martes, 28 de junio de 2011

"La sociedad del espectáculo", la película de Guy Debord


Todo lo que antes se vivía directamente se aleja ahora en una mera representación”.

La société du spectacle (La sociedad del espectáculo), París, 1973 (Simar Films) Guy Debord
Parte 1
 
Parte 2
Parte 3
 
Parte 4
 
Parte 5

Parte 6
 

Parte 7
 


Parte 8


ENLACES: 

sábado, 25 de junio de 2011

Agustín García Calvo en Puerta del Sol el jueves 23 junio de 2011

Foto del blog "Caminando"

Subido por el 23/06/2011:

"Se trata de corroer por lo bajo la fe que el Capital y el Estado necesitan (sin la cual no pueden moverse), corroer las ideas establecidas simplemente dejándose hablar para que la lengua destruya esas mentiras."

Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 1 de 6


Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 2 de 6


Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 3 de 6


Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 4 de 6


Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 5 de 6


Agustín García Calvo en Puerta del Sol. 23 de junio de 2011. Parte 6 de 6



[Abundando en el tema, este artículo:]

IDEOTAS, IDIOTAS 

_ ¡La manifestación es un símbolo, una acción simbólica que tendrá una gran trascendencia, compañero! Por eso tienes que ir, ¡vamos a hacer historia!
_ No sé tú, pero yo no sé qué hago allí. Historia ya la hago, a mi pesar, de mi vida: ayer mismo sin ir más lejos, cuando te contaba lo de María…
_ Pero yo hablo de otra cosa, ¡es…!
_ Ya sé, tú hablas de la Historia de los libros de historia, la que leerán “las generaciones futuras” y tal. Pero no te equivoques, tan Historia es ésa como la menos contada (“Intrahistoria” la llaman algunos) “de los pueblos”. ¡Si me cuentas para qué quieres eso! ¿Es que no deseas deshacerte de ella? Escrita o no, la Historia mata lo que de vivo haya aquí. Por eso no pienso ir a una manifestación ya prevista por el Régimen, para cumplir con lo ya dicho: con el titular de la Prensa, con las últimas estadísticas de la Comisión de Estrategia de la Organización de la Dinamización de los Objetivos del Movimiento, o con los libros de Historia. ¡Para cumplir con el Futuro!
_ No te pongas estupendo. A lo mejor, a lo mejor eso de la historia no importa tanto. Escúchame bien: lo importante de todo esto, compañero, es que simboliza el sentir de todas las personas que van. Y ellos, la clase política, tendrán que escucharlo, porque ahora nos toca hablar a nosotros, ¡al pueblo!
_ ¿Qué es “clase”? ¿Y qué es “política”? ¿Y qué quieres decir con eso de “simbolizar” y con eso otro de “pueblo”?
_ No finjas que no me entiendes.
_ No finjas que entiendes tú una palabra de lo que estás diciendo, de lo que estás repitiendo. ¡Pero si hablas como los periódicos!
Está muy mal eso de creer que por un lado está la “clase política” y que por otro está el “pueblo”. Parece una clasificación que impide entender, que impide sentir lo que de verdad está pasando: así parece que se trata de una lucha de unos contra otros: de unos, poderosos, y que no tienen nada en común con los otros, contra otros, indignados porque no tienen ellos el poder, ¡ellos que son de otra calaña mejor y horizontales y estupendos y que si se “empoderaran”, “obrarían con Justicia”! ¡Con Justicia, Dios mío!
¡Que no es eso, que no! La guerra ha de ser contra el Poder mismo, contra el Dinero, y esa lucha está dentro de nosotros: en las Ideas, personales, que tenemos, que si te fijas están (¡qué curioso!) al servicio de ese Poder y ese Dinero. ¡Ataquemos a las Ideas, pongamos en duda lo que está ya dicho, en lo que nos han educado y nos educan en este Régimen!
Los políticos, los banqueros… están muy bien educados en esto, nada más. Pero por debajo de ellos, como de nosotros, también se da esa guerra, por extraño que te parezca. Son muy sumisos, títeres del Régimen, pero sólo es cuestión de más o menos, lo mismo que en los que andamos por aquí haciendo asambleas y haciendo que sabemos cómo funciona esto y cuál es el Futuro de la protesta. ¡Cuando cualquiera siente, cualquiera entiende que una protesta no tiene Futuro!, que precisamente se protesta contra el Futuro, contra esto que nos echan encima, contra esto tan dentro de nosotros ya, que se acuerda con el Dinero y con el Poder.
¿Me vas siguiendo?
_ Más o menos. Pero creo que tendríamos que hablarlo más.
_ Y tienes razón: hay mucho que hablar y que discutir.
Pero en fin, volviendo al tema de la manifestación y del “yo me simbolizo”, “tú te simbolizas”, “ello nos simboliza”…¿podrías decirme tú qué es un símbolo?
_ Pues no sé muy bien… parece algo que representa…
_ Que representa… entonces eso es ¿que está en lugar de otra cosa que no está?
_ Parece que sí. ¿Pero en lugar de qué está?
_ De la verdadera protesta. En lugar de protestar contra el Futuro, como te decía antes, lo que hacemos yendo a la manifestación es algo así como clavar una bandera e irnos, y decir "¡Mirad qué bueno, hemos puesto nuestra bandera!" Y hacer historia, y “simbolizar”(sea lo que sea eso), y abandonar la guerra contra el Poder, contra el Dinero y contra nuestras Personas, que sólo se hace, que sólo se deshacen, y que sólo tiemblan ante la protesta, diciendo "¡No!".

------------------

TRANSCRIPCIÓN de la charla:
A ver, por favor, mientras esto se va colocando un poco, es decir, haciéndose un poco asamblea o asambleilla libre, tal vez sea lo mejor que empecemos por cantar algo, a ver, sí, de una comedia, la comedia del dinero, que lancé y sigue por ahí, sin haber conseguido subir a las tablas. Es la comedia en que el protagonista es un bailarín mudo, y el que habla y sobre todo canta es la gente corriente, el coro, y es eso, la comedia del dinero, de manera que nada más mejor, nada más propio que esto, para esto en lo que estamos metidos en una rebelión justamente contra el Estado del Bienestar en que el Estado y el Capital han venido a confundirse en uno. Ha sucedido poco después de empezar la comedia que por alguna especie de prodigio en que está mezclado este protagonista mudo empieza a caer de arriba sobre la escena una lluvia de billetes de banco, primero unos pocos, según pasan los del coro, de la gente, después cada vez más, y cuando ya van siendo muchos, grandes, enormes billetes de banco, entonces el coro no puede menos de alzar la voz celebrando esta lluvia de dinero y cantando:

¡Oh, oh lluvia, lluvia
de felicidad!
¡Mira, mira, mira cómo cae
nuestro maná!
Cuando los judíos iban por
el desierto de
Sinaí,
el señor
Jehová,
que quería mucho a Moisés,
les echaba sin parar
miguitas de
pan.

¡Oh, oh lluvia, lluvia
de felicidad!
¡Mira, mira, mira cómo cae
nuestro maná!
Hoy, en pleno desarrollo ya,
la Administración
Celestial
lanza un plan
de emisión
de papel del Sumo Poder,
y del cielo cae sin fin
dinero de
Dios.

¡Oh, oh lluvia, lluvia
de felicidad!
¡Mira, mira, mira cómo cae
nuestro maná!

El maná no se podía guardar:
se podría en un
santiamén;
pero yo
meteré
mi dinero en sana inversión
y mañana encontraré
que tengo allí
más.

¡Oh, oh lluvia, lluvia
de felicidad!
¡Mira, mira, mira cómo cae
nuestro maná!

(Aplausos)


Bueno, para que a esto fuera propiamente una asamblea que respondiera al espíritu con que el 19 de mayo vine aquí a saludarlos a los que habían tenido esta ocurrencia de acampar en la Puerta del Sol y en otros sitios, para eso echo de menos algunas caras de los que estaban entonces, entre los organizadores y primeros asamblearios. Me encuentro con que la mayor parte son caras más bien familiares, digamos, y no sería eso lo más deseable, porque habría que intentar hacer que el camino por el que mayoritariamente esta rebelión tiene que ir, que es del que tenéis testimonio por el gran éxito que han tenido las grandes manifestaciones de estos días pasados, los cientos de miles, se volviera del revés, porque ese no es el camino, salvo lo que alguno podáis decirme en contra, si aguardara a más.

No quiero que la crítica contra ese camino, ese éxito multitudinario, esa reclamación ante los órganos y los edificios de los órganos del Poder, no quiero que esta crítica sea tampoco tan absoluta. Desde luego es el mal camino. En comparación con la alegría con que me encontré el día ese en que vine aquí a saludar a los primeros asambleístas, todo el mundo creo que reconocéis conmigo en cambio que lo que los medios os han ofrecido de éxito multitudinario y de cientos de miles y todo eso, eso no da alegría, eso no da alegría como no puede dar alegría nada de lo que pasa por los medios. No sé si esto, aunque sea sólo entre vosotros, aparece lo bastante claro. Tengo que insistir un poco más.

Es normal, a lo largo de mi vida una y otra vez he visto que uno de los caminos de reintegración de las rebeliones era justamente ese: por un afán realista venían los rebeldes a usar las armas del enemigo contra el que se levantaban, es decir, armas como la creencia en que el poder está en órganos, que ahí arriba hay gente que sabe y que manda y que rige por tanto los destinos del estado o de lo que sea. El creer que también la rebelión tiene que tener un destino, un futuro, a pesar de haberse visto bien claro que el futuro es un arma de ellos, de los de arriba, es justamente con la que nos tienen principalmente engañados, con la que a la gente menos formada le ofrecen un porvenir, un futuro, hacerse un futuro, con lo cual es como les quitan de la manera más eficaz lo que podía haber de vida, de ir viviendo, ahora. De manera que el creer que la rebelión puede utilizar un arma como esa, que la rebelión puede tener un futuro, es ya un error desde el principio.

Como aquí se lo dije en varias asambleas, la condición de que esto pueda venir a dar en algo, hacer de verdad algo es que no tenga futuro, que no tenga futuro porque eso justamente, el día de mañana ya calculado y ya previsto, que es de lo que el Capital y el Estado viven, eso de ninguna manera puede servir para derrocarlo, para derrocar al régimen.

Esta rebelión, querría que se viera en modo especial, no es una rebelión contra la forma que el estado español tenga en este momento ni ninguno de los otros estados, no es una rebelión contra una forma de banca u otra, esta es una rebelión que sólo tiene sentido como rebelión contra el régimen en bloque, contra ese estado del bienestar en que Estado y Capital están confundidos. Esto es una cosa que conviene que quede clara. Si ya tenéis algo que preguntar o que contestar, mientras…

…Sí, esto es claro, ya el otro día lo estuve recordando. Sólo entendiendo que el espíritu, el aliento que esto tenía era un aliento de protesta y el intento de derrocamiento del poder en general, de cualquier régimen que lo represente, sólo así se podía entender aquella alegría que a mí y a muchos nos daba (…), sólo así se puede entender la repercusión que enseguida tuvo en muchos de los otros países que están bajo el régimen del bienestar, y que, como recordáis, hicieron notar esta repercusión incluso hasta en los medios de los países respectivos. Una rebelión que fuera contra el régimen español, contra ese partido o el otro, contra la tasa de desempleo en España, todas esas menudencias, no podría explicar esa repercusión. Esta repercusión es testimonio de que se trata de otra cosa, se trata de una rebelión, de una negación del poder en bloque.

Como esto seguramente nada más oírlo, alguno de vosotros todavía, incluso de entre los más amigos, reaccionará un podo grande, un poco duro, un poco excesivo conviene aclararlo. Efectivamente una rebelión contra el orden en general, contra el poder en general, tal como establecido, con su falsa historia, con su falso futuro, eso es una cosa que no se puede hacer de la noche a la mañana ni puede esperarse que semejante rey vaya a caer de un soplo que le venga de abajo, de los gritos de los (…) . No puede ser así y eso es justamente lo que a mí y a muchos de vosotros nos hace sentir que lo principal en esta inesperada forma de rebeldía es que tenga paciencia, que tenga continuidad, que vayan una y otra vez produciéndose asambleas, como esta, más grandes, de otro orden, y eso es justamente lo que hará que se pueda ir haciendo lo que se pueda hacer, lo que el pueblo puede hacer, que es, corroyendo por la base, corroyendo por la base al poder (Aplausos). Por tanto, de ahí la crítica de esa vía que he presentado como tergiversada de dirigirse a lo alto. En lo alto no hay más que cuatro monigotes intercambiables y da lo mismo quiénes sean. (Aplausos) No se les puede conceder nunca importancia. La táctica que os estoy contraponiendo es esa: corroer por la base y eso se puede hacer, más o menos, por lo pronto se puede hacer, y se puede seguir haciendo. La base, lo que he llamado base del régimen y de cualquiera de los regímenes…

-¿Y cuál es la base, cuál es la base?

…La base es la fe. La base es la fe. El capital no puede vivir ni moverse un dedo sin fe. Sin crédito no hay ni banca ni capital (Aplausos) Y el crédito es fe. Y ningún estado se puede sostener sin imponer una fe en mentiras, una fe en mentiras porque otra cosa desde arriba no se puede dar. El intento es que a la gente, a la mayoría por lo menos, se le haga creer en esas mentiras, se le haga creer que realidad es lo que sus medios le enseñan todos los días, por ejemplo por la televisión. Y eso, aunque queráis creer que no lo es, eso es fe. Eso no son ojos. Lo que estáis viendo, esa realidad, no la veis con los ojos, sino por el contrario, la veis gracias a la fe, a la credulidad, a que os habéis tragado las mentiras que desde arriban quieren imponeros. Eso es la base, la fe, en cualquiera de sus manifestaciones (Aplausos). Y eso es contra lo que siempre se puede estar haciendo algo, porque contra la fe, contra las mentiras, no hay otra arma más que eso: juntarse en asambleas libres sin número y dejarse hablar, dejarse decir. La lengua misma, la lengua misma que el poder quiere utilizar como un instrumento de su sostenimiento y de su mentira, esa lengua misma por otra parte es la que es capaz, si se la deja hablar, de descubrir las mentiras, y en ese sentido ir derrocando poco a poco la fe. Porque mientras los individuos componentes de lo que ellos llaman masa sigan todavía creyendo, no ya que por sus necesidades prácticas se esté obligado a hacer como si se lo creyera en lo del mañana y en todas las otras mentiras de la fe, sino creyéndolo, creyéndolo precisamente porque sus necesidades le obligan a creerlo, mientras eso siga haciéndose así, no hay nada que hacer, porque quien puede hacer algo contra el poder es lo que nos queda de pueblo que no son personas, que no es la persona, y por tanto las mayorías democráticas se componen de personas, de individuos, pero una rebelión no puede venir de individuos ni de personas ni de conjuntos numerados. Lo más han de ser eso: no conjuntos sino reuniones sin número, como las asambleas, las asambleas libres, sin número, donde no se sabe cuántos son, porque están entrando y saliendo unos y otros, porque no se pueden contar lo mismo que el Estado cuenta los miles o millones de almas de sus súbditos y de sus clientes, no se les puede contar y por tanto no pueden votar, evidentemente, ni hacer esos juegos propios de la democracia.

