o pájaro que robó la luna, agujas de pino flotando en un estanque, cabeza de tótem Heckle y Jeckle, coro de grajos de ojos de plata bailando sobre la pila de madera; el mismo que Semar el albino jorobado hermafrodita patrón marioneta en la sombra de la revolución javanesa. <br />
<br />
Yemaya, diosa estrella azul del mar y patrona de los maricones; la misma que Tara, faceta azulgrís de Kali, collar de calaveras, bailando en el tenso lingam de Shiva, lamiendo nubes monzónicas con su lengua de un metro; la misma que Loro Kidul, la diosa verde jade del mar Javanesa que otorga a los sultanes el poder de la invulnerabilidad por trato carnal tántrico en torres mágicas y cuevas. <br />
<br />
Desde cierto punto de vista el anarquismo ontológico se ve tremendamente desnudo, despojado de todas las cualidades y posesiones, pobre como CAOS mismo; pero desde otro punto de vista pulula barroco como los templos de la jodienda de Katmandú o un libro de emblemas alquímico; se tumba tan largo es en su diván comiendo loukoum y entreteniendo nociones heréticas, una mano dentro de los pantalones bombachos. <br />
<br />
Los cascos de sus naves piratas están lacados de negro, las velas latinas son rojas, banderas negras con la divisa de un reloj de arena alado. <br />
<br />
Un Mar de la China del Sur mental, frente a una costa de jungla llana de palmeras, templos de oro podrido a dioses bestiales desconocidos, isla tras isla, la brisa como húmeda seda amarilla en la piel desnuda, navegando bajo estrellas panteístas, hierofanía sobre hierofanía, luz sobre luz contra la luminosa y caótica oscuridad. <br />
<br />
<strong>Sabotaje del arte </strong><br />
<br />
EL SABOTAJE DEL ARTE BUSCA ser perfectamente ejemplar y a un tiempo retener cierto elemento de opacidad -no propaganda sino choque estético- terriblemente directo pero sutilmente angulado también -acción como metáfora-. <br />
<br />
El sabotaje del arte es la cara oculta del terrorismo poético -creación por la destrucción- pero no ha de servir a partido alguno, ni al nihilismo, ni siquiera al arte mismo. Tal como al desterrar las ilusiones se intensifican los sentidos, así la demolición de la plaga estética dulcifica el aire del mundo del discurso, del otro. El sabotaje del arte sólo sirve a la conciencia, a la atención, a la vigilia. <br />
<br />
El SA va más allá de la paranoia, más allá de la desconstrucción -la crítica definitiva- ataque físico al arte ofensivo -jihad estética-. La mínima mancha de mezquino egoísmo o incluso de gusto personal contamina su pureza y menoscaba su fuerza. El SA no puede nunca buscar el poder -sólo puede liberarlo-. <br />
<br />
Las obras de arte individuales (incluso las peores) son en gran medida irrelevantes -el SA busca dañar aquellas instituciones que se sirven del arte para limitar la conciencia y enriquecerse con castillos en el aire. Este o aquél poeta o pintor no ha de ser condenado por una falta de visión -pero las ideas malignas sí que pueden ser asaltadas a través de los artefactos que generan-. El muzak está diseñado para hipnotizar y controlar -su maquinaria bien puede ser destrozada-. <br />
<br />
Quemas públicas de libros &iquest;por qué han de ser fachas y funcionarios de aduanas los que monopolicen este arma? Novelas sobre niños poseídos por el diablo; la lista de libros más vendidos del New York Times; panfletos feministas contra la pornografía; libros de texto (especialmente ciencias sociales, civismo, salud); pilas de El Tiempo, El Mundo y otros periódicos de supermercado; recortes seleccionados de editoriales cristianas; unas cuantas novelas rosa -atmósfera festiva, botellas de vino y canutos circulando en una clara tarde de otoño-. <br />
<br />
Tirar el dinero en la bolsa fue una forma de terrorismo poético bastante oportuna -pero destruir el dinero hubiera sido buen sabotaje del arte-. Ocupar retransmisiones de TV y difundir unos minutos pirateados de incendiario arte caote constituiría una hazaña del TP; pero simplemente volar la torre de transmisiones sería un sabotaje del arte perfectamente adecuado. <br />
<br />
Si ciertas galerías y museos se merecen un ocasional ladrillazo en los cristales -no destrucción, sino un pescozón a la complacencia- entonces qué pasa con los BANCOS? Las galerías convierten la belleza en mercancía pero los bancos transmutan la imaginación en heces y en deuda. &iquest;No ganaría el mundo un grado de belleza con cada banco que se pudiera hacer temblar... o caer? ¿pero de qué manera? El sabotaje del arte debería seguramente mantenerse alejado de la política (es tan indigesta...) -pero no de los bancos-. <br />
<br />
No hagas piquetes; practica el vandalismo. No protestes; desfigura. Cuando la fealdad, el pobre diseño y el derroche estúpido te son forzados, vuélvete ludita, mete el zapato en la rueda, contraataca. Destroza los símbolos del Imperio en nombre de nada sino del anhelo de gracia del corazón. <br />
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<strong>Los Asesinos </strong> <br />
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A TRAVES DEL LUSTRE DEL desierto y hacia las polícromas colinas, violeta ocre calvo pardo y sombra en la cima de un desecado valle azul los viajeros encuentran un oasis artificial, un castillo fortificado de estilo sarraceno que guarda un jardín oculto. <br />
<br />
Como huéspedes del Viejo de la Montaña Hassan i Sabbah suben los escalones cortados en la roca del castillo. Aquí el Día de la Resurrección ya ha llegado y se ha ido; sus moradores viven fuera del tiempo profano, al que mantienen a raya con dagas y venenos. <br />
<br />
Tras el almenado y las troneras de las torres los eruditos y fedayines se despiertan en estrechas celdas monolíticas. Mapas estelares, astrolabios, alambiques y retortas, pilas de libros abiertos bajo un rayo de sol vespertino; una cimitarra desenvainada. <br />
<br />
Cada uno de aquellos que entran en el reino del Imán del propio ser se convierte en un sultán de la revelación invertida, un monarca de la abrogación y la apostasía. En una cámara central festoneada de luz y adornada con tapices arabescos se tumban en cojines y fuman largos chibouks de haschish con esencias de opio y ámbar. <br />
<br />
Para ellos la jerarquía del ser se ha compactado en un punctum sin dimensiones de lo real -para ellos las cadenas de la Ley se han roto- terminan su ayuno con vino. Para ellos todo exterior es interior, su verdadero rostro brilla directamente a través. Pero las puertas del jardín están camufladas con terrorismo, espejos, rumores de asesinato, trompe l'oeil, leyendas. <br />
<br />
Granada, mora, caqui, la melancolía erótica de los cipreses, rosas color membrana de Shiraz, braseros de aloes de La Meca y benjuí, firmes tallos de tulipanes otomanos, alfombras extendidas como jardines de mentira sobre un césped de verdad; un pabellón levantado con un mosaico de caligramas; un sauce, un regato con berros; una fuente acristalada de geometría por debajo; el escándalo metafísico de las odaliscas bañándose, de los húmedos coperos morenos jugando al escondite entre el follaje; "agua, verdor, bellos rostros". <br />
<br />
Por la noche Hassan-i Sabbah como un civilizado lobo con turbante se despereza en un parapeto sobre el jardín y tiende una aviesa mirada al cielo, gobernando las constelaciones de la herejía en el indolente aire fresco del desierto. Es cierto, en este mito algunos discípulos aspirantes pueden recibir órdenes de caminar por la plancha hacia las tinieblas; pero también es cierto que algunos de ellos aprenderán a volar como brujos. <br />
<br />
El emblema de Alamut permanece en la mente, un mandala o círculo mágico perdido para la historia pero embebido o impreso en la conciencia. El Viejo revolotea como un fantasma por las tiendas de reyes y las alcobas de teólogos, traspasa todas las cerraduras y guardas con olvidadas técnicas musulmanas/ninja, deja atrás los malos sueños, los estiletes en las almohadas, los poderosos sobornos. <br />
<br />
La esencia de esta propaganda rezuma en los sueños criminales del anarquismo ontológico, el heraldo de nuestras obsesiones muestra los pendones forajidos de negro luminoso de los Asesinos... todos ellos pretendientes al trono de un Egipto Imaginario, un continuum oculto de espacio/luz consumido por libertades aún no imaginadas. <br />
<strong>Pirotecnia </strong> <br />
<br />
INVENTADA POR LOS CHINOS pero nunca desarrollada para la guerra -un ejemplo cabal de terrorismo poético- un arma utilizada para disparar el choque estético que no para matar -los chinos detestaban la guerra y solían hacer luto cuando los ejércitos se levantaban- pólvora sólo útil para espantar maléficos demonios, para deleitar a los niños, para llenar el aire con una atrevida bruma de olor a riesgo. <br />
<br />
Bombas relámpago clase C de Kwantung, cohetes de botella, mariposas, M-80s, girasoles, "un bosque en primavera"; hace buen tiempo de revolución. Enciende el cigarro en la mecha silbante de una bomba negra de Haymarket; imagina el aire lleno de hidras y súcubos, de espíritus opresivos, de fantasmas policía. <br />
<br />
Convoca a unos cuantos niños con brasas encendidas o fósforos de cocina -apóstoles chamanes de complots de pólvora veraniega- rompe la noche espesa con estrellas de pinchos y estrellas infladas, con arsénico y antimonio, sodio y calomel, un bombardeo de magnesio y estridente clorato de potasa. <br />
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Fulminante (hollín y salitre) esquirlas y metralla; asalta tu banco local o tu fea iglesia con velas romanas y cohetes oro púrpura, in promptu y anónimo (quizás abriendo fuego desde la trasera de una camioneta). <br />
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Construye unas lanzaderas con armazón de celosía e instálalas en la azotea del edificio de seguros o la escuela; una serpiente kundalini o un dragón de Caos verde bario enroscado contra un fondo amarillo sodio oxalato -no pasarán- o monstruos copulantes disparando descargas de leche-fuego contra el hogar de los viejos catequistas. <br />
<br />
Esculturas de nubes, esculturas de humo y banderas = arte del aire. Piezas de tierra. Fuentes = aguas artificiales. Y fuegos artificiales. No actúes con becas del ministerio ni permisos de la policía para un público amante de la cultura. Evanescentes bombas incendiarias mentales, terroríficos mandalas inflamando la presuntuosa noche suburbana, inverosímiles cabezas de trueno verde plaga emocional reventadas con rayos vajra de azul orgona de feux d'artifice láser. <br />
<br />
Cometas que explotan con el olor del haschisch y el carbón radiactivo; fuegos de San Antón y fuegos fatuos embrujando los parques públicos; falsos fuegos de San Telmo danzando sobre la arquitectura de la burguesía; mascletás sacudiendo los cimientos del parlamento, elementales salamandra atacan a reformistas morales bien conocidos. <br />
<br />
Laca centelleante, azúcar de leche, estroncio, brea, agua de goma, chispas de fuego chino -por un momento el aire está afilado de ozono- nube opalada de humo pungente dragón fénix a la deriva. Por un instante el Imperio cae, sus príncipes y gobernadores huyen al lodo estigio, los penachos de azufre de los duendes lanzallamas les queman el culo escocido mientras se baten en retirada. El niño Asesino, psique de fuego, reina por una breve noche de Sirio caliente.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-GvtNwmOVKd2c0OXaceZkhGoiEo-eDns3o072SPvz6qs9bZsSTPtCarDrNiBH1SwJZW4LYrYYSWw87dUh0npYe-deor5ICvdbHc8nbhnQ-rL1FzXyoUisdsdBtas6lXXyypna1CbNOsDQ/s1600/Bey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-GvtNwmOVKd2c0OXaceZkhGoiEo-eDns3o072SPvz6qs9bZsSTPtCarDrNiBH1SwJZW4LYrYYSWw87dUh0npYe-deor5ICvdbHc8nbhnQ-rL1FzXyoUisdsdBtas6lXXyypna1CbNOsDQ/s1600/Bey.jpg" /></a><br />
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<strong>Mitos de Caos</strong> <br />
<br />
Caos nunca visto (po-te-kitea) <br />
desposeído, sedentario <br />
Caos de empedernida oscuridad <br />
intocado e intocable <br />
Canto maorí <br />
<br />
Caos se encarama en una montaña del cielo: un inmenso pájaro como una bolsa amarilla o una bola de fuego roja, con seis pies y cuatro alas; no tiene cara pero baila y canta. <br />
<br />
O Caos es un perro negro de largas greñas, ciego y sordo, al que le faltan las cinco vísceras. <br />
<br />
Caos el Abismo viene el primero, luego vienen Tierra/Gaia, luego Deseo/Eros. De estos tres descienden dos pares; Erebus y la vieja Noche, Eter y la Luz del día. <br />
<br />
Ni Ser ni No Ser <br />
ni aire ni tierra ni espacio: <br />
¿qué es lo que estaba encerrado? ¿dónde? <br />
¿bajo la protección de quién? <br />
¿qué era agua, profundo, insondable? <br />
Ni muerte ni inmortalidad ni día ni noche; <br />
sino UNO respirado por sí mismo sin viento. <br />
Nada más. Oscuridad envuelta en oscuridad, <br />
agua inmanifiesta. <br />
UNO, escondido en el vacío, <br />
sintió la generación del calor, sobrevino <br />
como Deseo, primera semilla de la Mente... <br />
¿Es que había arriba o abajo? <br />
Había jarras de semillas, había poderes: <br />
energía por debajo, impulso por arriba. <br />
¿Pero quién lo sabe de seguro? <br />
Rg Veda <br />
<br />
Tiamat la Mar-Caos derrama premiosa fango y limo de su vientre, los horizontes, el cielo y la sabiduría acuática. Estos retoños crecen díscolos y presuntuosos; ella considera su destrucción. <br />
<br />
Pero Marduk el dios de la guerra babilónico se levanta en rebelión contra el Viejo Hag y sus monstruos-Caos, tótems ctónicos; Gusano, Ogro Femenino, Gran León, Perro Loco, Hombre Escorpión, Tormenta Aullante -dragones portando su gloria como dioses- y la propia Tiamat una gran serpiente de mar. <br />
<br />
Marduk la acusa de provocar la rebelión de hijos contra padres; ella ama a Bruma y a Nube, principios del desorden. Marduk será el primero en gobernar, en inventar el gobierno. En la batalla asesina a Tiamat y desde su cuerpo organiza el universo material. Inaugura el imperio babilónico; después, con las entrañas sangrantes del hijo incestuoso de Tiamat en la picota crea la raza para servir por siempre al regalo de los dioses; y a sus altos sacerdotes y a sus reyes coronados. <br />
<br />
El padre Zeus y los habitantes del Olimpo libran guerra contra la Madre Gaia y los Titanes, esos partisanos de Caos, contra las viejas formas de la caza y la recolección, de la errancia sin rumbo, de la androginia y la licencia de las bestias. <br />
<br />
Amón Ra (Ser) se sienta solo en el Océano Caos primordial de NUN creando a todos los demás dioses al correrse; pero Caos también se manifiesta como el dragón Apofis al que Ra debe destruir (junto a su estado de gloria, su sombra y su magia) con objeto de que Faraón pueda reinar en paz; una victoria recreada diariamente en los ritos de los templos imperiales para confundir a los enemigos del Estado, del Orden cósmico. <br />
<br />
Caos es Hun Tun, Emperador del Centro. Un día el Mar del Sur, el Emperador Shu, y el Mar del Norte, el Emperador Hu (shu hu = relámpago) pagaron visita a Hun Tun, que siempre los agasajaba. Deseando devolver sus atenciones dijeron, "todos los seres tienen siete orificios para ver, oír, comer, cagar, etc. ¡pero el pobre viejo Hun Tun no tiene ninguno! ¡Abrámosle unos cuantos!" Y así lo hicieron -un orificio por día- hasta que el séptimo día, Caos murió. <br />
<br />
Pero... Caos es un enorme huevo de pollo también. Dentro de él P'an Ku nace y crece durante 18,000 años; por fin el huevo se abre, se divide en cielo y tierra, yang y yin. Ahora P'an Ku crece hasta convertirse en una columna que sostiene el universo; o bien se convierte en el universo mismo (respiración -- viento, ojos -- sol y luna, sangre y humores -- ríos y mares, pelo y pestañas -- estrellas y planetas, esperma -- perlas, médula -- jade, sus pulgas -- los seres humanos, etc.) <br />
<br />
O bien se convierte en el Emperador Amarillo hombre/monstruo. O bien se convierte en Lao Tse, profeta del tao. De hecho, el pobre viejo Hun Tun es el tao mismo. <br />
<br />
"La música de la naturaleza no tiene existencia fuera de las cosas. Las diversas aberturas, caños, flautas, todos los seres vivos juntos conforman la naturaleza. El "Yo" no puede producir cosas y las cosas no pueden producir el "Yo", que es autoexistente. Las cosas son lo que son espontáneamente, y no a causa de otras. Todo es natural sin saber por qué es así. Las 10,000 cosas tienen 10,000 estados diferentes, todas se hallan en movimiento como si hubiera un Señor Verdadero para moverlas; pero si buscamos pruebas de este Señor no encontraremos ninguna". (Kuo Hsiang) <br />
<br />
Cada conciencia realizada es un "emperador" cuya sola forma de gobierno es no hacer nada que perturbe la espontaneidad de la naturaleza, del tao. El "sabio" no es Caos mismo, sino más bien un hijo fiel de Caos; una de las pulgas de P'an Ku, un trozo de carne del hijo monstruoso de Tiamat. "Cielo y tierra" dice Chuang Tzu, "nacieron al mismo tiempo que yo, y las 10,000 cosas son una conmigo". <br />
<br />
El anarquismo ontológico tiende a disentir con el absoluto quietismo taoísta. En nuestro mundo Caos ha sido derrocado por dioses más jóvenes, moralistas, falócratas, sacerdotes-banqueros, señores a propósito para sus siervos. Si la rebelión se muestra como un imposible entonces quizá pueda al menos promoverse una forma clandestina de jihad espiritual. Déjala que siga las enseñas de guerra del negro dragón anarquista, Tiamat, Hun Tun. <br />
<br />
Caos nunca murió. <br />
<br />
<strong>Pornografía <br />
</strong><br />
EN PERSIA VI que la poesía está hecha para incorporarse a la música y para entonarse o cantarse -por una sola razón- porque funciona. <br />
<br />
Una combinación propicia de imagen y melodía sumerge a la audiencia en un hal (algo entre un estado de ánimo estético/emotivo y un trance de hiperconsciencia), arrebatos de llanto, posesiones de baile; una respuesta física mensurable al arte. Para nosotros el eslabón entre la poesía y el cuerpo se perdió con la era bárdica; leemos bajo la influencia de un anestésico gas cartesiano. <br />
<br />
En el norte de la India hasta la recitación no musical provoca ruido y movimiento, cada buen pareado se aplaude, ";Wa! ;Wa!" con gesticulación elegante, arrojando rupias; mientras nosotros escuchamos poesía como si fuéramos una especie de cerebro de ciencia ficción en un bote; todo lo más una risita forzada o una mueca, vestigio de un rictus simiesco; el resto del cuerpo en algún otro planeta. <br />
<br />
En el Este los poetas son a veces encarcelados -una especie de cumplido, ya que sugiere que el autor ha hecho algo al menos tan real como el robo o la violación o la revolución-. Aquí a los poetas se les permite publicar absolutamente cualquier cosa; una especie de castigo en efecto, prisión sin paredes, sin ecos, sin existencia palpable; reino de las sombras de la publicación, o del pensamiento abstracto; un mundo sin riesgo ni eros. <br />
<br />
Así es que la poesía está muerta una vez más; e incluso si la momia de su cadáver retiene alguna de sus propiedades curativas, la autoresurrección no es una de ellas. <br />
<br />
Si los legisladores rehusan considerar los poemas como crímenes, entonces alguien tendrá que cometer crímenes que sirvan la función de la poesía, o textos que posean la resonancia del terrorismo. Reconectar a cualquier precio la poesía al cuerpo. No crímenes contra los cuerpos, sino contra las ideas (y contra las ideas en las cosas) que son mortales y sofocantes. No estúpido libertinaje sino crímenes ejemplares, crímenes estéticos, crímenes pasionales. <br />
<br />
En Inglaterra ciertos libros pornográficos están todavía prohibidos. La pornografía tiene un efecto físico mensurable sobre sus lectores. Al igual que la propaganda es capaz de cambiar vidas al descubrir verdaderos deseos. <br />
<br />
Nuestra cultura saca la mayor parte de su porno del odio al cuerpo; pero el arte erótico constituye en sí mismo un extraordinario vehículo para el estímulo del ser/la conciencia/la felicidad -como ocurre con ciertas obras orientales-. Una especie de porno tántrico occidental puede ayudar a galvanizar el cadáver, a hacerlo brillar con algo del atractivo del crimen. <br />
<br />
América tiene libertad de expresión dado que todas las palabras son consideradas igualmente triviales. Sólo las imágenes cuentan; a los censores les fascinan los retazos de muerte y mutilación pero retroceden horrorizados a la vista de un niño masturbándose; aparentemente experimentan esto como una invasión de su validez existencial, de su identificación con el Imperio y los más sutiles de sus gestos. <br />
<br />
No hay duda que ni el porno más poético haría jamás revivir el cuerpo sin rostro para que cantara y bailara (como el pájaro-Caos chino) pero imagínate un guión para una película de tres minutos que transcurre en una mítica isla de niños fugitivos que habitan las ruinas de viejos castillos o construyen cabañas tótem y nidos ensamblados con chatarra; una mezcla de animación, efectos especiales, infografía y vídeo en color; editado con el dinamismo de un anuncio de comida rápida... <br />
<br />
...pero misteriosos y desnudos, plumas y huesos, tiendas cosidas con cristal, perros negros, sangre de paloma; flashes de miembros ámbar enredados en las sábanas; caras enmascaradas de estrellas besando suaves pliegues de piel; piratas andróginos, rostros náufragos de colombinas durmiendo sobre flores de muslo blanco; graciosos chistes guarros de meado, lagartos amaestrados bebiendo a lengüetadas leche derramada; break dancing en cueros; bañera victoriana con patos de goma y meteduras de pata rosa; Alicia en ganja... <br />
<br />
...punk reggae atonal adaptado a gamelán, sintetizador, saxofón y percusión; letras de boogie eléctrico cantadas por un etéreo coro de niños; letras ontológico anarquistas, un cruce entre Hafez y Pancho Villa, Li Po y Bakunin, Kabir y Tzara; llámalo ";CAOS, el video musical!" <br />
<br />
No... seguramente tan sólo es un sueño. Demasiado caro de producir, y además &iquest;quién lo vería? Desde luego no los niños a los que pretendía seducir. La TV pirata es una futil fantasía, el rock sólo es otra mercancía; olvida pues la elegante gesamtkunstwerk. Siembra un parque de recreo con obscenos folletines incendiarios; pornopropaganda, un chiflado samizdat para liberar el deseo de su yugo. <br />
<br />
<strong>Crimen </strong><br />
<br />
LA JUSTICA NO PUEDE OBTENERSE bajo ninguna Ley; la acción de acuerdo a la naturaleza espontánea, la acción que es justa, no puede ser definida por el dogma. Los crímenes por los que se aboga en estos pasquines no pueden ser cometidos contra uno mismo o contra otros sino sólo contra la mordaz cristalización de las ideas en la estructura de venenosos Tronos y Dominaciones. <br />
<br />
Es decir, no crímenes contra la naturaleza o la humanidad sino crímenes legalmente acreditados. Tarde o temprano el descubrimiento y la revelación del yo/naturaleza transforman a una persona en un malhechor -como salir a otro mundo y después volver a éste para descubrir que has sido declarado un traidor, un hereje, un proscrito-. <br />
<br />
La Ley espera a que des un traspiés en algún modo del ser, que te conviertas en un alma diferente a la habitual carne muerta aprobada y sellada en púrpura por las autoridades sanitarias; y tan pronto como empiezas a actuar en armonía con la naturaleza la Ley te da el garrote y estrangula; así que no jueges al bendito mártir liberal de clase media; acepta el hecho de que eres un criminal y prepárate para actuar como tal. <br />
<br />
Paradoja: abrazar a Caos no significa deslizarse hacia la entropía sino emerger hacia una energía como estrellas, hacia un patrón de gracia instantánea; hacia un orden orgánico espontáneo completamente diferente a las pirámides de carroña de sultanes, muftíes, cadíes y verdugos sonrientes. <br />
<br />
Después de Caos viene Eros -el principio de orden implícito en la nada del Uno incualificado-. El amor es estructura, sistema, es el único código no narcotizado ni manchado por la esclavitud. Hemos de convertirnos en ladrones y timadores para proteger su belleza espiritual en una faceta de clandestinidad, en un jardín oculto de espionaje. <br />
<br />
No sobrevivas meramente a la espera de que la revolución de otros te decida a tomar partido, no te alistes a los ejércitos de la anorexia o la bulimia; actúa como si ya fueras libre, calcula los riesgos, sal fuera, recuerda la Ley de Duelo -fuma grifa/come pollo/bebe té-. Cada hombre su propia viña e higuera (Circle Seven Koran, Noble Drew Alí); lleva tu pasaporte moro con orgullo, guarda tus espaldas, que no te cojan en el fuego cruzado; pero asume el riesgo, baila antes de calcificarte. <br />
<br />
El modelo social natural del anarquismo ontológico es la pandilla de niños o la banda de atracadores. El dinero es un camelo -esta aventura ha de ser posible sin él- el botín y el pillaje habría que gastarlos antes de que vuelvan al polvo. Hoy es el Día de la Resurrección -el dinero empleado en belleza será transmutado alquímicamente en elixir-. Como mi tío Melvin solía decir, el melón robado sabe más dulce. <br />
<br />
El mundo ya ha sido rehecho de acuerdo a los deseos del corazón; pero la civilización es la dueña de todos los contratos y de la mayoría de las pistolas. Nuestros ángeles feraces exigen la trasgresión, porque sólo se manifiestan en suelo prohibido. Bandolero. El yoga del sigilo, el golpe relámpago, el disfrute del tesoro. <br />
<br />
<strong>Brujería</strong> <br />
<br />
EL UNIVERSO QUIERE JUGAR. Aquellos que por reseca avaricia espiritual lo rehusan y eligen la pura contemplación desperdician su humanidad; aquellos que por tonta angustia lo rehusan, aquellos que dudan, pierden su oportunidad y su divinidad; aquellos que se moldean ciegas máscaras de Ideas y siembran cizaña buscando alguna prueba de su propia solidez acaban viendo a través de los ojos de un muerto. <br />
<br />
Brujería: el cultivo sistemático de la conciencia dilatada o de la percepción no ordinaria y su despliegue en el mundo de los hechos y los objetos para convocar los resultados deseados. <br />
<br />
El ensanchamiento de aperturas en la percepción destierra gradualmente los falsos yos, nuestros cacofónicos fantasmas; la "magia negra" de la envidia y la venganza se dispara por la culata porque el deseo no sabe ser forzado. Allí donde nuestro conocimiento de la belleza armoniza con el ludus naturae, empieza la magia. <br />
<br />
No, ni doblar cucharas, ni horoscopia, ni Amanecer Dorado, ni chamanismo de pega, ni proyección astral, ni misa satánica; si se trata de chismografía hay que ir al meollo, a la banca, a la política, a las ciencias sociales; y no a esa enclenque basura blavatskiana. <br />
<br />
La brujería funciona creando a su alrededor espacios físico/psíquicos o aperturas a un espacio de expresión sin límites -la metaformosis del lugar cotidiano hacia una esfera angélica-. Esto implica la manipulación de los símbolos (que también son cosas) y de la gente (que también es simbólica); los arquetipos facilitan un vocabulario en este proceso y por tanto se tratan como si fueran a un tiempo reales e irreales, como palabras. Yoga imaginario. <br />
<br />
El brujo es un Simple Realista: el mundo es real -así la conciencia tiene que ser pues real dados sus tan tangibles efectos-. Para el zoquete hasta el vino resulta insípido pero el mago puede intoxicarse con sólo mirar el agua. La calidad de la percepción define el mundo de la intoxicación; pero sostenerla y expandirla para incluir a otros exige una actividad de un cierto tipo -brujería-. <br />
<br />
La brujería no rompe ley de la naturaleza alguna porque no hay tal Ley Natural, sólo la espontaneidad de la natura naturans, el tao. La brujería viola leyes que buscan encadenar este flujo; sacerdotes, reyes, jerofantes, místicos, científicos y tenderos todos califican al brujo de enemigo por amenazar el poder de su charada, la fuerza tensora de su trama ilusoria. <br />
<br />
Un poema puede actuar como un conjuro y viceversa; pero la brujería rehusa ser metáfora de la mera literatura; insiste en que los símbolos deben provocar tanto sucesos como epifanías privadas. No es una crítica sino una reconstrucción. Rechaza toda escatología y toda metafísica de la mudanza, toda nebulosa nostalgia y todo futurismo estridente, en favor de un paroxismo o posesión de la presencia. <br />
<br />
Incienso y cristal, daga y espada, varita, túnica, ron, habanos, velas, hierbas como sueños secos -el muchacho virgen contemplando la vasija de tinta- vino y ganja, carne, yantras y pases -rituales de placer, el jardín de houris y sakis- el brujo trepa por estas serpientes y escaleras a un momento que está enteramente saturado de su propio color, donde las montañas son montañas y los árboles son árboles, donde el cuerpo se convierte todo en tiempo, el amado todo en espacio. <br />
<br />
Las tácticas del anarquismo ontológico están enrraizadas en este arte secreto; los objetivos del anarquismo ontológico aparecen en su floración. Caos conjura a sus enemigos y recompensa a sus devotos... este extraño panfleto amarilleante, este seudónimo polvoriento lo revela todo... escribe pidiendo un microsegundo de eternidad. <br />
<br />
<strong>Publicidad </strong><br />
<br />
LO QUE ESTO TE CUENTA no es prosa. Puedes clavarlo en el tablón pero sigue aún vivo y coleando. No pretende seducirte a menos que seas extremadamente joven y guapo (incluye foto reciente). <br />
<br />
Hakim Bey vive en un destartalado hotel chino donde el propietario saluda con la cabeza sobre el periódico y las cascadas retransmisiones de la ópera de Pekín. El ventilador gira en el techo como un derviche perezoso -el sudor cae en la página- el caftán del poeta está mohoso, sus óvalos reparten ceniza por la alfombra; sus monólogos parecen deslavazados y ligeramente siniestros; Más allá de las ventanas cerradas el barrio funde a palmeras, al ingenuo mar azul, a la filosofía del tropicalismo. <br />
<br />
A lo largo de cierta autopista al este de Baltimore pasas un trailer aerodinámico con un gran rótulo en el porche SE LEE EL ORACULO y la imagen de una tosca mano negra sobre fondo rojo. Dentro atisbas un despliegue de libros de sueños, libros de números, panfletos de vudú y santería, viejas revistas polvorientas de nudismo, una pila de Boy's Life, tratados sobre gallos de pelea... y este libro, Caos. Como palabras proferidas en un sueño, portentosas, evanescentes, transformándose en perfumes, pájaros, colores, música olvidada. <br />
<br />
Este libro se distancia de todo con una cierta impasibilidad de superficie, casi una cristalización. No mueve la cola ni gruñe sino que muerde y arremete contra los muebles. No tiene número de ISBN y no te quiere como discípulo pero puede que te rapte a los niños. <br />
<br />
Este libro está nervioso como el café o la malaria -construye una red de cortes y guaridas entre sí mismo y sus lectores- pero es tan palmario y literal que prácticamente se codifica a sí mismo; se fuma a sí mismo al estupor. <br />
<br />
Una máscara, una automitología, un mapa sin localizaciones -envarado como un mural egipcio alcanza sin embargo a acariciar la cara a alguien- y de repente se encuentra a sí mismo en la calle, en un cuerpo, encarnado en luz, caminando, despierto, casi satisfecho. <br />
<br />
NYC, 1 de mayo-4 de julio, 1984.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-jjZHdS-UEgAAhpqjJvxHuTJ2t_aE78x_wgr7kIq9pKw3mmiamv3LsUD6qBa6v4bTYbsce-ZfLXAdg6iHXQUeMg13fJyCZVVBIQzqKOR-oJ5-icsUneizjTh5EYc499p6QsDpMXL604Ew/s1600/HBey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="152" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-jjZHdS-UEgAAhpqjJvxHuTJ2t_aE78x_wgr7kIq9pKw3mmiamv3LsUD6qBa6v4bTYbsce-ZfLXAdg6iHXQUeMg13fJyCZVVBIQzqKOR-oJ5-icsUneizjTh5EYc499p6QsDpMXL604Ew/s200/HBey.jpg" width="200" /></a></div><br />
<strong>ENLACES:</strong><br />
<br />
<a href="http://www.merzmail.net/hakimbey.htm">Bajarse los textos de Inmediatismo, Caos y TAZ en PDF en MerzMail </a><br />
<br />
<a href="http://es.scribd.com/doc/33715325/Recension-TAZ-Hakim-Be">Recensión de <em>"Zona Temporalmente Autónoma"</em> de Hakim Bey</a><br />
<br />
<a href="http://lahaine.org/pensamiento/bey.htm">Hakim Bey en La Haine</a>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-24930305939402483062011-06-14T02:08:00.019+02:002011-06-21T20:24:25.234+02:00Indignados y Nacionalismo: García Calvo sobre el derecho de autodeterminación en la AcampadaBCN<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG6k9crLNU6HkYctFXLQHtufcnCRDi2KOSY-gonIWp79HXWRqWn8yhCtFOx4uT-GihlcSaMaOBplVse4HBE88j248rYrkUwJH0pdaa9IFp5P7RmLHgG9nJMokKHECBn7wP9Bhg1EJDqqTm/s1600/ACAMPA%257E4.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG6k9crLNU6HkYctFXLQHtufcnCRDi2KOSY-gonIWp79HXWRqWn8yhCtFOx4uT-GihlcSaMaOBplVse4HBE88j248rYrkUwJH0pdaa9IFp5P7RmLHgG9nJMokKHECBn7wP9Bhg1EJDqqTm/s320/ACAMPA%257E4.JPG" width="320" /></a></div><br />
<br />
[Este es el mensaje sobre la cuestión que envía Agustín García Calvo a la Asamblea de plaza Cataluña:]<br />
<br />
<strong>De Agustín García Calvo desde la Puerta del Sol a los acampados en la Plaza de Cataluña.</strong><br />
<br />
"Me cuentan que habéis estado el otro día dedicándoos en la asamblea a debatir y votar, como una de las exigencias que elevar a lo Alto, sobre el derecho de cada pueblo, y por tanto el catalán, a la autodeterminación; o sea, a repetir, dentro de la acampada, las cansadas disputas y monsergas con que los políticos del Bienestar se entretienen fuera.<br />
<br />
Confío, al enviar esta carta, que quede en muchos de vosotros sensibilidad y sentido común bastante para, con sólo repasar esa noticia, sentir un hastío y sospecha de haber caído en una trampa y, al dejar que la fe y mecanismos del Régimen se metan entre vosotros, haber contribuido al deterioro del sentido de la acampada y las asambleas libres. Si no sentís algo de ese descontento, tampoco lo que aquí os diga va a servir de mucho.<br />
<br />
¿Creéis que este inesperado brote de rebelión surgió para venir a parar a esa conformidad con el Sistema?, ¿o que su rápida repercusión por las plazas del mundo progresado fue porque en Copenhague o Nueva York tenían mucho interés en cómo iba en España la legislación del desempleo o la disputa entre catalanistas y españolistas? Venga, no os hagáis más tontos de lo que quieren que seáis.<br />
<br />
Este despertar de gente menos formada venía de algo más hondo: una disconformidad con la política del Poder, las leyes del Capital-Estado, las mentiras de sus Medios, algo que latía y late bajo las personas dondequiera que el Régimen del Bienestar se haya impuesto; y eso es algo precioso, que ya Ellos se ocuparán de intentar anularlo (no tanto por las fuerzas del Orden como por la comprensión de doctos que traten de asimilarlo a sus ideas), pero no contribuyáis vosotros a desvirtuarlo.<br />
<br />
Ante todo, no os aburráis en las asambleas, como Ellos en el Congreso, imitándolos, votando, debatiendo al estilo democrático. ¿A qué eso de aferrarse a un nombre, democracia, que desde que se inventó en algunos estados griegos no ha servido más que para la confusión y engaño de la gente? : si esto tiene que tener un nombre, ya ello lo encontrará. Pero, por lo pronto, no os aburráis poniéndole un futuro: el futuro y su aburrimiento es la gran arma del Poder contra la gente.. Hay en las asambleas libres mucho que hablar y averiguar que no sea de qué vamos a hacer, sino de qué es lo que pasa; y, para que esto haga algo nuevo, lo primero es que no tenga futuro.<br />
<br />
Y en cuanto a lo que más duele, la lengua (porque ahí vive el pueblo del que nada saben Gobiernos ni Personas), no os equivoquéis, amigos: no está la contienda entre idiomas (lenguas que, sin entenderlas, los Estados, por medio de escuelas, leyes y literatura, usan al servicio de sus fines), sino que es de las jergas de la política, Economía y Ciencia, hechas para mentir, contra la lengua común que cualquiera, en cualquier idioma, habla sin saber lo que hace y por ello lo hace así de bien; la lengua corriente y vulgar en que os estoy hablando, valga para lo que valga. Y en la que os envío amistades y salud.<br />
------------ ... --------------<br />
<br />
<strong>[Ya antes en el grupo de la tertulia se habían dado otras intervenciones sobre este tema, que comenzaron con este mensaje y las respuestas que le siguieron:] </strong><br />
<div>Hola <br />
<br />
¿Teneis notícia de la veracidad de lo que sigue (encontrado en <a href="http://www.vozbcn.com/2011/06/06/75515/acampados-autodeterminacion-pueblo-catalan/" target="_blank"><span style="color: #0068cf;">http://www.vozbcn.com/2011/06/06/75515/acampados-autodeterminacion-pueblo-catalan/</span></a>)?:<br />
<br />
"Los miembros del Movimiento 15M acampados en la plaza de Cataluña de Barcelona han aprobado este domingo incluir en el documento de mínimos que concretará las propuestas de los indignados “reconocer el <a href="http://www.vozbcn.com/2011/06/02/74972/derecho-autodeterminacion-indignados-robles/">derecho a la autodeterminación</a> de todos los pueblos del mundo tal como recoge la Carta de las Naciones Unidas y, por tanto, del pueblo catalán.<br />
<br />
La votación se ha realizado este domingo por la noche registrando un resultado de 395 personas a favor y de 270 en contra, lo que ha generado algunas fricciones entre los allí presentes, reflejando la división existente en este tema. De esta forma, y <a href="http://www.vozbcn.com/2011/05/20/73059/nacionalismo-apropiarse-movimiento-15m/">como se había anunciado</a> el nacionalismo catalán habría conseguido apropiarse de este movimiento."<br />
<br />
Salud</div><br />
<div></div><br />
<div>---------- ---------------</div><br />
<div> Claro: No estraña nada que los rei-vindicadores de la AUTODETERMINACIÓN DE<br />
LOS PUEBLOS se quieran apropiar ahora de estas chispas de descontento e<br />
indignación de pueblo indeterminado. Y cómo conseguirlo, claro, por vía<br />
democrática, real y contable, esa es la REAL, no hay otra, ya se ve:<br />
votando, votando, igualito que los opresores contra los que dicen alzarse,<br />
como mandan la Política de los políticos contra los que pelean, como está<br />
mandao por el Señor que asi no se falla, que seguro que sale la idiotez<br />
mayoritaria como suma de la idiotez individual,y que en el caso de los<br />
creyentes en la identidad resulta aún más estúpidamente sangrienta porque<br />
te salen de nuevo pero a lo progre y visceral con las naciones y la<br />
patria:..la Patria / Capital...¡Jesús qué cosas!, ¡cuántas vueltas da el<br />
mundo para estarse quieto!. </div><br />
<div>Salud y olvido. Isabel</div><br />
<div></div><br />
<div>--------------------------------------------------</div><br />
<div></div><br />
<div> <span style="color: #990000;">Yo lo que pienso es que se confirma la utilidad del texto que os mandaba antes. Aquel que en traducción castellana decía:<br />
<br />
«Defiendo que este término, democracia, es una manera un tanto burda de asumir en moderno una palabra griega</span>. En Hobbes, el componente démos significa simplemente la gente en su conjunto. No obstante, a medida que se desarrolla el problema del poder civil (cómo es posible eso de que las reglas sean tales que puedan ser válidas para todos y que la autoridad sea tal que pueda imponer las reglas a todos en igual medida), el démos de “democracia” pasa a referirse al conjunto de reglas y de garantías. A partir del problema que Hobbes formuló en general, se descubrieron una serie de implicaciones de lo que con el tiempo se llamará “república democrática”. Lo que Marx, en su Crítica del programa de Gotha, llama república democrática no es ni más ni menos que un sistema de garantías. No se trata de ese concepto tan intuitivo de que “mande la gente”. Eso lleva a que los gitanos o los negros se tengan que ir si el pueblo así lo quiere. Pero la democracia no es eso, los sucesivos filósofos van afinando en la interpretación y de lo que se trata es de reconocerle a cualquiera las mismas libertades que te atribuyes a tí mismo.»<br />
<br />
Pero tal vez es más urgente ponerlo en catalán:<br />
<br />
«Defenso que aquest terme, democràcia, és una manera una mica barroera d’assumir en modern un mot grec. A Hobbes, el component démos significa simplement la gent en el seu conjunt. Malgrat això, a mesura que es desenvolupa el problema del poder civil (com és possible això de que les regles siguin tals que puguin ser vàlides per a tots i que l’autoritat sigui tal que pugui imposar les regles a tots en igual mesura), el démos de “democràcia” passa a referir-se al conjunt de regles i de garanties. A partir del problema que Hobbes va formular en general, es van descobrir una sèrie d’implicacions d’allò que amb el temps se’n dirà república democràtica. Allò que Marx, en la seva Crítica del Programa de Gotha, anomena “república democràtica” no és ni més ni menys que un sistema de garanties. No es tracta d’aquest concepte tan intuitiu de que “mani la gent”. Això porta a que els gitanos o els negres hagin de marxar si el poble així ho vol. Però la democràcia no és això, els successius filòsofs van afinant en la interpretació i d’allò que és tracta és de reconèixer a qualsevol les llibertats que t’atribueixes a tu mateix.»<br />
<br />
Es decir: si empezamos a hacer hincapié en “pueblos” que tienen derechos y son sujeto de decisiones, podemos llegar a que los gitanos, o los negros, o los castellanos (perdón: “españoles”) tengan que irse de Cataluña si “el pueblo” lo decide. La única opción decente es defender los mismos derechos para todos, sean catalanes, castellanos, españoles, extranjeros, gitanos, negros, inmigrantes, árabes o kirguises. Si dejamos que esa clase política corrupta nos meta este gol y nos haga dividirnos en fantasmales "pueblos" (que ellos se encargarán de azuzar unos contra otros) estamos perdidos.<br />
<br />
Es preciso que alguien cuya lengua materna sea el catalán defienda estas elementales evidencias con brío.<br />
<br />
Ànim!<br />
<br />
Miquel/M. L.</div><br />
<div><span style="color: #990000;">-------- . --------</span></div><div><span style="color: #990000;"></span> </div><br />
<div><span style="color: #990000;">Hola:<br />
Aún sin conocer la veracidad o falsedad de la noticia concreta que envías, cabe decir que encaja como un guante en los postulados de la Realidad, y que, por tanto, se puede dar por cierta: lo que quiere decir falsa.</span>El que los menos indignados del 15 de mayo recojan y acojan el “Derecho de Autodeterminación” expresado en la Carta de las Naciones Unidas que citas, indica que les gusta la “Autodeterminación Dentro de un Orden”. Cualquier cosa menos que se autodetermine el pueblo currante y agraviado de España, de Cataluña o de Venus (esto sin entrar en la extraordinaria dificultad que supone decidir quien es catalán, vasco, almeriense, etc. y cuánto, si tal está dentro o está fuera).<br />
El que se dé una votación sólo tiene el fin de que se sepa quien va a mandar sobre la cuestión votada (o, directamente, quien va a mandar), y se produzca la exclusión, más o menos temporal, de los otros.<br />
Parece que ni una cosa ni otra sería del agrado de los ortodoxos del 15 de mayo, partidarios, dicen, de una suerte de igualdad decisoria; aunque, sin embargo, padecen la irremediable tendencia a dividirse en asambleas menores, que vendrían a ser, extrapolando y extendiéndonos en el tiempo, como naciones o pueblos destinados a la autodeterminación, que alcanzarían hasta su lenguaje propio.<br />
Tendrían que ver estos asuntos con el dicho arrefranado “si ser cola de león o cabeza de ratón”, dicho que se larga como si lo fuera a entender todo quisque en su sentido último. Se piensa como que un león se come a un ratón, pero se pasa por alto que un león se come a otro, alcanzando ambos animales el mismo final. Aunque, mientras eso ocurre, parezca que una cabeza come más que una cola, y ahí queremos estar, donde nuestro apetito pide.<br />
Vaticinar sobre estas cuestiones (que los nacionalismos lo intentarían, que la policía lo intentaría, que los políticos lo intentarían…) no tiene ciencia ni mérito: yo mismo podría anunciarlas.<br />
De hecho me voy a arriesgar: vaticino que el primer paso de acercamiento al 15 de mayo que harán los políticos será crear una “Comisión de Estudio o Seguimiento” o algo extraordinariamente parecido, que es la forma que el poder tiene de aplazar las cosas hasta el fin de los tiempos, aparentando a la vez que hace algo.<br />
<br />
Me lo pasen bien.</div>........................................................................................<br />
<br />
<strong>1) Que votar es signo claro de extravío; y 2) Chanzas muy serias sobre el Naciona-Nacionalismo</strong><br />
<br />
<div>Saludos, salados!<br />
[dos modalidades de frase distintas, que como no podemos escribirlas por falta de signos en la máquina, ...]</div><br />
<div>No he podido acercarme a las plazas más que a saltitos, a ratos; cuando he tenido ocasión. Y allí se ven y se oyen cosas. Y lo que voy a decir tiene inmediata relación con los avisos para navegantes con que Agustín quiso prevenirnos un poco.</div>Está pasando --pienso-- lo que suele siempre pasar en los levantamientos y revueltas; y aquí cada día . <br />
Desde el primer estallido inesperado, cuyo desorden y desmandamiento (para las almas de la gente, sobre todo, que -¡benditos cielos!- no sabían bien qué pensar) fue glorioso (para los corazones), ya enseguida se iba insinuando como una especie de puja, de pulso entre DOS "como TENDENCIAS" (como partidas en dos por una lógica invisible e implacable). Y así, a medida que iban pasando los días, iban decantándose cada vez más --las dos cosas a la vez, pero como en grumos de participantes, en agregados sueltos de gente alrededor de distintas ocupaciones o tareas-- tanto:<br />
<div>la ASIMILACIÓN de la revuelta: volviendo a recaer en todas las inercias y SEGURIDADES, por los caminos archisabidos, que son los REALISTAS, los más atentos a adaptarse a lo que está ya establecido; recayendo en lo de "Democracia", e insistiendo otra vez, de esa manera tan inepta y ofuscada, en lo de VOTAR y CONTAR votos </div>[he visto rozar el cenit esplendoroso del ridículo cuando se iban votando, un domingo en la plaza, en lo que llamaban la Asamblea General, la larga serie de insoportables y aburridas PROPUESTAs de las Comisiones Parciales que se habían dedicado a discutir previamente --muchas veces, es cierto, con honradez y acaso pasión, y sé de gente que ha contado, que con gran gusto a ratos; pero que al final de sus discusiones por Comisiones, claro, tenían también que votar para ELEVAR su propuesta a la Asamblea Superior, digo, General-- cuestiones nombradas y bautizadas sin empacho ya al estilo de los Ministerios de la burocracia Estatal (Empleo; Economía; Medio Ambiente; Cultura, etc.), mientras la gente --que era domingo-- iba en grandes movimientos, muy visibles, acercándose a curiosear y alejándose al poco después, al presentir quizás el aburrimiento y la inutilidad de toda esa ficticia y ridícula seriedad de tal Asamblea General, autotitulada como tal para sacar de ella sus Decretos, bien legítimos por el recurso sacramental de contar las manos alzadas. ¡Votaban, mientras la gente iba entrando y saliendo! ¿Puede haber desvarío mayor? <br />
Es como si, viendo uno de esos falsos documentales de la National Geographic en que nos contaran por la tele que se había visto a las hormigas o los ratones, reunidos en asamblea, votando las propuestas --supuesto que sean incontables, claro, que es lo primero que viene asociado con la idea de ellos--,y proponiéndonoslo como la primera investigación que demostraba irrefutablemente que la Democracia era un sistema arraigado en las leyes de la natutralezala, o favorecido por alguna ventaja adaptativa, la gente al verlo, nos quedáramos embobados pensando que sí, que muy bien podía ser así. ¿Hasta dónde puede llegar la credulidad? ]<br />
¿No se habían dado cuenta del Principio del Cómputo aplicado a la legitimación de la fuerza en la Política?: que las VOTACIONES SÓLO tenían sentido si quedaba, previamente, perfectamente circunscrito y CERRADO el CONJUNTO, el QUIÉN ó el Quiénes ; y que de otro modo, eso era impracticable; o sea NO-Democrático (no sujeto al procedimiento legítimo). Porque si no era FUNDÁNDOSE EN ESA DEFINICIÓN (que se sepa CUÁLES o QUIÉNES forman ese Grupo constituido o Fuerza particular, ese QUIÉN colectivo), ¿qué coño se contaba? ¿qué decisión era esa? ¿De quién, de quiénes? ¿QUIÉN decidía? Porque el SUJETO democrático tiene estas dos caras inseparables: la seguridad de CADA UNO y la seguridad de la UNIDAD política (o CONSTITUCIÓN) aupada sobre el fundamento de Cada Uno. Pues si no, ¿qué coño de Régimen es ese? ¿Qué Dignidad va a tener? ¿Cómo se va a presentar decentemente en la Realidad? ¿Estamos locos?<br />
<div>Es que la DEFINICIÓN le es esencial a la Realidad; también en su cara más descaradamente Política. Y si se abriera una sola grieta, una sola duda, en el edificio de esta SEGURIDAD, en la LEGITIMACIÓN del PODER que sostiene todo este tinglao que nos organiza la vida social, por ahí YAsería inminente el hundimiento y la ruina. ¡La Realidad no resiste eso! [bueno, no lo resiste, siempre que no pase como oculto o escondido; no lo resiste, si las vergüenzas y contradicciones del Régimen salen a la luz y se airean. Pues, por decirlo con las palabras que alguien nos rescató de una entrevista: desde el momento en que se sabe cómo funcionan las cosas, ya no pueden seguir funcionando igual.]</div>como la RESISTENCIA a ser engullidos por la conformidad y la resignación. Que he visto también en gente cercana la chispa insensata (quiero decir, irrealista), un poco ebria y alocada de pasárselo bien (a ratos, muy bien), de disfrutar encontrándose con la gente desconocida, de palpar las dificultades grandes para hablar en común, de sentir la inteligencia recorriéndoles como otra emoción, y de presentir, bajo el desacuerdo, tantas veces una comunidad o reconocimiento más hondo.<br />
Que se haya votado en la Plaza de Cataluña (como en muchas otras), es triste. Eso forma parte de las inercias y de la fuerza del Régimen. Si los rebeldes votan, es que ya no son rebeldes. [¡Hombre, es que "rebelde" es mucho título para cargar con él! Más o menos rebeldes, como cualquiera.] En eso, se habrán equivocado. Pues contra eso habría que hablar, y hablar claro. Mostrar el absurdo; mostrar la sumisión, impensada, en la que caemos. Las hormigas desmandadas, las flores sueltas, la gente, no podemos votar, ni sabemos. Pero UN PUEBLO, UNO, claro que puede. El Pueblo Catalán, el Pueblo Navarro, Euskalherria, España, ¿cómo no van a poder ser Soberanos? Pero hay que contar previamente bien las habitas.<br />
<br />
<div><strong>Respecto al NACIONAL-NACIONALISMO </strong>(con acentos dominàdo-dominánte --como Banco Bilbào-Vizcáya), acuño esta fórmula que espero aglutine bien, en sus rasgos comunes esenciales, todo Nacionalismo del pelaje que sea, tiene un éxito que hace pensar que está en su sitio y en su lugar; y que tiene el terreno más que abonado, y más que bien regado. Es un endemismo universal. ¿Quién podría negarle al Nacionalismo tout court sus altas aspiraciones democráticas?</div>El Nacional-Nacionalismo ha venido a resucitar al Estado y a salvar la Economía; y en ese afán, pues salva, sin querer, hasta a la Policía y al Ejército con todas sus insignias. ¡Qué se le va a hacer! Él sólo quería salvar a la Nación. pero, claro, la lógica es la lógica.<br />
Yo hace mucho que pienso que un estudio bien meditado y atento de los fenómenos modernos como el Comunismo Estatalista y el Fascismo Inflamable nos dejarán algún día entender en sus justos términos cuánto pervivirá aún bajo nuestro político Bienestar, pero algo agazapado y bien atemperado.<br />
<br />
Un abrazo y muchos besos<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: left;">---- . ----</div><div style="text-align: left;"></div><div style="text-align: left;">Bueno no sólo es que "los rei-vindicadores de la AUTODETERMINACIÓN DE<br />
LOS PUEBLOS se quieran apropiar ahora de estas chispas de descontento" que lo harían de forma casi inconsciente....</div><div style="text-align: left;">sino que aparecen verdaderos recuperadores a sueldo de Vicepresidencia ya desde hace años y eso produce más respeto:</div><div style="text-align: left;"><a href="http://elninyohardcore.blogspot.com/2011/06/el-libro-de-estilo-de-catatonia.html" target="_blank"><span style="color: #0068cf;">http://elninyohardcore.blogspot.com/2011/06/el-libro-de-estilo-de-catatonia.html</span></a></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;">------ . ------</div><br />
Por supuesto que los independentistas, como otros grupos políticos,¡incluso antipolíticos! quieren capitalizar el movimiento 15M. Pero aquí se da la sangrienta paradoja de que, precisamente quienes reivindican la autodeterminación fueron los que ordenaron el apaleamiento en la plaza de Cataluña. Y, como son nacionalistas, es decir, han sido elejidos por Dios, no tienen porqué reconocer que se han equivocado, ni mucho menos pedir perdón. En su momento comenté la inmediata solidaridad que se había producido en Madrid, contra la brutal acometida de la policía autonómica y dije lo mismo que digo ahora: el 15M es un movimiento internacional.<br />
<br />
--------- . ----------<br />
<div style="text-align: left;"></div><div style="text-align: left;">si esto es verdad, quien de verdad ha conseguido apoderarse del movimiento, es el aburrimiento<br />
<br />
--- . --- </div><div style="text-align: left;"><br />
"Es preciso que alguien cuya lengua materna sea el catalán defienda estas elementales evidencias con brío".</div><div style="text-align: left;">Dijo Agamenón</div><div style="text-align: left;"><br />
"No estoy de acuerdo" dijo su porquero </div><div style="text-align: left;"><br />
---- . ----</div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUI8_EEF77b6mhnmPoAALDooKhtfFtIOm_UtSvGUFUbSH2cTno0S90-8xONdLFV7I6kd-W1hHINhlmbjOy1fqor2_YKyPbapiIG_dmMr13efUdU9cjewEFg3hEao6_JYzVLbfNLhEy57MU/s1600/imagesCAZG1K9Z.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUI8_EEF77b6mhnmPoAALDooKhtfFtIOm_UtSvGUFUbSH2cTno0S90-8xONdLFV7I6kd-W1hHINhlmbjOy1fqor2_YKyPbapiIG_dmMr13efUdU9cjewEFg3hEao6_JYzVLbfNLhEy57MU/s1600/imagesCAZG1K9Z.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El video en el que se discute en una comisión, o pre-samblea, o comité, o como se llame, el tema de la inclusión del derecho de autodeterminación en la Asamblea de Plaza Cataluña :</div><div style="text-align: left;">[encontrado en el blog de <a href="http://elninyohardcore.blogspot.com/">El Niño Hardcore</a>, donde habla precisamente de estos recuperadores del sistema infiltrados en el levantamiento]</div><div style="text-align: left;"></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">Acampada Barcelona 2011. Asamblea debate autodeterminación </span></div><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="189" src="http://www.youtube.com/embed/U9xeJSxXw08" width="280"></iframe><br />
<br />
[Los ponentes previstos eran: Alfred Bosch (periodista), López Tena (diputat SCI), Fèlix Martí (UNESCO-CATALUNYA), Portaveu Bildu (pendent), Diego Arcos Casal Argentí) i Carme Forcadell (vicepresidenta de la PDD).<br />
<br />
El día que se celebró este debate, en su intento de apropiación del movimiento, parece ser que habían corrido <a href="http://www.burbuja.info/inmobiliaria/15m/229140-se-necesita-colaboracion-punto-de-cargarse-la-acampadabcn-desde-dentro.html">estos mensajes en la red: </a>]<br />
<br />
"C, lo siento por poner esto aqui, muevelo mas tarde <a href="http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/229122-ultimo-cartucho-la-casta-cat-consigue-meter-la-autodeterminacion-en-acampadabcn.html" target="_blank"><span style="color: #000066;">Ultimo cartucho, La Casta.cat consigue meter "la autodeterminación" en #acampadabcn</span></a><br />
Se necesita colaboracion sobre todo via twitter (sino quien quiera que se de de alta es rapido)<br />
Nada menos que La Casta.cat, los de toda la vida han mandado a los de plataforma per decidir, Lopez Tena (ex de ciu) a gente de ERC, a profesores de universidad, a un periodista Alfred Bosch , al lider de los argentinos (independentista subvecionado) <br />
Y acaban de colar el derecho de autodeterminacion... ahora lo tienen que ratificar (creo..)<br />
Es impresionante, la acampada muere desde dentro y lo avise desde el minuto 0, cuando desde El Raco y medios procasta se pidio literalmente infiltrarse en la manifestaicon para dividirla "<br />
--- . ---<br />
<br />
" Que fuerte no se cortan.... utilizan todos los medios:<br />
Ignasi Bonet <br />
Atenció! A 2/4 de 10 tothom a Pça Catalunya: es vota el dret #autodeterminacio a #acampadabcn #catalanrevolution feu RT!<br />
hace 4 minutos Favorito Retwittear Responder<br />
<br />
noemimayoral <br />
Ei!! per fi!! a les 21:30h #acampadabcn demostrarà si vol #democraciareal o no! #autodeterminacio a debat #catalanrevolution<br />
<br />
Ignasi Bonet es <br />
Architect en Diputació de Barcelona<br />
<br />
La casta, un enchufado de turno de la diputacion <br />
<br />
--- . ---<br />
<br />
"Es una pena, lo avise y esta casi tocado de muerte<br />
Mirad que pone este tipo de twitter trajeado <br />
"A les 9:30 tots a #acampadabcn a votar pel dret a la #autodeterminació dels pobles. #spanishrevolution no, gràcies. #catalanrevolution!!"<br />
<br />
Este no es el espiritu 15M <br />
<br />
--- . ---<br />
<br />
[Pese a que ya fue votado en una asamblea anterior y rechazada la propuesta, dada la insistencia de estos elementos para que se incluya su texto, <a href="http://acampadabcn.wordpress.com/2011/06/07/acta-5-de-juny/">es finalmente aprobada por la asamblea,</a> aunque solo fuese por el cansancio y el aburrimiento que provocan "...ya están otra vez <a href="http://catalanrevolution.blogspot.com/">estos pesaos</a> con su monotema..."].<br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: x-small;">Acampada Barcelona. Sábado 4 junio 2011. Votación por el derecho a la autodeterminación</span> </span><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="189" src="http://www.youtube.com/embed/5mmnhs67Ec0" width="280"></iframe><br />
<br />
Finalmente, algunos opinadores profesionales del nacionalismo:<br />
<a href="http://www.naciodigital.cat/opinionacional/noticiaON/1964/indignacio/espanyola"><em>Indignació espanyola</em>, de Carod Rovira</a><br />
<a href="http://www.elpunt.cat/noticia/article/7-vista/8-articles/418130.html"><em>Indignats i espanyolissims,</em> Saez Mateu</a>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-79060330315875367132011-06-11T01:32:00.009+02:002011-10-01T14:33:53.345+02:00"Bajo el régimen del bienestar no cabe nada bueno": Agustín García Calvo en Sol el jueves 9 de junio<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKgI23u6hVQqbjwPOqg2wt-7cDs2Scl2cJ877MZn9j1B3G4k1jZphg06ICYQ-KRhNuIKIXy1jWeat72_0wa65AaWLCduy9DXTK8YymeUUZb0TVP9oABSA0Wr26ZD2ZAvz3gs-QfzpunswJ/s1600/garciacalvo4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKgI23u6hVQqbjwPOqg2wt-7cDs2Scl2cJ877MZn9j1B3G4k1jZphg06ICYQ-KRhNuIKIXy1jWeat72_0wa65AaWLCduy9DXTK8YymeUUZb0TVP9oABSA0Wr26ZD2ZAvz3gs-QfzpunswJ/s320/garciacalvo4.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto del blog <em><a href="http://www.batania.blogspot.com/">Batania</a> </em>de Neorrabioso </td></tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><br />
Esta es la cuarta intervención de Agustín García Calvo en La Puerta del Sol, ayer jueves 9 de junio.<br />
Subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/acampanilla" rel="author"><span style="color: #4272db;">acampanilla</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">09/06/2011:</span><br />
<div style="text-align: left;">"Bajo el régimen del bienestar no cabe nada bueno"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/Ul0BLFKj2Zw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div align="center"><span style="font-size: x-small;">Primera Parte</span></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/DUuNz9k0kEA?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div align="center"><span style="font-size: x-small;">Segunda parte</span></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/wuXqSGsuvKw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div align="center"><span style="font-size: x-small;">Tercera parte</span></div><strong>Transcripción:</strong><br />
<br />
"No estuvo nada mal, no estuvo mal del todo la ocurrencia de ayer que tuvieron los de la acampada de salirse hasta el congreso para hacer causa con la gente de sindicatos y así, no estuvo mal gracias a que ellos en general no creían para nada que el fin, la meta de las asambleas y de las acampadas fuera esa: acudir al congreso, al ministerio o a donde sea, que no merece nunca la pena de tanto. Están aquí, siguen estado aquí, seguiremos, mientras se pueda. Lo importante es no confundirse en eso. A los ataques hacia la altura, no hay que dedicarles demasiado tiempo ni atención, no merece la pena, repito, y se pierde mucho tiempo y sobre todo se desvía el sentido de este levantamiento inesperado con el que todos estamos tan alegres. Si diera el caso, a la gente de los sindicatos, a los obreros, hay que traerlos aquí, a esto, y no al revés. <br />
<br />
Esto es como prólogo para seguir diciendo que lo que importa es estar aquí y saber, mejor dicho, no engañarse respecto al sentido que esto tenga y qué es lo que se está haciendo. Conviene librarse de una ilusión, lo primero: lo que está en los deseos más hondos de la gente de este levantamiento, lo que mueve justamente todo esto, lo que ha movido a la gente del quince de mayo, aunque ellos no supieran o, mejor todavía, no lo supieran, es una aspiración que no cabe en este mundo. Que se sepa bien que esto que deseáis, que deseamos, no cabe en este mundo, no cabe bajo el régimen nada nuevo. Y esta es la ilusión de la que querría desengañaros a toda prisa. Aquello a lo que se aspira, lo que se desea, eso seguirá haciéndose como se pueda poco a poco en esta ocasión o en otras ocasiones. Pero conviene saber siempre que bajo el régimen del bienestar no cabe nada bueno. Y que por tanto cada vez que esto bueno que haya aquí de verdad se somete a reglamentos, a reclamaciones, a reivindicaciones al poder se está equivocando. Esta es la ilusión que querría romper. Nada bueno de lo que aquí nos mueve cabe dentro del régimen del bienestar, ni de ningún otro régimen por supuesto, pero este es el que nos toca. Conviene desengañarse de esto. <br />
<br />
Por tanto querría que pararais mientes en cómo en los periódicos o por ahí los mayores entendidos, expertos en economías o en políticas se preocupan mucho de que no penséis que se está hablando, haciendo contra la democracia. Tienen a esta palabra de democracia una especie de adoración que sin más debe hacérosla sospechosa. Esta palabra, este palabrejo que desde que se inventó entre los antiguos griegos no ha servido más que para la engañifa una y otra vez, no merece ningún respeto. Ya os la he denunciado. Kratos, poder, no tiene que ver nada con pueblo, con lo que puede haber de pueblo de verdad por debajo de las personas. El pueblo no manda, el pueblo no tiene poder nunca, lo padece. Y lo que aquí se está diciendo es de una manera o de otra: ¡No al poder! Que es lo que es pueblo de verdad dice: ¡No! (¡Bravo! Aplausos)<br />
<br />
Esto me recuerda que podría estar aparentemente un poco en contradicción contra aquella canción que llegó a ser himno de la revolución de los claveles en el 74 cuando decía: o povo é quem mais ordena, o povo é quem mais ordena, puede parecer que va en contra de esto, pero el orden que el pueblo pueda desarrollar de sí, la convivencia que tantas veces se ha intentado fracasando pero reviviendo, esa convivencia no tiene que ver nada con un orden desde arriba, con el orden del poder. Es una manera, esa ordenación es un fruto que nade justamente del No. No voy a entretenerme más con lo del orden. Si alguno tiene curiosidad, mañana los del periódico La Vanguardia sacarán un artículo que se titula Orden y podéis leerlo un poco más detenidamente si queréis. Gracias a los de La Vanguardia. Y gracias a cualquiera otro de los medios que dentro de sus escasísimas posibilidades hacen un poco de traición a lo mandado, dan un poco fielmente cuenta de lo que aquí estáis haciendo, muy pocas veces, muy mal en general, pero en lo poco que puedan volverse contra lo que tienen mandado, hay que agradecérselo. <br />
<br />
Paso a lo que me importa más aquí: una vez que nos hayamos desengañado de que esto no cabe bajo el régimen del bienestar, que esto se levanta contra cualquier tipo de régimen, eso parece que enseguida se levanta contra el orden universal, contra cualquiera de los regímenes que ha habido y que pueda haber. Y esto es grave. Se levanta contra eso, pero justamente por eso, al orden, al régimen, no se le derriba de la noche a la mañana ni con unas cuantas acciones de acá o de allá. Hay labor para rato. El desengaño, el perder entre nosotros mismos las falsas rutas a que nos lleva un realismo mal entendido hacen que la labor tenga que ser larga, interminable y no nos importa cuándo ni hasta cuándo, porque el pueblo no tiene futuro. El futuro es de ellos, el futuro es de ellos, y ya sabéis bien para lo que lo utilizan: para la administración de muerte, condenar a cada uno a que se dedique a hacer su futuro y condenar justamente a que cualesquiera otras asociaciones tengan también su futuro que conseguir. <br />
<br />
Esta acampada, estas asambleas, justamente porque no se sabe de dónde vienen, no tienen ningún futuro. El futuro que haya tiene que irse haciendo, día tras día, sin acabar y sin cansarse. Por eso es tan importante, y los amigos que han más o menos organizado las asambleas lo saben conmigo que, aunque, por ejemplo, el domingo como lo han pensado se levante el campamento por ser demasiado costoso, eso no quiere decir nada respecto a la continuidad de las asambleas y de todo lo demás que va con ellas. (Aplausos)<br />
<br />
Por mi parte voy a seguir contribuyendo a esto, como ya lo he dicho, en los jueves pasados, viniendo aquí, haya asamblea o no la haya, o coordinándome o no con ella, voy a venir aquí y con un buen conjunto de amigos que sé que van a estar aquí conmigo también, y que seguirán estando, y entrando en las asambleas y hablando en las asambleas. Es decir, justamente manteniendo la continuidad de esto, por lo que acabo de deciros: porque esto se levanta contra el régimen, y cualquier régimen, y eso quiere decir que no puede tener fines estrechos de acudir con reivindicaciones a un ministerio o al otro. Es una labor que dura y que tiene que durar y lo importante es que siga aquí en esta ocasión. Y si acaso esta ocasión se terminara, surgirían otras como han tenido que surgir, y justamente a eso es a lo que estamos. No voy a hablaros más porque enseguida se echa encima la hora de la asamblea. <br />
<br />
Pero sí querría, antes de invitaros, como Isabel ha pedido, a que soltéis lo que os parezca, sí querría aprovechar esta ocasión para recordaros otra canción, una canción que para mí es la que dice mejor o la que dice menos mal cuál es el sentido de todo este levantamiento. Os la voy a canturrear con una música que Chicho Sánchez Ferlosio le puso, cuando hace 46 años, como el primer días os recordé, estábamos justamente entre las grandes asambleas y en el levantamiento de los estudiantes por el mundo, en los años que se estaba estableciendo este régimen que hoy nos rige, que ha llegado a su madurez y por tanto a su podredumbre, dando lugar a vuestro levantamiento al cabo de tantos años, así entre otras cosas andaba con Chicho haciendo canciones, y una de ellas era esta que voy a cantar mal porque canto mal y por la megafonía, pero que alguno os la cantará mejor. Yo querría que ahora quedara aquí la letra como intento de ser la voz de lo que está diciendo la gente al levantarse de esta manera:<br />
<br />
<em>Tú, cuya mano me ha bañado<br />
de un fuego transparente las espaldas,<br />
cuyos ojos en claros naufragios hundieron<br />
algunos principios elementales de mi alma,<br />
tú eres mi patria.<br />
<br />
Tú, que no tienes apellido,<br />
que no sé si eres pájaro o si alcándara,<br />
que de todos tus brazos las letras de plomo<br />
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,<br />
tú eres mis padres<br />
y mi patria.<br />
<br />
Tú, que ni tú te acuerdas dónde<br />
tendiste a orear las nubes blancas,<br />
que de tantos amores que tienes olvidas<br />
el nombre de todos los días de cada semana,<br />
tú eres mi Dios<br />
y mis padres<br />
y mi patria.<br />
<br />
Tú, que tan dulcemente besas<br />
que el cielo bocabajo se volcaba,<br />
y que no se sabía de quién ya la lengua,<br />
de quién la saliva, de tan sabrosa y tan templada,<br />
tú eres mis leyes<br />
y mi Dios<br />
y mis padres<br />
y mi patria.<br />
<br />
Tú, que apacientas calaveras<br />
por las praderas de la verde África<br />
y a los rojos leones les echas de pasto<br />
las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,<br />
tú eres mi ejército<br />
y mis leyes<br />
y mi Dios<br />
y mis padres<br />
y mi patria.<br />
<br />
Eres mi ejército y mis leyes<br />
y mi Dios y mis padres y mi patria,<br />
y el ejército y Dios y las leyes y todas<br />
las patrias y padres se creen que tú no eres nada:<br />
que no eres nada.</em><br />
-Vamos a recoger las voces que se puedan. Los minutos que quedan recogemos las voces que se puedan.<br />
<br />
-Hola. Quería saber su opinión de algo que me ha llamado la atención últimamente que he visto… Bueno ahora incluso al pasar por los baños portátiles vi un artículo… Que quería saber su opinión sobre algunas cosas que he visto últimamente, que me han llamado la atención. Y es que últimamente, he visto muchos artículos, muchas denuncias sobre los privilegios de la clase política, con muchos detalles de su7s privilegios, pero me llama la atención que en muchos artículos de estos que yo veo sólo hacen hincapié en los privilegios de la clase política mientras que no hablan de los privilegios de los especuladores financieros, por ejemplo, de los privilegios de las organizaciones religiosas…. Etc. Etc. Etc.<br />
<br />
-Bueno, siento que pierdas tanto el tiempo en leer la prensa y acudir a los demás medios. Tal vez te habrías ahorrado mucho si fueras tan económica como yo en esas atenciones. Por lo demás, la cosa que planteas no tiene mucho que extrañarse: a los medios estos hechos para la formación de masas, pero masas de individuos, no de otra cosa, cada uno en cuanto cada uno es un esclavo y gracias a eso forma parte de las masas, que ellos llaman, pues a esos medios les gusta desde luego más meterse a hacer caricaturas de por ejemplo los políticos al día y todo esto. Es más fácil por otra parte y por otra parte ¿qué son los políticos en el régimen del bienestar? Son simplemente unos servidores del capital. Esos otros a los que aludes como de las clases financieras son lo mismo, pero están más adelante en la pantalla, son más grotescos y para hacer chistes y reírse de ellos se prestan más que los banqueros, los directores de banca y todo eso, lo cual no quiere decir que entre los medios no haya también sus atenciones y sus ataques a financieros y eso, pero no tienen mucha importancia, no te preocupes. Todos son los mismos. El capital y el estado confundidos es la ley que nos ha tocado en este régimen<br />
<br />
-Hola, buenas tardes a todos. Y doy las gracias a este maravilloso hombre que nos ha estado hablando, y ojalá, ojalá cundiera su ejemplo para que esta antorcha que se ha encendido no sólo en España sino a través de sus fronteras no muera nunca, y cambiemos de una vez por todas esta tanta mierda como tenemos. Gracias, Agustín.<br />
<br />
-Bueno, gracias por las gracias inmerecidas porque cualquier cosa buena que hayáis oído no sale de mí, no sale de don Agustín sino de otra parte. Pero bueno, gracias por las gracias inmerecidas. Y os recuerdo precisamente lo que ella dice: la resonancia no voy a decir en todo el globo, porque eso es cosa de ellos, pero la resonancia en cualesquiera sitios del régimen avanzado, democrático, progresista, que se sienten tocados por lo mismo. Para que no os engañéis nunca, esas resonancias no pueden venir de que estén muy interesados en Copenhague o en México de lo que pasa con la tasa de paro en España o si suben o bajan un poco, es porque han reconocido allí también de lo hondo que venía esto y que afecta a cualquier sitio que se encuentre bajo el mismo régimen. Conviene no olvidarlo.<br />
<br />
-Hola, buenas tardes. Agradezco el colofón poético con el que ha finalizado su intervención. Yo soy un paseante. Asisto casi con asiduidad no al levantamiento, sino a la manifestación de los indignados. Porque esto es una indignación, y un alzamiento es otra cosa, a mi entender, pero bueno, lo que me ha impresionado de lo que ha dicho es que esto no puede triunfar en el estado del bienestar. Me ha impresionado. Yo, mi pregunta es: ¿Puede tener éxito en un estado del malestar? ¿Es que hay ahora mismo Estado del bienestar? ¿Para quién? ¡Para nosotros no! ¡Para los cinco millones de parados no hay estado de bienestar! ¡Para los que tenemos o tienen actividad no hay estado del bienestar, hay amenaza contra el estado del bienestar! Entonces, la lucha… Pido disculpas, si disiento. El hecho real es que yo estaba siempre ilusionado desde que se puso el pueblo en la Puerta del Sol, y estoy viendo que los mensajes que se escuchan no son de continuidad, sino de dificultad, porque yo esperaba de las personas intervinientes no intenciones de arrasar esto o de levantarse, no, sino un camino, un futuro para este movimiento, que no alzamiento, porque de alzamientos nacionales tenemos mucha experiencia de sobra, entonces le rogaría al profesor si me pudiera aclarar el concepto de movimiento de indignación, de alzamiento popular, que aquí no está, y nada más.<br />
<br />