Una asamblea se manifiesta pues por abucheos, por aplausos, por risas, por llantos; tiene un lenguaje que cualquiera, si se deja oír, lo entiende bien, y se libra de esa condición imitativa de los órganos del poder que son los conjuntos, los congresos, los demás conjuntos de individuos personales. Eso es una cosa que hay que recordar bien. Sólo así tiene sentido el que cualquiera en quien quede vivo algo de pueblo y no esté demasiado reducido a su persona, cualquiera, yo mismo, pueda venir aquí, pueda sentir la alegría de cualquier rebelión como esta a la que hemos asistido y pueda poner su empeño en seguir manteniendo esa alegría viva, sólo pensándolo así es la manera de evitar –esto habría querido decírselo sobre todo a los muchachos de la organización que no estarán aquí- sólo así se evitaría volver a caer en lo consabido, en la vía de lo de arriba, provocar grandes manifestaciones para que los medios den cuenta de esto, que hasta la televisión procuraba estar lo más ciega posible a lo que estaba ocurriendo aquí en la plaza de España, en cambio en cuanto el movimiento tiró por el camino ortodoxo ya veis con qué amplitud y con qué entusiasmo vino a dar noticias de los grandes éxitos de la manifestación. Sólo eso debía serviros de criterio: cualquier cosa que salga por los medios y por la televisión en especial es mentira y no puede dar ninguna alegría ni ningún gozo.

Sólo así por tanto, ahora me discutiréis lo que puede referirse este método de corroer por lo bajo y de atacar la fe, sólo así puede tener algún sentido que sigamos haciendo lo que esta tarde estamos haciendo. Os querría preguntar un poco acerca de qué es lo que en vosotros queda de fe, y lo voy a hacer, pero de momento prefiero ahora dejaros correr la palabra respecto a lo que hasta ahora os he soltado, de manera que, adelante, podéis venir cada uno a acercarse al micrófono y soltar lo que se os ocurra.



-Empiezo a entenderlo. Agustín, empiezo a entenderlo.

-Algo tiene que haber que, pese a que intento hablar en lenguaje vulgar, no en jerga política ni filosófica, a pesar de todo, puede chocar con las ideas que tenéis recibidas. Es útil que las saquéis aquí, que las saquéis a la liza y digáis qué es lo que os resulta duro de entender en algo de lo que os he dicho hasta ahora.

-Agustín, ya sé que no hay que confundir la revolución con la poesía, y que esto es un brote poético al que le falta el llanto y la rabia que le haga germinar. Eso ya lo sé, pero no me gustaría quedarme en mero apéndice del sistema. Como veis, somos como otro corrillo más. No somos más. Eso no me gustaría. Preferiría ser mosca cojonera que picara un poco de vez en cuando. (Aplausos)

-Gracias Eso mismo me ha recordado lo que Sócrates dijo de sí mismo según testimonia la Apología de Platón. Él se describía como el tábano que estaba destinado a picarle a Atenas para que despertara. Gracias por el recuerdo, pero al lado está esta corrección del anticristo: no se trata de individuos, tampoco se trata de Sócrates individuo. Si tiene que despertar, quien puede picar, no es una mosca individual, sino todo ese enjambre sin número a lo que llamo pueblo que no existe (Aplausos).

-Hay una cosa que hay que estar alerta porque también es un modo de corroer que tienen ellos, que es entrar, pretender que pueden cambiar la lengua de la gente, sustituyendo la lengua corriente y común con las jergas, haciéndonos imponer jergas como “prima de riesgo” y no sé cuántas cosas de los economistas, de los especialistas, de los expertos, y nosotros nos tragamos eso como algo natural. Y esa es la primera violencia que se está ejerciendo contra el pueblo. Entonces lo primero que hay que hacer es no dejar colonizarnos por esa especie de cosa que se va insidiosamente dejando caer desde todas partes no sólo desde arriba, desde el vecino, desde el lado, desde el otro, porque parece como que es natural como las lechugas eso de hablar de la prima de riesgo. Hay que desconfiar de eso. La imposición de esas jergas, repetir esas jergas, es el modo de integración y de asimilación del movimiento y de cualquier revuelta. Terminaron con el Cojo Manteca, me acuerdo, enseñándole a hablar de infraestructura y supraestructura, pobrecito. Después acabarán con cualquiera, el más bravo de todos, enseñándole esos terminachos que son infames. Nosotros no podemos. No hay interlocutor para esas palabras. Hay que olvidarse de esa jerga. Cuando la autoridad dice: “No hay interlocutor con los indignados”. Efectivamente, ¿cómo lo va a haber? ¿Cómo va a haber interlocución entre la gente corriente y…? Déjame terminar. Continúo, es que no me deja.

-¡Viva la lengua de mi madre!

-Y ya se decía: “Enorgullécete de tu fracaso, / que sugiere lo limpio de la empresa.”

-Perdona, Isabel. Creo que interesa más, lo que interesa aquí ante todo es recoger dificultades, contras que se producen cuando se dice así. Por lo demás es muy oportuno lo que nos has soltado. Hay que hablar, como yo mismo estoy tratando de hablar, en lengua corriente y desde luego no tragar nada de la jerga ni política, ni filosófica ni científica, porque todas ellas están hechas para mentir. Pero dicho esto y en lengua corriente o en la que salga sigo pidiendo dificultades, contras, contras.

-Yo quiero decir algo

-Me agrada de nuevo verte por aquí. Y ha sido una maravillosa coincidencia en este paseo de la tarde. Y me ha encantado un concepto del que has hablado (…) y me gustaría simplemente decirte y que profundizaras un poco más en el concepto de fe. Me ha parecido muy interesante lo que has dicho y querría que pudieras añadir un poco más y hablar de ello. Gracias.

-Bueno, no lo voy a hacer ahora porque estoy esperando más bien contras y dificultades. Desde luego no hay ningún concepto y supongo que los que me acompañan lo han visto. Concepto no es. Luego volveré a decir en lenguaje vulgar qué es.

-Yo quiero decir que yo no hablo la lengua corriente ni la lengua vulgar, yo hablo la lengua de mi madre, que es la lengua materna. Y esto es la fe auténtica, la de verdad, la de las mujeres que transmitimos la lengua, que es el ámbito simbólico desde donde ordenamos el mundo, de tal forma que yo no quiero que se diga que es la lengua vulgar o que es la lengua corriente, es la lengua materna, la de nuestras madres.

-Es la lengua que corre.

-Equivocada, por supuesto, supongo que muchos lo han notado enseguida. No puedes decir eso de la verdadera fe, porque si estamos destruyendo la fe, estamos destruyendo la fe y no sustituyéndola por ninguna otra, de manera que nunca nada de lo que decimos puede venir a dar en otra fe. En cuanto a la lengua que se llama materna, con buen fundamento, en la medida en que es lengua del pueblo, lengua de nadie, en el pueblo que no existe no hay sexos, no hay diferencia sexual. Justamente esa oposición entre las mujeres y los hombres y además de una manera bien determinada, que es la dominación de las mujeres por el hombre, de la madre por el padre, eso es con lo que empieza la historia. El pueblo está fuera de la historia y no sabe de sexos. No hay por qué intentar, dentro del régimen que padecemos, una igualación entre hombres y mujeres, como si las mujeres pudieran aspirar a repetir las mismas estupideces que los hombres mayoritariamente han hecho a lo largo de la historia. No. (Aplausos) Lo más que se puede hacer es justamente, al derrocar el régimen, que caiga primero lo más alto, es normal. Si en alto están los señores o las mujeres vestidas de señores, pues ellos, pero de lo que se trata es de corroer por lo bajo la fe que el Capital y el Estado necesitan, sin la cual no pueden moverse. (Aplausos)

-En ningún momento he hablado de igualdad. Esa política de igualdad me parece tóxica, muy tóxica. Cuando se habla de igualdad, se habla de que las mujeres nos igualemos a los hombres. Yo hablo de la diferencia, de la diferencia sexual, porque cuando se dice “no hay hombres ni mujeres”, mal vamos las mujeres porque el patrón modélico se nos va a poner el de los hombres. Y cuando yo digo la lengua de las madres, la lengua materna, la lengua como orden simbólico, la de las madres, no la de las jergas, estoy hablando de la diferencia, y de la diferencia en el sentido de reconocer autoridad, que no poder, autoridad personal, aquella del zapatero con sus zapatos, pues la autoridad femenina y también la autoridad masculina son autoridades distintas. No me parece, en lo de la igualdad, no me siento yo representada.

-Me temo que esto se va a alargar un poco hoy y tal vez un poco inútilmente. Por supuesto he dicho que con la historia, bajo cualquier régimen, lo que rige no es que sea una diferencia, es una sumisión. La historia empieza con la sumisión de las mujeres, con la venta de las mujeres y la compra, con la guerra por la riqueza de las mujeres. Así es la realidad histórica, la realidad social. Donde he dicho que no hay sexos es en el pueblo que no existe. Por debajo de esa realidad, en la realidad personal está eso. En todo caso guárdate de hablar de autoridad femenina y cosas de esas, porque entonces nos enredaríamos… Estoy esperando más contras, más dificultades.

-Oye, perdóname, muy rápido, muy rápido. En el Amazonas se roban a las mujeres.

-Fe como incondicionalidad acrítica, fe como incondicionalidad acrítica, sometimiento, sumisión, ceguera, y por el otro lado lo contrario sería la desilusión, desilusionar, romper esta realidad convertida en fe. (Aplausos)

-Gracias, muchas gracias. No te he querido pedir que traduzcas “incondicionalidad acrítica” a la lengua vulgar. No te lo he querido pedir porque a lo mejor resultaba un poco difícil. De todas formas, como todos entendemos por fortuna o por lo contrario la jerga, pues habéis… . Más y más dificultades, antes de seguir.

-Pues yo es una duda, como Agustín decía dudas o discrepancias, y la gran duda que, claro, siempre tengo es esto de la fe, porque lo de la fe es una cosa tan rara que no sabemos en qué tenemos fe. Entonces sólo sabemos en qué tenemos fe, cuando decimos “Ah, yo que me creía esto”. Entonces ya parece que la estamos destrozando esa fe, aunque luego es mentira. Entonces ¿cómo luchar contra la fe que no nos damos cuenta que tenemos? Esa es mi duda.

-Lo primero para que no parezca que eso de la fe es ni un concepto ni algo que ande por ahí por los aires ni que sea como dices raro ni eso. Tengo ganas de recordar qué es fe. El capital no puede moverse sin fe. Si ellos no pudieran echar cuentas de lo que va a pasar en el 2027 y operar en consecuencia para sus manejos, si no creyeran en el próximo final y en la necesidad de que siga siendo lo que es, y que se siga manteniendo con el cambio, si no creyeran todo eso, los representantes y ejecutivos del capital no podrían mover un paso. Eso es fe. No es nada sublime. En tiempos del viejo Dios, la fe era más bien teológica, del catecismo, pero nos la han cambiado. Ahora la fe es la de la banca, la del capital, y es por supuesto la del Estado, en la que se entretienen todos los días contándoos cuáles son de un partido o de otro, de un gobernante y otro, las medidas que va a tomar para el sostenimiento de esto y de aquello, cuentan con el Estado con España como una permanencia, cuentan con su futuro, hacen presupuestos para el año que sea, y sin esa fe no podrían moverse, se derrumbaría el Estado con el Capital. Eso es fe, ninguna otra cosa sublime, y da lo mismo que sea teológica, científica, política o de cualquier orden, y esa es la que se puede corroer por lo bajo simplemente dejándose hablar para que la lengua destruya justamente esas mentiras que son la ley. No sé si tendré que decirlo en un lenguaje más vulgar dentro de un momento, pero por ahora sigo recogiendo...

-“Incondicionalidad acrítica” para mí es doctrina o adoctrinamiento. Yo lo identifico con eso, a doctrina con orejeras y desinformación, Lo que él llama incondicionalidad acrítica yo lo identifico con eso.

-Muy bien, ya decía yo que las jergas también se entendían. Yo os lo he vuelto a decir con ejemplos. Os he contado qué es en el capital y en el estado. Si os queréis otra vez salir por los márgenes, allá vosotros, pero fe es esa, esa es de la que hablo.

-Yo es que he oído por ahí lo de la autoridad de las mujeres. Y yo es que cada vez que oigo por ahí las palabras autoridad y autor empiezo a temblar. Mirad. ¿Cómo se cobra Dios los derechos de autor?

-Hola, muy buenas tardes, pues se ha estado hablando esto de la fe, porque en muchos años nos han manipulado y ha sido una fe tóxica para la humanidad principalmente sobre este derecho de igualdad que ahora hablamos y que no hemos comenzado siquiera ni a trabajar. Hemos hablado de esta palabra tan bonita de igualdad, pero el hombre sigue todavía… Bueno, que ya el hombre está despertando, se está dando cuenta de esa fe tóxica que le metieron, de ese ser universal como es la madre, la reina de la creación, pues que el hombre tenía que manipularla y que tratarla como que si fuera un animal doméstico. Entonces los hombres yo creo que ahora están haciendo conciencia de la política engañosa de esa falsa fe, que al hombre lo engañaron, que destruyera a su propia persona, porque es que no se va contra la mujer sólo, sino que se va contra él mismo, contra su propio sentimiento, contra sus propios intereses, contra la familia, que es lo más hermoso que hay en el sistema. Muchísimas gracias.

-Esa defensa de la familia desde luego me ha echado para atrás. La familia es como todo el mundo sabe el sustento del Estado y del Capital. Que le pregunten a la Banca, que le pregunten a cualquier Ministerio, qué es lo que se funda y te dirá “la familia”, aunque sea, si es preciso, homosexual, aunque sea como sea, pero la familia sobre todo. No, no, no. No sé si te has marchado o no, pero en todo caso no hables nunca de la mujer. El hombre, se puede decir, pero la mujer es convertirla otra vez en un concepto complementario del hombre. Y aquí estamos contra el orden entero fundado en la no diferencia sino sumisión de mujeres al hombre.