-Bueno, se te agradece la indignación, aunque sea relativa, que tú mismo hayas mostrado. Por lo demás tengo que reprocharte que les prestas a las palabritas que te han impuesto desde arriba demasiada atención. Esto se llama el régimen del bienestar, se llama en los medios, y tú no le puedes cambiar el nombre. Es el régimen que hay, se llama el régimen del bienestar, como se llama la democracia, como se llama el desarrollo. Todos esos nombres que vienen desde arriba. Aquí no tenemos nombres sustitutos. Por lo demás, no quiero decir que no tengas razón, solamente que lo que has dicho amenaza que pesa sobre, pues vamos a decir, los maltratados para no distinguir entre empleados de tal grado del escalafón, de la clase baja o parados y todo eso a los maltratados desde luego es un maltrato a lo que en ellos queda de vivo, de pueblo, no amenaza a ningún otro estado sustituto. Repito no hay otro estado sustituto. No hay futuro. Esto se hace. Y para que se vaya haciendo la primera condición es que no tenga un futuro previo. La táctica de tener un futuro es la de la Banca, es la del Estado, es la del capital, no pueden vivir sin futuro. (Aplausos)<br />
<br />
-Yo me pregunto, por ejemplo, qué ganamos maquillando la porquería, la injusticia, la, esto que nosotros llamamos “democracia”, porque la verdad es que no es una cosa que pase aquí, en España, pasa ahora mismo en más de medio mundo, en Grecia, en Portugal, y no digo nada en ese otro tercer mundo fabricado por el primero que no existe, no existe, no existe nada más que para los telediarios, para mostrarnos sus desgracias y así nos conformemos con la democracia como el menos malo de los gobiernos. Entonces ¿qué es lo que hacemos, qué es lo que podemos hacer? Una cosa muy peligrosa: que es maquillar al muerto, maquillar al muerto para que siga como vivo otros cuantos años más. No es posible. Cuando una cosa se ha muerto y está cadavérica y está en plena agonía, como es esto que llaman democracia, no hay que doler prendas, hay que decir: Pues no, democracia para usted, para el enemigo, que es el que está, porque esta democracia es una dictadura muy refinada, que consiste en convertir a cada uno en un imbécil individual para que la suma sea la idiotez mayoritaria, y por idiotez mayoritaria es ahora mismo la democracia. En cualquier sitio que se vote la mayoría es la idiotez mayoritaria. Así que vosotros veréis, no podemos colaborar a maquillar al muerto y a maquillar a la desgracia ya la estupidez. Nada más, gracias. <br />
<br />
-¡Bravo! ¡Bravo! (Aplausos)<br />
<br />
-Bueno, pues muy bien ha explicado Isabel la trama por la cual os engañan con lo de la democracia. Veamos el último eslabón. Una vez que se ha conseguido una mayoría de idiotas, que es el deseo máximo del poder, luego a la mayoría se la hace pasar por todos, y se acabó: ya sabéis como en las votaciones es exactamente así: se hace pasar a la mayoría por todos. Lo cual, de paso, me hace recordar a los amigos de la asamblea que una asamblea no vota nunca, no practica la democracia nunca. <br />
<br />
-¡Visca el Barça!<br />
<br />
-Perdonad, compañeros. Me presento ante ustedes. ¿Más alto? Vale: Yo soy un indignado más. Estas canciones que se van por el pueblo cantando “la llaman democracia y no lo es” es verdad. ¿Por qué no lo es? Vosotros y todos sabemos que desde que murió el dictador, la monarquía fue puesta a dedo. No se consultó al pueblo absolutamente para nada. ¿Acaso es democracia que unos con sesenta mil votos tengan un escaño y a otros les cueste un millón de votos sacar un parlamentario? ¿Acaso es democracia que el poder judicial se lo repartan entre el PSOE y el PP? ¿Acaso es democracia lo que está ocurriendo con el gran paro que existe? Esta no es la democracia que nosotros, el pueblo, queremos. Nosotros queremos la democracia de la clase trabajadora. Nosotros no queremos la democracia de la oligarquía, de los monopolios, de las trasnacionales, de las multinacionales, que nos han llevado a este caos. Ese mercado común europeo. ¡Oh Dios, Santo Dios, qué bonito, qué bien! Para los ricos. Para ellos. Para el proletariado, mierda. Compañeros, voy a terminar, claro que voy a terminar, voy a terminar diciendo que me gustaría que en ese parlamento surgieran estas voces de estas asambleas y que se llevaran ahí. Va siendo hora de que nos constituyamos en un partido político.<br />
<br />
-(Abucheos) Ole, visca el Barca. Ole, visca el Barça. <br />
<br />
-Algunos critican que no nos constituyamos en partido político. Entonces nos ocurrirá lo siguiente: desgraciadamente se diluirá como un azucarillo en un vaso de agua ¿Qué pasó con el mayo en el 68? ¿Qué pasó?<br />
<br />
-¡Está aquí!.<br />
<br />
-Está aquí, que no es el mayo del 68, sino el febrero del 65, está aquí. Por lo demás, gracias por tu indignación, pero me temo que estás demasiado acostumbrado al uso de los términos de arriba, aunque sea para hablar a los obreros, y, por tanto, te aferras a la democracia. Democracia es esta mierda que tú llamas. No hay otra democracia. Se inventó para eso y sigue sirviendo para esto en cualquiera de sus formas. ¿No te das cuenta lo que he recordado de que los bienpensantes de arriba, intelectuales entendidos, lo que están preocupados sobre todo es porque esta asamblea siga pretendiendo pretender una democracia, que no pierdan el término, lo tienen como sagrado. Los obreros, los maltratados, los oprimidos, no pueden conservar el mismo nombre. Lo que aquí se haga hay que inventarlo y si acaba por tener un nombre, por desgracia, ya lo tendrá. Pero los que están ya gastados para lo que están gastados no se pueden usar.<br />
<br />
-¡Quince de mayo!<br />
<br />
-Quería decir, reflexionar: Parlamento viene del latín y quiere decir “hablar mentiras, hablar fábulas”. Nosotros estamos por una asamblea que no es parlamentos, acá se dicen verdades, no conocemos mentiras. Entonces fundamos una nueva forma de entendimiento y de comunicarnos. (Aplausos)<br />
<br />
-Eso es lo deseable, lo que deseo también. En cuanto a la etimología, como es natural te equivocas, porque la segunda parte de parlamento es como la segunda parte de alimento y no tiene que ver nada con el verbo mentir. <br />
<br />
-Era un chiste, hombre.<br />
<br />
-Que no viene del verbo “mentir”. La he tomado como una etimología chistosa.<br />
<br />
-Bueno pero viene de fabulare, pueden buscarlo.<br />
<br />
-De fabulare viene hablar, parlamento viene de parlar. Era un sitio, concretamente un parlamento es o cualquier otra reunión semejante del poder, es un sitio para decir lo que ya está dicho, para eso es para lo que están los parlamentos de los políticos, para que no se le escape a alguno alguna cosa del otro mundo que salga de tono; que se vuelva a decir lo que ya está dicho, justamente, como tú bien dices, no se puede consentir aquí, y, cuando lo consentís en una asamblea, os aburrís como en el Parlamento, o casi. De manera que en eso se nota. Desmentir, sí. Lo que conocemos en la realidad no son más que mentiras. La realidad está constituida sobre la mentira. La democracia y cualquier régimen está asentado en la mentira. Y los hay que sentimos que sobre la mentira no se puede asentar nada bueno. De manera que en una palabra se puede decir que la función de las asambleas es desmentir todo lo que se pueda. No tenemos que pretender decir la verdad, eso queda para Dios, pero desmentir, decir no a la mentira eso siempre se puede.<br />
<br />
-Bueno el próximo jueves seguiremos aquí, seguirá Agustín García Calvo, aquí. Yo quería que os quedarais con una copla para deshacer esa ilusión de derechas e izquierdas, una copla que dice: <br />
<br />
Ni derechas ni izquierdas;<br />
entre arriba y abajo<br />
está la pelea.<br />
<br />
(Aplausos) <br />
<br />
<br />
<br />
_____________ . ______________<br />
Sobre lo dicho en esta charla, abunda ahora Agustín en este artículo en <em>La Vanguardia</em> de hoy viernes 10 de junio:<br />
<br />
<span style="font-size: large;">"Orden"</span><br />
He saludado en la Puerta del Sol a los estudiantes y otros disconformes con el régimen como la alegría que son de lo inesperado (por más que digan ahora los entendidos) y al mismo tiempo como algo que se seguía esperando desde hace 46 años, cuando la ola de descontento juvenil que venía corriendo entre estudiantes del mundo progresado, Tokio, California, París, llegó hasta Madrid (aquí del antiguo régimen no quedaba más que la policía y la censura) y nos arrastró con ella, para seguir luego con las bandas de Alemania y terminar en el fastuoso Mayo de París, esto es, desde que se estaba estableciendo el régimen actual, que es el de la identificación descarada del Estado con el capital, o sea, el régimen del dinero, hasta estos días en que venía pasando de su madurez y ha dado lugar a esta renovación del descontento.<br />
<br />
Pero me vuelvo aquí ahora a los lectores, por si algunos se sienten escandalizados o desconcertados por este despertar de la gente menos formada, que pone en peligro la seguridad de las cuentas y creencias en que ellos se sostenían, y temen acaso que “si esto cunde, el mundo se les hunde”, a fin de tranquilizarlos un tanto y de invitarles a volverse sobre las ideas de política o economía que tenían por necesarias y seguras.<br />
<br />
Es, en suma, la cuestión del orden. Tal vez los que creen en la ordenación social por leyes y planes impuestos desde las instancias superiores del poder (lo mismo que creen en el universo que la ciencia vulgarizada les ofrece), y que desesperan si esa ordenación se tambalea o se pone en duda, es que no quieren enterarse de lo que por doquiera se les revela: que ese orden no se impone sobre ningún caos, que nunca ha habido, sino sobre otro orden antes y desde instancias inferiores entretejido, y que podía ser más sabio, más valioso para el sentir común, pero que queda estropeado y subsumido por la imposición del orden superior.<br />
<br />
Esto se revela de la manera más clara en el caso de la lengua, sobre el que vuelvo ahora. Aquí la instancia superior es la escritura (con todos sus desarrollos imaginísticos,informáticos y digitales) con la que nuestra historia empieza (hace unos cien siglos nada más) y sobre la que la cultura (escolar, literaria, académica, científica, religiosa) se ha constituido: esa ordenación, reglas o leyes, de la escritura no se impone sobre ningún balbuceo bárbaro o selvático, sino sobre la lengua corriente y vulgar, la común a cualesquiera lenguas y lade cada idioma en que se manifiesta, que se revela como ordenación o máquina, compleja y flexible a la vez, desde el nivel de los fonemas y prosodias hasta el de la sintaxis de la frase, y bien regida sin que nadie se lo mande, mientras no viene a intervenir en ella la conciencia y las reglas políticas o culturales, que inmediatamente la desvirtúan y estropean, ya que la gente sólo habla así de bien gracias a que no sabe (conscientemente) qué hace cuando habla.<br />
<br />
Pues bien: los que creen en la ordenación desde lo alto y se desgarran las vestiduras cuando su orden amenaza con derrumbarse están obligados a declarar que lo que importa, lo que de verdad vale, es la escritura, con toda su cultura encima, y que eso de la lengua corriente y común son fantasías o residuos negligibles.<br />
<br />
Están obligados. Háganlo ya, señores. Porque, si no, ¿cómo van luego a sostener una fe en el orden social, el jurídico, el económico, y, en el último progreso a que han llegado con el régimen del bienestar? Negras se las van a ver para creer en eso si se dejan sentir que por debajo había, y hay, otro orden, quizá más sabio, quizá más rico, y si no eliminan del todo la lengua común, lo que queda de pueblo entre la gente.<br />
<br />
Todavía en medio del imperio del régimen del dinero, han surgido una y otra vez intentos de descubrir que se puede convivir ordenadamente, en comunidades, sin dinero: así con los hippies y demás de los años sesenta, así antes con los anarcos, en medio de la guerra civil, en algunos pueblos. Ya comprendo que es más cómodo atenerse, aunque sea a costa del caos del tráfico y la burocracia, a la ordenación que el Estado de bienestar nos proporciona; sólo que está asentado sobre la mentira, y hay algunos que piensan que sobre la mentira no puede asentarse nada bueno.<br />
<br />
Aquellos intentos han ido naturalmente fracasando (unos pocos de ellos fracasando por el éxito, convirtiéndose en empresas normalizadas bajo el régimen del dinero), han ido pasando a la historia, esa que les cuentan cada día.<br />
<br />
Pero el caso es que (ya ven) siempre sigue quedando por ahí algo de pueblo que no se lo cree, y que sigue hablando de vez en cuando y dando guerra.<br />
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<strong>Agustín García Calvo , filósofo y helenista, profesor emérito de la UCM.</strong>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-63099230230809178252011-06-09T00:32:00.001+02:002011-06-09T00:57:43.043+02:00Las máscaras del multiculturalismo: Slavo Zizek<div align="justify"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1VmEcwjaHw6drwJQtV4rhGc5RfFulfgUvYI844jDdPLg6yuj_I4pCiIrKGU1MXVX_O3FFyqFbpdgUEQTN-8bq5qf9hCPRI9viW0F_RTdVE4jyxTFpJIQQ_CYtnm7vmW6CkLa5WoETW38B/s1600/voin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNHKY7DNNEGuZK4KgZQSRQ8h_RX8MH0UV6Bz9ML5qo2DSexvusnaCHNMOA8Su-H2WC3KspuCcYYzMz1Qd9XBDcTB-vjQRW8CECG9SGKwDf7Cp8ROhv4TIHuJ_OLZrxXAiuiH7F42eALTOb/s1600/zizek.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNHKY7DNNEGuZK4KgZQSRQ8h_RX8MH0UV6Bz9ML5qo2DSexvusnaCHNMOA8Su-H2WC3KspuCcYYzMz1Qd9XBDcTB-vjQRW8CECG9SGKwDf7Cp8ROhv4TIHuJ_OLZrxXAiuiH7F42eALTOb/s320/zizek.jpg" width="225" /></a></div><h1 class="style1" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><span class="style2"><span class="style8"><span style="color: #330000; font-size: small;"></span></span></span> </h1><div class="style1" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div>[En este artículo Zizek desenmascara muchos de los prejuicios e ideas subyacentes no sólo en ese extendido tipo de liberal multiculturalista, sino también en cierto progresismo multikulti tan en boga hoy día.]<br />
<div class="style1" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div><h1 class="style1" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><span class="style2"><span class="style8"><span style="color: #330000; font-size: small;"><span style="font-size: large;">Slavo Zizek: La tolerancia represiva del multiculturalismo</span> </span></span></span></h1><h1 class="style1" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><span class="style2"><span class="style3"><span style="color: #663300; font-size: large;"> </span></span></span></h1><div class="style6" style="margin-top: 0px;">(Artículo incluído en su libro <strong><em>“Defensa de la intolerancia”</em></strong>, Ed. Sequitur, Madrid, 2008. Traducción de J. Eraso Ceballos & A. J.Antón Fernández)</div><div class="style6" style="margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div align="justify">En nuestra era de capitalismo global, <strong>¿cuál es, entonces, la relación entre el universo del Capital y la forma Estado-Nación?</strong> "Auto-colonización", quizás sea la mejor manera de calificarla: con la propagación directamente multinacional del Capital, ha quedado superada la tradicional oposición entre metrópoli y colonia; la empresa global, por así decir, cortó el cordón umbilical con su madre-patria y trata ahora a su país de origen igual que cualquier otro territorio por colonizar. Esto es lo que tanto molesta a los patrióticos populistas de derechas, desde Le Pen a Buchanan: las nuevas multinacionales no hacen distingos entre las poblaciones de origen, de Francia o EE.UU., y las de México, Brasil o Taiwan. Tras la etapa del capitalismo nacional, con su proyección internacionalista/ colonialista, el cambio auto-referencial del actual capitalismo global, ¿no puede interpretarse como una suerte de justicia poética, una especie de "negación de la negación"? En un principio (un principio ideal, claro está), el capitalismo se quedaba en los confines del Estado-Nación, y hacía algo de comercio internacional (intercambios entre Estados-Nación soberanos); vino después la fase de la colonización, en la que el país colonizador sometía y explotaba (económica, política y culturalmente) al país colonizado; la culminación de este proceso es la actual paradoja de la colonización: sólo quedan colonias y desaparecieron los países colonizadores; el Estado-Nación ya no encarna el poder colonial, lo hace la empresa global. Con el tiempo, acabaremos todos no ya sólo vistiendo camisetas de la marca Banana Republic, sino viviendo en repúblicas bananeras. </div><div align="justify"><strong>La forma ideológica ideal de este capitalismo global es el multiculturalismo</strong>: esa actitud que, desde una hueca posición global, trata todas y cada una de las culturas locales de la manera en que el colonizador suele tratar a sus colonizados: "autóctonos" cuyas costumbres hay que conocer y "respetar". La relación entre el viejo colonialismo imperialista y la actual auto-colonización del capitalismo global es exactamente la misma que la que existe entre el imperialismo cultural occidental y el multiculturalismo. Al igual que el capitalismo global supone la paradoja de la colonización sin Estado-Nación colonizador, el multiculturalismo promueve la eurocéntrica distancia y/o respeto hacia las culturas locales no-europeas. Esto es, <strong>el multiculturalismo es una forma inconfesada, invertida, auto-referencial de racismo</strong>, un "racismo que mantiene las distancias": "respeta" la identidad del Otro, lo concibe como una comunidad "auténtica" y cerrada en sí misma respecto de la cuál él, el multiculturalista, mantiene una distancia asentada sobre el privilegio de su posición universal. El multiculturalismo es un racismo que ha vaciado su propia posición de todo contenido positivo (el multicuIturalista no es directamente racista, por cuanto no contrapone al Otro los valores particulares de su cultura), pero, no obstante, mantiene su posición en cuanto privilegiado punto hueco de universalidad desde el que se puede apreciar (o despreciar) las otras culturas. <strong>El respeto multicultural por la especificidad del Otro no es sino la afirmación de la propia superioridad.</strong> </div><div align="justify">Y, ¿qué decir del contra-argumento más bien evidente que afirma que la neutralidad del multiculturalista es falsa por cuanto antepone tácitamente el contenido eurocéntrico? Este razonamiento es correcto, pero por una razón equivocada. El fundamento cultural o las raíces sobre los que se asienta la posición universal multiculturalista no son su "verdad", una verdad oculta bajo la máscara de la universalidad ("el universalismo multicultural es en realidad eurocéntrico..."), sino más bien lo contrario: <strong>la idea de unas supuestas raíces particulares no es sino una pantalla fantasmática que esconde el hecho de que el sujeto ya está completamente "desenraizado", que su verdadera posición es el vacío de la universalidad</strong>. </div><div align="justify">Recordemos el ejemplo citado por Darian Leader del hombre que va a un restaurante con su ligue y dirigiéndose al camarero pide no "¡Una mesa para dos!" sino "¡Una habitación para dos!". Quizá, la clásica explicación freudiana ("¡Claro!, ya está pensando en la noche de sexo, programada para después de la cena...") no sea acertada: la intrusión de la soterrada fantasía sexual es, más bien, la pantalla que sirve de defensa frente a una pulsión oral que para él reviste más peso que el sexo.' La inversión reflejada en esta anécdota ha sido escenificada con acierto en un spot publicitario alemán de los helados Magnum. Primero vemos a una pareja de jóvenes de clase obrera abrazándose con pasión; deciden hacer el amor y la chica manda al chico a comprar un preservativo en un bar junto a la playa. El chico entra en el bar, se sitúa ante la máquina expendedora de preservativos pero de pronto descubre, junto a ésta, otra de helados Magnum. Se rasca los bolsillos y saca una única moneda, con la que sólo puede comprar o el preservativo o el helado. Tras un momento de duda desesperanzada, lo volvemos a ver lamiendo con fruición el helado; y aparece el rótulo: "¡A veces no hay que desviarse de lo prioritario!". Resulta evidente la connotación fálica del helado: en el último plano, cuando el joven lame el helado, sus movimientos rápidos evocan una intensa felación; la invitación a no invertir las propias prioridades tiene así también una clara lectura sexual: mejor una experiencia casi homoerótica de sexo oral que una convencional experiencia heterosexual... </div><div align="justify" style="margin-bottom: 0px;">En su análisis de la revolución francesa de 1848 (en <em>La lucha de clases en Francia</em>), Marx presenta un ejemplo parecido de doble engaño: el Partido del Orden que asumió el poder después de la revolución apoyaba públicamente la República, pero, en secreto, creía en la restauración; aprovechaba cualquier ocasión para mofarse de los ritos republicanos y para manifestar "de qué parte estaba". La paradoja, sin embargo, estaba en que la verdad de sus acciones radicaba en esa forma externa de la que en privado se burlaba: esa forma republicana no era una mera apariencia exterior bajo la cual acechaba un sentimiento monárquico, sino que su inconfesado apego monárquico fue lo que les permitió llevar a cabo su efectiva función histórica: instaurar la ley y el orden republicanos y burgueses. Marx recuerda cómo los integrantes del Partido del Orden se regocijaban con sus monárquicos "despistes verbales" contra la República (hablando, por ejemplo, de Francia como un Reino, etc.): esos "despistes" venían a articular las ilusiones fantasmáticas que hacían de pantalla con la que esconder ante sus ojos la realidad social de lo que estaba ocurriendo en la superficie. </div><div align="justify" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><br />
<em>Mutatis mutandis</em>, lo mismo cabe decir del capitalista que se aferra a una determinada tradición cultural por considerarla la razón secreta del éxito (como esos ejecutivos japoneses que celebran la ceremonia del té y siguen el código del bushido o, inversamente, el periodista occidental que escudriña el íntimo secreto del éxito japonés): <strong>este referirse a una fórmula cultural particular es una pantalla para el anonimato universal del Capital</strong>. Lo verdaderamente terrorífico no está en el contenido específico oculto bajo la universalidad del Capital global, sino más bien en que el Capital es efectivamente una máquina global anónima que sigue ciegamente su curso, sin ningún Agente Secreto que la anime. <strong>El horror no es el espectro (particular viviente) dentro de la máquina (universal muerto), sino que la misma máquina (universal muerto) está en el corazón de cada espectro (particular viviente). </strong></div><div align="justify" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px;"><br />
Se concluye, por tanto, que <strong>el problema del imperante multiculturalismo radica en que proporciona la forma (la coexistencia híbrida de distintos mundos de vida cultural) que su contrario (la contundente presencia del capitalismo en cuanto sistema mundial global) asume para manifestarse:</strong> <strong>el multiculturalismo es la demostración de la homogeneización sin precedentes del mundo actual</strong>. Puesto que el horizonte de la imaginación social ya no permite cultivar la idea de una futura superación del capitalismo -ya que, por así decir, todos aceptamos tácitamente que el capitalismo está aquí para quedarse-, es como si la energía crítica hubiese encontrado una válvula de escape sustitutoria, un exultorio, en la lucha por las diferencias culturales, una lucha que deja intacta la homogeneidad de base del sistema capitalista mundial. El precio que acarrea esta <strong>despolitización de la economía</strong> es que la esfera misma de la política, en cierto modo, se despolitiza: <strong>la verdadera lucha política se transforma en una batalla cultural por el reconocimiento de las identidades marginales y por la tolerancia con las diferencias</strong>. No sorprende, entonces, que la tolerancia de los multiculturalistas liberales quede atrapada en un círculo vicioso que simultáneamente concede DEMASIADO y DEMASIADO POCO a la especificidad cultural del Otro: </div><div align="justify" style="margin-top: 0px;"><br />
-Por un lado, <strong>el multiculturalista liberal tolera al Otro mientras no sea un Otro REAL</strong> sino el Otro aséptico del saber ecológico premoderno, el de los ritos fascinantes, etc.; pero tan pronto como tiene que vérselas con el Otro REAL (el de la ablación, el de las mujeres veladas, el de la tortura hasta la muerte del enemigo...), con la manera en que el Otro regula la especificidad de su jouissance, se acaba la tolerancia. Resulta significativo que el mismo multiculturalista que se opone por principio al eurocentrismo, se oponga también a la pena de muerte, descalificándola como rémora de un primitivo y bárbaro sentido de la venganza: precisamente entonces, queda al descubierto su eurocentrismo (su condena de la pena de muerte es rigurosamente "eurocéntrica", ya que la argumenta en términos de la idea liberal de la dignidad y del sufrimiento humanos y depende del esquema evolucionista según el cual las sociedades se desarrollan históricamente desde la primitiva violencia hacia la moderna tolerancia y consiguiente superación del principio de la venganza); <br />
<br />
-Por otro lado, <strong>el multiculturalista liberal puede llegar a tolerar las más brutales violaciones de los derechos humanos o, cuando menos, no acabar de condenarlas por temor a imponer así sus propios valores al Otro.</strong> Recuerdo, cuando era joven, esos estudiantes maoístas que predicaban y practicaban "la revolución sexual": cuando alguien les hacía notar que la Revolución Cultural promovía entre los chinos una actitud extremadamente "represiva" respecto a la sexualidad, respondían de inmediato que la sexualidad tenía una relevancia muy distinta en su mundo y que no debíamos imponerles nuestros criterios sobre lo que es o no "represivo": la actitud de los chinos hacia la sexualidad era "represiva" sólo desde unos criterios occidentales... ¿No encontramos hoy actitudes semejantes cuando los multiculturalistas desaconsejan imponer al Otro nuestras eurocéntricas ideas sobre los derechos humanos? Es más, ¿no es esta falsa "tolerancia" a la que recurren los portavoces del capital multinacional para legitimar su principio de "los negocios son lo primero"? </div><div align="justify"><br />
<strong>La cuestión fundamental es entender cómo se complementan estos dos excesos</strong>, el DEMASIADO y el DEMASIADO POCO. Si la primera actitud no consigue entender la específica jouissance cultural que incluso una "víctima" puede encontrar en una práctica propia de su cultura que a nosotros nos resulta cruel y bárbara (las víctimas de la ablación a menudo la consideran una manera de recuperar su dignidad como mujeres), la segunda, no consigue entender que el Otro puede estar íntimamente dividido, es decir, que lejos de identificarse llanamente con sus costumbres, puede querer alejarse de ellas y rebelarse: entonces la idea "occidental" de los derechos humanos universales bien podría ayudar a catalizar una auténtica protesta contra las imposiciones de su cultura. No existe, en otras palabras, una justa medida entre el "demasiado" y el "demasiado poco". Cuando el multiculturalista responde a nuestras críticas con desesperación: "Cualquier cosa que haga es equivocada: o soy demasiado tolerante con las injusticias que padece el Otro, o le impongo mis valores. Entonces, ¿qué quieres que haga?", debemos responderle: "¡Nada! Mientras sigas aferrado a tus falsos presupuestos, no puedes efectivamente hacer nada!". El multiculturalista liberal no consigue comprender que cada una de las dos culturas activas en esta "comunicación" es prisionera de un antagonismo íntimo que le impide llegar a ser plenamente "sí misma" --<strong>que la única comunicación auténtica es la de "la solidaridad en la lucha común", cuando descubro que el atolladero en el que estoy es también el atolladero en el que está el Otro</strong>. ¿Significa esto que la solución está en admitir el carácter "híbrido" de toda identidad? </div><div align="justify" style="margin-bottom: 0px;"><br />
Resulta fácil alabar <strong>la naturaleza híbrida del sujeto migrante postmodemo</strong>, sin raíces étnicas y fluctuando libremente por entre distintos ámbitos culturales. Por desgracia, <strong>se confunden aquí dos planos político-sociales totalmente distintos</strong>: por un lado, el licenciado universitario cosmopolita de clase alta o media-alta, armado oportunamente del visado que le permite cruzar fronteras para atender sus asuntos (financieros, académicos ...) y "disfrutar de la diferencia"; del otro, el trabajador pobre (in)migrante, expulsado de su país por la pobreza o la violencia (étnica, religiosa) y para el cual la elogiada "naturaleza híbrida" supone una experiencia sin duda traumática, la de no llegar a radicarse en un lugar y poder legalizar su status, la de que actos tan sencillos como cruzar una frontera o reunirse con su familia se conviertan en experiencias angustiosas que exigen enormes sacrificios. Para este sujeto, perder las formas de vida tradicionales supone un gran trauma que trastoca toda su existencia, y decirle que debería disfrutar de lo híbrido, de una identidad que fluctúa a lo largo del día, decirle que su existencia es en sí misma migrante, que nunca es idéntica a sí misma, etc., es de un cinismo semejante al de la exaltación (en su Versión vulgarizada) de Deleuze y Guattari del sujeto esquizoide, cuya rizomática y pulverizada vida haría estallar la pantalla protectora, paranoide y "protofascista", de la identidad fija y estable. <strong>Lo que para el (in)migrante pobre es una situación de extremo sufrimiento y desesperación, el estigma de la exclusión, la incapacidad de participar en la vida de su comunidad, se celebra -por parte del distante teórico postmoderno, adaptado y "normal" -como la definitiva afirmación de la máquina subversiva del deseo.</strong><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1VmEcwjaHw6drwJQtV4rhGc5RfFulfgUvYI844jDdPLg6yuj_I4pCiIrKGU1MXVX_O3FFyqFbpdgUEQTN-8bq5qf9hCPRI9viW0F_RTdVE4jyxTFpJIQQ_CYtnm7vmW6CkLa5WoETW38B/s1600/voin.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" r6="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1VmEcwjaHw6drwJQtV4rhGc5RfFulfgUvYI844jDdPLg6yuj_I4pCiIrKGU1MXVX_O3FFyqFbpdgUEQTN-8bq5qf9hCPRI9viW0F_RTdVE4jyxTFpJIQQ_CYtnm7vmW6CkLa5WoETW38B/s200/voin.jpg" width="135" /></a><strong>ENLACES:</strong><br />
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<a href="http://es.scribd.com/doc/21191875/SLAVOJ-%C5%BDI%C5%BDEK-En-defensa-de-la-intolerancia">Texto completo "Defensa de la intolerancia" de S. Zizek.</a><br />
</div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-32632969895871199472011-06-06T00:28:00.000+02:002011-06-06T00:28:17.375+02:00Tertulia Política No. 280 Ateneo de Madrid - AGC<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8wFfnAiZR8c7v3HpkHCUzhhB83ZTZpfMjsies-glEw4nw66DGerzOtPjR49uRO4v1TURyC1l9Ki5wXQoreqDxfeCI3v6nZcK9_Y_F86bT09Ed70gJ8WRkkU74jNEJJR4XawbYqPFIoksl/s1600/AGC+ATENEO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8wFfnAiZR8c7v3HpkHCUzhhB83ZTZpfMjsies-glEw4nw66DGerzOtPjR49uRO4v1TURyC1l9Ki5wXQoreqDxfeCI3v6nZcK9_Y_F86bT09Ed70gJ8WRkkU74jNEJJR4XawbYqPFIoksl/s320/AGC+ATENEO.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
<strong>Tertulia Política número 280 </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>4 de mayo de 2011 </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ateneo de Madrid</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Agustín García Calvo</strong></div><div></div><div>Donde se habla de :</div><ul><li><strong>La imposición de ordenaciones superiores, que entorpecen a otras inferiores más hábiles.</strong></li>
<strong> </strong>
<li><strong>El de las drogas como caso de conflicto entre la aceptación del Orden establecido, y la vida que está por debajo de Él.</strong></li>
<strong> </strong>
<li><strong>Descripción de las fases por las que pasa el adicto a las drogas.</strong></li>
<li><strong>Debate.</strong></li>
</ul><div></div><div> Repaso un poco por dónde iban las dos o tres últimas sesiones, también para los que estén hoy de nuevas aquí. Estábamos descubriendo <strong>cómo eso del Orden</strong>, <strong>las ordenaciones</strong>, se nos presentaban como en<strong> </strong>una especie de niveles que se superponían el uno al otro, de tal forma que el nivel superior (se supone que el más cercano a conciencia y el más manejable desde Arriba, por el Poder), supera a niveles de ordenación que había antes, inferiores, y que descubrimos que tal vez eran en algún sentido más sabios; más sabios que los niveles superiores, de forma que <strong>la ordenación superior va destruyendo y ocultando ordenaciones anteriores, inferiores, tal vez más hábiles</strong>. Os había puesto aquí el ejemplo, que no penetra más que hasta la subcosciencia humana, de cómo la escritura,<strong> la atención a la escritura</strong>, las reglas de escritura, las reglas de estilo, las reglas de puntuación,<strong> se superponen a una ordenación que hay de veras en la lengua hablada y corriente misma</strong>, esa lengua que es lo que sabe cualquiera en la medida en que no sabe que lo sabe, una <strong>subcosciencia común a los hablantes de cada lengua</strong>, de tal forma que esa imposición de las reglas académicas, escolares, desde Arriba, lo que hace es impedir, entorpecer, y ocultar, la ordenación de veras que hay en la lengua: <strong>las reglas de puntuación ocultan la regulación de los tonos,</strong> de las variaciones de tono en número limitado que en la lengua rigen, que puntúan en el aire, sin que nadie sepa cómo.</div><div></div><div>Otros ejemplos podríamos poner: por ejemplo, comparad a los animales domesticados, a los caballos, o perros, o los que sea, a los que se les han impuesto reglamentos para andar, hasta para hacer una imitación de la danza, y recordad la gran tristeza que este espectáculo en el circo le produce a cualquiera que se mantenga vivo, y eso está imponiéndose a, y ocultando, la ordenación que hay por debajo, que es evidente, porque cualesquiera bichos y cualesquiera cosas, de alguna manera saben cómo deben moverse, cómo les es mejor en cuanto a rapidez, en cuanto a lentitud, en cuanto a otras condiciones del movimiento, sin que nadie se lo haya enseñado, sin que nadie se lo imponga, pero que está ahí evidentemente como una ordenación.</div><div></div><div>No hay tiempo para sacar otros ejemplos, después si queréis volveremos sobre ello, pero por ahora me contento con eso. Hay una pregunta que se impone enseguida: <strong>puesto que esas ordenaciones de los movimientos no están ordenadas desde Arriba, no están ordenadas por el Hombre, no están ordenadas desde la conciencia ni desde el Poder</strong>, <strong>¿cómo es que los animales, y los árboles, y los astros, saben lo que deben hacer, lo que les conviene,</strong> lo mejor que pueden hacer en cada momento, como es evidente que lo saben? Y si somos sinceros, lo saben mucho mejor que nosotros, que para cualquier asunto estamos obligados a tomar decisiones coscientes, deliberadas, voluntarias, todo eso que evidentemente tenemos que suponer que es ajeno al funcionamiento de las bestias, de las hierbas, de los árboles, de los astros. Bueno, supongo que los que me acompañáis tienen a esto ya una respuesta: que<strong> eso lo aprenden de la propia guerra</strong>, es decir, la Realidad, que consiste en una contradicción entre lo que de Arriba viene, el imperativo de Dios, por decirlo en una palabra, y lo que desde abajo se resiste a esa ordenación. No hay más realidad que ésa, ésa es donde estamos, en la que estamos nosotros, las bestias, los árboles, los astros.... <strong>No hay más realidad que esa contradicción</strong>, ese encuentro entre lo de Arriba y lo de abajo, y es por tanto eso que con un término anticuado se puede llamar <strong>“lucha por la existencia”,</strong> esa guerra, la que enseña a cada una de las cosas más o menos diferenciadas, más o menos determinadas como cosas diferentes, en cada momento lo mejor que puede hacer. <strong>Ésa es la sabiduría que queda por debajo</strong>.</div><div></div><div>Tengo que ir un poco deprisa, para pasar a otras cosas. Hasta ahora os presento en este recordatorio la cosa <strong>como si se tratara de una gradación de niveles de ordenación</strong>, de los cuales la superior va tapando, ocultando, desconcertando, a la ordenación inferior. <strong>Pero la nuestra es la más alta de todas, ésta es la cuestión. La nuestra, la de la conciencia humana</strong>, la del Hombre que se pretende rey y señor de todas las cosas, ésta es la más alta de todas, la más sublime, <strong>y ésta es por tanto la más obediente</strong>, ésta es la más de Dios, como recordáis, quitando todo tinte religioso, concentrando en la palabra “Dios” todo lo que suena a Poder, Arriba, Imperio desde Arriba, etc. Es la más de Dios, la más obediente. Porque <strong>es una observación política</strong> que creo que no hace falta repetir mucho, <strong>lo de que el ascenso en el Poder quiere decir en verdad un ascenso en la obediencia, en la fe: los que más mandan en este mundo son los más obedientes</strong>. No creo que esto os estrañe; desde luego a los que me acompañan desde hace tiempo, no, pero espero que a los demás tampoco: en eso consiste el ascenso en el Poder, en eso consisten los grados de Poder: los que más mandan son los que más obedecen, los más obedientes, los más fieles, los más acordes con la fe en Dios, es decir, en el Orden Supremo, en lo que viene de Arriba. Bueno, es esta condición la que a nosotros, que coincide que estamos metidos en la Realidad, y desde ahí tenemos que partir, nos hace, en esta tertulia política, <strong>lanzar nuestros ataques precisamente contra esa pretensión de la ordenación suprema.</strong> Como en tantas otras cosas estamos aquí, <strong>en nombre de el pueblo-que-no-existe, pero que lo hay, y que se le oye, debatiéndonos contra el Hombre, tanto el Hombre en general como el Individuo en particular, que son todo lo contrario:</strong> <strong>lo que mata a lo que nos queda de pueblo, de subcosciente, y por más abajo de la subcosciencia, lo que nos queda de animal, de pretendidamente natural</strong>. Ése es el sentido de la lucha que nos traemos. No hago más recordatorio; si a alguno de los que han llegado hoy le quedan muchas dudas respecto a lo que tan brevemente he recordado, ya me lo harán saber enseguida. </div><div></div><div>Al final de la última sesión pasábamos desde allí a esto que os presentaba recordando mis propios recuerdos (no Historia, sino recuerdos) de los años 65-68, del levantamiento de hijos de burgueses, de estudiantes por todos los centros y ciudades avanzados del mundo, Tokio, California, hasta Madrid, y después finalmente el mayo francés, antes lo de Alemania, y cosas así. Bueno, pues os decía que <strong>este régimen que hoy padecemos, </strong>en el que estamos metidos, es el régimen que se estaba estableciendo en esos años,<strong> pretendiendo ser una superación de imperfecciones anteriores, como era sobre todo la separación entre el Estado y el Capital,</strong> entre los gobiernos y los comerciantes. Ése era el impedimento. El muro de Berlín tardó en caer un poco más de esos años, pero bueno, prácticamente en los 60 estaba cayendo, se estaban superando las imperfecciones, y el régimen que hoy padecemos, que es justamente el de <strong>la identificación descarada del Capital con el Estado</strong>, es justamente el que se estaba estableciendo en esos años, de manera que creo que no me equivoco cuando interpreto el i n e s p e r a d o (esto es lo importante), el inesperado levantamiento de tanta gente entre los jóvenes, entre los menos formados, por el mundo, en el sentido de que de alguna manera, más o menos oscura o más o menos lúcidamente, percibían qué era lo que se nos estaba imponiendo, lo que se nos venía encima: <strong>el más perfecto de los regímenes</strong>. Ya recordáis que aquí a los regímenes los llamamos sin más Administración de Muerte, que quiere decir lo mismo que Administración de Futuro. Eso era justamente lo que ellos debían sentir que nos estaba viniendo encima, y eso es lo que para mí esplica aquel pronunciamiento inesperado entre tanta gente en las partes, los sitios más avanzados del régimen en aquel entonces. Fue en el 65 cuando la ola llegó a Madrid, y yo me dejé arrastrar por ella con una alegría como nunca he tenido (que me costó lo que me costó, pero que no deja de ser una alegría), y os volvía a recordar que cualquier cosa que me oigáis decir, cualquier cosa que de las estoy haciendo ahora, viene de lo que aprendí entre los estudiantes en rebeldía en aquellos años, desde el 65 y poco más. </div><div></div><div>Bueno, pues a nuestra cuestión, el decaimiento, el amansamiento, la anulación, de ese levantamiento de los estudiantes... que tiene esa principal gracia, la de ser imprevisto: ni los gobiernos y sus medios de represión, ni los partidos clásicos establecidos entre los estudiantes podían haber previsto nada de eso. Ese levantamiento, bueno, en los años 70, en el año 70 o poco más, empezó a quedar amortiguado, y desde el punto de vista de los doctos que examinan las cosas desde fuera, fue “el fracaso”, terminó en el fracaso. Una estupidez, porque pensar en aquello como un fracaso implica pensar que los estudiantes pretendían un éxito, igual que los comerciantes, igual que los ejecutivos del Poder que ellos conocen. Pero no se trataba de eso: <strong>en mi sentir el levantamiento era precisamente contra el Futuro, que quiere decir lo mismo que contra la muerte</strong>, siendo así que el Futuro es lo que el régimen tiene que tener en primer lugar para cumplir su función de administrar la muerte-siempre-futura. De manera que en ese sentido <strong>es una estupidez pensar lo de “fracaso”, pero sí podemos decir que aquello quedó en una ilusión, y quedó en Historia</strong>. Puede que os resulte un poco chocante que junte esos dos palabras, pero tengo empeño en que las juntéis: ilusión, Historia.</div><div></div><div>Aquello efectivamente pudo sentirse enseguida como una desilusión, lo cual quiere decir que <strong>el levantamiento mismo</strong>, que había sido tan vivo, tan palpitante, <strong>quedaba reducido a una ilusión</strong>. Pues eso es <strong>lo mismo que se llama Historia</strong>, y a aquellos de vosotros que tal vez ni siquiera habíais nacido por aquel entonces, cuando os cuentan algo de esto, lo que os estarán contando es justamente una historia. Les gusta mucho, porque saben que <strong>si la cosa se cuenta como una historia, no pasa nada</strong>; no pasa nada, no hay ningún peligro, no va a pasar nada: los muertos, una vez encerrados bajo su lápida y con las fechas de nacimiento y muerte, y el guión, son pacíficos, ya no le van a dar guerra a nadie, o al menos ésa es la ilusión que rige el Poder, y así también con los acontecimientos, más o menos inesperados, más o menos vivos, que se puedan producir: <strong>quedan hechos Historia, quedan convertidos en una ilusión pasajera.</strong> </div><div></div><div>Pero ahora, de lo que trataba de hablaros el otro día, es que esa desilusión, sobre todo de los participantes, de los que habían estado enfrentándose a la Autoridad, huyendo delante de la policía y todo eso, durante los años 60, o si no a ellos, a sus hermanitos más pequeños, <strong>esa desilusión era real</strong>, y es de ese estado de desilusión del año 70 y siguientes de lo que estaba tratando de hablaros a nuestro propósito. Esa desilusión tiene que ver con lo que ya el otro día al final os prometía que íbamos a tratar, que era, <strong>entre los modos de reintegración al Orden que el Poder se buscó durante los años sucesivos,</strong> una vez que se hizo cargo de lo inesperado de aquel alzamiento, uno de los medios yo ya en los años 70 estando en París <strong>lo reconocía en la droga, en la adición a las drogas</strong>, y en último término a la droga heroica, a la heroína, pasando por los pasos intermedios. Los que ni siquiera habíais nacido en esos años, y también los mayores, seguramente os dais cuenta de que hoy día eso de la droga está muy marginado, es muy secundario, no cuenta, no da grandes problemas, solo de vez en cuando alguna noticia en los periódicos, pero en los años 70 y 80 era una cosa muy grave. Estando en París, aunque yo no participé de lleno ni mucho menos en las esperiencias, pero estaba rodeado de gente, de amigos que habían estado en aquella revuelta de los 60, y que sí que habían entrado por el camino de la droga, de la esperiencia de la droga. Vi ilusionarse, padecer, y hasta morir, a unos cuantos de ellos, lo bastante para animarme. Primero ilusionarse hablándote, vendiéndote las drogas como si fueran una especie de camino hacia el Paraíso, es decir, que <strong>se desarrollaba algo como una mística en torno a las esperiencias</strong>, desde las más inocentes del jachís o marijuana, pasando por el ácido lisérgico, hasta llegar a la esperiencia, repentina y sublime, de la heroína. Una especie de mística, que claro, los que no estábamos muy metidos en ello nos resultaba un poco vana o frívola, pero la respuesta es como siempre en cualquier religión o mística: <strong>“¡es que tu no tienes la esperiencia!”</strong>. Yo efectivamente no había llegado a la heroína, me contenté con disfrutar un par de veces de las maravillas del ácido lisérgico, de los viajes, lo bastante para enterame un poco de por dónde iba la cosa. Pero la ilusión se había puesto ahí, <strong>la ilusión de la remoción inesperada de los años 60 se había puesto ahí para muchos, y esta ilusión traía consigo naturalmente, pues el esclavizamiento, el deterioro, y la muerte de vez en cuando de alguno de los participantes</strong>. Era lo bastante para animarme, y en aquel entonces ya saqué (podéis leerlo, republicado) un “de los modos de integración del pronunciamiento estudiantil de los años 60”, entre los cuales, aunque con poca esperiencia, ponía lo de la droga.</div><div></div><div>Pues bien, os decía que el otro día Isabel y yo habíamos visto una película (ahora se que es justamente del año 81), una película llamada “Yo, Cristina F.”. Así está en la versión española, porque es alemana, de un Uli Edel, hecha en Berlín, y en Berlín suceden los hechos, en el año 81. De manera que la película refiere, recoge, lo que os estoy diciendo de los años 60: es la historia de una muchacha, una niña casi, de 14 años, que a través del relumbrón de la gran discoteca establecida en Berlín, llamada “Soul”, entra en el mundo de la droga, entra, en enamoramiento con otro adolescente, y los dos pican naturalmente en ello de la manera que se sabe, y pasan por todas las sucesivas fases que la adición trae consigo, y de las que os quiero hablar.</div><div></div><div>En contra de todo lo que os cuenten acerca de <strong>en qué consisten esa adición a la droga</strong>, o cualesquiera otras, voy a intentar presentaros <strong>una especie de ciclo de causas, ciclo de falsas causas</strong>, de falsas causas cíclicas, que después de lo que os he referido aparecerá, espero, bastante claro. <strong>Es el vacío, el vacío que la gran alegría de los años 60 trajo consigo, la desilusión. Es la desilusión, el vacío, lo que mueve en primer lugar hacia esta dedicación a la droga.</strong> Supongo que lo encontraréis bastante lógico, <strong>porque el vacío mueve, el vacío es un motor de muchas cosas, y incluso hasta en Física, retornando a la Física de Epicuro y Lucrecio, de los antiguos, se ve cómo en la subrealidad o submundo, donde no hay más que átomos y vacío, el primer motor</strong>...ni Dios, ni nada: <strong><em>el primer motor es el vacío</em>, la absoluta falta de resistencia</strong>, la que hace que los átomos no puedan menos de estarse continuamente moviendo de acá para allá, cayendo, chocando, y todo lo demás. Bueno, pues aplicad esto a las conductas de este tipo de cosas que los hombres somos, y encontraréis bastante natural que el vacío, un gran vacío producido, lleve a buscar...algo que lo llene. Se ha llegado a percibir, al terminar el movimiento de los estudiantes, lo vana y lo falsa que era la moral de los padres y de todo el Orden. Ésta es la () de los que habían andado: <strong>nunca se debía haber percibido de una manera tan clara la hartura, el hastío de esta ordenación moral </strong>en que se les había educado, y eso les lleva justamente a encontrar otra cosa,<strong> una esperiencia que le de al sujeto la impresión</strong>, y una impresión muy real, y además muy rápida, muy repentina,<strong> de vida de veras, de descubrimiento de lo que por debajo de ese Orden moral y político</strong> de los padres podía haber de vida. <strong>Ésta era la promesa de la droga</strong>, y efectivamente no nos interesa mucho entrar en los mecanismos y requisitos químicos que hacen que una especial disolución del sistema nervioso pueda favorecer la esperiencia: tiene que ser así, porque estamos dentro de la Realidad, pero no es tal vez muy importante analizar los mecanismos, requisitos, químicos, que lo determinan. El caso es que se esperimenta algo como vida, que se desdice completamente de lo que en la vida corriente a los niños y niñas, a los adolescentes, se les estaba vendiendo como vida. ¿Cómo no van a ir a buscarlo? ¿Cómo el vacío no va a llevar a encontrar esa plenitud que en el último termino proporciona, un momento, rapidísimamente, la heroína misma? </div><div></div><div>Pues así es la cosa, y sigo por tanto con <strong>el ciclo de las falsas causas</strong>. Naturalmente, <strong>esta dedicación o entrega a las diversas drogas sucede dentro de la Realidad</strong>: partimos para cualquier cosa de la Realidad, y esta tertulia política mismo, que es contra la Realidad, se está produciendo dentro de la Realidad, y hay que contar por tanto con las condiciones de la Realidad. Es decir, “dentro de la Realidad”, que es lo mismo que dentro del Tiempo, fundamento de la Realidad, primera realidad, el Tiempo contado, el de los calendarios y los relojes, un Tiempo que no es de verdad lo que está pasando, pero que es lo que se cuenta, es el Tiempo del Futuro, el Tiempo de la Historia, el Tiempo de los plazos, de los tráficos comerciales, de las medidas gubernamentales,...en fin, el Tiempo real, el establecido. <strong>Las esperiencias de la droga también se producen ahí, y entonces, pues cuando termina la esperiencia</strong> (tanto más cuanto más poderosa es la droga correspondiente), <strong>cuando termina la esperiencia, lo que tiene que quedar es un vacío mayor todavía que aquel de que se partía.</strong> Supongo que también esto lo encontráis lógico: al recaer en la vida cotidiana, al recaer en la vida del colegio, de la casa de los padres y demás, <strong>el vacío, la vanidad de toda esa ordenación moral y política, el vacío, tiene que sentirse de una manera mucho más potente, mucho más inmediata</strong>. Consecuencia de esto es que el que ha caído en estas esperiencias no quiera otra cosa sino volver; volver a la esperiencia. En los años 70 a los que me estoy refiriendo <strong>se decía “manque”, falta, para ese vacío renovado que resultaba insoportable</strong>. Manque de alguien que esté ya adicto a la heroína, se presenta como algo intolerable, un vacío que hay que llenar sea como sea. <strong>Manque, la falta.</strong> </div><div></div><div>Y entonces, fijaos bien en esta cadena que ahora os presento: <strong>entonces el sujeto</strong>, el niño o la niña, el muchacho o la muchacha de que se está tratando, <strong>se escinde, de una manera más clara que nunca, en dos</strong>. En la película lo presentan costantemente a Cristina con su amigo y los demás, ya caídos en la adición: hay uno en uno, <strong>hay en uno, uno, que siente el horror de la esperiencia, tanto más horrible cuanto más sublime, y quiere volver a la normalidad</strong>. “Dejarlo”, es el término. “Dejarlo”, “quedar limpio”, “limpiarse”, es una aspiración que aparece una y otra vez, y efectivamente, en nombre de eso, lleva, pues a conseguir, trabajosamente, dejarlo por unos pocos días...para recaer, en la mayor parte de los casos, cuando el esfuerzo por dejarlo se hace demasiado tremendo; <strong>volver a caer, porque entretanto, por debajo, en uno hay otro que naturalmente no se olvida de lo que era el esperimento de la vida que la droga le proporcionaba, y no deja de sentir el odio a la vanidad y al vacío del Orden doméstico o colegial en que se ha venido a caer, y que por tanto va a lo otro. </strong></div><div></div><div>En cada uno de nosotros pasan estas cosas de que hay dos, ya lo hemos dicho muchas veces, <strong>pero resulta que la esperiencia de la droga pone esto muy en carne viva</strong>, lo hace percibir de una manera especialmente descarnada:<strong> hay dos, uno que quiere limpiarse, volver a la normalidad, y el otro que no aguanta,</strong> sea como sea, y que quiere volver a vivir la vida, lo que la heroína o los demás le daban como vida, lo contrario de lo que no se vivía en la vida corriente. Pero estamos en la Realidad, y <strong>la Realidad, y el Poder mismo, tienen vías, y desarrollan vías, para satisfacer ese ansia, para curar el manque del drogadicto.</strong> <strong>Tiene vías. ¿Cuáles? Las de siempre: las comerciales</strong>; las comerciales son las vías, y ni en la película que os comento ni en ningún sitio aparece otra: la vía es comprarlo, porque lo venden. Comprarlo, porque lo venden: hay un mercado, más o menos subterráneo, que está en la película bien representado en los alrededores de la gran estación de Berlín, un mercado con sus vendedores, sus camellos, y todo lo demás, y naturalmente se trata nada más de, para volver a la esperiencia de la vida, comprar la droga que lleva a la esperiencia. Esto, aunque resulte tan chocante, supongo que según os lo voy contando es lógico, no es tan chocante. Normalmente estos chicos de pocos años no tienen oficio ni beneficio, no tienen dinero, pero el dinero se busca, se aprenden maneras de buscar el dinero que hace falta, por cualquier medio, <strong>y en último término por el de la prostitución, vendiéndose uno mismo,</strong> que es naturalmente también una consecuencia lógica, profundamente lógica, de lo que estoy diciendo: ¿para qué otra cosa puede servir uno más que para venderse, para que con eso se pueda comprar aquello que a uno le lleve a la esperiencia de la vida? Éstas paradojas y contradicciones son las que nos interesa presentar aquí.</div><div></div><div>Bueno, la película está dedicada al final, que se presentan letreros con dedicación, a dos muchachos de 17 años y una muchacha de 14 que habían perecido durante esos años pasados justamente en los trances que acabo de contaros, y que en la película representan Cristina y sus amigos. El letrero del final de la película dice que habían muerto “por no tener la fuerza”...se entiende, “para dejarlo”. Esto, claro, es un error; del cinematurgo, pero un error muy comprensible: tal como os he presentado la cosa ya comprendéis que la apelación a la fuerza, es decir,<strong> la fuerza de voluntad para dejarlo, no tiene ningún sentido, es un engaño</strong>: de aquellas fúnebres ristras de muchachos y muchachas de los 70, pues los que cayeron, cayeron, y los que sobrevivieron, sobrevivieron, y esto por una cantidad de factores que no es cosa de enumerar ni de rebuscar ahora, pero desde luego decir que por falta de voluntad, por no tener la fuerza para dejarlo, es un error.</div><div></div><div>Bueno, voy a dejar pronto que me digáis todo lo que se os ocurre respecto a esto, pero tengo que haceros notar esto que estoy sacando aquí, porque es efectivamente una caricatura, una exageración, por más que sea una caricatura trágica, de lo que pasa ahora corrientemente; de lo que pasa corrientemente, de manera que si en esta tertulia política lo saco, <strong>es por si puede efectivamente ayudar a sentir lo que de ordinario no se siente, que es justamente esa especie de guerra en uno mismo entre la sumisión al Orden Superior, la sumisión al Futuro marcado, y la rebelión contra Él, y la busca de algo que hay por debajo de ese Orden, que es la vida</strong>. Los que me estáis oyendo ahora, seguramente...tenéis que confesar que os encontráis contentos de que actualmente no pasen esas cosas. Efectivamente el Imperio de la droga tal como lo he recordado no puede compararse, no queda más que unos restos muy mansos, dando lugar a alguna noticia de vez en cuando, pero nada que sea como todo esto, y os encontraréis muy contentos la mayoría, a la que pertenecemos, yo también, de que efectivamente eso haya pasado y hayamos vuelto al Orden; al Orden de los padres, al Orden anterior al de los años 60, y el que después se ha establecido. <strong>Es gracias a esa reintegración al Orden de cosas inesperadas,</strong> como el levantamiento estudiantil de los 60, es gracias a esa reintegración al Orden, a esa historificación de lo que pasó en los años 60, lo mismo en forma de historias que de sociologías que de novelas,<strong> es de eso de lo que hoy estamos tan felices, vivimos así de bien, contemporáneamente.</strong></div><div></div><div>-¡Es una barbaridad lo que estás diciendo, Agustín...!</div><div></div><div>A-No te precipites, que te voy a dar toda la palabra, no hay prisa. Conviene que se sepa que <strong>de la reintegración al Orden de aquello que inesperadamente surgió en los años 60</strong>, y que me tocó vivir, y por lo que me dejé arrastrar, es a la reintegración al Orden de eso, pasando unas veces por lo de la droga, otras veces simplemente, pues por unas formas de moral más dulces, más tolerables, que las de los años 50...que son aquellas de vuestros padres o abuelos, ¿eh?, aquellos en que las mujeres no tenían pilula, que el horror de la preñez era una especie de costante, que lo del sexo era todavía un pecado para los padres de ellos y de ellas. <strong>A continuación, para la reintegración, el Orden ha desarrollado eso.</strong> </div><div></div><div>Volviendo a lo de los entes económicos y gubernamentales como órganos, como seres vivos, hay que decir que el Capital ha aprendido mucho, y el otro día lo tratábamos <strong>a propósito de la crisis</strong>. No la del año 29, en que las empresas se hundían repentinamente y los banqueros se tiraban de los rascacielos, no, que la crisis yo creo que debe durar algo así como 15 o 20 años. El Capital ha aprendido, y eso es un ejemplo de todo lo demás, y ése <strong>es otro de los medios de reintegración</strong>, y desde luego mucho más estenso en la población que la droga. Ése es el principal, <strong>y la Educación</strong>, al mismo tiempo que se hace más general...porque en los años 60 todavía los que se levantaban eran la mayoría hijos de burgueses, pocos hijos de proletarios, la cosa todavía duraba, ¿no?, pero ¿quién hay que hoy no tenga educación? Y <strong>la Educación es el gran procedimiento</strong>: al mismo tiempo que cada vez se hace más comprensiva (“comprensiva”, nada más tenéis que ver las cosas que se dicen de los niños en cuando a educación, y cómo hay que tratarlos, y lo que hay que enseñarlos, y por dónde hay que llevarlos) a la vez que más comprensiva se hace más poderosa, y apenas nadie se libra de ella. Más engañosa, más tramposa en el sentido de lo que os recordé al principio de <strong>darnos escritura en lugar de lengua</strong>, por ejemplo, es decir, de imponernos el Orden superior para que desconozcamos el inferior. </div><div></div><div><strong>El amansamiento, por supuesto, del amor, esto no se consigue nunca</strong>. Los Medios os ofrecen todos los días casos de crímenes pasionales (unos poquitos, solo unos poquitos para aderezar el guiso) pero efectivamente son un testimonio de que nunca la falsificación se impone tan a fondo, nunca la sumisión al Orden se consigue de tal manera que se impidan esas cosas, pero son unos poquitos, y en la mayoría, <strong>¡qué cosa tan mansa ha venido a ser el amor!</strong>, y aquellos conflictos de los años 60, en los que ni ellos ni ellas querían casarse por nada del mundo, <strong>¡cómo eso ha venido a parar en una aceptación del Matrimonio!</strong> No tenéis más que recordar el esplendor de los bodorrios, que no ha hecho más que crecer en estos últimos años: ¿qué más declaración de lo que es el amor en nuestros días, que esa especie de esplendor, en grandes haciendas, con miles de invitados, con toda clase de regalos, es decir, haciendo funcionar el Comercio, el Capital, pero al mismo tiempo dándole al amor su puesto en este mundo? Pues ésa es otra de las vías, sin llegar a las drogas. Os podía seguir contando más. <strong>El Capital aprende, el Estado aprende, y cada vez ha conseguido desarrollar más medios</strong> de...ya ni siquiera se puede decir “represión”: <strong>medios de domesticación, de amansamiento, de aceptación del Orden de Arriba como si fuera natural, como si fuera la naturaleza misma</strong>. Hasta la Ciencia contribuye por su lado a esa confusión entre la Realidad y lo natural, que es lo desconocido. Y si entre otros muchos medios de reintegración me ha interesado sacar el de la droga, es por lo que os dije: porque puede tal vez servir de caricatura bastante incisiva respecto a lo que en general os quiero decir que pasa ahora en esta sumisión al Orden de Arriba, aquello contra lo que esta tertulia se está lanzando, y cualquier exageración, como la de las drogas, puede servir simplemente para hacernos dar cuenta de que eso es lo que pasa en general, aunque no se llegue a esos estremos más que escepcionalmente, de vez en cuando. Bueno, pues para eso era, de manera que ahora os voy a dejar enseguida la palabra para decir todo lo que se os ocurra respecto a ello, y en primer lugar a Rosa, que está muy impaciente para decirme que es mentira.</div><div></div><div>-Hombre, yo el 65 no lo viví, el movimiento estudiantil, pero sí viví plenamente lo que fueron las drogas de los 80 en Madrid, y hubo mucha, y yo recuerdo perfectamente, vamos, como si fuera hoy, que los que nos librábamos de la muerte por las drogas éramos justamente los estudiantes; no de las drogas, sino de caer, y los curritos eran los que caían, con el sida y con la heroína, porque yo esperimentaba con un tripi o con un porro, pero con eso no te mueres, y los curritos eran los que caían con la heroína. </div><div></div><div>A-Perdona, Rosa: tú, y unos cuantos amiguitos tuyos. De los 70 y 80 entre estudiantes, en Estados Unidos lo mismo que en Berlín, tengo testimonios, literarios, pero verídicos, muy abundantes, y no hay tal separación entre los estudiantes y los otros jóvenes que por poco vas a llamar malhechores, mientras los estudiantes son los decentes.</div><div></div><div>-Al contrario, los () son los que eran honestos. </div><div></div><div>A-Si alguno se libraba un poco más de la tentación, eran desde luego los trabajadores de fábrica y los aradores de campo, que esos caían algunos también, pero pocos, pero no los estudiantes, no.</div><div></div><div>-Agustín, en aquel entonces en Fuenlabrada, en Parla, era donde caía la gente para mí honesta, no nosotros, que nosotros estábamos esperimentando con jachís, y leyendo a Benjamin o a Huxley, y jugueteando, y no nos moríamos, y los que caían eran los que estaban en la periferia currando como locos por la heroína, y llegó el sida y cayeron como moscas, y nosotros nos libramos.</div><div></div><div>A-Por favor, Rosa, no falsifiques; estás presentando una situación como se hubiese producido desde el cielo, una separación entre los estudiantes buenos, que os habíais quedado allí leyendo a Huxley, y los malos, que se habían convertido en malhechores. </div><div></div><div>-Es que no me entiendes, que los honestos eran los que caían, que es que nosotros solamente teníamos intención de juguetear con aquello, y ahora es lo mismo. </div><div></div><div>A-No te armes lío, venga, por favor. ¡Venga, más cosas!</div><div></div><div>-No me estoy armando ningún lío. Date una vuelta por las noches, y ya verás lo que hay, aunque no sea 65 ni 88.</div><div></div><div>A-Adelante, adelante.</div><div></div><div>-A mí me gustaría compartir, ahora que te he oído hablar de la prostitución, la profunda indignación que me produce esta domesticación de las criaturas humanas. Hoy he estado leyendo un libro que hablaba de las sociedades que pudo haber antes de la Historia, antes de la era cristiana, que eran sociedades sin Estado, sin Jerarquía, sin Poder, y que todo eso lo hemos incrementado dentro de nosotros mismos, y nosotros mismo somos los que nos autodomesticamos, y me gustaría que habláramos de cuáles son las cosas que ahora nos mantienen atrapados en esa domesticación, porque eso son las drogas de ahora. ¿Cuáles son las drogas de ahora? ¿Qué sucedáneo de vida nos dan? </div><div></div><div>A-De lo que has dicho no vamos a hablar, porque me parece una cosa, perdona, muy superficial, cosas de literatos, sociólogos y eso, y aquí estamos en una guerra. Estamos en una guerra contra la Realidad, y no hay que fiarse de lo que cuentan historiadores y sociólogos respecto a otro tipo de civilización. </div><div></div><div>-Pero es que los sucedáneos que ahora encontramos como para seguir atrapados en esa domesticación, ¿qué es? ¿La tecnología?</div><div></div><div>A-Sí, he dicho que lo importante de la caricatura para mí, es reconocer que ahora aquí actualmente vivimos así de bien como vivimos, gracias justamente a la supresión y reintegración al Orden que os he presentado, valga para lo que valga. ¿Qué más por ahí?</div><div></div><div>-Has comentado que en la época de los 60 había más movimiento, más revolución, y la pregunta es...</div><div></div><div>A-¡No, no, no, no, no!: yo no creo en Historia, pero fue en el 60, y en el 68, con el mayo francés, fue el final. Bueno, después hubo un añadido, en Octubre, muy triste, que fue, en Méjico, la fusilación de estudiantes, pero en el 68, ahí terminó, y yo en los 70 y 80 he hablao justamente de la reintegración al Orden.</div><div></div><div>-No, pero la pregunta va por otro lao. Por ejemplo, ahora mismo se vive en un amansamiento, que está habiendo una crisis general, y no hay una reacción. ¿No crees que también el acto de no hacer nada es un acto que en sí lleva también el que eso genere un movimiento?</div><div></div><div>A-Sí, justamente la conformidad, lo que llamamos conformidad, es lo mayoritario, y sin eso el Poder ni se sostendría siquiera. Es decir, <strong>la ordenación desde Arriba consiste en hacer creer a la Mayoría</strong> (que enseguida se hace pasar como si fueran todos) hacer creer en que no hay nada que hacer, que esto es natural, es decir, que no hay que hacer más que cumplir con los deberes del Trabajo, de la Familia, y de esto y de lo otro, que es no hacer nada, y la mayoría obedece a eso. Eso es el no hacer, que no es ningún no-hacer, al estilo de los místicos: es un hacer las cositas que están mandadas, y eso es el movimiento mismo, ¿no? Esta tertulia política consiste justamente en ir contra eso, que efectivamente es <strong>la Ley de la Mayoría</strong>. Sí.</div><div></div><div>-Yo lo que estaba pensando es que la esposición que has hecho me ha parecido bien, y que es una manera un poco de entender lo que hay, pero a mí me parece bien lo que dice Rosa, porque es que al final se ha caído demasiado en lo de la causa y el efecto que aquí hemos negado siempre, ¿no?, y lo que habías puesto al principio de decir que lo que ocurrió de la caída en la droga o cualquiera otro tuvo la causa en un malestar general, es algo que tampoco comparto, porque hay un montón de ejemplos donde se ve que eso...........</div><div></div><div>A-Perdona, que es muy importante: yo no he dicho “malestar”, he dicho “vacío”: el vacío que se sintió, la vaciedad del Orden de los Padres y de la Escuela, precisamente porque se había venido de un intento inesperado de rebelión contra ello en los 60.</div><div></div><div>-Pero nunca se sabe de dónde viene esactamente.</div><div></div><div>A-He intentao presentaros unas causas cíclicas, y esas causas cíclicas por tanto se anulan una a otra, y ninguna es principio, aunque yo he partido del vacío posterior a los años 60. Pero volviendo, lo más importante es reconocer ese estadio que he descrito en que el chico o la chica que se dedica a drogarse se escinde en dos, uno que quiere volver al Orden, limpiarse, y el otro que sigue sin poder aguantar el Orden, y vuelve a la esperiencia de la vida.</div><div></div><div>-Pero es que cada momento padece sus males, o sufre los que le tocan, y por ejemplo estaría bien que pensaramos que las drogas, aunque sigue habiéndolas y mucho, aunque no es lo mismo que entonces, pero ahora tienes esto de la depresión que llaman, que yo no sé si es un vacío, es querer volver a adaptarse a la Sociedad, y al mismo tiempo no querer. Es parecido, hay una relación directa, y hay una depresión generalizada que antes no había.</div><div></div><div>A-Sí, la palabra drogas tal vez nos engañe. Efectivamente hoy estamos bajo el imperio de la droga, pero no el LSD, ni la heroína, ni nada por el estilo, sino la que has dicho: estamos efectivamente <strong>bajo el imperio de la preocupación del sujeto por su propia salud</strong> (que es la manera de joderse la salud más infalible, ¿eh?, preocuparse por ella), y por tanto <strong>el imperio de la Medicina</strong>, y de las drogas que quitan la depresión, que hacen dormir, y todo eso. No tiene mucho que ver con las drogas en las que me he centrado...de las cuales ya digo que sigue habiendo una cierta práctica por ahí. Sí.</div><div></div><div>-Quiero decir que hoy por hoy, si tu vas al poblado de Las Barranquillas, a cualquier sitio de esos de los mercados de la droga, el ochenta o noventa por ciento son currantes de a pie, son gente que son camioneros, que trabajan en los mercaos, y de estudiantes o de hijos de la burguesía hay mínimo. Los retoños de la burguesía han caído en otro tipo de droga, que es la bipolaridad, eso que llaman lo bipolar, que en cuanto te descuides un hijo de familia rebelde de los años tal se hace bipolar. Bipolar. </div><div></div><div>A-¿Qué quiere decir eso?</div><div></div><div>-¡Qué informadito estás de los años 60, y de lo que pasa ahora, ni idea!</div><div></div><div>A-No, no, ¿qué quiere decir bipolar, que yo no se qué quiere decir?</div><div></div><div>-Polo norte y polo sur.</div><div></div><div>-Bipolar es una enfermedad que le meten ahora a todo chico que un día quiere morirse......... </div><div></div><div>A-¿Pero qué quiere decir?</div><div></div><div>-Pues son depresiones ciclotímicas; depresiones ciclotímicas que tienen estados ()..... </div><div></div><div>A-¡Ay madre, Isabel!</div><div></div><div>-Y eso está generalizado, y entonces ya desde el punto de vista terapéutico se les administran las drogas oficiales que les manda el Régimen. Lo que ha habido realmente de cambio espectacular ha sido la “paidocracia”, el gobierno del niño.</div><div></div><div>A-¡Ay madre, madre, madre! No nos distraigas del tema de hoy, porque es una táctica, y si nos distraes del tema de hoy, es que estás huyendo. </div><div></div><div>-¡Si es el tema de hoy, y lo que pasa es que tu nos vienes con una peliculita todas las semanas!</div><div></div><div>A-Estás huyendo. Vamos a ver, en cuanto a lo primero que has dicho, Isabel, respecto al tanto por ciento de la población que en los suburbios de Madrid y tal, ¿es que tú has ido a La Barranquilla? ¿Los has contao?</div><div></div><div>-Yo lo sé de buena tinta, y tú no lo sabes, porque no sales de aquí, por favor, que se me han muerto muchos chicos allí.</div><div></div><div>A-Yo he visto alguna película más o menos honrada que han hecho respecto a Madrid, y que fueran camioneros la mayoría, vamos, es que es una tontería. Bueno, sobre todo por favor, quédate un poco callada para no distraernos.</div><div></div><div>-¡Pero bueno, esto es que es un sermón, es un monólogo! ¿Puedes dejar que hablemos los demás? ¡Es que no se puede hablar con él, es imposible!</div><div></div><div>-Esto es una anécdota. Yo tengo una cardiopatía, y entonces el cardiólogo, después de decirme “pues tiene que tomar esta medicina y tiene que hacer esta vida”, después me pone “mujer” (que soy yo, claro) “mujer con una crisis existencial muy difícil de tratar”. Eso me ha dejado a mí atónita.</div><div></div><div>A-A pesar de eso, ¡lo bien que vivimos en la reintegración al Orden! ¡Lo bien que vivimos, la mayoría! ¿Qué más, por favor?</div><div></div><div>-A mí me parece muy importante lo que has dicho de que el mayo francés es el final del movimiento, no es el principio, en contra de lo que se dice normalmente. Y es curioso, porque es como la muerte, si fuera realmente el principio.</div><div></div><div>A-Nosotros en el 65 estábamos, no sólo dando guerra, sino comunicándonos con los de California, y los situacionistas y todos esos, de manera que para que nos cuenten...</div><div></div><div>-Y luego otra cosa sobre la droga: había entonces una droga, que era el LSD, y la gente utilizaba el LSD como referencia a la hora de decir “¡es que tú no sabes lo que es el LSD!”, y entonces yo estuve durante años que nadie sabía que yo tomaba LSD, porque yo lo guardaba en el más absoluto secreto, y no podía hacerle propaganda, porque entonces ya sabría tanto como los enteraos, y yo no quería saber tanto. Pero luego posteriormente me di cuenta de que desapareció esa droga, y actualmente es imposible encontrar LSD.</div><div></div><div>-Todo se encuentra, ¿eh?</div><div></div><div>-No, no, te dan sucedáneos, no te dan el LSD.</div><div></div><div>A-Es que es como el resto del Mercado, ¿eh?: la demanda ha cambiado, la prédica de la heroína era mucho más sublime, que ahí no te podían hacer ya ni hacer la propaganda que hacen del LSD, no te podían decir en qué consistía la esperiencia, tan sublime que era. Sí.</div><div></div><div>-Que la frasecita ésa de “¡es que tú no tienes la esperiencia!”, por ejemplo también se parece mucho a cuando no eres madre, que te suelen decir “¡es que no sabes lo que es el verdadero amor, porque tu no eres madre!”. Te la han dicho ya mil veces, la frase esa.</div><div></div><div>A-Es la predicación de la esperiencia, de las maneras sublimes; en cualesquiera secta por ahí os dirán lo mismo, predican la esperiencia. Está bien el ejemplo de la madre.