-Yo a propósito del tema de la fe, que resulta un poco confuso porque la fe se identifica con algo religioso, teológico y así, quería traer la idea que tiene Tarkovsky sobre la fe, que es una fe laica y es una fe en uno mismo, creer en uno mismo, en la posibilidad de cambiarse y de cambiar. Es un apunte, nada más.

-Hay que ver cómo os han educado vuestros abuelos, los curas, que todavía una palabra como fe conserva un prestigio como el que justamente la iglesia quería darle… No hay que guardar esa fe, esa palabra, no nos hace falta ninguna, porque lo del pueblo es descreer, no creer, no creer ni en ningún sistema ni en ningún … ni en nada. Descreer no la mantengáis, queriéndole dar buen uso a la palabra fe. Lo que se siente en cambio, lo que yo he sentido cuando caí aquí y me encontré con este inesperado movimiento de gente, cuando les saludé, era una confianza en lo que no sabían, confiar en lo que no se sabe, pero la fe, la de la iglesia, la de la banca, la del comercio no es confiar en lo que no se sabe, es estar seguro del futuro y de la mentira que nos meten, y a cualquier fe que incluya eso de saber en lo que uno tiene fe hay que quitarla de en medio, aunque se trate de la relación entre dos personas. Si se confía en alguien es justamente porque se lanza a ciegas, confía en lo que no sabe, lo otro. En cambio si está seguro, lo mismo que un agente comercial, ¿qué coños de confianza es eso? Eso será fe y no sirve más que para el poder.

-El problema es que de la fe pasamos a la pureza, y de tan puros nos vamos alejando que vamos a acabar como Simeón el estilita. A Agustín, que le gusta Buñuel, ya sabe qué era. El sólo de tan puro en la columna esperando cómo le tentaban los distintos diablos del mundo. No sé yo si merece la pena tanta fe.

-Resulta que no me has oído. Ahora resulta que me atribuyes la fe a mí. Es una cosa, vamos, es el colmo de no oír, y cuando no se oye es porque se tienen muchas ideas. Tú conservas una idea de lo que es fe de lo más amplio. La fe es del capital y el estado, me has estado oyendo hace un rato, nada del estilita, es el capital y el estado el que la necesita, que se sostiene sólo de eso.

-Es que cuando decimos lo de la fe estamos acostumbrados desde chicos a lo del catecismo y todas esas cosas ¿no? Y se refiere a creer. En mi pueblo todavía, cuando alguien nos caía mal, se decía, “qué creído es ese”, “qué creído”. Es decir, que en realidad, hasta en el flamenco se decían cosas de estas en las letras anónimas populares, como por ejemplo: “Anda y que te den dos tiros, / que te jasen mu persona / y a la cara no te miro” porque todo es que la creencia es que la persona sabe y, desde luego, ya se sabe, que nunca se sabe del todo. Y antes cuando ha intervenido Inma, la chica de rojo, ella a lo que se refería, sin duda, porque conozco la referencia esa que ha hecho del cineasta, es precisamente confianza en lo desconocido. No hay nada más que ver las obras de este hombre, para ver que uno no es uno, que uno siempre es desconocido de sí mismo, y es ese perderse en lo desconocido lo que nos puede salvar y lo que nos puede mantener en la revuelta. (Aplausos)

-Muy bien, quitando lo de salvar porque otra vez nos lleva a la religión. Uno no se salva, uno normalmente está perdido. Uno es como el Estado. Uno es como el Capital. Uno no se salva ni tiene por qué salvarse. Lo contrario de uno es eso a lo que aludo: pueblo, común, lo que nos queda por debajo de la persona: pueblo, común, lo que no existe pero que lo hay. Estamos, tal vez… Porque yo había pensado ya, esto se ha prolongado un poco demasiado, pero había pensado utilizar hoy lo que pueda haber de pequeña asamblea, utilizarlo para ir haciendo esto que digo, corroyendo la fe, es decir, corroyendo las ideas establecidas, haciéndolo por partes, por ejemplo, hoy creo que lo tenía así, pensaba preguntaros, para que cada uno consultándose consigo mismo y a dónde el corazón lo diga, qué os parece, qué sentís respecto a este artículo de fe que el poder desde niños no ha hecho más que imbuiros como propio, que es la fe en la necesidad de un orden desde arriba, gubernamental, régimen, como queráis decirlo. Os ha convencido directa o indirectamente de que esto es necesario, y os quería preguntar qué sentís, por el procedimiento este indirecto, vamos a ver cómo resulta. ¿Qué es lo que os han contado¿ ¿Qué es lo que os han dicho que pasa? ¿Qué es lo que creéis que pasa si no hay poder, si no hay orden establecido desde arriba? ¿Qué pasa?

-Caos

-El caos.

-Caos, anarquía, desorden.
-¿Qué más desastres¿ ¿Si no hay un orden desde arriba?

-Que se matan los unos a los otros.

-Que se acaba el mundo.

-No digáis que no os han contado cosas de esas desde pequeños. De alguna manera, y aunque sea de soslayo, os han imbuido en la necesidad de este orden, de manera que conviene analizarse dentro de uno mismo.

…A ese caos, a ese caos que vendría si esto se hundiera, si dejara de haber un gobierno, si dejara de haber un estado nacional o universal o comoquiera que fuera, si dejara de haber una ordenación de la riqueza en forma de dinero por medio de unas finanzas igualmente organizadas desde arriba. Estáis viviendo desde luego en cuanto personas de este orden, no lo neguéis, de este que os acabo de recordar, estáis viviendo…

-¡Así nos va!

-…gracias al orden que el Estado os ha imbuido, en el que os ha educado personalmente ¿eh?, no de verdad, no como pueblo, pero personalmente estáis viviendo y existiendo de eso, estáis viviendo y existiendo gracias a la banca, gracias al ministerio de finanzas, gracias a los subsidios y las jubilaciones y lo que sea. Que a esto no merezca la pena llamarlo vivir es otra cuestión, pero desde luego personalmente estáis existiendo gracias a eso, estáis existiendo gracias a que os habéis tragado lo de que tenéis un futuro. No os dicen que el futuro es la muerte; os dicen un futuro, un futuro en que se cumplen los plazos de vuestro capital o hasta que llegue vuestro cumpleaños o lo que sea. Estáis existiendo de eso, de manera que es importante lo que os estoy proponiendo: no dejéis para dentro decir hasta qué punto uno tiene ese miedo imbuido de lo que pasaría si no... Eso es muy importante. De manera que antes de pasar a otra cosa, respecto a esto, quiero que contribuyáis los que podáis con vuestras ocurrencias o sentimientos.

-En todos los días que ha estado esta asamblea nadie ha recordado que anualmente se pasan diez mil millones de euros a una institución que se dedica a proponeros la fe, la fe auténtica y la verdadera. Es la institución que se dedica a enseñar a vuestros hijos, o a los hijos de todos nosotros, es la institución que lleva toda la beneficencia y toda la caridad, y también maneja todo el dinero de las ONG,s. Es la institución que enmarca todas las diferencias, la institución que está siempre apoyando a los de arriba contra los de abajo. Y es una institución que nadie ha puesto en cuestión aquí. Se han puesto en cuestión los sindicatos, se han puesto en cuestión los partidos políticos, se ha puesto en cuestión todo, pero ellos, que son los que dominan la judicatura, que son los que dominan la información, que son los que dominan el internet, que son los que dominan todo: la fe, y la esperanza y la caridad, la educación y el dinero, sí que se ve claramente que coinciden en una cosa: en que el dinero, la fe, la esperanza, la caridad, todas estas cosas, son una apuesta de fe religiosa y que no tiene salida. (Aplausos) Por lo menos vamos a estar de acuerdo en que hay que hablar de estas cosas, y si tenemos la oportunidad de poder discutirlas en asambleas libres con el próximo visitante, que va a ser el Papa Benedicto XVI, pues entonces lo discutimos con él, pues aquí yo veo mucha gente imbuida por la fe y la convicción religiosa que nos vienen a hacer preguntas y pretenden equipararse con cualquier otra cosa, me parece muy bien, pero ¿ellos nos van a dejar la misma libertad para ir a la catedral y hacer un debate público, abierto, con Rouco Varela? ¡Me parece que no! Entonces eso es lo que quería decir.

-Bueno, es normal que -hay muy pocos que han sentido esto más que la mayoría de vosotros, no tanto como yo- los restos del viejo régimen de la iglesia, era toda la cultura y todo el centro del poder, sigan sintiéndola como un enemigo. Por supuesto, Jaime, lo que ha hecho la iglesia (…) con el actual es asimilarse, traicionar a sus propios principios de otros tiempos y así venir a hacer las buenas migas que hace con el Capital y con el Estado. No hay ninguna contradicción, sólo así es el poder. Tal vez no merece mucho la pena seguirla tratando por separado. El papa, desde luego, es el capital, qué mas da. Es igual. Y no importa qué papa y lo mismo que no importa qué presidente. (Aplausos) Son representantes del poder de una manera o de otra.

-Hola, buenas tardes. Yo vengo de Argentina. Vengo con un paracaídas, así que no estoy bien empapado de la situación. Hablo por lo que he oído por los medios y sabemos todo el mundo que los medios de comunicación hoy mienten. No sé, yo lo que veo son los diarios, y la televisión e Internet, que manejan grupos chiquitos, que están aliados también con “Beneficio para 6”, el Papa. Bueno, esta gente controla todo lo que digamos poderes. Nosotros tenemos un proceso desde el 2001 a esta parte donde se fue democratizando la democracia, donde se democratizaron a través de organizaciones barriales cada vez más las herramientas que tenemos como pueblo para organizarnos. Yo estoy de acuerdo con las ideas de la asociación de hombres libres, las ideas digamos sin un orden, digamos, estatuido, pero también tienen que emanar desde abajo propuestas superadoras a las que existen, que vienen de arriba. O sea, eso sería algo así como correlación de fuerzas. Si a vos te vienen a ordenar desde arriba, vos tenés que responder desde abajo con una orden superadora de esa o con ciertas ideas superadoras en lo económico, etc. Por ejemplo, un ejemplo tonto, que a lo mejor sirve o a lo mejor no. Nosotros ya pasamos esa etapa. Economía solidaria. Decíamos: uno sabe cortar el pelo, el otro sabe hacer algún servicio o algún objeto, algo, y lo cambiaba. Se llama en Sudamérica trueque…

-¡Y aquí!

…Y era una economía que nos beneficiaba a todos, nos juntaba. La palabra circulaba. No había tampoco monopolio de la palabra, sino que la palabra circulaba entre nosotros, nos sentábamos todos alrededor y cada uno iba compartiendo distintos saberes. Paulo Freire de Brasil dice: “No todo el mundo sabe todo y no todo el mundo ignora todo. Todos sabemos un poquito. Entre todos tenemos un saber colectivo.” También Arturo Jauretche una persona argentina dijo una vez que el arte de nuestros enemigos es desmoralizar al pueblo, entristecernos. Entonces hay que combatir con alegría. Con alegría es la única manera que tiene el pueblo para vencer con alternativas. Saludos desde Argentina para todos. (Aplausos)

-Bueno, gracias por los aires que nos traes nuevos de Argentina. Esto último que has citado es una cosa que estaría respondiendo a aquello de contra el miedo de si el poder se cayera… Estas experiencias que no son tan menudas como parecen de intentar ver cómo se puede convivir sin necesidad de autoridad ni de reglas ni de poder son siempre útiles. Esta es una de las cosas que se pueden ir haciendo. Te agradezco la noticia. En cuanto a democracia y estructuras… eso ya son palabras que no son del lenguaje vulgar. Este digamos movimiento o lo que sea inesperado está en contra de lo que muchos de ellos creían, contra la democracia. No hay ninguna democracia buena. La democracia es muerte del pueblo, y el pueblo no existe. El pueblo puede írselas arreglando de las maneras que nos has contado.

-Respecto a lo que antes Poza ha hablado, es un claro ataque, bien claro y bien fundamentado, respecto a la cuestión de la iglesia. Desde luego está claro que si la iglesia siguiera por un solo momento las palabras de Jesús en el sermón de la montana de “a cada día con su mal le basta, no cuidéis del día de mañana, a cada día con su pan o con su mal le basta”, ya con eso nada más se habría acabado el imperio del banco vaticano y de todos los imperios vaticanos. Es decir que es la sustitución más clara. En este momento, las palabras de Jesús han sido sustituidas por el dios Dinero, y desde luego el dios Dinero está en todas partes. Hay un disimulo luego de dioses, que son los árabes, los judíos, los no sé que, pero el verdadero Dios, el dios del régimen, siempre es el mismo, es el Dinero… Por eso…

-¡Idólatras!

-… habría que decir: tú dispara que Dios está en todas partes.

-Oye, muy corto, muy corto: Decía Borges que somos cadáveres en vacaciones.

-Yo lo que quería hacer era un poco lo que has dicho tú de mosca cojonera y hacer una pregunta incómoda. Y creo que es bueno que nos hagamos estas preguntas: ¿Qué diferencia hay entre la conexión o la manera que tiene todo el mundo aquí de escucharte a ti o a mi, la conexión espiritual que podemos tener o sentimental o intelectual con la que tiene esa gente que está buscando en el sermón que está ahí al lado de ese hombre? ¿Qué diferencia hay entre esta fe en la contrafé y la que hay ahí, y si responden a la misma necesidad o no, porque al fin y al cabo ahí hay igual o más gente que aquí y quiénes somos nosotros para decir que, aunque estén equivocados, que no lo hagan?

-No me he acercado bastante al corro de al lado, de manera que no puedo juzgar de cómo es lo que están haciendo. Puedo decir que en caso de que se pareciera a lo que los mandamases hacen en un congreso o algún sitio por el estilo donde también se reúne mucha gente y también están haciendo eso, en caso de que se pareciera a eso, sería completamente distinto de lo que pasa aquí. No lo puedo juzgar, a lo mejor no es así. Pero en el caso de que se pareciera a eso, sí, porque la diferencia es que aquí no se aburre nadie, y en un congreso o en un sitio así se aburre todo Dios, y esa es, aunque no lo confiesen, esa es la sola diferencia.