</div><div></div><div>-Pero el LSD no descubre nada nuevo; lo único es que puedes tener un mayor grado de sensibilidad, pero a mí me pareció un estado normal.</div><div></div><div>-Bueno, “normal”...</div><div></div><div>A-Mi esperiencia del buen viaje tuve que reducirla a una poesía que está publicada en el libro de conjuros.</div><div></div><div>-Es que eso del vacío parece que se siente siempre, y a lo mejor después de una desilusión grande más, y que eso es con lo que juega el mercado. O sea, que uno por sentir vacío no se va a tirar a comprar droga, si no es que el mercado se la está vendiendo, y eso es tan causa como lo otro, que eso está ahí ofrecido. </div><div></div><div>A-Sí, desde luego la condición es que se produzca en la Realidad, y la Realidad incluye el dinero en primer lugar, pero el motor está justamente en esa desilusión, en ese vacío. Mirad lo que les pasa a hombres también, pero sobre todo a las mujeres, hoy que <strong>vivimos así de bien gracias a la reintegración: ¿adónde las lleva el vacío?: a comprar; no drogas, pero da igual</strong>: a comprar cualquier cosa, a comprar.</div><div></div><div>-Es lo que iba a decir, que tú podrás tener vacío, pero no te vas a comprar un super móvil para entretenerte y llenar tu vacío, si no es que ese super móvil te lo están ofreciendo por todas partes.</div><div></div><div>A-Sí, pero desde luego el vacío éste que digo que mueve es algo que actúa dentro de la Realidad, como todo lo demás, y la Realidad es Dinero, Mercado, sobre todo. </div><div></div><div>-Y que es un producto ilegal, además, que eso es importante, que es un negocio ilegal, y por eso llegaba a cierta gente. </div><div></div><div>A-Sí, ilegal, y el de la venta de la droga de los 70 no era legal, era en el mercado negro de la estación de Berlín, pero tampoco es una dificultad importante: era ilegal, pero el mero hecho de ser ilegal le da a las cosas una legalidad, si no os asombra mucho: las cosas ilegales se hacen legales, puesto que tienen presente la Ley. Sí. </div><div></div><div>-Pero de las drogas que hay ahora, aparte de los psicofármacos que ha dicho Isabel, ¿qué papel juega la tecnología? Porque los jóvenes están adormecidos todo el día con el ordenador y con el móvil, y a mí eso me parece muy preocupante, porque es una domesticación, y todas esas cosas la está manteniendo la domesticación, porque vivimos en una Sociedad domesticada y avanzada, y los jóvenes están todo el rato con las maquinitas.</div><div></div><div>-Pero que no es cosa solo de jóvenes, eso, ¿eh? </div><div></div><div>A-Sí, y por eso llevamos años luchando contra eso en esta tertulia política: <strong>vivimos así de bien en el Estado del Bienestar, ¡pero nos aburrimos mayoritariamenteeee</strong>...! Eso es un peligro, porque es un vacío. Es un peligro para el Orden, que tiene que proceder antes que nada, como primer producto, a la <strong>producción de...entretenimientos</strong>, de cosas para llenar el vacío, que desde luego no cura el vacío, sino que lo mantiene, pero eso es el juego que nos traemos, y contra el que aquí hemos hablado muchas veces.</div><div></div><div>-Es que es peligroso aburrirse, porque si te aburres se te pueden ocurrir algunas cosas.</div><div></div><div>A-Claro, si te aburres y en vez de irte a comprar el móvil nuevo modelo, te quedas en un banco sentada y sin hacer nada, diez minutos, una hora, dos horas, eso puede volverse peligroso. Sí.</div><div></div><div>-De la crisis existencial que me dijo el cardiólogo, que no tenía cura, y estoy convencida además de que no tiene cura, sí que he tenido que dejar de fumar, y desde que he dejado de fumar, y no es por los años, tengo más angustia existencial. </div><div></div><div>A-Bueno, no voy a hacer una defensa del tabaco, pero desde luego tampoco me voy a parar a maldecir de la campaña, porque es un caso de estupidez supina que nos va a distraer mucho. Sí.</div><div></div><div>-Que no sé si en aquellas épocas el vacío pudiera ser causa, pero no sé si ahora se esgrime más a lo mejor la amenaza del vacío como causa que el vacío mismo.</div><div></div><div>A-Sí, lo que hemos dicho del aburrimiento: apenas aparece el aburrimiento en un niño, o en un adolescente, ya está el remedio a la puerta, no se aguanta. Se teme el vacío, sí. ¿Qué más?</div><div></div><div>-Es como la condena a ser uno mismo, que parece como lo que has contao de la caricatura entre tirarse a ver si se puede vivir por esos medios o tratar de volver, que parece que han fundao la condena a uno, a ser uno, y privadamente además, que parece que no hay vida pública, que no hay más vida que la propia, y entonces es cuando parece que aparecen ésas como dos maneras enfrentadas de...</div><div></div><div>A-Si, en el ejemplo me he centrado en uno, porque es que efectivamente el régimen trata de que nos centremos cada uno en uno, que sean problemas suyos, por ejemplo lo de la crisis existencial. Lo que he dicho: uno, aunque no de una manera tan carituresca y exagerada, está siempre dividido entre uno que desea volver al Orden, reintegrarse, y otro que no aguanta y que quiere salir de eso a costa de lo que sea. Sí.</div><div></div><div>-Pero esa configuración del mundo está verdaderamente enclavada en los estadios, en las grandes multitudes, y en la película se ve clarísimamente cómo esto sucede en los bastidores fundamentalmente de los grandes conciertos, donde el uno, con toda su singularidad, está en medio de esas masas.</div><div></div><div>A-Sí, esto es importante, me parece que se llamaba, la gran discoteca, Soul. Sí, ¿qué más?</div><div></div><div>-Quería decir un poco de lo que se decía antes, que ahora los jóvenes, o viejos, o quien coño sea, no haya así una efervescencia rebelde, pero es que curiosamente el Estado llegó a una organización donde nadie, salvo aquí esta tertulia en el Ateneo, no conozco otra en España donde alguien pueda reunirse y hablar libremente con otros, está prohibido. Porque antes también en un bar, tomando unos vinos, pues con diez o doce uno venía a la crítica al Estado, al régimen, y en cambio ahora no se puede ir a ningún sitio, no hay más que esta tertulia, porque o bien te metes con los acémilas de los Partidos, y pasas un infierno horroroso de cómo hablan cuando no están así en público, o ¿adónde vas a ir?, porque en las iglesias tampoco hay quórum para subirse a un púlpito, es decir, que solo el Ateneo que nos dejan.</div><div></div><div>A-Es bastante razonable eso, pero no olvidéis que ahora no se estila una censura, el no hablar, ¿eh? En tiempos de la dictadura, en los bares (de esto ya solo los viejos nos acordamos) había letreros de “prohibido hablar de política”, es decir, que se suponía que había un peligro de que se hablara de política, en contra de lo que dice Galín. La censura es positiva, es decir, si no se habla de veras nada más que por casualidad en algún sitio, es porque está previsto, hay programa de lo que se va a decir, no sólo en las clases de una Universidad, sino en cualquier conferencia política, social, o científica. Está previsto lo que se va a decir, y por tanto las ocasiones de que se diga algo no previsto son muy escasas, sumamente escasas, digamos. Bueno, tal vez se nos ha hecho muy tarde. Sí.</div><div></div><div>-Yo no es que quiera defender las drogas, ¿eh?, pero la marihuana es una droga que si no fuera porque tiene enfrente a las farmacéuticas, que son las que la están machacando, ayuda con el cáncer, ayuda con los bronquios, ayuda con muchas cosas, y sin embargo no está en el mercado porque a las farmacéuticas no les interesa.</div><div></div><div>A-Alguno de los médicos amigos me hablan también de las virtudes de la nicotina, de manera que lo mismo que dices de la marijuana llega hasta el tabaco y las virtudes de la nicotina, pero la verdad es que eso no importa mucho, la marihuana no es una droga ().</div><div></div><div>Bueno, que se nos ha hecho muy tarde, tenemos que cortar, y si nos deja el Señor dentro de 7 días seguiremos. </div><div></div><div></div><div></div><div></div><div></div><div></div><div>@ 2008 <a href="http://agustingarciacalvo.blogspot.com/">Editorial Lucina<strong></strong></a></div><div id="ie_clearing"></div><script type="text/javascript">
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<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik3TV8EprBydS6uOyKnhP683s1_hbNK8yDJvxyjQsqI3KW4zut-IpHXDVsvNa-q-7eyNB-ldvbEyv5aJ1s2SaCmicixrVB72ZwgyYeZS9lhsdOC5QF7kYcFQcjyyHbL2ztc3kjYxLCro_3/s1600/acampada-sol-091.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik3TV8EprBydS6uOyKnhP683s1_hbNK8yDJvxyjQsqI3KW4zut-IpHXDVsvNa-q-7eyNB-ldvbEyv5aJ1s2SaCmicixrVB72ZwgyYeZS9lhsdOC5QF7kYcFQcjyyHbL2ztc3kjYxLCro_3/s320/acampada-sol-091.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
Dibujo del blog: <a href="http://www.4ojos.com/blog/?p=5457">http://www.4ojos.com/blog/?p=5457</a></td></tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><br />
Video subido por <a class="author" href="http://www.youtube.com/user/fmiguelgarcia" rel="author"><span style="color: #4272db;">fmiguelgarcia</span></a> el <span class="watch-video-date" id="eow-date">03/06/2011:</span><br />
<div id="watch-description-text"><div id="eow-description">"Extraordinaria, arriesgada, incisiva, valiente y accidentada intervención de Agustín en Sol en su tercera visita al campamento".</div><br />
Primera parte:<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/jNpbJ5ubgJc?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
<br />
<br />
<br />
Segunda parte: <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/BdqSJSc1xeE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><strong>TRANSCRIPCIÓN:</strong> </div>Vamos a empezar si os parece. Creo que esta vez -se conoce que no hay en la asamblea sordos- no tengo a mi lado a la encantadora que el otro jueves estuvo hablándoles por señas todo el rato, cumpliendo así una buena función y además otra que es la de conseguir que la gente mirara más bien para ella y la gracia de sus movimientos, y no se pasara todo el rato fijándose en mi jeta mucho menos linda, porque esto es lo que os advierto: no hay cosa que más estorbe a lo que aquí se está intentando de dejar que hable lo que nos quede de pueblo que eso de fijarse en la persona, en el nombre y en la voz de cada uno. En ese sentido se lo agradecía. Que oigan los sordos, por supuesto, como hablan, y como ven también los ciegos. <br />
<br />
El caso más grave y que tiene remedio más difícil es de los que han perdido el olfato y que por tanto no pueden oler a qué huele esto ¡hmmmmm!, ni oler tampoco la podredumbre del Estado y el Capital. Confío en que entre vosotros haya pocos de los que hayan perdido del todo esta facultad. Aquellos de entre vosotros que han trabajado más estos días, que han estado preparando pliegos de reivindicación y discutiendo sobre lo que debe hacerse y cómo dirigirse al Poder y cómo no, esos desde luego no han hecho caso… (Interrupción) Me estaba dirigiendo ahora en primer lugar a aquellos de entre vosotros que serán pocos, me temo, los que estén por ahí, que son los que más han trabajado a lo largo de varias sesiones… (Interrupción. Bueno, va a continuar la charla de Agustín García Calvo y tenéis que disculpar estos errores técnicos que a veces tenemos)… Luego entonces con vosotros o con aquellos de vosotros que más han trabajado por la organización y el mantenimiento de esto, sea lo que sea, sin llamarlo con ningún nombre, estos le han hecho poco caso, por no decir ninguno, a lo que el último jueves estuve advirtiendo de las cosas que no había que hacer para evitar que, no por las fuerzas del Poder ni la autoridad, sino desde dentro esto se estropeara, perdiera su sentido, su espíritu. <br />
<br />
Una de ellas era no dirigirse hacia arriba, a las autoridades gubernamentales o económicas, que son las mismas, para reclamarles, pedirles, exigirles nada, porque, en primer lugar, suponiendo que os concedieran algo de esas cosas que pedís, esas reclamaciones de vuestra lista, es decir, que os concedieran por modificaciones de las leyes alguna facilidad más para encontrar los desempleados algún trabajo, infame por supuesto, como son todos los trabajos, y en especial aquellos que están destinados, como son casi todos, a mantener la rueda del dinero, a hacer que siga girando a costa de todo lo demás que quede por bajo, si os concedieran eso, si concedieran también alguna otra reivindicación, como alguna modificación también en las leyes, infames también todas ellas, porque no pueden ser otra cosa que infames, administrativas de muerte, las leyes que están destinadas a mantener el orden establecido y a acallar por los procedimientos que sea y las condenas que sea todo lo que quede por debajo, suponiendo que también conseguís eso, que conseguís que por orden gubernamental disminuya un poco el paro, la tolerancia… ¿qué es lo que habrías conseguido en definitiva con esas migajas, con esas limosnas? <br />
<br />
¿Es que creéis acaso que fue para conseguir esas cositas por lo que se levantó inesperadamente este movimiento, que fue por eso por lo que empezó a juntarse, en plaza del Sol o cualquier otro sitio, gente que más o menos sordamente, más o menos de abajo, tenía que protestar contra el régimen? No era por esas migajas, por supuesto. Era por algo mucho más profundo en cada uno de nosotros, no de la mayoría, pero en muchos de nosotros, en lo que nos queda de pueblo. No vais a creer tampoco que fue por eso la repercusión que ha tenido esto, este levantamiento, por todos los sitios de Europa, de América, todos los sitios en donde está establecido el régimen del bienestar…Sería ridículo pensar eso. No ha sido tampoco por eso desde luego. Ha sido porque por cualquier sitio que fuera sentían, allí también por bajo que esto respondía a algo que en cualquier parte sometida a este régimen se sentía, que tocaba la llaga de verdad, la llaga de más hondo, y sin duda es eso lo que reconocían y por eso lo que han respondido con esas múltiples repercusiones. <br />
<br />
De manera que esto se entienda bien: trabajando mucho como habéis trabajado no se consigue nada. No son las asambleas libres el sitio para trabajar. Comprendo muy bien que estáis, estamos todos bien educados en el sentido de la moral que el régimen necesita: hacernos creer que para conseguir algo hay que trabajar, sufrir durante algún tiempo, pasárselo mal para así como premio conseguir ese fin al que se aspiraba. Esta es una de las grandes mentiras que sostienen al régimen. Lo comprendo por tanto, es muy difícil de desarraigar de la noche a la mañana esta moral maldita, pero sería muy deseable que al menos en este sitio excepcional, inesperado, en el que nos encontramos, se desterrara todo lo posible, se dejara de querer, se perdiera esa fe en el premio del trabajo, del esfuerzo y del sufrimiento. <br />
<br />
Por otra parte, con esas reivindicaciones, esas reclamaciones hacia arriba lo que se ha conseguido ha sido fortalecer al Poder a quien esas reclamaciones se le lanzan, el Poder que nunca está tan seguro ni tan fatal como podéis creer. Ellos saben, ellos mismos arriba, saben que no es tan seguro, por eso están predicando todos los días la fe en la realidad a través de los medios a su servicio, para que creáis que ese poder es omnímodo como el de Dios, fatal, inevitable. Así, auque sea en alguna medida, lo que era un verdadero levantamiento, negación contra ese orden, lo que hace es ratificar esa fe y fortalecer al Poder. <br />
<br />
Esto a lo mejor es triste de decir y no querría que trajera ninguna especie de desconsuelo a los que han trabajado en esto, pero así es, y, por terminar con esto, lo que desde luego más de inmediato se ha conseguido en las muchas horas de asambleas dedicadas a este trabajo, aquí y en otros centros donde se ha reproducido lo mismo, lo que se ha conseguido es aburriros, aburriros, que era lo último que había que conseguir. En una asamblea libre de verdad no puede aburrirse nadie, pero en el momento en que la asamblea se dedica a tratar del futuro, a discutir lo que se debe pedir y lo que no se debe pedir al Poder, en ese momento en que aparece el futuro, aparece el aburrimiento. <br />
<br />
Os habéis aburrido mucho más que ostras necesariamente y no por culpa de la falta de entendimiento o de elocuencia de los que hicieron las propuestas, sino porque es así en cualquier sitio, también en la vida corriente, en que la charla empieza a ser una charla acerca del futuro, de lo que se va a hacer, de lo que va a pasar, inmediatamente uno se cae de aburrimiento. Es normal y eso está dictado por lo poco que nos queda de pueblo vivo, que pide otra cosa muy distinta. <br />
<br />
Por tanto desearía mucho que, en adelante, si esto sigue de la manera que siga, dejara de discutirse tanto qué hacer, qué vamos a hacer, porque eso no es cosa vuestra ni de los organizadores, ni de ninguno de vosotros, ni de mí desde luego, eso no es cosa de nosotros, porque lo que vaya a surgir de esto tiene la gracia de que no se sabe, viene de más abajo, de eso que nos queda de pueblo. De manera que es vano preguntarse qué vamos a hacer. <br />
<br />
Tenemos que evitar que esto se estropee, tenemos que procurar no estropearlo nosotros mismos. Y lo que resulte, ello saldrá, ello lo irá diciendo, y ya iremos reconociendo al sentirlo cómo sube hasta nosotros, de dónde viene y qué es lo que vale. No más preguntarse ni en asambleas ni en reuniones qué vamos a hacer, qué vamos a hacer ahora. <br />
<br />
Lo positivo es lo mortal, lo mortífero. Es únicamente la negación lo que puede dar vida a cualquier forma de rebelión que venga de verdad de abajo. De manera que no más en eso. Tengo que deciros a todos los que andáis por aquí, y también a los organizadores, que sólo por estar aquí, sólo por estar aquí, día tras día, evitando trampas como la de enfrentarse con las fuerzas del orden y a cualesquiera otras trampas exteriores, sólo con aguantar aquí, sólo con seguir estando aquí, habéis hecho mucho, habéis hecho ya mucho. (Aplausos) Esto es lo que conviene recordar ante todo. <br />
<br />
¿Qué es lo que en una grande o pequeña asamblea libre o en cualquier reunión entre la gente, entre vosotros, que se produzca, se puede hacer? Hay muchas cosas que se pueden ir haciendo. ¿Es que creéis que estas asambleas están destinadas justamente a discutir de lo que se va a hacer? Es precisamente a eso a lo que no tienen que estar destinadas. Hay muchas otras cosas de qué hablar en una grande o pequeña asamblea o encontrándose gente. Es que ¿acaso vosotros, yo mismo, hemos llegado a descubrir cómo es el mecanismo del Estado confundido con el Capital que hoy nos domina? ¿Nos hemos librado de bastantes ideas para dar paso al sentido común que venga a decir en qué consiste justamente la trampa? ¿Es que hemos llegado bastante a saber decir no a la fe, a saber descubrir la mentira que al Poder le es necesaria para subsistir? No, nos queda mucho que hacer. Y este hacer, el primero, es el hablar, porque sólo hablando, dejándose hablar, no soltando ideas de cada uno, sino dejando hablar lo que quede más abajo, sólo así se destruye la mentira, sólo así se destruye la fe. (Aplausos). Y en ese sentido el hablar es la primera acción sin la cual todo lo demás es dañino. <br />
<br />
No hemos llegado a descubrir nada del mecanismo del falso orden que nos está impuesto, muy poco. Estamos muy engañados siempre. El desengaño es difícil, es largo. No hemos llegado a entender cómo es que, en contra del credo de la democracia, cada uno no sabe ni qué quiere, ni a dónde va, ni qué compra, ni qué vota, que todo eso se lo mandan. Descubrir cómo uno mismo está en guerra consigo mismo, que en uno mismo hay tanto una obediencia que por conveniencia de la persona le está impuesta, como hay también una rebelión que está contra ella. Y hay que contar con que cualquier lucha sea así. También la lucha de cada uno contra sí mismo es política, es la primera política a la que tenemos que dedicarnos. (Aplausos)<br />
<br />
Aquí, por mi parte, voy a seguir viniendo al pie del oso y el madroño. Si hay un quórum, como dicen ellos, sabéis qué es un quórum, si hay un quórum ¿sabéis, aunque sea ridículo decirlo, cuál es el quórum que determina que ha lugar a una asamblea libre grande o pequeña? Pues el quórum, se produce en ese momento en que se empieza a no saber cuántos son, cosa que normalmente se produce cuando son hallados treinta y tantos o más. En ese momento en que empieza a llegar uno y salir otro, a entrar y salir gente, y no se puede contar, ni pueden votar, ni se sabe cuántos son, en ese momento ha lugar a una gran asamblea. <br />
<br />
Pero que siga habiendo grandes asambleas y que esto se desperdigue de momento es lo de menos. La lucha, el desengaño, la lucha contra la fe va para largo y en ese sentido digo que lo que por mi parte cabe es venir aquí si hay mucha gente bien y si hay poca gente también para seguir discutiendo esas cosas que no sabemos todavía ni del orden reinante ni de cada uno mismo y que no las sabemos porque creemos saberlas, porque estamos con nuestra educación siempre demasiado cargados de ideas, que en definitiva es lo mismo que esa fe contra la que hablo. <br />
<br />
De manera que mientras me dure el humor, por mi parte y para empezar, cada jueves a las ocho y media podéis encontrarme aquí al pie del oso y el madroño. (Aplausos)<br />
<br />
Ahora mismo para empezar, como había quedado con amigos de Leganés a ir a tratar acerca del lenguaje, gramática en el sentido contrario a la gramática de las escuelas, pues vamos a intentar hacerlo, si nos quedan los ánimos, en la Plaza Mayor a las diez. Esperaremos a las diez a quienes quieran participar en esta sesión de estudio de gramática… En la Plaza Mayor, luego ya veremos, como hemos dicho, allí en el centro nos reunimos. Bueno ahora para terminar, que parece que están impacientes los compañeros que tienen que seguir con su asamblea, confío en que no aburriéndoos, o un poco menos quizá, -¡debate, debate!-, ahora para irme os voy a dar algunos de los libros que he producido por ahí, pero querría dárselos a aquellos que nunca han leído nada de lo que he venido escribiendo durante todos estos años, de manera que absténganse de levantar la mano los otros. Los voy a repartir sólo a ellos. (¡Debate, debate!)<br />
<br />
@ 2008 <a href="http://www.editoriallucina.es/cms/agustin-garcia-calvo/archivos-orales/conferencias-recitales.html">Editorial Lucina</a><br />
<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiteFzPM7hxcAVz3Z3C0DU_HhH-UTTXqC7nnVgp_s0xWB7EZqz6vqaJL4Im6vyVajBbMiUWkU2QLhrPRAg43VoPO9rIIy_PKhDAGfzvkgllxgwQL62D8WN4dxkIOb0YEf6fOcnhdlCD1u0f/s1600/EL_ROT%257E1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiteFzPM7hxcAVz3Z3C0DU_HhH-UTTXqC7nnVgp_s0xWB7EZqz6vqaJL4Im6vyVajBbMiUWkU2QLhrPRAg43VoPO9rIIy_PKhDAGfzvkgllxgwQL62D8WN4dxkIOb0YEf6fOcnhdlCD1u0f/s320/EL_ROT%257E1.JPG" width="284" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Roto</td></tr>
</tbody></table></div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-53086152141284113162011-06-04T00:25:00.002+02:002011-06-04T02:05:28.207+02:00"El comienzo de una época" - Internacional Situacionista sobre mayo 68<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1jutpgH7artw0lJJIDDon6nNrOMxyj6EeiQ9MMKKaaVAqfbxAjWD1iykClDShqQ854wfuvjTLnBJLLmV5cCifGMWvGmHKhcyZhhLuISoeoMOOfayhGJ20rrXeF8yNKu5e_rOkTiB0REua/s1600/foto+situacionistas+retocada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1jutpgH7artw0lJJIDDon6nNrOMxyj6EeiQ9MMKKaaVAqfbxAjWD1iykClDShqQ854wfuvjTLnBJLLmV5cCifGMWvGmHKhcyZhhLuISoeoMOOfayhGJ20rrXeF8yNKu5e_rOkTiB0REua/s1600/foto+situacionistas+retocada.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">[Del blog amigo de <a href="http://elninyohardcore.blogspot.com/">El Niño Hardcore</a>]</div><h1 align="center"><strong><span style="font-size: large;">El comienzo de una época</span></strong></h1><div align="center"><span style="font-size: small;"><strong>Internacional Situacionista</strong></span></div><br />
Traducción a castellano del artículo <em>"Le comencement d'une epoque"</em> publicado en Internationale Situationniste, # 12 (septiembre de 1969, págs. 3-4, 7-15, 28-32. Traducción de Luis Navarro incluida en <a href="http://www.sindominio.net/ash/is0000.htm">Internacional Situacionista</a> (textos completos en castellano de la revista Internationale Situationniste (1958-1969): vol. 2: La práctica de la teoría, Madrid, Literatura Gris, 2001.<br />
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<span style="font-size: x-small;">"¿Viviremos lo bastante para ver una revolución política? ¿Nosotros, los contemporáneos de estos alemanes? Amigo mío, usted cree lo que quiere creer", escribió Arnold Ruge a Marx en marzo de 1844, y cuatro años más tarde esa revolución estaba allí. Como ejemplo divertido de una inconsciencia histórica que, mantenida siempre por causas similares, produce intemporalmente los mismos efectos, la desafortunada frase de Ruge fue citada en el epígrafe de La sociedad del espectáculo, que apareció en diciembre de 1967, y seis meses después sobrevino el movimiento de las ocupaciones, el mayor momento revolucionario que haya conocido Francia desde la Comuna de París. <br />
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La mayor huelga general que haya paralizado nunca la economía de un país industrial avanzado y la primera huelga general salvaje de la historia, ocupaciones revolucionarias y esbozos de democracia directa, la eliminación cada vez más completa del poder estatal durante más de dos semanas, la verificación de toda la teoría revolucionaria y el principio de su realización parcial aquí o allá, la experiencia más importante del movimiento proletario moderno que está en vías de constituirse en todos los países de forma acabada y el modelo a superar a partir de entonces -todo esto fue esencialmente el movimiento francés de mayo del 68, esta fue ya su victoria. <br />
<br />
Hablaremos más adelante de sus flaquezas y carencias, derivadas naturalmente de la ignorancia, la improvisación y el peso muerto del pasado allí donde este movimiento pudo afirmarse mejor, y ante todo de las separaciones que lograron defender con precisión todas las fuerzas de mantenimiento del orden capitalista asociadas, empleando para ello más y mejor que a la policía a los cuadros burocráticos político-sindicales en un momento en que era cuestión de vida o muerte para el sistema. Pero enumeremos en primer lugar los rasgos manifiestos del movimiento de las ocupaciones allí donde se hallaba su centro, donde expresaba con mayor libertad su contenido en palabras y en actos. Allí manifestó sus objetivos mucho más explícitamente que cualquier otro movimiento revolucionario espontáneo de la historia, y estos objetivos eran mucho más radicales y actuales de lo que supieron nunca enunciar en sus programas las organizaciones revolucionarias del pasado, ni siquiera en su mejor momento.<br />
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El movimiento de ocupaciones era <strong>el retorno repentino del proletariado como clase histórica</strong>, extendido a la mayoría de los asalariados de la sociedad moderna y apuntando siempre a la abolición efectiva de las clases y del salariado. Este movimiento era <strong>el redescubrimiento de la historia colectiva e individual</strong>, la asunción de una intervención posible sobre la historia y de un acontecimiento irreversible, <strong>con la sensación de que "nada sería ya como antes"</strong>. La gente contemplaba divertida la existencia extrañada que había llevado ocho horas antes, su supervivencia superada. <strong>Era la crítica generalizada de todas las alienaciones, de todas las ideologías y del conjunto de la antigua organización de la vida real, la pasión por la generalización, por la unificación</strong>. En ese proceso se negaba la propiedad, cada uno se sentía en todas partes en su casa. El deseo reconocido de diálogo, de expresión integralmente libre, el placer de la verdadera comunidad habían encontrado su terreno en los edificios abiertos al encuentro y en la lucha común: el teléfono, que figuraba entre los escasos medios técnicos que aún funcionaban, y el ir y venir de tantos mensajeros y viajeros, en París y en todo el país, entre locales ocupados, fábricas y asambleas, comportaban este uso real de la comunicación.<strong> </strong>El movimiento de ocupaciones era evidentemente<strong> el rechazo del trabajo alienado; y por tanto la fiesta, el juego, la presencia real de los hombres y del tiempo</strong>. Era también <strong>el rechazo de toda autoridad</strong>, de toda especialización, de toda desposesión jerárquica; rechazo del estado, y por tanto de los partidos y de los sindicatos, así como de los sociólogos y de los profesores, de la moral represiva y de la medicina. Todos aquellos a los que el movimiento había despertado con una cadena fulminante de acontecimientos -"Rápido", decía uno de los eslóganes, tal vez el más bello, escritos en los muros- despreciaban radicalmente sus antiguas condiciones de existencia, y por tanto a quienes habían procurado mantenerlas, las estrellas de la televisión y los urbanistas. <strong>A medida que se desmoronaban las ilusiones estalinianas con sus edulcorantes diversos, de Castro a Sartre, todas las mentiras rivales y solidarias de la época caían en ruinas</strong>. La solidaridad internacional volvió a aparecer espontáneamente, muchos trabajadores extranjeros se lanzaron a la lucha y gran cantidad de revolucionarios de Europa acudieron a Francia. La participación de las mujeres en todas las formas de lucha es un signo esencial de su profundidad revolucionaria. La liberación de las costumbres dio un gran paso. <strong>El movimiento era también la crítica, todavía parcialmente ilusoria, de la mercancía</strong> (en su inepto disfraz sociológico de "sociedad de consumo") <strong>y un rechazo del arte que no se reconocía todavía como su negación histórica</strong> (en la pobre fórmula abstracta "la imaginación al poder", que ignoraba los medios para poner en práctica ese poder, para reinventarlo, y que al carecer de poder, carecía también de imaginación). El odio a los recuperadores declarado en todas partes no llegaba todavía el conocimiento teórico-práctico del modo de eliminarlos: neoartistas y neodirigentes políticos, neoespectadores del movimiento que les reclamaba. <strong>Aunque la crítica del espectáculo de la no-vida no era todavía su superación revolucionaria</strong>, la tendencia "espontáneamente consejista" de la sublevación de mayo se anticipó a casi todos los medios concretos, entre ellos la conciencia teórica y organizacional, que le hubiesen permitido traducirse en poder y ser el único poder. <br />
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Escupamos de paso sobre los comentarios degradantes y los falsos testimonios de los sociólogos, de los retirados del marxismo, de todos los doctrinarios del viejo ultraizquierdismo en conserva o del ultramodernismo rastrero de la sociedad espectacular; nadie que haya vivido este movimiento puede decir que no contenía todo esto.<br />
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En marzo de 1966 escribimos en el nº 10 de Internationale Situationniste: <em>"lo que hay de aparentemente osado en muchas de nuestras afirmaciones lo enunciamos con la seguridad de ver a continuación una demostración histórica de irrecusable peso</em>". No puede decirse mejor. <br />
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Naturalmente, nosotros no profetizamos nada. Señalamos lo que estaba ya allí:<strong> las condiciones materiales de una nueva sociedad se daban desde hacía tiempo, la vieja sociedad de clases se mantenía en todas partes modernizando considerablemente su opresión y desarrollando cada vez más contradicciones</strong>, el movimiento proletario vencido volvía para lanzar un segundo asalto más consciente y total. Muchos pensaban todo esto que la historia y el presente ponían en evidencia, y algunos lo decían, pero de forma abstracta y por tanto en el vacío: sin eco, sin posibilidad de intervención. <strong>El mérito de los situacionistas consistió sencillamente en reconocer y designar los nuevos puntos de aplicación de la revuelta en la sociedad moderna</strong> (que no excluyen en absoluto, sino que por el contrario restablecen los antiguos): urbanismo, espectáculo, ideología, etc. Debido a que esta tarea se cumplió radicalmente, estuvo en disposición de suscitar a veces, o de reforzar bastante al menos, ciertos casos de revuelta práctica. Ello no quedó sin eco: la crítica sin concesiones había tenido escasos portadores en los izquierdismos de la época anterior. Si muchas personas hicieron lo que nosotros escribimos, es porque <strong>nosotros habíamos escrito esencialmente lo negativo</strong> que habíamos vivido nosotros y muchos otros antes. Lo que salió así a la luz de la conciencia en primavera de 1968 no fue otra cosa que <strong>lo que dormía en esa noche de la "sociedad espectacular" cuyos Sonidos y Luces mostraban un eterno decorado positivo</strong>. <strong>Nosotros "cohabitamos con lo negativo"</strong> según el programa que formulamos en 1962 (cf. I.S. 7). No detallamos nuestros méritos para ser aplaudidos, sino para clarificar en la medida de lo posible a otros que vayan a actuar en el mismo sentido.<br />
<br />
Quienes cerraban los ojos a esta "crítica en lucha" no contemplaban en la forma inquebrantable de la dominación moderna más que su propia renuncia. Su "realismo" antiutópico no era más real que una comisaría de policía, como tampoco los edificios de la Sorbona son más reales que lo que hacen con ellos los incendiarios o los "katangais". Cuando los fantasmas subterráneos de la revolución total se alzaran y extendieran su poder por todo el país, todos los poderes del viejo mundo parecerían ilusiones fantasmáticas disipándose en el gran día. Sencillamente, después de treinta años de miseria que en la historia de las revoluciones no han contado más que un mes, llegó ese mes de mayo que resume treinta años. </span><br />
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<span style="font-size: x-small;">Hacer realidad nuestros deseos es un trabajo histórico preciso, exactamente contrario a la prostitución intelectual que incorpora a cualquier realidad existente sus ilusiones de permanencia. Lefebvre, por ejemplo, citado en el número anterior de esta revista (octubre de 1967), porque aventuraba en su libro <em>Positions contre les technocrates</em> (ediciones Gonthier) una conclusión categórica cuya pretensión científica reveló, también ella, su valor en poco más de seis meses: <em>"Los situacionistas... no proponen una utopía concreta, sino una utopía abstracta. ¿Creen realmente que una buena mañana o una tarde decisiva las personas van a mirarse diciendo: '¡Basta! ¡Basta de trabajo y de aburrimiento! ¡Acabemos con él!'</em> <em>y entrarán en la Fiesta inmortal, en la creación de situaciones? Aunque esto ocurrió una vez, el 18 de marzo de 1871 al amanecer, esta coyuntura no volverá a repetirse."</em> De esta forma Lefebvre se atribuía influencia intelectual copiando subrepticiamente ciertas tesis radicales de la I.S. (Ver en este número la reedición de nuestro panfleto de 1963: <em>Al basurero de la historia</em>), pero él reservaba al pasado la verdad de esta crítica que, sin embargo, venía del presente y no de la reflexión histórica de Lefebvre. Advertía contra la ilusión de que una lucha actual pudiese encontrar esos resultados. No vayáis a pensar que Lefebvre fue el único pensador anterior al que el acontecimiento ridiculizó definitivamente: los que se abstenían de expresiones tan cómicas como las suyas no dejaban de pensarlas. Bajo el influjo de mayo, todos los investigadores de la nada histórica han admitido que nadie había previsto nada de lo ocurrido. Hay que hacer sitio aparte sin embargo a todas las sectas de "bolcheviques resucitados", de los que es justo decir que, en los últimos treinta años, no han dejado un solo instante de señalar la inminencia de la revolución de 1917. Pero también en eso se equivocaban: no hubo 1917, ni tampoco Lenin. En cuanto a los residuos del viejo ultraizquierdismo no trotskista, necesitaban una crisis económica mayor. Subordinaban todo momento revolucionario al retorno de la crisis y no divisaban esta crisis. Ahora que han reconocido una crisis revolucionaria en mayo, tienen que demostrar que existía en la primavera de 1968 esa crisis económica invisible. Se dedican sin miedo al ridículo a dibujar esquemas sobre el aumento del paro y de los precios. La crisis económica no es ya para ellos esa realidad objetiva y terriblemente evidente tan vivida y descrita hasta 1929, sino una especie de presencia eucarística que sostiene su religión.<br />
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Al igual que habría que reeditar toda la colección de I.S. para mostrar cuánto se engañaban estas personas antes, sería preciso escribir un grueso volumen para dar cuenta de las estupideces y confesiones veladas que han producido desde mayo. Limitémonos a citar al pintoresco periodista Gaussen, que aseguraba a los lectores de Monde el 9 de diciembre de<em> 1966, al escribir sobre unos situacionistas locos autores del escándalo de Estrasburgo, que tenían "una confianza mesiánica en la capacidad revolucionaria de las masas y en su aptitud para la libertad".</em> Hoy, ciertamente la aptitud de Frédéric Gaussen para la libertad no ha progresado un milímetro, pero en el mismo periódico, con fecha 29 de enero de 1969, lo vemos apasionarse al encontrar en todas partes <em>"la sensación de que el soplo revolucionario es universal". "Escolares de Roma, estudiantes de Berlín, 'enragés' de Madrid, 'huérfanos' de Lenin en Praga, contestatarios de Belgrado combaten un mismo mundo, el Viejo Mundo..."</em> Y Gaussen, utilizando casi las mismas palabras, atribuye a todos estos locos revolucionarios una <em>"creencia casi mística en la espontaneidad creadora de las masas".</em><br />
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No queremos extendernos triunfalmente sobre la ruina de nuestros adversarios intelectuales ni sobre el significado de este "triunfo", que corresponde en realidad al movimiento revolucionario moderno, debido a la monotonía del asunto y a la luminosa evidencia del juicio que pronunció, sobre el período que acabó en mayo, la reaparición de la lucha de clases directa, reconociendo los objetivos revolucionarios actuales, la reaparición de la historia (antes era la subversión de la sociedad existente la que parecía inverosímil; ahora lo es su mantenimiento). </span><span style="font-size: x-small;"><strong>En lugar de subrayar lo que ya se ha verificado, es más importante en lo sucesivo plantear los nuevos problemas, criticar el movimiento de mayo e inaugurar la práctica de la nueva época. </strong><br />
La reciente búsqueda, que sigue siendo por otra parte confusa, de una crítica radical del capitalismo moderno (privado o burocrático), no había salido en los demás países todavía de la estrecha base adquirida en un sector del medio estudiantil. Por el contrario, pese a lo que finjan creer el gobierno y los periódicos, así como los ideólogos de la sociología modernista, <strong>el movimiento de mayo no fue un movimiento de estudiantes</strong>. <strong>Fue el movimiento revolucionario proletario que volvía a surgir después de medio siglo de aplastamiento, y naturalmente desposeído de todo</strong>: su desdichada paradoja fue no poder tomar la palabra y adquirir una forma concreta más que sobre el terreno eminentemente desfavorable de la revuelta estudiantil: las calles mantenidas por los amotinados alrededor del Barrio Latino y los edificios ocupados en esa zona, que habían dependido generalmente del Ministerio de Educación. En lugar de quedarnos en la parodia histórica, efectivamente ridícula, de los estudiantes leninistas o de los estalinianos chinos que se disfrazaban de proletarios y al mismo tiempo de vanguardia dirigente del proletariado, es preciso advertir que fueron por el contrario los trabajadores más avanzados, desorganizados y divididos por todas las formas de represión, los que se vieron disfrazados de estudiantes en el imaginario tranquilizador de los sindicatos y de la información espectacular. </span><span style="font-size: x-small;"><strong>El movimiento de mayo no fue una teoría política que buscase a sus ejecutantes obreros: fue el proletariado que al actuar buscaba su conciencia teórica.<br />
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</strong>Que el sabotaje de la universidad por grupos de jóvenes revolucionarios, que eran en realidad notoriamente antiestudiantes en Nantes y en Nanterre (al menos los "enragés", aunque no la mayoría del "22 de marzo" que asumió tardíamente el relevo de su actividad) diese ocasión para que se desarrollasen formas de lucha directa que el descontento de los obreros, principalmente jóvenes, había adoptado ya en los primeros meses de 1968 en Caen y en Redon, he aquí una circunstancia que no es en absoluto fundamental y que no podía perjudicar en ningún sentido al movimiento. Lo que le perjudicó fue que la huelga salvaje lanzada contra toda voluntad y maniobra de los sindicatos pudiese ser luego controlada por ellos. Aceptaron la huelga que no habían podido impedir, como siempre ha hecho un sindicato ante una huelga salvaje; pero esta vez tuvieron que hacerlo a escala nacional. Y al aceptar esta huelga general "no oficial" siguieron siendo aceptados por ella. Continuaron en posesión de las puertas de las fábricas y aislaron del movimiento real a la inmensa mayoría de los obreros y a cada empresa con relación a las demás. De forma que la acción más unitaria y radical que hayamos visto en su crítica fue al mismo tiempo una suma de separaciones y un festival de vulgaridades en las reivindicaciones oficiales. Igual que habían tenido que dejar que la huelga general se afirmase por fragmentos que desembocaron prácticamente en un movimiento unánime, los sindicatos se dedicaron a liquidarla por fragmentos, imponiendo en cada rama, con el terrorismo de la manipulación y el monopolio de las relaciones, las migajas ya rechazadas por todos el 27 de mayo. <strong>La huelga revolucionaria fue reconducida así a un equilibrio de guerra fría entre burocracias sindicales y trabajadores</strong>. Los sindicatos reconocieron la huelga a condición de que ésta reconociese, con su pasividad en la práctica, que no servía para nada. Los sindicatos no "perdieron una oportunidad" de ser revolucionarios porque ni los estalinianos ni los reformistas aburguesados lo son en absoluto. Ni perdieron una oportunidad de ser reformistas con buenos resultados porque la situación era demasiado revolucionaria para jugar con ella o para que les interesase sacar partido de ella. Lo que querían manifiestamente era que acabase urgentemente a cualquier precio. Aquí la hipocresía estaliniana, adoptada de nuevo de forma admirable por los sociólogos semiizquierdistas (cf. Coudray en <em>La Brèche</em>, Editions du Seuil, 1968) respetó extraordinariamente, sólo en momentos tan excepcionales, la competencia de los obreros, la "decisión" que se les suponía, con el más fantástico cinismo, experimentada, debatida, asumida con conocimiento de causa y reconocible de forma absolutamente unívoca: por una vez los obreros sabían lo que querían, ¡porque "no querían la revolución"! <strong>Pero los obstáculos y mordazas que acumularon los burócratas sudando angustia y mentira ante lo que supuestamente no querían los obreros constituyen la mejor prueba de su voluntad real, desarmada y temible</strong>. Únicamente olvidando la totalidad histórica del movimiento de la sociedad moderna puede gargarizarse ese positivismo circular que encuentra racional en todas partes el orden existente, porque lleva su "ciencia" al punto de considerar sucesivamente este orden del lado de la pregunta y del lado de la respuesta. Así, el propio Coudray señala que "si con los sindicatos no se puede tener más que el 5% y lo que se pide es el 5%, los sindicatos bastan". <strong>Dejando aparte la cuestión de cómo se relacionan sus intenciones con su vida real y sus intereses, lo que necesitan todos estos señores es dialéctica.</strong> <br />
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Los obreros, que tenían naturalmente -como siempre y en todas partes- excelentes motivos para el descontento, comenzaron la huelga salvaje porque percibieron la situación revolucionaria creada por las nuevas formas de sabotaje en la universidad y los fallos sucesivos del gobierno en sus reacciones. Sentían evidentemente tanta indiferencia como nosotros hacia las formas o reformas de la institución universitaria, pero no hacia la crítica de la cultura, del paisaje y de la vida cotidiana del capitalismo avanzado, crítica que se extendió tan deprisa a partir del primer roto en la vela universitaria.<br />
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Haciendo la huelga salvaje, los obreros desmintieron a los embusteros que hablaban en su nombre. En la masa de las empresas supieron llegar a tomar verídicamente la palabra por su cuenta y a decir lo que querían. Pero para decir lo que quieran es preciso que los trabajadores creen, con su acción autónoma, las condiciones concretas, inexistentes en todas partes, que les permitan hablar y actuar. La falta casi en todas partes de este diálogo, de esta relación, así como el conocimiento teórico de los objetivos autónomos de la lucha de clase proletaria (estos dos factores sólo se desarrollan al unísono), impidieron a los trabajadores expropiar a los expropiadores de su vida real. De esta forma, el núcleo avanzado de los trabajadores, alrededor del cual tomará forma la próxima organización revolucionaria proletaria, llegó al Barrio Latino como pariente pobre del "reformismo estudiantil", producto artificial de la pseudoinformación o del ilusionismo grupuscular. Eran jóvenes obreros, empleados, trabajadores de oficinas ocupadas, blousons noirs y parados, escolares sublevados que eran a menudo hijos de obreros que el capitalismo moderno recluta para esa instrucción en rebajas destinada a preparar el funcionamiento de la industria desarrollada ("¡Estalinianos, vuestros hijos están con nosotros!"), "intelectuales perdidos" y "katangais".<br />
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Una proporción no desdeñable de estudiantes franceses y sobre todo parisinos participó en el movimiento: esto es evidente, pero que no puede caracterizarlo fundamentalmente ni ser aceptado como su principal aspecto. De 150.000 estudiantes parisinos, entre 10 y 20.000 como mucho estuvieron presentes en las horas menos duras de las manifestaciones, y sólo algunos miles en los violentos enfrentamientos callejeros. El único momento de la crisis que dependió sólo de los estudiantes -decisivo por otra parte para su extensión- fue la revuelta espontánea del Barrio Latino del 3 de mayo, tras el arresto de los responsables izquierdistas en la Sorbona. Al día siguiente de la ocupación de la Sorbona, cerca de la mitad de los que participaban en asambleas generales que habían tomado visiblemente una función insurreccional, eran todavía estudiantes peocupados por las modalidades de sus exámenes que deseaban una reforma favorable de la Universidad. Sin duda un número algo mayor de los estudiantes que participaban admitía que se planteaba la cuestión del poder, pero lo hacía casi siempre como clientela ingenua de pequeños partidos izquierdistas, como espectadores de los viejos esquemas leninistas o del exotismo del Lejano Oriente del estalinismo maoísta. Estos grupúsculos tenían en efecto su base casi exclusiva en el medio estudiantil, y la miseria en que se mantenía era claramente legible en casi todos los panfletos que salían de ese medio: bagatelas los Kravetz, tonterías los Péninou. Las mejores intervenciones de los obreros que acudieron durante los primeros días de la Sorbona fueron a menudo asumidas por la pedante y altanera estupidez de esos estudiantes que jugaban a ser doctores en revoluciones, aunque estuviesen dispuestos a salivar y aplaudir ante los estímulos del más torpe manipulador que dijese cualquier inepcia con tal de que citase a "la clase obrera". Sin embargo, el propio hecho de que las agrupaciones recluten cierta cantidad de estudiantes es ya un síntoma enfermizo de la sociedad actual: los grupúsculos son la expresión teatral de una revuelta real y vaga que busca sus razones en las rebajas. Finalmente, el que una pequeña fracción de estudiantes se adhiriese verdaderamente a todas las exigencias radicales de mayo es un testimonio de la profundidad de ese movimiento y habla en su honor.<br />
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Aunque muchos miles de estudiantes hayan podido, como individuos, desprenderse más o menos completamente del lugar que les es asignado en la sociedad gracias a su experiencia de mayo del 68, la masa estudiantil no se ha transformado. Y no en virtud de la vulgaridad pseudomarxista que considera determinante el origen social de los estudiantes, muy mayoritariamente burgués o pequeño burgués, sino más bien<strong> debido al destino social que define al estudiante</strong>: <strong>el devenir del estudiante es la verdad de su ser</strong>. Está masivamente fabricado y condicionado para el alto, el medio o el pequeño encuadramiento de la producción industrial moderna. Por lo demás el estudiante no es sincero cuando se escandaliza al "descubrir" esta lógica de su formación que siempre ha estado abiertamente declarada. Es cierto que las incertidumbres económicas de su empleo óptimo, y sobre todo la puesta en cuestión del carácter verdaderamente deseable de los "privilegios" que la sociedad actual puede ofrecerle han jugado un papel en su desorden y su revuelta. Pero justamente por ello el estudiante suministra el ganado ávido de encontrar signos de distinción en la ideología de uno u otro de los grupúsculos burocráticos. <strong>El estudiante que sueña con ser bolchevique o estaliniano-conquistador</strong> (es decir, maoísta)<strong> juega con dos tableros</strong>: cuenta con administrar algún pedazo de sociedad como cuadro del capitalismo por el mero hecho de haber estudiado, aunque el cambio de poder no responda a sus deseos. Y en el caso de que su sueño se realizara, se ve gloriosamente como gerente, un grado más alto como cuadro político "científicamente" garantizado. Los sueños de dominación de los grupúsculos se traducen a menudo con torpeza en la expresión de desprecio que sus fanáticos creen poder permitirse ante algunos aspectos de las reivindicaciones obreras que han calificado con frecuencia de simplemente "alimentarios". Vemos despuntar aquí, en la impotencia que haría mejor callándose, el desdén que les gustaría oponer a los izquierdistas al futuro descontento de estos mismos trabajadores el día en que ellos, especialistas autopatentados de los intereses generales del proletariado, puedan tener "en sus frágiles manos" oportunamente reforzadas de esta forma el poder estatal y la policía, como en Cronstadt, como en Pekín. Aparte de esta perspectiva de quienes son portadores de gérmenes de burocracias soberanas, no podemos reconocer nada serio a las oposiciones sociológico-periodísticas entre los estudiantes rebeldes, que se supone que rechazan la "sociedad de consumo", y los obreros, deseosos todavía de acceder a ella. El consumo en cuestión no es el de mercancías. Es un consumo jerárquico que crece para todos jerarquizándose aún más. La caída y la falsificación del valor de uso están presentes para todos, aunque de forma desigual, en la mercancía moderna.<strong> Todo el mundo vive este consumo de mercancías espectaculares y reales con una pobreza fundamental "porque no está en sí mismo más allá de la privación que se ha hecho más rica"</strong> (<em>La sociedad del espectáculo</em>). Los obreros también se pasan la vida consumiendo espectáculo, pasividad, mentira ideológica y mercantil. Pero tienen puestas menos ilusiones que nadie en las condiciones concretas que les impone, en lo que les cuesta en todos los momentos de su vida, la producción de todo ello.<br />
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Por todas estas razones los estudiantes, como capa social también en crisis, no fueron en mayo del 68 más que la retaguardia del movimiento.<br />
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La deficiencia prácticamente general de la fracción estudiantil que decía tener intenciones revolucionarias fue probablemente, en relación con el tiempo libre que hubieran podido dedicar a la elucidación de los problemas de la revolución, lamentable pero muy secundaria. La de la gran masa de los trabajadores, amarrados y amordazados, fue por el contrario excusable pero decisiva. La definición y el análisis de los situacionistas en cuanto a los momentos principales de la crisis se expusieron en el libro de <strong>René Viénet</strong> <em>Enragés y situacionistas en el movimiento de ocupaciones</em> (Gallimard, 1968). Bastará aquí contrastar los puntos recogidos en este libro, reeditado en Bruselas en las tres últimas semanas de julio, con los documentos ya disponibles, pero no pensamos que deba modificarse ninguna conclusión. Desde enero hasta marzo, el grupo de los enragés de Nanterre (relevado tardíamente en abril por el "movimiento del 22 de marzo") emprendió con éxito el sabotaje de los cursos y los locales. La represión del Consejo de Universidad, demasiado tardía y torpe, combinada con dos cierres sucesivos de la Facultad de Nanterre, trajo consigo la revuelta espontánea de los estudiantes el 3 de mayo en el Barrio Latino. La Universidad fue paralizada por la policía y la huelga. Una semana de lucha en la calle dio ocasión a los jóvenes obreros de pasar a la revuelta, a los estalinianos, de desacreditarse cada día más con increíbles calumnias, a los dirigentes izquierdista del S.N.E. Sup. y a los grupúsculos de exhibir su falta de imaginación y de rigor y al gobierno de utilizar siempre a destiempo la fuerza y las concesiones mezquinas. En la noche del 10 al 11 de mayo, la sublevación que se apoderó del barrio que rodea la calle Gay-Lussac y resistió durante más de ocho horas con sesenta barricadas despertó a todo el país y llevó al gobierno a una capitulación mayor: retiró del Barrio Latino las fuerzas de orden y volvió a abrir la Sorbona sin poder hacerla funcionar. El período del 13 al 17 de mayo fue de ascenso irresistible del movimiento, convertido en una crisis general revolucionaria, siendo el día decisivo sin duda el 16, cuando las fábricas comenzaron a declararse a favor de la huelga salvaje. El 13, la simple jornada de huelga general decretada por las grandes organizaciones burocráticas para acabar rápido y bien el movimiento, sacando a ser posible alguna ventaja de él, no fue en realidad más que el principio: los obreros y los estudiantes de Nantes atacaron la prefectura, y los que entraron en la Sorbona como ocupantes la abrieron a los trabajadores. La Sorbona se convirtió al instante en un "club popular" con respecto al cual el lenguaje y las reivindicaciones de los clubs de 1848 se quedaban cortos. El 14, los obreros nanteses de Sud-Aviation ocuparon su fábrica secuestrando a los directores. Su ejemplo fue seguido el 15 por dos o tres empresas, y por más a partir del 16, día en que la base impuso la huelga en Renault y Billancourt. Casi todas las empresas iban a seguirlo, y casi todas las instituciones iban a ser contestadas en los días siguientes. El gobierno y los estalinianos se dedicaron febrilmente a detener la crisis disolviendo su fuerza principal: acordaron condiciones salariales susceptibles de hacer reanudar inmediatamente el trabajo. El 27, la base rechazó en todas partes los "acuerdos de Grenelle". El régimen, al que un mes de abnegación estaliniana no había podido salvar, se vio perdido. Los propios estalinianos consideraron el 29 el desplome del gaullismo y se apresuraron a recoger contracorriente, con el resto de la izquierda, su peligrosa herencia: la revolución social a desarmar o a aplastar. Aunque De Gaulle se hubiese retirado ante el pánico de la burguesía y el rápido desgaste del freno estaliniano, el nuevo poder no hubiese sido más que la alianza antes debilitada, pero oficializada: los estalinianos hubiesen defendido un gobierno, por ejemplo Mendès- Waldeck, junto a milicias burguesas, activistas del partido y parte del ejército. Habrían intentado hacer no de Kerensky, sino de Noske. De Gaulle, más firme que los cuadros de su administración, alivió a los estalinianos anunciando el 30 que trataría de mantenerse por todos los medios: es decir, implicando al ejército y abriendo un proceso de guerra civil para mantener o reconquistar París. "Los estalinianos, encantados, se abstuvieron de llamar a mantener la huelga hasta la caída del régimen. Se apresuraron a incorporarse a las elecciones izquierdistas a cualquier precio. En tales condiciones, la alternativa inmediata se planteaba entre la afirmación autónoma del proletariado o el fracaso total del movimiento, entre la revolución de los Consejos o los acuerdos de Grenelle. El movimiento revolucionario no podía acabar con el P.C.F. sin echar primero a De Gaulle. La forma de poder de los trabajadores que hubiese podido desarrollarse en la fase post-gaullista de la crisis, bloqueada a la vez por el viejo estado reafirmado y el P.C.F., no hubiese tenido ninguna posibilidad de ir más deprisa que su fracaso en marcha." (Viénet, op. cit.). Aunque los trabajadores la prosiguiesen obstinadamente, durante una o varias semanas comenzó el reflujo de la huelga que todos sus sindicatos le presionaban para que detuviesen. Naturalmente no había desaparecido la burguesía en Francia; sólo estaba muda de terror. El 30 de mayo volvió a surgir, junto a la pequeña burguesía conformista, para apoyar al Estado. Pero ese Estado que tan bien había defendido la izquierda burocrática, en la medida en que los trabajadores no se eliminaron la base del poder de estos burócratas imponiendo la forma de su propio poder autónomo, sólo podía caer si quería hacerlo. Los trabajadores le dieron esa libertad y sufrieron las consecuencias lógicas. La mayoría no había comprendido el sentido total de su propio movimiento, y nadie podía hacerlo en su lugar.<br />
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Si entre el 16 y el 30 de mayo se hubiese constituido en una sola fábrica una asamblea en Consejo que detenta todos los poderes de decisión y de ejecución eliminando a los burócratas, organizando su autodefensa y llamando a los huelguistas de todas las empresas a ponerse en contacto con ella, superado ese último paso cualitativo hubiese podido llevar el movimiento a continuación a la lucha final cuyas perspectivas trazó históricamente. Gran cantidad de empresas habrían seguido el camino así abierto. Inmediatamente, esa fábrica hubiese podido sustituir a la incierta y en algunos aspectos excéntrica Sorbona de los primeros días para convertirse en el centro real del movimiento de ocupaciones: se habrían reunido alrededor de esta base los verdaderos delegados de los numerosos consejos que prácticamente ya existían en algunos edificios ocupados y en todos aquellos que habrían podido imponerse en todas las ramas de la industria. Una asamblea semejante hubiese podido entonces declarar la expropiación de todo el capital, incluido el estatal, anunciar que todos los medios de producción del país serían en lo sucesivo propiedad colectiva del proletariado organizado en democracia directa y llamar directamente -aprovechando los medios técnicos de telecomunicación- a los trabajadores de todo el mundo para que apoyasen esta revolución. <strong>Algunos dirán que esta hipótesis es utópica</strong>. Nosotros responderemos: <strong>es precisamente porque el movimiento de las ocupaciones estuvo objetivamente en varios momentos a una hora de un resultado tal por lo que sembró semejante espanto, legible para todos en la impotencia que estaba demostrando el Estado y en el pánico que invadía al partido llamado comunista, y más tarde en la conspiración de silencio que se ha hecho sobre su gravedad</strong>. Hasta el punto de que millones de testigos, presas nuevamente de la "organización social de la apariencia" que le presenta esta época como una locura pasajera de juventud -tal vez sólo universitaria- deben preguntarse si no está loca una sociedad que pudo dejar pasar así una aberración tan asombrosa. </span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3DRnshJ_mUABjhu-JiYE1odUbleIlvJmQQ-5ZpxIk3NsUxIg-_GvuMjFWhGmdBFI4U0SW4KncdDe3WcWweFHyrSM7Owq2j3kWDFKx-IRJWlPM26a1GDWhc6TB9BMMdZWQ_ZGtG5AUEHro/s1600/may68.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3DRnshJ_mUABjhu-JiYE1odUbleIlvJmQQ-5ZpxIk3NsUxIg-_GvuMjFWhGmdBFI4U0SW4KncdDe3WcWweFHyrSM7Owq2j3kWDFKx-IRJWlPM26a1GDWhc6TB9BMMdZWQ_ZGtG5AUEHro/s1600/may68.bmp" /></a></div><br />
<span style="font-size: x-small;">Naturalmente, desde esta perspectiva era inevitable la guerra civil. Aunque el enfrentamiento armado no hubiese dependido ya de lo que el gobierno temiese o hiciese temer en cuanto a las eventuales malas intenciones del partido llamado comunista, sino objetivamente de la consolidación de un poder proletario directo sobre una base industrial (poder evidentemente total, y no "poder obrero" limitado a no se sabe qué pseudocontrol de la producción de la propia alienación), la contrarrevolución armada se hubiese desencadenado pronto seguramente. Pero no lo hubiese tenido fácil. Parte de las tropas se habría amotinado, los obreros habrían sabido encontrar armas y no habrían construido ya barricadas -buenas sin duda como forma de expresión política al principio del movimiento, pero claramente ridículas desde el punto de vista estratégico (y los Malraux que dicen a posteriori que los tanques hubiesen ganado la calle Gay-Lussac mucho antes que la gendarmería móvil tienen ciertamente razón en este punto, pero ¿hubiesen podido entonces ocultar políticamente los costos de semejante victoria? Ellos no se arriesgaron, en todo caso, prefirieron hacerse los muertos y no se tragaron precisamente por humanismo esta humillación)-. La invasión extranjera hubiese seguido fatalmente a ello, piensen lo que piensen algunos ideólogos (se puede haber leído a Hegel y a Clausewitz y no ser más que Glucksmann), a partir sin duda de las fuerzas de la O.T.A.N., pero con el apoyo indirecto o directo del "Pacto de Varsovia". Pero entonces todo se habría jugado sobre el terreno a doble o nada ante el proletariado de Europa.<br />
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Tras la derrota del movimiento de las ocupaciones, tanto los que participaron como los que tuvieron que padecerlo se han planteado a menudo la pregunta: "¿Fue una revolución?". El empleo extendido, en la prensa y en la vida cotidiana, de un término cobardemente neutral -"los acontecimientos"- señala precisamente el retroceso ante la respuesta, ante la formulación siquiera de la cuestión. Hay que enfocar tal cuestión en su verdadera perspectiva histórica. <strong>El "éxito" o el "fracaso" de una revolución, referencia trivial de periodistas y gobernantes, no puede servir de criterio por la simple razón de que aparte de las burguesas nunca ha triunfado ninguna revolución</strong>: no ha abolido las clases. La revolución proletaria no se ha hecho hasta ahora en ninguna parte, pero el proceso práctico a través del cual se manifiesta su proyecto ha producido ya al menos una decena de momentos revolucionarios de extremada importancia histórica a los que se reconoce el nombre de revoluciones. Nunca se ha expresado en ellos el contenido total de la revolución proletaria, pero se trata en cada ocasión de una interrupción esencial del orden socioeconómico dominante y de la aparición de nuevas formas y nuevas concepciones de la vida real, fenómenos diversos que sólo pueden comprenderse y juzgarse en su significación de conjunto, inseparable ella misma del devenir histórico que pueda tener. De todos los criterios parciales utilizados para reconocer o no el nombre de revolución a un período problemático del poder estatal, el más perverso es seguramente el que juzga en base a si el régimen político vigente cayó o se mantuvo. Este criterio, muy utilizado después de mayo por los pensadores de izquierdas, es el mismo que permite a los informativos calificar día a día de revolución cualquier putsch militar que haya cambiado en un año el régimen de Brasil, de Ghana, de Irak o de donde sea. Pero la revolución de 1905 no derribó al poder zarista, que sólo hizo algunas concesiones provisionales. La revolución española de 1936 no suprimió formalmente el poder político existente: surgía por lo demás de un alzamiento proletario comenzado para defender la República contra Franco. Y la revolución húngara de 1956 no abolió el gobierno burocrático-liberal de Nagy. Si tenemos en cuenta otras limitaciones dignas de ser señaladas, el movimiento húngaro fue en muchos aspectos una sublevación nacional contra una dominación extranjera, y ese carácter de resistencia nacional, aunque menos importante en la Comuna, tuvo sin embargo un papel en sus orígenes. Ésta no suplantó el poder de Thiers más que en la afueras de París. Y el soviet de San Petersburgo en 1905 no llegó siquiera a controlar la capital. Todas estas crisis, inacabadas en sus realizaciones prácticas e incluso en sus contenidos, aportaron sin embargo muchas novedades radicales y pusieron seriamente en jaque a las sociedades a las que afectaron, por lo que pueden ser calificadas legítimamente como revoluciones. En cuanto a pretender juzgar las revoluciones por la magnitud de la matanza que entrañan, esta visión romántica no merece ser discutida. Revoluciones incontestables se han afirmado con choques poco sangrientos, incluso la Comuna de París que acabaría en masacre, y muchos enfrentamientos civiles han acumulado miles de muertos sin ser en absoluto revoluciones. Generalmente no son las revoluciones las que son sangrientas, sino la reacción y la opresión que se han opuesto a ellas en un segundo momento. Es sabido que el número de muertos en el movimiento de mayo dio lugar a una polémica sobre la cual los mantenedores del orden, provisionalmente tranquilos, no dejan de insistir. La verdad oficial es que no hubo más de cinco muertos que fallecieron instantáneamente, entre ellos sólo un policía. Todos los que lo afirman añaden que es una suerte inverosímil. Lo que aumenta bastante la inverosimilitud científica es que no se admitió nunca que uno solo de los numerosos heridos graves pudiese morir en los días siguientes: esta suerte singular no se debió sin embargo a la rapidez del socorro quirúrgico, sobre todo durante la noche de Gay-Lussac. Por otra parte, si era muy conveniente en aquel momento una sencilla manipulación para subestimar el número de muertos para un gobierno en situación desesperada, lo ha seguido siendo después por razones diferentes. Pero finalmente, en conjunto, las pruebas retrospectivas del carácter revolucionario del movimiento de las ocupaciones son tan incuestionables como lo que arrojó al rostro del mundo existiendo: la prueba de que llegó a esbozar una legitimidad nueva es que el régimen restablecido en junio nunca osó perseguir, para lograr la seguridad interior del Estado, a los responsables de acciones manifiestamente ilegales que le habían despojado parcialmente de su autoridad, o sea de sus edificios. Pero lo más evidente, para aquellos que conocen la historia de nuestro siglo, es esto: <strong>todo lo que los estalinianos hicieron por combatir sin descanso el movimiento demuestra que la revolución estaba allí</strong>.<br />
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Mientras que los estalinianos representaron, como siempre, de alguna manera el ideal de la burocracia antiobrera como forma pura, los embriones burocráticos del izquierdismo pisaban en falso. Todos trataban con ostensible cuidado a las burocracias efectivas, tanto por cálculo como por ideología (con excepción del "22 de marzo" que se contentaba con tratar bien a su propio núcleo, J.C.R., maoístas, etc.). De forma que no podían hacer otra cosa que "empujar a la izquierda" -pero sólo en función de sus propios cálculos deficientes- a un movimiento espontáneo mucho más extremista que ellos, y al mismo tiempo a los aparatos que no podían en ningún caso hacer concesiones al izquierdismo en una situación tan manifiestamente revolucionaria. Las ilusiones pseudoestratégicas también florecieron en abundancia: algunos izquierdistas creían que la ocupación de cualquier ministerio la noche del 24 de mayo habría asegurado la victoria del movimiento (y otros izquierdistas maniobraban entonces para impedir un "exceso" que no entrase en su propia planificación de la victoria). Otros, que tenían el sueño más modesto de conservar una gestión "responsable" y no visceral para mantener allí una "universidad de verano", creyeron que las facultades se convertirían en bases de la guerrilla urbana (todas cayeron tras la huelga obrera sin ser defendidas, y la Sorbona, que era el centro momentáneo del movimiento en expansión, con todas las puertas abiertas y casi despoblada hacia el final de la noche crítica del 16 al 17 de mayo, pudo ser recuperada en menos de una hora por una expedición del C.R.S.). No queriendo ver que el movimiento iba más allá de un cambio político en el Estado y en qué términos se planteaba la apuesta real (una toma de conciencia coherente, total, en las empresas), los grupúsculos trabajaban duramente contra esta perspectiva, extendiendo ilusiones apolilladas a montones, dando en todas partes el mal ejemplo de esa conducta burocrática que asquea a todos los trabajadores revolucionarios y finalmente parodiando de la forma más desafortunada todas las formas de revolución del pasado, tanto el parlamentarismo como la guerrilla al estilo zapatista, sin que esa mala película coincidiese nunca con la menor realidad. Los ideólogos tardíos de los pequeños partidos izquierdistas, adoradores de los errores de un pasado revolucionario desaparecido, se encontraban generalmente desarmados para comprender un movimiento moderno. Y su suma ecléctica adornada con ribetes modernistas, el "movimiento del 22 de marzo", combinó casi todas las taras ideológicas del pasado con los defectos del confusionismo ingenuo. Los recuperadores estaban instalados en la dirección de los mismos que manifestaban su temor a "la recuperación", considerada por otra parte vagamente como un peligro de naturaleza un tanto mística, a falta del menor conocimiento de las verdades sobre la recuperación y la organización, de lo que es un delegado y un "portavoz" irresponsable, y precisamente por ello mantenían la dirección, ya que el principal poder efectivo del "22 de marzo" fue hablar con los periodistas. Sus ridículas estrellas salían a la luz del sol para declarar a la prensa que les preocupaba convertirse en estrellas. </span><br />
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<span style="font-size: x-small;">Los "Comités de acción" que se habían formado espontáneamente más o menos en todas partes se encontraron en la ambigua frontera entre la democracia directa y la incoherencia infiltrada y recuperada. Esta contradicción dividía interiormente a casi todos los comités. Pero la división era todavía más clara entre los dos tipos principales de organización que encubría la misma etiqueta. Por un lado hubo comités formados sobre una base local (comités de acción de barrios o de empresas, comités de ocupación de edificios que habían caído en manos del movimiento revolucionario), o bien constituidos para cumplir ciertas tareas especializadas cuya necesidad práctica era evidente, particularmente la extensión internacional del movimiento (comités de acción italiano, magrebí, etc.). Por otro lado vimos multiplicarse comités profesionales, intento de restaurar el viejo sindicalismo, aunque casi siempre para uso de semiprivilegiados, con un carácter claramente corporativista, como tribuna de especialistas separados que querían unirse al movimiento y mantenerse como tales, sacando incluso provecho de la notoriedad ("Estados Generales del Cine", Unión de Escritores, Comité de Acción del Instituto de Inglés y demás). Los métodos era todavía más claramente opuestos que los objetivos. Allí, las decisiones eran ejecutorias; aquí, eran voces abstractas. Allí, prefiguraban el poder revolucionario de los Consejos; aquí, parodiaban a los grupos de presión del poder estatal. </span><br />
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<span style="font-size: x-small;">Los edificios ocupados, cuando no estaban bajo la autoridad de "gerentes leales" sindicalistas, y en la medida en que no permanecieron aislados como posesión pseudofeudal de la asamblea de sus habituales usuarios universitarios (por ejemplo la Sorbona de los primeros días, los edificios abiertos a trabajadores y gente del barrio por los estudiantes de Nantes, el I.N.S.A. donde se instalaron los obreros revolucionarios de Lyon, el Instituto Pedagógico Nacional) constituían uno de los puntos más fuertes del movimiento. La lógica propia de estas ocupaciones podía llevar a los mejores desarrollos: hay que advertir, por lo demás, cómo a un movimiento paradójicamente tímido ante la perspectiva de requisar las mercancías no le inquietaba en absoluto haberse apropiado ya de parte del capital inmobiliario del estado. <br />