-Quería agradecer a Agustín el que nos dé la posibilidad de que la filosofía salga a la calle, porque es necesario ampliar yo creo que el lenguaje filosófico. Tú decías que bueno que había que utilizar un lenguaje mundano y tal, pero yo creo que también las fórmulas un poco más marxistas de estructura y superestructura deberían estar en la calle precisamente para eso, para luchar contra ello. Y también que para luchar contra la fe hay que luchar contra lo material. Es un poco eso, la fe en el capital se ve aquí ahora con ese anuncio tan enorme de un pelo precioso, se ve con todos esos escaparates que tenemos aquí alrededor, y hay que luchar contra esa fe pero también hace falta un lenguaje más filosófico. Yo creo que la filosofía debe estar en la calle. Y luego, por otro lado, hablando un poco del engaño de las palabras y de lo que habías dicho acerca de qué es para vosotros derrotar el poder, el sistema, a mí me gustaría incidir en una palabra horrorosa y que tiene dos cualidades que es la palabra “orden”. El orden por un lado es lo que está arriba, lo que puede con nosotros, y por otro lado, cuando uno habla de orden, es como organización. Lo contrario al orden al que queremos derrotar o al que debemos derrotar es el caos ¿no? O sea, es lo que nos hacen creer. Por un lado hay que diferenciar esas dos palabras de orden, y por otro lado incidiendo con el lenguaje me gustaría mucho que toda la gente que hayáis acudido aquí y que hayáis ido a manifestaciones interioricéis el “no nos representan”. Yo creo que eso es fundamental, no nos representa nadie. Y acerca de la fe yo también tengo muchas dudas acerca de la fe, combatir la fe pero hay que volver a lo que sería la fe en uno mismo ¿no?

-Confianza.

-Te has equivocado y, en parte, porque no has hablando en lenguaje vulgar. Esto que has dicho de que no nos representa nadie, por ejemplo, normal, se dice y la gente lo ha dicho. Lo que has dicho de caos y orden ha sido confuso porque te has empeñado en hacer un poco de filosofía; y no se puede confiar en ninguna filosofía. Yo procedo de las letras, yo me he pasado la vida estudiando y leyendo y traduciendo, pero cualquier cosa que no puede venir a dar algo en la lengua corriente de cualquier idioma no sirve. Puede haberse formulado primero en lenguaje matemático, puede haberse formulado en jerga platónica o en jerga marxista o lo que sea, pero si eso no viene a poderse decir y a hacerse sentir en lenguaje corriente no vale. La lengua verdadera es la lengua hablada. La escritura y por tanto la filosofía, la ciencia al servicio del poder, la política pertenecen al mundo de las jergas, y hay que mantener esa separación entre las capas de la lengua. A eso también le debo yo muchas cosas, cosas que me han venido de la escritura, pero desde luego las que me han quedado y de las que os hablo son algunas que han venido a dar en el corazón y, por tanto, en la lengua vulgar.

-Pero capital no es lengua vulgar, Agustín, capital no es lengua vulgar. El capital… Es una duda simplemente. Cuando hablo del capital, el capital, eso no es lenguaje vulgar. Hay que leerse a Marx para saber lo que es el capital.

-Hay que citar esos términos. Por ejemplo, no está nada mal examinar la fórmula del interés, donde sabéis que es C capital por T por tiempo, y todo eso. De manera que para eso está lo que tiene que aparecer en una charla o en una asamblea, tienen que aparecer los términos que el enemigo usa para proceder a la destrucción cuando merece la pena, para que ellos mismos descubran, como por ejemplo en la fórmula del interés y en el paso del simple al compuesto, cuál es el juego del capital. Para eso sólo, no para decir no, no para decir no, sino de vez en cuando apareciendo en aquello a lo que se dice no.

-Yo en relación a lo que ha dicho este compañero de antes de la lengua filosófica, quería apoyar más bien la lengua de la tierra ya sea… el vasco, el gallego, el bable, no la lengua vulgar que dice Agustín García Calvo, sino más bien la lengua de ese... La lengua corriente y vulgar está contaminada de miles de años de historia, de dominio y de latín y de mierdas parecidas, y entonces yo abogo por la lengua del pueblo… y de sus estructuras y sus relaciones con la naturaleza, entonces yo abogo por eso.

-Bueno me parece un poco optimista respecto al bable e incluso el vasco. Hay que desconfiar de ellos porque todos sabemos muy bien el uso que el poder ha hecho en los diferentes nombres del nacionalismo: español, catalán o lo que sea. El poder no puede entender la lengua de abajo. El poder no habla más que en jergas, no puede de verdad entender la lengua porque la lengua es la lengua corriente, a diferencia de las jergas culturales. La lengua corriente es gratuita, no la ha inventado nadie, nadie manda en ella. La gente que habla habla así de bien gracias a que no la sabe, no la sabe a conciencia, gracias a eso y ahí está. Desde luego está muy contaminada, como has dicho, pero frente a diferencias de idiomas como pueden ser incluso nacionales importa mantener la diferencia de capas en cualquier idioma, la jerga que desde arriba, desde la escritura, desde luego, contamina a la lengua de abajo y lo que queda por abajo de lengua no contaminada, de lengua no regida ni inventada por nadie, en cualquier idioma, porque esa diferencia de capas se da en cualquiera.

-He seguido durante mucho tiempo todo lo que aquí en la manifestación del 15 M, el cómo se ha gestado esto desde sus comienzos. También asimismo he estado participando en varias tertulias con Agustín García Calvo, y en lo que sí puedo ahora mismo dejar caer mi habla es en contra del aburrimiento de las asambleas del movimiento del 15 M y de todas las asambleas de los barrios, de los 114 barrios bien contados por el poder en los que se están reuniendo o se celebran las asambleas, y ello por cuanto que no están en contra realmente del poder. Es decir, la única forma de manifestarnos en contra del poder es en contra del aburrimiento. Ahí es donde debemos nosotros focalizar el trabajo. También quisiera, Agustín perdona, dejar caer… Esto es un cuento, cien palabras, que he escrito. Se llama: ¿Dónde está la franja amarilla? Dijo rojo y lo pintamos todo de rojo. Luego dijo azul y lo pintamos todo de azul. No contaré la historia del rojo y el azul. Ambos perecieron en la lucha, salvo esto que veis y nuestro canto del siglo, ya que el rojo y el azul han dejado de ser camino ¿dónde está la franja amarilla? ¿Veis esta herida? Me la hicieron en el frente. Con la úlcera me gano la vida. Lucho por el pan de cada día delante de vosotros. Dadme fuerza de fuerza. Me siento caer. Señoras, buenas noches; señores, buenos días. Os dejo limpia la calle, os dejo mi habla.

-Hola, primero voy a decir algo en castellano que me di cuenta hace poco. Los ricos no mandan, los malos no mandan, Dios manda. Ahora quiero leer un poema en inglés. Por favor.

You don´t have to play, to play the game of life
You can life with a little or nothing
Cigarettes---Life consists
Friends, happiness isn’t about money
Is about realize in your purpose
Having ago and presuming it
Like Jimmy said: “Happiness is upon you”
Do you have a light?
Do you have a fire?
Are you simple or are you an enigma?
Even to yourself
I am
I am the tiger, tiger, burning bright
In the forests of the night
I am the bear in pain
There is walking through the woods
With a fire gun
Reading almost
Almost stead of life…
In the cold

-Es curioso cómo se parece mucho al anterior. Resulta que la articulación y el tono es bastante parecido. Bueno, no demos más vueltas a eso. A ver si queda alguna cosa más.

-Bueno aunque ya estoy monopolizando aquí porque hablo un poco, antes por sarcasmo intenté un poco decir lo mismo que ha dicho la chica esta que no sé si de bellas artes … Al fin y al cabo pues eso, somos un grupito más y sería una pena que esto quedara como la famosa esquina esa de los predicadores del parque londinense, que fuera un speakers corner, que bueno que no sea un desfile de estrafalarios, que está bien que podamos escuchar a Agustín, que durante muchos años pues no hemos podido hacerlo sobre todo los que no hemos ido a sus clases, pero también estaría bien no que nos leyera tal vez el Sermón del ser y no ser, ni que alguien le diera el Panfleto contra el Todo, pero la gente quiere quizá… que no se trate sólo de cuestiones filosóficas, que también alguien quiere, pues no sé…

-Contra el dinero…

-Bueno o contra todo, contra el poder, lo que tú quieras, y contra Dios y contra el Estado y contra la fe también, pero bueno, lo dicho, que no sea un desfile de excéntricos.

-Hola, bueno pues yo solamente quería decir, cuando os hablaba antes de atacar a la fe, que habría que empezar atacándose a la fe en uno mismo ¿no? Es una cosa fundamental, que nos creemos, tenemos el rollo este de hombre y de mujer muy asumido, ¿no? Habría que empezar rompiendo eso ¿no? Es una cosa con la que cuentan ellos y bastante ¿no?

-Filosofía de la empresa de uno mismo.

-Simplemente pues recordar eso que se canta por ahí: “Yo soy un moro judío / que vive con los cristianos; / no sé qué dios es el mío / ni cuáles son mis hermanos.”

-Lo que pasa es que efectivamente eso de creer en uno mismo no sólo el Poder lo coge bajo su ala, sino que es el primer artículo de la democracia. Cualquiera que se prepare para manager del capital o para manager de la administración lo primero que tiene que creer es en sí mismo, tener fe en si mismo, con eso ya se dice bastante lo que él ha aportado que tiene eso y que es algo que si no se ataca no se está haciendo de verdad política del pueblo. No puede separarse lo uno de lo otro. El ataque contra la fe en uno mismo es justamente lo que puede corresponder a una lucha del común, del pueblo que no existe contra lo de arriba. Tal vez se nos ha hecho la hora de marcharnos, ¿no? De manera que, bueno, yo os había presentado como tema de registro de uno mismo ese de qué es lo que os queda del miedo, del caos que se produciría si no tuviéramos el orden, reconocimiento de que cada uno existe gracias a esa ordenación, y sobre ello yo creo que si el jueves que viene volvemos a vernos aquí, si el Señor no nos mata o algo por el estilo, pues os lo volveré a preguntar ¿no? Hay que empezar por ahí, por reconocer los fundamentos de esa necesidad del orden impuesto desde arriba, para después seguir con otras muchas dudas.

-Bueno y nos despedimos hasta el jueves, pero desde luego hay que contraponer el orden que cae de arriba, desde la autoridad, con esa especie de orden como sin querer que nos sale de abajo que se llama ritmo. Si ponemos ritmo a la vida como las aguas de los ríos no hace falta el orden de arriba.

viernes, 24 de junio de 2011

King Mob: Fundamentos para una crítica del TAZ de Hakim Bey


"Fundamentos para una crítica del TAZ de Hakim Bey"- King Mob



“Mi filosofía: arrancar el hombre a la apariencia, sea cual fuere el peligro. ¡Y nada de miedo aun a riesgo de perder la vida misma!”.
Nietzsche.

Acercarse a los textos de Hakim Bey reproduce una primera sonrisa de sarcasmo que se acaba transformando en carcajada; el misticismo de la poesía política que práctica en las Zonas Temporalmente Autónomas; y sus constructos ideales, nos remiten a las quimeras vanguardistas; su obra aparece tanto más lucida cuanto más enajenada es su lectura; ya que en algunos momentos todos querríamos poder hacer caso omiso de la inteligencia y darle la razón. El descubrimiento de la poesía política de vanguardia y la experimentación idealista colman de sensaciones estéticas sus textos; los cuales aparecen así como un ejercicio de literatura ¿experimental?, pero muy alejados de cualquier proyección o potencialidad teórico-crítica. Por ello leer a H. Bey es un más un acto estético, más o menos, excitante (en nuestro caso y como lectores inducidos, defraudante) que político.

1. De las “Utopías Piratas” y otros géneros épicos.

Los secretos revelados –como los misteriosos divinos- suelen ser frecuente fuente de errores políticos consecutivos. Los exegetas no son tan diferentes de los thélèmitas. La religiosidad se afana en encontrar constante nuevos actos de fe que provean mártires, y con ello, nuevos modelos. Igualmente los poetas épicos seculares han recurrido desde siempre, a la elucubración de paraísos míticos y primitivos donde instalarse a voluntad. Uno de esos lugares ha sido el (¿recientemente?) territorio de la filosofía política; desde donde se han soñado utopías (piratas, obreras, nacionales, sexuales, raciales) que sirvieron de musa a la lírica. Se puede recordar el Robinson de Stevenson que inauguró el género burgués del escapismo, tan lúcidamente comentado por Marx. O la Alemania de Rilke –aquella que se antesoñó imperio de elfos noldos- que se mecía bajo las miradas románticas. Desde Stevenson a Sterling el genero apenas a sufrido las mutaciones propias del espíritu de su tiempo. Las comunas Ciberpunkies de la ciencia-ficción nos recuerdan sobremanera a aquellas tribus aisladas con sociedades antagónicas a las nuestras, o a los falansterios de Fourier, Owen… Toda la literatura de Julio Verne no desmerecía colocarse a la cabeza del pensamiento de H. Bey, inserto en la abadía de Théleme soñada por Rabelais, donde Gargantúa ordena: “Haz lo que quieras” [Fay ce que vouldras!]

Entonces ¿en qué consisten las peculiaridades del deseo de utopías de Hakim Bey? Realmente en nada, excepto en el contexto de derrumbe en que se formulan: las metáforas “hakimbeyanas” nos regresan ineludiblemente a los utopistas (franceses y alemanes) más pasionales de finales del XIX y principios del XX, los cuales nos dejaron una herencia de infantilismo modernista que, a la vista está, a sobrevivido hasta el siglo XXI. Nada en Bey es diferenciador de aquellos fabuladores sociales, excepto claro, los elementos elegidos como tramoya; una épica posmodernista y una oda, en forma de poesía política (que ya es un subgénero literario) a la revolución.

Por ello el canto de sirena de Bey transita por el difuso mundo de vida de la bohemia pequeño-burguesa contemporánea y nuca se deja tocar por las sucias realidades materiales circundantes. La combinación de una apropiación ontológica de ciertas teorías anarquistas y la paráfrasis constante aporta los artificios teóricos para todo un libelo sobre deseo(s), libertad, juego, insurrecciones… Conceptos que se entrecruzan en malabares juegos con la magia, la violencia y las referencias culturales propias de la mal llamada “cultura de club”.
Si a esto le añadimos la utilización de los esquemas clásicos de la cultura protestante (como la dicotomía; perdedores/triunfadores–utilizada repetidamente) obtenemos la serie de imposturas que componen el panfleto del TAZ.

En un primer acercamiento al pensamiento reformista de este ruidoso y artificial poeta político, observaremos a modo de ejemplificación exponencial la primera tríada de interrogantes lanzadas en TAZ: “¿Es que estamos condenado, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar por un momento una tierra legislada sólo por la libertad? ¿No nos queda otra opción que la nostalgia del pasado o la nostalgia del futuro? ¿Tendremos que esperar a que la totalidad del mundo sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda exigir conocer la libertad? “Deliciosos versos en formato pregunta grandilocuente. Épicos y llenos de vitalidad, pero políticamente propios de un adolescente ebrio de deseos y falto de orientaciones metodológicas. Primero Sería conveniente situar la cuestión de la libertad, en una relación más amplia. ¿Cómo se puede suponer una construcción de libertad (si aceptamos tal cosa) habitable por un momento? Es decir, si se constituye autonomía eso no es un momento de libertad individual, eso en todo caso es libertad vigilada; “tú eres libre” es la afirmación martilleada por los poderes desde diversas estructuras. El poder actual dirige sus órdenes a nuestra libertad, a la ética dominante, la ética protestante de la libertad individual a la cual canta H.Bey. En términos foucaultianos la fórmula es radical: convoca al presente (Haz) y gobierna el futuro (“lo que quieras”). Bajo la apariencia de una libertad personal alcanzable se funda el capitalismo ¿y es el capitalismo la libertad que preexiste en la pregunta? Parece pues que el primer ejercicio de arrogancia es considerar la anarquía como una voluntad personal que libera al portador de ella; cuando se cuestiona mundialmente el yo. H. Bey se arriesga a decir que él (se) crea libertad. No pienso entrar aquí al fondo de las cuestiones del Yo y la libertad que los diferentes sistemas políticos proyectan en sus fines, pero desde luego ni la libertad se constituye aisladamente ni es posible vivirla a voluntad los momentos. Planeados. A no ser que hablemos de la “creación de situaciones” o de “momentos de ampliación de libertades formales”, como la sexual. En cuyo caso el debate es otro y no se corresponde con lo que la pregunta dispone: ya que en esos términos no se habla de libertad sino de acción comunicativa o cooperativa (Habermas) y sus resultados son ya visibles en las centenares de comunas cooperativas existentes. El concepto de libertad es mucho más complejo y al no ser concedido por derecho sino conquistado, sólo es posible colectivamente en un proceso mucho más amplio que la construcción de falansterios. (Resulta humillante el grado de reduccionismo del que se alardea en esas tres preguntas). No es quizá este el lugar más adecuado para una reyerta para el tema, pero al ser este axioma el fundamento de todo el texto (lo siguiente es como se dispone y consigue), deberemos hacer algunas precisiones sobre el recurrente concepto de libertad.

Un borrador sobre libertad(es) y sujeto(s).

Situaremos el debate entorno a la libertad en tres referentes metodológicos: 1/ definición del sistema de coordenadas de cada conjunto teórico; 2/ desarticular y territorializar los problemas de referencia y 3/ especificar en extenso las premisas teóricas.

Teniendo en cuenta este borrador preliminar, formularemos una serie de principios para una aproximación a los axiomas que han informado a los diferentes constructos sobre el fenómeno libertad:

1. Analizando el concepto-fenómeno en la esfera única de la filosofía política. Es decir, ¿qué sujeto puede considerarse con capacidad de accionar libremente?

Preguntándonos esto huiremos de los pronunciamientos esencialistas del TAZ, que intenta infructuosamente acometer acciones desde una definición acotada como medida. La tradición poético-política siempre ha puesto el énfasis en el individuo, y desde ahí han estructurado sus definiciones fenoménicas. Pero el individuo no es impermeable a las diferentes tesis epocales, y se inscribe de pleno en un proceso productivo, lugar histórico determinante y clase o subclase, (¿nación?)… Por lo que el interés del individuo en referencia al fenómeno de la libertad es contingente/relativo; ya que toda clase posee conciencia (y autoconciencia) capaz de generar mundos de vida transformadores de la esencia social del individuo. Así pues afirmaremos que sólo una cartografía de la comunidad social (en cuanto al sujeto fenómeno e libertad) revelará la imbricación de la libertad subjetiva como circunstancia social general. Es sintomático el desacuerdo existente en este punto entre las tendencias revolucionarias y las concepciones idealistas, (TAZ) más o menos reaccionarias.

Por tanto asumiendo la sociedad como objeto de la fenomenología de la libertad, ¿se puede definir genéricamente el concepto de libertad? Lógicamente –la lógica por definición, según Deluze, es reduccionista- no. El fenómeno activo, nomenclado (genéricamente) como libertad, es en esencia complejo y depende por ello de multitud de ángulos y tangentes para su medición; el propio carácter de los elementos que lo conjunta (y su relación entre sí) sólo nos aporta una posible hipótesis de los modos históricos de representación del concepto. Intentar una definición hermética supondría caer en posibles errores de praxis autoritarias ya conocidas, que han carecido (carecen) de una visión totalizante de los elementos operantes y posibilitan el confusionismo ejemplificado en casos como el de H. Bey.

Si analizamos, en rigor, el término libertad: debemos huir del finalismo definitorio que exige Hegel. Sólo construyendo un parque móvil de posibles definiciones, aproximativas y escalonadas (que incorporen un sistema de crítica-constante) nos acercaremos a la naturaleza de la libertad.

Ya que nuestra crítica, en esencia, no está dirigía a las formaciones del fenómeno, sino a sus prácticas, evitaremos enumeraciones de situaciones tipo y nos concentraremos en las posibilidades de materialización, su realización existencial y por ende su “autenticidad esencial”. Según lo cual, podríamos definir apriorísticamente la libertad subjetiva(individual como; posibilidad de acción en torno a interese propios, deseos y propósitos. Es decir, realización de la autoconciencia en su materialización. Por ello, matizaremos, que no se trata aquí de presuntas capacidades sino de posibilidades de acción: Dado que la capacidad no incluye en sí un actuar, sino la posibilidad efectiva que junto con las capacidades subjetivas y las circunstancias objetivas posibilitan un medio y un fin sobre el que efectuar praxis diversas. Ahora bien, la necesidad percibida se puede contraponer a los intereses fundamentales del individuo, a sus potencialidades de acción concreta. Y es en ese territorio donde el sujeto atisba su falta de libertad por miedo de la autoconciencia de su potencia, en relación directa con su pertenencia a un determinado corpus social. En esta potencialidad propia el fundamento principal de una práctica emancipatoria; propia y genérica. Ya que la realización efectiva de la libertad (es) corresponde a la posibilidad de materialización de esta en una autoconciencia de clase que engloba diferentes subjetividades. Y en la que se establecen unos objetivos a (superar) cumplir conjuntamente para lograr los deseos individuales, en la comprensión de la necesidad concebida propia como total y el desarrollo social consecuente.

Por ello ante la vehemencia, con la que Hakim Bey nos muestra un horizonte de libertad individual, cabe preguntarse ¿es la libertad individual un fenómeno innato a la condición humana?

Según la tradición filosófica occidental burguesa, y los meritorios del “derecho natural” como H. Bey, sí. Es tos doctrinarios, fundamentalistas del democratismo, son completamente demagógicos. Dado que los hombres en esencia no son libres (mas allá de lo que puede ser cualquier otro animal), suponemos que el hombre no lucha por mantener una libertad inherente, sino que ha de luchar por conquistarla.. Ya que si no nacemos en libertad, sino que aspiramos a ser libres, la lucha ha de ser general. Y no como pretende H. Bey y los acólitos de la acción individualista, un derecho o territorio a conquistar o disfrutar en momentos de ensanchamiento formalista de los márgenes. Es muy diferente luchar por la libertad, la emancipación totalizadora que, por habitar espacios “liberados” para el hedonismo intelectual-físico.

La autovalorizacion de la libertad de clase, ha demostrado que el fenómeno libertad es producto de la lucha de clases. Y que, por consiguiente, no es inmanente sino que surge al tiempo que se desarrolla la autoconciencia. Hoy debemos defender esta tesis (una vez más ) contra la filogénesis burguesa de la libertad individual. Nuestra afirmación es válida tanto en su aspecto ontológico; ya que desarrolla las realidades perfomativas, es decir, el desarrollo de las bases objetivas de la realización de las necesidades genéricas. Y lo es en el sentido gnoseológico, en función del desarrollo de la autoconciencia del sujeto, es decir de su apreciación de la base subjetiva de la libertad, donde se enmarcan deseos e intenciones. En consecuencia la capacidad de tomar conciencia de la libertad en cuanto condición y valor de la existencia propia, del genero humano. No como consumidores de productos exóticos, sino como miembros de una Revolución Total que destruya el mundo capitalista y construya … ¿comunismo?

martes, 21 de junio de 2011

Agustín García Calvo en Sol jueves 16 de junio 2011: contra el aburrimiento, contra el Futuro, contra la Fe.



Agustín García Calvo en Puerta del Sol el jueves 16 de junio de 2011 en su quinta intervención en esta asamblea libre.

Videos subidos por   el 17/06/2011

Primera parte:
"Con las cargas policiales de Barcelona bien recientes, Agustín insiste en lo no debe hacer el movimiento: entretenerse con reivindicaciones y objetvos"




Segunda parte:
"¿Qué hacer? La primera acción es hablar para desenmascarar el Régimen del Dinero y perder la fe en él, fe que es todo su sostén."




Tercera parte: Debate
"Animado debate centrado en los actos violentos y no violentos."




Cuarta parte: Debate
"Continúa el debate que incluye divertidos rifirafes y disertaciones teológicas sobre la TV."

viernes, 17 de junio de 2011

CAOS: Los pasquines del anarquismo ontológico - Hakim Bey y la TAZ



Prefacio paralelo
CAOS: Los pasquines del anarquismo ontológico
Caos. Terrorismo poético. Amour Fou. Niños Salvajes. Paganismo. Sabotaje del arte. Los Asesinos. Pirotecnia. Mitos de Caos. Pornografía. Crimen. Brujería. Publicidad

Prefacio paralelo

Di casualmente con TAZ [Zona Temporalmente Autónoma, texto más conocido de Hakim Bey] mientras rebuscaba en los contenidos de una caja que mi amiga Victoria me había pedido que le guardara cuando volvió a su casa en Sevilla. Buscando algo que leer lo escogí entre otras cosas porque lo había visto migrar por su estudio, junto al cenicero un día, junto a la ventana otro. El libro deambulaba por el apartamento casi tanto como la guía telefónica, así es que algo debía tener para mantener el interés.

Así llegó mi primera dosis de TAZ con una mezcla de frases impresas, las anotaciones en español de Victoria y mis propias divagaciones dando forma a un palimpsesto transgénico tan copioso que disparó los vectores de mis sinapsis para hacerlos saltar en todas direcciones a la vez. Me tocó con una disrupción sintética, provocando una ensoñación momentánea que ya lleva durando varios años.

"Cómo caracterizar un texto que "no es enciclopédico sino de tiro disperso" y que contiene un extenso registro de conocimiento histórico y esotérico que conduce al lector a través de una "psicotopografía" sin límites de utopías piratas, ciberespacio y olvidadas repúblicas habitadas por una igualmente diversa población de herejes y paganos tales como Ranters, Taoístas del Turbante Amarillo, "hackers de realidades" y futurlibertarios?

Aunque TAZ puede ser "mejor entendido en la acción", lanza destellos exploratorios que iluminan pasajes que nos recuperan del aburrimiento al abrir el mar de posibilidades contenidas en la vida cotidiana. Si uno ha de recoger algo del ensamblaje de "rompenubes estéticos" de Bey, no es tanto una guía a seguir sino aquello que expone las "grietas en el monolito" de las que podemos beber una bocanada de aire fresco y ganar un respiro de la garra con la que el "Estado terminal" nos atenaza.

Y así, debo ya dejarlo aquí no sea que diluya los alucinogemas que siguen en parafraseo sinóptico. Mi otro recurso sólo puede estar en continuar ensamblando la colección de pasajes que caracterizan el texto de Bey en sus propias palabras. Estos, sin embargo, se han acumulado rápidamente en una colección tan vasta que el prefacio (ya borrado) ha llegado a ser tan grande como el libro mismo.

Y por tanto, te dejo con el texto que sigue, un mapa sin localizaciones, del que tú, querido lector, eres el autor.
Kiki Braga, 1996
Prefacio paralelo
En las inmortales palabras del texto más ampliamente copiado del mundo: "Besa a alguien que quieras cuando recibas esto y haz magia. Esto te ha sido enviado para tu buena suerte. No mandes dinero. “;esto funciona de verdad!"
Kirby Gookin, 1996.

CAOS
Los pasquines del anarquismo ontológico
(Dedicados a Ustad Mahmud Ali Abd al Khabir)

Caos

CAOS NUNCA MURIO. Bloque primordial sin esculpir, único excelentísimo monstruo, inerte y espontáneo, más ultravioleta que ninguna ideología (como las sombras antes de Babilonia), la homogénea unidad original del ser todavía irradia serena como los negros pendones de los Asesinos, perpetua y azarosamente ebria.

Caos precede a todo principio de orden y entropía, no es ni Dios ni gusano, sus deseos insensatos abarcan y definen toda posible coreografía, todo éter y flogisto sin sentido: sus máscaras son cristalizaciones de su propia falta de rostro, como las nubes.

Todo en la naturaleza es perfectamente real incluyendo la conciencia, no hay absolutamente nada de lo que preocuparse. No sólo se han roto las cadenas de la Ley, es que nunca existieron; los demonios nunca guardaron las estrellas, el Imperio jamás se fundó, a Eros nunca le creció la barba.

No, escucha, lo que ocurrió fue esto: te mintieron, te vendieron ideas sobre el bien y el mal, te hicieron desconfiar de tu cuerpo y te avergonzaron de tu profesión del caos, se inventaron palabras de asco por tu amor molecular, te mesmerizaron con su indiferencia, te aburrieron con la civilización y con todas sus roñosas emociones.

No hay devenir, ni revolución, ni lucha, ni sendero; tú ya eres el monarca de tu propia piel; tu inviolable libertad sólo espera completarse en el amor de otros monarcas: una política del sueño, urgente como el azul del cielo.

Despojarse de todos los derechos y dudas ilusorias de la historia exige la economía de una legendaria edad de piedra; chamanes y no curas, bardos y no señores, cazadores no policías, recolectores de pereza paleolítica, dulces como la sangre, van desnudos como un signo o pintados como pájaros, en equilibrio sobre la ola de la presencia explícita, sobre el ahora y siempre sin relojes.

Los agentes del caos dirigen candentes miradas a cualquiera que sea capaz de atestiguar su condición, su fiebre de lux et voluptas. Sólo estoy despierto en lo que amo y deseo hasta el punto del terror; todo lo demás no es sino mobiliario amortajado, anestesia cotidiana, cagadas mentales, aburrimiento subreptil de los regímenes totalitarios, censura banal y dolor inútil.