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Aunque se impidió finalmente que se siguiese este ejemplo en las fábricas, hay que decir también que el estilo de muchas de estas ocupaciones dejaba mucho que desear. Las rutinas mantenidas impidieron casi en todas partes ver el alcance de la situación y los instrumentos que ofrecía para la acción en curso. Por ejemplo, el número 77 de Informations Correspondance Ouvrières (enero de 1969) objeta al libro de Viénet -que había citado su presencia en Censier- que los trabajadores que están desde hace tiempo en contacto con este boletín "no 'ocuparon': ni en la Sorbona, ni en Censier ni en ninguna otra parte; todos estaban involucrados en la huelga en su lugar de trabajo" y "en las asambleas, en la calle". "Nunca pretendieron tener, de una forma u otra, 'permanencia' en las facultades y menos todavía constituirse en 'unión obrera' ni en 'consejo', cuanto ni más 'para el mantenimiento de las ocupaciones", que ellos consideran "uno de los organismos paralelos cuya finalidad sería sustituir al trabajador". Más adelante, I.C.O. añade que ellos habían mantenido allí "dos reuniones semanales" de su grupo porque "las facultades, y particularmente Censier, más tranquila, ofrecían salas gratuitas y disponibles". De esta forma, los escrúpulos de los trabajadores de I.C.O. (a los que queremos suponer tan eficientes como modestos allí donde se involucran en la huelga, en el lugar preciso de su trabajo y en las calles vecinas) les llevaron a no ver en uno de los aspectos más originales de la crisis más que la posibilidad de sustituir su café habitual tomando prestadas salas gratuitas en una facultad tranquila. Reconocen también, pero con aire igual de satisfecho, que muchos de sus camaradas "dejaron pronto de asistir a las reuniones de I.C.O. por que no encontraban allí respuesta a su deseo de 'hacer algo'". De esta forma, 'hacer algo' se convertía automáticamente para estos trabajadores en la vergonzosa tendencia a sustituir "al trabajador", una especie de ser trabajador en sí que no existiría por definición más que en su fábrica, allí donde por ejemplo los estalinianos los obligarán a callarse y donde I.C.O. tendrá que esperar naturalmente a que los trabajadores sean puramente liberados en su lugar de trabajo (de lo contrario, ¿no se arriesgarían a sustituirse por ese verdadero trabajador todavía mudo?). Semejante elección ideológica de la dispersión es un desafío a la necesidad esencial cuya vital urgencia notaron los trabajadores en mayo: la coordinación y la comunicación de las luchas y de las ideas en base a encuentros libres, fuera de las fábricas sometidas a la policía sindical. Sin embargo I.C.O. no ha ido, ni antes ni después de mayo, hasta el final de su razonamiento metafísico. Existe, como publicación tipografiada a través de la cual algunas decenas de trabajadores se resignan a "sustituir" por sus análisis lo que pueden hacer espontáneamente algunos otros cientos de trabajadores que no la han redactado. El número 78 de febrero nos informa de que "en un año la tirada de I.C.O. ha pasado de 600 ejemplares a 1.000". Pero ese Consejo para el mantenimiento de las ocupaciones que parece conmocionar la virtud de I.C.O., simplemente ocupando el Instituto Pedagógico Nacional y sin perjuicio de sus demás actividades o publicaciones, pudo sacar gratuitamente 100.000 ejemplares gracias a un entendimiento inmediatamente obtenido con los huelguistas de la imprenta del I.P.N. en Montrouge, textos cuya tirada fue difundida, en su inmensa mayoría, entre otros trabajadores en huelga, y de los que nadie hasta el momento ha tratado de demostrar que su contenido pudiese aspirar por nada del mundo a sustituir las decisiones de ningún trabajador. Y la participación en las relaciones aseguradas por el C.P.M.O. en París y en provincias jamás se contradijo con la presencia de los huelguistas en sus lugares de trabajo (ni por supuesto en las calles). Más aún, algunos tipógrafos huelguistas del C.P.M.O. prefirieron trabajar en cualquier sitio con las máquinas disponibles que permanecer pasivos en "sus" empresas. </span><br />
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<span style="font-size: x-small;"> Si los puristas de la inacción obrera perdieron ciertamente la oportunidad de tomar la palabra en respuesta a todas las ocasiones en que fueron obligados a callarse, lo que se ha convertido entre ellos en una especie de orgullosa costumbre, la presencia de un núcleo neo-bolchevique fue mucho más nociva. Pero lo peor fue la extremada falta de homogeneidad de la asamblea que los primeros días de la ocupación de la Sorbona se encontró, si haberlo querido ni comprendido claramente, en el centro ejemplar de un movimiento que involucraba a las fábricas. Esta falta de homogeneidad social se derivaba sobre todo del aplastante peso numérico de los estudiantes, a pesar de la buena voluntad de muchos de ellos, y era agravada por una proporción bastante grande de visitantes que obedecían a una motivación simplemente turística: una base objetiva semejante es la que permite el despliegue de las más torpes maniobras de los Péninou o los Krivine. Esta ambigüedad de los participantes se añadía a la ambigüedad esencial de los actos de una asamblea improvisada que, por fuerza, iba a representar (en todos los sentidos de la palabra, y por tanto también en el peor sentido de la misma) la perspectiva consejista para todo el país. Esta asamblea tomaba decisiones a la vez para la Sorbona -mal por otra parte, mistificadamente: no pudo siquiera llegar a ser dueña de su propio funcionamiento- y para la sociedad en crisis: quería y reclamaba, en términos torpes pero sinceros, la unión con los trabajadores, la negación del viejo mundo. Al enumerar sus faltas no olvidamos cómo fue escuchada. El mismo número 77 de I.C.O. reprocha a los situacionistas haber buscado entonces en esta asamblea el acto ejemplar que les hiciese "pasar a la leyenda", poner algunas cabezas "en el podium de la historia". Creemos que nosotros no pusimos ninguna estrella en ninguna tribuna histórica, pero también creemos que la ironía impertinente de esta "buena gente" obrera no viene a cuento. Era una tribuna histórica. <br />
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Habiendo sido derrotada la revolución, los mecanismos sociotécnicos de la falsa conciencia debían restablecerse naturalmente, intactos en lo esencial: el espectáculo choca con su negación pura, y ningún reformismo puede luego recargar ni el 7% de sus concesiones a la realidad. Para mostrar esto a los menos informados basta examinar los cerca de trescientos libros, por no contar más que la edición en Francia, que aparecieron el año siguiente al movimiento de las ocupaciones. Tal cantidad de libros no puede ser ridiculizada o censurada, como han creído necesario hacer algunos obsesos de la recuperación, que sin embargo tienen menos razones para inquietarse cuanto que no hay generalmente entre ellos nada que pueda excitar la codicia de los recuperadores. El hecho de que se hayan publicado tantos libros significa principalmente que la importancia histórica del movimiento fue profundamente percibida, a pesar de las incomprensiones y denegaciones interesadas. Lo que es criticable, de modo mucho más simple, es que de trescientos libros apenas haya diez que merezcan ser leídos, que estén constituídos por relatos y análisis que escapen a las ridículas ideologías o por compilaciones de documentos no manipulados. La subinformación y la falsificación, que dominan en toda la línea, han encontrado una aplicación privilegiada en la forma en que se ha dado cuenta casi siempre de la actividad de los situacionistas. Sin hablar de los libros que se limitan a guardar silencio sobre este punto ni de imputaciones absurdas, hemos escogido tres estilos de contraverdad para otras tantas series de estas obras. El primer modelo consiste en limitar la acción de la I.S. a Estrasburgo, dieciocho meses antes, como desencadenamiento remoto de una crisis en la que a continuación habría desaparecido (ésta es también la posición del libro de Cohn-Bendit, que consiguió no decir una palabra sobre la existencia del grupo de los "enragés" en Nanterre). El segundo modelo, mentira esta vez positiva y no por omisión, afirma contra toda evidencia que los situacionistas habrían aceptado tener contactos con el "movimiento del 22 de marzo", con el que muchos llegan a fundirnos completamente. Finalmente, el tercer modelo nos presenta como un grupo autónomo de irresponsables y de exaltados que surge por sorpresa, a mano armada incluso, en la Sorbona y otros lugares para sembrar un desorden monstruoso profiriendo las más extravagantes exigencias.<br />
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No obstante, es difícil negar cierta continuidad en la acción de los situacionistas en 1967-68. Y parece que esta continuidad haya contrariado precisamente a quienes, a golpe de grandes entrevistas o reclutamientos, pretenden atribuirse un papel de líderes del movimiento, papel que por su parte la I.S. siempre ha rechazado: su estúpida ambición llevó a algunas de estas personas a ocultar lo que precisamente ellas sabían mejor que otras. La teoría situacionista se encontraba para muchos en el origen de la crítica generalizada que produjo los primeros incidentes de la crisis de mayo y que se desplegó con ellos. No sólo por nuestra intervención contra la Universidad de Estrasburgo. Por ejemplo, se distribuyeron 2.000 o 3.000 ejemplares de cada uno de los libros de Vaneigem y Debord en los meses anteriores, sobre todo en París, y una proporción inhabitual de los mismos fueron leídos por trabajadores revolucionarios (según algunos indicadores parece que estos dos libros fueron, al menos con respecto a su tirada, los más robados de las librerías en 1968). A través del grupo de los enragés, la I.S. puede alardear de no haber carecido de importancia en el origen preciso de la agitación de Nanterre, que llevaron tan lejos. En fin, creemos no haber quedado por detrás del gran movimiento espontáneo de masas que dominó el país en mayo de 1968, tanto por lo que hicimos en la Sorbona como por las diversas formas de acción que llevó a cabo el "Consejo Para el Mantenimiento de las Ocupaciones". Además de la I.S. propiamente dicha y de gran cantidad de individuos que admitían sus tesis y actuaron en consecuencia, muchos otros defendieron planteamientos situacionistas, sea mediante influencia directa o inconscientemente, porque eran en gran medida las que esa época de crisis revolucionaria llevaba objetivamente consigo. Quienes lo duden sólo tienen que leer los muros (para quienes no tuviesen esta experiencia, citamos la colección de fotografías publicada por Walter Lewino La imaginación al poder, Losfeld, 1968). </span><br />
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<span style="font-size: x-small;"> Se puede afirmar por tanto que la sistemática minimización de la I.S. no es más que un detalle homólogo a la minimización actual, y normal en la óptica dominante, del conjunto del movimiento de ocupaciones. La especie de celos que han experimentado ciertos izquierdistas, y que contribuye fuertemente a esta tarea, está por lo demás completamente fuera de propósito. Los grupúsculos más izquierdistas no tienen motivos para rivalizar con la I.S., porque la I.S. no es de esos grupos que compiten en el terreno del militantismo o que pretenden dirigir el movimiento revolucionario en nombre de la supuesta interpretación "correcta" de una verdad petrificada extraída del marxismo o del anarquismo. Plantear así la cuestión es olvidar que, contrariamente a esas repeticiones abstractas en las que antiguas conclusiones siempre actuales en la lucha de clases se mezclan inextricablemente con un montón de errores o imposturas que las desgarran, la I.S. aportó principalmente un nuevo espíritu a los debates teóricos sobre la sociedad, la cultura y la vida. Este espíritu era firmemente revolucionario. Pudo vincularse en cierta medida al movimiento revolucionario real que recomenzaba. Y en la medida en que este movimiento tuvo también un carácter nuevo resultó parecerse a la I.S. y tomó parcialmente sus tesis por su cuenta, y de ninguna forma mediante un proceso político tradicional de adhesión o seguidismo. El nuevo carácter de este movimiento práctico es legible precisamente en esta influencia, totalmente extraña a ningún papel dirigente, que la I.S. resultó ejercer. Todas las tendencias izquierdistas -incluido el "22 de marzo", que llevaba en su baratillo de leninismo, estalinismo chino y anarquismo bisuta "situacionista"- se apoyaban muy explícitamente en un extenso pasado de luchas, de ejemplos, de doctrinas cien veces publicadas y discutidas. Sin duda, estas luchas y publicaciones habían sido sofocadas por la reacción estaliniana y obviadas por los intelectuales burgueses. Pero eran sin embargo infinitamente más accesibles que las nuevas posiciones de la I.S., que jamás habían podido darse a conocer más que a través de nuestras propias publicaciones y actividades recientes. Si los raros documentos conocidos de la I.S. encontraron semejante audiencia es porque parte de la crítica práctica avanzada se reconocía en su lenguaje. Así, nos encontramos ahora en una posición bastante buena para decir lo que mayo fue esencialmente, incluso en la parte de él que sigue estando latente; para hacer conscientes las tendencias inconscientes del movimiento de las ocupaciones. Otros, que mienten, dicen que no había nada que comprender en este desencadenamiento absurdo, o describen como el todo, a través de la pantalla de su ideología, los aspectos reales más viejos y menos importantes, o prosiguen el "argumentismo" a través ahora de nuevos temas de "cuestionamiento" que se alimentan a sí mismos. Tienen de su parte los grandes periódicos y las pequeñas amistades, la sociología y las grandes tiradas. Nosotros no tenemos nada de eso, y no tenemos más derecho a la palabra que el que sacamos de nosotros mismos. Y sin embargo, lo que ellos dicen de mayo se perderá en la indiferencia y será olvidado; y lo que decimos nosotros permanecerá y será finalmente creído y retomado. </span><br />
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<span style="font-size: x-small;">La influencia de la teoría situacionista se lee, además de en los muros, en las acciones de los revolucionarios de Nantes y en aquellas otras, de otra forma ejemplares, de los enragés en Nanterre. Se percibe la indignación que suscitaron las nuevas formas de acción inauguradas o sistematizadas por los enragés. Nanterre embarrada se convertía en "Nanterre-embriagada" porque algunos "granujas del campus" se pusieron un día de acuerdo en que "todo lo que es discutible ha de discutirse" y porque querían "que se supiese".<br />
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En realidad, los que se encontraron entonces y formaron el Grupo de los Enragés no tenían una idea preconcebida de la agitación. Estos "estudiantes" no estaban allí más que formalmente y por las becas. Ocurría únicamente que los barrizales y las chabolas les resultaban menos odiosos que los edificios de hormigón, la palurda fatuidad estudiantil y el pensamiento retrasado de los profesores modernistas. Buscaban allí un residuo de humanidad y no encontraron más que miseria, aburrimiento o mentira en el caldo de cultura en el que chapoteaban de consuno Lefebvre y su honestidad, Touraine y el fin de la lucha de clases, Bouricaud y sus gruesos brazos, Lourau y su devenir. Conocían además las tesis situacionistas, sabían que las cabezas pensantes del ghetto les conocían, las meditaban a menudo y de ahí sacaban su modernismo. Decidieron que todo el mundo tenía que saberlo y se dedicaron a desenmascarar la mentira reservándose encontrar más tarde otros terrenos de juego: contaban con que expulsados los mentirosos y los estudiantes, la ocasión les reportaría otros encuentros, a otra escala, y que entonces "felicidad e infelicidad tomarían forma".<br />
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Su pasado, que no ocultaban (origen mayoritariamente anarquista, pero también surrealista y en algún caso trotskista), hubo de inquietar pronto a aquellos a los que primero se enfrentarían: viejos grupúsculos izquierdistas, trotskistas del C.L.E.R. o estudiantes anarquistas que englobaba Daniel Cohn-Bendit, todos disputándose la falta de futuro de la U.N.E.F. y la función de psicólogo. La elección que hicieron de expulsar a muchos sin indulgencia inútil les protegió contra el éxito que rápidamente conocieron al lado de unos veinte estudiantes; y también contra las adhesiones vagas de todos aquellos que acechaban un situacionismo sin situacionistas sobre el que llevar sus obsesiones y sus miserias. En estas condiciones, el grupo, que alcanzó a veces la quincena, estuvo casi siempre formado por media docena de agitadores. Hemos visto que eran suficientes.<br />
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Los métodos que emplearon los Enragés, en particular los sabotajes de cursos, aunque son hoy banales tanto en las facultades como en las escuelas, escandalizaron profundamente tanto a los izquierdistas como a los buenos estudiantes, organizando a veces los primeros incluso servicios de orden para proteger a los profesores de una lluvia de injurias y naranjas podridas. La generalización del uso del insulto merecido, del graffiti, de la consigna de boicot incondicional a los exámenes, la distribución de panfletos en los locales universitarios, en fin, el escándalo cotidiano de su existencia, atrajeron sobre los enragés el primer intento de represión: convocatoria de Riesel y Bigorgne ante el decano el 25 de enero, expulsión de Cheval de la residencia a primeros de febrero, prohibición de estancia (finales de febrero) y cinco años de expulsión de la Universidad francesa (principios de abril) para Bigorgne. Una agitación más marcadamente política, mantenida por los grupúsculos, comenzó a desarrollarse paralelamente.<br />
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Mientras tanto, los viejos monos de la Reserva, perdidos en el embrollo de la puesta en escena de su "pensamiento", no se inquietaron más que tardíamente. Hubo que obligarlos a hacer muecas, como <strong>Morin</strong> lamentándose, verde de rabia, bajo los aplausos estudiantiles: <em>"El otro día me arrojásteis al basurero de la historia... -</em>Interrupción: <em>"¿Y cómo has salido de allí?"- "Prefiero estar en la basura que entre quienes la manejan, y en cualquier caso, ¡prefiero estar en la basura que en los crematorios!".</em> Igual que <strong>Touraine</strong>, babeando de rabia y aullando: <em>"Ya tengo bastante de anarquistas, y más aún de situacionistas. Por el momento soy yo el que manda aquí, y si un día lo son ustedes, tendré mis derechos entre los cuales está el del trabajo</em>". Sólo un año más tarde los descubrimientos de estos precursores encontraron aplicación en <strong>los artículos de Raymond Aron y Etiemble, que protestaban por la imposibilidad de trabajar y la escalada del totalitarismo izquierdista y del fascismo rojo</strong>. Desde el 26 de enero hasta el 22 de marzo prácticamente no cesaron las interrupciones violentas del curso. Ellas mantenían una agitación permanente con vistas a la realización de varios proyectos que se malograron: publicación de un folleto a primeros de mayo e invasión y saqueo del edificio administrativo de la facultad con ayuda de revolucionarios nanteses a primeros de marzo. Antes de ver todo esto, el decano Grappin denunció en su conferencia de prensa del 28 de marzo la existencia de <em>"un grupo de estudiantes irresponsables que desde hace meses perturban el curso y los exámenes y practican métodos guerrilleros en la facultad... Estos estudiantes no se vinculan a ninguna organización política conocida. Constituyen un elemento explosivo en un medio muy sensible.</em>" En cuanto al folleto, el impresor de los enragés iba menos rápido que la revolución. Tras la crisis, tuvimos que renunciar a publicar un texto que hubiese parecido hacer profecías después del acontecimiento.<br />
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Todo esto explica el interés que tomaron los enragés en la noche del 22 de marzo y quizá su desconfianza a priori hacia el conjunto de los demás manifestantes. Mientras que Cohn-Bendit, estrella ya en el firmamento de Nanterre, hablaba con los menos decididos, diez enragés se instalaron en la sala del Consejo de la Facultad donde 22 minutos después se reunieron para el futuro "Movimiento del 22 de marzo". Sabemos (cf. Viénet) cómo y por qué se retiraron de esta farsa. Veían cada vez más claro que la policía no vendría, y que con tales personas no podrían llevar a cabo el único objetivo que se habían fijado para la noche: destruir completamente las notas de los exámenes. En las primeras horas del 23 decidieron expulsar a cinco de ellos que se negaron a abandonar la sala por miedo a "romper con las masas" estudiantiles.<br />
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Es gracioso constatar que en los orígenes del movimiento de mayo existe un ajuste de cuentas con los pensadores dúplices de la banda argumentista. Pero combatiendo a la fea cohorte de pensadores subversivos asalariados por el estado los enragés hacían algo más que ajustar una vieja cuenta pendiente. Hablaban ya como movimiento de ocupaciones que lucha por la ocupación real, por parte de todos los hombres, de todos los sectores de la vida social regidos por la mentira. Y al escribir sobre los muros de cemento "tomad vuestros deseos por la realidad" destruían ya la ideología recuperadora de "la imaginación al poder", pretenciosamente lanzada por el "22 de marzo". Es que unos tenían deseos, y otros imaginación.<br />
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Los enragés casi no volvieron a Nanterre en abril. Las veleidades de democracia directa exhibidas en los carteles del "movimiento del 22 de marzo" eran evidentemente irrealizables en esas compañías, y ellos rechazaban por anticipado la pequeña plaza que se les concedía, como amenizadores extremistas, a la izquierda de la ridícula "Comisión de cultura y creatividad". En el lado opuesto, la recuperación por parte de los estudiantes de Nanterre de algunas de sus técnicas de agitación, aunque con un problemático fin antiimperialista, significaba que comenzaba a tener lugar el debate sobre el terreno que ellos habían querido definir. Los estudiantes de París que atacaron a la policía el 3 de mayo en respuesta a la última de las torpezas de la administración universitaria, lo demostraron también: el violento panfleto de advertencia de los enragés <em>La rabia en el vientre</em>, distribuido el 6 de mayo, no pudo indignar más que a los leninistas a los que denunciaba, mientras que tomaba la medida exacta al movimiento real; en dos días de combates en las calles los amotinados le encontraron aplicación. La actividad autónoma de los enragés acabó de forma tan consecuente como había comenzado. Fueron tratados como situacionistas antes incluso de estar en la I.S., ya que los recuperadores izquierdistas se inspiraron en ellos creyendo poder ocultarlos para exhibirse ante los periodistas que los enragés habían evidentemente rechazado. El propio término "enragés", con el que Riesel dio una marca inolvidable al movimiento de las ocupaciones, adquirió tardíamente y durante algún tiempo una significación publicitaria "cohnbendista".<br />
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La rápida sucesión de las luchas en la calle en los primeros diez días de mayo reunió enseguida a los miembros de la I.S., a los enragés y algunos otros camaradas. Este compromiso se formalizó al día siguiente de la ocupación de la Sorbona, el 14 de mayo, cuando se federaron en un "Comité Enragés-I.S." que empezó a publicar ese mismo día documentos con esta firma. A ello siguió una expresión autónoma más amplia de las tesis situacionistas en el interior del movimiento, pero no se trataba de plantear los principios particulares a partir de los cuales queriamos modelar el movimiento real: al decir lo que pensábamos, decíamos lo que éramos, mientras tantos otros se disfrazaban para explicar que había que seguir la política correcta de su comité central. Esa misma tarde la asamblea general de la Sorbona, abierta efectivamente a los trabajadores, empezó a organizar su poder sobre la marcha, y René Riesel, que había afirmado las tesis más radicales sobre la propia organización de la Sorbona y sobre la extensión total de la lucha iniciada, fue elegido en el primer Comité de Ocupación. El día 15 los situacionistas presentes en París dirigieron una circular a provincias y al extranjero: A los miembros de la I.S., a los camaradas que se han declarado de acuerdo con nuestras tesis. Este texto analizaba brevemente el proceso en curso y sus desarrollos posibles por orden de probabilidad decreciente -agotamiento del movimiento en caso de permanecer limitado "a los estudiantes antes de que la revolución antiburocrática haya conquistado el medio obrero"; represión; o, finalmente, '¿revolución social?'". Comportaba también un ajuste de cuentas de nuestra actividad hasta el momento y llamaba a continuación a hacer todo lo posible "por dar a conocer, apoyar y extender la agitación". Proponíamos como temas inmediatos en Francia: "la ocupación de fábricas" (acababa de conocerse la ocupación de Sud-Aviation, ocurrida la víspera por la tarde) la 'constitución de consejos obreros', el cierre definitivo de la Universidad y la crítica completa de todas las alienaciones". Hay que señalar que era la primera vez, desde que la I.S. existía, que pedíamos a alguien hacer algo, ni siquiera a los más próximos a nuestras posiciones. Nuestra circular tampoco quedó sin eco, particularmente en las ciudades donde el movimiento de mayo se imponía con más fuerza. El día 16 por la tarde la I.S. lanzó una segunda circular exponiendo los desarrollos de la jornada y previendo "una prueba mayor de fuerza". La huelga general interrumpió esta secuencia, que fue retomada con otra forma el 20 de mayo por los emisarios que el C.M.D.O. enviaba a provincias y al extranjero.<br />
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El libro de Viénet describe con detalle cómo el Comité de Ocupación de la Sorbona, reelegido en bloque por la asamblea general del día 15 por la tarde, vio desaparecer de puntillas a la mayoría de sus miembros, que se doblegaron a las maniobras y los intentos de intimidación de una burocracia informal que intentaba volver a recuperar subrepticiamente la Sorbona (U.N.E.F., M.A.U., J.C.R., etc.). Los enragés y los situacionistas se encontraron por tanto con la responsabilidad del Comité de ocupación los días 16 y 17 de mayo. Al no aprobar finalmente la asamblea general del día 17 los actos con los que ese comité había ejercido su mandato, ni desaprobarlos tampoco (los manipuladores impidieron el voto de la asamblea), declaramos de inmediato que abandonábamos la universidad desfalleciente, y todos los que se agrupaban alrededor de ese comité de ocupación vinieron con nosotros y llegaron a constituir el núcleo del Consejo para el mantenimiento de las ocupaciones. Conviene advertir que el segundo comité de ocupación, elegido después de nuestra partida, siguió en funcionamiento, idéntico a sí mismo y del modo glorioso que sabemos, hasta el retorno de la policía en junio. Nunca más se planteó la cuestión de reelegir cada día en asamblea delegados revocables. Este comité de profesionales llegó después a suprimir rápidamente las asambleas generales, que no eran a sus ojos más que una fuente de problemas y una pérdida de tiempo. Por el contrario, los situacionistas pueden resumir su acción en la Sorbona con una sola fórmula: "todo el poder para la asamblea general". También resulta gracioso escuchar hablar ahora del poder situacionista en la Sorbona, cuando la realidad de ese "poder" consistió en recordar constantemente el principio de la democracia directa aquí mismo y en todas partes, en denunciar de forma ininterrumpida a los recuperadores y a los burócratas, en exigir de la asamblea general que asumiese sus responsabilidades decidiendo y haciendo ejecutar todas sus decisiones. </span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6tf5WjxzaUSI9Em_vd4LYeSx0s0s-Nx8Eos5O_n7MwfK8PQ0yazR0lXeKSo_VJ4cghU_R1zaRwIraBy1TGWMqjNq1yph2SDFH54GFjErIn4DMYlgaCV_3z-YP6Fy3GVZb-JnNYTxrj9ap/s1600/represion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6tf5WjxzaUSI9Em_vd4LYeSx0s0s-Nx8Eos5O_n7MwfK8PQ0yazR0lXeKSo_VJ4cghU_R1zaRwIraBy1TGWMqjNq1yph2SDFH54GFjErIn4DMYlgaCV_3z-YP6Fy3GVZb-JnNYTxrj9ap/s1600/represion.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="font-size: x-small;"> Nuestro Comité de ocupación suscitó la indignación general de los manipuladores y de los burócratas por su actitud consecuente. Aunque defendimos en la Sorbona los principios y los métodos de la democracia directa, estábamos sin embargo desprovistos de ilusiones acerca de la composición social y el nivel general de consciencia de esta asamblea: evaluamos la paradoja de una delegación más firme que sus mandantes en esa voluntad de democracia directa y vimos que no podía durar. Pero estábamos ocupados sobre todo en poner al servicio de la huelga salvaje que comenzaba los medios, no despreciables, que nos ofrecía la posesión de la Sorbona. El Comité de ocupación lanzó el 16, a las 15 horas, una breve declaración mediante la que llamaba "a la ocupación inmediata de todas las fábricas de Francia y a la formación de consejos obreros". El resto de cuanto se nos ha reprochado no fue casi nada en comparación con el escándalo que causó en todas partes -salvo entre los "ocupantes de base"- ese "temerario" compromiso de la Sorbona. Sin embargo, en ese momento estaban ocupadas dos o tres fábricas, parte de los transportistas de los N.M.P.P. trataban de impedir la distribución de periódicos y varios talleres de Renault, como llegamos a saber dos horas después, lograban interrumpir el trabajo. ¿Y en nombre de qué, individuos sin cargo alguno pretendían dirigir la Sorbona si no eran partidarios de la toma por parte de los trabajadores de todas las propiedades del país? Creemos que pronunciándose de esta forma la Sorbona ofreció una última respuesta manteniéndose al nivel de un movimiento cuya continuación asumían felizmente las fábricas, es decir, al nivel de la respuesta que ellas ofrecían a las primera luchas limitadas al Barrio Latino. Ciertamente, esta llamada no iba contra la intención de la mayoría de quienes estaban entonces en la Sorbona e hicieron tanto por difundirla. Por otra parte, al extenderse las ocupaciones de fábricas, hasta los burócratas izquierdistas se hicieron partidarios de algo en lo que no habían osado comprometerse la vigilia, aunque sin renegar de su hostilidad a los consejos. El movimiento de las ocupaciones no tenía realmente necesidad de la aprobación de la Sorbona para extenderse a otras empresas. Pero además, como en ese momento cada hora contaba para unir a todas las fábricas en la acción emprendida por algunas mientras los sindicatos intentaban en todas partes ganar tiempo para impedir la interrupción general del trabajo, y como una llamada a este derecho alcanzó gran difusión, incluso radiofónica, nos pareció sobre todo importante mostrar, con la lucha que comenzaba, el máximo al que debía tender a continuación. Las fábricas no llegaron a formar Consejos, y los huelguistas que empezaban a acudir a la Sorbona no descubrieron ciertamente el modelo.<br />
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Podemos pensar que esta llamada contribuyó a abrir aquí y allá algunas perspectivas de lucha radical. En todo caso figura ciertamente entre los hechos de esa jornada que inspiraron más temor. Sabemos que el Primer Ministro hizo difundir a las 19 horas un comunicado afirmando que el gobierno "en presencia de intentos anunciados o sugeridos por grupos extremistas de provocar una agitación generalizada", haría lo que fuese preciso para mantener 'la paz civil' y el orden republicano "puesto que la reforma universitaria no sería más que un pretexto para sumir al país en el desorden". Se convocaron a 10.000 reservistas de la gendarmería. La "reforma universitaria" no era efectivamente más que un pretexto también para el gobierno, que enmascaraba bajo esta honorable necesidad, tan bruscamente descubierta por él, su retroceso ante la revuelta del Barrio Latino.<br />
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Al ocupar el I.P.N. de la calle Ulm, el Consejo para el mantenimiento de las ocupaciones hizo lo que pudo durante la continuación de una crisis en la que, desde que la huelga fue general y se inmovilizó a la defensiva, ningún grupo revolucionario organizado existente tenía ya medios para contribuir de forma notable. Reuniendo a los situacionistas, a los enragés y a otros treinta a sesenta revolucionarios consejistas (de los cuales menos de la décima parte eran estudiantes), el C.M.D.O. aseguró gran cantidad de contactos en Francia y fuera del país, dedicándose particularmente, hacia el final del movimiento, a dar a conocer su significación a los revolucionarios de otros países, que no podían dejar de inspirarse en él. Publicó, con una tirada cercana a los 200.000 ejemplares en algunos casos, unos cuantos carteles y documentos, entre los principales Informe sobre la ocupación de la Sorbona el 19 de mayo, Por el poder de los Consejos obreros el 22, y Llamada a todos los trabajadores del día 30. El C.M.D.O., que no había sido dirigido ni jerarquizado por nadie, "acordó disolverse el 15 de junio (...) El C.M.D.O. no había buscado obtener nada para sí, ni siquiera reclutamientos con vistas a una existencia permanente. Sus participantes no separaban sus objetivos personales de los objetivos generales del movimiento. Eran individuos independientes que se habían agrupado para una lucha sobre bases determinadas y en un momento preciso, y que volverían a hacerse independientes después de ella". (Viénet, op. cit.). El C.M.D.O. había sido "un vínculo, no un poder". <br />
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Algunos nos han reprochado, en mayo y después, criticar a todo el mundo y no presentar como aceptable más que la actividad de los situacionistas. Esto no es exacto. Aprobamos el movimiento de masas en toda su profundidad e iniciativas notables de decenas de miles de individuos. Aprobamos la conducta de algunos grupos revolucionarios que conocimos en Nantes y en Lyon, así como los actos de todos los que estuvieron relacionados con el C.M.D.O. Los documentos citados por Viénet evidencian que aprobamos parcialmente muchas declaraciones de los comités de acción. Muchos grupos o comités que siguieron siendo desconocidos para nosotros durante la crisis hubiesen tenido nuestra aprobación de haber tenido información sobre ellos -y es todavía más patente que, ignorándolos, no pudimos criticarlos-. Dicho esto, cuando se trata de los pequeños partidos izquierdistas y del "22 de marzo", de Barjonet o de Lapassade, sería sorprendente que se esperase de nosotros ninguna aprobación cortés cuando se conocen nuestras posiciones anteriores y cuando puede constatarse cuál ha sido en este período la actividad de las personas en cuestión.<br />
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Tampoco hemos pretendido que ciertas formas de acción que revistió el movimiento de las ocupaciones -con excepción tal vez del empleo de viñetas críticas- fuesen de origen directamente situacionista. Por el contrario, vemos el origen de todas ellas en luchas obreras "salvajes", y algunos números de nuestra revista las han citado desde hace muchos años especificando de dónde venían. Fueron los obreros los primeros que atacaron la sede de un periódico para protestar contra la falsificación de la información concerniente a ellos (en Lieja en 1961), que quemaron coches (en Merlebach en 1962) y comenzaron a escribir sobre los muros las fórmulas de la nueva revolución ("Aquí acaba la libertad" sobre un muro de la fábrica Rhodiaceta en 1967). A cambio podemos señalar, como preludio evidente de la actividad de los enragés en Nanterre, que el 26 de octubre de 1966 en Estrasburgo fue por vez primera atacado un profesor de universidad y expulsado de su silla: esta fue la suerte que los situacionistas hicieron sufrir al cibernético Abraham Moles en su curso inaugural.<br />
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Todos nuestros textos publicados durante el movimiento de las ocupaciones demuestran que los situacionistas nunca propagaron ilusiones en ese momento acerca de las posibilidades de triunfo total del movimiento. Sabíamos que ese movimiento revolucionario, objetivamente posible y necesario, había partido subjetivamente de muy abajo: espontáneo y desorganizado, ignorando su propio pasado y la totalidad de sus objetivos, volvía de medio siglo de aplastamiento y encontraba ante él a todos sus vencedores todavía en su lugar, burócratas y burgueses. Una victoria duradera de la revolución era poco factible en nuestra opinión entre el 17 y el 30 de mayo. Pero como esa posibilidad existía, la señalamos como el máximo en juego a partir de cierto punto alcanzado por la crisis, y mostramos que merecía ciertamente la pena. A nuestros ojos el movimiento era ya una gran victoria histórica ocurriese lo que ocurriese, y pensábamos que sólo la mitad de lo que se había producido hubiese sido un resultado muy significativo.<br />
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Nadie puede negar que la I.S., opuesta igualmente en esto a todos los grupúsculos, se negó a toda propaganda en su favor. Ni el C.M.D.O. enarboló la "bandera situacionista" ni ninguno de nuestros textos de esa época habló de la I.S. excepto para responder al desvergonzado envite del frente común lanzado por Barjonet el día siguiente a la reunión de Charléty. Y entre las múltiples siglas publicitarias de grupos con vocación dirigente no pudo verse una sola inscripción que evocase a la I.S. trazada sobre los muros de París, de los cuales nuestros partidarios eran sin embargo los principales dueños.<br />