Los Avatares del caos hacen de espías, saboteadores criminales del amour fou, ni altruistas ni egoístas, accesibles como niños, con los modales de los bárbaros, excoriados de obsesiones, en el paro, sensualmente perturbados, ángeles-lobo, espejos de contemplación, ojos como flores, piratas de todo signo y sentido.

Y aquí estamos arrastrándonos por las grietas entre las paredes de la iglesia estado escuela y fábrica, todos los monolitos paranoicos. Separados de la tribu por una nostalgia feraz escarbamos túneles tras las palabras perdidas, las bombas imaginarias.

La última acción posible es la que define la propia percepción, un cordón de oro invisible nos conecta: baile ilegal en los pasillos del juzgado. Si hubiera de besarte aquí lo llamarían un acto de terrorismo; así es que llevémonos las pistolas a la cama y despertemos a la ciudad a medianoche como bandidos borrachos celebrando con andanadas, el mensaje del sabor del caos.

Terrorismo poético

BAILES INVEROSIMILES EN CAJEROS automáticos nocturnos. Despliegues pirotécnicos ilegales. Land art, obras terrestres como extraños artefactos alienígenas desperdigados por los parques naturales. Allana moradas pero en vez de robar, deja objetos poético-terroristas. Secuestra a alguien y hazlos felices.

Elige a alguien al azar y convéncele de ser el heredero de una inmensa, inútil y asombrosa fortuna -digamos 5000 hectáreas de Antártida, o un viejo elefante de circo, o un orfanato en Bombay, o una colección de manuscritos alquímicos-. Al final terminará por darse cuenta de que por unos momentos ha creído en algo extraordinario, y se verá quizás conducido a buscar como resultado una forma más intensa de existencia. Instala placas conmemorativas de latón en lugares (públicos o privados) en los que has experimentado una revelación o has tenido una experiencia sexual particularmente gratificante, etc.

Ve desnudo como un signo.

Convoca una huelga en tu escuela o lugar de trabajo sobre las bases de que no satisfacen tus necesidades de indolencia y belleza espiritual.

El arte del graffiti prestó cierta gracia a los laidos subterráneos del metro y a los rígidos monumentos públicos; el TP también puede ser creado para lugares públicos: poemas garabateados en los lavabos del juzgado, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte en fotocopias bajo el limpiaparabrisas de los coches aparcados, Consignas en Grandes Caracteres pegadas por las paredes de los patios de recreo, cartas anónimas enviadas a destinatarios conocidos o al azar (fraude postal), retransmisiones piratas de radio, cemento fresco...

La reacción o el choque estético provocados por el TP en la audiencia han de ser al menos tan intensos como la agitación propia del terror -asco penetrante, excitación sexual, asombro supersticioso, angustia dadaesca, una ruptura intuitiva repentina- no importa si el TP va dirigido a una sola o a muchas personas, no importa si va "firmado" o es anónimo, si no transforma la vida de alguien (aparte de la del artista) es que no funciona.

El TP es un acto en un Teatro de la Crueldad que no tiene ni escenario, ni filas de asientos, ni localidades, ni paredes. Con objeto de que funcione en absoluto, el TP debe desvincularse categóricamente de toda estructura convencional del consumo de arte (galerías, publicaciones, media). Incluso las tácticas de guerrilla situacionistas de teatro callejero resultan ya demasiado conocidas y previsibles.

Una seducción exquisita -conducida no sólo por la causa de la mutua satisfacción sino también como acto consciente en una vida deliberadamente bella- puede ser el TP definitivo. El terrorista P se comporta como un estafador cuyo objetivo no es el dinero sino el CAMBIO.

No hagas TP para otros artistas, hazlo para gente que no repare (al menos por un momento) en que lo que has hecho es arte. Evita las categorías artísticas reconocibles, evita la política, no te quedes a discutir, no seas sentimental; se implacable, arriésgate, practica el vandalismo sólo en lo que ha de ser desfigurado, haz algo que los niños puedan recordar toda la vida -pero no seas espontáneo a menos que la musa del TP te posea-.

Vístete. Deja un nombre falso. Se legendario. El mejor TP está contra la ley, pero que no te pillen. Arte como crimen; crimen como arte.

Amour fou


EL AMOR FOU no es democracia social, no es un parlamento de dos. Las actas de sus reuniones secretas tratan de significados demasiado enormes aunque demasiado precisos para la prosa. Ni esto, ni aquello -su libro de emblemas tiembla en tus manos-.

Naturalmente se caga en los maestros de escuela y la policía, pero se burla de ideólogos y liberacionistas también -no es una habitación limpia y bien iluminada-. Un charlatán topológico proyectó sus pasillos y parques abandonados, su decoración emboscada de negro luminoso y rojo maníaco membranoso.

Cada uno de nosotros es dueño de la mitad del mapa; como dos potentados del renacimiento definimos una nueva cultura con nuestra mezcla anatema de cuerpos, con nuestra emulsión de fluidos -las junturas imaginarias de nuestra ciudad estado se desdibujan en nuestro sudor-.

El anarquismo ontológico nunca volvió de su última excursión de pesca. Mientras nadie se chive al FBI, a CAOS le importa poco el futuro de nuestra civilización. El amour fou sólo se cría por accidente -su objetivo principal es la ingestión de la galaxia. Una conspiración para la transmutación.
Su único interés por la Familia reside en la posibilidad de incesto (";Críatelos tú!" "l;Cada humano un faraón!") -l;Oh mi más sincera lectora, mi semejante, mi hermana!- y en la masturbación de un niño descubre oculta (como en la pelota de una flor de papel japonesa) la imagen del desmoronamiento del Estado.

Las palabras pertenecen al que las usa sólo hasta que otro las vuelve a robar. Los surrealistas se desgraciaron al vender el amour fou a la máquina fantasma de la abstracción; buscaron en la inconsciencia, y en esto siguieron a de Sade (que sólo quiso "libertad" para que adultos blancos destriparan a mujeres y niños).

El amour fou está saturado de su propia estética, se colma hasta los propios bordes con las trayectorias de sus gestos, marcha con relojes de ángeles, no es el destino oportuno para comisarios y tenderos. Su ego se evapora en la mutabilidad del deseo, su espíritu comunal se marchita en el egoísmo de la obsesión.

El amour fou implica una sexualidad no ordinaria en la medida en que la brujería exige una conciencia no ordinaria. El mundo anglosajón post-protestante canaliza toda su sensualidad reprimida hacia la publicidad y se escinde en turbas enfrentadas: mojigatos histéricos contra clones promiscuos y antiguos ex-solteros. El AF no quiere unirse al ejército de nadie, no toma parte en las guerras de género, se aburre con la igualdad de oportunidades en el empleo (de hecho rehusa trabajar para vivir), no se queja, no da explicaciones, nunca vota y nunca paga impuestos.

Al AF le gustaría ver gestar y nacer a cada bastardo; el AF prospera con ardides antientrópicos; al AF le encanta que lo acosen los niños; el AF es mejor que una oración, mejor que la sinsemilla; el AF lleva la luna y las palmeras allá por donde va. El AF admira el tropicalismo, el sabotaje, el break dance, a Layla y Majnum, el olor de la pólvora y del esperma.

El AF es siempre ilegal, ya vaya disfrazado de matrimonio o de tropa de boyscouts; siempre borracho, ya en el vino de sus propias secreciones o en el humo de sus propias virtudes polimorfas. No es el trastorno de los sentidos sino más bien su apoteosis -no el resultado de la libertad sino su precondición-. Lux et voluptas.

Niños Salvajes

EL INSONDABLE SENDERO LUMINOSO de la luna llena; medianoche a mediados de mayo en un estado que empieza por "I", tan bidimensional que apenas puede decirse que posea geografía en absoluto -los rayos tan urgentes y tangibles que tienes que echar las persianas para pensar en palabras-.

Sin duda escribir a los Niños Salvajes. Piensan en imágenes; la prosa es para ellos un código aún no enteramente digerido y osificado, tal como para nosotros nunca ha sido enteramente de fiar.

Puedes escribir sobre ellos, para que otros que hayan perdido la cadena de plata puedan reanudarse. O escribir para ellos, haciendo de HISTORIA y EMBLEMA un proceso de seducción hasta tus propios recuerdos paleolíticos, una tentación barbárica de libertad (el caos tal como CAOS lo entiende).

Para estas especies de otro mundo o "tercer sexo", les enfants sauvages, la fantasía y la imaginación aún no están diferenciadas. JUEGO desbocado: a la una y misma vez la fuente de nuestro arte y del eros más raro de la estirpe.

Abrazar el desorden tanto como trampolín de estilo y como almacén voluptuoso, un fundamento de nuestra extraña civilización oculta, de nuestra estética conspiradora, de nuestro espionaje lunático -ésta es la acción (encarémoslo) ya de un artista de algún tipo, o de un niño de once o doce años-.

Esos niños traicionados por sus sentidos clarificados en un hechizo brillante de hermoso placer reflejan algo tiznado y feraz en la naturaleza de la propia realidad: anarquistas ontológicos natos, ángeles del caos; sus gestos y olores corporales retransmiten a su alrededor una jungla de presencia, un bosque de presciencia al completo con serpientes, armamento ninja, tortugas, chamanismo futurista, revoltijo increíble, meadas, fantasmas, sol, corridas, nidos y huevos de pájaro; agresión jubilosa contra los mayores de esos Planos Inferiores tan impotentes para englobar ni epifanías destructivas ni creación en la forma de travesuras tan frágiles pero tan afiladas como para rebanar un rayo de luna.

Y aún así los habitantes de estas dimensiones inferiores de poca monta creen sinceramente que controlan los destinos de los Niños Salvajes; y aquí abajo, tan crueles creencias de hecho esculpen la mayor parte de la substancia de los acontecimientos.

Los únicos que efectivamente desean compartir más que dictar el travieso destino de esos fugitivos salvajes o guerrillas menores, los únicos que pueden entender que amarse y desatarse son un mismo acto; ésos son sobre todo artistas, anarquistas, pervertidos, herejes, una banda aparte (tanto entre sí como del mundo) o sólo capaces de encontrarse como podrían hacerlo Niños Salvajes, intercambiando miradas a lo largo de la mesa en la cena mientras los adultos farfullan detrás de sus caretas.

Demasiado jóvenes para choppers Harley; cateadores, break dancers, poetas apenas adolescentes de llanos pueblos de tranvía perdido; un millón de chispas cayendo de los cohetes de Rimbaud y Mowgli; esbeltos terroristas cuyas estentóreas bombas se compactan con amor polimorfo y preciosos restos de la cultura popular; pistoleros punk soñando con ponerse pendiente, ciclistas animistas planeando en el anochecer de peltre a través de las calles de protección oficial de flores accidentales; bañistas gitanos fuera de temporada, sonrientes ladrones de tótems de poder, de monedas sueltas y cuchillos de hoja de pantera que miran de reojo -los intuimos por todas partes- publicamos esta oferta para cambiar la corrupción de nuestra propia lux et gaudium por su dulce y perfecta porquería.

Así que atiende: nuestra realización, nuestra liberación depende de la de ellos; no porque remedemos a la Familia, esa "usurera del amor" que nos tiene rehenes de un futuro banal, ni al Estado que nos escolariza para hundirnos bajo el horizonte de eventos de una plúmbea "utilidad" -no- sino porque nosotros y ellos, los salvajes, somos unos imágenes de los otros, estamos atados y delimitados por esa cadena de plata que define el margen de la sensualidad, de la transgresión y la visión.

Compartimos los mismos enemigos y nuestros medios de escape triunfal son también los mismos: un juego delirante y obsesivo, impulsado por la brillantez espectral de los lobos y los niños.

Paganismo

CONSTELACIONES BAJO LAS QUE VIRAR EL rumbo de la nave del alma.
"Si el musulmán entendiera el Islam se volvería un idólatra".
Mahmud Shabestari.
Eleggua, el abrepuertas malcarado del garfio en la cabeza y caracolas en los ojos, santería negra habano y vaso de ron; el mismo que Ganesh, muchacho gordo de los Comienzos con cabeza de elefante que viaja montado en un ratón.

El órgano que siente las atrofias numinosas a través de los sentidos. Aquellos que no saben sentir una baraka no han de conocer la caricia del mundo.

El Poimandres de Hermes enseñó la animación de los eidolones, la mágica habitación de espíritus en los iconos; pero aquellos que no puedan celebrar este rito en sí mismos y en la totalidad de la fibra palpable del ser material sólo heredarán melancolía, basura, ruina.

El cuerpo pagano se vuelve una corte de ángeles que entera percibe este lugar -esta misma arboleda- como el paraíso ("¡si hay un paraíso, sin duda está aquí!" inscripción en las puertas de un jardín de Mughal).

Pero el anarquismo ontológico resulta demasiado paleolítico para la escatología -las cosas son reales, la brujería funciona, nos hechiza con la imaginación, la muerte y la desagradable vaguedad -el argumento de Las metamorfosis de Ovidio- una épica de la mutabilidad. El paisaje mítico personal.

El paganismo aún no ha inventado leyes -sólo virtudes-. Ni sacerdocio, ni teología, ni metafísica, ni moralidad; sino un chamanismo universal en el que nadie obtiene verdadera humanidad sin una visión.

Dinero comida sexo sueño sol arena y sinsemilla; amor verdad paz libertad y justicia. Belleza. Dionisos el muchacho ebrio en una pantera -exuberante sudor adolescente- Pan el cabrero avanza a través de sólida tierra por la cintura como si fuera el mar, su piel encostrada de musgo y liquen; Eros se multiplica en una pastoral docena de jóvenes granjeros desnudos de Iowa con los pies embarrados y zupia de charca por los muslos.

Cuervo, el estafador del potlach, a veces muchacho, o vieja, o pájaro que robó la luna, agujas de pino flotando en un estanque, cabeza de tótem Heckle y Jeckle, coro de grajos de ojos de plata bailando sobre la pila de madera; el mismo que Semar el albino jorobado hermafrodita patrón marioneta en la sombra de la revolución javanesa.

Yemaya, diosa estrella azul del mar y patrona de los maricones; la misma que Tara, faceta azulgrís de Kali, collar de calaveras, bailando en el tenso lingam de Shiva, lamiendo nubes monzónicas con su lengua de un metro; la misma que Loro Kidul, la diosa verde jade del mar Javanesa que otorga a los sultanes el poder de la invulnerabilidad por trato carnal tántrico en torres mágicas y cuevas.

Desde cierto punto de vista el anarquismo ontológico se ve tremendamente desnudo, despojado de todas las cualidades y posesiones, pobre como CAOS mismo; pero desde otro punto de vista pulula barroco como los templos de la jodienda de Katmandú o un libro de emblemas alquímico; se tumba tan largo es en su diván comiendo loukoum y entreteniendo nociones heréticas, una mano dentro de los pantalones bombachos.

Los cascos de sus naves piratas están lacados de negro, las velas latinas son rojas, banderas negras con la divisa de un reloj de arena alado.

Un Mar de la China del Sur mental, frente a una costa de jungla llana de palmeras, templos de oro podrido a dioses bestiales desconocidos, isla tras isla, la brisa como húmeda seda amarilla en la piel desnuda, navegando bajo estrellas panteístas, hierofanía sobre hierofanía, luz sobre luz contra la luminosa y caótica oscuridad.

Sabotaje del arte

EL SABOTAJE DEL ARTE BUSCA ser perfectamente ejemplar y a un tiempo retener cierto elemento de opacidad -no propaganda sino choque estético- terriblemente directo pero sutilmente angulado también -acción como metáfora-.

El sabotaje del arte es la cara oculta del terrorismo poético -creación por la destrucción- pero no ha de servir a partido alguno, ni al nihilismo, ni siquiera al arte mismo. Tal como al desterrar las ilusiones se intensifican los sentidos, así la demolición de la plaga estética dulcifica el aire del mundo del discurso, del otro. El sabotaje del arte sólo sirve a la conciencia, a la atención, a la vigilia.

El SA va más allá de la paranoia, más allá de la desconstrucción -la crítica definitiva- ataque físico al arte ofensivo -jihad estética-. La mínima mancha de mezquino egoísmo o incluso de gusto personal contamina su pureza y menoscaba su fuerza. El SA no puede nunca buscar el poder -sólo puede liberarlo-.

Las obras de arte individuales (incluso las peores) son en gran medida irrelevantes -el SA busca dañar aquellas instituciones que se sirven del arte para limitar la conciencia y enriquecerse con castillos en el aire. Este o aquél poeta o pintor no ha de ser condenado por una falta de visión -pero las ideas malignas sí que pueden ser asaltadas a través de los artefactos que generan-. El muzak está diseñado para hipnotizar y controlar -su maquinaria bien puede ser destrozada-.

Quemas públicas de libros ¿por qué han de ser fachas y funcionarios de aduanas los que monopolicen este arma? Novelas sobre niños poseídos por el diablo; la lista de libros más vendidos del New York Times; panfletos feministas contra la pornografía; libros de texto (especialmente ciencias sociales, civismo, salud); pilas de El Tiempo, El Mundo y otros periódicos de supermercado; recortes seleccionados de editoriales cristianas; unas cuantas novelas rosa -atmósfera festiva, botellas de vino y canutos circulando en una clara tarde de otoño-.

Tirar el dinero en la bolsa fue una forma de terrorismo poético bastante oportuna -pero destruir el dinero hubiera sido buen sabotaje del arte-. Ocupar retransmisiones de TV y difundir unos minutos pirateados de incendiario arte caote constituiría una hazaña del TP; pero simplemente volar la torre de transmisiones sería un sabotaje del arte perfectamente adecuado.

Si ciertas galerías y museos se merecen un ocasional ladrillazo en los cristales -no destrucción, sino un pescozón a la complacencia- entonces qué pasa con los BANCOS? Las galerías convierten la belleza en mercancía pero los bancos transmutan la imaginación en heces y en deuda. ¿No ganaría el mundo un grado de belleza con cada banco que se pudiera hacer temblar... o caer? ¿pero de qué manera? El sabotaje del arte debería seguramente mantenerse alejado de la política (es tan indigesta...) -pero no de los bancos-.

No hagas piquetes; practica el vandalismo. No protestes; desfigura. Cuando la fealdad, el pobre diseño y el derroche estúpido te son forzados, vuélvete ludita, mete el zapato en la rueda, contraataca. Destroza los símbolos del Imperio en nombre de nada sino del anhelo de gracia del corazón.

Los Asesinos

A TRAVES DEL LUSTRE DEL desierto y hacia las polícromas colinas, violeta ocre calvo pardo y sombra en la cima de un desecado valle azul los viajeros encuentran un oasis artificial, un castillo fortificado de estilo sarraceno que guarda un jardín oculto.

Como huéspedes del Viejo de la Montaña Hassan i Sabbah suben los escalones cortados en la roca del castillo. Aquí el Día de la Resurrección ya ha llegado y se ha ido; sus moradores viven fuera del tiempo profano, al que mantienen a raya con dagas y venenos.

Tras el almenado y las troneras de las torres los eruditos y fedayines se despiertan en estrechas celdas monolíticas. Mapas estelares, astrolabios, alambiques y retortas, pilas de libros abiertos bajo un rayo de sol vespertino; una cimitarra desenvainada.

Cada uno de aquellos que entran en el reino del Imán del propio ser se convierte en un sultán de la revelación invertida, un monarca de la abrogación y la apostasía. En una cámara central festoneada de luz y adornada con tapices arabescos se tumban en cojines y fuman largos chibouks de haschish con esencias de opio y ámbar.

Para ellos la jerarquía del ser se ha compactado en un punctum sin dimensiones de lo real -para ellos las cadenas de la Ley se han roto- terminan su ayuno con vino. Para ellos todo exterior es interior, su verdadero rostro brilla directamente a través. Pero las puertas del jardín están camufladas con terrorismo, espejos, rumores de asesinato, trompe l'oeil, leyendas.

Granada, mora, caqui, la melancolía erótica de los cipreses, rosas color membrana de Shiraz, braseros de aloes de La Meca y benjuí, firmes tallos de tulipanes otomanos, alfombras extendidas como jardines de mentira sobre un césped de verdad; un pabellón levantado con un mosaico de caligramas; un sauce, un regato con berros; una fuente acristalada de geometría por debajo; el escándalo metafísico de las odaliscas bañándose, de los húmedos coperos morenos jugando al escondite entre el follaje; "agua, verdor, bellos rostros".

Por la noche Hassan-i Sabbah como un civilizado lobo con turbante se despereza en un parapeto sobre el jardín y tiende una aviesa mirada al cielo, gobernando las constelaciones de la herejía en el indolente aire fresco del desierto. Es cierto, en este mito algunos discípulos aspirantes pueden recibir órdenes de caminar por la plancha hacia las tinieblas; pero también es cierto que algunos de ellos aprenderán a volar como brujos.

El emblema de Alamut permanece en la mente, un mandala o círculo mágico perdido para la historia pero embebido o impreso en la conciencia. El Viejo revolotea como un fantasma por las tiendas de reyes y las alcobas de teólogos, traspasa todas las cerraduras y guardas con olvidadas técnicas musulmanas/ninja, deja atrás los malos sueños, los estiletes en las almohadas, los poderosos sobornos.

La esencia de esta propaganda rezuma en los sueños criminales del anarquismo ontológico, el heraldo de nuestras obsesiones muestra los pendones forajidos de negro luminoso de los Asesinos... todos ellos pretendientes al trono de un Egipto Imaginario, un continuum oculto de espacio/luz consumido por libertades aún no imaginadas.
Pirotecnia

INVENTADA POR LOS CHINOS pero nunca desarrollada para la guerra -un ejemplo cabal de terrorismo poético- un arma utilizada para disparar el choque estético que no para matar -los chinos detestaban la guerra y solían hacer luto cuando los ejércitos se levantaban- pólvora sólo útil para espantar maléficos demonios, para deleitar a los niños, para llenar el aire con una atrevida bruma de olor a riesgo.

Bombas relámpago clase C de Kwantung, cohetes de botella, mariposas, M-80s, girasoles, "un bosque en primavera"; hace buen tiempo de revolución. Enciende el cigarro en la mecha silbante de una bomba negra de Haymarket; imagina el aire lleno de hidras y súcubos, de espíritus opresivos, de fantasmas policía.

Convoca a unos cuantos niños con brasas encendidas o fósforos de cocina -apóstoles chamanes de complots de pólvora veraniega- rompe la noche espesa con estrellas de pinchos y estrellas infladas, con arsénico y antimonio, sodio y calomel, un bombardeo de magnesio y estridente clorato de potasa.

Fulminante (hollín y salitre) esquirlas y metralla; asalta tu banco local o tu fea iglesia con velas romanas y cohetes oro púrpura, in promptu y anónimo (quizás abriendo fuego desde la trasera de una camioneta).

Construye unas lanzaderas con armazón de celosía e instálalas en la azotea del edificio de seguros o la escuela; una serpiente kundalini o un dragón de Caos verde bario enroscado contra un fondo amarillo sodio oxalato -no pasarán- o monstruos copulantes disparando descargas de leche-fuego contra el hogar de los viejos catequistas.

Esculturas de nubes, esculturas de humo y banderas = arte del aire. Piezas de tierra. Fuentes = aguas artificiales. Y fuegos artificiales. No actúes con becas del ministerio ni permisos de la policía para un público amante de la cultura. Evanescentes bombas incendiarias mentales, terroríficos mandalas inflamando la presuntuosa noche suburbana, inverosímiles cabezas de trueno verde plaga emocional reventadas con rayos vajra de azul orgona de feux d'artifice láser.

Cometas que explotan con el olor del haschisch y el carbón radiactivo; fuegos de San Antón y fuegos fatuos embrujando los parques públicos; falsos fuegos de San Telmo danzando sobre la arquitectura de la burguesía; mascletás sacudiendo los cimientos del parlamento, elementales salamandra atacan a reformistas morales bien conocidos.

Laca centelleante, azúcar de leche, estroncio, brea, agua de goma, chispas de fuego chino -por un momento el aire está afilado de ozono- nube opalada de humo pungente dragón fénix a la deriva. Por un instante el Imperio cae, sus príncipes y gobernadores huyen al lodo estigio, los penachos de azufre de los duendes lanzallamas les queman el culo escocido mientras se baten en retirada. El niño Asesino, psique de fuego, reina por una breve noche de Sirio caliente.



Mitos de Caos

Caos nunca visto (po-te-kitea)
desposeído, sedentario
Caos de empedernida oscuridad
intocado e intocable
Canto maorí

Caos se encarama en una montaña del cielo: un inmenso pájaro como una bolsa amarilla o una bola de fuego roja, con seis pies y cuatro alas; no tiene cara pero baila y canta.

O Caos es un perro negro de largas greñas, ciego y sordo, al que le faltan las cinco vísceras.

Caos el Abismo viene el primero, luego vienen Tierra/Gaia, luego Deseo/Eros. De estos tres descienden dos pares; Erebus y la vieja Noche, Eter y la Luz del día.

Ni Ser ni No Ser
ni aire ni tierra ni espacio:
¿qué es lo que estaba encerrado? ¿dónde?
¿bajo la protección de quién?
¿qué era agua, profundo, insondable?
Ni muerte ni inmortalidad ni día ni noche;
sino UNO respirado por sí mismo sin viento.
Nada más. Oscuridad envuelta en oscuridad,
agua inmanifiesta.
UNO, escondido en el vacío,
sintió la generación del calor, sobrevino
como Deseo, primera semilla de la Mente...
¿Es que había arriba o abajo?
Había jarras de semillas, había poderes:
energía por debajo, impulso por arriba.
¿Pero quién lo sabe de seguro?
Rg Veda

Tiamat la Mar-Caos derrama premiosa fango y limo de su vientre, los horizontes, el cielo y la sabiduría acuática. Estos retoños crecen díscolos y presuntuosos; ella considera su destrucción.

Pero Marduk el dios de la guerra babilónico se levanta en rebelión contra el Viejo Hag y sus monstruos-Caos, tótems ctónicos; Gusano, Ogro Femenino, Gran León, Perro Loco, Hombre Escorpión, Tormenta Aullante -dragones portando su gloria como dioses- y la propia Tiamat una gran serpiente de mar.

Marduk la acusa de provocar la rebelión de hijos contra padres; ella ama a Bruma y a Nube, principios del desorden. Marduk será el primero en gobernar, en inventar el gobierno. En la batalla asesina a Tiamat y desde su cuerpo organiza el universo material. Inaugura el imperio babilónico; después, con las entrañas sangrantes del hijo incestuoso de Tiamat en la picota crea la raza para servir por siempre al regalo de los dioses; y a sus altos sacerdotes y a sus reyes coronados.

El padre Zeus y los habitantes del Olimpo libran guerra contra la Madre Gaia y los Titanes, esos partisanos de Caos, contra las viejas formas de la caza y la recolección, de la errancia sin rumbo, de la androginia y la licencia de las bestias.

Amón Ra (Ser) se sienta solo en el Océano Caos primordial de NUN creando a todos los demás dioses al correrse; pero Caos también se manifiesta como el dragón Apofis al que Ra debe destruir (junto a su estado de gloria, su sombra y su magia) con objeto de que Faraón pueda reinar en paz; una victoria recreada diariamente en los ritos de los templos imperiales para confundir a los enemigos del Estado, del Orden cósmico.

Caos es Hun Tun, Emperador del Centro. Un día el Mar del Sur, el Emperador Shu, y el Mar del Norte, el Emperador Hu (shu hu = relámpago) pagaron visita a Hun Tun, que siempre los agasajaba. Deseando devolver sus atenciones dijeron, "todos los seres tienen siete orificios para ver, oír, comer, cagar, etc. ¡pero el pobre viejo Hun Tun no tiene ninguno! ¡Abrámosle unos cuantos!" Y así lo hicieron -un orificio por día- hasta que el séptimo día, Caos murió.

Pero... Caos es un enorme huevo de pollo también. Dentro de él P'an Ku nace y crece durante 18,000 años; por fin el huevo se abre, se divide en cielo y tierra, yang y yin. Ahora P'an Ku crece hasta convertirse en una columna que sostiene el universo; o bien se convierte en el universo mismo (respiración -- viento, ojos -- sol y luna, sangre y humores -- ríos y mares, pelo y pestañas -- estrellas y planetas, esperma -- perlas, médula -- jade, sus pulgas -- los seres humanos, etc.)

O bien se convierte en el Emperador Amarillo hombre/monstruo. O bien se convierte en Lao Tse, profeta del tao. De hecho, el pobre viejo Hun Tun es el tao mismo.