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Creemos, y presentamos esta conclusión sobre todo a los camaradas de otros países que conozcan crisis de esta naturaleza, que estos ejemplos muestran lo que pueden hacer en la primera fase de la reaparición del movimiento revolucionario proletario unos cuantos individuos coherentes en lo que respecta a lo esencial. No había en mayo en París más que una decena de situacionistas y de enragés, y ninguno en provincias. Pero la feliz conjunción de la improvisación revolucionaria espontánea y de una especie de aura de simpatía existente alrededor de la I.S. permitieron coordinar una acción bastante amplia, no solamente en París, sino en muchas grandes ciudades, como si se hubiese tratado de una organización preexistente a escala nacional. Con más amplitud incluso que esta organización espontánea, una especie de vaga y misteriosa amenaza situacionista fue percibida y denunciada en muchos lugares, siendo sus portadores algunos cientos, acaso miles de individuos que los burócratas y los moderados calificaban de situacionistas o, con mayor frecuencia, según la abreviación popular que apareció en esa época, de situs. Nos consideramos honrados por el hecho de que este término de "situ", que parece haber tenido su origen peyorativo en el lenguaje de algunos medios estudiantiles de provincias, no sólo sirviese para designar a los participantes más extremistas del movimiento de ocupaciones, sino que comportase también ciertas connotaciones que evocan al vándalo, al ladrón, al granuja.<br />
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No pensamos que no hemos cometido errores. Los enumeramos aquí para instrucción de los camaradas que puedan encontrarse ulteriormente en circunstancias similares.<br />
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En la calle Gay-Lussac, donde nos encontramos espontáneamente en pequeños grupos, cada uno de estos grupos reunió a decenas de personas conocidas o que nos conocían de vista y venían a hablar con nosotros. Después cada uno, en el admirable desorden que presentaba este "barrio liberado" mucho antes incluso del inevitable ataque de la policía, se alejó hacia tal "frontera" o cual preparativo de defensa. De forma que, no sólo todos permanecieron más o menos aislados, sino que a menudo nuestros propios grupos no pudieron unirse. Fue un grave error por nuestra parte no pedir que permaneciésemos agrupados. En menos de una hora, un grupo que hubiese actuado así hubiese producido inevitablemente un efecto de bola de nieve, reuniendo a todos los barricadistas que conocíamos -cada uno de nosotros encontró más amigos de los que se encuentran por azar en un año en París. Hubiéramos formado así una banda de doscientas o trescientas personas que se conocen y actúan en conjunto, lo que faltó precisamente en esta lucha dispersa. Sin duda, la relación numérica con las fuerzas que rodeaban el barrio, alrededor del triple que los sublevados, por no hablar de la superioridad de su armamento, condenaba de todas formas esta lucha al fracaso. Pero un grupo semejante podía permitirse cierta libertad de maniobra, ya sea para realizar una contracarga sobre un punto del perímetro atacado, ya sea instalando barricadas al este de la calle Mouffetard, zona bastante mal guarnecida por la policía hasta muy tarde, para abrir una vía de escape a todos los que quedaron atrapados (escapando algunos cientos gracias a la suerte y al precario refugio de la Escuela Normal Superior).<br />
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En el Comité de ocupación de la Sorbona hicimos, a la vista de las condiciones y de la precipitación del movimiento, más de lo que podíamos hacer. No puede reprochársenos no haber hecho más por modificar la arquitectura de este triste edificio que ni siquiera tuvimos tiempo de recorrer. Es cierto que había todavía allí una capilla cerrada, pero llamamos a los ocupantes con carteles -y también Riesel en su intervención en la asamblea general del 14 de mayo- a destruirla lo antes posible. Por otra parte, "Radio Sorbona no existe como aparato emisor, y no puede por tanto reprochársenos no haberlo empleado. Por supuesto no proyectamos ni preparamos el incendio del edificio el 17 de mayo, como decía el rumor que siguió a algunas oscuras calumnias de los grupúsculos. Este dato basta para mostrar hasta qué punto hubiera sido desatinado el proyecto. No vamos a dispersarnos más en detalles, sea cual sea la utilidad que pueda reconocérseles. Así, es pura fantasía cuando Jean Maitron afirma que "el restaurante y la cocina de la Sorbona... estuvieron hasta junio controlados por 'situacionistas'. Muy pocos estudiantes entre ellos. Muchos jóvenes sin trabajo." (La Sorbonne par elle-même, Editions Ouvrières, 1968). De todas formas tenemos que reprocharnos este error: los camaradas encargados de enviar a imprenta los panfletos y declaraciones que emanaban del Comité de ocupación, el 16 de mayo a partir de las 17 horas, sustituyeron la firma "Comité de ocupación de la Sorbona" por "Comité de ocupación de la Universidad autónoma y popular de la Sorbona" sin avisar a nadie. Se trataba de una regresión de cierto alcance, puesto que la Sorbona no tenía a nuestros ojos otro interés que el de un edificio tomado por el movimiento revolucionario, y esta firma podía hacer creer que reconocíamos el lugar todavía como Universidad, aunque fuese "autónoma y popular", cosa que nosotros despreciamos en todo caso y que era bastante molesto parecer que aceptábamos en tal situación. Una falta de atención menos importante se cometió el 17 de mayo cuando se difundió un panfleto emanado de los obreros de base venidos de Renault con la firma "Comité de ocupación". El Comité de ocupación había hecho ciertamente bien suministrando sin censura medios de expresión a estos trabajadores, pero había que precisar que este texto estaba redactado por ellos y únicamente editado por el Comité de ocupación; y tanto más cuanto estos obreros, al llamar a continuar las "marchas sobre Renault", todavía admitían en ese momento el argumento mistificante de los sindicatos sobre la necesidad de mantener cerradas las puertas de la fábrica para que no pudiese sacar pretexto y provecho de su apertura un ataque de la policía.<br />
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El C.M.D.O. olvidó mencionar en cada una de sus publicaciones "impreso por los obreros en huelga", lo que ciertamente hubiese sido ejemplar, perfectamente de acuerdo con las teorías que evocaban, y hubiese proporcionado una réplica excelente de la habitual marca sindical de los impresores. Error aún más grave: aunque se hizo un uso excelente del teléfono, dejamos completamente de lado la posibilidad de servirnos de los telégrafos que permitían llegar a numerosas fábricas y edificios ocupados de Francia y enviar noticias a toda Europa. Particularmente dejamos de lado el circuito de observatorios astronómicos, accesible y utilizable al menos a partir del Observatorio ocupado de Meudon.<br />
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Pero dicho esto, y si se trata de formular un juicio sobre lo esencial, reunidas y consideradas todas estas iniciativas de la I.S., no vemos en qué punto mereció ser censurada.<br />
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Citemos ahora los principales resultados del movimiento de las ocupaciones hasta el momento. En Francia este movimiento fue vencido y de alguna forma aplastado. Es sin duda el punto más notable y el que presenta mayor interés en la práctica. Parece que nunca una crisis social de semejante gravedad había acabado sin que una represión viniese a debilitar, más o menos duraderamente, la corriente revolucionaria, como especie de contrapartida de lo que debe esperar pagar la experiencia histórica que en cada momento ha sido llevada a existir. Sabemos que no se mantuvo ninguna represión específicamente política, aunque naturalmente, además de los numerosos extranjeros expulsados administrativamente, muchos cientos de sublevados se viesen condenados en los meses siguientes por delitos llamados "de derecho común" (aunque más de un tercio del efectivo del Consejo para el mantenimiento de las ocupaciones fue arrestado en diversos enfrentamientos, ninguno de sus miembros cayó en esta rúbrica, al haber sido muy bien conducido a finales de junio el movimiento de retirada del C.M.D.O.). Todos los responsables políticos que no supieron escapar al arresto al acabar la crisis fueron liberados tras unas semanas de detención, y ninguno fue citado ante un tribunal. El gobierno tuvo que decidir este nuevo retroceso nada más que para obtener una apariencia de apertura universitaria tranquila y una apariencia de exámenes en otoño de 1968. La única presión del Comité de acción de los estudiantes de medicina obtuvo esa importante concesión a finales del agosto.<br />
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La amplitud de la crisis revolucionaria desequilibró gravemente "lo que fue atacado de frente... la economía capitalista que funciona" (Viénet), no ciertamente por el aumento absolutamente soportable y consentido de los salarios, ni tampoco por la interrupción total de la producción durante semanas, sino sobre todo porque la burguesía francesa perdió su confianza en la estabilidad del país: lo que -unido a los demás aspectos de la actual crisis monetaria en los intercambios internacionales- supuso la evasión masiva de capitales y la crisis del franco en noviembre (las reservas de divisas del país cayeron de 30 millardos de francos en 1969 a 18 millardos un año después). Tras la devaluación tardía del 8 de agosto de 1969, Le Monde comenzaba a darse cuenta al día siguiente de que "el franco, como el general, había 'muerto' en mayo".<br />
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El régimen "gaullista" no era más que un detalle menor en esta puesta en cuestión general del capitalismo moderno. Sin embargo el poder de De Gaulle recibió, él también, un golpe mortal en mayo. A pesar de su restablecimiento en junio -objetivamente sencillo, como dijimos, puesto que la verdadera lucha se había perdido en otra parte-, De Gaulle no podía hacer desaparecer, como responsable del Estado que había sobrevivido al movimiento de las ocupaciones, la mancha de haber sido responsable del estado que había sufrido el escándalo de su existencia. De Gaulle, que no hacía más que envolver con su estilo personal todo lo que ocurría -y no era otra cosa que la modernización normal de la sociedad capitalista- había pretendido reinar por el prestigio. Éste sufrió en mayo una humillación definitiva, tan subjetivamente sentida por él como objetivamente constatada por la clase dominante y los electores que le plebiscitan indefinidamente. La burguesía francesa busca una forma de poder político más racional, menos caprichosa y soñadora, más inteligente a la hora de defenderse de las nuevas amenazas cuyo surgimiento ha constatado con estupor. De Gaulle quería hacer desaparecer la pesadilla persistente, "los últimos fantasmas de mayo", ganando el 27 de abril ese referéndum anunciado el 24 de mayo que la revuelta había anulado la misma noche. El "poder estable" que tropezó y que notaba que no había recuperado su equilibrio, se empeñaba imprudentemente en ser rápidamente confirmado con un rito de adhesión ficticia. Los eslóganes de los manifestantes del 13 de mayo de 1968 estaban justificados: De Gaulle no alcanzó su onceavo aniversario, no por la oposición burocrática o pseudorreformista, sino porque al día siguiente se vio que la calle Gay-Lussac desembocaba directamente en todas las fábricas de Francia.<br />
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Un desorden generalizado, que cuestionó de raíz todas las instituciones, se instaló en la mayor parte de las facultades y sobre todo en las escuelas. Aunque limitándose a lo más urgente el estado salvó más o menos el nivel de enseñanza en las disciplinas científicas y en las escuelas superiores, el año universitario 1968-69 se perdió completamente y los títulos se devaluaron, aunque estén lejos todavía de ser despreciados por la masa estudiantil. Una situación semejante es incompatible a la larga con el funcionamiento normal de un país industrial avanzado y produce una caída en el subdesarrollo creando un "cuello de botella" cualitativo en la enseñanza secundaria. Aunque la corriente extremista no tuvo en realidad más que una pequeña base en el medio estudiantil, parece que tuviese la fuerza suficiente para mantener un proceso de continua degradación: a finales de enero, la ocupación y el saqueo del rectorado de la Sorbona y numerosos incidentes bastante graves que le siguieron mostraron que el simple mantenimiento de la pseudoenseñanza constituye un tema de considerable inquietud para las fuerzas de mantenimiento del orden.<br />
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La agitación esporádica de las fábricas que acogieron la huelga salvaje y donde se implantaron grupos radicales más o menos conscientemente enemigos de los sindicatos trajo consigo, a pesar de los esfuerzos de los burócratas, numerosas huelgas parciales que paralizan fácilmente empresas cada vez más concentradas, en las cuales se aumenta siempre la interdependencia entre diferentes operaciones. Estas sacudidas no permiten olvidar a nadie que el suelo no ha vuelto a ser sólido en las empresas, y que las formas modernas de explotación revelaron en mayo a la vez el conjunto de sus medios asociados y su nueva fragilidad.<br />
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Tras la erosión del viejo estalinismo ortodoxo (legible en las pérdidas de la C.G.T. en las recientes elecciones sindicales), llega para los viejos partidos izquierdistas el turno de las maniobras facciosas: casi todos hubieran querido volver a comenzar mecánicamente el proceso de mayo para repetir sus errores. Infiltraron fácilmente lo que quedaba de los comités de acción y estos no dejaron de desaparecer. Los propios partidos izquierdistas estallan en numerosos matices hostiles, manteniéndose cada uno firme en una tontería que excluye gloriosamente todas las de sus rivales. Sin duda, los elementos radicales, que se hicieron numerosos después de mayo, están todavía dispersos, sobre todo en las fábricas. La coherencia que necesitan adquirir está todavía, al no haber sabido organizar una verdadera práctica autónoma, alterada por antiguas ilusiones o por la verborrea, e incluso a veces por una malsana admiración "prosituacionista" unilateral. Su único camino, evidentemente difícil y largo, está por tanto trazado: la formación de organizaciones consejistas de trabajadores revolucionarios federados en base a la democracia total y la crítica total. Su primera tarea teórica será combatir y desmentir en la práctica la última forma de ideología que el viejo mundo le opondrá: la ideología consejista, tal como la ha expresado en una tosca primera forma, al final de la crisis, el grupo "Revolución Internacional" implantado en Toulouse, que proponía simplemente -no sabemos por otra parte a quién- elegir consejos obreros por encima de las asambleas generales, que de esta forma sólo tendrían que ratificar los actos de esta sabia neodirección revolucionaria. Ese monstruo leninista-yugoslavo, retomado después por la "organización trotskista" de Lambert, es casi tan extraño actualmente como el uso del término "democracia directa" por los izquierdistas cuando estaban imbuidos de "diálogo" refrendario. La próxima revolución no reconocerá como consejos más que las asambleas generales soberanas de la base, en las empresas y en los barrios, y sus delegados siempre revocables que dependen únicamente de ellas. Una organización consejista no defenderá nunca otro objetivo: necesita expresar en actos una dialéctica que supere los términos fijos y unilaterales de espontaneísmo y organización abierta o subrepticiamente burocratizada. Debe ser una organización que marche revolucionariamente hacia la revolución de los consejos, que no se disperse tras la declaración de la lucha ni se institucionalice.<br />
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Esta perspectiva no se limita a Francia, sino que es internacional. Es el sentido total del movimiento de las ocupaciones, que tendrá que comprender en todas partes cómo el ejemplo de 1968 desencadenó o elevó la gravedad de los problemas a través de Europa, América y Japón. Los acontecimientos inmediatos más notables que siguieron a mayo fueron la sangrienta revuelta de los estudiantes mexicanos, que pudo romperse en un relativo aislamiento, y el movimiento de los estudiantes yugoslavos contra la burocracia y por la autogestión proletaria, que involucró parcialmente a los obreros y puso en grave peligro el régimen de Tito: pero la intervención rusa en Checoslovaquia, más que las concesiones afirmadas por la clase dominante, llegó poderosamente en auxilio del régimen, permitiéndole unir al país ante el temor a la invasión de una burocracia extranjera. La mano de la nueva Internacional empezó a ser denunciada por la policía de varios países, que creían descubrir las directivas de los revolucionarios franceses tanto en México, en verano de 1968, como en Praga, en la manifestación antirrusa del 28 de marzo de 1969; y el gobierno franquista justificó explícitamente a primeros de año su recurso al estado de excepción por el riesgo de que la agitación universitaria evolucionase hacia una crisis general de tipo francés. Hace mucho tiempo que Inglaterra conocía huelgas salvajes, y uno de los objetivos principales del gobierno laborista era evidentemente prohibirlas; pero no cabe duda de que fue la primera experiencia de huelga general salvaje lo que llevó a Wilson a desplegar tanta prisa y tanta saña para arrancar ese año una legislación represiva contra este tipo de huelga. Este arribista no dudó en arriesgar en el "proyecto Castle" su carrera y la propia unidad de la burocracia político-sindical laborista, ya que aunque los sindicatos son enemigos directos de la huelga salvaje, tuvieron miedo de perder protagonismo al perder el control sobre los trabajadores después de dejar en manos del Estado el derecho a intervenir, sin pasar por su mediación, contra las formas reales de la lucha de clases. Y el 1º de mayo la huelga antisindical de 100.000 estibadores, tipógrafos y metalúrgicos contra la ley que les amenazaba, por primera vez desde 1926, una huelga política en Inglaterra: como debe ser, esta forma de lucha reapareció contra un gobierno laborista.<br />
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Wilson tuvo que desacreditarse renunciando a su proyecto más querido y transfiriendo a la policía sindical la responsabilidad de reprimir en lo sucesivo el 95% de los acuerdos de trabajo constituidos en Inglaterra por las huelgas salvajes. En agosto, la huelga salvaje ganada después de ocho semanas por los fundidores de las acerías Port-Talbot "demostró que la dirección del T.U.C. no está preparada para ese papel". (Le Monde, 30-8-1969).<br />
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Reconocemos el nuevo tono con el que la crítica radical pronuncia en lo sucesivo a través del mundo su declaración de guerra a la vieja sociedad, desde el grupo extremista mexicano Caos, que llamaba en verano de 1968 al sabotaje de los Juegos Olímpicos y de "la sociedad de consumo espectacular" hasta las inscripciones en los muros de Inglaterra y de Italia; desde el grito de una manifestación en Wall Street lanzado por la A.F.P. el 12 de abril -"Stop the Show"- en esa sociedad americana cuyo "declive y caída" señalamos en 1965 y cuyos responsables confiesan ahora ser "una sociedad enferma" hasta las publicaciones y actuaciones de los Ácratas de Madrid.<br />
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En Italia, la I.S. aportó cierta ayuda a la corriente revolucionaria a finales de 1967, momento en que la ocupación de la Universidad de Turín dio la salida a un vasto movimiento con algunas ediciones, malas aunque rápidamente agotadas (en Feltrinelli y De Donato) y con la acción radical de algunos individuos, aunque la actual sección italiana de la I.S. no se constituyese formalmente hasta enero de 1969. La lenta evolución de la crisis italiana desde hace veintidós meses -lo que se ha llamado "el mayo rampante"- se hundía sobre todo en 1968 en la constitución de un "movimiento estudiantil" mucho más atrasado y aislado aún que en Francia -con la ejemplar excepción de la ocupación del hotel de la ciudad de Orgosolo, en Cerdeña, por estudiantes, pastores y obreros unidos. Pero las luchas obreras comenzaron lentamente y se agravaron en 1969, a pesar de los esfuerzos del partido estaliniano y de los sindicatos que agotaban sus recursos para fragmentar la amenaza concediendo huelgas de un día a escala nacional por categorías o huelgas generales de un día por provincias. A primeros de abril la insurrección de Battipaglia, seguida de los motines de las prisiones de Turín, Milán y Genes, elevaron la crisis a otro nivel y redujeron aún más el margen de maniobra de los burócratas. En Battipaglia, después de que saliese la policía los trabajadores siguieron siendo dueños de la ciudad durante veinticuatro horas, apoderándose de las armas, sitiando a la policía refugiada en sus cuarteles y conminándola a rendirse, cortando los caminos y las vías férreas. Aunque la llegada masiva de refuerzos de los carabineros recuperó el control de la ciudad y de las vías de comunicación, todavía existía un esbozo de consejo en Battipaglia que pretendía reemplazar a la municipalidad y ejercer el poder directo de los habitantes sobre sus propios asuntos. Aunque las manifestaciones de apoyo en toda Italia, encuadradas por los burócratas, siguieron siendo platónicas, los elementos revolucionarios de Milán consiguieron atacar violentamente a esos burócratas y asolar el centro de la ciudad, chocando fuertemente con la policía. En esta ocasión los situacionistas italianos retomaron los métodos franceses de la forma más adecuada.<br />
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En los meses siguientes, los movimientos "salvajes" de Fiat y de los obreros del norte mostraron, más que la descomposición total del gobierno, hasta qué punto está cerca Italia de una crisis revolucionaria moderna. El giro tomado en agosto por las huelgas salvajes de la Pirelli de Milán y de la Fiat de Turín señala la inminencia de un enfrentamiento total.<br />
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Es fácilmente comprensible la principal razón que nos ha llevado a tratar aquí juntas la cuestión del sentido general de los nuevos movimientos revolucionarios y la de su relación con las tesis de la I.S. Antes, a los que querían reconocer el interés de algunos aspectos de nuestra teoría les disgustaba que suspendiésemos toda verdad a un retorno de la revolución social y juzgaban esta última "hipótesis" increíble. Diversos activistas que giran en el vacío, pero alardean vanidosamente de seguir siendo alérgicos a toda teoría actual, planteaban a propósito de la I.S. la estúpida cuestión: "¿cuál es su acción práctica?". Al no comprender, ni siquiera un poco, el proceso dialéctico de encuentro entre el movimiento real y "su propia teoría desconocida", todos prefirieron ignorar lo que creían que era una crítica desarmada. Ahora esta crítica se arma. El <em>"amanecer que, con un relámpago, dibuja de repente la forma del nuevo mundo",</em> se vio en estos meses de mayo en Francia, con las banderas rojas y las banderas negras mezcladas en la democracia obrera, y continuó en todas partes. Y si hemos escrito, en alguna medida, nuestro nombre sobre el retorno de este movimiento, no es por conservar ningún instante ni por extraer ninguna autoridad. Ahora estamos seguros del resultado satisfactorio de nuestras actividades: la I.S. será superada.</span><br />
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<div align="center"></div><div align="center"><a href="http://www.sindominio.net/ash/index.html" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img align="bottom" border="0" src="http://www.sindominio.net/ash/guy2.jpg" /></a> </div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div style="text-align: left;"><a href="http://www.sindominio.net/ash/index.html">Archivo situacionista hispano</a></div>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3467499431207854035.post-32330055165370145302011-05-30T00:52:00.006+02:002011-06-25T14:00:16.043+02:00Charla de Agustín García Calvo en el Ágora de Sol : "Contra los modos de integración del levantamiento"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">La charla de Agustín <em>"Contra los modos de integración del levantamiento"</em> en el Ágora de Puerta del Sol, Madrid, el jueves día 26 de mayo de 2011.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://2.gvt0.com/vi/4W_uVt9EuSY/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/4W_uVt9EuSY&fs=1&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><embed width="320" height="266" src="http://www.youtube.com/v/4W_uVt9EuSY&fs=1&source=uds" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Agustín García Calvo: <em>"Contra los modos de integración del levantamiento"- Parte 1</em></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/OSt2RH14rco?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Agustín García Calvo: <em>"Contra los modos de integración del levantamiento"- Parte 2</em> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://2.gvt0.com/vi/4W_uVt9EuSY/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/4W_uVt9EuSY&fs=1&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><embed width="320" height="266" src="http://www.youtube.com/v/4W_uVt9EuSY&fs=1&source=uds" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">Agustín García Calvo: <em>"Contra los modos de integración del levantamiento"- Parte 3</em></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
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</div><strong>TRANSCRIPCIÓN:</strong><br />
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<strong>Esto tiene que durar</strong>, tiene que seguir durando; lo primero, <strong>porque es algo precioso</strong> por así decir, algo inusitado, no previsto, no controlado por nadie, que por tanto viene de abajo, del buen sitio, y ya por eso solo tiene que durar y seguir durando. Si acaso esto tiene que morirse, que se muera como se mueren las rosas. No hace falta que lo mate nadie. <br />
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<strong>Tiene que seguir durando también porque es una ocasión donde se pueden discutir cosas</strong>. Hay muchas cosas que discutir, muchas cosas en qué pensar en común acerca del sentido de esto que nos trae, de esto que nos mueve, y, para eso, para discutir y pensar sobre eso, no vale el hacerlo en las casas de uno o de varios, ni en los bares ni de maneras más o menos familiares; hay que seguirlo haciendo aquí, en sitios como estos con bastante gente no contada, de manera que también por esa segunda razón, porque hay muchas cosas de qué hablar y hablar de esta manera, esto tiene que seguir durando. <br />
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<strong>Tiene que seguir durando también para que esto se convierta en algo como una costumbre</strong>. Los que no tenemos o hemos renunciado a leyes, a reglamentos, a organizaciones como las organizaciones que el Estado y el Capital tienen montadas, no tenemos como función otra cosa que eso, la costumbre. Tiene que seguir durando para que acabemos tomando esto tan inesperado, sin embargo, como una costumbre, a la que acuden y en la que se encuentran gentes hasta entonces extrañas, que se van entendiendo y encontrando entre los unos y los otros algo de lo común, y para que esto se haga una costumbre tiene que seguir durando.<br />
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Y, lo último, <strong>tiene que tiene que seguir durando también para dar guerra</strong>, porque todos sabéis que las autoridades y las gentes bien asentadas en el régimen del bienestar están deseando que esto termine, se darán un gran suspiro en cuanto les digan “Se han marchado”, “Ha terminado”. De manera que yo creo que con esto basta: no podemos darles el gusto a los de arriba ni a las autoridades ni a nadie; aunque nada más fuera por eso, también esto tiene que seguir durando.<br />
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A lo que vengo aquí esta tarde es justamente a contribuir en lo que pueda a eso, a que esto pueda seguir durando, de una manera o de otra. No voy a ocuparme naturalmente de los medios del poder que pueden acabar con esto, no voy a ocuparme de las medidas que puedan tomar y no tomar, del empleo de los medios más o menos violentos. Toda esta faramalla es cosa de ellos, les corresponde a ellos, ellos son los que tienen que seguir decidiendo qué hacer o qué no hacer, y por tanto no es aquí de eso de lo que hay que hablar. <strong>Cuanto más nos olvidemos de ellos, de los medios, de la ordenación de arriba, mejor.</strong> <br />
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Vengo a hablar de lo que puede surgir de dentro mismo del levantamiento. Tal vez por afán de organización, de realismo, por cosas que os han enseñado en la escuela esa de la existencia, que está dominada por el dinero, podéis caer en proclamaciones, en pancartas que efectivamente están sirviendo para hacer lo mismo que ellos hacen, con los mismos medios. De manera que es contra eso contra lo que voy a hablar este poco rato. <br />
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Para evitar eso en lo posible, lo primero que hay que hacer es <strong>no aprenderse el lenguaje del poder</strong>, el lenguaje de los políticos, los comerciantes, los financieros, los hombres asentados en el poder, no aprenderse su lenguaje ni sus vocablos, no intentar hablar en revolucionario pero utilizando los términos que el poder utiliza. Eso no puede ser. No hay por qué saber qué es tasa de paro, que es F.M.I. que, por fortuna en estos momentos ni me acuerdo de lo que es, qué es D.N.I. que, por supuesto, sí me acuerdo, maldita sea, ni tampoco estadística, ni tampoco cancerígeno, ni cualquiera de los términos que os han hecho aprender a través de los medios y de las escuela.… No se puede emplear el lenguaje del poder. El lenguaje del poder está ya viciado en sí. No se puede acudir a las jergas ni políticas, ni filosóficas, ni literarias establecidas por ahí. <strong>El único lenguaje de la protesta es la lengua corriente y moliente</strong>, esta en la que os estoy hablando. No os enseñaré probablemente ninguna otra cosa, pero si os enseñara con mi ejemplo que con la lengua corriente, la lengua vulgar, se puede decir todo lo bueno que haya que decir, ya me contentaría con haberos enseñando algo. Esto es lo primero que no hay que hacer.<br />
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Lo segundo, lo segundo que <strong>no hay que hacer es levantar las manos al cielo</strong>, es decir, dirigir las protestas, las reclamaciones, las reivindicaciones, las peticiones, las exigencias hacia las instancias superiores de la sociedad, hacia el poder organizado. Hacer eso lo único que consigue es ratificar y hacer más fuerte al poder, puesto que se acude a él como el pordiosero acude al señor. Y de las manos del señor, desde arriba, no puede caer nada bueno, no puede caer nada bueno. De forma que está claro que tampoco es eso lo que hay que hacer. <br />
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<strong>Tampoco se puede uno organizar según las organizaciones que justamente nos oprimen</strong>. No puede uno intentar contra ellas organizarse. Tampoco en este sentido se pueden utilizar contra el poder las armas del poder. Eso está bien claro. De manera que, nada de nombrar comisiones, nada de nombrar representantes. A los que estamos aquí no nos representa nadie, ni Dios, como en una pancarta se decía. Ni comisiones ni ninguno de los otros trucos de la democracia. Como algunos de vosotros han sentido conmigo, <strong>el único órgano que la protesta, que el levantamiento tiene es este: las asambleas libres</strong>, que tienen la gracia especial de que no se cuentan ni por el número de almas como el poder cuenta a sus súbditos ni pueden por tanto hacer cosas como votar y por el estilo que el régimen os ha enseñado… No se puede hacer nada de esto. Naturalmente este levantamiento, estas asambleas libres, de alguna manera se organizan pero como se organizan los seres naturales, los bichos y las plantas; se irán organizando pero no con los medios, no con los esquemas que nos vienen impuestos desde arriba. <br />
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<strong>La cuarta cosa que no hay que hacer es tener futuro, el futuro es cosa de ellos</strong>, es un invento que nos viene desde arriba, el tiempo de los relojes y los calendarios contados y contados siempre por lo que le interesa ese cómputo al Capital en primer lugar y también al Estado en cuanto al número de almas. Son ellos los que a vosotros, los menos formados, por no llamaros jóvenes, os cambian la vida por futuro, todos los días. <strong>Os dicen que tenéis mucho futuro y cuando os están diciendo que tenéis mucho futuro os ocultan que con futuro lo que están diciendo es muerte, puesto que su función es la organización de la muerte</strong>. De manera que nunca esto que nos está pasando o estamos haciendo puede tener futuro. Justamente para que haga algo que no sea lo que ya está hecho, para eso tiene que no tener futuro. Es la función sin la cual no se hace nada. Si hay futuro, si hay ya planes, si hay previsiones, si hay metas, si hay blancos a los que alcanzar estáis haciendo lo mismo que los ejecutivos del poder, no se va diferenciar en nada, y, por tanto estaríais estropeando las posibilidades de que esto crezca y que en este sentido se organice por sí solo, desde abajo.<br />
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Y quinta, y para terminar, cosa que no es posible: <strong>no aburrirse</strong>, no aburrirse, porque este, como muchos de vosotros saben conmigo, es el peligro mortal, está desde luego contenido en todos los cuatro que antes he expuesto, porque efectivamente cuando alguno esta vez bien intencionado de entre vosotros os ha empezado a soltar rollos acerca de planes, de blancos, de consecuciones que hay que alcanzar, inmediatamente habréis notado cómo os aburría. <strong>En cuanto se habla de futuro se aburre uno</strong>. <strong>Eso lo sabe el poder que, al mismo tiempo que os aburre todo lo que puede, al mismo tiempo está gastando mucho en divertiros, porque de esa manera el aburrimiento no se cura pero queda oculto por la diversión, y al mismo tiempo el Capital hace un negocio pingüe con la diversión</strong>. No tengo por qué contároslo. De manera que hay que actuar, hay que hablar de maneras que cumplan esta condición: no decir lo que ya está dicho porque eso es aburrir y aburrirse uno: no aburrir. <br />
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Estas son en pocas palabras las principales prevenciones que quería presentaros para contribuir a que esto siga, que siga durando. Por supuesto, <strong>esto puede seguir durando de las maneras que ya lo está haciendo ahora, es decir, de una manera dispersa, por los barrios, por los pueblos</strong>. Ya hay muchas pequeñas asambleas por ahí; incluso la extensión se espera que sea mucho más, que salga fuera de las fronteras, <strong>porque todo estro contra lo que luchamos no tiene nada de español</strong>, no es ninguna cosa de España, <strong>es del régimen del bienestar, de esta última oferta de la democracia que nos hunde</strong>. De manera que antes o después tiene que seguir repercutiendo entre otra gente de la menos formada en cualquiera de los otros sitios. Así tiene que seguir, así irá siguiendo en esas asambleas de los barrios y de los pueblos. <br />
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Pero eso no quita para intentar que sea aquí, aquí precisamente, donde empezó a producirse la primera gran asamblea, aunque no sea tan esplendorosamente como al principio, pero que aquí, que aquí siga. Por lo cual yo por mi parte y en lo que pueda valer, me comprometo en este momento a estar aquí el jueves que viene y cada jueves de los que sigan, al pie del oso y del madroño. Lo repito: Si vengo aquí al pie del oso y del madroño, y me encuentro con unos cuantos, pues se charlará, aprenderemos algunas canciones que pueden venir muy a cuento… Si algún día hay más que unos cuantos, volverá a haber otra pequeña asamblea y efectivamente se seguirá manteniendo así la continuidad de esto que he presentado como el único órgano del movimiento para hablar en público y no en privado. Es por eso por lo que, si el Señor no se enfada entretanto mucho y me manda su rayo justiciero, aquí estaré al pie del oso y el madroño el jueves que viene y los jueves sucesivos para ver qué tenéis que decir o qué es lo que nos hace.<br />
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@ 2008 <a href="http://www.editoriallucina.es/cms/agustin-garcia-calvo/archivos-orales/conferencias-recitales/contra-los-modos-de-integracion-del-levantamiento-puerta-de-sol.html">Editorial Lucina</a>Chico Chienhttp://www.blogger.com/profile/16377860333846135606noreply@blogger.com1