"La música de la naturaleza no tiene existencia fuera de las cosas. Las diversas aberturas, caños, flautas, todos los seres vivos juntos conforman la naturaleza. El "Yo" no puede producir cosas y las cosas no pueden producir el "Yo", que es autoexistente. Las cosas son lo que son espontáneamente, y no a causa de otras. Todo es natural sin saber por qué es así. Las 10,000 cosas tienen 10,000 estados diferentes, todas se hallan en movimiento como si hubiera un Señor Verdadero para moverlas; pero si buscamos pruebas de este Señor no encontraremos ninguna". (Kuo Hsiang)

Cada conciencia realizada es un "emperador" cuya sola forma de gobierno es no hacer nada que perturbe la espontaneidad de la naturaleza, del tao. El "sabio" no es Caos mismo, sino más bien un hijo fiel de Caos; una de las pulgas de P'an Ku, un trozo de carne del hijo monstruoso de Tiamat. "Cielo y tierra" dice Chuang Tzu, "nacieron al mismo tiempo que yo, y las 10,000 cosas son una conmigo".

El anarquismo ontológico tiende a disentir con el absoluto quietismo taoísta. En nuestro mundo Caos ha sido derrocado por dioses más jóvenes, moralistas, falócratas, sacerdotes-banqueros, señores a propósito para sus siervos. Si la rebelión se muestra como un imposible entonces quizá pueda al menos promoverse una forma clandestina de jihad espiritual. Déjala que siga las enseñas de guerra del negro dragón anarquista, Tiamat, Hun Tun.

Caos nunca murió.

Pornografía

EN PERSIA VI que la poesía está hecha para incorporarse a la música y para entonarse o cantarse -por una sola razón- porque funciona.

Una combinación propicia de imagen y melodía sumerge a la audiencia en un hal (algo entre un estado de ánimo estético/emotivo y un trance de hiperconsciencia), arrebatos de llanto, posesiones de baile; una respuesta física mensurable al arte. Para nosotros el eslabón entre la poesía y el cuerpo se perdió con la era bárdica; leemos bajo la influencia de un anestésico gas cartesiano.

En el norte de la India hasta la recitación no musical provoca ruido y movimiento, cada buen pareado se aplaude, ";Wa! ;Wa!" con gesticulación elegante, arrojando rupias; mientras nosotros escuchamos poesía como si fuéramos una especie de cerebro de ciencia ficción en un bote; todo lo más una risita forzada o una mueca, vestigio de un rictus simiesco; el resto del cuerpo en algún otro planeta.

En el Este los poetas son a veces encarcelados -una especie de cumplido, ya que sugiere que el autor ha hecho algo al menos tan real como el robo o la violación o la revolución-. Aquí a los poetas se les permite publicar absolutamente cualquier cosa; una especie de castigo en efecto, prisión sin paredes, sin ecos, sin existencia palpable; reino de las sombras de la publicación, o del pensamiento abstracto; un mundo sin riesgo ni eros.

Así es que la poesía está muerta una vez más; e incluso si la momia de su cadáver retiene alguna de sus propiedades curativas, la autoresurrección no es una de ellas.

Si los legisladores rehusan considerar los poemas como crímenes, entonces alguien tendrá que cometer crímenes que sirvan la función de la poesía, o textos que posean la resonancia del terrorismo. Reconectar a cualquier precio la poesía al cuerpo. No crímenes contra los cuerpos, sino contra las ideas (y contra las ideas en las cosas) que son mortales y sofocantes. No estúpido libertinaje sino crímenes ejemplares, crímenes estéticos, crímenes pasionales.

En Inglaterra ciertos libros pornográficos están todavía prohibidos. La pornografía tiene un efecto físico mensurable sobre sus lectores. Al igual que la propaganda es capaz de cambiar vidas al descubrir verdaderos deseos.

Nuestra cultura saca la mayor parte de su porno del odio al cuerpo; pero el arte erótico constituye en sí mismo un extraordinario vehículo para el estímulo del ser/la conciencia/la felicidad -como ocurre con ciertas obras orientales-. Una especie de porno tántrico occidental puede ayudar a galvanizar el cadáver, a hacerlo brillar con algo del atractivo del crimen.

América tiene libertad de expresión dado que todas las palabras son consideradas igualmente triviales. Sólo las imágenes cuentan; a los censores les fascinan los retazos de muerte y mutilación pero retroceden horrorizados a la vista de un niño masturbándose; aparentemente experimentan esto como una invasión de su validez existencial, de su identificación con el Imperio y los más sutiles de sus gestos.

No hay duda que ni el porno más poético haría jamás revivir el cuerpo sin rostro para que cantara y bailara (como el pájaro-Caos chino) pero imagínate un guión para una película de tres minutos que transcurre en una mítica isla de niños fugitivos que habitan las ruinas de viejos castillos o construyen cabañas tótem y nidos ensamblados con chatarra; una mezcla de animación, efectos especiales, infografía y vídeo en color; editado con el dinamismo de un anuncio de comida rápida...

...pero misteriosos y desnudos, plumas y huesos, tiendas cosidas con cristal, perros negros, sangre de paloma; flashes de miembros ámbar enredados en las sábanas; caras enmascaradas de estrellas besando suaves pliegues de piel; piratas andróginos, rostros náufragos de colombinas durmiendo sobre flores de muslo blanco; graciosos chistes guarros de meado, lagartos amaestrados bebiendo a lengüetadas leche derramada; break dancing en cueros; bañera victoriana con patos de goma y meteduras de pata rosa; Alicia en ganja...

...punk reggae atonal adaptado a gamelán, sintetizador, saxofón y percusión; letras de boogie eléctrico cantadas por un etéreo coro de niños; letras ontológico anarquistas, un cruce entre Hafez y Pancho Villa, Li Po y Bakunin, Kabir y Tzara; llámalo ";CAOS, el video musical!"

No... seguramente tan sólo es un sueño. Demasiado caro de producir, y además ¿quién lo vería? Desde luego no los niños a los que pretendía seducir. La TV pirata es una futil fantasía, el rock sólo es otra mercancía; olvida pues la elegante gesamtkunstwerk. Siembra un parque de recreo con obscenos folletines incendiarios; pornopropaganda, un chiflado samizdat para liberar el deseo de su yugo.

Crimen

LA JUSTICA NO PUEDE OBTENERSE bajo ninguna Ley; la acción de acuerdo a la naturaleza espontánea, la acción que es justa, no puede ser definida por el dogma. Los crímenes por los que se aboga en estos pasquines no pueden ser cometidos contra uno mismo o contra otros sino sólo contra la mordaz cristalización de las ideas en la estructura de venenosos Tronos y Dominaciones.

Es decir, no crímenes contra la naturaleza o la humanidad sino crímenes legalmente acreditados. Tarde o temprano el descubrimiento y la revelación del yo/naturaleza transforman a una persona en un malhechor -como salir a otro mundo y después volver a éste para descubrir que has sido declarado un traidor, un hereje, un proscrito-.

La Ley espera a que des un traspiés en algún modo del ser, que te conviertas en un alma diferente a la habitual carne muerta aprobada y sellada en púrpura por las autoridades sanitarias; y tan pronto como empiezas a actuar en armonía con la naturaleza la Ley te da el garrote y estrangula; así que no jueges al bendito mártir liberal de clase media; acepta el hecho de que eres un criminal y prepárate para actuar como tal.

Paradoja: abrazar a Caos no significa deslizarse hacia la entropía sino emerger hacia una energía como estrellas, hacia un patrón de gracia instantánea; hacia un orden orgánico espontáneo completamente diferente a las pirámides de carroña de sultanes, muftíes, cadíes y verdugos sonrientes.

Después de Caos viene Eros -el principio de orden implícito en la nada del Uno incualificado-. El amor es estructura, sistema, es el único código no narcotizado ni manchado por la esclavitud. Hemos de convertirnos en ladrones y timadores para proteger su belleza espiritual en una faceta de clandestinidad, en un jardín oculto de espionaje.

No sobrevivas meramente a la espera de que la revolución de otros te decida a tomar partido, no te alistes a los ejércitos de la anorexia o la bulimia; actúa como si ya fueras libre, calcula los riesgos, sal fuera, recuerda la Ley de Duelo -fuma grifa/come pollo/bebe té-. Cada hombre su propia viña e higuera (Circle Seven Koran, Noble Drew Alí); lleva tu pasaporte moro con orgullo, guarda tus espaldas, que no te cojan en el fuego cruzado; pero asume el riesgo, baila antes de calcificarte.

El modelo social natural del anarquismo ontológico es la pandilla de niños o la banda de atracadores. El dinero es un camelo -esta aventura ha de ser posible sin él- el botín y el pillaje habría que gastarlos antes de que vuelvan al polvo. Hoy es el Día de la Resurrección -el dinero empleado en belleza será transmutado alquímicamente en elixir-. Como mi tío Melvin solía decir, el melón robado sabe más dulce.

El mundo ya ha sido rehecho de acuerdo a los deseos del corazón; pero la civilización es la dueña de todos los contratos y de la mayoría de las pistolas. Nuestros ángeles feraces exigen la trasgresión, porque sólo se manifiestan en suelo prohibido. Bandolero. El yoga del sigilo, el golpe relámpago, el disfrute del tesoro.

Brujería

EL UNIVERSO QUIERE JUGAR. Aquellos que por reseca avaricia espiritual lo rehusan y eligen la pura contemplación desperdician su humanidad; aquellos que por tonta angustia lo rehusan, aquellos que dudan, pierden su oportunidad y su divinidad; aquellos que se moldean ciegas máscaras de Ideas y siembran cizaña buscando alguna prueba de su propia solidez acaban viendo a través de los ojos de un muerto.

Brujería: el cultivo sistemático de la conciencia dilatada o de la percepción no ordinaria y su despliegue en el mundo de los hechos y los objetos para convocar los resultados deseados.

El ensanchamiento de aperturas en la percepción destierra gradualmente los falsos yos, nuestros cacofónicos fantasmas; la "magia negra" de la envidia y la venganza se dispara por la culata porque el deseo no sabe ser forzado. Allí donde nuestro conocimiento de la belleza armoniza con el ludus naturae, empieza la magia.

No, ni doblar cucharas, ni horoscopia, ni Amanecer Dorado, ni chamanismo de pega, ni proyección astral, ni misa satánica; si se trata de chismografía hay que ir al meollo, a la banca, a la política, a las ciencias sociales; y no a esa enclenque basura blavatskiana.

La brujería funciona creando a su alrededor espacios físico/psíquicos o aperturas a un espacio de expresión sin límites -la metaformosis del lugar cotidiano hacia una esfera angélica-. Esto implica la manipulación de los símbolos (que también son cosas) y de la gente (que también es simbólica); los arquetipos facilitan un vocabulario en este proceso y por tanto se tratan como si fueran a un tiempo reales e irreales, como palabras. Yoga imaginario.

El brujo es un Simple Realista: el mundo es real -así la conciencia tiene que ser pues real dados sus tan tangibles efectos-. Para el zoquete hasta el vino resulta insípido pero el mago puede intoxicarse con sólo mirar el agua. La calidad de la percepción define el mundo de la intoxicación; pero sostenerla y expandirla para incluir a otros exige una actividad de un cierto tipo -brujería-.

La brujería no rompe ley de la naturaleza alguna porque no hay tal Ley Natural, sólo la espontaneidad de la natura naturans, el tao. La brujería viola leyes que buscan encadenar este flujo; sacerdotes, reyes, jerofantes, místicos, científicos y tenderos todos califican al brujo de enemigo por amenazar el poder de su charada, la fuerza tensora de su trama ilusoria.

Un poema puede actuar como un conjuro y viceversa; pero la brujería rehusa ser metáfora de la mera literatura; insiste en que los símbolos deben provocar tanto sucesos como epifanías privadas. No es una crítica sino una reconstrucción. Rechaza toda escatología y toda metafísica de la mudanza, toda nebulosa nostalgia y todo futurismo estridente, en favor de un paroxismo o posesión de la presencia.

Incienso y cristal, daga y espada, varita, túnica, ron, habanos, velas, hierbas como sueños secos -el muchacho virgen contemplando la vasija de tinta- vino y ganja, carne, yantras y pases -rituales de placer, el jardín de houris y sakis- el brujo trepa por estas serpientes y escaleras a un momento que está enteramente saturado de su propio color, donde las montañas son montañas y los árboles son árboles, donde el cuerpo se convierte todo en tiempo, el amado todo en espacio.

Las tácticas del anarquismo ontológico están enrraizadas en este arte secreto; los objetivos del anarquismo ontológico aparecen en su floración. Caos conjura a sus enemigos y recompensa a sus devotos... este extraño panfleto amarilleante, este seudónimo polvoriento lo revela todo... escribe pidiendo un microsegundo de eternidad.

Publicidad

LO QUE ESTO TE CUENTA no es prosa. Puedes clavarlo en el tablón pero sigue aún vivo y coleando. No pretende seducirte a menos que seas extremadamente joven y guapo (incluye foto reciente).

Hakim Bey vive en un destartalado hotel chino donde el propietario saluda con la cabeza sobre el periódico y las cascadas retransmisiones de la ópera de Pekín. El ventilador gira en el techo como un derviche perezoso -el sudor cae en la página- el caftán del poeta está mohoso, sus óvalos reparten ceniza por la alfombra; sus monólogos parecen deslavazados y ligeramente siniestros; Más allá de las ventanas cerradas el barrio funde a palmeras, al ingenuo mar azul, a la filosofía del tropicalismo.

A lo largo de cierta autopista al este de Baltimore pasas un trailer aerodinámico con un gran rótulo en el porche SE LEE EL ORACULO y la imagen de una tosca mano negra sobre fondo rojo. Dentro atisbas un despliegue de libros de sueños, libros de números, panfletos de vudú y santería, viejas revistas polvorientas de nudismo, una pila de Boy's Life, tratados sobre gallos de pelea... y este libro, Caos. Como palabras proferidas en un sueño, portentosas, evanescentes, transformándose en perfumes, pájaros, colores, música olvidada.

Este libro se distancia de todo con una cierta impasibilidad de superficie, casi una cristalización. No mueve la cola ni gruñe sino que muerde y arremete contra los muebles. No tiene número de ISBN y no te quiere como discípulo pero puede que te rapte a los niños.

Este libro está nervioso como el café o la malaria -construye una red de cortes y guaridas entre sí mismo y sus lectores- pero es tan palmario y literal que prácticamente se codifica a sí mismo; se fuma a sí mismo al estupor.

Una máscara, una automitología, un mapa sin localizaciones -envarado como un mural egipcio alcanza sin embargo a acariciar la cara a alguien- y de repente se encuentra a sí mismo en la calle, en un cuerpo, encarnado en luz, caminando, despierto, casi satisfecho.

NYC, 1 de mayo-4 de julio, 1984.

ENLACES:

Bajarse los textos de Inmediatismo, Caos y TAZ en PDF en MerzMail

Recensión de "Zona Temporalmente Autónoma" de Hakim Bey

Hakim Bey en La Haine